-¡Muy bien Laika! ¡Simplemente estás---! ¿Qué demonios estás haciendo en MÍ casa?-el coronel se sacó la cuchara de la boca.

-Hum... ¿Hablo con Lan?-dijo con una sonrisa. El castaño estaba devorando sin piedad un pedazo de torta. Movió su cola alegremente al ver a Chaud.

-¿Y vos por qué lo dejaste entrar?-preguntó. Lan tensó su cola y de pronto se curvó para forma un signo interrogativo.

-Sentí la colonia que siempre usa y bajé. Salí al jardín y lo encontré ahí caminando. Lo entré para tomar algo. El muy tonto estaba descalzo y ya se había resfriado un poco.-el bicolor miró con recelo a Laika para luego notar a otra persona. Abrió sus ojos sin poder creer al igual que su boca.

-No... Pero... ¡IMPOSIBLE!

El coronel sonrió y sacó una nueva versión del Pet. Era rectangular, tenía una abertura para insertar chips y una pantalla pequeña. Notó que su amado también tenía uno y una imagen holográfica de un felino Megaman sentado en cuclillas sobre la mesa estaba siente transmitida. Además, tenía el símbolo del navi y dos botones negros del lado contrario a la abertura. El de Lan era azul y el de Laika, verde oscuro.

-¿S-Son una nueva clase?-ambos asintieron.

-Son bastante cómodos, a decir verdad. Son más grandes que un celular, pero el espacio que ocupan es casi igual a uno de ellos.-explicó el coronel.-Eso los hace más fácil de trasladar. Oh, también tengo uno para vos.

-Bueno, sí, gracias pero, ¿cómo demonios Searchman está ahí?-el militar volvió a reír.

-Sharo estuvo desarrollando, o mejor dicho, un pequeño grupo de científicos estuvo desarrollando un chip nuevo. Es de uso casi restringido pero, logré que me dieran tres de ellos. Estos chips, tienen un programa idéntico al área dimensional. Crean un aura para poder materializar cosas del mundo virtual pero por el momento únicamente a los navis se los puede materializar de esta forma ya que el chip tiene que ser insertado directamente en el Pet. Una vez echo esto, el programa crea un holograma a tamaño real del navi y luego lo materializa. Pero, el programa este no es igual al área dimensional. Este programa los hace completamente humanos a los navis.-Chaud dio un quejido audible, sin poder creerlo.

-Wow...-se escuchó a Protoman.-Eso sí es increíble. Supongo que con eso voy a poder levantar a Chaud a los gritos como siempre quise jeje...

-Sólo si pongo el chip.-contestó el otro.

Searchman, que estaba materializado al lado de su operador, sonrió abiertamente y dio una risa burlona. Comenzó a reírse a carcajadas antes de que Laika le diera un golpe en el brazo con su puño cerrado y un gruñido. El pelirrojo se le rió en la cara antes de que el coronel se le tirase encima y ambos cayeran al suelo con un ruido sordo.

Lan sudó gotitas al igual que Megaman y Chaud suspiró en derrota.

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-Je, es divertido poder mirar todo desde acá.-concluyó Protoman, siendo un holograma, sentado en el hombro de Chaud. Movió sus pies adelante y hacia atrás y rió un poco.-Se ve muy diferente. Es una perspectiva tan diferente... –el bicolor rió y se detuvo frente a la puerta de entrada del SciLab.

-Me lo imagino.-introdujo una tarjeta en una abertura cerca de esta y se abrió, permitiéndole pasar.-¿Cómo está Megaman?-el albino sonrió perversamente.

-Mrrrr... Casi me lo como para desayuno hoy a la mañana. Ese gatito travieso jeje... Aunque, Dragoness me dijo algo interesante.-el bicolor lo miró unos segundos antes de fijar su vista al frente, en los pasillos.

-¿Ah sí? ¿Qué te dijo?-Protoman flexionó sus dos piernas antes de volver a doblarlas.

-Involucra a los gatitos.

-¿Qué te dijo?-repitió, ahora un tono impaciente. Su navi sacó la punta de su lengua de una manera divertida.

-Me dijo que todavía no están en celo.-el operador abrió sus ojos en sorpresa y miró nuevamente a su compañero.

-¿A qué te referís? Nadia me dijo que lo están.-lo vio negar con la cabeza y reírse.

-Eso fue lo que pensé pero ellas dijeron que estaban "entrando" en celo, lo que significa, que aún no están completamente en celo. Sólo están mostrando unos ligeros síntomas, por llamarlo de alguna manera, antes de estar sexualmente activos.

-Con que era eso... Me estuve preguntando por qué no habían ya empezado con todo lo que nos habían dicho.

-¿Qué cosa? ¿Te referís a lo de copular casi todo el día?

-Sep. Me extraña que no hayan querido que nos quedemos en casa hoy.-Protoman rió perversamente ante eso.

-Es cierto. Ah, ahora que me acuerdo, me dijo que es probable que celen entre el lunes o el miércoles.-el bicolor suspiró.

-Eso nos deja pocos días para prepararnos. Y se me ocurrió una idea para hacerle un regalo a Lan.

-¿Ah sí? ¿Qué va a ser?

-Un juguetito para que se divierta el solo cuando yo no esté.-Protoman sonrió de lado.

-¿Qué tenés planeado hacer? ¿Un vibrador?

-Es posible-respondió.-Nadia estudió en una técnica y le enseñaron a utilizar varillas de metal. Sabe cómo manejarlas y cómo manejar las herramientas. Solo espero que quiera ayudarme, porque a veces puedo agarrarla con un humor de perros.

-Uh, es cierto. Dragoness se pone igual. Aunque, pensándolo, a Starfield no la vi enojada en estos tres años.

-A Carla tampoco.

-O sea, no completamente furiosas, o que las agarremos en un día en que se las llevan los mil demonios. ¿Cómo serán así enojadas?

-La verdad que prefiero no saberlo.

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Lan estaba tirado sobre la cama, echo un bollo, mirando el nuevo Pet delante de su cara y con Megaman sentado frente a él, moviendo su cola con suavidad.

-¿No te sentís extraño?-preguntó el castaño.

-No por el momento. Esos estremecimientos que me daba de vez en cuando parecen haberse ido ya.-respondió, moviendo sus orejas.

-Pero seguís duro, jeje... –se burló el castaño haciendo gruñir al navi que irguió sus orejas y cola. Se cubrió el regazo.

-Vos también. No me molestes con eso.

-Pero es divertido.-respondió Lan, sentándose en la cama.-Además, te gusta cuando Protoman te atiende.-Megaman se sonrojó fuertemente. Movió su cola mostrando su enojo, mirando de reojo a su compañero.

-Hum... ¿Y?-meneó su cola de un lado a otro.-Por cierto, ¿adónde se fue Chaud hoy?-el castaño, que se estaba lamiendo el brazo, se encogió de hombros.

-Ni idea.-hizo una mueca al sentirse estremecer.-No me dijo nada. Igualmente hoy a la tarde va a venir Laika a visitarnos con los chicos.-Megaman dio un maullido alegre. Se puso en sus cuatro patas y se enrolló.-¿Estás cansado?

-Mmmalgo... –dio un bostezo.-Hoy me levanté con el cuerpo caliente.

-Yo también... –suspiró.-¿Cuándo realmente estaremos en celo? O sea, ya pasó una semana desde que, los síntomas, se mostraron... –Megaman se encogió de hombros.

-Yo qué sé. Probablemente recién el lunes o el miércoles, o el jueves, viernes, el mes que viene... No sé.

-Hummm... Tengo hambreeeee... Voy a bajar a buscar comida.

-Vos y tu estómago...-murmuró el navi antes de regresar al Pet.

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-¿Un qué?-dijo Nadia, girándose en la silla para mirar a Chaud a los ojos.

-Un vibrador.-la mujer parpadeó unas cuantas veces.

-¿Para?

-¿Para qué más? ¡Para usarlo!

-Bien, bien... ¿Y por qué no comprás uno?

-Porque no hay uno especifico que yo quiero.-la chica de ojos verdes cada vez tenía menos idea a lo que su amigo se estaba refiriendo. El bicolor suspiró.

-¿Tenés un lápiz o una lapicera?

-Sí. ¿Papel?

-Por favor.

La fémina se levantó de su lugar y se dirigió al escritorio donde Meijin estaba con unos formularios. Lo empujó un poco, haciendo que el hombre gruñera, para abrir un cajón de donde sacó un block de hojas blancas. No era muy grande, cabía perfectamente en la mano. Hurgó en un portalápices y sacó uno, antes de dirigirse nuevamente a Chaud que tomó las cosas.

-Mirá-dijo, abriendo el block para empezar a garabatear en la primera hoja.-esta es más o menos mi idea. Sería... –Nadia miraba cada uno de los movimientos del objeto y pronto vio un diseño algo retorcido pero que la hizo sonreír y reír.-¿Qué? ¿Te parece raro?

-Sí. La verdad que nunca había visto uno así hasta ahora... Normalmente los vibradores son para meterlos en el cuerpo pero... este... No sé.

-Es justamente para lo contrario.-explicó el chico, continuando con sus garabatos. Sostuvo mejor el block.-Porque, si te das cuenta, no tiene forma de entrar.

-Pero tampoco puede entrar en una mujer, esperá... –una sonrisa se cruzó por el rostro de Nadia.-No me digas... –Chaud le sonrió por igual, terminando el garabato y mostrándoselo terminado.-¡Jajajajaja!-rió con fuerza, al ver el dibujo.-¡Buenísimo! La verdad que nunca se me hubiera ocurrido hacer esto en el taller de ajuste... jeje... –se calmó y comenzó a mirarlo con detalle.-Bien. ¿Cómo lo querés?

-Con esas varillas planas que usabas en los talleres, las de un centímetro por tres milímetros.

-Puedo mostrarte otras diferentes, como unas cilíndricas.-Chaud no parecía conforme. Lo pensó unos momentos.

-No me gusta como queda... –la chica se rió y le arrebató el lápiz para comenzar a garabatear otro diseño debajo del anterior.

-Es un vibrador, no creo que a Lan le importe cómo sea ¿verdad?-a medio terminar, continuó.-Las varillas circulares son más fáciles de doblar que las planas y sólo necesitarían un poco de la lima para redondearles las puntas.-el bicolor la miró.-¿Qué? ¿Querés lastimarte?

-No, no querría.-ella se encogió de hombros, terminando de garabatear.

-No sé, si ustedes son masoquistas, puedo dejarlas así como están pero te aseguro que lastimarse en esa área en especial puede llegar a ser bastante doloroso.

-Eso creo y no, no somos masoquistas por suerte.-Nadia sacó la punta de su lengua divertidamente.

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-¿Tengo que hacerlo?

-Sí.

-No me voy a meter. No quiero.-Chaud suspiró. Era la tercera vez que lidiaba con eso y suponía que lo tendría que hacer el resto de su vida.

-No creo que lamerte el cuerpo durante todo el día haya hecho algo. Y lo sabés bien.

-Pero igual. No me quiero meter... –regañó Lan por última vez.

-Al agua, ahora.-dijo firmemente el bicolor al desnudo castaño que estaba arrodillado frente a la bañera sin el más mínimo deseo de meterse en ella, llena de agua caliente.-Además, dentro de unas horas te vendrán a visitar. No querrás estar sucio para cuando lleguen, ¿o sí?-el híbrido lo miró de reojo antes de meterse en el agua.

Pero no lo hizo completamente. Se sentó en el borde de la bañera, con sus piernas dentro del caliente líquido. Esa sensación hizo que la cola de Lan se irguiera y se le erizaran algunos cabellos de ella como de su cabeza. Oyó a Chaud aclararse la garganta y bajó sus orejas, dando un gruñido. A regañadientes, se metió dentro. Dio un suspiro manteniendo su nuevo miedo al agua bajo control. Abrió un ojo y espió su sabido entorno.

-¿No te vas a meter vos también?-le preguntó a su compañero que aparentemente se había ido a buscar unas cosas.-Me siento... algo solo en la bañera que es bien grande... –dijo con cierta dulzura para tentar al otro chico que dejó sobre el borde de la tina unas botellas de champús y cremas para el cabello.

-¿Solo?-repitió Chaud, sacándose el chaleco rojo y dejarlo caer al suelo.-Je. Soledad es lo último que sentirías.-prosiguió sacándose la remera negra, el calzado y el pantalón para dejar todo en el suelo. Lan se dio la vuelta y una sonrisa lujuriosa adornó su rostro. Apoyó los brazos sobre el borde, viendo el objeto de su deseo entrar en el agua sin quitarle la vista de encima.

-¿Y por qué hoy no te pusiste ropa interior, ne?-se frotó contra él una vez dentro del agua, comenzando a ronronear. El bicolor le rascó las orejas haciendo que Lan ronroneara más fuerte.

-No se me dio la gana, supongo.-respondió, tomando una esponja y un jabón para comenzar a frotarlos entre sí.-¿Qué hiciste hoy?

-Casi nada.-su voz vibraba.-Me la pasé durmiendo.-respondió, dando un gemido en satisfacción cuando Chaud comenzó a frotar la esponja enjabonada contra su espalda. Esto hizo que la arqueara.-Mrrrrr...

-¿Te gusta?-preguntó el bicolor, sonriendo. Lan asintió lentamente, meneando su cola lado a lado con suavidad.

-Mrrrchaudddd... –murmuró el castaño, apoyándose en el borde.

El mayor rió terminando de enjabonar la espalda de su compañero. Empezó con los brazos y cuando pasó la esponja debajo de las axilas del híbrido este bajó sus miembros superiores con fuerza riendo. El felino le sacó la lengua divertidamente y dejó que Chaud siguiera bañándolo.

Cuando terminó de frotar su cuerpo, lo hundió en el agua caliente para sacar todo excedente del jabón con sus manos. Lan movía su cola debajo del agua, sabiendo lo que venía ahora. Bajó sus orejas cuando el otro chico tomó la ducha entre sus manos y abrió uno de los grifos para que saliera el agua. Reguló la temperatura y le dijo a Lan que se acercara pero el híbrido no se movió. Chaud suspiró.

-No de vuelta.-murmuró, acercándose a este.-Sabés que te gusta, me lo dijiste varias veces así que no reniegues ahora.-el castaño lo miró con un ojo abierto y el otro cerrado. Dio un soplido cuando el agua le mojó las orejas, y se alejó. El bicolor suspiró otra vez.

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-¡Mirá lo que compré!-exclamó Carla contenta, mostrándole una pelota que cada vez que se la movía hacía un sonido de un cascabel, que llevaba dentro. Simulaba ser un ovillo de lana de color blanca.-¡A Lan le va a gustar!-Nadia rió suavemente y la tomó.

-Es linda.-le dijo, mirándola por todas partes.-¿Dónde la compraste?

-¿Dónde más? En una tienda de mascotas.-respondió, riendo por lo bajo. Sacó de su bolso un ratoncito felpudo y de color gris, de juguete obviamente, y se lo tendió a su amiga.

-¡Que suavecito!-exclamó cuando lo acarició.-¡Yo quiero uno!-movió sus orejas al sentir otro sonido venir de la bolsa.-¿Qué otra cosa compraste?-Carla se sonrojó.

-Humm... Bueno... –hurgó dentro, sacando una bolsita roja donde estaban las otras pelotitas con los cascabeles antes de sacar un collar blanco, de cuero blanco, con un cascabel plateado de un tamaño mediano más o menos en la mitad de la tira de cuero.-Lo vi y me gustó. Así que lo compré.

-Es para Lan, ¿no?-comentó la chica más grande, con una media sonrisa mientras miraba el collar.-Jo, te va a decir todo menos linda cuando lo vea.

-No se lo pienso dar a él personalmente. Se lo voy a dar a Chaud y que invente una historia de cómo lo consiguió.-respondió, sacando otro collar idéntico, pero con el cuero de color verde.

-¿Y ese?-dijo Nadia, tomándolo en sus manos dejando al blanco sobre el tablero de la computadora en la cual trabajaba.-¿Es para Laika?-Carla volvió a reír.

-No. Ese es para vos.-su amiga la miró desconcertada. Miró el collar otra vez y miró nuevamente a la chica delante de ella. La menor rió otra vez, y puso su índice sobre la nariz de la mayor.-Gata.-le dijo, con una sonrisa. La otra dio un gruñido, tomando entre sus dientes el dígito.

-Te odio.-masculló entre dientes haciendo reír otra vez a su amiga.