Recuerdos del ayer

La brisa marítima golpeaba mi rostro y un sentimiento de nostalgia me invade cada vez que me encuentro observando el mar azul. Ya no sé cuantas horas llevo aquí, pero sé que son muchas, ni siquiera soy consciente si es de día o de noche, pero poco me importa, solo quiero estar aquí un rato más recordándote.

Todos los días es así desde que abandoné Japón para regresar a Italia, y todo por culpa del trabajo de mi padre.

Cierro mis ojos y mi mente es como si viajara al pasado recordando aquellos momentos pasados contigo. Momentos que egoístamente deseo olvidar para no seguir teniendo este dolor que siento en el pecho.

La primera vez que te conocí eras un chico completamente tosco, siempre a tu aire y tratando de acercarte a nosotros lo menos posible, como si tuvieras temor a algo. Pero a mí, en ese momento, no me habías llamado tanto la atención. Te veía como un extraño porque era incapaz de comprenderte. Mostrabas amabilidad y apatía, preocupación e indiferencia. Iba a dejarte como alguien imposible incluso en una ocasión llegué a pensar...

"no vale la pena preocuparse por alguien como él"

El tiempo fue pasando en ese extraño mundo y casi sin darnos cuenta te uniste a nosotros donde descubrí muchas facetas de ti, lo que tratabas de ocultar con recelo a ojos de los demás. Preocupación, timidez y aunque lo negaras también compañerismo, de lo contrario, ¿por qué te arriesgaste para salvar de un peligro de muerte a Takuya, a Jumpei y a Tomoki... incluso a mí?

¿Sabes? El ir a aquel extraño mundo no fue tan malo después de todo porque así pude conocerte mejor y llegar a ser tu amiga... y lo más importante, ganarte tu amistad, algo difícil para cualquiera.

Lo mejor fue en la época de secundaria donde tú, yo al igual que los demás estábamos en el mismo instituto, a excepción de tu hermano Koichi y Tomoki.

Recuerdo como volvíamos los dos solos del instituto. Takuya tenía práctica de fútbol y Jumpei se había metido a cocina. Y tú me acompañabas a casa con la excusa de que era peligroso para una chica caminar sola tan tarde, según tú, cuando ni siquiera había anochecido. Sin embargo no objeté nada al respeto y doy gracias a ello porque así pude conocerte mucho más y descubrir que mis sentimientos por ti eran más que amistad.

Al mismo tiempo, y lo vuelvo a repetir, me arrepiento de todas esas tardes pasadas contigo porque ahora me encuentro triste y deprimida. Añoro estar contigo, aquellos caminos cuando volvíamos a casa donde a propósito dábamos un rodeo y pasábamos por el parque.

Recordarlo hace que tenga increíbles deseos de volver a esos tiempos. Caminar el uno al lado del otro en un silencio agradable, disfrutando de la compañía recibida. Si supieras cuanto anhelaba colgarme de tu brazo, sentir tu calidez, pero temía que te molestara y lo que menos quería era que me mirases con odio.

Fueron pasando los días, y en uno de ellos...

Una sonrisa y un ligero suspiro escapa de mis labios irremediablemente al recordarlo.

Volvíamos de clase, solos como siempre, yo hablando y tú escuchándome como era la costumbre, pero ese día en particular...

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Flash back:

-...y al final tuvimos que comprar otra...

-Izumi...

-¿sí? –mirándole con una sonrisa.

Pero se había quedado en silencio por lo que me extrañé.

-¿pasa algo Kouji?

-¿entre tú y Jumpei hay algo?

Mi extrañeza aumentó ante aquella pregunta. No entendía porque me preguntaba aquello y lo más importante, ¿a qué se refería exactamente?

-¿qué quieres decir?

-pues... –titubeando- si estáis saliendo juntos...

Me paré de golpe al escuchar a lo que se refería. ¿De dónde sacaba Kouji que entre Jumpei y yo habría algo que no fuera nada más que una buena amistad? Aunque sé que desde que nos conocemos siempre ha estado enamorado de mí. Pero también sabe que sus sentimientos no son correspondidos y eso es algo que Kouji sabía. Aún con el paso de los años, habían cosas que no entendía de él.

-¿por qué piensas que Jumpei y yo estamos saliendo? –le pregunté sin aguantar mi curiosidad.

-bueno... como él está tan enamorado de ti... pensé que finalmente le habías dado una oportunidad o yo que sé...

Era mi imaginación o en la voz de Kouji había celos. Es más, ahora se encontraba enfadado.

-¿te molesta que saliera con él? –pregunté inconscientemente.

-a mí me da igual con quien salgas o con quién dejes de salir... –dijo indiferentemente dándome la espalda y colgando su cartera a la espalda.

Entonces, ¿por qué me había preguntado si salía con Jumpei? De verdad que no entendía ¿acaso...?

Con esperanzas y el corazón a mil por hora, agarré con fuerza mi cartera tratando de buscar el coraje para decirle lo que llevaba escondido desde hacía tiempo.

-Kouji... yo... yo no estoy saliendo con él... de hecho no siento nada... en realidad... –tragando saliva y agachando la vista toda sonrojada al ver que me miraba fijamente con esos ojos azules tan misteriosos que en ocasiones me producen escalofríos- yo... en realidad... yo...

¿Por qué sentía que se me iba la voz?

¿Por qué no podía terminar lo que quería decir?

¿Por qué razón empezaba a ver el piso todo borroso?

¿Por qué empezaba a llorar como una niña pequeña?

¿Por qué tenía miedo en decirle lo que sentía?

¿Por qué no le decía que lo amaba como a nadie?

Sentí algo cálido rodeando mi cuerpo y asombrada vi como Kouji me había abrazado cariñosamente.

-comprendo... no hace falta que digas nada... –susurrándome quedamente.

Cerré mis ojos contenta y aliviada y me recargué en él, sintiendo su latir acelerado, ¿o era el mío? No sé, solo sé que aquel momento era el más feliz de toda mi vida...

Fin flash back

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Pensar que él, Kouji Minamoto se sintiera celoso sin razón aparente, que comprendiera como me sentía cuando trataba de confesarle mis sentimientos... para muchos, incluso para mí era ver para creer.

Sin embargo, poco me había durado esa felicidad. Pues solo habían pasado tres meses de nuestro noviazgo cuando fue que tuvieron que trasladar a mi padre para que pudiéramos venirnos aquí a Italia. Cuando le había dado a Kouji la noticia...

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Flash back:

-¿a Italia? ¿Te marchas a Italia? –preguntó inexpresivamente.

-yo... yo en realidad no quiero irme... quiero quedarme aquí contigo a tu lado... pero no puedo... –con lágrimas en mis ojos.

-te marchas... –dijo para sí mismo mirando el vacío.

-Kouji... de verdad que lo siento...

-¿qué vas a sentir tú? ¿No tienes la culpa de las acciones de tu padre?

-pero...

-debemos resignarnos... no hay nada que se pueda hacer...

-¿Kouji? –sorprendida por sus palabras.

-creo que será mejor para los dos que lo dejemos... –cerrando los ojos.

-pero Kouji... –intenté protestar.

-piensa, -interrumpiéndome- no funcionaría una relación a larga distancia, ¿no te parece? Es mejor dejarla ahora que estar sufriendo y que los dos lo pasemos mal...

-pero Kouji yo te amo... en serio, puedo aguantar todo lo que haga falta... pero por favor no me digas que lo dejemos... –dije desesperada.

-¿cuánto tiempo estarías en Italia? –preguntó mirándome con seriedad.

-ah... –agachando la cabeza tristemente- quizás cinco años...

-demasiado tiempo... –dando un suspiro, noto como se acerca a mí, me levanta el mentón con sus dedos y aprecio una media sonrisa en su rostro- no lo soportaríamos... surgirá inseguridad, desconfianza y acabaremos odiándonos... y no quiero que eso ocurra... –mis lágrimas descienden libremente por mis mejillas sin poder remediarlas- te quiero mucho Izumi, pero una relación a larga distancia no funcionaría... tenemos que dejarlo antes de que sea tarde...

fin flash back

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Y aquella tarde fue nuestro último día juntos. Al llegar a casa me pasé toda la noche en solitario llorando sin parar. Después de aquello, Kouji me esquivaba a propósito. Ya ni siquiera me hablaba o saludaba. Era tan doloroso.

Las salidas del instituto a casa eran el peor rumbo y el camino se hacía demasiado largo. Se habían convertido en silenciosas y plagadas de recuerdos pasadas con él, risas, abrazos y donde me había dado mi primer beso, por lo que en ocasiones me ponía a llorar angustiosamente en el lugar.

El día en que había partido habían asistido todos mis amigos, todos menos él. Koichi se había disculpado por su hermano, pero en cambio yo lo entendía. Ya no podía esperar ya nada de él. Lo sucedido en aquella tarde había sido una despedida y que tardaría tiempo en que volviéramos a ser solamente simples amigos.

Sin embargo, por mi parte no puede ser así. Han pasado tres años y todavía le sigo queriendo. No he podido olvidarle. Vaya donde vaya hay algo que me recuerda a él. Es como si estuviera siempre presente en mí, como la luz del día que nunca se apaga, solo en la noche donde me deprimo constantemente.

Hablando de la depresión, ya la siento en mi ser, señal que el día ya ha terminado y está la oscura noche.

Es cuando empiezo a percibir todo a mi alrededor. Apenas hay gente por el lugar, la brisa cálida ha desaparecido para dar lugar al frío sintiéndolos en mis brazos desnudos donde se me erizaba la piel. Sin querer pescar un resfriado dejé de observar lo infinito para regresar a casa y hacer lo que llevaba haciendo desde el día que vine a Italia en todas las noches. Deprimirme y angustiarme.

Me volteo y me quedo de piedra al tener a Kouji a tan solo unos metros de distancia donde su larga cabellera se ondeaba con el viento dándole un aspecto irresistible y atractivo.

Él estaba aquí.

Conmigo.

En Italia.

¿Se trataba de un espejismo?

¿Era real?

Sentí como si el aire no llegara a mis pulmones.

-Kouji... –susurré casi sin voz con lágrimas en mis ojos.

--------------------------------------------------

Notas de la autora:

Mis más humildes disculpas (principalmente a Alexeigirl y a Agustina) por haber tardado en subir este cap a La verdad es que no tengo justificación, solo la del despiste y el olvido. Así que lo siento de verdad.

¿Qué decir? Pues solo que le he puesto todo mi cariño a este fic, aparte de que es el primer kouzumi que escribo sin nada sorato, por lo que ha resultado toda una experiencia, y a la vez me ha gustado mucho escribir desde el punto de vista de Izumi. Espero que os guste, como a mí me ha gustado escribir sobre ella, al mismo tiempo que la he conocido un poco más.

'Atori'