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LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN, SON PROPIEDAD DE MASASHI KISHIMOTO. LA HISTORIA EN CAMBIO ES MÍA.
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Érase una vez un ángel y un demonio que se llevaron la mano al corazón y desataron el apocalipsis.*
-Laini Taylor.
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-5-
UN PASO ADELANTE
—¿No… no vino a… a hacerme n-nada?— su voz débil e incrédula se escuchó en el silencio de ese lugar. Sus ojos perlados temblaron al enfrentarse a la profundidad de aquellos negros.
Él guardó silencio mientras seguía pendiente de sus gestos… sus manos seguían apoyadas en la cubierta justo a los lados de la cadera de Hinata y podía sentir tanto la respiración pesada de la joven, como el dolor incómodo que le generaba el corte que ella le provocó al intentar defenderse.
—¿E-entonces… q-qué quiere?— se atrevió a continuar al llevarse las manos al pecho y distraer su mirada de esos negros ojos que parecían querer penetrar su alma.
¿Qué quería?... en ese preciso momento, su cuerpo…, reconoció con ligera molestia.
Pegó su cuerpo a ella y la sintió respingar y casi temblar —¿por qué has callado?— su voz sonó ronca al hablarle al oído.
La peliazul apretó sus manos en el varonil pecho y empujó, su nerviosismo y expectación no le permitieron ejercer demasiada fuerza. Negó en silencio mientras sus ojos comenzaban a picar por las lágrimas que se acumulaban.
Sollozó y no pudo hablar.
—¿Me tienes miedo, Hyuuga?—cuestionó lo que era evidente. La chica tembló y él inconscientemente rodeó su cintura con un abrazo. Sonrió soberbio al imaginarla gritarle que sí… no estaba orgulloso de lo que le había hecho, pero en el fondo sabía que no se arrepentía; su orgullo y ego heridos le impedían hacerlo.
—S-sí…— aceptó la joven tan débilmente, que si él no estuviese así de cerca, no la hubiese escuchado… su cuerpo temblaba ligeramente y su corazón golpeaba fuerte ante la sensación de peligro.
—Mph— sonrió de medio lado. Otra vez fue consciente de las cuervas de la chica pegadas a él… guardó silencio mientras tomaba un delgado mechón de su largo cabello y observaba en la piel de su níveo cuello, un par de marcas que habían dejado sus besos —Entonces…— dijo con fría calma— también debes odiarme — dedujo —¿Por qué no lo has contado si…?— volvía a cuestionar.
—N-no lo odio— interrumpió la joven al tensar su cuerpo. Cerró sus ojos y lo reconoció también internamente, al tiempo que lo sintió soltar su cabello… No podía lastimarlo, tampoco podía odiarlo, ¿por qué?... ella tampoco lo sabía, tal vez era tan débil que no podía soportar ese sentimiento tan grande.
Él volvió a sonreír ahora molesto —¿a quién quieres engañar?— su voz lenta y ronca sonó intimidante.
Ella volvió a negar —a…a nadie…—apenas encontró su voz, sus delgadas manos seguían ejerciendo presión contra el amplio pecho del Uchiha… estaba evitando que la situación se tornara nuevamente violenta y luchaba por controlar el miedo que la embargaba. Suspiró entrecortadamente buscando aclararse —n-no lo hago… n-no lo odio, sólo… sólo dé-déjeme— pidió y él se apartó despacio para verla a los ojos, ella al notarlo, dudosa, también lo enfrentó con la mirada —Déjeme olvidarlo— le dijo al verlo fruncir el ceño suavemente, a pesar de la situación, esa frase fue clara —o-onegai.
"¿Olvidarlo?"
—¿Acaso pretendes solo fingir que nada pasó?— le cuestionó incrédulo al verla a la cara.
Hinata ladeó su rostro y apretó sus ojos —hai.
—Mph— se burló y apenas sonrió de medio lado… Eso debería de ser una broma.
—Váyase…—suplicó y se abrazó ella misma.
La profunda mirada ónix se centró en esa parte de su anatomía que resaltó por el sencillo acto de la joven.
—No quiero— dijo el pelinegro al mismo tiempo que la veía fríamente y a los ojos, al haber atraído su rostro con un par de sus dedos.
El ceño de la joven se frunció en una silenciosa angustia —¿qué quiere… d-de mí?
Él apenas sonrió de medio lado, pero más que sonrisa a ella le pareció una mueca de molestia.
El Uchiha reconoció su deseo, esa Hyuuga le atraía, sentía un deseo y una tensión sexual tan fuerte en ese momento, que aunque lo molestó, no evitó bajar su mirada y recorrer con sus negras orbes las curvas femeninas. Soñarla toda la noche anterior le hizo jurarse que solo necesitaba una vez más de su cuerpo.
—Yo…— mencionó el joven luego de lo que a ella le parecieron eternos segundos.
El timbre de la puerta sonó de manera larga y fuerte.
El Uchiha que había detenido su frase, volteó de reojo hacia ese lugar, no dejó ver la molestia que esa interrupción le provocaba.
Hinata que sintió su corazón detenerse se mantuvo inmóvil, y solo su leve respiración escapaba por sus labios. Sus ojos de luna se clavaron en la puerta… seguía prisionera por el cuerpo del Uchiha… no se atrevía a moverse o hacer cualquier ruido… ¿sería Kurenai-sensei? ¿él habría colocado seguro a la puerta, o sería posible que alguien entrara y los descubriera?
Su cuerpo se tensó. Él se apartó y se giró para dirigirse al lugar donde también resonaban constantes golpes.
—¿A… a dónde va?— lo detuvo al tomarlo del brazo. Sus ojos seguían bañados en lágrimas que querían salir, pero nadie podía verlo ahí, no si quería evitar cualquier escándalo o la vergüenza en la que se sumergiría. Su corazón golpeó con fuerza… ¿y si era Neji?
El Uchiha volteó de medio lado a verla, ambos seguían de pie en medio de la cocina, vio su semblante preocupado —¿pretendes seguir con este juego? ¿por qué no lo cuentas? ¿por qué evitaste vengarte cuando te di la oportunidad de hacerlo?— su voz sonó gruesa en su contenida molestia. Jamás creería que fuese tan noble para callarlo, tan tonta y tan patética para hacerlo.
Ella volvió a negar con su rostro y el timbre siguió sonando… sus lágrimas estaban por caer, sus ojos ardían. No iba a poder con la humillación y con el peso del desprecio total de su padre; sus delgadas manos temblaron al seguir sujetándolo.
—¡Hinata-chan!— ambos escucharon la inconfundible voz del rubio, y los golpes que también daba a la puerta; ella se tensó y la fría mirada negra sobre ella no perdió ese detalle —Hina-chan, ¿estás en casa?
El pelinegro jaló de su brazo logrando que la inmóvil ojiperla lo soltara, metió ambas manos en los bolsillos de su pantalón y giró su rostro en dirección a la puerta.
—¿Abrirás… Hina-chan?— ironizó al volver su vista a ella. Hinata que mantenía sus manos unidas frente a su pecho después de haberlo sujetado, tembló. La vio verlo a los ojos y negar en silencio, completamente preocupada.
—¡Hinata-chan!
Él frunció el ceño… ¿entonces ella de verdad se interesaba en el dobe y pretendía callarlo todo?... al verla temblar lo dedujo, incluso la puso más tensa que al estar sola con él.
—¿Hay alguien en casa?
La peliazul sintió su corazón latir en la garganta… "Naruto-kun" pensó y su cerebro no le mando una reacción… respiró con dificultad "él jamás va a creerme… ¿y si me odia?"
—No…n-no abriré— respondió la pregunta del Uchiha tiempo después.
Sintió sus manos heladas y al ver al alto joven frente a ella, notó que la fría mirada negra dejaba de verla para retomar su camino.
Nunca dejó de verla mientras ella, con la respiración acelerada y con el color abandonando su cuerpo, miraba la puerta y escuchaba la voz de su estúpido y escandaloso amigo llamarla. Ella pudo haber gritado y Naruto habría descubierto todo, le importaba muy poco lo que pensara, él sabía perfectamente que desde hace años habían dejado de ser los buenos amigos que alguna vez fueron, y que Naruto ya no lo conocía. Tal vez era hora de que lo viese tal cual y tal vez que él, hiciera lo que la estúpida Hyuuga no había tenido el valor de hacer. No se arrepentía, pero no evitaría recibir su merecido.
—Patética— mencionó con desprecio al girarse y dejarla de pie en medio de la cocina.
—N-no…— escuchó la débil voz de la peliazul y la ignoró por completo, sus silenciosos y firmes pasos avanzaron un par de metros, la sintió seguirlo —n-no vaya…— y esa frase sonó a susurro.
—¿Hina-chan?
Un golpe seco tras él lo hizo voltear de medio lado mientras se detenía —¿pero qué demonios…?— mencionó cuando vio a la pálida chica tirada en el suelo. Ladeó su rostro fastidiado mientras se volteaba a verla.
—Esto debe ser una maldita broma— el tinte de su voz seguía siendo molesto. Se apoyó con una rodilla en el sueño y con una de sus manos apartó un mechón del largo cabello azulino que cubría parcialmente el rostro de la chica… ¿qué demonios pasaba con ella?... su vista fue atraída por un delgado papel que seguro el rubio deslizaba debajo de la puerta al haber dejado de tocar.
"Así que ya se larga" pensó con fastidio.
Observó a la joven nuevamente que parecía respirar ya con suavidad… dejó caer desinteresado su cabello sobre su rostro nuevamente y se levantó, su dirección fue nuevamente a la salida.
Observó la blanca y mal doblada hoja de papel que el dobe deslizó bajo la puerta, y la cual estuvo a punto de pisar, de forma desinteresada la tomó y la mantuvo en su mano, la observaba sin interesarle leer el contenido… una pequeña y molesta incomodidad calaba en su ser al no haber conseguido una respuesta de esa patética niña… ¿qué demonios pretendía?
Hastiado tomó la manija de la puerta.
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O.O.O.O.O
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—¿Dónde será que se habrá ido Hinata-chan?— se preguntaba en voz alta el rubio ojiazul, mientras tomaba de un vaso de agua de sabor que se había detenido a comprar en uno de los establecimientos cercanos a esa zona.
Rascó su cabeza incómodo con esa situación… Hinata no acostumbraba a faltar, ya eran dos días; si mañana también faltaba tendría que comenzar a preocuparse de verdad, ella ni siquiera estaba contestando sus llamadas. Suspiró mientras se detenía de nueva cuenta justo en la esquina del alto edificio donde la peliazul vivía… dio otro sorbo a su bebida y giró su rostro al lado de enfrente, alzó sus azulinos ojos y los posó en los centrales pisos del enorme edificio que ahí se encontraba.
—… supongo que al teme no le molestará que lo visite— mencionó ahora despreocupado y tras encogerse de hombros buscó esquivar el continuo correr de los vehículos que por ahí transitaban.
Tras cruzar el camellón con gran cantidad de árboles de cerezo que todavía lucían sus últimos brotes en ellos, llegó del otro lado y dio un último vistazo al edificio que ahora se quedaba detrás, en busca de la presencia de la ojiperla, se convenció y apresuró su paso al que ahora era su destino.
—Me pregunto si el teme la habrá visto, 'ttebayo…— mencionó mientras ponía atención a los números que ascendían uno en uno en el display, conforme subía en ese elevador. De pronto rodó los ojos "no suelo observar a toda le gante que pasa, dobe, ¿cómo habría de saberlo?" recordó la fastidiada respuesta que el Uchiha le dio cuando le preguntó algo similar —… mejor no le pregunto— declinó y también optó por dejar de lado el tema de la pelea que tuvo con el Inuzuka, por experiencia sabía que Sasuke Uchiha no era alguien de dar explicaciones y menos, que soportara sermones.
Salió del elevador y se dirigió directo al departamento 'C' de ese decimoquinto piso.
—¡Teme!— gritó al mismo tiempo que tocaba el pequeño botón que haría sonar el timbre. Se burló mientras presionaba una y otra vez dicho botón… ahora, como desde que lo conoció, disfrutaba molestar y sacar de sus casillas a su malgeniudo amigo.
"¿Habrá salido él también?"
—Sasuke teme, ¿estás ahí?— volvió a alzar la voz mientras intentaba inútilmente ver al interior, por la mira al centro de esa puerta.
—¿Qué demonios quieres, usuratonkachi? — preguntó fastidiado al abrir la puerta de pronto, asustando y haciendo perder el equilibrio al rubio.
Los ojos azules del recién llegado a ese departamento se abrieron grandemente —¿ibas a bañarte?— preguntó sorprendido al verlo con una toalla sobre el hombro.
—¿Qué demonios quieres?— volvió a preguntar con poca paciencia.
El ojiazul sonrió socarronamente mientras se invitaba a pasar golpeando su hombro en el acto, el Uchiha rodó los ojos y cerró la puerta de golpe.
—Vine a buscar a Hina-chan pero no la encontré… decidí esperar por fuera y no apareció, así que fui a ver si conseguía algo de comer… ¿puedes creer que no hay un solo lugar donde se sirva un buen y barato ramen?, 'ttebayo— comenzó a divagar mientras se sentaba en la negra sala del moreno —… en fin, terminé por comprar un agua— le dijo y le mostró —… regresé a…
—Naruto— lo interrumpió fastidiado —te pregunté qué haces aquí, no que has estado haciendo, dobe.
—Eso te decía…— se defendió —Hinata-chan no llegó y pensé que aquí podría esperarla, no te molesta, ¿verdad?
El otro se talló el puente de la nariz con los dedos y suspiró hastiado… lo que le faltaba.
—Yo me voy a bañar, tú has lo que quieras, solo no arruines nada— advirtió el joven al comenzar a caminar y dejarlo solo. Su muestra de debilidad en el departamento de esa joven, momentos atrás lo había estado fastidiando.
—Vaya anfitrión— se quejó el rubio que en un segundo localizó el control remoto de la pantalla suspendida en la pared frente a él, la encendió y se puso de pie. Se dirigió a la cocina y observó decepcionado que no había mucho que pudiera comer… su amigo gustaba de comida sana y nada dulce, por lo que sabía que su elección sería escasa. Abrió y cerró el refrigerador y optó por buscar en la alacena… sonrió al encontrar galletas integrales en un empaque plástico que su amigo ni siquiera había abierto.
Con una galleta en la mano giró su vista al televisor donde un canal musical transmitía y optó por caminar por el pasillo.
—¿Y de aquí no tienes vista al edificio de Hina-chan?— cuestionó en voz alta el joven.
El Uchiha que ya se había desnudado y dejaba correr el agua tibia por su cuerpo resopló fastidiado.
—¿Teme?
—No, dobe, y lárgate— mintió al alzar la voz… evitó decirle de esa pequeña habitación al fondo del pasillo donde pasó la noche anterior y la mayoría de la tarde de ayer, y a cuya ventana acudió en repetidas ocasiones intentando descubrirla por casualidad. Negó en silencio mientras alzaba su rostro con los ojos cerrados al chorro del agua… esa joven que había dejado inconsciente momentos atrás amenazaba con perturbarlo si no descubría lo que realmente pretendía.
"Tiene que ser falsa" se aseguró… nadie era tan estúpido, menos alguien que procedía de su familia… todavía no sabía qué papel jugaba en la familia Hyuuga, pero cualquiera que fuese su lugar, no podía ser tan ingenua… ellos, como los Uchiha, se caracterizaban por su fortaleza.
Había escuchado al desorientado rubio refunfuñar algo sobre la mala suerte que tenía, y aunque el sonido de las gotas de agua golpeando contra el suelo le impidieron escuchar sus pasos alejarse, estaba seguro que se había marchado, al menos, de fuera del baño.
Una incomodidad en el flanco izquierdo de su abdomen lo hizo llevarse la mano por primera vez a ese lugar… bajó la vista y observó la delgada herida de poca profundidad, que había logrado hacerlo sangrar considerablemente… pasó uno de sus dedos y el dolor se hizo mayor aunque apenas frunció el ceño por ello.
—Cobarde— mencionó al recordarla y dejar de tocarse, el área era rojiza alrededor del corte, tal vez requería un par de puntadas pero no presentaba mayor peligro, la sangre que había logrado coagular se dispersó con el agua y un ligero hilo de sangre se perdía entre el cristalino líquido.
Tardó un par de minutos más después de haber lavado su cuerpo y finalmente salió del agua, con una toalla blanca enredada en su cadera observó la puerta cerrada de ese lugar, esperaba que al menos Naruto ya no estuviera cuando saliese... con otra toalla secó con poco cuidado de su negro y rebelde cabello y también su cuello, pecho y abdomen… limpió los rastros de sangre de la herida recién sufrida y cruzó una de sus manos por su pecho, para tocar esa área tras su hombro, que la ojiperla había arañado aquella noche.
Un par de cristalinas gotas de agua cayeron del par de mechones negros que enmarcaban su rostro, y su vista se perdió por un segundo al recordar aquello… sus dedos recorrieron las heridas que ya poseían una cubierta endurecida que comenzaba a sanarlo.
"¿Cuándo te convertiste en un cobarde?" le preguntó su conciencia… su mirada todavía se encontraba en otra parte… —no solo eso…— mencionó sin moverse, su respiración era profunda y calmada… pequeñas gotas seguían cayendo de su cabello húmedo y la debilidad que desde hace seis años luchaba por suprimir, apareció en un ligero destello…
… "era virgen" se recordó, y tras volver el tenue brillo de su mirada, bajó la misma, y una profunda sensación de vacío se arraigaba en un pequeño punto de su ser.
Bajó su mano y alzó su vista al espejo que se extendía en gran parte de esa pared frente a él.
—No lo haré— se aseguró. No dudaría, no comenzaría a flaquear… descubriría quién era esa Hyuuga y su verdadera naturaleza, esa que estaba muy lejos de la que todos veían. No se permitiría confundirse.
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—¿Sigues aquí?— preguntó luego de casi veinte minutos, usaba un pantalón deportivo negro y una camiseta del mismo color, el delgado parche que se había colocado para impedir que la sangre se hiciera visible no parecía notarse.
El rubio inclinó la cabeza hacia atrás y vio al pelinegro, que de pie, a un costado del sofá lo veía de reojo.
—Vaya, al fin sales, 'ttebayo— dijo el hiperactivo rubio que después de aburrirse casi se quedaba dormido.
—¿No piensas ir a buscarla?— le cuestionó aparentemente desinteresado al dejarlo ahí sentado mientras él se dirigía a la cocina.
El Uzumaki se puso de pie —hace unos minutos marqué a su departamento… sigue sin contestar.
—Ya veo— dijo y frunció el ceño… ¿no habría despertado?
—Teme…— habló el rubio al seguirlo hasta la cocina, su voz fue seria y eso llamó la atención del pelinegro —esa noche del miércoles…— continuó y se rascó incómodo el cuello.
El Uchiha guardó silencio y terminó de sacar un bento que con anterioridad, su empleada doméstica le había preparado… no tenía intención de involucrarse en esa charla.
—…verás, ¿recuerdas que Sakura-chan tomó de más?— habló de prisa.
—No.
El otro suspiró —bueno… el caso es que yo estaba con Hina-chan, estaba a punto de pedirle ser mi novia cuando la noté en ese estado— dijo y frunció el ceño al ver al pelinegro cerrar y activar el microondas —Terminé por llevarla a su casa.
—Sí, algo recuerdo.
—El caso es que…— prosiguió y se detuvo, llevó sus dos manos tras su cabeza notoriamente incómodo —Sakura-chan me besó— terminó apresurado y atento a la reacción del otro.
"Interesante'' pensó el Uchiha al voltear a verlo.
—¿Y?— le preguntó al sacar una jarra de agua y ofrecerle un vaso al rubio.
—Y no sé…— confesó —no hemos hablado, de hecho no creo que tenga sentido… ella estaba ebria y resentida contigo, 'ttebayo.
—Ni siquiera sé por qué crees que eso me interesa— habló secamente el Uchiha al verlo a los ojos —… pero hasta donde tengo entendido, sientes algo por esa Hyuuga, ¿cierto?
El rubio suspiró y se dejó caer en una de las sillas frente al largo comedor de cubierta de cristal… tomó una manzana del frutero colocado ahí y jugó con ella.
—Cierto— terminó por decir molestando sin entender al Uchiha.
—No te ves realmente convencido— dijo y el rubio notó un interés inusual a pesar de estar de pie y recargado en la pared, con sus brazos cruzados y aparentemente despreocupado… sonrió por ello.
—Hina-chan me gusta mucho, digo, es tan dulce… ya te lo he dicho, a pesar de ser fuerte tiene ese… no sé… ese aire de una persona indefensa que…
El otro rodó los ojos —sí, ya sé— interrumpió y se dirigió por la comida que anunciaba estar lista… la tomó y momentos después estaba sobre la mesa; y ambos jóvenes de lados distintos de la misma.
—No he cambiado de idea— volvió a hablar el rubio mientras se asomaba a ver qué clase de comida había servido —…solo que no sé qué pensar.
—¿Por qué te besó estando ebria?— ironizó.
—No, eso lo entiendo— explicó y tomó una de las bolas de carne cubiertas con salsa de tomate —fue un impulso, algo que hizo por el alcohol… lo que no entiendo es por qué su agresión conmigo.
El Uchiha apretó sus dedos en sus cienes, tenía otras cosas de qué preocuparse —Sakura siempre ha sido así.
El rubio sonrió y volvió a su actitud alegre de siempre —claro que sí— aceptó —Como te dije, solo estoy dejándola ir… aceptando lo que ella no acepta de ti, que es algo inútil esperar algo que no llegará, ¿cierto?
—Sí, al menos de mi parte— dijo secamente.
Naruto negó en silencio… él entendía el apego que Sakura le tenía a Sasuke, en algún punto de su adolescencia él también creyó que algo se daría entre sus dos amigos, pero Sasuke cambió y los dejó de lado, y con eso, toda posibilidad entre ellos se derrumbó… Sakura no lo entendía, cuando se volvieron a encontrar en la universidad, su amistad habría logrado recuperarse y todo gracias a él, porque siempre seguía al Uchiha a todas partes, y aun así, ni el lazo tan firme ni el aprecio que él llegó a tenerle a Sakura volvieron.
—Como sea— volvió a hablar el rubio luego de un incómodo silencio que era cortado por el sonido del televisor encendido en la sala, a varios metros tras ellos —creo que Hinata-chan podría ser alguien con quién vale la pena intentar, ¿tú qué crees? 'ttebayo.
—Podría ser— dijo cortante y continuó comiendo… Naruto continuó hablando y convenciéndose que eso podría ser lo mejor, pero que de cualquier forma no dejaría que su buena amistad con la pelirrosa terminase.
Algo en su interior le decía que tal vez si esa joven se convertía en la mujer de su amigo, iba a dejar de interesarle… pero otra, la que venía dominándolo, le advertía de lo contrario… él seguía deseándola.
Había algo que no había conseguido de ella y eso lo frustraba.
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O.O.O.O.O
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Apretó los ojos y su ceño se frunció…
—Ahh…— se quejó al sentir un dolor punzante en el centro de su cabeza… se llevó una mano a ese lugar mientras comenzaba a abrir sus perladas orbes —¿na-nani?— se preguntó y su voz sonó débil.
Apoyándose con su mano se sentó y se extrañó de verse en su cuarto… ¿cuándo había llegado a su cama?
Apretó sus ojos al mismo tiempo que colocaba sus pies en la clara alfombra del suelo… fue cuestión de segundos cuando los recuerdos de momentos atrás llegaron a ella.
—N-Naruto-kun…— recordó al joven que alteró su estado emocional, abrió sus orbes más grandemente —U-Uchiha-san... e-estuvo aquí— se recordó y giró su rostro casi con brusquedad buscándolo… "no está" pensó al escuchar solo el constante ruido de la ciudad en el exterior, pero nada parecía quebrar el silencio de su hogar... dejó escapar el aliento.
Bajó su mirada y vio su cuerpo se parcialmente cubierto por la delgada sábana que siempre dejaba sobre su cama. Ignoró el hecho que el joven pelinegro la había llevado hasta ahí cuando vio su blusa color lila teñida por el rojo profundo de la sangre del Uchiha.
—Dios— casi perdió el aliento al ponerse de pie rápidamente y ver que la marca rojiza no solo se encontraba de su lado derecho, sino también del izquierdo —… él…—dijo y no se atrevió a mencionar lo que recién le quedaba claro… él la había cargado.
Se llevó una mano a la cabeza al regresar con más fuerza el dolor… hacía mucho que no se desmayaba, reconoció; la mayoría de las veces ocurría cuando estaba bajo mucha presión o realmente agotada… esta vez también la falta de alimento había sido factor; desde lo ocurrido esa noche casi no había comido nada.
Jadeó por el dolor de cabeza y apoyó su mano en el closet que se encontraba a un costado de la cama… después de buscar un cambio de ropa, entró al baño.
—E-estoy bien…— reconoció mientras veía en sus manos un par de pastillas, una para el constante dolor de cabeza, y otra que sería la segunda y última dosis que evitaría que lo ocurrido esa noche dejara huella.
Luego de estar desnuda frente al espejo y tocar su vientre y sus manos, supo que nada malo le había vuelto a pasar.
—…¿qué habrá ocurrido con Naruto-kun?— se preguntó preocupada mientras se dirigía a la ducha, corrió la puerta de cristal y segundos después dejó que el agua borrara de su piel, la marca rojiza de la sangre del joven de ojos ónix.
Abrió los ojos con sorpresa… ¿y si él de verdad le habría abierto la puerta y lo había dejado entrar?
—E-eso sería… te- terrible.
"No… no lo haría… no sería capaz… ¿o sí?" dudaba internamente, se llevó una mano al pecho casi tocando su cuello, al sentir la misma angustia comenzar a surgir.
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—Eres tan débil, Hinata. La vergüenza del clan, con esa debilidad jamás logras conseguir nada en esta vida.
—O-otousan… yo…— recordaba una vez más esa ocasión, cuando siguiendo las arraigadas tradiciones de su clan, se enfrentó en combate frente a su primo, cayendo ante él, incluso, ante su menor hermana, que era la razón de la reprimenda que su padre le daba.
—Suficiente—la gélida voz de su progenitor la hizo temblar y mientras él se ponía de pie, ella se encontraba sentada sobre sus tobillos sin atreverse a verlo a la cara —Jamás serás una digna heredera; nada de lo que tengo te será otorgado sin merecerlo. Eres patética Hinata, varios de nuestros ancestros murieron por mostrar menor debilidad que la tuya.
—Hiashi-sama— la voz de su primo se dejó escuchar por primera vez, pero la severa mirada de la cabeza del clan lo silenció.
—Desde hoy quedas fuera del clan.
—¿Nani?— su voz se unió a la de su primo, que escéptico escuchó el mandato.
—O-otousan…— mencionó y se atrevió a verlo a los ojos.
—Estás por entrar a la universidad y debes formarte un carácter, vivirás por tu cuenta a partir de mañana— informó mientras se retiraba del dojo ubicado en la mansión Hyuuga— Tus entrenamientos en taijutsu seguirán siendo constantes y deberás mostrar avance en los primeros meses. Dinero se te dará únicamente lo justo y…— dijo y volteó a ver al joven castaño que se mantenía pendiente de cada palabra —nadie interferirá en ello, es una decisión tomada.
—Pero Hiashi-sama…
—Tú serás mi mayor apoyo en la empresa, por lo que tu tiempo ya no te pertenece— le dijo al joven que castaño —y tú— habló ahora para la menor de las Hyuugas— permanecerás de tiempo completo en el internado.
—O-otousan… demo…
—Ha sido suficiente de contemplaciones. Esta familia es de las más importantes de este lado del hemisferio, y la falta de voluntad y de carácter en las nuevas generaciones no va a arruinar lo que otros hemos conseguido— aclaró a los tres jóvenes que se quedaron en silencio en el lugar, mientras partía acompañado por un par de la rama inferior de la familia.
—Levántese, Hinata-sama—pidió el joven castaño al acercarse a ella y ofrecerle su mano. Él sabía que a pesar de las palabras de la cabeza de familia, le estaba reconociendo como un digno miembro al solicitar de su apoyo.
—Vaya, Hinata, y yo pensé que no podías arruinar más las cosas…
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—No voy a avergonzarlos más…— se prometió mientras jalaba aire para tranquilizarse. Mañana sería su prueba de fuego… mañana volvería a la universidad y si lograba tener un día lo más parecido a uno normal después de enfrentar a todos, sabría que poco a poco lo iría logrando.
Se aferró al recuerdo de las palabras de apoyo que su primo siempre le daba, al apoyo de Kurenai a la que quería como a su madre y al recuerdo de cierto rubio que había estado ahí para buscarla… seguro no supo nada, de lo contrario no la habría dejado sola, estaba segura… todavía podía recordar los momentos anteriores al ataque que sufrió y que el ojiazul le pidió que esperara por él, la tibia emoción que la había inundado al creer que podría tener una oportunidad con él… suspiró bajo el chorro del agua… Naruto había sufrido también tanto y sonreía… él siempre sonreía. Él iba a ser más que nunca su mayor ejemplo, ella también lucharía por levantarse y no perder la sonrisa que apenas empezaba a descubrir.
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Salió del baño con una toalla enredada en su cabello y ya con una delgada pijama, calculaba que había estado dormida varias horas y aunque el sol todavía no se ocultaba del todo, ella ya no pensaba salir a ningún lado.
—Lo mejor será saber cuánto han avanzado…— se convenció la joven y se dirigió al teléfono sobre su escritorio, llamaría a alguna compañera de su clase en la facultad y vería si podía poner un poco al corriente con algunas clases.
Antes de tomar el teléfono le extrañó ver una maltratada hoja de libreta desencajar entre sus ordenados libros.
—¿Y… y esto?— se preguntó al tomarla.
Sonrió débilmente y sus ojos se rasaron en llanto… —Naruto-kun…— su voz fue un susurro y un intento de sonrisa de posó en sus labios.
"Hinata-chan, he venido a buscarte pero creo que no estás.
La verdad estoy preocupado por ti y todos te echan de menos. Tampoco has contestado mis llamadas y el mensaje que enviaste no dice mucho.
Espero verte mañana… aquí entre nos, también extraño la ración extra de ramen, dattebayo."
La nota no estaba firmada pero por la letra y una carita feliz con un par largos bigotes, similares a las marcas que él tenía en las mejillas, le dejaron saber su procedencia. Su sonrisa se enanchó y sintió cierta calidez recorrerla.
—…Naruto— lo llamó de ese modo sin darse cuenta y tras acariciar la hoja con sus dedos, se prometió que lo intentaría y haría su mejor esfuerzo.
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O.O.O.O.O
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La mañana llegó en un respiro, anoche se había forzado a cenar y siendo casi las ocho de la mañana, ella ya había vuelto a probar alimento.
—No pude avanzar siquiera con la mitad de los deberes que se acumularon— se lamentó mientras guardaba los pares de libros de las materias que ese medio día tendría.
Acarició sus desnudos brazos al usar una blusa delgada pero de cuello alto, que ocultarían las ya moradas marcas en su piel; la falda color lila combinaba con el negro de la blusa y había optado por usar un reloj que Neji anteriormente le había regalado y un juego de pulseras que ocultarían las delgadas líneas de sus muñecas… usar un suéter sería llamar demasiado la atención.
—T-todo va a salir bien— se convenció al salir de su departamento y cerrar con llave.
Jugó con sus dedos a la altura de su estómago mientras se decidía si bajar en el lobby o descender hasta el estacionamiento. Suspiró profundamente cuando las puertas del elevador se abrieron para ella.
—Bajo en el lobby, ¿y usted?— preguntó una pequeña anciana que entraba adelantándola y que había llegado tras ella sin que la notara.
La mujer sonrió al verla entrar.
—A… al estacionamiento— terminó por decir, si iba a enfrentarlo todo, sería sin postergar nada.
—¿Tienes algún examen?— cuestionó la curiosa anciana al verla morderse uno de sus dedos.
—¿Ah?... etto… n-no…
—Pareces nerviosa— dijo y sonrió — Todo en esta vida pasa, enfrentarnos a los hechos es lo que nos hace madurar— finalizó la mujer y la notó sorprenderse.
Hinata permaneció en silencio viéndola.
La mujer sonrió al notarla con un ligero grado de incomodidad —lo digo por el chico que estuvo llamando a tu puerta ayer por la tarde…— se explicó y le guiñó un ojo —al mismo que no le abriste aun cuando estabas adentro.
—¿Ah?— ella enrojeció —N-no es lo que…
Las puertas del elevador e abrieron —tranquila cariño, alguna vez también fui joven— dijo tras salir; la ojiperla que se había arrepentido de ir en el auto, no tuvo más remedio que descender el piso que le faltaba… seguro esa anciana se enteró de la presencia de Uchiha Sasuke y confundió las cosas.
El sonido provocado por sus zapatos de piso no se escuchó en el parcialmente iluminado estacionamiento. Se detuvo frente a su coche y para su sorpresa lo vio perfectamente estacionado…
—Un paso a… a la vez— se repitió para escucharse. Cerró los ojos y tragó pesadamente cuando después de haber sacado sus llaves, se dispuso a dar el primer paso.
Bajó los cristales y mientras avanzaba sintonizó una estación de radio que la distrajera, esta vez optó por una cadena de noticias, no una musical a la que fácilmente podría ignorar. Salió del edificio y en un par de minutos se encontró conduciendo por las largas avenidas del centro de la ciudad.
Su móvil vibró y ella vio de reojo su mochila colocada del lado del copiloto. El móvil se calló y ella aprovechó para encender su aromatizante a cítricos, esa esencia lograba relajarla, se concentró en las calles, los autos y los espectaculares colocados en lo alto… evitó pensar en ella misma llorando y desgarrándose por dentro mientras se abrazaba del volante de ese mismo auto, tres días atrás.
—¿Quién podrá ser?— se preguntó cuándo volvió a escuchar el tono de llamada.
Rebuscó entre sus cosas y con el móvil en mano, activó el altavoz.
—¿Si?
—Hinata, por fin respondes ¿dónde demonios estás?— la voz alta de la rubia ojiverde se escuchó resonar.
—Ho-hola Ino-chan— saludó —voy de camino a la universidad.
La otra resopló cansadamente —¿en serio? Dios, Hinata, estoy fuera de tu departamento, vine a buscarte.
—¿Nani?
—El idiota de Naruto nos contó que no respondes y que al parecer no has estado en tu casa— explicó la joven.
La ojiperla mordió su labio nerviosa —co-como otousan no está, yo… yo visité a mi niisan— mintió y se sintió culpable.
—Ya. ¿Y por eso no has ido?
Ella negó como si pudiera verla —no, a decir verdad… no me he sentido muy bien.
—¿Qué te pasa?— le cuestionó y la escuchó encender su auto.
—No es nada grave… algo… algo debió caerme mal.
—Debiste decirlo.
—Gomenasai.
La rubia resopló —bien, seguimos teniendo una charla pendiente, ¿quieres esperarme en el estacionamiento o ya tienes tu clase?
—No. Te-tengo casi cuarenta minutos libres— dijo y tomó la ruta que la llevaría directo a su universidad.
—Entonces nos vemos ahí, yo no tardaré en llegar— afirmó la chica que sonrió divertida.
—De acuerdo— aceptó y tras escuchar que la rubia cortó la llamada, ella dejó su móvil sobre su mochila… ahora podía despedirse de ese tiempo que pensaba dedicar a conseguir sus apuntes faltantes. Suspiró y a pesar de ello se atrevió a sonreír tenuemente… al menos no estaría sola.
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—Pero si esto es ridículo, ¿a quién demonios se le ocurre citarnos un sábado por la mañana para entrenar, y peor aún, sin que el coach esté presente?— se quejó el Inuzuka al llegar fastidiado al gimnasio donde ya se encontraba la totalidad del equipo.
—Deja de quejarte, Kiba. Nada mejor que un buen entrenamiento para abrir el apetito, 'ttebayo— animó el rubio al tiempo que le arrojaba una casaca amarilla para el entrenamiento.
—Esto es aburrido— volvió a decir el castaño de marcas rojizas.
—Por supuesto que no es aburrido. Está por llegar un nuevo entrenador y seguro tendremos que pelear por los puestos— habló un animoso pelinegro —Además, nada mejor que esforzarnos y hacer arder la llama de la juventud para honrar a nuestro valioso ex entrenador— dijo y alzó su pulgar. Naruto que lo veía de pie a un costado del Inuzuka asintió animoso.
—Ya lo has oído, teme; así que prepárate por que próximamente yo seré el capitán de este equipo, dattebayo, y tú tendrás que obedecerme.
—Mph— el pelinegro que se encontraba practicando sus tiros pretendió ignorarlos.
—Pero mientras eso pasa, Naruto, tendrás que obedecerme tú a mí— la voz seria y fastidiada del Nara se escuchó desde el otro lado de la duela —Y ahora que estamos todos, vamos a entrenar.
Un grito animado de casi todo el equipo llenó el lugar.
—Los equipos como siempre—informó el Nara para luego suspirar resignado, en días como ese se arrepentía de estar en el equipo… hubiera preferido seguir durmiendo la hora y media que le quedaba para su primera clase.
El pelinegro de ojos ónix lanzó con muy buena puntería el balón con el que practicaba al cesto de balones, para luego dirigirse al círculo central y tomar posición frente al Inuzuka que esta vez sería el que saltaría por el equipo rival.
—¿Listo para perder?— se burló el castaño.
—Ni en tus mejores sueños— cortó el otro que volteó de medio lado a ver a Naruto colocado en su posición.
Una vez que el silbato sonó, ambos jóvenes saltaron por el balón que se alzaba sobre ellos, un golpe seco se oyó producto de las dos manos peleándolo y finalmente el mismo resonaría en las manos del rubio cuando su amigo ganó el salto.
—Bien, teme, ahora démosle una paliza— gritó el ojiazul al comenzar a correr siempre botando el balón.
Los ojos negros del Uchiha siguieron el bote del balón en manos del que había sido casi su hermano, siguió la jugada y tras un sencillo pero firmes pases entre ellos, el rubio terminaría por alzarse y anotar los primeros y vistosos dos puntos del partido.
—Este será el juego más fácil que tengamos, 'ttebayo— gritó y corrió a su lado de la duela el animado rubio.
El Uchiha lo seguiría de cerca, dejó de escuchar los reclamos del Inuzuka como el pequeño vitoreo que le daban al Uzumaki… sus ojos inconscientemente se posaron en el gran reloj colocado sobre una de las puertas de acceso. Otra vez había pasado mala noche… otra vez esos sueños y otra vez en esa habitación.
—Eres patético— se dijo antes de tomar posición defensiva.
El juego siguió su marcha y al pasar los minutos, las jugadas vistosas del comienzo perdieron frecuencia, los roces entre los integrantes de los equipos rivales se hicieron cada vez más constantes, el ir y venir de ambos grupos en la incansable disputa por el balón comenzaron a calar en ellos, el sudor comenzaba a perlar sus cuerpos; algunos cambios se realizaron pero tanto el rubio, como el Inuzuka, el joven Nara e incluso el chico de cejas pobladas como el Uchiha, nunca dejaron de correr; el resto, para demostrar el peso y el valor que tenían en el grupo y cierto joven de ojos onix, solo para distraerse… estaba fastidiado de debatirse con él mismo.
El sonido del rechinar de los tenis con la pulida madera se frenó de pronto por el sonido de un silbato.
—El siguiente punto es el ganador— advirtió el joven Nara .
El Uchiha sonrió y encaró al castaño de marcas rojizas al botar el balón cerca del suelo.
—Es una lástima que el balón esté de mi lado— ahora quien se burló fue él.
—No por mucho tiempo— respondió el castaño que se fue sobre él.
Una sonrisa irónica se posó en los labios al escuchar unos escandalosos pasos acercarse a ellos. Llevaba más tiempo del que deseaba jugando con Naruto que ambos conocían a la perfección las jugadas que tantas veces habían usado.
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—Esto ya es aburrido, 'ttebayo— confesó el rubio al caminar tras él al dirigirse al vestuario.
—¿El qué, dobe?— su voz sonó desinteresada, Naruto solía quejarse por varias cosas.
—El ganar juego tras juego— se jactó.
—No ganamos todos— le aclaró al ingresar a los vestidores.
—Bueno, tal vez perdemos un par, pero… creo que sería más entretenido, 'ttebayo, si fuéramos rivales, ¿no lo crees?
—Posiblemente— aceptó al comenzar a quitarse la ropa para darse un baño. Esta vez esa afirmación tenía para él, otro significado.
—¿Vas a ducharte?
—Por supuesto, tenemos clase en media hora.
El rubio hizo un gesto aburrido —creo que yo visitaré la cafetería. Ya sabes, es más importante una buena comida que un merecido baño— afirmó y sonrió de forma zorruna mientras se giraba con su pequeña maleta deportiva al hombro.
El ojinegro negó en silencio para después ignorarlo… Naruto era tan simple.
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—¡Ey, Hinata!— el animoso grito de la rubia la hizo dejar de ver la hora en su reloj y voltear atrás a verla. Sonrió ante la sonrisa enorme de la ojiverde.
—Hola, Ino-chan— la saludó cuando la tuvo en frente.
—Siento haberte hecho esperar, debiste ver… el tráfico se puso insoportable en el centro ¡y eso que es sábado!— se quejó la chica al tomarla del brazo y comenzar a caminar con ella a través del largo y sombreado estacionamiento.
—Lo siento— dijo al recordar que por ella se había desviado hasta ese lugar.
—¡Ah, ni lo digas!— intervino la Yamanaka—Sigo queriendo contarte tantas cosas…— confesó al morderse su labio.
La peliazul sonrió al voltear a verla—Me alegra tanto que todo haya salido bien.
La Yamanaka correspondió a su sonrisa para luego suspirar —pensé que lo había arruinado todo, no podía perdonármelo— confesó al seguir avanzando entre los diferentes alumnos que también llegaban.
—Lo quieres mucho, ¿cierto?
—Por supuesto, algún día lo entenderás— afirmó para guiñarle un ojo —Es perfecto, aunque a veces nos sacamos de quicio.
—Ya veo—mencionó para sonreír con tristeza y desviar su mirada.
—El miércoles dormí con él— dijo y la emoción del principio ya no era tanta —Le conté a Sakura— confesó—pero creo que se molestó… no creo que tenga nada de malo, soy mayor de edad y él es la única persona con la que lo he hecho…— se excusó.
—No tienes que justificarte— interrumpió la ojiperla—…e-eres su novia y… u-ustedes se aman.
La rubia sonrió —no te ofendas, pero creí que serías más cerrada que Sakura… aunque bueno, a ella creo que puedo entenderla, ¿sabes? parece que hasta con Naruto está enojada.
—¿De verdad?— cuestionó extrañada al detenerse frente a su facultad.
—Sí, últimamente anda insoportable— dijo e hizo una pausa —Hinata… te gusta Naruto, ¿verdad?
La ojiperla enrojeció —e-etto… ¿p-por qué lo preguntas, I-Ino-chan?
La rubia sonrió abiertamente —Sakura piensa que algo pasa entre tú y Sasuke.
—¿N-nani?— en un segundo el sonrojo desapareció y la preocupación apareció en sus ojos.
—Pero es ridículo— descartó la idea como ya lo había hecho antes ante la ojijade —Sasuke jamás se fijaría en ti y tú en él… digo, si te gusta Naruto, ¿cómo podría interesarte?
La ojiérla apretó la correa de su mochila y solo la observó seguir hablando… Ino negó y volvió al tema de ella y su novio, pero Hinata se sumergió en sus pensamientos… ella tampoco entendía la razón por la que Uchiha Sasuke la había tratado de esa forma… además, ¿a qué fue a su departamento?, y… ¿y por qué razón no pretendió volver a atacarla o a amenazarla para que callara?... Recordar que lo había herido y que él la llevó a su habitación le revolvió el estómago.
—¿Hinata?— la llamó por tercera vez la ojiverde.
—¿Si?— respondió al parpadear al verla sumamente cerca de su rostro.
Ino se llevó una mano a la frente y suspiró cansadamente —al parecer todo el mundo pretenderá ignorarme.
—N-no digas eso, I-Ino chan…
—¿En qué pensabas?
—¿Ah? p-pues en…— dijo y volteo su rostro en dirección a la entrada de su facultad.
—¿Llegarás tarde?... pero si todavía faltan más de diez minutos— dijo la joven al observar la hora en su móvil.
—Ah, e-es que…— dijo comenzando a ponerse nerviosa, Ino era muy intuitiva—c-como he faltado, voy atrasada y quería… co-conseguir los apuntes…
La rubia frunció los labios en desagrado —bien, supongo que tienes razón, pero de cualquier forma, pudiste llamarme y yo los habría conseguido por ti.
—Gomen— dijo sintiéndose realmente mal por mentirle.
—Ven, entonces vayamos, te acompaño… mi clase comienza después.
—Hai— dijo para comenzar a caminar, dejaron la sombra que los diversos árboles tanto de cerezo como de ginkgo les ofrecían.
—Ha pasado rápido el tiempo… ¿puedes creer que ya estamos a más de la mitad de semestre otra vez?— mencionó la distraída ojiverde —… ya vas a cumplir un año desde que ingresaste.
—Si… en… en unos meses se cumple un año…
—¿Y no has…?
—¡Hina-chan!— la alegre e inconfundible voz del rubio hizo tanto detener las palabras como los pasos de la rubia, que fue imitada por la peliazul que no se atrevía a voltear estando a escasos metros de ingresar al gran edificio de su facultad.
—Naruto… tan escandaloso como siempre— dijo fastidiada la rubia—me pregunto si algún día madurará— añadió al verlo correr en su dirección. Tenía mucho tiempo de conocerlo y no podía creer que estando a punto de graduarse no parecía perder el entusiasmo ni la vitalidad con la que inició… ella creía que moriría en los dos años que todavía le faltaban por cursar.
—N-Naruto-kun— mencionó la ojiperla que sintió perder la fuerza que intentaba reunir. No se atrevió a voltear aun cuando había sido llamada por él.
—¡Ey, Hina-chan!— volvió a escucharlo y se sorprendió cuando el joven confianzudamente rodeó sus hombros en un abrazo —¿viste mi recado?, ayer fui a buscarte— siguió hablando sin dejar de sonreír… Hinata que sintió su corazón golpear con fuerza no pudo dejar de verlo a los ojos.
—Ah, Naruto, déjala en paz, además… ¿a qué hueles?¿comiste ramen?— dijo la chica que se acercó a olfatearlo para de inmediato separase.
El chico rio sonoramente —sí, después del entrenamiento moría de hambre…— confesó sin soltar a la joven —además el tonto de Choji me lo tiró encima, pensaba ir a cambiarme.
—Ah, eres un… ¿ah?
—¿Eh?— la exclamación de sorpresa se escapó de los dos después de que la ojiperla abrazara y escondiera su rostro en el pecho del rubio —¿Hina-chan?
"No llores" se suplicó internamente la ojiperla —l-lo siento, N-Naruto-kun— dijo y sus manos se apretaron en la negra camisa del joven rubio y de pantalón deportivo naranja.
Ino sonrió entre divertida y enternecida… para ser tan tímida, Hinata no temía abrazarlo de esa forma, cualquiera podría pensar que eran un par de novios que no se veían en mucho tiempo.
Le chico que por un momento no supo que hacer, sonrió —no te preocupes, 'ttebayo— dijo y envolvió su cintura con un abrazo mientras con la otra mano revolvía su lacio y azulado cabello.
Hinata apretó sus ojos y ahí sintiendo casi el latir cardíaco del rubio, siendo testigo de su alegría contagiosa y su sonrisa siempre presente, volvió a confirmarse la idea que si podía salir adelante, sería por él… su mente volvió a recordarle a aquella otra persona tan diferente a ese joven que seguía hablando y dándole palabras de ánimo… ¿por qué alguien tan maravilloso como Naruto podía estar tan ligado a aquel otro ser? ¿qué tenía Sasuke Uchiha para atraer de esa manera a personas tan buenas y diferentes como lo eran Naruto y Sakura?
—Pero no sigues enferme, ¿verdad?— le preguntó el rubio cuando ella se atrevió a soltarlo… él bajó su rostro cerca de su cara y le levantó el flequillo al colar su mano en su frente —no tienes temperatura…— dijo y sonrió.
Ella asintió—…todo ha pasado— mencionó e intentó convencerse de ello.
El rubio sonrió y ella trató de hacerlo.
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Una sonrisa molesta adornó sus labios. Venía regresando del gimnasio después de haberse duchado y estando a varios metros de ingresar por la entrada principal a su facultad, lo primero que vio, fue la patética escena de la Hyuuga abrazada por el idiota de Naruto.
Sus pasos se detuvieron y no perdió detalle de las manos de la chica aferradas a la espalda de su patético amigo, ni a la manera como él la acariciaba.
¿Quién demonios era Hyuuga Hinata y por qué se dejaba tocar y abrazar por él?... supuso que estaría renuente a cualquier contacto con un hombre y sin embargo no era así…
Ver a Naruto acercarse a su rostro y ella dedicarle toda su atención, lo fastidió, y tal vez lo adjudicó al hecho de que esa mujer lo desconcertaba. No podía ver a través de ella, o lo que veía no podía entenderlo.
La Yamanaka se había ido dejándolos solos y ellos siguieron juntos y de pie fuera del edificio.
—Veamos quién eres, Hyuuga Hinata— mencionó para él mismo luego de colocarse unos lentes de sol y girarse, entraría por otro sector. Dejó a los que le parecieron un ridículo par y se llevó su molestia con él.
No la conocía, pero lo fastidiaba… sonrió de medio lado, esa Hyuuga molestaba tanto su orgullo, que lo decidió… Naruto no se comparaba con él... se lo demostraría.
Ignoró el hecho que su inconsciente le advertía... comenzaba a encapricharse.
Continuará...
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Hola chicas xD
Gracias por seguir aquí, siento tardar tantito en actualizar.
Amm… pocas veces hago esto, pero quiero despejar tantitas dudas al responder comentarios:
Valentina Londono: jajaj que comentario más simpático el tuyo, ¿mojante?... espérate.
mafe T.T: aquí entre nos *susurrando* Noo, Hinata no saldrá embarazada de Sasuke, no al menos ahora xD, de hecho, cuando en el cap pasado se habla del 'favor más vergonzoso que Hinata le pide a Kurenai', se refiere a unas píldoras de emergencia, las que evitaran un embarazo… Hinata era consciente de ello.
Damic00: amm, pues sí el fic inicia tormentoso para Hinata, pero eso será tolerable, ya al final se vuelve a complicar por otros asuntos ñ.ñ
uchihinata20: Naruto no está enamorado de Hinata, él gusta de ella, pero como en algún cap. pasado dijo, no es lo mismo que sentía por Sakura.
Alejandra barrosbossio: Muchas gracias, voy a intentar no caer en el Ooc al menos con Hinata y Sasuke… la personalidad egoísta y casi malvada de Sasuke la tomé de la parte final de Naruto, justo cuando está por marcharse de Konoha, cuando está con esa necesidad de demostrarse que no es menos que nadie –Naruto especialmente… por eso la molestia con Hina, de que lo ignore en este fic-… los personajes irán madurando conforme esto avance xD
Fadebila: mil gracias por el apoyo, ¡claro! Esto es ficción, yo también he leído fics con violación, y como tú también lo he dicho –no importa, es un fic- aunque nos duela, sabemos a dónde va a parar esto. Un beso.
MichiCeci: Sí, amm, creo que es imposible no odiar a Sasuke… abusó de Hinatita por cabrón, por egoísta y por rencoroso, pero en el pecado llevará su penitencia –como por ahí se dice- … por supuesto que va a sufrir, varias veces ñ.ñ
Noni: Primero que nada una disculpa por confundir tu género –aunque vamos, tu nick no es muy masculino xD no me culpes- … Respeto completamente tu desacuerdo con este fic, que una violación te generara placer en lugar de desprecio, SÍ sería de preocuparse… esto no es para eso. Créeme. Si quisiera motivar a violadores en potencia, escribiría cosas peores y las publicaría en sitios porno donde quién sabe, tal vez me pagarían… pero no es para eso, en la web hay tantas atrocidades que apenas se puede creer, muestran como algo bueno el sexo con violencia, con animales y hasta con niños, ¡por Dios, con niños!… es horrible. Yo no escribo para eso, jamás lo haría, pero bueno, amm si crees que esto no va bien, igual, hay muchos fics muy buenos de dónde escoger.
Yukki-Onna: pues sí… aunque más que sufrimiento, va a ser un enfrentamiento directo con ella misma, dudas, inseguridades y confusión, mucha confusión.
miko Kaoru sama: Maggy, que gusto fue leerte de nuevo xD
maribelteka: quiero pensar que la actitud que tomó Hinata era la 'normal' digo, es un acto que avergüenza por lo general a las víctimas, además está en su naturaleza preocuparse más por otros –en este caso su maestra embarazada- que por ella misma. Y Kurenai, no es imbécil como por ahí me dijeron xD, sino que no es normal que se piense que una violación ocurrió… Hinata evitó mostrarse demasiado afectada y ella solo atribuyó sus lágrimas al haberlo hecho antes de casarse (? … en fin u.u
Dark Amy-chan: que gusto que sigas por aquí, creí que harías una aparición estelar –haciéndome feliz- y desaparecerías para siempre xD jaj … sí y soy orgullosamente pervertida, por eso eres fuente de mi inspiración. Me da gusto que tú también te tomes con filosofía este fic… ahora podemos odiar a Sasuke y seguirlo odiando, pero más adelante nos va a dar pena que vamos a pretender que esto no pasó. Vas a ver ñ.ñ
Ryuzaki Kira: bonita, yo estoy para lo que necesites ñ.ñ Gracias por todo el apoyo y por las imágenes ecchi-hentai que me mandas de estos dos xD
Hinaliz: Sasuke no va a arrepentirse tan fácil porque cree fielmente en que –a pesar que fue un impulso y abusó de su fuerza- no podía permitir que alguien lo humillara. Al principio de este fic será un cabrón, un hombre orgulloso y casi egoísta… porque además no conoce a Hinata, para él, ella es alguien falso, no puede existir una persona que lo ignore y que perdone o soporte eso que él le hizo.
Julia: que review tan largo y tan bonito ñ.ñ … me alegra tanto que te guste mi prosa –intento que sea fluida- Este fic podría ser una situación común, todos los personajes tienen puntos fuertes como débiles y vamos a molestarnos con varios por eso, los haré lo más humanos posibles respetando su personalidad y creencias según el anime-manga. Y me dio gusto encontrar otra naruhina -por ahí hay otra chica que también lo es y lo declaró en caps pasados- en este mundo sasuhina ñ.ñ … la verdad yo amo a Hinata y me gusta con todos xD de hecho la única pareja que odio de Naruto es el sasusaku xD
Hinata Shakugan: bienvenida al fic ñ.ñ
Natalia: yo solo espero que te haya gustado el cap.
Aldy: vaya sorpresa encontrarte aquí xD… ammm… pues no quiero postear actus de este fic en el círculo porque ahí hay mucha sasusaku xS… y la verdad prefiero que las que lean el fic sean porque lo desean al verlo entre los filters, no por compromiso… aunque deja veo si no me da penita publicar en el grupo SH.
Lizeth Uchiha: casi no entendí tu comentario, como que el cel te juntó palabras y las mezcló xD… pero sí entendí que Hina-chan es tu personaje favorito, el mío también, la amo, es como un pequeño ángel para mi xD … y el cómo se enamorarán es un proceso, va desde tolerancia, confusión, redención y perdón… no es tan fácil como un par de haters del fic me aseguraron jajaj xD
Muchas gracias por sus comentarios, me ayudan a creer que no estoy tan loca creyendo que esto es posible ñ.ñ
Gracias también a Ten Ten, por recomendar el fic en el grupo SasHina en el que estoy, me llevé una grata sorpresa al ver ese post ñ.ñ
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Este cap lo inicié con una frase:
'Érase una vez un ángel y un demonio que se llevaron la mano al corazón y desataron el apocalipsis'
… esta frase la conozco de la estupenda saga de Hija de humo y hueso de Laini Taylor, y aunque no tiene nada que ver con este fic, respecto a la trama; sí la tiene para mí por lo que Hinata y Sasuke me representan.
Él, Sasuke, para mí es el egoísmo puro, un ser que se cree superior aunque no lo diga, con un ego por los cielos y acostumbrado a todo. También lleva su infierno por dentro, y eso lo hace así.
Hinata es como un ángel, inocente y pura –no me importa que digan que soy su fangirl, porque sí lo soy- … la violación sufrida por ella fue el solo primer tacto que un demonio le puede dar a un ángel que lo confunde y lo molesta, la dañó. Pero ese demonio conocerá la bondad y el sufrimiento del ángel e irremediablemente –en un proceso- terminará por interesarle… esto no es un spoiler, porque en el prólogo lo dice.
Comento esto porque están centrando el fic únicamente en la violación y no en todo lo que conlleva xD
Ahora digo una cosita más… hubo un par de comentarios groseros, y aunque yo respeto su derecho a réplica en su uso de libertad de expresión, también tengo mi derecho a decidir, qué se queda dentro de mi espacio y qué no… por eso sus comentarios no quedaron publicados en el fic.
Si creen que me molestan, no lo hacen… yo vengo del fandom de Inuyasha, el segundo más grande de anime-manga solo por debajo de Naruto. Me han dicho cosas como: 'tu fic es el peor fic de la historia y tus parejas apestan' –porque soy crack en su gran mayoría- otras como: 'escribes pura mierda, bruta de mierda, vete a leer el manga' (? … No me espantan xD yo sé que no es cierto lo que ustedes digan; tengo el orgullo de estar entre los autores favoritos de más de cien miembros que piensan diferente a ustedes xD … así que vamos madurando.
Una de ellas no solo no captó que es ficción, sino que me tiró un choro sobre sus amigas violadas –cosa que lamento porque soy mujer, soy madre y tengo conciencia- y dijo que esto es casi aberrante, y sin embargo LO LEYÓ, amiga… ¡leíste las cinco páginas!… ¿y sabes por qué?... por morbosa, porque si creyeras que esto no debe escribirse, no lo lees, me dejas tu comentario en la primera hoja y sin haberlo leído, y yo con todo respeto lo dejo colocado entre los reviews… pero eres tan incongruente con tus pensamientos y actos, que para mí solo puedes tener un nombre: hipócrita.
Y otra que me dio tanta risa… por tu bien solo espero que no seas escritora, porque tienes una imaginación tan simple que no darías una. Yo empecé fatal, con mega Ooc y sin guiones de diálogo, pero como muchas, mejoré, yo respeto tanto a las chicas que se esfuerzan y se toman en serio este mundo… pero tú me das pena… para escribir es necesario un par de cosas importantes: imaginación, respeto y esfuerzo. Y al menos, las dos primeras no las tienes.
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Ya pues… había dicho que no haría más de estos comentarios, pero una me hartó con su hipocresía y la otra con su teoría tonta de a dónde se dirigía este fic, jajajaj perdón chicas xD
Ya, nos leemos pronto y ahora sí prometo ya no escribir tanto xD ... Muchas gracias también a quienes siguen añadiendo el fic a favoritos. Besos y sean felices.
