By Tenshi Lain
Notas en tinta azulada:
Los personajes de Yami no Matsuei son de Yoko Matsushita y los de Gravitation de Maki Murakami (aunque en esta parte solo aparecerá Shuichi y como mucho mencionaré a los demás) Todos lo demás son MÍOS XD
¡IMPORTANTE: antes de leer este fic es indispensable leer primero "Por estar contigo" y al menos, los 4 primeros capítulos de "Después del adiós", sino esta última pierde gracia. También es recomendable haber leído al menos hasta el tomo 8 de Yami no Matsuei, puesto que hablaré de cosas que no salen en el anime pero si en el manga.
¡Ah! Esta historia contiene Shonen Ai(chicoxchico)
Espero que disfrutéis de la tercera parte de mi Crossover.
Cap. 7
Koe tenía por costumbre cerrar los ojos cuando viajaba con Shuichi mediante el teletransporte. Al poco tiempo en que hacían el trayecto, se mareaba como un pato en alta mar.
- Ya llegamos - anunció alegremente Wakaba.
Koe y Shuichi no pudieron reprimir una exclamación de sorpresa al ver donde habían ido a parar. Se encontraban en una amplia explanada completamente cubierta por los pétalos de los cerezos en flor que los rodeaban.
- ¡Que bonito! - exclamó Koe emocionada.
- Pero estamos en otoño... - comentó Shuichi desconcertado.
- Aquí los cerezos están floridos todo el año. Haga sol, llueva o nieve siempre están en flor - explicó la pelirroja encaminándose hacia un edificio que se alzaba sobre los cerezos.
- Kanuki...
- Llámame Wakaba.
- Bien, Wakaba ese edificio... - murmuró Shuichi tratando de recordar donde lo había visto. Pero no recordaba ningún edificio rodeado de cerezos.
- En el mundo humano, este es el edificio del parlamento Japonés.
- Ah, si - dijo golpeando la palma de su mano con el puño - pero ¿entonces estamos en Tokio?
- En su versión alternativa. Igual que lo estabas en Heizei.
- ¿Pero entonces esto es Tokyo o no? - insistió Koe confusa con todos aquellos datos.
- Lo es y a la vez no lo es - contestó Wakaba llegando ya a la puerta.
- Dejémoslo estar - Dijo Shuichi al ver que la pequeña seguía sin entender.
El edificio en verdad era magnífico e impresionante. Siguieron a la chica por diversos pasillos y corredores hasta que finalmente llegaron ante una puerta cuyo cartel rezaba "CITACIONES".
La chica abrió la puerta y entraron a otro pasillo, fueron directamente a una de las puerta del fondo y llamaron.
- Adelante - dijo una voz un tanto autoritaria.
- Buenas tardes jefe - saludó alegremente la chica al entrar seguida por Shuichi y Koe.
Dentro del despacho habían dos hombres, uno que se veía un tanto viejo y con cara extremadamente seria con las arrugas muy marcadas y otro más joven, aparentaba unos 29 o 30 años, cabellos castaños pulcramente peinados y unos penetrantes ojos azules enmarcados por unas gafas de montura fina.
- Bienvenida Kanuki - saludó el hombre mayor. Observó a Shuichi y Koe un rato en silencio -. Gracias por ir a recoger a Niwa, disculpa las molestias.
- No ha sido molestia - contestó ella -, de vez en cuando viene bien un cambio de aires. Tal vez así se le bajen los humos - esto último lo dijo con un tono de molestia que no había demostrado en todo el viaje de ida.
- Terazuma está abajo en los archivos - informó el hombre de gafas ojeando la carpeta que tenía en las manos -, revisando unos documentos que le he encargado. Seguramente tardará toda la tarde y tal vez parte de la noche. Ya sabes que hasta que la biblioteca no esté reconstruida, todos los documentos están almacenados en el sótano - la sonrisa que se dibujó en sus labios estremeció tanto a Shuichi como a Koe y enseguida supieron que no era prudente hacer enfadar a aquel sujeto.
- Muy bien. Si me disculpan - la chica hizo una inclinación de cabeza y salió del despacho con una amplia sonrisa.
Shuichi respiró hondo al encontrarse a solas con aquellos dos. Ambos lo observaron en silencio, poniendo al chico aun más nervioso. Koe ya estaba cansada de aquella atmósfera tan seria y cargada así que decidió intervenir.
- Hola me llamo Koe, encantada de conocerles - dijo con una reverencia.
Los tres la miraron algo sorprendidos por el arranque de la pequeña. El jefe Konoe sonrió y Shuichi se relajó un poco.
- Yo soy el Sr. Konoe, el jefe del departamento de citaciones. El es Tatsumi el secretario de la división.
- Mucho gusto - dijo este último muy formal.
- Yo soy Shuichi Niwa - imitando el gesto.
- Bien, has de saber que has sido trasladado al área 6, Kinki. Tu compañero se llama Yutaka Watari. Debería estar aquí, pero me temo que hasta mañana no podrá salir de la enfermería.
- Wakaba comentó algo de una explosión - recordó Shuichi - ¿Se encuentra bien?
- No te preocupes por él - dijo Tatsumi con tono indiferente -, la media de explosiones por semana es de seis y al menos en una resulta herido. Ya llevaba cinco así que...
- Vaya - fue lo único que atinó a decir Shuichi ante aquella información, mientras una gotita resbalaba por su cabeza.
- De todas formas le conocerás mañana junto al resto - finalizó Tatsumi después le entregó a Shuichi la carpeta que había estado ojeando momentos antes -. Aquí tienes toda la información que necesitas, junto a la dirección de tu nueva vivienda y el reglamento de la división que supongo ya conocerás. Tu horario, identificación y demás documentos. Ojéalos con tranquilidad esta noche y si tienes cualquier duda, mañana me lo comentas.
- Si, señor - dijo Shuichi mirando los documentos. Koe dio un pequeño salto y se quedó flotando a la altura justa para poder ver por encima del hombro de Shuichi -. Esta dirección...
- ¿Tendrás problemas para encontrar la calle? - preguntó el jefe Konoe.
- Oh, no. No es eso - dijo con una sonrisa.
- Bien, entonces te esperamos mañana a primera hora para empezar a trabajar - sentenció el jefe.
- Muy bien, hasta mañana - se despidió Shuichi. Koe agitó la mano antes de que la puerta se cerrara tras ellos.
- ¿Qué opinas Tatsumi? - preguntó Konoe recargándose en la silla.
- Ahora mismo no me atrevo a formular una opinión. Con esta breve entrevista no se puede sacar nada en claro.
- Bueno su historial es bastante completo - dijo Konoe alzando un archivo que había en la mesa -, aunque a decir verdad lo he encontrado mucho más serio de lo que se dice aquí.
- No creo que en la primera entrevista con el jefe se desmadrara - apuntó Tatsumi - ¿me preguntó como reaccionarán...?
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El pequeño piso que le habían asignado a Shuichi se encontraba en un barrió tranquilo en el "verdadero" Tokyo, pero esta versión de la ciudad llegaba a ser tétrica. Ni un coche, ni un viandante. Solo silencio en las calles.
- ¿Tienes frío? - preguntó Koe al verlo temblar.
- No, no es eso. Es que cuando estaba vivo y vivía aquí, siempre había alguien por la calle a la hora que fuera. Pero aquí está todo desierto.
- Mejor, más tranquilo - contestó Koe con una sonrisa.
Nada más llegar al piso pudieron ver que sus cosas ya estaban allí. Las cajas permanecían apiladas junto a la pared.
- Es más grande que el otro - dijo Koe mientras correteaba por el piso abriendo y cerrando puertas investigando en las habitaciones.
- Eso parece...
- Y al ser un primero no tendremos que subir y bajar escaleras... ¡Aaahh!
- ¿Qué ocurre? - dijo Shuichi corriendo hacia la cocina. Encontró a Koe en la terraza, aunque en realidad era un pequeño patio y justo al otro lado se alzaba un limonero.
- Mira, mira aquí no hará falta que duerma en el baño - dijo ilusionada.
Shuichi sonrió sintiéndose algo culpable. Mientras dormía, a veces Koe adoptaba forma de niebla y cuando eso sucedía todo lo que había en la habitación acababa empapado por la humedad que desprendía. En el otro piso no tuvieron otra solución que colgar una hamaca encima de la bañera, para que durmiera allí. El baño era más fácil de secar que el dormitorio o la cocina.
- Podemos colgar una parte de la hamaca en el árbol y la otra en la tapia del patio.
- Me parece bien, pero si llueve...
- Volveré al baño - dijo con tono cansado.
- O nos pasaremos la noche en vela comiendo chuches y mirando películas - sugirió Shuichi. Koe rió por la loca ocurrencia de su amigo y compañero -. Venga ayúdame a sacar trastos. Al menos el futón y algunos cacharros para preparar la cena.
- ¿Y que cenarás? - preguntó Koe recordando que no habían comprado nada de comer.
- Nos han regalado tartas y demás cosas como para un mes.
Dijo recordando los regalos de despedida de sus compañeros. Koe rió alegremente y los dos volvieron a entrar en su nuevo hogar.
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- Buenos días - saludó un joven shinigami de brillantes ojos verdes al entrar a la oficina.
- Buenos días Hisoka - saludó Wakaba apartando por un momento la vista del montón de papeles que tenía delante. En el escritorio de al lado estaba Terazuma profundamente dormido con un bolígrafo en la mano y dando pequeños ronquidos.
- Tsuzuki no ha llegado - no era una pregunta. Terazuma no estaría tan tranquilo con la presencia de su "némesis" cerca.
- Pues no lo he visto... pero Watari está en el despacho del jefe.
- ¿Le están volviendo a sermonear? - preguntó dejando el libro que traía sobre su mesa - Con todo lo que le gritaron ayer el jefe y Tatsumi...
- Oh, no... no es por eso. Le están presentando a su nuevo compañero - explicó la chica -. En realidad llegó ayer, pero como Watari estaba en la enfermería no lo pudo conocer.
- ¿Tú si?
- En realidad me mandaron a mi a buscarlo. Supongo que Tatsumi pensó que vendría bien alejarme de este - dijo con un tono algo despectivo.
- ¿Aun enfadada? - preguntó, aunque podía notar perfectamente el aura negativa que la chica le dedicaba al otro.
- Tú también lo estarías. Estoy harta de su comportamiento machista y anticuado. A veces pienso que cree que vivimos en la edad media... Ay, perdón Hisoka - se apresuró a decir al ver como el chico se ponía algo blanco y se llevaba una mano a la frente.
- Tranquila, es que hoy estoy un poco bajo de defensas - repuso el chico mientras se ponía a trabajar.
Wakaba intentó controlar sus emociones, sabía que si no llevaba cuidado Hisoka podía tener problemas. Giró la cabeza y vio a su compañero que seguía durmiendo. Según le habían dicho los hermanos Gushoshin, Terazuma había estado registrando los archivos hasta las cinco de la mañana. No le tenía ninguna compasión, se lo merecía por bocazas. Con disimulo le tiró un borrador a la cabeza, Terazuma se enderezó de golpe mirando a su alrededor intentando descubrir que lo había despertado, pero solo vio a Hisoka y a Wakaba enfrascados en su trabajo. Remugó algo entre dientes y se fue de la oficina rumbo a la cafetería a por un café.
- Eso ha sido muy infantil - murmuró Hisoka sin desviar la mirada del archivo.
- No está bien dormir en el trabajo - repuso Wakaba tranquilamente con una pequeña sonrisa en los labios.
Unos minutos más tarde la puerta se abrió y alguien entró apresuradamente. Se dejó caer en una silla junto a Hisoka.
- Llegas tarde, Tsuzuki - le reprochó este sin mirarlo.
- Mi despertador se quedó sin pilas... - dijo entre jadeos intentando recuperar el aliento.
- Tu no tienes despertador - repuso Hisoka mirándolo con el ceño fruncido.
- Ya decía yo que últimamente no escuchaba el tic-tac...
Hisoka puso los ojos en blanco exasperada y Wakaba rió por lo bajo ante la escena. Aquel par eran únicos para hacer gags cómicos (aunque los hacían sin darse cuenta).
- ¿Sabéis algo de Watari? - preguntó Tsuzuki mientras dejaba su gabardina en el perchero.
- Ya ha salido de la enfermería - informó Wakaba -, ahora está en el despacho del jefe.
- Menos mal - suspiró aliviado -. Menudo susto me llevé al ver todo el corredor lleno de humo...
- Ha tenido suerte - intervino Hisoka -, un día de estos sus investigaciones nos traerán verdaderos problemas.
- Bueno es un científico... tiene que experimentar...
- Pero eso no implica que tenga que volar por los aires todo el ministerio... Contigo tenemos bastante.
- Tenías que decir eso... - lloriqueó Tsuzuki con ojitos lacrimosos.
Wakaba no pudo evitar volver a reír.
- Por cierto - dijo Tsuzuki de pronto dejando su llanto a un lado - ¿Qué hace Watari en el despacho del jefe?
- Le están presentando a su nueva cobaya - repuso Hisoka.
- ¿Cobaya? - preguntó el moreno confuso.
- A su nuevo compañero - aclaró Wakaba.
- Ah... ¿por qué le has llamado así Hisoka?
- ¿Cuánto tiempo crees que tardará Watari en darle a probar alguna de sus pociones?
Tsuzuki prefirió no contestar. En aquel momento la puerta del despacho del jefe se abrió. Tsuzuki hizo hacia atrás la silla de forma que quedó en equilibrio sobre las patas traseras. Quería ver como era el nuevo encargado del área 4. Primero salieron Tatsumi y Watari, este último iba hablando por encima de su hombro a alguien.
- Tsuzuki, te caerás - le advirtió Hisoka, pero el moreno no le hizo caso.
Siguió en la misma pose viendo como el grupo se les acercaba. Watari iba charlando animadamente con un chico de cabellos castaños rojizos y chándal azul y naranja. No le pudo ver bien el rostro por que Tatsumi lo tapaba. Lo que si que vio fue algo que flotaba detrás de ellos pero no pudo distinguir el que.
- ¡Pero que...! - exclamó Hisoka de pronto poniéndose en pie. Del susto que Tsuzuki se llevó perdió el equilibrio y calló al suelo de espaldas. Quedó con las patas en el aire y la cabeza tremendamente dolorida.
- Ayyyy... - se quejó llevándose una mano al cogote con los ojos cerrados.
- Eso duele ¿eh? - dijo una vocecita divertida.
Tsuzuki abrió los ojos y se encontró ante el rostro sonriente de una chiquilla de vaporosos cabellos azules y grandes ojos de color turquesa. Frunció el ceño ¿De donde había salido?
- ¿Qué hace él aquí? - escuchó preguntar a Hisoka.
El veterano shinigami se puso en pie y miró a su alrededor. Hisoka parecía muy contrariado. Tsuzuki no comprendió el porque hasta que el muchacho pelirrojo se volvió a mirarlo. Aquellos ojos...
- Me alegro de volver a veros. Tenéis buen aspecto - saludó alegremente Shuichi.
- ¡Shuichi Shindo! - exclamó Tsuzuki con los ojos muy abiertos.
- No, no, no... - dijo la extraña niña flotando ante el rostro de Tsuzuki... ¿flotando? - Shuichi Niwa... y yo soy Koe. Mucho gusto.
- Ah... este... ¿hola? - dijo Tsuzuki mirando los pies de la pequeña. Si, estaba flotando.
- ¿Pero que hace él aquí? - insistió Hisoka.
- ¿Ya os conocíais? - intervino Watari que no acababa de comprender la situación.
- Fuimos a recoger su alma hace como un año - contestó Tsuzuki sacudiéndose los pantalones.
- Entonces las presentaciones están de más - dijo Tatsumi subiéndose las gafas -. Niwa será el nuevo compañero de Watari, ayudadlo a adaptarse. Yo tengo cosas que hacer, disculpad.
Y el secretario se fue hacia su despacho sin más comentarios.
- Esto me recuerda a mi primer día de clase - comentó Shuichi con una sonrisa. Después se volvió a mirar a los otros en las pocas semanas en las que trabajaron juntos en la banda, no recordaba haber visto una expresión de desconcierto tan grande en sus rostros.
- Bueno... pues eso - dijo Watari dándole una palmada en la espalda a Shuichi -: Este es mi nuevo compañero Shuichi y su espíritu acompañante Koe.
- ¿Espíritu acompañante? - repitió Hisoka algo perdido.
- Es una historia muy larga - contestó Shuichi.
- En fin, bien venidos a la división de citaciones de Tokio - dijo Tsuzuki con una gran sonrisa.
- Gracias.
- Shuichi ¿quieres ver mi laboratorio? - preguntó Watari - He inventado una máquina que seguro te parecerá interesan... ¿Qué os pasa?
Tsuzuki y Wakaba se echaron a reír a carcajadas después de mirar a Hisoka de reojo. El chico rubio se limitó a negar con la cabeza mientras regresaba a sus informes, mientras Watari, Shuichi y Koe los miraban desconcertados.
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Terazuma dio un gran bostezo que lo estremeció de arriba a bajo. Apenas había dormido tres horas. Sentía los ojos muy pesados y cansados. Odiaba leer, pero era lo que había estado haciendo toda la noche por orden de Tatsumi. Ponerse a buscar informes en aquel vertedero al que llamaban archivos, era el peor de los suplicios... Y todo por un inocente comentario malinterpretado (bueno, tal vez no tan inocente).
Al entrar al despacho lo encontró totalmente vacío. Antes de salir estaban Wakaba y Hisoka, pero ahora... Frunció el ceño con desagrado al reconocer cierta gabardina negra en el perchero.
- Ya ha llegado el idiota ese... - masculló entre dientes dejándose caer sobre su silla. Pero grande fue su sorpresa al notar solamente vacío bajo él y al instante un fuerte golpe contra el suelo -. Pero donde demonios está...
Miró a derecha e izquierda buscando su silla. Y la vio al otro lado del despacho, junto a la ventana.
Cogió la silla por el respaldo y la llevó hasta la mesa y cuando estaba a punto de sentarse, la silla salió despedida hacia atrás provocando la segunda caída del shinigami. Se sentó en el suelo y la observó con el ceño fruncido.
- Si esta es la idea de Kanuki de una venganza... - repuso con una sonrisa sarcástica.
Fue de nuevo a coger la silla, pero esta se alejó hacia el otro lado de la habitación.
Terazuma frunció el ceño ya mosqueado ¿Qué demonios le había hecho Wakaba a la silla? Se paró a escasos dos metros y pensó otra posibilidad ¿y si Watari estaba probando alguno de sus nuevos inventos? Eso podía ser peligroso... Salió del despacho un momento y regresó con una escoba. Con precaución empujó la silla con el mango y esta se limitó a girar sobre si misma. Se agachó y miró la parte baja del asiento y las ruedas, pero tampoco había nada anormal. Dejó la escoba contra la pared y fue a cogerla, pero esta volvió a rodar hacia el otro lado.
- ¡Por todos lo demonios, ya está bien! - bramó el shinigami lanzándose contra ella.
La silla le esquivó un par de embestidas y finalmente a la tercera vez que se lanzó sobre ella, la volcó. Se dio un buen golpe en la cabeza al caer al suelo. Se sentó sobándose el brazo y maldiciendo por lo bajo.
Entonces se percató de una alegre risita a sus espaldas. Al volverse se topó con un par de grandes ojos turquesas que lo miraban divertidos. Alejó un poco la cabeza y pudo apreciar un espeso bloque de niebla a su espalda.
- ¿Jugamos otra vez? - dijo una vocecita alegre.
- ¿Cómo?
La silla se enderezó sola mientras era rodeada por la niebla, dio una vuelta sobre si misma y cuando quedó de frente. Terazuma se vio cara a cara con una chiquilla bastante extraña.
- Que si jugamos otra vez. Era divertido.
- Maldita mocosa del... - bramó al comprender que ella era la responsable de todo aquel jaleo.
Koe quedó suspendida en el aire para evitar ser atrapada y siguió riendo mientras el otro hacía vanos intentos por cogerla.
- ¿Pero que haces Hajimito?
Terazuma se volvió al reconocer la voz de su compañera, la cual lo miraba desde la puerta con una ceja levantada.
- ¡Wakaba! - exclamó Koe lanzándose a su cuello.
- Conoces a esa... esa... pesadilla - dijo al final Terazuma aflojándose el nudo de la corbata para poder respirar bien.
- Pero mira que eres desagradable - replicó la chica.
- ¿Es tu compañero? - preguntó la chiquilla.
- Si - suspiró la pelirroja -,te presento a Hajime Terazuma, ella es Koe, es el espíritu acompañante de Niwa.
- ¿Quien?
- El nuevo compañero de Watari - explicó ya cansada de decir lo mismo tantas veces.
- Ah... al que fuiste a buscar.
- Si.
- ¿Y por qué estaba incordiando en el despacho?
- Empezaste tú - replicó la pequeña -. Yo estaba muy tranquila mirando por la ventana y tú te llevaste la silla y por poco te sientas encima de mí.
- ¿Cómo demonios querías que supiera que estabas ahí? Además no puedes entrar en los despachos de los demás porque te de la gana.
- Antipático - contestó Koe antes de convertirse en niebla y desaparecer del despacho.
- Maldita mocosa malcriada - refunfuñó el ex detective.
- Pues tú no eres mucho más simpático - murmuró Wakaba sentándose en su escritorio sin mirarlo.
Terazuma se limitó a mirarla con los ojos entrecerrados, pero no dijo nada. Ya estaba bastante cansado de todo eso. Cogió su silla y por fin pudo sentarse. Pero al hacerlo notó como sus pantalones y la parte trasera de su camisa se empapaban. Aquella mocosa había dejado la silla chorreando.
CONTINUARÁ...
Ja ja ja ja... ¿Qué os ha parecido la presentación en sociedad de Shuichi y Koe? Creo que ha ido bastante bien en general, aunque a Terazuma hay que contarlo a parte XP
Aaaaah... ¡Estoy feliz¡por fin tengo el 14 de Angel Sanctuary T.T! lo esperaba con tantas ganas... ¡Y mi profecía se ha cumplido MUAJAJAJAJAJAAA! (si quereis conocerla leed mi fic "Cuídale") Aunque no he acertado en todo, sí en lo más básico :P
Os agradezco los reviws que me mandais, me hace muy feliz abrir la bandeja de entrada y verlos allí esperándome n.n
Ja ne!
