Disclaimer: Ninguno de los personajes de Inuyasha me pertenecen (a excepción de Kumiko, y quien sabe quizás me de por inventar algún que otro personaje mas XD).

Aclaraciones:

"entre comillas y cursiva" pensamientos de los personajes

N/A notas de la autora

Colewings: me alegra que mi historia le haya gustado a alguien intentare actualizarlo lo antes posible

CAPITULO 2: DE PACTOS Y MENTIRAS

Hacia ya tres días que se había unido al extraño grupo formado por Sesshomaru, Jaken, la pequeña Rin y esa criatura de dos cabezas llamada Ah-Un. No es que Sesshomaru hablase mucho ni que fueselo quese diceamable, y tampoco es que "el sapo" (era el apodo que Kumi le había puesto) le cayera especialmente bien, de hecho estaban mas tiempo peleándose que haciendo otra cosa. Pero aquella chiquilla era realmente encantadora y le entusiasmaba pasar horas con ella y ver como la admiraba y sonreía. Sin embargo con Sesshomaru era distinto, no había cruzado mas de dos frases con el desde que caminaban juntos, al menos con Jaken discutía.

"Que tipo mas raro…" pensaba mientras lo observaba detenidamente a Sesshomaru. "No se puede negar que es bastante guapo y apuesto, le falla que es terriblemente aburrido; siempre esta callado y serio, no se inmuta ni cambia de expresión pase lo que pase, es como si no le importase nada ni nadie. Es increíble que en tres días que llevo con ellos no haya conseguido averiguar nada de el…" Pero pronto se distrajo de estos pensamientos para volver a conversar con Rin.

"¡Dios¿Es que esta chica no para de hablar ni dos segundo, por un momento pensé que estaría callada al menos durante un rato pero veo que me equivoque" pensaba fastidiado Sesshomaru. "No se si me merece la pena tener que aguantar estos dolores de cabeza a cambio de la perla y la espada…"

-¿Y porque Kumiko viajaba sola por el bosque?- pregunto Rin.

-Puess a decir verdad, poco antes de encontrarme con vosotros me había unido a un grupo de demonios lagarto, pero inexplicablemente me dejaron atrás mientras dormía sin avisar, aun me pregunto porque…

"Creo que empiezo a imaginar el porque lo hicieron…" pensó sarcástico Sesshomaru.

-Y tu familia ¿Dónde esta¿Por qué no estas con ellos?- pregunto inocentemente Rin.

-Es una larga y triste historia, otro día te la contare ¿De acuerdo?- dijo mientras le acariciaba la cabeza a la niña con gesto abatido, cosa que Sesshomaru noto al instante.

-¡Esta bien!

-…de seguro que la echaron por pesada…-susurro Jaken creyendo que nadie lo había oído.

-¿Y tu pequeño sapo¿Acaso llevas pegado a las faldas de Sesshomaru toda la vida? Por que si no me equivoco nunca has tenido novia, hombre ya se que eres feo pero…

-Como osas hablarme así! Te haré pedazos y depues…

-¿Tu y cuantos mas?- dijo riéndose Kumi- pero si ni siquiera me llegas a la altura del ombligo.

-Pero como…

-BASTA, no quiero oír ni un ruido mas en lo que resta de tarde- sentencio Sesshomaru y todos callaron al momento "No aguanto mas a estos dos"

"Valiente humor que gasta…" -Me adelantare un poco y así echare un vistazo para ver si hay peligros cerca. Y dicho esto Kumiko se fue saltando por los árboles con una agilidad increíble.

Inmediatamente Jaken se acerco corriendo a Sesshomaru, para hablarle en un susurro y que Rin no lo escuchase.

-Señor¿ha pensado ya en como engañar a esa insufrible?

-Si, he estado meditando acerca de ello. Esta noche cuando ella haga el turno de vigilancia me acercare y le contare una "pequeña" mentira- dijo con un brillo de malicia en los ojos.- así que ya sabes: duérmete pronto o al menos finge que lo haces, es evidente que no le caes bien y delante tuya las cosas serian mas difíciles.

-Si amo-bonito.

En ese momento llego Kumiko.

-No hay enemigos al menos en varios kilómetros, podemos pasar la noche en un claro que se encuentra cerca de aquí, ya esta anocheciendo.

-De acuerdo, vamos.


Una vez que estaban instalados, Jaken fue el encargado de recoger leña y encender una hoguera, mientras Kumiko hacia una exquisita sopa con unos pocos ingredientes que había encontrado mientras daba una vuelta.

-Esta muy buena Kumiko .

-Gracias Rin, puedes llamarme Kumi si lo deseas todos mis amigos y familiares me llamaban así- dijo con un deje de tristeza en la voz que pronto disimulo con una sonrisa radiante.- a partir de ahora te haré siempre de comer, seguro que el sapo viejo te mataba de hambre ¬¬.

-¡Eso no es cierto!- se quejo Jaken, a lo que las dos chicas comenzaron a reírse.

Una hora mas tarde Jaken y Rin dormían, y Kumi hacia la guardia de esa noche. Estaba metida en sus pensamientos, aquella tarde había vuelto a recordar el motivo de su partida, se lo estaba pasando tan bien y se había sentido tan a gusto que casi lo había olvidado. De repente le entro una enorme tristeza al pensar que en algún momento se separaría de esa dulzura de niña "Bueno quizás cuando cumpla mi venganza pueda volver con ellos…" aunque no estaba segura de si a Sesshomaru le haría gracia la idea, no sabia si le caía bien o mal, ni siquiera le hablaba (o al menos lo indispensable) y no sabia si era si por naturaleza o porque ella estaba allí, debía preguntárselo a Rin… sus pensamientos fueron interrumpidos por un ligero carraspeo a sus espaldas.

-Ah, Sesshomaru eres tu. ¿No puedes dormir?

-Algo así…

-Mmm ya veo "este chico siempre tan hablador"

-Sabes he notado la expresión que pones siempre que te preguntan o hablas sobre tu familia y tu pasado, algo grave debió pasarte.

-Bueno…veras, mis padres junto a mi pueblo fueron destruidos hace cerca de un mes, fue obra de un bastardo llamado Naraku. Yo no estaba allí cuando esto sucedió, pero prometí que los vengaría. Y aquí estoy, intentando encontrarle.

Sesshomaru se tenso al escuchar el nombre de Naraku, y Kumi lo noto enseguida.

-¿Conoces a Naraku?

-No es que sea precisamente un "amigo" mío. Pero dejemos eso a un lado¿tienes idea de por que se decidió a atacar a tu pueblo?

-No, quizás el día que le encuentre resuelva esa duda.- No estaba dispuesta a contarle a Sesshomaru lo de su joya, no estaba segura de que pudiese fiarse de el y teniendo en cuenta el valor que esta parecía poseer era mejor dejarla al margen de cualquier posible ladrón.

-Aham, has dicho que tu pueblo fue destruido¿Cómo es eso¿Acaso vivías en un poblado de demonios?

-Oh, no. Es que veras… yo fui criada por humanos. Sakura, mi madre adoptiva, me encontró en el bosque cuando solo tenía 3 años. Al parecer mis padres habían muerto y como ella no podía tener hijos decidió adoptarme. Supongo que a causa de la educación que me infundo y el hecho de haber vivido siempre con humanos hace que mi comportamiento no sea el que cabe esperar de un youkai, y que por consiguiente no odie a los humanos. Aunque veo que tú tampoco lo haces, pues has acogido a uno de ellos.- dijo dirigiendo una mirada a la pequeña Rin.

-Rin es un caso especial, no soy precisamente un amante de los humanos ni mucho menos… aunque veo que tenemos cosas en común- dejo caer distraídamente.

-¿Si?- pregunto incrédula.- ¿Cómo cuales?

-En fin, yo también se lo que es desear vengarte de alguien por haberte hecho daño a ti y a tu familia… aunque dudo que te interese mi historia, así que mejor no te molesto.

-Claro que me interesa, quizás pueda hacer algo por ti.

-"Esto va a ser mas fácil de lo que pensaba" veras yo tengo un hermano que es un hanyou. Este siempre me odio por ser un demonio completo y no poder ser igual de fuerte que yo. Es tan su aversión hacia mi, que incluso llego a matar a mí madre solo porque la suya murió al ser mortal.- Kumi puso expresión de espanto.-si lo se, es horrible. Pero hay no acaban los ataques de Inuyasha, pues así se llama, hacia mi. Se ha unido a una sacerdotisa, llamada Kagome, corrompida por el ansia de poder, a una exterminadora de youkais y a un monje budista. Pues bien no hace mucho me robo lo ultimo que me quedaba: la valiosa espada que me lego mi padre al morir y los fragmentos de una perla, regalo de mi madre, que el mismo rompió al intentar robármela, los cuales esta intentando recuperar junto a sus aliados. Es por eso que lo estoy buscando para reclamar lo que es mío y poder vengarme por el daño que me hizo…

-Vaya… eso es horrible¿como puede existir gente que le haga eso a su propia familia?-dijo mientras se levantaba y le ponía una mano en la espalda en señal de respaldo, Sesshomaru se tenso ante el contacto no se esperaba tal reacción.- ¿Sabes? Te ayudare a enfrentarte a ellos, pero con una condición: no habrá muertes a no ser que sea totalmente necesario, odio la violencia pero se que en casos como estos no hay otra solución.

-¿En serio, gracias. Pero no me sentiría bien si tú me ayudaras y yo no hiciese nada por ti. Haremos una cosa: tu me ayudaras a luchar contra Inuyasha y yo te ayudare a ti a vengarte de Naraku.- dijo alargándole la mano.

-Trato hecho.- dijo con una sonrisa estrechándole la mano.

"Bien... ya ha mordido el anzuelo…"