Capitulo 15: De quidditch, celebraciones y castigos

- Puedo asegurar que este ha sido sin duda el mejor partido que he presenciado en mis años como director de Hogwarts- Dumbledore felicitaba al equipo de los leones y luego se dirigió a los Hupplepuff para darles también su merecida enhorabuena por su buen hacer.

El director no exageraba, acababa de concluir un partido de quidditch alucinante, había durado cinco horas durante las cuales ni uno solo de los espectadores se movió de su asiento. Había resultado bastante reñido hasta el final, momento al que esperó Harry para atrapar la snitch dorada. Quería llegar con bastante ventaja al partido contra Slytherin para así sentenciar lo antes posible.

Todos sus compañeros de casa (y algunos de las otras) habían bajado al campo para felicitar a los equipos por su buen juego y el "rato" tan entretenido que les habían hecho pasar. Ron se encontraba rodeado de "admiradores" que se deshacían en elogios para el pelirrojo, el cual de haber existido un premio al mejor jugador del partido sin duda lo hubiese ganado. Había realizado unas paradas espectaculares, dignas de un jugador profesional y muchas de ellas arriesgando hasta el límite y logrando arrancar gritos de pánico a las gradas.

- ¡Vaya! Ha resultado alucinante incluso para mí- le confesó Hermione a Harry cuando por fin logró llegar hasta el abriéndose paso entre la multitud.

Dio un gran abrazo y un beso a su amigo y luego miró con pesar a la profesora McGonagall que la observaba desde su posición. Harry recordó el castigo de su amiga, era tarde y supuso que se perdería una de las mejores celebraciones que había vivido la casa de los leones jamás. Los ánimos estaban muy altos y ya muchos metían prisa por partir hacia la sala común. Hermione miró hacia donde se hallaba Ron, unos metros a su derecha, y le dijo a Harry:

- Cuando termine de atender a sus admiradoras felicítalo de mi parte, ahora me tengo que ir- acto seguido la muchacha de cabellos castaños desapareció entre la muchedumbre.

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No había gran cosa que recoger en el vestuario de los tejones. Hermione sonrió, después de todo no iba a tener que perderse la celebración de su casa. Tomó un trapo y comenzó a limpiar sobre lo limpio, si salía muy rápido McGonagall quizás le asignaría una tarea adicional. Estaba sumida en sus propios pensamientos cuando sintió como si algo se moviera a sus espaldas, giró la cabeza rápidamente pero no vio a nadie. "Deben ser imaginaciones mias" pensó, y continuó con su labor.

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-Luego te alcanzo Harry- dijo el pelirrojo- voy a buscar al vestuario el paquete que me mandaron Fred y George para la celebración.

- Está bien, nosotros subimos ya.

Ron caminó en sentido contrario que el resto de sus compañeros, los gemelos le habían enviado otra de sus "travesuras" junto con una nota que le había llegado justo antes del partido.

Querido hermanito:

Para que veas cuanta bondad anida en los corazones de tus hermanos favoritos, te obsequiamos con el último y más reciente producto de Sortilegios Weasley. Hemos pensado que podría serte útil en caso de que Gryffindor gane hoy el partido (aunque os será difícil sin los pelirrojos bateadores estrella del equipo). Sabes que no esperamos nada a cambio de nuestro obsequio, pero por si alguien te pregunta donde lo adquiriste adjuntamos cien tarjetas de la tienda para que repartas. Esperamos que el paquete sea del agrado de todos y te deseamos suerte (la vas a necesitar)

Atentamente:

Fred y George

P.D. : HAY QUE APLASTAR A SLYTHERIN.

A Ron no le había dado tiempo siquiera de abrir el paquete, pues Harry había empezado a dar instrucciones, así que lo dejó en su taquilla para recogerlo después.

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Hermione silbaba una canción mientras limpiaba los espejos concienzudamente. De repente cesó de silbar y miró la figura que la observaba a través del espejo. Se dio la vuelta muy lentamente como si no creyera que realmente aquella persona estuviese allí, detrás de ella. Pero sus peores temores se confirmaron cuando comprobó que efectivamente se hallaba allí. Abrió la boca para gritar, pero de la varita del enemigo salió un hechizo que impidió que de la boca de la Gryffindor saliera sonido alguno. Todo su cuerpo temblaba, "otra vez no" pensó. De repente lo recordó todo, ¿Cómo había sido tan estúpida de olvidar? No, esta vez no lo permitiría, pero… ¿Qué podía hacer ella? Su varita la tenía la profesora McGonagall y sin esta era imposible defenderse de una amenaza como aquella. Sin embargo la castaña no se amedrentó y sacando fuerzas se abalanzó sobre su oponente. El intento falló y solo consiguió caer de bruces al suelo, el sonido de aquella desagradable risa taladró sus oídos.

- Ya hemos pasado por esto antes, ¿aun insistes en ofrecer resistencia?- la pregunta era sin duda alguna retórica, puesto que Hermione no podía contestar- Prometo acabar rápido.

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Tomó el paquete y se disponía a salir cuando una rubia Slytherin se interpuso en su camino.

- Vaya, Weasley, te sentirás muy importante por tu actuación de hoy- lejos de tratarse de un halago la voz de Pansy daba a aquellas palabras u tono burlesco.

- Déjame en paz Parkinson- respondió Ron mientras intentaba esquivarla, pero ella volvió a impedirle el paso.

- No te será tan fácil contra Slytherin, este año nosotros ganaremos la copa de quidditch.

- Me alegro de que no pierdas la esperanza- y dejando a Pansy con la boca abierta para responderle Ron se escabulló por la puerta cerrándola a sus espaldas.

Una vez se halló fuera suspiró y entornó lo ojos, no tenía ya suficiente con Malfoy que ahora también se tenía que aguantara su noviecita. Frente a él estaba la puerta del vestuario de Hupplepuff, recordó que Hermione estaba allí. Si entraba un momento y la ayudaba ella no tendría por que perderse la celebración. Se acercó hasta la puerta, posó su mano en el pomo, pero de repente le vino la imagen de Hermione a la mente, regañándole por intentar hacer trampas en el castigo. Lo pensó mejor y se alejó por el pasillo.

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La levantó del suelo con la varita, Hermione suspendida en el aire se asemejaba más a uno de los fantasmas de Hogwarts que a un vivo. No podía soportarlo más, llevaba un tiempo luchando interiormente contra aquella fuerza pero finalmente se rindió agotada, su cuerpo antes rígido se relajó y quedó como colgando por una cuerda invisible, inconsciente.

- Nunca deja de sorprenderme lo fuerte que llegas a ser. Pero jamás lo serás más que yo – diciendo esto movió la varita bruscamente a la vez que el cuerpo de la Gryffindor seguía el mismo recorrido y que vino a estrellarse contra uno de los espejos produciendo un gran estruendo.

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Se encontraba a escasos metros de la salida cuando escuchó un estruendo como de cristales rotos.

- ¡¿Hermione?!- exclamó sin recibir respuesta alguna. Corrió por todo el pasillo preocupado puesto que si sus oídos no lo engañaban el ruido había salido del vestuario de los Hupplepuff, donde se hallaba Hermione. Nada le hubiera extrañado menos a Ron que encontrarse a Parkinson molestando a su amiga, aquella arpía estaba muy resentida y con ganas de venganza.

Abrió la puerta bruscamente, pero lo que se encontró lo dejó paralizado. Hermione estaba tendida en el suelo, sangraba por muchas pequeñas heridas al parecer producidas por los pedacitos de uno de los espejos, que se había roto. Se acercó cuando consiguió salir de su parálisis, pero algo al fondo de la habitación se movió.

- ¡Alto!- gritó Ron, pero la figura le lanzó un rayo que gracias a los reflejos del pelirrojo pudo esquivar tirándose al suelo. Cuando se incorporó y buscó al intruso este ya había desaparecido. Se puso en pie con algo de dificultad pues se había dañado en la caída. Caminó hasta su amiga que seguía tendida inconsciente en el suelo del vestuario.

- Hermione- le dijo mientras la mecía suavemente intentando que despertara- ¿Estas bien… Despierta Hermione.

Tras un par de intentos los ojos de la castaña se abrieron y pareció sorprenderse al distinguir a Ron. Intentó incorporarse pero la mano del pelirrojo la detuvo.

- No te levantes, ahora mismo te voy a llevar hasta la enfermería.

- Me encuentro bien, Ron, de veras- dijo la muchacha intentando parecer convincente.

El muchacho la miró con desaprobación, cuando se trataba de tozudez solo una persona ganaba a Hermione, y como esa persona era el propio Ronald Weasley el joven no desistió en su empeño.

- Yo no creo que estés bien para nada, y no aceptaré un no por respuesta, irás a ver a la señorita Pomfrey – Hermione empezó a reír por lo que Ron se quedó muy confundido- ¿Q-Que pasa?

- Me has recordado a mi padre cuanto intenta verse fiero sin tener mucho éxito.

Ron sonrió ante la comparación.

- Oye Hermione, hay una cosa que aun no te he preguntado- su rostro volvió a mostrarse serio- ¿Quién te atacó? Cuando llegué alguien estaba aquí e intentó atacarme también a mí.

Ante la declaración de su amigo el cuerpo de la muchacha se agitó de miedo, abrió la boca y luego… no dijo nada. Tras unos segundos en los que Ron esperaba una respuesta por fin Hermione habló.

- Yo… no lo recuerdo- dijo tocándose la cabeza- Me he dado un fuerte golpe.

- ¡Ahá!- exclamó su amigo triunfante- ¿lo ves? Vamos a la enfermería y no hay más que hablar- y diciendo esto Ron tomó a su amiga en brazos y salió del vestuario.

-Estoo… Ron, creo que puedo caminar yo sola.

El pelirrojo no le respondió y siguió caminando. Estaba bastante raro, o al menos eso le pareció a Hermione así que no volvió a rechistar y dejó que su amigo la llevara hasta la enfermería.

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Harry estaba sentado junto al fuego, narrando a sus compañeros por tercera vez como había atrapado la snitch dorada, cuando pudo ver a su amigo traspasar el cuadro de la señora gorda. Al contrario de lo que esperaba, el pelirrojo no se quedó en la sala común sino que subió directamente a las habitaciones ignorando las invitaciones y halagos de cuantos notaron su presencia.

- Chicos, he de ir a por una cosa- se excusó Harry y siguió el camino que había tomado Ron unos segundos antes.

Su amigo lo miró con gesto extraño cuando entró en la habitación, Harry se acercó hasta el.

- ¿Por que tardaste tanto?- supo que al chico le ocurría algo pero prefirió esperar a que se lo contara por voluntad propia. Ron tardó un poco en contestar, entonces Harry sintió algo extraño, cuando miró a Ron a los ojos sintió como una descarga de energía, una fuerza parecida a la que sentía con Voldemort y sus estados de ánimo. La vista se le nubló, pero fue mayor la confusión que el dolor. Solo las palabras de su amigo lo sacaron de su trance.

- Hermione está en la enfermería, Harry, esos malditos Slytherin le tendieron una trampa.

- ¡¿Cómo?!- al moreno la noticia le pilló por sorpresa- Hermione… ¿esta bien?

- Bueno si, perdona por asustarte, ahora mismo esta en observación, pasará la noche en la enfermería por precaución.

- Pero, ¿puedes explicarme que ha pasado?

- Pues, yo volví al vestuario para buscar el paquete que me mandaron Fred y George…

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Ron relató la historia a Harry con todo lujo de detalles, desde el encuentro con Pansy hasta el Slytherin que salió huyendo del vestuario.

- ¿Cómo estás tan seguro de que fueron los Slytherin los culpables?- cuestionó Harry.

- Esta claro, se quieren vengar de Hermione; seguramente la idiota de Parkinson le pidió al hurón que le preparara una treta a Hermione, va a saber ese Malfoy lo que es bueno- una vez más el carácter del Weasley le perdía.

- Yo no lo tengo tan claro Ron, tengo malos presentimientos desde hace algún tiempo, desde el extraño comportamiento de Hermione y sus encuentros en el bosque.- Harry estaba convencido de que aquellos extraños sucesos debían estar relacionados de un modo u otro.

- Entonces… ¿piensas que Hermione nos está mintiendo? ¿Qué nos oculta algo?- el pelirrojo no parecía convencido ante la sugerencia.- Yo no creo que ella nos hiciera eso.

- No lo sé. Es todo muy confuso, y además es muy raro que no recuerde nada.

- Bueno se dio un golpe, es la verdad vi el morado.

- Habrá que estar atentos, para que no le pase nada más a Hermione y para tratar de descubrir de que se trata todo esto.

Por primera vez ambos estuvieron de acuerdo, y decidieron extremar su atención en busca de algún indicio que les señalara el culpable de aquel suceso. Pero Harry no podía dejar de pensar en el por qué de aquella extraña sensación que sintió al mirar los ojos de su mejor amigo…


Primero aclarar que llegamos a la recta final de fan fic (se oyen aplausos atronadores porque ya se van a librar de mi :P), eso si no se me alarga como siempre, nose exactamente cuantos cap me va a ocupar,espero concluirlo lo antes posible. Ya tengo el final medio organizado, me falta solo escribirlo XDD


Respuestas a los reviews:

Jo: tranquil (no se si eres chico o chica UU) ya se lo que es no tener tiempo para extenderse -

Ana Maria: me alegro que te gustara el anterior, espero que este sea de tu agrado aunque el final lo hice bastante deprisa para poder subirlo lo antes posible. Me tengo que poner al día con tu fan fic pq llevo perdidos algunos capitulos UU pero prometo dejar review :D. Besos!

Ophelia Dakker: normal, esas cosas pasan por estar leyendo frente al ordenador a las cuatro de la mañana :P, aunque a mi tambien me ha pasado. Espero que este cap sea de tu agrado. Besos.

Gracias por leerme y… un review me haría feliz

Cuidense!