NdYune-o¡Hola a todos! Este es mi 2º fic de Rurouni Kenshin, y sí, es un PG-13, pero yo no acostumbro a escribir cosas porneques ni eróticas o derivados, así q no se pasen rollos, que no pondré nada "Oh-wow-esto-atenta-a-mi-pudor!" debido a q mi asco personal es fácil de romper n.ñU
En fin, eso es todo n...n Ojalá me lean al menos unos poquitos y les guste mi fic porque he intentado hacerlo lo mejor posible (les guste el lemmon o no, pq estamos en término medio).

Disclaimer: Nooo, ninguno de estos personajes me pertenece (por mucho que quisiera -menos a uno- T.T), son todos de Nobuhiro-sensei, pero no descarten la posibilidad de que los rapte... :Yune saca su cuchilla: ...

Semana uno

-Día uno-

Aquí estoy otra vez. Las luces no hacen falta, y en realidad no las quiero. Odio la luz en momentos como éste, porque me hace ver lo que estoy haciendo, el camino que he escogido y la razón de mis vergüenzas. ¿Que por qué lo hago? Porque si no alguien estaría sufriendo aparte de mí. Y si ya de por sí estoy haciendo sufrir a quien más quiero aunque no lo sepa, si no lo hiciera sería aún peor. No. Debo continuar. Es la única salida que me queda...

- Eres buena ¿eh? –Dijo el hombre tras un largo suspiro.

-...

-¿Cuánto es?

-100000 yens.

-¿Tanto...?

-Es el precio por la calidad.

-Hmph, está bien. Sólo te los doy porque me hiciste pasar un buen rato, chiquilla loca.

Kaoru Kamiya se levantó tranquilamente y se dirigió hacia el salón principal, intentando no mirar al grasiento y maloliente tipo que había sido su cliente. Nunca miraba a la cara a ésos hombres ni durante el trabajo ni cuando éste ya había concluido, pues se sentía más impura aún, aunque ya a estas alturas, fuera o dentro del trabajo se sentía de esa forma. El aroma del cuarto tan arreglado que era su sitio de trabajo y de las miles de sesiones llevadas a cabo en él no se le desaparecía de la piel, y no la dejaba olvidar en ningún momento sus abominables y vergonzosas acciones. Sólo quería darse una ducha, a ver si eso le hacía, aunque fuera por un momento, olvidar todo y no sentirse tan sucia con el sudor de los hombres cuando terminaba su turno y debía volver con sus hermanas pequeñas, que en estos momentos estaban siendo cuidadas por Misao, su mejor amiga, y Gensai, el doctor amigo de la familia que siempre la ayudaba a ella y a sus hermanas.

-¡Kaoru-chan!

El patrón de la chica llamó su atención. Se veía agitado, y sacó abruptamente a Kaoru de sus pensamientos y de su intención de ducharse que tanto anhelaba.

-Tooru-sama...

-Siento haberte tenido que hacer quedar fuera de turno, pero tú sabes, Megumi-chan no vino porque al parecer está enferma, y necesitábamos un suplente. Ustedes dos son las más solicitadas...

-No se preocupe, Tooru-sama. Ya terminé, ¿cierto?

-Si, si, si. Claro que sí...

-Bien, entonces me daré una ducha, si no le molesta.

-Ooh, acerca de eso, lo siento, pero Tsubame-chan la está ocupando...

-Pero podría bañarme con ella, es que en serio necesito un baño y en mi casa no hay agua...

-Es que no entiendes... se está duchando... tú sabes... con el chico ese de la esqui-

-Aarg! sí, sí, ya entendí.

Haaah... -Kaoru suspiró, decepcionada hasta la médula por no poder usar la ducha e igualmente asqueada por la naturalidad de su patrón para comunicar la situación de su compañera- ¡Mira que hacer trabajar a Tsubame-chan, que solo ayer cumplió los 14 años! Viejo abusivo. Se aprovecha porque ella no tiene a dónde ir. Espero que al menos le de el 50 de lo que gana, como a mí, aunque normalmente les da el 35. Si no fuera porque éste lugar es más sanitario y seguro que trabajar por cuenta propia, definitivamente me iría de aquí. Así juntaría dinero y podría por fin salir de todo esto... Aunque a quién engaño, realmente. Si las cosas fueran tan fáciles... En fin... tendré que ir a comprar un bidón de agua en tanto llegue a casa, y sin ayuda, pues el doctor Gensai se haría trizas la espalda siquiera intentar cargarlo. Ojalá nadie me vea salir...

-Día dos-

Un nuevo día comenzaba y la gente se levantaba llena de ánimo y saliendo de un reparador sueño de ocho horas como mínimo. Los pájaros cantaban y el mundo era feliz... hasta cuando se entraba en el 5º piso del hotel Tokyo International, en donde no comenzaba un nuevo día, sino un nuevo tedio. Los maquilladores y ayudantes del manager iban de allá para acá, preparando el ambiente y negociando con los canales de televisión, quienes se disputaban 30 minutos de conversación con la megaestrella, vocalista del grupo pop más famoso en el mundo de la J-music ("Angel's Grave") y símbolo de la honestidad y buena vivencia: Kenshin Himura, "Battousai", y su prometida Tomoe Yukishiro, para saber todo acerca de la pareja más querida y famosa del momento, y del nuevo álbum en que cantarían canciones juntos. Estaban prontos a casarse, por lo que la prensa y los fans también estaban que ardían con presiones para poder ver en todas las partes posibles a la banda y la pareja del millón de dólares. Estaban en pósters, cuadernos, revistas, agendas, lápices, campañas ecológicas, centros caritativos y hasta en el papel higiénico. Todo lo que llevaba la cara de Kenshin, su banda y Tomoe se vendía como pan caliente.

-Kenshin, querido, ya despierta, el manager se está impacientando, recuerda que debemos salir a las 7:00, luego a las 8:20, a las 9:15, 10:45, 12:38, 13:25, 16:35...

-ZzzZzzzzzzZzzZz

-Oye Kenshin! Estoy hablando sola?

-ZzzzzzZzZZZZZZZzzzzzzz

Tomoe se dio cuenta de que, efectivamente, estaba hablando sola. Justo en el momento en que estaba más inspirada comentando el horario con Kenshin, que había memorizado completamente la noche anterior con el fin de fastidiar a su prometido, que dormía a su lado como un perro viejo. Por una parte lo entendía, puesto que el día anterior habían tenido una agenda igual o más apretada que la actual, pero ¿y ella? no estaba cansada también? "Hombre flojo! No es más que un flojo!" pensó, y comenzó a sacudir a su pelirrojo novio con salvajismo, para que éste despertara.

-Oroooo...

-Ya despierta, has dormido como tronco seco las últimas 4 horas, deberías estar feliz!

-Mññññ... ZzzzzzZzz

Bien, si ni por las buenas ni por las malas despertaba, tendría que hacerlo por... las orejas. El punto débil de su prometido que Tomoe conocía muy bien. Un método implacable, a prueba de fallos.

-Oh Keeeenshiiiiiin... no me obligues a jugar con Mister Orejaaa...

-!

Kenshin, en tanto escuchó acerca de Mr. Oreja, saltó como gato de la cama y se arrinconó en la pared de la pieza cubriendo sus orejas con ambas manos, recordando con horror la manera en que Tomoe mordía sus orejas y acariciaba con sus dedos los contornos, cosa que lo hacía perder el control porque era el único lugar en el que sentía cosquillas. No unas cosquillas normales, sino de esas que te hacen llorar de la risa y retorcerte para que te suelten de tal forma que quedas con el vientre adolorido y los ojos llenos de lágrimas. Tomoe se echó a reír a carcajadas, cuando vio los pelos en punta de Kenshin en el rincón de la pieza. Sabía que eso funcionaría, conocía a Kenshin demasiado bien, o al menos eso era de lo que más se jactaba.

Eran las 20:50 de la noche y por fin había terminado la entrevista con el Canal 43 (la nº 9 en la lista) y las aperturas de distintas organizaciones y eventos, y Tomoe debía encontrarse con su hermano en su casa por una reunión familiar acerca de las distintas parejas que cada hijo (de los seis) iba a tomar para compartir su vida. Kenshin no quería ir ni en lo más mínimo, pues el hermano de Tomoe, Enishi, el gran y conocido kendoka rival de él en este deporte, siempre le había tenido sangre en el ojo por haberle quitado a su hermanita porque, según él, una estrella no tenía tiempo para amar de verdad. Todo giraba en torno a la farándula.

-Por favor, Ken-chan, en vez de huir deberías demostrarle que sí me quieres ¿eh?

Tomoe abrazó el brazo de Kenshin y colocó su cabeza en el hombro de éste. Él sonrió, algo incómodo...

Y esa incomodidad aumentó alarmantemente al momento en que miró al frente, y se encontró con la mirada de Enishi Yukishiro, quien se subió los lentes amarillos que tenía y los colocó entremedio de sus grises (color no-natural) cabellos cortos y disparejos, reflejando unos ojos de "aléjate-de-mi-hermanita-o-te-uso-de-mondadientes", mientras llevaba a una jovencita de unos 19 años enganchada a su brazo. Ella le llegaba un poco más abajo del hombro, tenía cabello negro tomado por una coleta alta y unos ojos azules muy profundos que reflejaban una gran simpatía e inocencia. La chica se volteó hacia su acompañante y le dio un codazo, con una mirada de "preséntame-de-una-vez-idiota" mientras éste seguía callado, contemplando la escena del parcito de enfrente.

-Eeehm... Kenshin, creo que ya conoces más que bien a Enishi, no? Bueno, entonces, ella es Kaoru Kamiya, su novia. Kaoru-chan, él es Kenshin, mi prometido. -Dijo Tomoe, separándose un poco de Kenshin, para que Enishi relajara un poco la cara.

-Sí, por supuesto que ya los conozco tanto a usted como a su prometido, recuerden que son la pareja del millón de dólares, ne?.

Bien... creo que ya han pasado más de treinta minutos y Enishi sigue sin hablar más de cuatro palabras, las cuatro en monosílabos, y he tenido que intentar sacar yo un poco a flote la conversación, para que la tensión se afloje aunque sea una mínima parte, y además, debo caer bien ante la familia de mi novio.

Me gustaría que fuese un poco más alegre cuando estamos en la mesa, debería darse cuenta de que me estoy poniendo nerviosa. Eso es lo que no me gusta de él, sin embargo, lo quiero. Todos tenemos defectos, el suyo sin duda es ese superdesarrollado complejo de hermano hacia Tomoe-san. Por otra parte, ese tal Kenshin encandila todo mi encanto con el suyo, al ser él la "oh-qué-impresionante" megaestrella vocalista de la "oh-cuán-popular" banda del pop.

Que se pudra, a mí ni siquiera me gustan sus canciones... bueno, algunas... ¡Ok! me he comprado más de 6 discos suyos, pero debo esconderlos de Enishi o él me los arrojaría a la basura, jajaja. En serio el gran "Battousai" sí parece una buena persona y no una burda imitación como otros artistas que aparentan ante las cámaras. Debe ser un muy buen tipo, y, por su forma de hablar, uno nota a distancia su gran honestidad y solidaridad. Se ve que es muy, muy correcto... qué envidia. No se parece en nada a mí ni a mi trabajo.

Kaoru observaba atenta a los ojos de Kenshin, al igual que la familia entera (Enishi incluido), interesada en lo que hablaba, mientras éste contaba sus anécdotas de cómo salvó a tal persona, cómo ayudó a éstas otras (todas con detalles), pero que él no era nada más que un hombre normal, y no tenía nada de espectacular aunque perteneciera más de 23 de las 27 obras caritativas del país. La mirada de Battousai no se detenía ante ninguna, y esto debido al nerviosismo que sentía al estar con la familia de su novia. Detenerse a mirar a alguien le pondría aún más nervioso...

Entonces, cometió un error fatal involuntariamente: Mientras seguía hablando todo inspirado, se fijó en unos ojos azules en la esquina de la larga mesa en la sala que, al igual que todos los otros, miraban los suyos, pero por alguna razón éstos llamaron su atención. Se quedó mirándolos fijamente, sin terminar la frase que estaba diciendo con la mano estirada en su gesto y expresión paralizada, como si le hubieran puesto "Stop" o "Pause" a su charla. Todos se quedaron mirando unos a otros, luego a Kaoru y luego a Kenshin, en unos momentos de silencio que parecían interminables. Kaoru enrojeció, al igual que él ante tan incómoda situación... hasta que Enishi, con un gran disgusto e ira en su expresión, tomó la cara de Kaoru con ambas manos y le dio un largo y apasionado beso, para luego mirar a Kenshin de manera desafiante (no haciendo caso de las protestas en voz baja de Kaoru por no avisarle de su machismo al pedo, luego de que ésta reaccionara), haciendo notar que esa ira iba creciendo gracias a él.

Kenshin enrojeció aún más y se dio cuenta de la situación comprometedora, por lo que, como si no hubiera pasado, siguió contando su historia, mientras, tanto el observador como la observada pensaban en sus adentros al unísono: "¿Qué rayos fue eso?" con una gran extrañeza y vergüenza. No sabían por qué simplemente por un instante los ojos violetas no podían dejar de mirar a los azules y viceversa...

-Día cinco-

Tres días habían pasado ya desde ése incidente y los ojos violetas no habían vuelto a ver a los azules, y francamente, Battousai estaba demasiado ocupado con las actividades del Angel's Grave como para preocuparse de esas cosas. Habían dado un concierto en Tokyo en esos días, y estaban agotadísimos, pero esa noche habían hecho una fiesta con la banda y sus amigos para relajarse un poco y celebrar el número de ventas que había sobrepasado las 9 millones de copias en todo el Japón de su disco y casi el mismo número de entradas o más a sus conciertos.

Sólo le quedaban unos meses de soltería y, según su amigo y administrador de ganancias Hiko Seijuro, debía aprovecharlos al máximo, así que luego de que Aoshi, Cho y Shura (integrantes de la banda) se fueran, irían al Big Red Bunny (Hiko invitaba) para pasar un buen rato con las conejitas del lugar. Kenshin, que estaba agotado y no se había despegado de Tomoe las últimas 3 semanas por el trabajo, pensó que le haría bien una escapadita. Hacía más de 2 meses que no echaba una canita al aire, y con sus 25 años, se sentía ya como aprisionado por los conciertos, campañas y obligaciones con su novia. ¿Por qué no? Le haría bien algo de diversión, para variar.

-Jajajaja Vamos, Kenshin! Aún no te casas, no? No eres de fierro!

-Puess...

-Claro que no! esto te hará bien, estás con demasiado estrés.

-Sí... creo que tienes razón. ¡Soy soltero y tengo que divertirme de vez en cuando! Tomoe no es mi dueña! Aunque no sé porqué me insistes tanto si hace más de media hora que te estoy diciendo que sí quiero ir y no me escuchas...

-... eeeh;;... En fin! Era por si te echabas para atrás, "Señor Correcto"!

-¡Oye, soy correcto, pero no robot!

Kenshin y su amigo entraron al Big Red Bunny, el prostíbulo-topless más prestigioso de la ciudad, con total naturalidad. Él tenía el rostro cubierto con lentes oscuros y una bufanda como precaución, y con las luces de colores el tono obvio de su pelo resultaba no serlo tanto, por lo que no había problema. Hiko en tanto entró se fijó en una señorita de cabellos negros y labios rojos, con una especie de traje de baño y orejas de conejo en la cabeza, que se le acercaba.

-Mi nombre es Megumi. ¿Alguno desea que le haga compañía?

Hiko quedó boquiabierto al contemplar a la joven al frente suyo, y se fue con ella sin pensarlo dos veces -Ahí te ves, Kenshin! Te espero en unas cuantas horas!

En el umbral de la apertura que daba al pasillo, un joven de cabellos marrones, muy alto, de brazos cruzados y con una cinta roja en la cabeza vio a la pareja entrar a los cuartos, y dio una mirada a Megumi que dejaba ver obviamente su preocupación, pues Hiko se veía enorme en comparación a ella. Como su protector era su obligación fijarse en esas cosas, así que Megumi le devolvió la mirada con una sonrisa, agradeciéndole su preocupación y haciéndole saber que estaría bien. Luego le hizo una mueca, y aunque Sanosuke se la devolvió con fastidio, al irse ella el joven siguió mirándola, aún preocupado.

Kenshin quedó solo, expectante. No había nadie que se le acercara, y miró hacia todos lados, esperando que alguien apareciera, pues el cuarto estaba casi vacío si no fuera por las bailarinas en la plataforma y la manga de pervertidos (¿y él?) con botellas de licor y billetes en las manos que miraban entusiasmados a las jóvenes. Se estaba impacientando.

-Señor, lo atienden?

Kenshin miró sorprendido a su lado al encontrarse con... un hombre moreno de labios gruesos y de espaldas anchas, que se veía que poseía mucha fuerza. Fumaba un puro y vestía una polera (remera, playera, t-shirt) de palmeras y soles con anteojos oscuros, como si fuera Hawaiano, además de unos pantalones cortos. Le tocó el hombro insinuantemente y el pelirrojo cantante hundió un gemido de horror, con su rostro vuelto azul, y se hizo hacia atrás, con dos pasos agigantados y llenos de pánico.

-N... no! Yo... yo so... soy heterosexual!

El hombre miró sorprendido al joven y ante su reacción quedó en silencio por un momento, para luego romper en carcajadas estruendosas y escandalosas que hicieron que Kenshin quedara extrañado y con la cabeza llena de signos de interrogación.

-¡JAJAJAJAJA! No me malinterprete, señor. Yo soy Tooru Imagashi, el administrador, y venía a ver si le podía facilitar su atención.

-Oh... -Dijo Kenshin, con la cara llena de rubor ante su estúpido y vergonzoso malentendido.

-Bueno, si quiere algo realmente de calidad, vaya al cuarto 34 a la derecha. Lo estarán esperando.

¿Qué horas son ya? Hmmm... aún faltan 4 horas para mi fin de turno. Esta noche se me ha hecho larguísima. Qué bueno que no he tenido muchos clientes hoy... realmente estoy agotada de toda esta porquería de trabajo. No hallo la hora de terminar mi condena y poder irme de aquí. Realmente el hecho de dar este ejemplo para Suzume-chan y Ayame-chan me avergüenza... en parte lo hago por ellas, pero... no es la mejor manera. Debí darme cuenta antes, pues ahora no hay marcha atrás...

La puerta se sintió, y alguien prendió las luces de la habitación. Kaoru supo que su cliente había llegado, así que se sentó en la cama... pero no estaba preparada para lo que iba a ver.

Battousai, quien ya se había quitado los lentes y la bufanda, aún no se daba vuelta para ver a su "acompañante", y hablaba y hablaba sin parar, sin darse cuenta de nada.

-Bien, creo que ya te diste cuenta de quién soy por mi pelo ¿no? Bueno, tendrás el honor de ser mi acompañante esta noche. Ojalá merezcas lo que cuestas, aunque al finalizar esto no querrás que te pague nada con lo contenta que estarás. ¡Jajaja Verás que no sólo soy bueno cantanddd...!

Kenshin por fin se volteó, y volvió a ver aquellos ojos azules de la reunión familiar, que lo miraban en un rostro que no cerraba la boca ante la impresión, y en tanto los vio él, hizo el mismo gesto. Ambos se mantenían congelados ante el momento y la situación, y ninguno mostraba intención alguna de romper ese silencio.

Kaoru no podía creer que el Señor Correcto no fuera tan correcto como parecía...

Y sonrió, con una expresión maliciosa tatuada en el rostro.

NdYune-o: Nee, qué les pareció? Les confieso que me da bastante cuco el haber publicado esto... tengo la impresión de q nadie va a pescarme XD. Había hecho este fic hace tiempo pero me daba el mismo cuco publicarlo... Ah, y para (los poquitos) que han leído mi otro fic -Aishiteruze Killer-, sorry la demora (falta de inspiración T.T), pronto lo pondré. No lo duden n.n.
Porfis, porfis déjenme reviews! Quisiera saber qué opinan u.u. PD: Ah! Por favor, ayúdenme a inventarle un nick a Aoshi para la banda... tengo para todos menos para él... (es el guitarrista).

:Yune-ô:

You-Didnt-Wanna-Know . tumblr . com

23:09 25-05-2004
22:24 16-07-2004