By Tenshi Lain
Notas en tinta azulada:
Los personajes de Yami no Matsuei son de Yoko Matsushita y los de Gravitation de Maki Murakami (aunque en esta parte solo aparecerá Shuichi y como mucho mencionaré a los demás) Todos lo demás son MÍOS XD
¡IMPORTANTE: antes de leer este fic es indispensable leer primero "Por estar contigo" y al menos, los 4 primeros capítulos de "Después del adiós", sino esta última pierde gracia. También es recomendable haber leído al menos hasta el tomo 8 de Yami no Matsuei, puesto que hablaré de cosas que no salen en el anime pero si en el manga.
¡Ah! Esta historia contiene Shonen Ai(chicoxchico) Espero que disfrutéis de la tercera parte de mi Crossover.
Cap. 5
Koe intentó convertirse en niebla para poder escapar por entre las rendijas de la puerta. Pero antes de poder hacer nada unos lazos de energía se enroscaron en su cuerpo dejándola firmemente sujeta. Cuanto más forcejeaba, más se apretaban las ataduras.
- Es inútil, solo lograras hacerte daño - dijo Shinrei acercándose y enroscando en su dedo uno de los vaporosos mechones de Koe.
- Suéltame bastardo - le gritó Koe, pero la mano del shaman se cerró sobre su mandíbula dolorosamente.
- No hables así. No queda bien que un ser tan hermoso tenga tan mal vocabulario.
- Déjame marchar - ordenó Koe, pero la presión en su mandíbula aumentó.
- Nunca. Hacía mucho tiempo que buscaba a alguien como tú. Fuerte, tenaz, con un gran potencial, indómita... hermosa... - aflojó la presión y acarició la mejilla sonrojada y dolorida.
- Nunca te tomaré como mi amo - dijo Koe con el tono de voz más serio que pudo lograr.
- No importa que tu no me elijas. Yo te elijo a ti.
- Eso no es así. Soy yo la que tiene que decidir si te sirvo o no...
- Puede que no lo sepas - dijo con voz calmada mientras se dirigía al altar en el que reposaba la redoma negra -, pero hay otras formas de decidir eso.
- ¿Sin tener en cuanta mi voluntad?
- Exacto - tomó un frasquito que contenía un extraño líquido de color blanquecino. Obligó a Koe a abrir la boca y vertió el líquido. Después tapó la boca y la nariz de ella hasta que tragó.
- ¡Que demonios me has dado! - le ardía la garganta y su estómago estaba pesado, como si acabara de comer plomo. Empezó a temblar sin control, como si la temperatura del lugar hubiera descendido de súbito - ¿Veneno...?
- Claro que no, aunque el efecto que te debe de causar sea similar a un envenenamiento - sonrió de forma sarcástica, colocó una mano sobre un cofre de madera y siguió hablando -. Tu no eres un alma ni un espíritu incorpóreo. Te acercas más a un shikigami, aunque tampoco lo eres, porque si no tendrías que adoptar forma animal en el mundo humano. Pero al igual que ellos - abrió la tapadera del cofre y sacó un larga y fina daga -, tienes un cuerpo vivo que respira - se acercó a ella y antes de que Koe pudiera reaccionar Shinrei le hizo un corte en el brazo - y sangra.
- ¿Por qué has hecho eso? - se quejó Koe con un ojo cerrado por el escozor de la herida.
- Porque la única forma de atarte a mí - Shinrei se hizo un corte en la palma de su mano derecha - es con un pacto de sangre.
Koe observó el rostro de Shinrei mientras veía embelesado como la sangre brotaba de la herida. No había ninguna mueca de dolor en su rostro, más bien parecía que le gustara el dolor que aquella herida le causaba.
- Eres un sádico - murmuró Koe obteniendo como respuesta una sonrisa -. Estás desquiciado y loco ¡Jamás me uniré a alguien como tú!
- En este caso no tienes voz ni voto. La poción que has tomado te obligará a quedar atada con la persona que comparta su sangre contigo - dijo Shinrei acercándose dispuesto a unir ambas heridas y cerrar así el pacto de sangre. Pero cuando estaba a punto de hacerlo, el brazo de Koe se volvió niebla que el shaman traspasó con facilidad - ¡Maldita seas¡No juegues conmigo!
La mano se estrelló contra al mejilla de Koe, la cual calló al suelo de espaldas por el violento golpe. Su brazo volvió a su forma original, pero en él ya no había rastro de ningún corte. Shinrei se enfureció ante aquel acto. Se arrodilló ante Koe y le hizo alzar la vista tirándole del cabello.
- No creas que podrás con esas burdas tretas. No importa cuantas veces cierres tus heridas. Tarde o temprano te agotarás y no podrás cerrarlas.
Tomó de nuevo la daga dispuesto a hacer un nuevo corte esta vez en su hombro, pero de pronto esta salió despedida de su mano cayendo con un sordo ruido metálico a varios metros.
- Se acabó Shinrei.
- Tu, maldito entrometido...
En la entrada estaban Nintaro, Shuichi, Yuma y Saya. Yuma apuntaba con un dedo hacia el shaman como si fuera en realidad una pistola.
- ¡Como demonios me habéis encontrado! - rugió lleno de ira enfrentándolos.
- Parece que olvidas, que mi especialidad es la de rastrear fuentes de energía - dijo el ex bombero con una sonrisa -. Además Koe aun tenía uno de los conjuros de Shuichi.
El shaman se volvió hacia la chica y vio como esta sacaba un pergamino del interior de su bota y lo mostraba con sonrisa triunfal y burlona.
- Como es que no lo sentí... - murmuró el shaman con los ojos muy abiertos.
- Los conjuros ocultos son los que mejor se me dan - dijo Shuichi con una sonrisa de autosuficiencia.
- No te hagas el chulo ahora - le susurró Yuma para que el shaman no le escuchara -, se te dan tan mal los conjuros porque apenas les pones carga espiritual, por eso pasan desapercibidos si no los buscas bien.
- No hace falta que me lo refriegues - susurró Shuichi algo dolido al verse descubierto.
- Basta ya de tonterías - habló Nintaro -. Suéltala.
- ¡Jamás! Tú también tienes que haberlo sentido ¡Tiene una fuerza espiritual inmensa! podrían hacerse grandes cosas...
- Tu idea de "grandes cosas" es demasiado peligrosa. No te lo permitiremos.
Los cuatro shinigamis se lanzaron hacia delante cada cual con un conjuro en la mano. "¿Una barrera?" pensó Shinrei mientras los esquivaba con ágiles movimientos "¡Que ridiculez!"
Cogió con una mano un pequeño saco de cuero que había sobre el altar y sacó un puñado de polvos azules. Los puso en su mano y sopló consiguiendo una espesa nube que hizo aun más difícil ubicar las cosas.
- ¡Déjate de trucos de feria! - gritó Nintaro intentando percibir el aura del shaman, pero aquella espesa capaz de polvo le hacía imposible detectar la presencia de ninguno - Mierda...
- ¿Qué pasa Otoha? - preguntó la voz del shaman con sorna - no puedes encontrarme.
- No podrás salir de aquí - gritó Yuma -, las puertas están cerradas con conjuros.
- ¿Quién a dicho que quiera salir? Lo que deseo está aquí...
- ¡Kyaaah...!
- ¡Koe! - gritó Shuichi corriendo en la dirección del grito al acercarse pudo ver como Shinrei volvía a tener la daga e intentaba hacer un corte en la muñeca de la chica - Suéltala - Shuichi se lanzó contra él empujándolo lejos de Koe, pero a cambio recibió un fuerte golpe en la boca con el mango de la daga.
- ¡No te metas en esto mocoso! - gritó Shinrei observando como Shuichi se limpiaba la sangre que manaba de su labio inferior con la manga de su cazadora. En pocos segundos más se cerraría sin dejar marca.
Shinrei alzó la daga para descargarla otra vez contra el shinigami de ojos violetas con toda su rabia. Pero antes de eso, una intensa ráfaga de viento barrió la incómoda polvareda azul mostrando donde se encontraba cada cual. Lo que sucedió a continuación dejó a todos pasmados. Koe se había lanzado sobre Shuichi juntando sus labios en un intenso beso cargado con el sabor metálico de la sangre.
Shuichi tenía los ojos abiertos de par en par. Aquel acto tan repentino lo había descolocado. Casi sin darse cuenta, más por inercia que por otra cosa, separó los labios permitiendo que el gusto de la sangre que aun manaba de su herida se esparciera por su paladar. Pero eso no fue lo único que sintió, había algo más, un sabor suave y fresco... como gotas de lluvia. Koe se separó unos pocos centímetros y miró a Shuichi intensamente a los ojos.
- Te elijo a ti como mi amo y señor - dijo con voz firme -. Te juro lealtad eterna. Pongo a tu entera disposición mi poder y mi vida. Te protegeré de todo peligro que te aceche. Siempre seguiré tus ordenes. Soy tu espíritu acompañante.
- ¡NO! - gritó Shinrei con la cara desfigurada por la rabia.
- ¡Ya he elegido! - le gritó Koe mirándole a los ojos - ya no puedes hacer nada.
- Malditos seáis - Shinrei estaba fuera de si. Completamente ido por la rabia. Con ágiles movimientos de sus manos invocó un conjuro de destrucción dirigido hacia Shuishi y Koe.
- ¡No! - gritó Saya impotente mientras la luz oscura se cernía sobre los dos.
El impacto levantó parte del suelo e hizo caer la pared. Shinrei reía desquiciadamente ante lo que había hecho. Había destruido a un shinigami y a un espíritu de la naturaleza.
- Viento - susurró una voz serena y al momento todos los escombros se hicieron a un lado mostrando como Shuichi y Koe estaban intactos.
- ¿Eso es todo lo que sabes hacer? - preguntó Koe con sorna.
- ¡Malditos seáis¡no saldréis vivos de aquí! - lanzó el puñal contra Shuichi en un rápido movimiento y este se clavó en su vientre. El chico se encogió sobre si mismo. Shinrei respiraba entrecortadamente, pero entonces una risa ligera y burlona llamó su atención.
- ¿Vivos? - murmuró Shuichi mientras cogía el mango del puñal con ambas manos y lo sacaba de un tirón - ¿Ya lo has olvidado? Somos shinigamis - tiró el puñal a un lado y lo miró a los ojos -, ya estamos muertos.
- ¡Saya ahora! - las dos shinigamis se lanzaron hacia delante clavando dos conjuros en el suelo, uno a cada lado del shaman. Al momento Nintaro clavó otro a sus espaldas. Shinrei no había podido reaccionar a tiempo y ahora solo tenía una salida... pero...
- Se acabó asesino - dijo Shuichi mientras él y Koe ponían el cuarto y último conjuro ante él.
Unas líneas de luz surgieron de cada conjuro en la dirección de las agujas del reloj hasta llegar al conjuro siguiente y cuando el círculo estuvo completo, una barrera transparente se alzó hacia el cielo. Shinrei quedó atrapado en su interior y tras dar un gutural alarido cayó al suelo inconsciente.
- Por fin se acabó - suspiró Saya con cara de alivio.
- Menos mal - murmuró Shuichi antes de que él y Koe cayeran al suelo también inconscientes.
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El lejano piar de unos pájaros fue lo primero que escuchó al despertar. Pero se sentía tan a gusto allí tumbado y abrigado que ni siquiera se tomó la molestia de abrir los ojos. Se dio la vuelta hacia el otro y abrazó su almohada. Pero... ¿Desde cuando su almohada respiraba y se reía?
Abrió los ojos de golpe y se topó ante un par de profundas esferas de color turquesa que lo observaban con alegría.
- Buenos días Shuichi ¿has dormido bien?
- Ko... Koe... ¿Qué...? - Shuichi entonces se incorporó en la cama y fue consciente de donde estaba. Era la enfermería del departamento Toshi - ¿Cómo hemos llegado aquí?
- Nos trajeron Nintaro, Saya y Yuma. El conjuro de la barrera nos agotó del todo.
Shuichi se quedó mirando sus manos sobre el regazo, recordando todo lo que había ocurrido en la guarida de Shinrei. Entonces sus mejillas se volvieron rojas.
- Koe... tu... tu me...
- Te besé - terminó la chica con total calma -. Tenía que aprovechar antes de que se cerrara la herida.
- ¿Herida?
- Nintaro me obligó a tomar una especie de... poción... me dijo que cuando mi sangre entrara en contacto con la suya quedaría ligada a él para siempre. Por eso decidí unir mi sangre a la tuya antes.
- Vaya...
- ¿Estás enfadado? - preguntó Koe inclinando la cabeza para encontrar la mirada de Shuichi.
- No, no es eso - negó - pero es que hacía mucho que nadie me besaba - sonrió tristemente. Koe se inclinó aun más y le susurró al oído.
- Yo nunca había besado a nadie.
Shuichi arqueó una ceja ante tal confesión, pero cuando abrió la boca para hablar, la puerta de la enfermería se abrió y por ella entró Nintaro con una caja en las manos.
- Buenos días pareja. Ya pensaba que dormiríais hasta el próximo siglo.
- Exagerado - dijo Shuichi recargando la espalda contra la cabecera de la cama. Nintaro le entregó la caja y Shuichi descubrió que estaba llena de barquillos de fresa - Gracias amigo - extendió la caja para que los otros también cogieran, pero el castaño dijo que no le gustaban. Koe cogió uno y lo observó con curiosidad antes de morderlo, pero enseguida lo dejó de lado - ¿Y Shinrei?
- Ha pasado a manos del departamento encargado de los brujos, médiums o shamanes que hacen mal uso de sus artes. Será juzgado por un tribunal shaman y condenado. Y créeme: los shamanes no se andan con chiquitas.
- Se lo merece - repuso Koe mirando por la ventana.
- En fin ahora tenemos otro... "problema".
- ¿Cual? - preguntó Shuichi preocupado.
- Koe.
- ¿Yo¿Por qué soy un problema si se puede saber?
Nintaro suspiró mientras se pasaba una mano por la nuca buscado las palabras apropiadas.
- Verás por lo que yo conozco, nunca en la historia del ministerio, un shinigami que lleva tan poco tiempo en el puesto ha tenido un shikigami.
- Pero yo nos soy un shikigami - dijo Koe con las manos en la cintura -. Los shikigamis son espíritus relacionados con los elementos, eso lo sé. Pero ellos tienen siempre forma animal en el mundo humano - se puso en pie de un salto y dio una vuelta encima de la cama - ¿te parece que tengo forma de animal?
- Bueno, vale, no he escogido las palabras adecuadas... no eres un shikigami, pero si eres un espíritu de la naturaleza. Y te has encadenado de perpetua con un shinigami, es el mismo caso.
- ¿Perpetua? - repitió Shuichi con el ceño fruncido.
- Así es. Cuando un espíritu jura lealtad, es para siempre. Es casi como un matrimonio inquebrantable y sin posibilidad de divorcio.
- Hombre tanto como matrimonio... - protestó Shuichi con la cara roja, Koe se limitó a sonreír.
- Un juramento sagrado que une a dos seres ¿conoces otra comparación mejor? - Shuichi negó con la cabeza.
- ¿Y donde está el problema? - insistió Koe.
- Bueno el jefe piensa que eres demasiado... joven e inexperto para tener a tu cargo un espíritu acompañante. Y aun más teniendo en cuenta que este es un polluelo.
- Nos estás llamando mocosos descaradamente - le reprochó Koe con las mejillas hinchadas y los brazos cruzados.
- Yo solo hago un resumen del sermón que me han dado hace un rato.
- ¿Entonces que¿nos separarán? - preguntó Shuichi.
- No, un pacto es sagrado. Nadie puede romperlo salvo los propios implicados bajo una determinada circunstancia.
- ¿Cual?
- La muerte de uno de los que conforman el pacto - contestó Nintaro con una sonrisa -. Por parte de Shuichi es prácticamente imposible que pase, porque ya estás muerto. Y casi lo mismo por parte de Koe. Así que estáis condenados a soportaros para siempre.
- Bueno a mi no me importa - aseguró Koe tumbándose al lado de Shuichi usando su brazo de cojín -. Me gusta Shuichi, es divertido. Creo que pasaré bien la eternidad con él- y con estas palabras se durmió acurrucada al lado de Shuichi.
- La tienes enamorada, chico - comentó Nintaro con una sonrisa al ver como Shuichi tapaba a Koe con la sábana.
- Ha estado muy sola durante mucho tiempo - dijo Shuichi con una sonrisa -, solo quiere compañía.
- Bueno, pues se la daremos cuando regresemos a Tohôku.
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Ya todo estaba listo, en la puerta del departamento Toshi, Yuma y Saya se despedían de sus compañeros.
- Ha sido un placer trabajar con vosotros - dijo Saya -. Espero que nos volvamos a ver pronto.
- Lo mismo digo - dijo Nintaro con una reverencia.
- Cuidaos mucho y mandadnos alguna postal - dijo Yuma dándole una palmada bastante fuerte en la espalda a Shuichi.
- Lo haremos - tosió el shinigami, mientras Koe se reía alegremente.
- Oye¿antes tenías eso? - preguntó Yuma señalando la barriga de la pequeña. Al lado derecho de su ombligo podía apreciarse la forma de una Clave de Sol bastante adornada.
- No, esto es la señal que me une a Shuichi - dijo tranquilamente.
- Que bonito suena eso - dijo Saya con las manos entrelazadas.
- Has conseguido un espíritu acompañante requete lindo - dijo Yuma pasándole un brazo por los hombros a Shuichi -, cuídala mucho.
- Lo haré - dijo mientras Koe se abrazaba a su brazo.
- Nos cuidaremos mutuamente - concluyó ella.
Se despidieron con la mano y se desaparecieron rumbo al departamento Heizei en donde seguirían con su trabajo de shinigamis.
CONTINUARÁ...
Y así se conocieron Shuichi y Koe... ¡pero la cosa no acaba aquí! Aun queda muuuuuuucho que contar. Espero que os siga gustando mi historia. Espero vuestros reviws que aunque no los conteste os aseguro que me hacen mucha ilusión.
Por cierto, hoy 13 de agoto ¡es mi cumple¡soy un año más vieja! XD
Ja ne!
