Hola... como estan, espero ke esten bien todas (os), bueno aki les traigo una adaptacion de una novela de Jude Deveraux, llamada "La Hermana de Hielo". Por lo cual esta idea no me pertenece, pero como me gusto mucho la obra pos aki se las adapto aunke igual voy a cambiar detalles que a mi no me gustan personalmente asi ke algo de mi cocecha habra...
Como el prologo es tan cortito, les subo conjuntamente el capitulo 1 para que vayan entusiasmandose con la historia...
Con respecto al fic, El Misterio del aAballero del Fenix, por esta media parada la produccion, asi que me tendran ke esperar un pokito por el capi IV, pero les prometo ke pronto podran leer la primera competencia de esos locos jajajaa
Como ya saben, los personajes de rurouni kenshin no me pertenecen, asi como tampoco la historia ke les estoy contando, salvo algunos detalles... ASi ke nada de acusar de plagio o otras cosas porke yo ya avise...
sin mas ke decir...
ke disfruten esta nueva historiaaaaa
byes
La Hermana de Hielo.
Prólogo
La mujer, anciana y gorda, de cabello gris y dientes ennegrecidos, se acomodó con agilidad en el asiento del carro. En la parte de atrás llevaba una variedad de verduras frescas cubiertas con un toldo húmedo.
— Kaede.
Ella se volvió hacia la izquierda para mirar al reverendo Gensai; un hombre alto y apuesto que ahora tenía el entrecejo arrugado.
— ¿Vas a portarte bien¿No harás ninguna tontería ni llamarás la atención?
— Lo prometo — dijo Kaede con un tono de voz suave y juvenil — Regresaré pronto — azuzó los caballos y echó a andar.
El camino desde Chandler, Colorado, hasta la mina de carbón era bastante largo. Una vez allí, tenía que aguardar que uno de los trenes pasara por alguna de las líneas de Colorado y Southern Railroad. Cada uno de los diecisiete campos de carbón de los alrededores de Chandler tenía su propia línea de ferrocarril.
Cerca de la mina de Fenton, Kaede se cruzó con otro carro guiado por una mujer anciana. Kaede detuvo sus cuatro caballos para estudiar el paisaje.
— ¿Algún problema? — preguntó Kaede a la otra mujer.
— Ninguno, pero cada vez se habla más del sindicato. ¿Y tú?
Kaede asintió.
— He oído decir que hubo una pelea en el túnel número seis la semana pasada. Los hombres no se molestan en salir a la superficie cuando excavan. ¿Tienes un poco de menta?
— Lo vendí todo, Kaede — dijo la mujer acercándose más — . Ten cuidado. La Pequeña Pamela es la peor de todas Hiko Himura me da miedo.
— Muchos le tienen miedo. Aquí viene otro carro — su voz se hizo más grave cuando ordenó a los caballos que se pusieran en movimiento — . Hasta la semana que viene, Aggie. No aceptes monedas falsas¿eh?
Kaede se cruzó con los hombres del otro carro y levantó una mano para saludarlos. Después tomó el sendero que llevaba al campo minero Pequeña Pamela.
El camino era bastante empinado porque estaba situado en un cañón, y no vio el puesto de guardia hasta que estuvo frente a él. Comenzó a latirle el corazón.
— Buenos días, Kaede. ¿Tiene nabos?
— Si y muy grandes — Kaede sonrió, mostrando las arrugas y los dientes podridos.
— Deme un saco lleno — dijo mientras le abría la puerta de entrada. Ni se hablaba del pago. Abrir la puerta a un extraño para que entrara en el campo era pago suficiente.
Los guardias estaban allí para cuidar que no entrara ningún sindicalista. Si sospechaban que alguno trataba de organizar a los mineros, primero disparaban y luego hacían las preguntas. Con ese tipo de autoridad, lo único que necesitaban decir cuando mataban a alguien era que el hombre era sindicalista, y las cortes locales y estatales los liberaban en seguida. Los propietarios de las minas tenían derecho a proteger sus propiedades.
Kaede tuvo que esforzarse para hacer que los cuatro caballos no se salieran del sendero estrecho. A cada lado del camino había unas casillas de madera que los dueños de las minas solían llamar "casas": cuatro o cinco habitaciones diminutas con un excusado y un cobertizo para carbón en la parte de atrás. Sacaban el agua por medio de baldes del pozo comunitario contaminado por el carbón.
Kaede pasó frente al almacén de la compañía y saludó con frialdad al dueño. Eran enemigos naturales. Pagaban a los mineros con vales, de modo que una familia sólo podía comprar lo que necesitaba en el almacén de la compañía. Algunos decían que los dueños de la mina ganaban más dinero con el almacén que con la mina.
A la derecha, entre las vías del ferrocarril y la empinada ladera de la montaña, estaba Sunshine Row, una hilera de casas pintadas de amarillo descolorido. Ninguna tenía patio, y apenas cinco metros separaban las casas de las letrinas. Kaede conocía muy bien la combinación del humo del tren y el ruido, con los demás olores. Allí vivían los mineros.
Kaede detuvo los caballos frente a una de las casas más grandes.
— ¡Kaede! Pensé que no vendrías — exclamó una joven muy bonita que salió de la casa secándose las manos con un trapo.
— Ya me conoces — dijo Kaede mientras luchaba por bajar del carro — Me quedé dormida esta mañana y la doncella olvidó despertarme. ¿Como has estado, Misao?
Misao Himura sonrió. Kaede era una de las pocas personas que, pese a no pertenecer a la mina, podían entrar al campo, y cada semana Misao temía que le revisaran el carro.
— ¿Qué has traído? — le preguntó Misao en un susurro.
— Remedio para la tos, linimento, un poco de morfina para la señora Carson y una docena de zapatos. No se puede esconder mucho dentro de una calabaza. Y cortinas de encaje para la novia de Ezra.
— ¡Cortinas de encaje! — exclamó Misao y luego se echó a reír — .Quizá tengas razón, el encaje le sentará mejor que cualquier otra cosa. bien, comencemos.
Les llevó tres horas repartir las verduras. La gente pagaba a Kaede con vales y Misao se los devolvía luego en secreto. Ni los dueños de la mina, ni la policía del campo, ni siquiera la mayoría de los mineros sabían que las verduras de Kaede y los artículos secretos eran gratuitos. Los mineros eran orgullosos y no hubieran aceptado ningún tipo de caridad, pero las mujeres tomaban todo lo que podían conseguir para sus hijos y sus cansados maridos.
Ya era tarde cuando ambas mujeres regresaron a la casa de Misao con el carro vacío.
— ¿Cómo va Hiko? — preguntó Kaede.
— Trabajando duro, como mi padre. Y el tío Hiko está creando problemas. Tienes que irte. No podemos arriesgarnos a que tú tengas algún problema — le dijo mientras tomaba la mano de Kaede — Que mano tan joven...
— ¿Problemas? — repitió Kaede confundida. Dio un salto hacia atrás y Misao se echó a reír.
— Hasta la semana que viene. Y, Kaede, no te preocupes por mí, hace tiempo que lo sé.
Confundida y sin poder decir palabra, Kaede trepó a su carro y partió.
Una hora después se detenía en la parte de atrás de la vieja rectoría de Chandler. Abrió la puerta y corrió por el corredor hasta el baño donde estaba la ropa limpia.
Se quitó la peluca de un tirón, se lavó el maquillaje del rostro y frotó sus dientes para quitar la goma negra que los cubría. Con movimientos rápidos se liberó de aquella ropa vieja y abultada que la hacía parecer gorda y se colocó un corsé abrochado al frente y una falda de sarga de color azul. La blusa de seda era de un color verde pálido, y encima se puso una chaquetilla de sarga azul con bordes de terciopelo verde.
Mientras se ajustaba el cinturón de cuero azul oscuro, llamaron a la puerta.
— Entre.
El reverendo Gensai abrió la puerta y permaneció inmóvil observando a la mujer que tenía delante. La señorita Kaoru Kamiya era alta, esbelta y hermosa; tenía el cabello negro como el ébano, ojos tan azules como el mar, una nariz aristocrática y una boca pequeña y perfecta.
— Kaede se ha ido hasta la semana que viene — dijo el reverendo con una sonrisa — . Ahora, Kaoru, debes irte. Tu padre...
— Padrastro — lo corrigió Kaoru.
— Bueno, sí, pero su furia es la misma, sea cual sea su título.
— ¿Anne y Tía ya han regresado con sus carros?
— Hace horas. Ahora, vete de aquí.
— Sí, señor — Kaede sonrió — . Hasta el próximo miércoles — le dijo al salir por la puerta principal de la rectoría para dirigirse a su casa.
Continura...
Bueno aki esta el prologo, chikitito pero picoso jajajaja Bueno ke se traeran entre manos estas chicas, donde diablos esta Kenshin? KE pasa en este mundooooooo!
Bueno lo sabremos en el primer capitulo XDDDD
Cuidense
espero sus reviews asi ke mas le vale escribirme sus comentarios sino, sacare mi cierra electrica y empezare a perseguirlaaaaaaaaaaaas! muajajajajajajaja (lease com osonrisa macraba XD)
en un ratito mas les subo el capi 1...
besos
Matta neeee...
Ghia-Chan... KAzukoRK por siempre... 3D+VG (XDDDDD el ke sae sae :P)
