By Tenshi Lain
Notas en tinta azulada:
Los personajes de Yami no Matsuei son de Yoko Matsushita y los de Gravitation de Maki Murakami (aunque en esta parte solo aparecerá Shuichi y como mucho mencionaré a los demás) Todos lo demás son MÍOS XD
¡IMPORTANTE: antes de leer este fic es indispensable leer primero "Por estar contigo" y al menos, los 4 primeros capítulos de "Después del adiós", sino esta última pierde gracia.
¡Ah! Esta historia contiene Shonen Ai(chicoxchico) ¿En serio O.o? XD Espero que disfrutéis de la tercera parte de mi Crossover.
Cap.2
El día había amanecido algo nublado y la mañana se presentaba fresca, pero al menos no llovía ¡y ya sería hora! No había parado de llover en toda la semana. Llegó ante la puerta de su despacho y la abrió sin más ceremonias.
. ¡La li ho, Nintaro! Buenos días.
. Buenos días... - dijo su compañero con un gran bostezo mientras estiraba los brazos por detrás de su cabeza.
. Uuuh... menuda cara de resaca traes - comentó Shuichi dejando su cazadora sobre el respaldo de su silla - no me digas que te fuiste de copas.
. Pues no te lo digo - contestó volviendo a bostezar.
. No tienes remedio - dijo Shuichi con una media sonrisa sentándose en su escritorio y observando a su compañero.
Nintaro Otoha tenía el aspecto de un hombre de 28 años, cabellos castaños y cortos, ojos negros, piel blanca. Debía de medir 1'80 más o menos, de constitución fuerte, robusto pero no gordo. Según le había dicho, cuando estaba vivo trabajaba como bombero. Shuichi suponía que de ahí venía su aspecto musculoso.
. Bah... por una vez que salga entre semana, no pasa nada...
. ¿Una vez? - dijo Shuichi con una sonrisa burlona - ¿qué día era cuando te fuiste a un Karaoke con Yuna y Karin de administración¿miércoles o jueves?
. Eso es a parte - dijo el castaño alargando el brazo para intentar alcanzar el frasco de aspirinas sin mucho éxito -. Era su cumpleaños, había que celebrarlo.
. Tu nunca pierdes ocasión de celebrar lo que sea - dijo Shuichi con una media sonrisa mientras le pasaba el bote de las aspirinas - ¿Y que celebraste anoche?
. Pues... ¡que los Tigers entraron en la final! Si todo va bien este año nos alzaremos con la victoria en el campeonato de béisbol - rugió con los ojos llenos de llamas de emoción y cara sicótica.
. Eres un forofo desquiciado - dijo Shuichi con una gota en la cabeza. Su compañero en verdad era un adicto al béisbol.
En aquel momento llamaron a la puerta y al abrirse se asomó un chico de cabellos negros y ojos ámbar.
. Otoha, Niwa tenéis que ir al despacho del jefe.
. ¿Y eso Rohni? -preguntó Shuichi levantándose.
. No estoy seguro, pero creo que quiere encargaros una misión.
Diez minutos después los dos Shinigamis estaban en el despacho del jefe de su sección esperando instrucciones.
. Escuchadme bien los dos. Hemos recibido una petición especial de las encargadas de Hokkaido solicitando la ayuda de un rastreador. Por lo visto, están sucediendo sucesos extraños cerca del lago Akan. A primera vista parece un desequilibrio de los entes que habitan la zona...
. Pero no lo es -aventuró Nintaro con una sonrisa ladeada.
. Se ha hecho lo posible para encontrar la fuente de esas perturbaciones, pero nada ha surtido efecto. Vosotros os encargareis de descubrir su origen y así de paso Niwa podrá coger práctica en el trabajo de campo.
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Los dos shinigamis se aparecieron cerca del departamento Toshi, ya que por culpa de la tormenta de nieve que ya duraba tres días, no pudieron transportarse al lugar exacto.
. Detesto este clima - se quejó Nintaro subiendo su bufanda hasta tapar casi toda la cara - ¿cómo puede soportarlo la gente aquí?
. Simplemente están acostumbrados - fue la respuesta de Shuichi. Apenas se distinguían los ojos del pelirrosa entre lo poco que dejaban ver la capucha y la bufanda - ¿Y ahora a donde vamos?
. Dijeron que nos estarían esperando - contestó el más alto buscando con la mirada a su alrededor. En eso se acercaron dos figuras igual de abrigadas que ellos dos, aunque a ellas si se les distinguían las caras.
. ¿Sois los que han enviado el área 8? - dijo una de ellas.
. Lo somos - contestó Nintaro mientras el vapor blanco de su aliento salía a través de su bufanda -. Hacía mucho que no os veía, chicas.
. Oh, pero si es Nintaro.
. Tienes buen aspecto - dijo la otra chica - ¿Quién es?
. Mi nuevo compañero, es novato, así que no me lo asustéis.
. Yo soy Yuma Fukiya y ella es mi compañera Saya Torii. Somos las encargadas de Hokkaido.
. Muchos gusto, me llamo Shuichi Niwa - contestó.
. Encantada - dijo Saya con una leve reverencia -. Deberíamos volver al departamento antes de que no podamos ni entrar.
. ¿Aun puede nevar más? - dijo Shuichi sorprendido.
. Esto no es nada con lo que puede llegar a caer por estas fechas - contestó Yuma agitando la mano de un lado a otro.
Los cuatro se encaminaron hacia el departamento Toshi. Era un edificio de aspecto antiguo, más parecido a un templo que ha otra cosa. Aunque por dentro se veía todo muy moderno y funcional. Fueron hasta una de las salas de personal y se quitaron los abrigos.
. Aquí si que se está bien - dijo Shuichi quitándose el abrigo y la bufanda.
. ¡Kyaaaaaah! - gritaron las dos chicas a la vez. Shuichi se cayó al suelo del susto que se llevó.
. ¡Que! - dijo Nintaro espantado.
. ¡No puedo creerlo! - dijo Yuma con corazoncitos en los ojos.
. ¡Es increíble! - dijo Saya igual de emocionada - ¡Eres Shuichi Shindo!
. ¿Por qué no nos dijiste que era tu compañero? - exclamó Yuma enfrentando al ex-bombero.
. Pero si yo... - se intentó explicar pero ellas estaban demasiado inmersas en su histeria como para escucharle.
. ¡Madre mía, jamás pensé que llegaría a conocerte!
. ¡Es increíble!
. ¡Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! - volvieron a gritar las dos.
A Nintaro no le caía una gotita por la cabeza, sino una de cuatro litros y medio ¿Qué demonios les había pasado a aquel par? Miró de reojo a su compañero para intercambiar una mirada de desconcierto, pero se sorprendió al verlo sonreír.
. Hacía mucho que no me pasaba esto - dijo con una sonrisa divertida.
. ¿Pasar el que?
. Un ataque de fans histéricas.
. ¿fans de que? - Nintaro cada vez entendía menos.
. Pero bueno - dijo Yuma poniendo los brazos en jarras y con cara de sorpresa - ¿es que no sabes quien es?
. Mi compañero de trabajo - contestó.
. Si, vale eso también, pero ¿nada más? - Nintaro negó con la cabeza.
. Se nota que solo lees los periódicos por la sección de deportes - dijo Saya negando con la cabeza.
. Oye sin pasarse, también leo los horóscopos...
. Bueno, pues te explico - dijo Yuma pasando un brazo por los hombros del castaño -, resulta que tienes por compañero a nada más y nada menos, que al cantante del grupo Bad Luck.
. Uno de los mejores grupos de Japón, desde Nittle Grasper - continuó Saya con un dedo en alto - ¿En serio no sabes de que hablamos?
. Ya sabéis que no suelo prestar atención al panorama musical. Demasiado cambiante para mi gusto - se quedó mirando a Shuichi con el ceño fruncido -. Con razón se te da tan bien cantar.
Shuichi sonrió al cumplido. De vez en cuando se ponía a canturrear en los descansos o mientras rellenaban los informes, era casi un acto reflejo, Shuichi no se daba cuenta.
. Sabíamos que Tsuzuki y Hisoka habían ido a... "recogerte" - continuó Yuma -, pero no sabíamos que te habías convertido en shinigami...
. ¿Conocéis a Tsuzuki y Hisoka? - dijo Shuichi sorprendido.
. Pues claro -dijo Yuma.
. Todo el ministerio conoce a Tsuzuki por los desastres que causa - intervino Nintaro.
. No seas malo, solo es un poco descuidado.
. Volar por los aires el 60 del departamento central Enma ¿te parece un descuido? - dijo el chico con una nota de sarcasmo.
. Tsuzuki estaba poseído por un demonio - intervino Saya -, no era responsable de sus actos.
. ¿Y la segunda vez? - dijo el ex-bombero con una ceja levantada.
. Eso... eso fue... - la chica de las coletas no sabía que responder.
. Lo dicho, que es un caso - dijo Nintaro negando con la cabeza -. Tantos años en el ministerio y ya ves...
. ¿Cuánto lleva aquí? - preguntó Shuichi con curiosidad.
. Más de 70 años ¿no?
. Creo que sí - asintió Yuma -, es uno de los más antiguos.
. Vaya... ¿y Hisoka también?
. No, que va.
. El lleva unos cuatro años solamente.
. Y ha batido el récord - dijo Nintaro de forma socarrona.
. ¿Récord?
. Es el compañero que más le ha durado a Tsuzuki. No suelen soportarle mucho tiempo.
. ¡Nintaro! - exclamaron las dos chicas con tono recriminatorio. El otro se limitó a sonreír.
Shuichi parpadeó sin comprender muy bien la situación. Tal vez Hisoka y Tsuzuki se hubieran presentado de incógnito, pero no le habían parecido malas personas.
. Bueno, dejemos los cotilleos de despacho a un lado y empecemos con el trabajo - dijo Nintaro poniéndose serio - ¿Cuál es la situación?
. En un pueblo que hay cerca del lago Akan, están sucediendo hechos extraños. El ayuntamiento quiere hacer obras para construir un albergue o algo así...
. El ayuntamiento gastando dinero en beneficencia sin ser temporada de elecciones - comentó Nintaro pensativo -, eso si que es sospechoso.
. Déjate de bromas -dijo Yuma molesta con la interrupción -. Las obras se iniciaron hace más de dos meses, pero hasta el momento, ni siquiera han conseguido despejar el terreno. Cada vez que las máquinas se acercan al lugar, algo falla en los motores o se desmontan solos. El otro día la pala de una excavadora por poco aplasta a tres operarios. Las herramientas que se guardan en las casetas por las noches amanecen con el interior llenos de hierbajos que han echado raíces en ellas. Y los vigilantes nocturnos aseguran que escuchan susurros en el viento y sienten manos heladas en sus cuellos.
. Parecen los indicios de un polstergeist - comentó Nintaro -, pero nunca había oído que se manifestaran en campo abierto. Solo en casas que hubieran estado vinculadas a algún suceso o... ¿hay cementerios por allí cerca?
. Ya lo habíamos pensado - dijo Saya -, pero no hay documentación que lo confirme ni lo niegue. Por si a caso, también registramos la zona, pero no encontramos nada. Si en ese bosquecillo tuvo lugar cualquier tipo de suceso, no ha quedado nada que lo demuestre.
. Es demasiado extraño... - comentó Nintaro -. Lo mejor sería que fuéramos a investigar el lugar y echar un vistazo.
. Estoy deacuerdo, pero hoy ya no podrá ser - dijo Yuma mirando como la nieve caía arremolinada a través de la ventana y amontonándose en el saliente de la ventana.
. Mañana por la mañana estará lo bastante despejado para ir a investigar - corroboró Saya.
. Será lo más sensato.
. Pero... - las dos chicas se quedaron mirando a Shuichi de una forma muy particular. El pelirrosa sintió un escalofrío recorrer su espalda, aunque en realidad no entendía porque.
. ¿Pero que? - dijo Shuichi mirándolas alternativamente.
. Bueno es que - empezó Yuma - tendremos que pasar por lugares habitados y claro...
. Sería un inconveniente - dijo Saya -, nos harían muchas preguntas.
. Queréis dejar de hablar en clave - se quejó Nintaro. Era como si las dos se comunicaran por telepatía o algo así - ¿De que inconveniente habláis?
. Shuichi era muy conocido estando vivo - dijo Yuma.
. Habrá mucha gente que le reconozca - siguió Saya.
. Y se supone que no tenemos que atraer la atención de las personas.
. Con la capucha y la bufanda no me reconocerán - recordó el ex-cantante.
. Pero cuando te las quites sí.
. ¿Qué estáis sugiriendo chicas? - preguntó Nintaro temiendo por donde iban a salir.
Las dos chicas curvaron sus labios en una sonrisa que a Shuichi se le hizo un tanto siniestra.
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Unas horas después...
. Vale ¿y que tal así? - preguntó Yuma con una gran sonrisa.
. Es azul... - dijo Shuichi sin dar crédito a sus ojos.
Estaba sentado en uno de los sillones de la oficina con un gran espejo delante, contemplando su reflejo. Pero este no era el de siempre, ahora sus cabellos eran azules.
Saya y Yuma habían hecho notar que Shuichi no pasaría desapercibido entre la multitud, y ambas se ofrecieron voluntarias para otorgarle un nuevo look al shinigami.
Aunque Shuichi tenía la impresión de que hacían aquello más por divertirse que por ayudar.
En todo el rato que llevaban allí, le habían puesto el pelo negro, marrón, verde (este último no había sido muy acertado, ya que con ese tono, SI que era idéntico a Ryuichi Sakuma), rubio, un extraño tono zanahoria y ahora azul oscuro.
. No creo que sea el mejor color - comentó Nintaro. Todo aquel tiempo había estado sentado sobre un escritorio observando el despliegue de colores que adoptaba el cabello de su compañero.
. A mi tampoco me convence, Yuma.
. Bueno pues probaremos otro - la shinigami de cabellos cortos rebuscó entre los demás tintes. Eran la última colección de gama de colores de invierno que la marca Pink House había sacado a la venta, en su sección de maquillaje y perfumería. Tintes que se iban al lavar el pelo, muy prácticos.
. ¿Qué tal este? - dijo Saya mostrando uno con un extraño color burdeos.
. No sé... no creo que convine con su tono de piel.
. Pues algo más neutro... ¡ah, este es perfecto!
En la caja ponía castaño rojizo. Aplicaron el tinte con cuidado y al terminar volvieron a plantarle el espejo delante.
. ¿Qué tal este? Es un color muy normal, pero te sienta muy bien.
Shuichi pasó los dedos por su cabello mientras giraba la cabeza para intentar verse de perfil. Era un color muy similar al del cabello de Hiro, aunque tal vez más oscuro... y le gustaba.
. Me quedo con este.
. Menos mal - suspiró Nintaro observando la montaña de cajas esparcidas sobre la mesa y que aun no habían probado ¿para que habrían comprado todo aquello si no lo iban a usar? Nunca entendería a aquel par de locas. Tan solo con que llevara la etiqueta "Pink House" lo compraban, ya fuera ropa, complementos, maquillaje, zapatos o cualquier otro producto. Bueno, seguramente su fascinación por las cosas de aquella marca eran similar a la que el sentía por el béisbol...
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El día amaneció un tanto encapotado, pero no tanto como el anterior, lo que les permitió poder ir a investigar al lugar de lo hechos. Se trataba de un pequeño valle atravesado por un riachuelo adyacente al lago Akan. Era un lugar muy hermoso, lo único que lo estropeaba eran las excavadoras y vallas que rodeaban la futura área de construcción.
. No parece que haya nada extraño de momento - comentó Shuichi.
. No hables muy alto, aquí hay rastros, aunque muy débiles - le aconsejó Nintaro revisando el área. El Shinigami tenía la habilidad de rastrear residuos espirituales.
. ¿Cómo lo ves? - preguntó Yuma.
. No muy claro. Estos restos son mínimos, como los que hay en cualquier zona. No parece que por aquí se haya manifestado una gran cantidad de entidades como las que describía el informe.
. Tal vez no son fantasmas - comentó Shuichi.
. ¿Entonces que puede ser?
Los cuatro guardaron silencio meditando una respuesta. A pocos metros de donde estaban se encontraba una caja llena de herramientas que de improviso empezaron a temblar y al instante salieron despedidas de la caja hacia la cabeza de los shinigamis.
. ¡Al suelo! - exclamó Nintaro agachando a las dos chicas. Shuichi se agachó como pudo mientras un pico le pasaba muy cerca de la cabeza.
Los objetos estuvieron volando por los aires un rato y de pronto se quedaron quietos y cayeron pesadamente al suelo. Los cuatro se quedaron mirando la escena en silencio. Nintaro pasó la mano por una pala intentando detectar cualquier rastro síquico que hubiera quedado, pero no encontró nada.
. Esto es muy extraño. Cualquier objeto que haya sido manipulado por un fantasma o espíritu deja un rastro, pero aquí no hay nada...
. ¿Entonces no hay fantasmas? - preguntó Saya.
. Pero si no son fantasmas ¿Qué provoca estos desequilibrios? Tiene que ser algo sobrenatural preciso - insistió Yuma.
. Huele a humedad - comentó Shuichi en un susurro. Los otros tres lo miraron extrañados y olfatearon el ambiente.
. Es normal - dijo Yuma -, ha estado nevando varios días...
. Pero no humedad de nieve - insistió el de ojos violetas -, es de... agua. Como cuando hay niebla por las mañanas...
. Pues no sé, a mi todo me huele igual - dijo Nintaro, no era ningún diplomado en meteorología.
Shuichi avanzó por entre las máquinas averiadas hasta llegar a al basta extensión de nieve que llegaba hasta el río. El manto blanco no presentaba señales de haber sido tocado después de que la nieve se acumulara el día anterior. Sin embargo Shuichi tenía la sensación de que allí había alguien.
El viento que hasta el momento solo había sido una molesta brisa empezó a arreciar y los copos de nieve volvieron a caer, siendo el preludio de otro día de tormentosa nieve.
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Shuichi permanecía sentado en el alféizar de la ventana mirando como la nieve caía. Se habían pasado todo el día encerrados en el departamento Toshi buscando cualquier información que se les hubiera pasado por alto. Miraron los registros de cementerios de la región, mapas con las situaciones de pequeñas aldeas que ahora no eran más que yacimientos arqueológicos, etc. Pero ya pasaban de las ocho de la tarde y aun no tenían nada.
. Esto es inútil - murmuró Nintaro frotándose los ojos con cansancio - ¿No hay nada más?
. Esto es todo lo que había en el archivo - suspiró Saya algo apenada.
Shuichi se levantó de su sitio y regresó a la mesa para coger otro fichero y revisarlo, aunque ya pocos le quedaban. Levantó la siguiente carpeta y justo debajo encontró un viejo libro, de esos encuadernados rústicamente y a mano. Debía de ser viejisimo.
. ¿Qué es esto? - preguntó mientras lo ojeaba.
. Ah, eso es un recopilatorio de leyendas locales - explicó Yuma-. Pero la mayoría están tan retocadas que distan mucho de las originales. Por eso ni lo había mirado.
. Todas las leyendas tienen algo de verdad - dijo Shuichi sin apartar los ojos del libros -, o eso solía decir mi profesor de historia.
. Un tipo curioso - comentó Nintaro bebiendo de su taza de café -, pero no se yo si una leyenda de más de quinientos años nos será de alguna utilidad...
. ¿y una de doscientos? - dijo el ex-pelirrosa tremendamente concentrado en una página.
. ¿Qué has encontrado? - preguntó Saya.
. Escuchad esto - y Shuichi empezó a relatar la leyenda.
Cerca del lago de Akan, se encuentra el valle de la niebla. Según cuentan los lugareños, un día de primavera en el que el cielo de la mañana mostró una luna negra como el ébano, se apareció un peculiar ser. El anciano matrimonio que lo encontró, dijo que tenía la apariencia de una niña de poco más de seis años. Vestía ropas extrañas y muy poco recomendadas para el gélido clima de la región.
El anciano matrimonio decidió acogerla en su casa, puesto que habían perdido a toda su prole en la última epidemia. La niña no hablaba, solo observaba en silencio y con desconfianza.
En varias ocasiones la pequeña desaparecía durante varias horas y nunca decía donde había estado al regresar. El hombre, lleno de curiosidad, decidió seguirla en uno de sus misteriosos paseos. Caminó tras ellas varios kilómetros hasta llegar a un arroyo y allí fue donde presenció algo realmente extraño.
La pequeña se puso a cantar en un idioma desconocido y al momento el viento empezó a soplar como haciendo coro a la bella melodía, el agua del arroyo se arremolinó de forma antinatural. Pero lo más peculiar de todo fue que el aspecto de la niña cambió. Sus cabellos negros se volvieron azulados, sus orejas se hicieron puntiagudas y sus pupilas se tornaron alargadas cual si felinas fueran.
El hombre no pudo evitar lanzar una exclamación sorprendido, descubriendo así su presencia. La niña se volvió y lo observó con disgusto y antes de que el hombre pudiera hacer nada. La pequeña se disolvió como la niebla tras la salida del sol.
Nunca más se supo de ella.
Shuichi acabó de leer y miró a sus compañeros. Los tres parecían pensativos.
. Tiene toda la pinta de ser un espíritu protector - comentó Yuma.
. Pero nosotros tenemos un registro de todos los espíritus protectores de la región y no consta que esa zona tenga uno - dijo Saya comprobando una carpeta.
. ¿Podría ser que lo pasaran por alto al hacer el recuento? - comentó Nintaro.
. Sería muy extraño - respondió Saya meneando la cabeza.
. A no ser... - dijo Yuma pensativa - a no ser que ese espíritu no quisiera ser registrado.
. ¿Y por que no iba a querer? - preguntó Shuichi desconcertado.
. Ni idea - dijo la shinigami negando con la cabeza -. Si estuviera registrado podríamos ayudar a ese espíritu a defender su territorio.
. Pues de momento lo ha hecho bastante bien - dijo Shucihi con una sonrisa recordando el destrozo ocasionado en toda la maquinaria de obra.
. La cosa no es así - dijo Saya agitando negativamente un dedo -. Cuando una zona está protegida por un espíritu registrado, como puede serlo el territorio de la Reina de la Nieves o el del Dios del Lago, el ministerio impone una serie de barreras que impiden que los mortales perturben la paz de esos lugares. Pero ese espíritu está trabajando solo y todo lo que hace con sus intentos de proteger su territorio no pasa inadvertido ante el ojo humano.
. En otras palabras - intervino Nintaro -, que está causando más problemas que soluciones. Llama demasiado la atención.
. ¿Y que hacemos? - preguntó Shuichi.
. No podemos dejar que siga como hasta ahora. Lo primero es intentar hablarle y explicarle la situación.
. ¿Crees que accedería a registrarse?
. Me temo que esa ya no es una opción - dijo Yuma con tristeza -. Esa zona ya no cumple los requisitos para ser incluida en la lista de zonas protegidas. Ya no puede ser ocultada del mundo humano.
. Lo único que podemos hacer - dijo Nintaro - es hacérselo comprender y enviarlo de regreso al Mundo de las Ilusiones.
. ¿Y como nos las arreglaremos para entablar contacto? - preguntó Saya - Ni siquiera Nintaro pudo percibir su aura.
. Si ha pasado inadvertido para el ministerio tanto tiempo, es porque sabe esconderse muy bien.
. Creo que yo tengo una idea - dijo Shuichi cerrando el libro de leyendas con una sonrisa.
CONTINUARÁ...
Ja estic açí! Ja ja ¿que¿os gusta como va¡Super aparición estelar del dúo más loco de toda la sección de Citaciones: Yuma y Saya! Me encantan este par de locas. En un principio pensé en endosarles a Shuichi, pero luego recordé que los shinigamis van de dos en dos... además, no creo prudente dejarle a este par a alguien tan lindo como Shu-chan (No hay más que ver lo que le hacen a Hisoka cada vez que se cruzan ¡No quiero ni pensar en hasta donde llegarían si lo tuvieran todo el día!) XD
Nintaro Otoha es invención mía. Es un tipo alegre y magete, espero que os caiga bien n.n
En el cómic no mencionan a todos los responsables de cada área, entre ellas la 8, por eso puse ahí a Shuichi y a su inventado compañero. Al final del Tomo 1 hay un mapa con cada área y el tribunal asignado al lugar, pero no se especifican los responsables (salvo Tsuzuki y Hisoka y Watari)
Creo que eso era todo lo que quería aclarar...
Reviws:
Elanor Blackriver: Muchas gracias por tus alagos y me alegro de que te guste mi trilogía (ni que fuera el Señor de los Anillos XD) lo del pelo ya queda claro aquí. En cuanto a la continuación de los capis, a menos que pase algo de causa mayor, publicaré un capi por semana. Este año no toca playa T.T pero bueno la piscina municipal solo está a 15 minutos andando (y no hay sombra en la mitad del camino T.T) Perdón por el rollo XD
Aliena-wolf: La verdad es que yo también quería escribir más sobre los shinigamis XD Hisoka y Tsuzuki saldrán más adelante, auqnue de momento ya los he mencionado :P ¿Shuichi de casamentera? no es mala idea pero no sé si Hisoka le dejaría XD
Ja ne!
