Capítulo dos -Sueños y despertar.
"Notas generales. Este capítulo será corto. Disfrutenlo fans y antifans de Akito."
-.¬POV de Akito-.¬
Lo último que supe, después de arrojarme, fue el intenso dolor que sentí en todo mi cuerpo y la multitud de voces que poco a poco se iban apagando.
Vaya manera de intentar morir. Totalmente exhibicionista. Vestida como nunca, solo para morir.
Desde ese momento, todo lo que he visto, al menos hasta los últimos ¿minutos, horas? no tengo noción del tiempo, pero solo he visto oscuridad.
Esa oscuridad a la que tanto miedo le he temido y despreciado, me brinda un cálido consuelo.
Pero, ultimamente, he logrado ver más allá de esa oscuridad.
Es como una playa, pero está desierta, oscura. El agua se siente helada y no hay estrellas en el cielo.
Lo único que he sentido, es el agua por mis piernas, fría, lejana, casi falsa, como si esa agua fuera algo más.
A veces, en los momentos en que mis recuerdos, los pocos que quedan en mi mente, mis más dolorosos recuerdos afloran, el agua llega a cubrirme por completo, la sensación es la misma que en mis peores momentos, en los que sentía que el aire me faltaba y por más que gritara nadie me escuchaba, ni yo misma.
Sin embargo, cada vez, el agua me cubre más y más...
Creo... que me estoy muriendo...
Pero, en lo personal, ya no me importa...
Solo quiero desaparecer...
-.¬Fin del POV de Akito-.¬
-¿Aún nada?
Ayame llevó por cuarta vez flores al cuarto de Akito.
-Nada aún. Su pulso sigue siendo débil, y no hay reacción alguna -Hatori aprovechó la presencia de Ayame para sentarse y tratar de relajarse- Está fuera de peligro, pero quien me preocupa es Kureno, no se ha movido de ahí ni por un instante.
El joven guardó silencio, ya que sabía que Kureno se hacía llamar responsable de lo que le había ocurrido a Akito, aunque no tuviera la más mínima culpa.
-¿Y los demás? -Hatori trato de cambiar el tema- ¿qué han dicho al respecto?
-Yuki no dijo nada, aún siente rencór hacia Akito, pero se pasmó al saber que intentó suicidarse. La misma reacción la tuvo Kyo, y Tohru se preocupó mucho.
-Y ¿Shigure?
Ayame guardó silencio.
-No lo hemos visto desde "el accidente"
Hatori estaba a punto de decir algo, pero Ayame terminó lo que empezó.
-Tal parece que fue a buscar algo o a alguien.
-Solo espero que no intente cometer alguna estupidez.
Lejos de ahí, en una de las más retiradas casas Sohma de "afuera", Shigure avanzaba en la búsqueda de la única persona que podría ayudar a Akito...
-Te esperaba, Shigure.
-Lo sé, y supongo que sabes qué es lo que voy a pedirte.
El sujeto sonrió con una frialdad tremenda, y tomando un abrigo, se dejó guiar por Shigure hasta el hospital donde estaba internada Akito.
-Puedo sentirla. La diosa está por morir.
Avanzando como si fuera una sombra, el sujeto se escabulló hasta la habitación de Akito.
-No dejes que muera, por favor.
-No morirá, o de otra manera¿quién podrá ser la madre del nuevo dios de los Sohmas?
Esas palabras fueron como un rayo. Shigure trató de detener al sujeto y pedirle una explicación, pero no pudo moverse de su sitio.
-Akira le dio a ella algo que no le pertenece, pero ahora que podré recuperar lo que es mío desde mi nacimiento, será como si nada hubiera pasado.
-¿Qué vas a hacerle a Akito, infeliz?
-¿Que qué voy a hacerle? Salvar su vida, y como pago, será mi esposa. El precio me parece justo.
-¡Nadie acordó eso en ningún momento!
-Entonces la dejaré morir.
El tipo comenzó a pronunciar una especie de rezo en un idioma que Shigure no comprendió; pronto, la habitación comenzó a temblar, un fuerte dolor en el pecho provocó que Shigure cayera al suelo y las máquinas de ese cuarto se apagaron al instante.
-Despierta, diosa de los Sohmas.
Shigure, tan pronto pudo incorporarse, pudo ver cómo Akito se levantaba y daba su mano al sujeto, quien ahora llevara la maldición de la familia.
Pero cuando ella abrió los ojos, estos eran fríos y lejanos, como si hubiera muerto.
Continuará.
