El Sueño de una Bruja
Hace mucho tiempo en una noche de luna roja una bruja nació, una pequeña niña con un poder grande pero que tenía una maldición igual de grande, era amada por sus padres y ella los amaba con igual fervor, los años pasaron felices y brillantes, pero en una noche de luna llena los padres de la niña murieron, la niña con el corazón roto y lleno de lágrimas fue acogida por una bruja en una noche de luna nueva…
Los años pasaron y la niña se volvió una mujer y el bendito poder con el que nació creció con ella y se volvió una bruja, lamentablemente en una noche de luna menguante su querida maestra murió y una vez más con el corazón roto y lleno de lágrimas de dolor, la bruja le pregunto llena de pena a la luna:
- ¡¿Por qué ?! ¡¿Por qué ?! ¡¿Porque todos a los que amo mueren ?! -
La luna le respondió con pesar a su querida hija:
-Naciste bajo mi bendición, pero con mi bendición también se lleva una maldición, tu gran poder no te permitirán morir juntos a aquellos que amas, por eso querida mía ten cuidado a quien decidas dejar entrar a tu corazón porque serás la que los despida con un beso-
Así el tiempo paso, la bruja prometió no volver a abrir su corazón a nadie más y se enfocó en su amor por el conocimiento, en tener una vida libre, ir a donde el viento la llevara sin reglas, ni nadie que le dijera que hacer , ser libre era su forma de vida y su amor el saber…
Pero un día de primavera bajo el sol brillante conoció a un caballero con una gran sonrisa llena de secretos, el hombre le pido que le enseñara sus conocimientos pidiéndole que fuera su maestra en la magia, la bruja acepta porque para ella el conocimiento no debe de ser guardado si no compartido para aquellos que lo buscan…
Los mese pasaron y ellos fueron abriendo sus corazones uno al otro, secretos, sueños y deseos, ambos se enamoraron y por primera vez la bruja vivió como una mujer normal, amar y ser amada, tener un hogar y un compañero que caminara a su lado , pero una parte de su corazón temía el día en que su maldición también lo tomara a el de su mano, vio a su compañero, él era fuerte gracias sus enseñanzas lo hicieron hábil en la magia, talvez solo talvez el fuera lo suficiente fuerte como para eludir la maldición, en el corazón de la bruja quedo el miedo y la esperanza…
Solo el tiempo dirá…
Una noche, una luna de roja ocupaba todo el cielo, esa noche el compañero de la bruja murió en su regazo pintado con el mismo color que su madre en el cielo, la bruja lloro un mar de lágrimas con el corazón roto y aullando de dolor al cielo, con pena profunda grito al cielo…
- ¡Madre! ¡Madre, por favor! ¡Quítame esta maldición! ¡Quiero reunirme con aquellos a quienes amo y perdí! -
Grito ella y su madre al verla así desde el cielo nocturno le respondió:
-Mi hija amada la única forma de irte seria en el mismo día que te vi nacer, tengo muchas caras, pero solo pintada de rojo será cuando tu maldición podrás romper, hasta entonces camina por el mundo sana los corazones que como el tuyo sufren, sánalos y dales la paz que buscas y cuando llegue el día te reunirás con aquellos a quienes tu corazón más amo-
Así desde esa noche la bruja vaga por el mundo sanando corazones rotos y recuerdos dolorosos, se dice que solo aparece en las noches de luna cuando los llantos y las lágrimas de tristeza y perdida caen como lluvia, es cuando ella los vuelve diamantes y los recuerdos dolorosos en joyas, pero ten cuidado de la bruja de la luna roja porque ella podría en su dolor robarte el corazón, lágrimas y penas porque sin ellas nunca más podrás sonreír y al igual que ella vivirás con la maldición de un corazón roto y full de lágrimas a la espera de que la bruja cumpla su sueño y su corazón sea libre.
-Y esta es la historia más célebre de la famosa escritora de libros infantiles Colette Biza quien ya su obra prima cumple 10 años from su lanzamiento aun hechizando los corazones millones en el mundo-
La radio pequeña y portátil sonaba en la cómoda a lado de la cama, era el habito que tenia de escuchar la radio todas las mañanas, puede que fuera gracias a que mi amor fuera el encargado de ser el presentador de las mañanas y parte de la tarde, un habito que después de todo este tiempo aún tenía como si en cualquier momento volviera a escucharlo, era algo triste y patético, aun así, era de lo poco que aún me aferraba de mi vieja vida.
Solo dos cosas que eran constantes en mi vida una radio y el dolor de mi pecho, salí de la ducha secándome el pelo con una toalla miré el reloj aún era temprano, pero si quería hacer lo que quería el tiempo era esencial, cosa graciosa y un poco de mierda que alguien como yo se preocupara el concepto mismo del tiempo, suspiré y me senté en la cama tome los anillos que descansan a lado de la radio y me los puse de inmediato me sentí desnuda sin ellos, no mentía con eso: podría ir desnuda al aire libre sin sentir ya nada de pena o pudor pero si me quitaba los anillos que sentí tan… sola.
Como si perdiera mi única conexión con él, bien a trabajar, comencé a vestirme y claro hoy sería una ocasión especial y por eso mismo vestiría algo igual de especial, fue un regalo de una vieja amiga por mi ayuda, sonreí y una vez vestida fui hacia el baño para comenzar a maquillarme, mientras que la radio continúa con su segmento…
-Tenemos hoy a la misma Colette Biza en una entrevista exclusiva para responder preguntas tanto de los fanáticos de tus obras, así como a las polémicas por tener temas tan oscuros para libros orientados a un público infantil-
Bufé, si claro como si los niños de antes no hubieran escuchado cuentos mas aterradores, pensé en mi infancia y los cientos de leyendas que mi madre le conto, recordé sentir miedo, pero también curiosidad y fascinación por ese lado oscuro del mundo que sin lo supiera yo también pertenecía desde la cuna, comencé a delinearme con cuidado uno de mis ojos dando un efecto de ojo de gato agudizando mi mirada, mis ojos dorados contrastaban fuerte con el negro delineado, una vez terminado el otro ojo me dedique a aplicarme una sombra ahumada.
- ¿Entonces cuéntenos cual fue su inspiración para su primer libro: La bruja y luna-
Escuché que ella reía y yo también solté una pequeña risa, si supieran que ese no era solo un cuento sacado de la imaginación de alguien, que en realidad la misma bruja que robaba corazones y lágrimas era real y estaba escuchando todo esto justo ahora y ella también lo sabía…
-Esta historia fue inspirada en una vieja y querida amiga, la conocí cuando era joven y estaba pasando por un mal momento en mi vida y ella solo apareció y me ayudo, eso me inspiro a escribir este libro-
Sonreí pintándome los labios de un rojo oscuro, recordando que cuando la conocí en mi peregrinaje por Europa más concreto Francia a una joven chica apenas tratando de abrirse paso en la literatura desesperada por una idea para su primera obra y como por arte de magia ambas nos conocimos, yo buscaba un lugar donde quedarme y ella una idea brillante, juntas obtuvimos lo que buscamos por un tiempo tuve un lugar donde dormir y ella una idea basada en mi vida que con gusto le revele después de todo en estos tiempos ya nadie creía en brujas.
-Pero no por eso las brujas dejaran de existir- dije mientras comenzaba a peinar mi cabello a veces me hubiera gustado nacer con el pelo negro como mi madre, ella siempre se vio hermosa con su piel morena y sus cabellos oscuros como un cielo nocturno sin estrellas, pero en lugar de eso nací con el pelo de mi padre un castaño oscuro, supongo que tener el pelo lacio como ella era una bendición si lo hubiera tenido chino como mi padre hubiera sido un dolor.
- ¿Y esa amiga suya sabe sobre que ella inspiro a su primera obra? -
-Créanme ella lo sabe, participo más de lo que creen en este libro y en quien soy ahora, si estas escuchando esto amiga mía, ¡gracias! -
-Por nada Colette, pequeña margarita brillante, tu éxito me alegra- responder mirando mi cabello por varios ángulos, ahora mi cabello tenia ondas muy parecido al personaje de un dibujo animado que había visto en una película… ¿Cómo se llamaba? ¿Jessica? Bueno era algo así también era muy parecido al peinado que use el día de nuestra boda, a él le encanto de echo siempre le gusto mi cabello, tocarlo, jugar con él, el recuerdo de haberle dicho que quería cortarlo le impacto tanto como si le hubiera dicho que quería el divorcio.
-Querida, si quieres cortar algo te ofrezco mi pierna, pero tu cabello por lo que más quieras no lo toques- dije recitando las palabras de mi esposo con su sonrisa nerviosa y algo asustada, el recuerdo me hizo reír claro después de eso le prometí no cortarlo como resultado siempre tenía el cabello casi hasta la cadera, a veces para alguien como yo que estaba en constante movimiento era una pesadilla, pero yo… siempre cumplía mis promesas.
El dolor en mi pecho me quemo, suspire, mire mi imagen para un humano me vería como una mujer joven de no mas de 30 con un vestido negro muy al estilo retro con un escote de corazón que acentuaba sin llegar a ser vulgar mi busto, con un cuello y mangas ligeramente abombadas de transparencias y una falda voluminosa que llegaba un poco debajo de las rodillas un cinturón grueso y ancho con la hebilla dorada siendo lo único de color en el conjunto, aunque la realidad era que tenía muchos más años de lo que nunca aparentare y que seguramente ningún humano normal vivirá…
- ¿Entonces porque su protagonista es una bruja y no una princesa como muchos cuentos para niños que existen? -
-Oh las brujas han sido tan castigadas por la sociedad, mujeres libres y poderosas que los hombres temen, una princesa esperaría a que la rescataran, pero una bruja hace lo que quiere cuando quiere, ella hace sus sueños realidad por si misma-
- ¿Pero a que costo…? - pregunte sin esperar que nadie me respondiera, me recargue en el lavabo de cerámica, tome una bocanada de aire mirando el oscuro agujero por un momento, estaba sola, siempre lo estaba, no importaba cuantas amistades y conexiones hiciera al final sería el tiempo que se los llevaría, pero yo… permanecería en esta apariencia por siempre, joven, congelada en el tiempo…
-Pero a pesar de todo la bruja de su historia no tiene un final feliz ¿Por qué es eso? -
-Quería retratar la vida real en ello, en algún momento perderás a alguien a quien amas y tendrás que seguir tu camino sin esas personas del mismo modo que la bruja, la perdida es algo que being un niño o un adulto siempre pasara, la muerte es algo constante para los vivos-
¿Entonces porque soy yo la única excepción que sigue aquí? cuando ya debería ser huesos y polvo alimentando la tierra, ¿porque solo yo tengo una fecha programada y fija que tengo que esperar? Para por fin descansar…
-Puede ser cruel, es verdad a nadie le gusta perder a un ser amado, el vacío que deja y que nada llenara y que solo con el tiempo sana no es tan malo, es importante que los niños aprendan que eso está bien, el dolor , las lágrimas, la impotencia y la tristeza, todos en algún momento sentiremos el mismo dolor que la bruja, que estaremos con el corazón lleno de dolor, pero las personas que viven con esos sentimientos en su corazón viven más vigorosamente sabiendo que este no es el fin-
-A veces parece que el dolor nunca se ira y parece más una maldición que nunca terminara, pero no es así en algún momento el dolor al igual que la maldición de la bruja se romperá y serán libres… -
Amiga mía en es tienes razón, porque en pocos días esta mierda terminara, pero antes de irme arreglare unos cabos sueltos antes de esa noche, el pasado puede parecer estar escrito en piedra, pero para alguien que vivió en él es tan fácil cambiarlo como arrancar una hoja de un libro y escribir uno nuevo después de todo no había nadie quien pudiera contradecirte ni tampoco detenerte.
-Ugh, esto es un maldito dolor- gemí esperando junto a un autobús que era claramente para turistas, llevaba unos lentes de sol no porque fuera un día brillante y caluroso, aunque si hacía calor en especial si alguien tuvo la brillante idea de usar un vestido negro, si no para esconder mis ojos de mundo, si en mi época ya despertaba alarmas por mi inusual color de ojos, no cafés, no azules, no verdes, ni grises incluso violetas era lo más normal y aceptable si no dorados como si alguien hubiera pegado una capa de oro en ellos, siempre llamaron la atención indeseada, por lo tanto era mejor hacer esto incluso se me había ocurrido la brillante idea del porque siempre usar lentes de sol argumentando que tenía una alta sensibilidad a la luz o cualquier tipo de luz, incluso tenía una nota médica para comprobarlo, falsa por cierto pero algo era algo.
-Querida a veces siento que vas a quemarme con esos ojos tuyos si llego a cruzar tus limites…
La voz de mi esposo resonó en mi mente clara y con su tono de burla característico, el dolor en mi pecho resonó, sin pensarlo saque de uno de los bolsillos que este vestido tenía, una pequeña caja de plata, lo abrí para sacar uno de los que parecían delgados cigarrillos hechos con papel negro azulado, saque uno y volví a guardar la caja.
- Bendito sea a quien se le ocurrió la idea de poner bolsillos en los vestidos, me ahorraba tener que cargar una bolsa- susurre impaciente por un alivio.
Saque el encendedor y me puse el cigarro en mis labios, lo encendí de un tirón, inhale el humo y exhale, el alivio vino rápido, aunque claro estos no era cigarrillos comunes hechos de tabaco, eran una invención mía, hechos de hierbas para relajar y aliviar el dolor de echo podría saberlo al oler el humo que estos desprendían: olían como un conjunto de plantas medicinales y no al asqueroso tabaco quemado o como Alastor decía una chimenea vieja, ah… odiaba este dolor, el dolor de la maldición que había puesto sobre nosotros no podría recordarlo sin sentir este dolor en mi pecho, claro el resto de los días era manejable pero esto solo se incrementaba hasta ser insoportable el día de nuestro aniversario, el día en que murió, a veces me reprochaba por haber sido tan idiota y no pensar mejor en esa noche que nos maldije pero… estaba tan desesperada y rota de tristeza que no me importo el dolor futuro que cargaría, él se estaba yendo de mi lado y lo único que quería con desesperación era poder estar atados de alguna manera para volver a encontrarlo.
-Así en la tierra como en el infierno, este dolor nos encadena, amor- dije tomando otra bocanada de ese alivio, esto era como tener una herida que a penas había sido curada y vendada pero aún estaba ese dolor continuo y punzante que te hacia saber que estabas herido y debías moverte con cuidado, estas cosas servían para esto el conjunto de hierbas y un poco de magia era como un sedante para el dolor a penas una gota, pero era preferible un poco de alivio al dolor constante.
Me recargue en el autobús el caliente metal quemo un poco, tomaría el tour de la que fue nuestra antigua casa, quería ver en que cambiar a nuestro hogar, sabía que era por una morbosa ira lo que me impulsaba a ir, no mentiría tenía curiosidad esa siempre fue mi virtud y ruina, en especial ahora que todos sabían que mi querido esposo fue en realidad un asesino caníbal, eso sacudió fuertemente a Nueva Orleans saber quién en las mañanas daba esas horribles noticias fuera del mismo que las causaba.
-Ese imbécil imprudente- gruñí de enojo tomado otra calada de mi cigarrillo tratando de en vano relajarme, no me molestaba que matara después de todo yo también tenía mis números, tampoco el canibalismo: era cosa exclusiva de él, respeto mi decisión de no comer carne humana eso tampoco me enojaba, lo que me enfurecía era que el por su adicción al asesinato y carne fuera atrapado y asesinado.
- ¿D-disculpe? - una voz me saco que mi trance de enojo y dolor fue una distracción bienvenida, mire a mi lado estaba una chica bastante joven debería tener apenas unos 20 años pequeña y delgada, con gafas enormes y gruesas, un cabello rubio paja atado con una cola de caballo desordenada, sus mejillas estaban llenas de pecas y sus ojos azules me miraba con miedo y curiosidad, le sonreí automáticamente.
-Hola buenos días, ¿Qué se te ofrece? - pregunte levantando mi ceja claro debe perder impacto con mis ojos cubiertos por las gafas pero que más daba, ella se vio visiblemente tímida e insegura, mire por su ropa parecía ser una turista, con ropa holgada, una camiseta naranja dos tallas más grandes , un short de mezclilla azul y uno tenis deportivos gastados.
-B-buen día ¿u-usted está aquí para el tour? - pregunto.
-Así es, llegue temprano se puede decir que estoy muy curiosa por este tour y no me molesta esperar ¿tú también vienes por lo mismo? - pregunte y ella asintió, bien esta chica parecía querer preguntar algo más…
- ¿Entonces de dónde vienes? - le pregunte para romper el hielo y dándole otra bocanada al cigarrillo no faltaba mucho para que se me terminara, exhale evitando que el humo le llegara.
- ¿D-disculpe? -pregunto asombrada que fuera a ella que le preguntara y asentí sonriéndole.
-Si, sabes es aburrido que dos personas esperen en silencio, así que vamos a platicar un poco hasta que sea la hora después de todo ¿no se conversa mejor con un extraño que sabes no volverás a ver? - le sonreí alegremente, ella parecía un manojo de nervios, decidí ayudarla, la mano que no sostenía mi cigarrillo la puse discretamente detrás de mi espalda, moviendo la magia hacia ella, moviendo los hilos y conectándose, la haria más sincera solo duraría unas horas el encantamiento, supongo que todos necesitamos un día de tener la libertad de poder decir lo que quisiéramos sin pena, le sonreí.
- ¿Entonces hay algo que quieras decirme? - le pregunte siendo esa la frase desencadenante de la magia para hacer su efecto, ella parpadeo como si estaba saliendo de un sueño me miro, su postura se volvió más recta y su nerviosismo desaprecio, me miro casi enojada y… ¿emocionada?
-Con todo respeto señorita ¡¿Cómo se atreve?! - dijo ella casi gritándome, oh esto no lo vi venir.
- ¿Perdón? –Pregunte tratando de entender de que hablaba esta chica.
- ¡¿Cómo se atreve a venir aquí y verse así ?! ¿Cómo se atreve un verso… verso… tan… majestuosa? - dijo con la mano señalando mi cuerpo, fruncí el ceño por completo perpleja.
-A su lado toda mujer se sentiría minúscula y algo excitada, parece una mujer fatal, toda vestida de negro como si acabara de salir del funeral de un marido que asesino para quedarse con su fortuna como una viuda negra… incluso me está haciendo dudar de mi sexualidad y eso que ¡tengo novio! Y lo amo mucho, pero si usted me preguntara si quisiera pasar un buen rato aceptaría toda echa un manojo de nervios, pero sin duda alguna, ¡mierda es injusto que mujeres así existan! -
Bueno, mierda no esperaba eso , antes y durante mis viajes hubo algunas personas que confesaron tener sentimientos hacia mi… románticos o simplemente sexuales sobra decir que agradecía sus gestos, pero no podía corresponderlos era así de simple, era la primera vez que alguien se enojaba conmigo por excitarlo sin siquiera decirle nada provocador, no es como si lo hiciera a propósito de todos modos, en silencio espere que la chica soltara todo, después de todo fue culpa mía su estado actual lo menos que podía hacer era aguantar su… ¿regaño ?
- ¡Y solo mira eso, fumando como una estrella de cine de antaño! ¿Cómo haces eso y lograr verse elegante? Si yo lo hiciera me vería como una burla de adicta a la nicotina sin futuro… -
- ¿Terminaste? - le pregunte soltando una pequeña risa, terminando mi cigarrillo y apagándolo, ella me miro perpleja y luego asustada para pasar a avergonzada.
-Y-yo lo s-siento tanto no se… no sé qué me sucedió yo solo… -comenzó a disculparse rápidamente volviéndose una bola de nervios de nuevo.
-Tranquila azúcar, toma una gran bocanada de aire y hagamos como que esto no paso… -dije riendo, ella asintió en silencio, tomo una gran bocanada de iré y luego la soltó, asentí.
-Bien, entonces: hola soy Eleonor, un gusto en conocerte- dije sonriéndole, ese era mi nombre por ahora después de todo tenía que cambiar constantemente mi nombre e identidad debido a mi combo de inmortalidad y juventud eterna, había tenido ya tantos nombres que a veces era fácil olvidar mi verdadero nombre si no fuera por las inscripciones de los anillos creo que… ya lo habría olvidado.
Hace tanto que nadie me ha llamado por mi verdadero nombre…
-H-hola soy June un gusto en conocerte- respondió aliviada y nos dimos la mano, una vez echo eso ella pareció relajarse por fin, me miro y sabiendo que quería preguntarme algo, solo negué sonriendo, parecía una niña pequeña.
- Parece que quieres preguntarme algo, vamos suéltalo June… - dije sonriéndole divertida ella asintió algo incomoda, pero no tanto antes como.
- ¿Tu porque estás aquí? - pregunto ahora más seria y suspire bien podría decirle una verdad diluida.
-Por el tour, sé que por mi apariencia puede pensar que es lo último que haría, pero… sabes… ayer tuve un día complicado perdí a alguien importante para mí y supongo que necesita una distracción- respondí y ella me miro sorprendida y luego claramente culpable.
- ¡O-oh! yo… lo lamento tanto… no debí… preguntar, lo lamento- respondió torpemente disculpándose, negué sonriendo, supongo que eso me ahorraba el explicar porque estaba vestida así, no mentía que cada vez que pasaba nuestro aniversario me sentí de la mierda y tardaba días en volver a sentirme en control de mi dolor, pero esto no duraría por mucho ya no habría una próxima vez para este dolor nunca más…
Solo debía ser paciente…
-No te preocupes… entonces no has respondido mi pregunta aun azúcar… ¿de dónde vienes? - le pregunte cambiando de tema para su alivio y el mío.
-¡Oh! Cierto una disculpa te eh bombardeado de preguntas y no eh respondido ninguna, lo lamento bueno no hay mucho que decir soy de california… - contesto y sin más comenzó a contarme su vida, tenía 21 y estaba por graduarse de la universidad, ella estaba aquí para hacer una tesis sobre nada más y menos que el famoso caníbal de Nueva Orleans, su vida, sus asesinatos y sobre todo su desaparición.
-Oh… así que estas aquí para completar tu tesis… -respondí mientras ella asentía alegremente y seguía contándome animada mente y casi obsesivamente sobre la vida de mi esposo oa menos lo que decían todos aquellos quienes no lo conocían, la ironía, todos lo que lo conocíamos no habíamos dicho más que un pio, él siempre fue una persona muy reservada, si era todo un hombre de show, pero, aunque decía mucho no contaba nada oa menos de sí mismo no.
Siempre escondiendo todo tras esa sonrisa, para él su privacidad lo era todo, su pasado, sus gustos, sus miedos, sus preocupaciones todo oculto, pero… una vez que lo conocías, cuando te ganabas su confianza, era cuando revelaba ya fuera por su propia boca o en demostraciones su yo verdadero era como ver el otro lado de la luna y si era sincera era la mejor parte de él, cuando veías la imagen entera del hombre que era… el dolor resonó con fuerza en mi pecho.
¡Maldición! ... necesito otro cigarrillo
-Y lo mejor de todo es que nunca lo atraparon, jamás encontraron su cuerpo o alguna pista de a donde escapo… - siguió contándome y no me di cuenta hasta ahora que había sacado un cuaderno lleno de notas y recortes de impresiones de viejos periódicos, no necesite leer lo encabezados para saber que decían.
Ah, era verdad, para el resto del mundo al no encontrar el cuerpo suponían que el escapo a algún lugar y que vivió oculto, claro era lo que yo había querido, nunca hubiera permitido que pusieran sus manos sobre su cuerpo había matado por ello, era lo que él hubiera querido, una última gran despedida envuelta en misterio y cerciorándose de volverse una leyenda, para jamás ser olvidado.
Incluso con su último aliento siempre puso una sonrisa…
- ¡Buen día! Bienvenidos todos al tour de la casa del caníbal por favor formen una fila- nos formamos y ambas dejamos nuestra conversación en pausa o por lo menos June, compramos lo boletos y tomamos asientos por supuesto June se sentó a mi lado para seguir conversando, sabía que nos tomaría 20 minutos en llegar recordaba bien que antes caminando nos tomaba una hora en llegar, pero siempre disfrutábamos el camino, charlando sobre nuestro día y darnos un respiro después de un largo día de trabajo, para reconectarnos después de estar gran parte del día separados , era un momento sagrado para nosotros simplemente caminar y charlar lo más cotidiano siempre resulto ser lo más valioso para nosotros.
-Pero sabes lo más genial es que se descubrió según sus registros que él estaba casado - dijo animadamente y no pude evitar sorprenderme, ¿qué? Lo… lo había olvidado… nuestro registro de matrimonio, no nos habíamos casado por la iglesia solo el civil para ahorrarnos un exasperante evento y además nosotros no éramos muy devotos, ¿un asesino caníbal y una bruja casándose en una iglesia? La imagen de eso siempre hizo reír a mi esposo…
¿Te imaginas que en el momento que pisáramos la iglesia nos quemáramos vivos ?, ¡JA! ... ¡eso sería todo un espectáculo!
- ¿Eh? - dije sin pensarlo mirándola sorprendida nunca se me paso por la cabeza que alguien indagara tanto en su vida que descubriera nuestro matrimonio, fue algo privado y silencioso justo como queríamos, pero ahora ya no lo era y nunca jamás lo seria.
-¡Si! Era una chica de 26 años una tal Genevieve G. Santa Rosa, pero lo más curioso es que no hay fotos- no, solo había dos una la habíamos tenido en nuestro hogar en un pequeño marco sobre la chimenea y la otra en mi guardapelo que le había dado a el- ni tampoco registro que se casaran por la iglesia todo muy misterioso-
- ¿Y que más… sabes de la chica? - pregunte ahora tenía toda mi atención, ella abrió su cuaderno y me lo dio, mire las anotaciones y los recortes de periódicos y ahí estaba una copia vieja de nuestro registro de matrimonio, había olvidado lo bonita y elaborada que era la firma de mi marido , sonreí mientras el dolor que nunca se fue se combinó con la añoranza, pase de página y vi algo que no creí volver a ver, una foto de él, mi esposo, mi compañero, mi imbécil impertinente… mi Alastor, sonreía como siempre saludando a la cámara mientras caminaba al parecer estaba saliendo de su trabajo cuando se la tomaron y por la sonrisa que daba no estaba contento por eso, nunca le gusto que le tomaran fotos y menos sin su permiso.
Supongo que la única excepción fue la foto de nuestra boda…
- ¿Es una lástima verdad era muy guapo? - dijo June a mi lado, asentí suspirando, era verdad ese tonto a pesar de todo era bien parecido y él lo sabía que era lo peor… lástima que nunca le funciono conmigo.
Toqué suavemente la foto recorriendo su rostro como lo había hecho con el cuándo lo tuve, ah era una imagen muy diferente con la que nos habíamos despedido, bajo un cielo frio de invierno, con la nieve cubierta de rojo y el también, sintió que mis ojos me picaban y comenzaba a tener un nudo en mi garganta y antes de poder perder más el control le devolví su cuaderno y la foto de él.
-Es de verdad una pena… -respondí sabiendo que ella no encontraría el segundo significado de mi respuesta, ella lo tomo de vuelta aun emocionada, mire por la ventana estábamos por llegar, mire la estructura vagamente familiar.
-Mira llegamos-
-Sí, lo hicimos- susurre, la añoranza y la tristeza fue quemada por la ira, tome una gran respiración, nunca me arrepentía de mis decisiones, pero estaba ya arrepintiéndome de venir a esta cosa, la casa frente a mí no era nuestro hogar , era una puta burla ...
Bajamos del autobús di un fuerte taconazo al bajar para sacar un poco de mi ira, esta cosa , era más bien una estereotipada casa embrujada, no tenía nada que ver con nuestra casa con un estilo claramente de Nueva Orleans, esta parecía ser más la típica casa americana embrujada que usaban en películas retro de bajo presupuesto, incluso tenía un aspecto olvidado y descuidado, ni Alastor ni yo jamás hubiéramos permitido que nuestra casa se hubiera visto así, la pintura sucia y desquebrajada, la madera casi podrida aunque se veía que era pura imagen solo para espantar y lo peor de todo…
- El jodido jardín … - susurre casi escupiendo las palabras, a él le hubiera dado un ataque de rabia asesina al verlo y siendo sincera yo también tenía uno, el hermoso jardín que fue mi alegría y orgullo por el cual mi esposo me había alabado e incluso ayudado a hacer, era ahora solo pasto seco como paja incluso con el clima húmedo de aquí, lo único que sobrevivió después de todo este tiempo fue el sauce llorón que les daba una imagen triste al lugar ahora era más grande, lo único que quedo de nuestro hogar…
-Vaya es… ¿linda? - dijo June algo decepcionada bien ya éramos dos.
-Alguien pensaría que, por la imagen del hombre elegante y bien vestido, su casa se vería más… -
- ¿Cómo una casa y no un escenario de mierda de película de terror? - respondí tajante, cuando todos bajaron de bus de inmediato la chica que esperaba afuera de la casa sonriente nos dio la bienvenida y comenzó el tour pidiendo que entráramos, deje que todos entraran y mientras tanto me adentre al jardín, la hierba seca se rompió bajo mis pisadas llegan al salsa y toque su tronco rugoso pero lleno de vida.
-Hola viejo amigo- susurre recargando mi frente en su corteza, bajo la sombra de este mismo árbol, hubo lecturas y picnics improvisados en un día de verano, donde la brisa suave era un alivio para nosotros en un fin de semana cuando no queríamos salir , incluso un buen techo cuando nos acostábamos sobre el suave pasto para ver las estrellas en noches de insomnio para solo hablar hasta que volviera el sueño…
Ya nada de eso quedaba, solo recuerdos borrados por el tiempo…
Estaba tan enojada, quería gritar, llorar, incendiar de nuevo todo esto solo para que no volvieran a usar esta burla de casa, pero debí saberlo en el momento justo que vi nuestra casa cubierta por el fuego que esa imagen jamás volvería, había sido una estúpida en pensar que todo volvería a estar tal y como lo dejamos cuando ambos dejamos este lugar…
Suspire, tragándome todos mis sentimientos, me despedí de nuestro sauce y entre hogar a la casa ahora ya no esperaba nada porque este ya no era nuestro la esperanza que había tenido que así fuera murió, lo que vi la entrar no me sorprendió, todo era una imagen gris y opaca, los muebles eran viejos y simples de color café, pero de la época correcta parecía más que los comprado de una venta de garaje, las paredes amarillas eran horribles a comparación de las que teníamos antes mi esposo quería que nuestra sala tuviera nuestros colores favoritos negro y rojo sobra decirle que eso no quedaría bien así que dejamos una parte de la pared con un tapiz de dos tonos de rojo de rallas y la parte baja de blanco la chimenea era negra pero quedaba bien con el contraste, ahora esta casa no tenía chimenea para comenzar…
Me uní a June y los demás en el momento que la chica explicaba la vida y obra de mi corazón desde su nacimiento y obra como locutor de radio, hasta preguntarse por su pasatiempo de asesinato y canibalismo ¿habrá sido por alguna triste y tortuosa infancia, algún trauma mental?
Oh simplemente le gustaba matar y comer gente y ya…
- ¡Hey !, ¿Dónde estabas? te perdiste la introducción - me pregunto.
-Viendo el jardín es un asco- respondí encogiéndome los hombros, tome toda la paciencia que tenía y tome este grandioso tour sin que nadie lo supiera esto era un juicio y al final se decidirá si esta casa de mierda seguiría en pie o no.
Y el lado del fuego estaba ganando mientras más habitaciones conocíamos, con comentarios que no ayudaban en nada:
En la cocina con su horno que debía admitir era lindo, abrió un gabinete y todos dieron un jadeo de respuesta, era una cabeza falsa de un hombre…
-Imaginen lo tétrica que era su concina cada mañana y noche antes de cada comida-
¿Enserio creen que lo hubiera dejado hacer eso? Incluso el pensaría que eso sería de mal gusto lo más lejos que llegó era tener carne picada y molida incluso bistec, pero las cabezas jamás las tocaba.
O en el sótano que parecía más una masacre, pintura roja salpicada por todas partes, mesas llenas de cuchillos y otros instrumentos de tortura.
-Este cuarto imaginen cuantas víctimas murieron pidiendo auxilio y clemencia que nunca llego-
Bueno esto estaba demasiado asqueroso para ser de él, aunque los cuchillos son un acierto los tenía en perfecto estado y orden, pero lo demás es… todo aquí es demasiado.
Así continuo el tour que yo simplemente seguía en un silencioso enojo y resignación hasta llegar a la sala de nuevo diciendo cuantas víctimas no engaño aquí para luego comérselas lo cual ya era una exageración, tanto mi esposo como yo jamás invitamos a nadie aquí, era nuestro hogar nuestra zona segura, lejos de vecinos y otras personas que nos molestaran o juzgaran en especial a un hombre blanco por casarse con una mujer con piel morena y con gran fama de bruja claro era otra época pero durante ese tiempo era duro ser mujer y no tener el color de piel correcto .
Al terminar el tour salí ya con alivio, miré la casa y la decisión estaba tomada…
-Eleonor no fue lo que esperaba, pero fue… -
- ¿Una mierda falsa? -
-Entretenido- dijo riéndose, pero asintió, miro como yo la casa.
-Es que esto no parece real, es decir si era un asesino y un caníbal , pero… era humano y es decir viendo esta casa y el interior ¿quien quisiera vivir aquí? Se supone que una casa debe hacerte sentir aliviado y seguro y esto no te hace sentir eso y además si se hubiera visto así desde el primer asesinato lo hubiera atrapado y solo por ver su casa sabrías que hay algo mal con el tipo-
Solté una carcajada, claro, por supuesto, él era humano, aunque no lo pareciera yo también, eso era lo que más olvidaba la humanidad que aquellos que cometían horribles actos al final seguían siendo y serian humanos, que querían sentirse: amados y seguros…
- ¡Ja !, es verdad tienes toda la razón, June eres toda una muñequita de vudú- dije terminado de reírme limpiando una lagrima de la esquina de mis ojos debajo de mis lentes.
- ¿Muñequita de vudú? - pregunto curiosa y asentí.
-Significa que eres una caja de sorpresas, ¡vamos azúcar! exploremos la mejor parte de Nueva Orleans… a menos… a menos que ¿tengas algo que hacer? –Le pregunte ya lista para irme no tenía problema en caminar hasta mi próximo destino, pero tener compañía tampoco era malo.
Ella me miro como si le hubiera dicho que el cielo era verde.
- ¿E-enserio quiere que la acompañe? ¿yo? –Pregunto y asentí, ella sonrió y asintió comenzó a caminar por las calles solitarias pero tranquilas, saqué otro cigarrillo y le encendí el alivio vino rápido porque enserio necesitaba esto después de un trago tan amargo, June me miraba sorprendida.
-Wow, ¿me puedes enseñar a hacer eso? –Pregunto curiosa.
- ¿Tus fumas? -
-No lo odio, pero si me viera así de elegante con uno seguro seduciría mi novio rápidamente- respondí y solté otra carcajada negando
Durante nuestro camino de vuelta a la pequeña y bulliciosa civilización platicamos tranquilamente, de nuestras vidas, claro en mi caso alteradas y de su tranquila vida, su novio y que quería ser historiadora.
- ¿Entonces nació en New York, pero creció aquí en Nueva Orleans? - pregunto y asentí.
-Wow al verla no pensé eso, perdón no es por juzgar… -
-Tranquila no eres la primera que piensa que soy de otro lado por mi tono de piel, azúcar- respondí ya sin inmutarme después de todo este tiempo siempre me sentí orgullosa por mi piel y por el origen de mis padres eso jamás cambio sin importar cuantas personas pensaran lo contrario.
Fuera de la época que fuera…
-Bueno eso no la hace menos hermosa, me gustaría no ser tan normal, por menos todos la notan vaya a donde vaya, en el tour todos la veían y no podría dejar de admirarla, si tuviera un poco de su presencia por lo menos me tomarían enserio-
La mire bueno si tenía un aspecto joven e inocente pero aún estaba creciendo, estaba en su etapa más importante en conocerte a ti mismo y lo que querías…
- ¿Eres amada? -pregunto
- ¿Disculpe? -
- ¿Eres amada? ¿Por tus padres, hermanos, amigos y tu novio? - le pregunte de nuevo.
-Yo sí, eso creo… si- respondió no muy segura, pero era lo que necesita, le sonreí.
-Entonces eso es todo lo que necesitas, no necesitas verte como nadie más si con tu aspecto actual eres amada en todos los aspectos, no necesitas nada más, ¿porqué de que sirve verso bien, si estás sola y todos lo que amas ya no estas contigo? - dije tomando una bocanada de mi cigarrillo y soltándolo el humo mirando el cielo.
-Tiene razón supongo que es mejor ser normal y amada que hermosa y sola-
-Ese es el espíritu azúcar ahora vamos por algo de tomar, me muero de sed y se dé un lugar excelente-
Ambas termínanos en lo que parecía un burdel de antaño una de las pocas cosas que me alegro aun existieran claro estaba un poco más modernizado pero lo esencial seguía aquí, ahora era un bar- antro y ahí estábamos nosotras en una mesa tomando en mi un vodka con jugo de naranja y ella una piña colada.
-Oh, este lugar es bonito como un burdel de antaño- dijo June tomando de su bebida y asentí sonriendo.
-Así es en la noche se pone mejor, pero por ahora es un lindo lugar para tomar una bebida tranquila y escuchar música- respondí, tomado un sorbo de mi bebida.
- ¿Es verdad, aunque le puedo preguntar algo? - me pregunto ahora tímida.
-Seguro azúcar, dispara- dije sabiendo la pregunta y tratando de evitar el elefante en el cuarto.
- ¿Les va a dar una oportunidad o va a esperar que la mesa se llene de bebidas? - preguntó mirando la mesa llena de distintas bebidas de hombres que me las enviaron como regalos para acercarme a ellos y aceptar sus invitaciones a lo que sabía era solo sexo o un besuqueo sin sentido y los había ignorado como si no existieran, me encogí los hombros .
-No les pedí las bebidas y además no estoy interesada, si alguien quiere mi atención debe de tener las bolas de hablarme cara a cara- respondí exasperada como si una bebida fuera una buena forma de iniciar una plática con alguien quien para empezar solo querías una cosa y no era un platica tranquila y conocer lo que pensara esa persona, cuando lo que el otro pensaba era como llegar más rápido a lo que tenía entre las piernas.
-Señorita, el señor del fondo le manda esta bebida- llego otra vez el meso con un cosmo, mire a donde el mesero apuntaba, un hombre que se veía con dinero, una esposa e hijos esperándolo en algún lugar, me saludo a lo que yo solo agite la mano y me voltee, suspire.
-Deja la bebida aquí, gracias y prometo dejarte una buena propina- le dije y asintió sonriendo.
-Bien, con esto van 8 bebidas y 8 hombres que ruegan porque los mires un poco- dijo June riendo, negué ninguno me interesaba y más cuando yo ya amaba a alguien, jugué con el anillo en mi mano si él estaba aquí ninguna bebida estaría aquí y más porque él ya se las hubiera tomado y juzgado a las bebidas ya quien las mando.
Querida, quien piense que puedes hablarle por este alcohol barato merece la muerte…
-Y seguirán así- respondí suspirando y terminado mi vodka.
-Mmmm… Eleonor ¿puedo preguntarte algo más? -
- ¿Mmmm? -
- ¿Estás casada? - me pregunto, no me sorprendí y asentí.
-Sip felizmente casada, amo a ese imbécil impertinente-respondí riendo un poco por la cara que puso por llamar a mi esposo así, aun cuando técnicamente por el juramento que hicimos ya no lo estuviéramos, era viuda pero no me sentí así…
- ¡Oh! entonces es por eso que tú, no… - dijo entendiendo y asentí.
-Sip no dejare que tengan lo que quieren y menos si no tienen los huevos para venir a búscalo- respondí tajante un poco más salto para que escucharan, ambas no reímos.
Al salir después de ir por un poco de comida caminamos y hablamos hasta el anochecer para poder disfrutar de la vida nocturna de Nueva Orleans caminamos por las calles llenas de gente y la música de jazz sonaba espléndidamente, tarare al ritmo de las canciones con June a mi lado mirando todo asombrada.
- ¿Y entonces dónde está? - me pregunto y supe a quien se refería, bueno…
-Ahora está en otro lugar azúcar y en poco tiempo viajaré para ir a verlo, él ya debe estarme esperando- respondí, ella entendió lo que quería que entendiera.
-Oh entonces ira de viaje a verlo, ¿Por qué se separaron? - pregunto y me encogí los hombros.
-Sucedieron cosas, algunos problemas y tuvo que irse primero, pero ya lo extraño demasiado, me eh divertido y visto muchas cosas mientras viajaba, iré a donde mi corazón esta- respondí deteniéndome y supe que era hora de separarnos.
-Entones supongo que aquí nos separamos June fue un placer conocerte y gracias por acompañarme- dije y ella parpadeo sorprendida, pero asintió con algo de pena.
-Si yo también me divertí y el jumbo y los bísquets fueron increíbles, gracias por mostrarme esto Eleonor y por todo lo demás también- respondió y me dio un abrazo rápido y nervioso se lo devolví, la acompañe al tranvía que la llevaría a su hotel , cuando este dio la parada ella me volteo a ver.
- ¿Nos… nos volveremos a ver? -pregunto y le sonreí.
-Si así lo quiere el tiempo dirá azúcar, pero me alegra haberte conocido en todo caso, recuerda esto: eres hermosa, eres valiosa y sobre todo eres inteligente si alguien te dice lo contrario puede irse a la mierda- sin que se lo esperará, le di un beso en la frente acompañada por un pequeño hechizo de la suerte, esperaba que le fuera útil, ella parpadeo aturdida ya fuera por el beso o la magia, talvez ambas, casi como un zombi la envié adentro del tranvía y baje para despedirla .
Ella saco su cabeza por la ventana y agito su mano más sonriente que nunca, le devolví el gesto y la vi perderse en la distancia.
-Bien, hora del espectáculo- sonreí dando media vuelta.
La luz cálida y naranja combinada con los tonos rojos y blancos eran hermosos, el regalo de la vida misma como el sol que nos daba luz, la bendición del fuego y también la maldición de que este lo consumía todo dejando ceniza negra sin vida…
-Un regalo apropiado- vi como el fuego se hacía más grande cubriendo la casa por completo mientras yo en la acera de enfrente miraba todo tranquilamente con los brazos cruzados sobre mi pecho por supuesto no había necesitado entrar a esta para llenarla de fuego, pero aun así era divertido verlo, el olor de la madera quemada lleno el aire, el humo negro cubrió el cielo estrellado donde la luna casi llena reinaba el cielo
-Hasta que la muerte nos separe, pero… ¿ya no pasamos por esa fase, amor ? - susurre, un crujido resonó, ¡oh! se estaba cayendo el techo, con un fuerte golpe y crujido este callo, sonreí, en poco tiempo lo bomberos llegarían y lo apagarían por convertir nuestro hogar en un entretenimiento barato y ni siquiera de los graciosos.
-Dejemos que arda hasta el cielo cariño- y manipule mi magia, el viento a mi alrededor se volvió alocado como si una gran tormenta estaba aquí y ahora, envolvió la casa convirtiéndose en un tornado de fuego que crecía y crecía, un sentimiento poderoso lleno mi cuerpo alce mis brazos al cielo, abrazando mi poder, ¡sintiéndome tan libre !, este sentimiento… siempre perseguiría este sentimiento, solté una risa que se perdió en el viento.
Por un momento en todo el día no sentí dolor, me sentí más allá del páramo de todo aquello creado por el hombre, era el viento y el fuego, libre, caotica, arrasando con todo a mi paso sin dejar piedra sin mover, era la adicción de perderme y encontrarme, de pertenecerle a alguien y no pertenecerle a nadie, dos fuerzas chocando y juntándose… si… esto… esto…
-Esto es lo que siento por ti cariño, el caos, la locura y la deliciosa libertad del amor que me diste… pronto… pronto iré por ti, mi dulce amor- cante al viento como una dulce canción y justo cuando estaba llegando al crescendo de mi poder me detuve, el viento ceso y del cielo comenzó a llover nieve negra, lenta como una danza, mire a mi objetivo donde solo quedo una mancha negra y oscura como un portal a la oscuridad del infierno mismo, bien.
-Oh, vaya tragedia-susurre riéndome, mire a mi sauce que seguía de pie intacto sin quemadura alguna, ese sería nuestro legado, le mande un beso de despedida me di media vuelta y camine hacia mi hotel, con mi vestido alborotado y mi pelo espolvoreado de ceniza, en el camino ya lejos vi pasar a un camión de bomberos a toda velocidad, solté una risa algo malvada y comencé a cantar…
Bajo la luna llena,
en una noche otoñal,
las brujas vuelan y cantan …
Ríen y bailan,
Pero te cuidado,
Si te encuentras a una,
Tu corazón perderás,
Para toda la eternidad…
