Harry Potter pertenece a JK Rowling.
Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)
Harén de Harry.
HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.
SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.
Star Wars: The Age of Fifth Empire
207: ¡Abuelo, ya no tienes canas ni estás calvo!
Anakin Skywalker, había llegado a ser esclavo, no llegó a ser un Younglink, sino que pasó directamente a ser directamente, un Padawan del maestro Jedi: Qui Gon-Jinn, justo cuando Obi-Wan Kenobi, realizaba su rito de Caballero Jedi.
Es un gran amigo de Aayla Secura y Harry Obaset. Es una figura paterna para su ex-Padawan: Ahsoka Tano, es padre de dos maravillosos niños, llamados Luke y Leia Skywalker, y esposo de la actual Canciller de la República Galáctica: Padme Amidala.
Sin la inesperada intervención de sus hijos, Anakin podría haber sido empujado al Lado Oscuro de la Fuerza, tal y como era el plan de Sheev Palpatine (alías: Darth Sidious), al creer que su maestro Darth Plagueis y él, lo habían creado, al intentar forzar la mismísima Fuerza, para tomar el control de esta última.
Lo que ocurrió en esa ocasión, hace ya tantos años, cuando Sidious aún tenía unos cincuenta y tres años de edad, fue que la Fuerza guio a Shmi Skywalker, a los brazos de una usuaria del Lado Oscuro, que iba en busca de redención. Se enamoraron y engendraron a Anakin, poniendo en movimiento, la profecía del Elegido.
"(…) nacido de ningún padre"
Anakin había visto mucho. Había vivido lo suficiente, para creerse imposible de sorprender, hasta que sacaron de aquella cueva, a la hija de Leia.
A su nieta.
La cual seguía en coma, luego de que el fantasma de Darth Vader, le atravesara el pecho, con su Sable de Luz rojo.
Anakin se estaba consumiendo, día tras día, allí, justo al lado de la chica. Había intentado usar la curación de la Fuerza, pero esto no era cosa de curarla, era que ella misma debía de despertar, o el shock, por intentar despertarla, podría matarla.
Escuchó un gemido, y vio a la linda chica de cabello castaño, abrir sus ojos. Negro, se encontró con azul.
A la chica le costó un poco, el poder enfocar su visión, y poder registrar en su mente, a la persona que tenía ante ella. Pero pronto, tuvo un subidón de azúcar, y ahora estaba sentada, sonriéndole.
Anakin echó la cabeza hacía atrás, por lo repentino del movimiento de la chica. —Hola —comenzó el Elegido de la Fuerza, de forma algo torpe. — ¿Sientes mareo o dolor de cabeza, cariño? Llevas inconsciente, casi tres días.
— ¡Abuelo, aún no tienes canas, ni estás calvo! —fue todo lo que salió de la boca de la joven adulta, dejando a Anakin en blanco.
Entonces, una carcajada se escuchó detrás de Anakin, encontrándose con Harry, Ahsoka, Rex y Qui Gon. El Elegido, volvió su atención, a su nieta. — ¿Cómo te llamas, cariño?
—Soy Jayna Solo-Skywalker —dijo la castaña. Al ver a su abuelo fruncir el ceño, suspiró. — ¿Sabes sobre papá?
—Cuando tus padres adultos, tuvieron que irse; junto a tu abuela, utilicé la Fuerza, para ver el futuro —explicó Anakin, cruzándose de brazos. —No me agrada, que tu madre salga con un contrabandista.
Jayna suspiró. —Sí… Creo que puedo imaginarlo. Créeme: te he visto perseguir a Papá de un lado a otro, en una infinidad de ocasiones —no pudo evitar reírse, y Anakin supo, que estaba haciendo un muy buen trabajo como abuelo, si es que su nieta se alegraba tanto, cuando perseguía a su padre, o algo así.
—Cariño, ¿Sabes algo sobre Jacen Solo? —preguntó su abuelo.
Ella asintió, mientras entristecía. —Es mi gemelo. Teníamos una conexión en la Fuerza y… Sería Jacen, quién descubriría la existencia de un nuevo Imperio Sith en nacimiento, quienes usaban (o al menos intentaban) la manipulación genética, para que todos sus miembros, obtuvieran los raros genes de una raza Extragaláctica, quienes combatían y, al mismo tiempo, formaban alianzas con esta raza, llamados Yuuzhang Vong, quienes son… La Fuerza no los afectan. —Anakin abrió sus ojos, incrédulo, solo para mirarla y sonreírle con cariño. — ¡Es en serio: la Fuerza no los afecta! Y… Y entonces… El VI Imperio Sith de este tal… Darth Krayt, lo refundó como el Imperio Único, mientras se nombraba como el único Gran Maestro Sith, terminando con el legado de Darth Bane.
—Siempre deben de existir dos Siths, ni más ni menos —parafraseó Anakin, cruzándose de brazos. —Uno para tener el poder, y uno para ambicionarlo.
—Jacen… se tornaría hacía el Lado Oscuro, al tiempo que causaba un motín contra el Imperio Único, de Darth Krayt, destruyéndolo desde dentro, y así, refundó el Triunvirato Sith, comandando las fuerzas de los Sith, en compañía de la Nueva Orden Jedi del tío Luke, en contra de los Yuuzhang Vong, pues deseaban conquistar la Galaxia —continuó Jayna. —Logramos expulsarlos y… Fue gracias a Jacen, de quien mamá, papá y el tío Luke, creyeron que solo se había infiltrado entre las filas del enemigo, para darnos mayor fuerza de fuego, y expulsar a los invasores. Todos… Todos creímos, que Jacen volvería inmediatamente al Lado Luminoso… —Miró a su abuelo, con lágrimas en los ojos. —Tu… Tú fuiste el único, que no se encegueció. Sabías que Jacen no volvería con nosotros. —Llevó sus manos a su cabeza, y las lágrimas comenzaron a correr por sus ojos. —Los remanentes del Imperio Galáctico… Enviaron a varios de los suyos, lejos de la Galaxia, dónde se encontraron con un sujeto…
—Snoke —dijo Anakin, con la mirada ensombrecida.
Jayna asintió, y continuó la historia. —Jacen… Él se unió a Snoke, y… Destruyó el Imperio Único —Anakin jadeó, al creer a su nieto muerto. Su nieto, que se unió al lado oscuro, para salvar a la Galaxia, de dos enemigos, igualmente poderosos y peligrosos —Pero… Pero dejó a Jacen con vida, porque lo quería como su mano derecha, para El Primer Camino Oscuro. —Anakin se arrodilló ante su nieta, y la miró tan intensamente, que Jayna sufrió un escalofrío.
—Jayna… Salvaremos a Jacen. No permitiremos que se quede en el Lado Oscuro, lo juró —dijo Anakin, abrazándola.
—Gracias… Gracias, abuelo. Siempre sabes que decir —dijo Jayna, devolviendo el abrazo.
—De nada pequeña, y ahora —le enseñó su propio sable de luz, y la chica palideció. Ya sabía lo que venía, y en verdad, que prefería enfrentarse a Darth Caedus y a una legión de Yuuzhang Vong, antes que entrenar con su abuelo... de nuevo —Es hora de entrenar.
