-¡¡LLEGARON!-gritó Lan, a mitad de las escaleras, con Chaud tratando de secarle el pelo con una toalla. Sus amigos lo saludaron desde el recibidor con sonrisas, abrigados por la tarde nublada y fría.-¡¡YAY!

Bajó corriendo las escaleras pero no llegó muy lejos cuando el bicolor le golpeó las piernas con su rojo Pet antes de llegar a los últimos cinco peldaños. Bajó rodando y chocó contra Tory, haciendo que este se cayera sobre el felino que estaba gruñendo con fuerza y movía su cola lado a lado con ira.

-¡CHAAAAAUD!-gritó el castaño, arrodillándose en el suelo.

-¿Qué?-dijo este inocentemente, tomando su Pet y ver a un enojado Protoman salir de él, con sus brazos cruzados.-Ya sé, ya sé. No me lo tenés que decir.

-Más vale que sea la última vez que lo hagas.-y sin más, regresó.

-¿No es una versión nueva?-preguntó Tory, todavía arrodillado en el suelo al igual que el enojado castaño.

-Sí, lo son.-se apresuró a responder Laika, allá al fondo.-Se lo traje hace poco. No menos de un día.

-¿Cuándo los tendremos?-preguntó Maylu, mirando el de Lan con atención. Dex, Tory y Yai lo inspeccionaban con igual curiosidad.

-No sé.-dijo el coronel, caminando a la sala de estar junto con Chaud.-Supongo que dentro de unos meses, quizá.

El grupo dio un quejido al ver la forma holográfica de Megaman salir del Pet y saludarlos amigablemente. Luego miraron con incredulidad a Searchman y a Protoman holograficarse a cada lado del navi azul para saludar a los humanos con sonrisas.

-¡Laaaiiiii!-canturreó Lan, entrando en la sala. Ante eso, recibió por respuesta una sonrisa perversa de este que lo hizo sonrosar.-¿Nadia y Carla?

-Vendrán más tarde.-y se sentó en un sofá frente a una mesa ratona sin antes sacarse el tapado verde. Lo dobló y lo dejó a su lado. Traía el nuevo Pet en una cinta alrededor de su brazo que tenía un lugar especial para poder ponerlo cómodamente.

-¡Está muy buena esta cosa!-dijo Dex, sentándose en un sillón.-Ya quiero uno.

-¿Cómo es que mi padre todavía no consiguió uno?-regañó Yai, sentada al lado de Maylu, que todavía tenía el Pet en sus manos y seguía mirándolo.

-Era un proyecto de cuidado,-explicó Laika.-porque también se está desarrollando cierta clase de chip que por el momento desconozco.-recibió las miradas inquisitivas de Lan y Chaud. Les asintió en silencio, sin decir nada.-Seguramente por eso no recibió ninguna información pero creo que dentro de una semana ya lo tendrás.-miró al resto.-Y ustedes también.-los otros sonrieron y comenzaron a hablar entre ellos.

El castaño, que seguía de pie, sonrió. Laika le indicó que se acercara y así lo hizo, recibiendo unos suaves masajes en su cabeza pero el coronel retiró su mano inmediatamente.

-¡¿Qué hacés con el pelo mojado todavía!-gritó. El felino se sonrojó.

-¡¿Quién anda con el pelo mojado con este frío!-se oyó una voz femenina disgustada. Chaud sudó gotitas.

De la puerta se asomó Regal y una mujer una cabeza más chica que él. Tenía un pelo negro y brillante, atado en una especie de trenza gruesa que la llevaba sobre su hombro izquierdo. El hombre le tendió la toalla que había recogido del recibidor y la fémina, que tenía un tapado azul oscuro con piel sintética en el cuello y las mangas, se acercó al castaño a grandes zancadas. Lan sonrió nerviosamente.

-¡Hola señora!-dijo. La mujer frunció el ceño y le pasó la mano por el mojado cabello, dando un gruñido.

-¡Y con este frío!-repitió, empezando a secar la cabeza del felino con frenesí.-¡Y vos!-se dirigió a Chaud con la mirada antes de girarse un poco para enfrentarlo.-¿¡Cómo es que lo dejás andar así por la casa con tanto frío!

-Bueno, él salió corriendo cuando vio a los otros. No me dio tiempo.

-¡Aún así!-lo interrumpió la mujer, terminando de secar el cabello de Lan, que ahora se veía todo despeinado. Ella sonrió, satisfecha con su trabajo.-Ahora está mejor. No quiero que vuelvas a sentirte mal como la otra vez.-le dijo seriamente, doblando la toalla.-¡Y vos!-le chilló de vuelta a Chaud que se sobresaltó en su lugar.-Más vale que lo cuides. Haru estuvo muy preocupada desde que vino a vivir con nosotros estos días. ¡Y lo peor es que no la llamaste!-lo señaló acusadoramente al híbrido.

-¿N-No la llamé?-sudó una gran gotita.-¡¡Ay, ay, ay!-la mujer le había tironeado de una de sus orejas gatunas.-¡Prometo llamarla ahora!

-¡Más te vale!-al darse cuenta del resto de los invitados, volvió a su realidad.-Oh, discúlpenme. No los vi.-Regal suspiró pero sonrió. Así era ella, y le encantaba.-Supongo que me comporto muy sobreprotectoramente cuando se trata de mi hijo y su novio.-Laika miró a Chaud con sus ojos bien abiertos y el resto se quedó mudo. Rió suavemente, acariciando las orejas de Lan que comenzó a gemir bajo su aliento.-Soy la madre de Chaud.-volvió a reír.-Amanda Amphitrite.

-En realidad ese es su apellido de soltera.-dijo Regal, colocando su brazo sobre sus hombros. La miró y le sonrió.-Suele usarlo con bastante frecuencia pero se llama Amanda Blaze.-la mujer se sonrojó.

-¡Qué decís!-rió y se dirigió al resto.-Supongo que será en otra ocasión. Buenas tardes.-saludó amablemente antes de retirarse junto con su esposo de la sala.

-¡No pensé que tuvieras una mamá tan linda!-dijo Dex y al bicolor le salieron unas venitas antes de darle un fuerte golpe en la cabeza. Laika rió entre dientes antes de mirar a Chaud.

-Supongo, que si acoto algo me vas a pegar, ¿no?-el bicolor sólo lo miró de soslayo para callarlo durante unos pocos minutos.

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Lan movía su cola lado a lado con suavidad, ronroneado, mientras sentía las manos de Laika sobre su cabeza. Sus dedos enguantados jugaban con los mechones y sus orejas, y el coronel de vez en cuando le rascaba la barbilla haciendo que el castaño gimiera con una sonrisa de oreja a oreja. Chaud estaba sentado frente a ellos, cuidando que Laika no hiciera ningún movimiento indebido con su amado. Eran las nueve de la noche y el resto de los chicos se había ido.

-Miaauuuu... –maulló el felino, hociqueando la mano enguantada del coronel que sonrió. Atrapó su nariz entre sus dedos haciendo que el híbrido gruñera. Lo soltó y dejó su mano sobre la frente del chico.

-¿Dio problemas?-preguntó de repente, sorprendiendo al bicolor.

-No, no por el momento.-respondió, antes de sonreír tiernamente.-Eso sí, cada vez que tengo que bañarlo se comporta como un nene de tres años.-recibió un gruñido y una mirada de soslayo por parte de Lan.-Pero es divertido.-y el castaño le sacó la lengua.

-Guardá esa lengua si no vas a usarla.-le advirtió Laika, haciéndolo sonrojar con fuerza.

-Chaud, papá me dijo que las niñas llegaron.-anunció Protoman apareciendo en el hombro derecho de su operador que sonrió.-Están en el recibidor.

-Bueno, que entren no más.-le murmuró, encogiéndose de hombros.

-¡Bueeeeenassss nooooocheeees!-se anunció de una manera ruidosa Nadia, entrando junto con Carla que traía un bolso en uno de sus hombros y una bolsa marrón en una mano.

-Heeeeeyy... ¿No podés ser más discreta?-bromeó Laika, jugando con los mechones de Lan.

-Sí, pero no creo que quieran que grite por un altavoz, ¿o sí?-los chicos negaron y la fémina rió.-¡Ah! Ya compré la varilla.-Chaud la miró con una media sonrisa.

-¿Tan rápido?-rió.-¿Qué trajeron?

-¡Unos regalos!-dijo emocionada Carla, dejando sobre la mesa la bolsa marrón, su bolso y el nuevo Pet que el coronel le había traído a ella y el de Nadia. Starfield salió y husmeó su entorno.-Le traje unas cosas a Lan para que juegue.-ante eso, el felino se acomodó en su lugar para poder mirar la mesa.

-¡Pelotita!-exclamó feliz, moviendo su cola lado a lado al ver las bolas de falso estambre rodar por la superficie y hacer un tintineo.-¡Y hacen ruido! ¡Que lindas!

-¿Qué tenés en el cuello?-preguntó Laika al notar un collar de cuero verde con un cascabel plateado que Nadia hizo sonar.

-Me lo regaló Carla. ¿No es lindo? Y eso que al principió lo odié pero ahora me encanta.-y jugó con el cascabel un rato antes de sonreírle a los chicos.

-Gata.-dijo Chaud con una media sonrisa y la chica le sacó la lengua.

-¡Acá está!-Carla sacó el collar blanco. Fue hasta donde estaba Lan y se lo mostró.-Es para vos.-el felino enrojeció por completo.-¡Ponételo!-lo animó con una amplia sonrisa. Y eso que había dicho que no se lo iba a dar personalmente pero Nadia le dijo que no se iba a enojar.

El castaño se sentó y tomó el collar entre sus manos, antes de ponérselo sobre el cuello. Lo cerró, luego de unos fallidos intentos, y miró a los demás para su aprobación. Laika sonrió y comenzó jugar con el cascabel. Lo tomó entre sus dedos, girándolo.

-Es bonito.-dijo.-Me gusta. ¿De casualidad no traía una correa?-y Lan lo golpeó en el hombro.

-¡No soy un completo animal para que me saquen a pasear!-Starfield sudó una gotita y a su lado aparecieron los otros cuatro navis. Dragoness sonrió ampliamente.

-No creo que se esté refiriendo a eso con lo de la correa.-dijo. Al principio nadie cayó pero luego de unos segundos, Protoman y Searchman comenzaron a reírse a carcajadas al igual que sus respectivos operadores. Nadia sonrió pero no dijo nada. Megaman miró a sus amigos curvando su cola en un signo interrogativo.

-¿Entonces?-preguntó el felino, más perdido que nunca. Protoman dio una sonrisa perversa. Abrió la boca pero el pelirrojo le puso la mano sobre ella, riendo. Tentó al albino y ambos ahora se reían por lo bajo.-¿¡De qué se ríen!-el resto, salvo Megaman, también se reía.

-¡Heeeeeeey!-exclamó el navi azul, moviendo sus orejas furiosamente.-¡Oigan! ¿Por qué tanta gracia?

-¡Que ingenuos!-acotó Starfield con ternura.

Laika se levantó con violencia de su lugar, atrayendo la atención de todos. Searchman regresó a su Pet sin decir nada y su operador huyó de la sala de estar al baño más cercano y encerrarse ahí dentro. Nadia miró a Chaud y este se encogió de hombros, sin saber qué pasaba.

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-Ngh...

El coronel se apretó el pecho con sus manos. Se apoyó contra el lava manos, no teniendo ya tanta fuerza con sus piernas para que estas sostuviesen su cuerpo por más tiempo. Se llevó una mano a la boca y poco después devolvió dentro del lava manos. Tosió y vomitó otra tanda, antes de repetir esto otras tres veces más antes de calmarse.

Jadeando, abrió los grifos. Se sacó los guantes y dio un quejido al ver como habían crecido unas garras en sus manos. Cerró sus puños con los guantes sobre las palmas y por primera vez que entró al baño, se miró al espejo.

-¡Demonios! ¡Mierda!-maldijo, al ver sus ojos rojos y unos colmillos en su boca. Searchman apareció en su hombro con una expresión de tristeza. No le dio importancia y comenzó a lavarse la boca.

-Laika, deberías mantenerte alejado de Lan ahora que está por celar.-empezó el navi.-Yo trataré de mantenerme a distancia de Megaman.-oyó a su operador gruñir.

-¡Pero no quiero!-chilló, cerrando los grifos. Volvió a mirarse al espejo antes de tomar una toalla y secarse.-¡No quiero excluirme de ellos por siete días!

-Ya lo sé. Yo tampoco quiero pero... –el holograma brilló y Searchman se materializó detrás del coronel.-No podemos hacer nada al respecto. Mírale el lado bueno.-dijo con una tímida sonrisa, tratando de animar a Laika que ahora lo miraba con ternura.-Estaremos los dos solos. No tuvimos mucho tiempo para nosotros en estos días. ¿No crees que deberías tomarte, al menos, unas vacaciones?-su operador sonrió de lado y lo abrazó por la cintura, descansado su cabeza en su hombro. El pelirrojo le devolvió el gesto.

-Tenés razón. Creo que trabajo mucho.-le murmuró, atrayendo su cuerpo más al suyo.-Hace mucho que no percibo tu olor.-le comentó haciendo sonrojar a Searchman que sonrió tímidamente de vuelta.

-Yo tampoco.-enredó sus dedos en el verde cabello de su compañero, suspirando.

-¿Laaaaiiiii? ¿Estás bien?-la pareja escuchó a Lan del otro lado y luego unos vagos golpes en la puerta.

-Deberías salir, están preocupados.-le dijo el pelirrojo, soltando a Laika que gruñó, volviéndolo a abrazar.-Prometéme que te tomarás los siguientes siete días libres.

-Lo voy a hacer, no te preocupes.-le aseguró. Searchman le sonrió y se digitalizó para poder volver al Pet.-¡Ya salgo!-anunció, al escuchar otros golpes.

-¿Estás bien?-escuchó a Chaud preguntar.

-¿Oí bien? ¿Chaud actualmente me preguntó si estoy bien?-lo tanteó el coronel. Oyó a Searchman reírse dentro del Pet.

-Cuando salgas te voy a pegar de vuelta.-amenazó el bicolor.-¿Tenés algún problema que me preocupe por vos? Sos mi amigo.

-¿Desde cuándo? Creo saber que nunca te caí bien.-declaró Laika, acercándose a la puerta.

-Pero ahora sí. Así que, salí del baño de una vez y decínos qué te pasa o bajo la puerta.

-Tu padre va a estar muy molesto.

-No lo va estar si no se entera de lo que hice. ¡Ahora salí del baño!-rugió.

Laika no pudo más que sonreír. Abrió la puerta y Lan se le colgó del cuello, preguntando si estaba bien. Ante eso, los celos invadieron a Chaud pero no dijo nada. Simplemente se mostró indiferente y un poco enojado. Pero Protoman y el coronel lo notaron, riéndose a sus espaldas. El felino soltó a su amigo antes de abrazar al bicolor y besarlo en compensación por lo que acabó de hacer recién.

-Ya es algo tarde.-interrumpió Laika.-Creo que debería irme y dejarlos solos, ¿no?

-Buena idea.-murmuró Chaud, besando una última vez al felino que maulló.

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Laika caminaba por las calles oscuras con rumbo al hotel donde se hospedaba momentáneamente en la ciudad de Dencity. Sus ojos se habían tornado rojos y sus garras estaban dentro de sus bolsillos. Miraba fugazmente el cielo para mirar la luna que estaba entrando en una nueva fase lunar; luna nueva.

Faltaban pocos días para eso. Quizá el lunes o el miércoles.

Se detuvo en seco. Sus pupilas estaban completamente dilatadas para permitir el más mínimo paso de luz a sus ojos. Había notado a unas mujeres debajo de una farola, fumando y hablando entre ellas, al parecer sin haber notado la presencia del joven coronel.

-Searchy... –murmuró y su navi apareció sobre su hombro. Extrañamente sus ojos ahora eran de un color amarillo y también sus pupilas estaban dilatadas al máximo. En sus manos habían crecido garras y fijó casi de inmediato su atención a las mujeres que estaban debajo de la farola y que para ese entonces habían notado a Laika.

-¿Querés?-preguntó con una sonrisa perversa. Su operador mostró sus caninos.

-Tengo hambre. Mucha hambre... –le murmuró, acercándose a las mujeres que comenzaron a cuchichear entre ellas diciendo lo guapo que era el hombre que se les estaba acercando.-¿Y vos?

-Digamos que estoy famélico.-le contestó, moviendo sus dedos impacientemente.-Hace bastante que no salimos a cazar juntos.-Laika le sonrió.

-¿Por qué te creés que tomé los chips ya terminados del laboratorio? No podía esperar a que salieran.-el navi regresó al Pet cuando el coronel llegó al lugar de las mujeres.-Buenas noches señoritas. ¿Buscan algo de compañía?