Una Larga Noche

Era una noche tranquila, sólo perturbada por el canto de los grillos. Roy dormía en su oficina, se había quedado hasta tarde revisando unos documentos que debía firmar para la mañana siguiente pero el coronel decidió tomar un descanso. Luego despierta por la incómoda posición y está un poco dolorido, decide ir a su habitación pues estaría más cómodo. Camina por los oscuros pasillos del cuartel, buscando la llave de su habitación en sus bolsillos, aún somnoliento.

Saca sus guantes y una vela de estos, la enciende y en ese preciso instante, fue cuando lo sintió, como si alguien estuviese allí con él.

Pensó que solo fue un invento de su imaginación, pues estaba muy cansado, y se puso rumbo a su recamara. Antes de que pudiera siquiera abrir la puerta, sonó el teléfono de su oficina. Era el general, le tenía una misión.

Se dispuso a salir, su superior no había sido lo suficientemente claro, sólo le dijo que saliera y que se reuniera con él.

- Lamento tener que encomendarle una misión a estas horas coronel pero no tengo a nadie más a quién recurrir- dijo el general.

Sin más ni más comenzó a decirle los detalles. Un hombre se había infiltrado en el cuartel para robar los registros secretos.

- Solo sabemos eso, en realidad no sabemos quién y lo que busca exactamente- dijo el general.

- ¿Y el informante es confiable?- inquirió Roy.

- Aún no lo sabemos, además no quiso revelar más información- replicó el superior.

- No se preocupe, yo me encargaré de ese espía, ¿y cuando se espera su ataque?- preguntó Mustang impaciente, la sola idea de poder terminar rápido con esto y poder volver a la cama era lo que lo mantenía despierto.

- Esta noche, según nuestro informante- dijo el general, preocupado.

Roy montó guardia en los pisos superiores mientras que sus subordinados estaban en los pisos bajos, protegiendo la entrada.

- No sé que hacemos aquí, quiero regresar a descansar- dijo Havoc

- De todos modos no seremos de gran ayuda en esté estado- dijo a esto Breda.

- Dejen de quejarse, estamos en una misión - les dijo Riza, parecía un poco tensa, así que decidieron guardar silencio.

Roy escuchó un extraño sonido proveniente de uno de los pasillos, y tuvo la misma sensación que antes pero ahora estaba bien despierto. Se dispuso a revisar y divisó una sombra (el general había dado la orden de que ninguno de los residentes saliera de su habitación, pues podían intervenir, pero tampoco quería que vayan todos tras él ya que podría acabar en desastre). Luego de seguirlo por un tiempo observó que se dirigía hacía los registros confidenciales. Roy sonrió

- Este es mi hombre, ya te tengo- pensó Mustang hacia sus adentros.