Harry Potter pertenece a JK Rowling.
Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)
Harén de Harry.
HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.
SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.
Star Wars: The Age of Fifth Empire
210: Reinicia la guerra.
Todos los representantes, de cada planeta perteneciente a la Republica, e incluso los representantes de los planetas Separatistas, estuvieron presentes, cuando se llamó a una reunión en el Senado.
La actual Canciller Republicana: Padme Skywalker, pasó al frente, junto a su querida amiga y líder Separatista: Mina Bonteri.
Todos los senadores Republicanos y Separatistas, dejaron de hablar, cuando ambas mujeres pasaron al estrado. Padme separó sus labios. — ¡Cuando la Guerra de los Clones, estaba por comenzar! —empezó el discurso. — ¡Yo fui una de las que se negó, a permitirlos! ¡Creía que tarde o temprano, Republicanos y Separatistas, podríamos vernos como hermanos! —Todos asintieron, y sonrieron, ante las palabras de la Canciller — ¡Y hoy veo, que lo logramos! ¡Pero vino con el precio, de que estuvimos preparando el camino, para el surgimiento del Imperio Sith, y ahora, como resultado, tenemos un enemigo en común, al cual debemos de detener, para devolver la paz a la galaxia! —Lo que estaba haciendo el Imperio, no era un secreto para nadie. Se hablaba de violaciones a derechos civiles y violaciones a derechos humanos. —Hace algunos días, me he enterado gracias a mi esposo, Anakin Skywalker, que mi nieta, hija de mi querida Leia, ha llegado a nuestro presente, comunicándole a mi esposo, sobre, enemigos Usuarios de la Fuerza, que planearían invadir lo que hemos construido. Darth Sidious, ganó recientemente el apoyo del hermano, de mi nieta Jayna. —Todos comenzaron a hablar agitadamente. —Su nombre, es Jacen Solo-Skywalker. También llamado Darth Caedus. —Tomó aire. —Un enemigo, el cual utilizó a Jacen, que según Jayna se hacían llamar el Concilio Cibernético, compuesto por ciborgs, algunos no usuarios de la Fuerza, pero aun así tremendamente poderosos, arrasaron con la Republica, en la época de Jayna y Jace, llevando a mi nieto, hacía el lado oscuro. —Explicó. —El maestro Yoda, ha venido a mí, hablándome sobre un lugar ancestral, conocido como El Mundo Entre Mundos. Un objeto misterioso, que podía ser usado, para traer personas de otras épocas lejanas, o de Mundos Paralelos. —Y una vez más, hablaron entre ellos. —No espero, que aquellos que no somos usuarios de la Fuerza, podamos entender completamente, como funciona esta especie de... templo antiguo. Pero confío, en que entendamos, el peligro de que Darth Sidious adquiera una flota de naves, que saldrán de la nada. —Padme suspiró. No podía creer, que diría esto. —Les pido, que por favor. Acepten una vez más, que los Clones y los Jedi, vayan al Campo de Batalla... —Un senador Quarren, se puso de pie. —Adelante, por favor.
—Mi lady, estoy recibiendo un mensaje, desde Mon Cala. —Dijo el Senador. —Los Mon Calamari y los Quarren, están preparando a los ejércitos, y están listos para prestarnos todas las tropas, que podamos necesitar.
—El Planeta Dac, está alistando sus tropas —Dijo otro senador Quarren.
— ¿Los Jedi participarán, Senador Skywalker? —preguntó en forma de grito, el Senador Organa, mirando tres puestos, por encima de su cabeza, hacía donde estaban el maestro Yoda y Anakin, quien no terminaba de entender, como es que terminó siendo un representante de los Jedi, en el Senado.
—El Imperio de Sidious, es una amenaza para toda la Galaxia, Senador Organa —dijo Anakin. —Una vez más, guiaremos a los clones, en esta cruzada, y no descansaremos, hasta acabar con el V Imperio Sith.
—El Senador Skywalker, en lo correcto está —dijo el maestro Yoda. —Pero miedo siente. Jacen Solo-Skywalker, Darth Caedus, su nieto es. Y deseo de dañarlo, no tiene el Senador. Por esto, intentar que Jacen vea el camino de la luz, la misión de los Jedi será, en apoyo a un maestro del Consejo. —Pronto, un 98% de los Senadores, dieron su apoyo a que intentaran corregir el camino de Jacen, cosa que relajó a Anakin.
Una transmisión de Rex, tuvo lugar. —Canciller Skywalker, general Skywalker.
—Rex, ¿Qué ocurre? —Anakin usó la Fuerza, para acercar su estrado, hasta el de su esposa.
—La comandante Padme Skywalker-Jade, ha aparecido y nos ha salvado de un escuadrón Imperial —dijo Rex sonriente —Verdaderamente, general, su nieta tiene esa vena suya, en la que tiene ese estilo Kamikaze al volar, y que destruye diez flotas enteras, en unos minutos —bromeó Rex, quien fue empujado, dejando ver a una chica de unos veinte años.
— ¡Abuelo, abuela, hola! —saludó la adulta desconocida, sonriéndoles. —En serio abuelo, te necesitamos aquí. Rex se está volviendo viejo.
— ¡Oye! —Se escuchó a Rex. Varios empezaron a reírse.
— ¿Dónde está el gran General Skywalker, que me contaba historias de pequeña? —Preguntó la chica burlona. —Ya en serio. Abuelo: creo que lo mejor, sería un ataque contra Ziost. Están allí. Y Jacen también estará con ellos. Podemos derrotarlos, si atacamos...
—Tenemos que planificar bien, lo que haremos, Padme —dijo Anakin a su nieta. — ¡Rex, den media vuelta hacía Coruscant, ahora! —gritó, para que el clon lo escuchara.
—Sí, general —respondió Rex, sin que pudieran verlo.
Padme (nieta), ahora se veía desanimada. Como si ahora tuviera, un bajón de azúcar. —Pero Ziost…
—No me importa que tan seguro se vea, atacar con todo, desde un Destructor Republicano. Ni si junto a la 501, están desde la 502 a la 599, y están armados hasta los dientes. Vuelvan ahora mismo a Coruscant, para planificar una estrategia viable, y que no sea algo suicida —ordenó Anakin frunciendo el ceño, mientras su instinto sobreprotector aparecía, y ahora estaba de brazos cruzados. Iba a poner a Padma y a Jayna, en un lugar donde ambas estuvieran a salvo. No permitiría que se expusieran al peligro. Iría por Jacen y... ¿Era posible, secuestrar a un lord Sith? Ya lo comprobaría.
—La sesión se termina —dijo Padme, todos asintieron.
Anakin caminó a grandes zancadas, hacía el Templo Jedi, sintiendo un dolor de cabeza, por llegar. Aunque quería conocer a la pequeña Padme, y podía ver cuán valiente era, no permitiría que su nieta se pusiera en peligro, yendo al planeta dónde estaban Darth Sirius, Snoke y (probablemente) Darth Caedus.
Al mismo tiempo, en Ziost.
— ¿Cómo es que estás tan seguro, de que la República, no intentará atacarnos? —preguntó Snoke, quien estaba ante Palpatine.
—No importará cuantas veces ataquemos Coruscant, u otros planetas Republicanos. —Respondió Sidious. —Padme siempre optará por la paz. Y es por esto mismo, que tendremos a la Republica, a nuestros pies. Solo necesitamos presionarlos lo suficiente, para que vean cuan inútiles son sus intentos de preservar la paz.
Pero Snoke tenía razón. Y Palpatine se equivocaba. Pues, abordando naves Republicanas y naves Je'daii, se encontraban muchos soldados Clon, Caballeros Jedi, provenientes de Coruscant, así como Caballeros y Lores Je'daii, provenientes de Tython, y Lores Oscuros, provenientes de Groth XI.
Palpatine podía jactarse todo lo que quisiera, sobre que conocía a Padme. Pero olvidaba que también conocía muy bien, la sangre caliente de Anakin y Ahsoka.
Para su desgracia, desconocía que, en una de las naves Republicanas, que atacaron, iba una de las nietas de Anakin.
Y los Skywalker, defendían a su familia, con uñas y dientes.
