Una Botella Llena de Instintos
Bien prepárate puedes con esto…
Dolerá sí, pero no dejare que eso me detenga la eh tiendo peor y eh salido caminando o cojeando, pero jamás arrastrándome, puedo con esto joder, eh sobrevivido a muchísimas cosas peligrosas y si no hubiera sido inmortal hubiera estirado la pata hace mucho tiempo, había experimentado muchísimos tipos de dolor… pero había algo especialmente incomodo casi aterrador en saber que lo que me causaría dolor era algo que era mío.
Aunque si ponía todo en perspectiva siendo mujer no era nuevo que mi propio cuerpo me causara dolor, más específicamente una vez al mes desde que tenía 14 años, ¡malditos cólicos menstruales!, Oh si las maravillas horrorosas de ser mujer…
Seguí enfurruñada mientras estaba en la sala frente a la chimenea acostada en la alfombra boca abajo abrazando uno de los cojines verdes del sofá, básicamente desnuda de la cintura para bajo solo cubierta por mi bata y unas bragas mientras Al arrodillado básicamente pintaba el sello en mi espalda con una concentración que nunca se esperaría de él, fuera de la forma en la que cortaba la carne del pobre desgraciado que asesino, sentó el pincel suave aplicado la tinta y un cosquilleo caliente por la magia que se aplicaba gracias al conjuro que Alastor recitaba susurrando, de reojo podía ver la magia verde ondulando en el pincel de cristal como si fuera humo, los susurros parecían tener un aterrador eco being ese sonido junto con el de la chimenea quemando la madera los únicos sonidos incluso las ondas de Al estaban apagadas.
Se siente raro tanto silencio, ya me acostumbré a todo el sonido de fondo que lo extraño…
Aunque esa era una clara señal de los concentrado que estaba de hacerlo bien, hacer sellos no era una cosa fácil todo era cuestión de mucha práctica y precisión no solo con el pincel si no con la magia que se aplicaba al hacerlos tenían que ser constante no mucha o el sello se quemaría y arruinara, ni poca o este no será lo suficiente fuerte, el que tenía que aplicar el sello debía tener un equilibrio entre ambas y solo conocí a pocas personas que podrían tener un manejo tan preciso de su magia como mi ahora prometido , era raro volver a decirle así…
Bueno si eso lo mantenía tranquilo estaba bien, miré como el anillo brillaba sobre su piel negra, sentí una alegría brillante en mi pecho la volver a verlo con él, de vuelta a su dueño legítimo y también cierta nostalgia porque después de tanto tiempo usándolo ya no lo tendría más, era… conflictivo.
- ¡Muy bien! ¡Está listo cariño! y debo decir que es uno de mis mejores trabajos hasta ahora y eso que estaba fuera de practica- una exclamación alegre y un tono de orgullo me despertó y lo mire, suspire aliviada ya me estaba cansando de estar tanto tiempo quieta y acostada sin moverme ni un milímetro para evitar causarle más problemas.
-Je, ¿vez? te dije la cuarta es la vencida- dije quedándome aun acostada sintiendo la tinta fresca en mi piel en algunas partes, claro este no era el primer intento, tuvo que hacerlo otras tres veces, nadie era perfecto y menos aún si quien lo estaba haciendo era un perfeccionista como lo era él.
Talvez no fuera parte del Vudú hacer sellos, símbolos sí, pero no tanto sellos, le propuse enseñarle y acepto gustoso el reto, hacer sellos que se podría decir que era más un arte mágico, desde la creación de la tinta que se usaría, hasta la aplicación tanto de magia como del sello en la piel, todos los factores debían de llevarse con cuidado de lo contrario no funcionaria.
-Solo necesitaba aflojar la muñeca es todo- dijo flexionando su muñeca para aclarar su punto dejando el pincel con cuidado a lado del frasco de tinta ya vacío apenas unas gotas quedaban en el fondo.
- ¡Bien! ¿y ya está seco? porque me muero por estirarme- pregunté mirándolo, vi como examino su trabajo y asintió.
-Mmmm…ya básicamente está listo- solo basto eso para levantarme con cuidado, Alastor me tendió su mano para ayudarme a estabilizarme la tome, volviendo a estar levantada y me estire dejando salir un gemido cuando mi espalda trono relajándome ya dejando que mi sangre circulara libremente.
-Uf, así está mejor- dije aliviada y le pedí a mi sombra que me trajera un espejo quería ver el trabajo que hizo, rápidamente bajo con el espejo del baño, mientras Alastor que estaba limpiando el pincel con cuidado miro atento como examinaba su trabajo, ¡oh!... wow, es perfecto, cada línea estaba perfectamente pintada sobre mi piel con tanto cuidado y dedicación era envidiable, hasta el más fino símbolo estaba plasmando correctamente, el sello que se podía dividir perfectamente en tres: el primer círculo abarcada mis omoplatos y el segundo de un menos tamaño le seguía hasta el tercero y último que era el más fino casi desapareciendo abarcaba toda mi espalda desde mi nuca hasta mi espalda baja, era hermoso, sonreí.
Además, puedo sentir el flujo de magia moviéndose correctamente…
– Oh Al es un trabajo hermoso, limpio y con precisión puedo sentir el flujo de la magia perfectamente, sin duda uno de tus mejores trabajos- dije elogiando de verdad su trabajo, vi como ligeramente sus orejas rojas se agitaron y su sonrisa orgullosa se amplió casi cubriendo toda su cara.
-Gracias aprendí de la mejor y extrañaba volver a hacerlos, es divertido volver a tener un reto que necesitara de precisión y control que no eh necesitado desde que llegué aquí – me voltee y cruce mis piernas mientras aun por si las dudas lo deje secar un poco más, con mi cabello partido a la mitad y cubriendo mi pecho puse mis codos en mis rodillas y recargue mi cara en mis manos mirando la lluvia por la ventana, pronto se iría.
- Bueno me alegra que aun tengas el toque y todavía tengo una hora antes de comenzar con esto- dije señalando a la ventana, el miro y asintió una vez que todo estuvo de nuevo guardado y limpio aun sentados en la alfombra nos recargamos en la base del sillón mirando el fuego consumir la madera, mientras Al estaba todo estirado y quieto con sus manos en su regazo yo por mi parte estaba en con mis piernas cruzadas y las palmas de mis manos sobre la alfombra simplemente sintiéndola.
Era gracioso lo contradictorios que éramos uno del otro.
- ¿Hay… algo más que hay que hacer? – el silencio se rompió por la pregunta que tenía un timbre de nerviosismo, negué con mi cabeza, estaba claramente nervioso por lo que pasaría y yo también, aunque estaba tratando de relajarme para no arruinarlo todo, era reconfortante saber que él también lo estaba no porque el sufriría algún daño, sino porque yo lo haría.
-No solo esperar-respondí suavemente tratando de calmarlo recargué mi cabeza en su hombro tratando de reconfortarlo, sentí lo tenso que estaba hasta que sintió mi toque y se relajó un poco, bajo su mano de su regazo y entrelazo suavemente sus dedos con los míos, lo copié y los apreté un poco para darle un poco de confianza.
En poco tiempo las ondas de radio que siempre acompañaban a Al empezaron a sonar canciones tranquilas de otros tiempos, bueno parecía que se estaba calmando un poco por ahora, bueno si pudiera hacer que se concentrara en otra cosa distraerlo y en el camino también distraerme a mí, por un momento mi mente uso opciones, la cocina estaba fuera del menú, no quería comer antes de algo que sin duda requería un estómago vacío por si las dudas, no quería vomitar, leer un poco parecía una buena idea también, mire las estanterías de libros, hasta que mi mirada se posiciono en el piano negro que suavemente brillaba por el cálido del fuego, sonreí por dentro.
Perfecto…
- ¿Al? –le pregunte tentativamente mirándolo de reojo.
- ¿Mmmm? ¿Qué necesitas cariño? – respondió aun mirando la chimenea y siempre preguntándome que necesitaba.
-Nada, bueno más bien es una invitación-conteste rápidamente y suavice mi tono tratando de que prestara atención.
- ¿Invitación? –la pregunta claramente con un tono curioso hizo que dejara de ver la chimenea y me mirara.
-Sí, desde que llegue no te eh escuchado tocar el piano y quería saber si… ¿quieres tocar un poco? –le pregunte apostando todo, vi como sus orejas se levantaron sorprendidas por el pedido, me parecía lindo ahora que tenía tanto orejas como cola fuera un poco más fácil de leer y más divertido también.
-Mmmm… es verdad sabes antes de que llegaras toque un poco, pero tienes razón, tocar no estaría mal- le respuesta fue más animada mirándome y recargando su cabeza contra la mía y frotándola cariñosamente, hacia eso cada vez más seguido desde ayer desde que le propuse, no me molestaba el acto era inocente y tierno, casi de la misma forma en la que juntábamos nuestras frentes.
- ¡Bien! ¿te puedo acompañar? – exclame aliviada de por su respuesta y por fin hacer que se relajara un poco o la ansiedad se lo comería vivo.
-De echo si, hace tiempo… escribí una canción para ti… no pude terminarla cuando estaba vivo, pero ahora que tuve tanto tiempo ya la eh terminado…- dice ahora no muy seguro con uno tono de voz entre avergonzado y tímido, era tan lindo, joder y además eso me dejo desconcertada, el…me había estado escribiendo una canción, oh, nunca nadie había hecho algo así por mí a excepción de él, sonreí sintiendo mi cara caliente y dejando salir un risita de adolecente enamorada que trate de detener y fallando épicamente en ello.
- ¡¿Enserio?! ¡¿Escribiste una canción para mí?! ¡Oh! yo…! gracias me encanta! – dije casi gritando y me tape la cara con mi mano, ten algo de dignidad maldita sea, a mi lado escuche que Alastor reía al verme, ¿ahora si me volteas a verme?, fruncí el ceño tratando de parecer enojada o intimidante.
-Amor aun no las has escuchado- dijo suavemente metiéndome más conmigo, mire el fuego ahora y asentí no mentí sabía que sería buena y me encantaría.
Tiene un talento que lo respalda…
-No necesito hacerlo para saberlo, tienes un talento musical que sinceramente envidiaba- respondí suspirando soltando una verdad que hace mucho me admití a mí misma, lo que no esperaba era que él no me creyera.
- ¿De verdad? –la pregunta claramente sonaba alarmada y desconfiada, lo mire sonriéndole ¿Qué le hace pensar que pude tener capacidades que yo no le envidie? Bien había entonces que soltar la sopa.
-Si… yo, desde la primera vez que vi tus dedos tocando las teclas produciendo melodías tan bellas, no se verte en ese trance que te ponías cuando tocabas ni siquiera veías las teclas sabias exactamente cual tocar y el momento, era como si te desconectas del mundo yendo a otro lugar donde solo existía tú, las teclas de ese piano y la música que hacías, es realmente algo increíble si puedo decirlo- respondí recordado lo hermoso que era no solo escucharlo tocar, si no verlo tocar, se podría decir que era como un estado neutro como la meditación pero mucho más intenso, como un éxtasis silencioso que solo él y la música podría tener, no sabía que otra palabra podría describir ese momento, años después pude encontrar la palabra perfecta para encapsular su estado.
Tarab…
Era una palabra árabe que resumía en una sola palabra el estado de placer y éxtasis creado por la música resulta ser que si había una palabra solo que era otro idioma el que podría ponerle nombre a eso.
-Oh, nunca… pensé que hiciera eso- respondió sorprendido aun por ambas respuestas y sonreí, parece ser que nunca se dio cuenta de tal cosa, interesante.
-Cremé lo hacías más de una vez, quise pedirte que me enseñaras, pero luego decidí que no- seguí confesando, egoístamente siempre quise ir al lugar donde el desaparecía por momentos solo para saber cómo se sentiría, pero…lo sabía dentro de mí, eso no era para mí, no podía crear música, porque era el tipo de persona que la disfrutaba, la amaba y bailaba con ella, dejándome hipnotizar y guiarme, pero que jamás podría crearla.
- ¿Por qué? creo que hubieras sido una alumna brillante- como la viva imagen de un ciervo confundido que no podía creerme que dejara algo que me causaba curiosidad, le di un toque en la nariz con mi dedo haciendo que parpadeara de forma cómica, reí.
-No, hay cosas para lo que sabes no estas echo y esa es una de ellas, es lo tuyo Al siempre lo será y estoy orgullosa de simplemente escucharte- le susurre la verdad a lo que sus ojos brillaron como rubíes preciosos, una sonrisa cálida y suave fue mi respuesta, un leve sonrojo brillo en sus mejillas, seguido de una risa a penas contenida, lo veo levantase y sacudir su ropa del inexistente polvo, aun sentada lo mire desde abajo con una sonrisa.
-Ahora cariño, si querías avergonzarme solo debías decirlo- se aclaró la garganta y me tendió su mano, la tome entrelazando sus dedos con los míos y levantándome.
-No hubiera sido los mismo, además me gusta ganarme las cosas- respondí ya cerrado mi bata para taparme un poco y dejando caer ahora mi cabello a la espalda.
- Realmente eres malvada-
-Lose, no es como si lo hubiera ocultado en todo caso-
- ¡Oh! Créeme, no lo hiciste-
-Lose, soy una bruja malvada-
Me reí lo más malvadamente que pude exagerando tratando de imitar la de una bruja de caricatura lo que falle y termine riéndome a carcajadas, hasta que escuche que una risa se unía a la mía, riéndose más por mi risa que por mi fallo en sí, lo tome de la mano entre risas y le guía hacia el piano, se sentó aun riendo y yo en cambio me recargue en el para escucharlo y mirarlo mejor.
-Bien… esta es básicamente la segunda canción que compuse, no soy un experto ni si quiera algo remotamente profesional, pero…quería que fuera tu regalo de aniversario- explico tamborileando sus garras en la tapa y eso me dejo congelada, sentí que mi garganta se cerraba.
Oh Al…
-Bueno eso aumento hasta el tope mis ganas de escucharla amor… pero dijiste que es tu segunda canción ¿cuál fue la primera? – suspire tratando de sonar bien, funciono hasta cierto punto cuando la curiosidad de esa segunda canción fue mencionada.
-Fue para mi madre, murió antes de que pudiera terminarla- la respuesta tranquila me dio otro golpe al corazón, las únicas dos veces que se atrevió a crear algo por sí mismo y nunca fueron escuchadas por quienes las inspiraron, era doloroso y triste considerando que su madre jamás lo haría ella no estaba aquí abajo, si Alastor estaba en lo correcto ella estaba en el cielo, trague el nudo de mi garganta y dije lo primero que me salió de la cabeza.
- Vaya… eso es mucha mala suerte Al-la respuesta salió casi susurrada y quise abofetearme por ello.
Y el premio a la perra más insensible del siglo es para…
-Bastante, sabes creí por un tiempo que estaba maldito o algo así porque ninguna de mis composiciones, nunca fueron escuchadas para quienes las cree, una broma de la vida de muy mal gusto- al parecer eso no le dolía o molestaba más bien se resignó al echo, suspire y trate de animarlo.
-Bueno, eres bienvenido junto otros cientos de compositores y músicos malditos de la historia, solo que a comparación de ellos por lo menos una de tus compositores si serán escuchada para quien la hiciste, eso ya es ganar algo ¿no? – tratado de no ganarme el premio la perra insensible que había demostrado ser quise hacerlo reír y funciono un poco.
-Si lo es, por lo menos sé que no fue en vano el esfuerzo- respondió abriendo la tapa dejando al desnudas las teclas blancas y negras.
-Bien, ¡adelante maestro! deléitanos con tu composición - dije recargándome en el piano sintiendo la superficie fría y lisa.
- ¿Ahora soy el maestro? –levanto su ceja dándome una sonrisa pícara y bufe riendo.
-Solo en la música cariño no te emociones-respondí y el soltó una risa encogiéndose los hombros.
-Lo tomare-
Se acomodó mecánicamente y con su garras las primeras notas comenzaron, me quede quieta y muda de la sorpresa, era… suave y profunda, decir que simplemente era hermosa era un burla era… sublime, como escuchar las olas del mar en un noche estrellada, te daba un paz que era adictiva nunca querías dejar de escucharla, se quedaba en tu mente para siempre y nunca se iría, como la canción de una sirena atrayéndote atrapándote en su dulce melodía de amor, cerré mis ojos y me deje guiar por la hermosa melodía, casi podía escuchar las olas del mar entre las tonadas arrastrando consigo la siguiente, saboree el agua salada y el aire húmedo, bajo la luna blanca y brillante que las hacia bailar, la arena suave que deslizaba entre los dedos, el mar tan infinito y oscuro daba tanto miedo como curiosidad siendo un espejo de las estrellas en el cielo, a lo lejos se podía ver el comienzo de lluvia, un tormenta, que atraparía el cielo y escondería la luna, una tormenta alborotando al mar ahora salvaje, la marea imposible de controlar arrastraba todo consigo y la lluvia empapando todo a su alrededor.
Empapada hasta los huesos y tiritando por la adrenalina y la sorpresa, la tormenta se fue como llego y ahora un amanecer pintaba el cielo de cálidos colores, un nuevo día comenzaba cálido y brillante, la imagen resultada esperanzadora, tan llena de vida, era hermoso, puse sentir algunas gotas de agua salada caer a mi rostro.
Las notas se volviendo cada vez más suaves y tenues hasta desaparecer y dejar todo en silencio, la imagen se desvanecía en la oscuridad como un sueño, como quería tanto quedarme en este lugar, me había robado el corazón y me encanto.
Y sintiendo un toque cálido, abrí los ojos topándome con un rojo no tan distinto del amanecer, los ojos de Alastor se veían bastante felices.
- ¿Son lágrimas de tristeza o alegría cariño? – pregunto ahora parado frente a mi acunando mi mejilla se su mano mientras me quitaba las lágrimas, suspire suave asintiendo.
No solo me encanto, la adoraba…
-Ambas, espero que te guste tu creación porque te pediré que la toques tantas veces que terminaras odiándola… fue bastante hermoso Al, yo…gracias, fue uno de los regalos más hermosos que alguien me ha dado- respondí riéndome un poco recargándome en su mano y suspire feliz, no podía creer aun que alguien hubiera hecho algo tan hermoso pensando en mí, era una sensación entre vergüenza y alegría burbujeante, dejando mi cara y cuerpo cálidos, escuché la risa alegre de Alastor mientras acariciaba mi mejilla con su pulgar.
- ¿Qué puedo decir? eres una musa cautivante, no me arrepiento de robarte de otros músicos y artistas que hubieran usado tu imagen para crear obras de arte únicas, toda una pena, me hubiera gustado saber… ¿cómo es que te ven otros ojos?: ¿cómo una mujer hermosa y cariñosa?, ¿una bruja?, ¿una cazadora?, ¿una criatura mística?, ¿una maestra? o ¿una sirena que arranca corazones?, tantas opciones, lástima porque ninguno de ellos vera a ninguna de tus encarnaciones como yo lo hago- dijo con un tono entre el orgullo y una clara fascinación que como siempre tratándose de él rayaba en lo obsesivamente enfermo, aun así sonaba tan cariñoso, mi corazón latió rápido en mi pecho y lo mire atentamente estaba diciendo la pura verdad, ninguna mentira bonita, todo verdadero hermoso y crudo, aunque mi mente no tardo en sacarme del ensueño diciendo que en realidad si había obras basadas en mi imagen e historia.
Esto lo va a sacarlo del borde…
-Bueno de echo…- fui interrumpida cuando el sonido del reloj anunciando la media noche hizo eco en la casa, con un "tong" repetitivo que sonó más como la campana de pelea o la campana para volver de vuelta a clases que resultaba ser casi lo mismo, ambos nos quedamos congelados mirándonos sorprendidos sacando de pronto de nuestro mundo hacia la realidad, suspiré.
-Ya es hora- susurre, su mano suavemente abandono mi rostro entendiendo.
-No tienes que salir, puedes quedarte aquí y esperarme- dije dándole la opción de quedarse seco y seguro aquí porque de seguro afuera seria todo menos tranquilo y bonito, el me miro como si le hubiera dicho el peor insulto de todos, escuche que gruño.
-Ya te eh esperado demasiado, estoy cansado de esperarte en la oscuridad, por lo menos esta vez puedo verte y ayudarte en caso de algo salga mal- la respuesta fue contundente como un grito y sonreí asintiendo.
-Gracias, mon roi de la forêt-
-Vamos, ma sorcière-
"Vamos", vaya ¿cómo una simple palabra suena tan bien cuando estamos juntos?
Tome su mano y caminamos hacia la puerta que amablemente Cheshire abrió le sonreí agradeciéndole, salimos y nos quedamos en el pórtico mirando la lluvia, mi lluvia, bien que comience el espectáculo, mientras más rápido termine esta mierda mejor, aun sin quererlo solté su mano y comencé desatarme la bata.
- ¿No quieres ponerte algo más? – pregunto tomando mi bata y viéndome prácticamente desnuda.
-No ¿de que serviría? solo se mojaría, podría romperse o quemarse es mejor así, solo usando mis bragas favoritas, mi determinación y el lindo pensamiento que cuando todo esto termine me harás un pastel de chocolate con muchas fresas y lo comeré en el sofá recuperándome de esto mientras me abrazas mientras me dices lo genial que lo eh echo- respondí tratando de aliviar el ambiente tenso, el negó sonriendo sin estar contento, miro el jardín donde justo en el camino que conectaba al pórtico estaban las esferas cristal formando un circulo esperándome, las gotas de agua al caer sobre ellas creaba un sonido de campanillas de cristal, me recordó a las festivales del solsticio de invierno, era tan reconfortante de un extraña manera.
- Estoy de acuerdo con lo último y preocupado, pero confió en ti, ahora estoy a punto de ver quien es más fuerte tu magia o tu determinación- con la seguridad con la que lo dijo me dio el valor suficiente para ponerme un poco engreída, solté una risa presumida, un reto que sin duda tomaría y él lo sabía.
-Oh cariño… después de tanto tiempo ya deberías saber la respuesta, pero si no te ha quedado claro te lo demostrare- acepte rápidamente como siempre que el me retaba, el levanto su ceja y soltó una risa tenue, antes de que diera el primer paso me tomo de la muñeca apenas un roce y me detuve.
- Adelante cariño, solo… no sobrepases tus limites, si sientes que es demasiado para, no tienes que probarme a mi o nadie que tienes que solucionarlo a la primera- la preocupación no solo se filtró en su voz sino también en los sonidos de ondas angustias y asentí solo para tranquilizarlo, aunque internamente sabía que haría cualquier cosa por hacer esto bien a la primera no quería volver a angustiarlo tanto.
-Prometo tener cuidado y te llamare si necesito ayuda, volveré en un momento- respondí y el me soltó.
Terminemos con esto…
Tome una bocanada de aire, el olor a lluvia fue fresco y tranquilizador, camine fuera del pórtico dejando de la lluvia me empapara, camine hasta el circulo de bolas de cristal y me detuve en medio de estas, quite mi cabello mojado que me tapaba mi vista, sentí la mirada de Alastor fija en mí y en cada movimiento que hacia le sonreí asintiendo.
Cerré mis ojos sintiendo el sello palpitar en mi piel, levanté mi mano concentrándome era hora…
Patefacio sursum
(Ábrete)
Un chasquido resonó sintiendo ahora la magia activándose por un momento todo pareció ralentizarse, el aire se volvió eléctrico, el agua se volvió pesada y de repente todo se estrelló contra mí como un camión de carga a toda velocidad o más bien como si el mismo océano se estrellara creando un remolino de agua que me atrapaba girando dejándome como un muñeca que se movía a su voluntad, abrí mis ojos solo para verme en oscuridad rodeada de nubes negras apenas unos rayos de luz se filtraban entre ellas siendo los relámpagos, el aire estaba tan frio y quemaba a cada respiración, las gotas de lluvia dolían como pequeños latigazos cuando tocaban mi piel, oh mierda.
Cuando algo se estrelló con fuerza contra mi espalda haciéndome caer al suelo por suerte de costado, fue un rayo, electrificando mi cuerpo quemando mis huesos, apenas pude aguantar no gritar cuando otro llego sin darme tiempo de nada manteniéndome en el suelo, no, joder, esto es mucho peor de lo que esperaba, sintiendo varios más estrellándose contra mi casi pude entumecerme si no fuera porque el agua de la lluvia se estaba absorbiendo en mi piel como si fuera metal líquido a un imán, enfriaba mi sangre paralizándola, jade temblando negándome a rendirme, pese a todo este dolor, esto era mío lo sentía como una extensión de mí, me pertenecía así que tenía que controlarlo, tenía que…
Sicut gutta aquae, quae redit ad Oceanum ...
(Como la gota del agua que vuelve al océano…)
Et tergum ad ultimum in quo vita incipit ...
(De vuelta a donde la vida comienza y termina…)
Ex ad cibum pulveris ...
(De la carne al polvo…)
Ad fons vitae in lumine ...
(De vuelta a la fuente de la vida a la luz…)
Ligatum et tenebrae mortem ...
(Atado con muerte y la oscuridad…)
Recite tratando de hablar con el castañeo de mis dientes y la lengua entumecida, sin poder pararme siendo constantemente llenada con mi magia, la imagen de tratar de poner toda el agua del planeta en una botella de cristal tomo sentido en mi mente, al sentir dos rayos estrellándose contra mi espalda, no logre contener mi grito de dolor, rezando porque Alastor por todo el ruido no lo escuchara, algo de quebró y sentí en mi espalda mis alas ahora descubiertas, al igual que mis cuernos, ¡mierda!, esto solo va de mal en peor, estoy perdiendo el control de toda mi magia, mierda, mierda, mierda, ¡MIERDA!
Eso quería decir… puse mi mano en mi cuello, ¡mierda!, ¡puta madre!, las runas ya no estaban, no las sentía, ya nada restringía mi peligrosa voz, no podía hablar, no me arriesgaría a hacerle daño a Alastor ni a nuestra casa no de nuevo.
Apreté mis dientes, ¡NO!, esto no me va a derribar, no me quedare en el suelo aguantado todo, si esto es mío, si esta magia es mía, si esta soy yo, entonces será mejor que me dé su mejor golpe porque estoy lejos de rendirme, en un momento leve de calma me levante apenas jadeando y temblando pero de pie, mire al cielo donde un oscuro agujero me devolvió la mirada, un torbellino que parecía no tener fin, abrí mis alas lista para el siguiente golpe, mire a mi alrededor, nada sugería de donde vendría el siguiente, hasta que algo chisporroteo a mi espalda y al darme la vuelta alce mis manos para tomar el rayo como si fuera una bola de béisbol, el impacto me dejo sin aire tirándome de nuevo ahora de espalda, el golpe dolió más que la caída.
Joder… ok… ese… fue… un buen… golpe…
Los oídos me zumbaron y el ardor de nuevas heridas se hizo a reconocer mire mis rodillas tenían cortes sangrantes dorados que en segundos después sanaron, era irónico, mi magia que me estaba dañando también me estaba curando, esto estaba jodido, muy jodido, bien arriba, me pare de nuevo, me prepare para otro golpe esta vez no fue mejor, ni la siguiente, ni la siguiente a esa, pero logre seguir de piel aguantando todo y tomando el dolor, no sentía que estuviera avanzando, esto no parecía tener fin, no tenía ningún control, joder, mierda, puta madre, a penas si podía estar de pie temblando, levante mi vista y por un segundo pude ve a Alastor se sujetaba con fuerza de pórtico sus garras incrustadas en la madera para no ser llevado por las fuertes corriente de aire, estaba empapado pero sobre todo la mirada de preocupación de su mirada se encontró con la mía durante un segundo para ser devuelta la oscuridad de nuevo, alce mi mano para poder volver a verlo tratando de volver a abrir las nubes negras, fue en ese momento de distracción que un golpe me llego con más fuerza que la otras veces y me di de cara al suelo de piedra, sentí la sangre caer de mi frente, parpadee tratando de aclarar mi vista tratando de ignorar el dolor de cabeza que crecía.
¿Por qué no puedo controlar mi magia?
Gruñí encajando mis garras en la piedra dejando arañazos, sentía tanta frustración, lágrimas de frustración y dolor se combinaron con el agua que escurría de mi cara.
Niña testaruda deja de tratar de controlar todo…
La voz de mi maestra se abrió por mi mente, el recuerdo me llevo de vuelta a cuando tenía 16, ella sentada en su silla de ruedas ya demacrada su enfermedad estaba ya muy avanzada, ella sabía que moriría pronto pero aun así tenía tanta fuerza en su voz y postura que siempre me impresionaba.
La magia no es algo que pueda controlar y encerrarla esperando que permanezca así por siempre…
Es como le viento y el agua, como la sangre de tu cuerpo tiene su propio camino y movimiento estancarla en un solo lugar solo causara desastres…
Ah… ¡AH! ¡Claro! ¿cómo pude olvidar? Era algo tan básico, ja, incluso después de tanto tiempo ella aún seguía dándome lecciones o más bien recordándomelas, sonreí recitando sus palabras en mi mente.
"Tratar de controlar algo que no se puede controlar solo causa dolor"
Como alguien que es igual de salvaje deberías entenderlo…
"Como bruja no controlas la magia solo la manejas, la haces fluir sin detenerla"
Así que solo debes mostrarle el camino para hacerla llegar a donde tu deseas que llegue…
"Ah, me eh vuelto a sentir como una novata"
Si ella estuviera aquí y viera el desastre que tengo de seguro me regañaría, sonreí, ojala, así podría agradecerle por todo, o por lo menos despedirnos como era debido, fue tan sorpresivo que nunca pude despedirme de ella, lagrimas ahora de dolor se combinaron con la lluvia, suspire ahora sabiendo lo que debía hacer, debía guiar a mi magia donde quiero que resida, me levante y esta vez ya no caería, conocía un método para hacerlo, uno que nunca considere usar más allá de los festivales y rituales, bailar, mantener el cuerpo en constante movimiento dejando que la magia fluya en el cuerpo renovándolo y limpiándolo pero no debía ser un baile cualquiera necesitaba el movimiento sin repetición que se usaba sintiendo los compases de la música sin reglas, un baile crudo casi animal, esa sería la manera en la que guiaría a mi magia a encapsularse en esta forma, no tenía instrumentos o canticos para crear música así que recurrí a mis memorias.
Un lugar donde la hierba alta llegaba a mis rodillas, fresca y viva, el aire estaba ligeramente frio aferrándose los retazos de invierno que aún estaban en el aire, una gran fogata brillaba en la noche, el sonido de risas alegres de mis hermanas se combinaba con las campanas de viento ligeras al brisa, pude olor las flores que tenía coronando mi cabeza y los tambores y cantos para darle la bienvenida a la primavera dejando que la magia renovara la tierra y nuestros cuerpos después de dormir por el invierno como las flores que nacen del suelo.
Manteniendo el recuerdo tataré el cantico comenzando a moverme, lazando mis brazos y bajándolos, girando mi cuerpo, sintiendo la música y la magia alrededor dejándola entrar en mi guiándola suavemente, invitándola, me moví con el viento como una cometa, me dejaba caer al suelo y me alzaba como si fuera la remontar en vuelo, moví mis alas conmigo abriéndolas y doblándolas como mis brazos, girando, sin orden ni control y ahora la sentí llenándome los pulmones de aire fresco como si fuera la primera vez que respiraba, me estaba llenado, cada célula de mi cuerpo se electrificaba, llenándose de vida, ya no sentía dolor, solo esto, el amor de estar de nuevo en casa recuperando lo que había perdido, sonreí sintiendo el escalofrió de electricidad que puso mi piel de gallina naciendo desde las puntas de mis alas hasta los dedos de mis pies, llenándome de calor que el agua me refrescaba, tarare más fuerte casi hablando sin hacerlo, aun recordando a pesar de todo mis limitaciones, abriendo los brazos a mí misma para dejándome entrar alce mis brazos al cielo agradeciendo su llegada y sin más gire y gire como un tornado con el viento dejado que me llevara a donde tuviera que ir, me sentía tan libre…tan viva…
Esta soy yo, libre, desenfrenada, soy el viento, soy el trueno, soy el agua que llena de vida y arrasa con ella, soy infinita y tan pequeña, tengo alas para surcar los cielos y pies para sentir la tierra, soy la noche y las estrellas, oscura y brillante, soy una bruja, una mujer, una amante, una hija, una amiga, una hermana, una compañera…
Y mi visión se volvió oscura hasta que pequeñas luces brillaron tímidamente, estrellas cientos, miles de ellas, un cielo azucarado, silencioso, nebulosas de cientos de colores, cometas y planetas que nunca había visto, se sentía como una ilusión antes de despertar del sueño…
¿Qué?
Justo en un segundo la visión desapareció y al abrir mis ojos pude ver por primera vez el cielo, rojo y con una luna negra, ¿rojo? Ah, el cielo es rojo aquí, como un eterno atardecer, parpadee tratando de orientarme deteniéndome cuando las ultimas gotas dejaron de caer, sentía mi cuerpo cansado y entumecido, pesado y rígido temblaba como si tuviera hipotermia, me tambalee tratando de permanecer de pie, mi cabeza pesaba una tonelada, levante mi vista y vi que Alastor estaba a salvo, mojado y parecía que salto a una piscina y recién salió de ella, le sonreí.
Lo logre…
Recordé que no podía hablar, ah sí, debo de volver a activar las runas, mis brazos no me respondían, bueno mierda… y… ¿porque no siento ya las piernas?, doble mierda, mis piernas me fallaron y siendo mis alas lo más pensado caí de espalda, alcé mi mano para poder agarrarme de algo sin encontrar nada, cerré mis ojos esperando el impacto de nuevo al suelo, pero no sucedió lo que sentí fue un tacto cálido que tomaba mi brazo y me jalaba.
Siempre salvándome de caer ¿eh?...
-Te tengo cariño, tranquila ya todo acabo- la voz de Alastor me hizo abrí mis ojos, asentí lentamente, mientras me cargaba, deje caer mi cabeza en su hombro y mi cuerpo se relajó por ya no sostenerse a sí mismo, trate de mover mis alas para ayudarle a sostenerme mejor rodeándolo, funciono un poco por lo menos no obstruían su camino.
-Lo hiciste muy bien ma sorcière, debo decir que fue bastante impresionante y un poco aterrador- dijo con una risa de alivio, sentí sus labios cálidos colocar un beso en mi frente, tararé aliviada, sonreí asintiendo.
No tenía dudas de ello, no podía imaginar como se vio todo ese desastre desde afuera, me acomodo bien en sus brazos y dio media vuelta para entrar a la casa y eso me puso en alerta de nuevo aún no había cerrado el sello y existía la posibilidad de que todo esto saliera de nuevo de control, desesperada y sin poder moverme, le pedí a Nyx que lo detuviera, la sombra salió lenta y tambaleante al igual que yo me sentía obstruyendo el camino.
- ¿Qué sucede Nyx? - pregunto Al deteniéndose gracias al cielo, Nyx con mímica le explico señalando la casa y negando, señalo mi espalda y luego el cielo, con una miranda confusa Alastor después de Nyx de nuevo explico con más calma, su cara se ilumino entendido.
-Ah, aun no deberíamos entrar ya que el sello aún sigue abierto y podría liberarse su poder, ¿es así? - dijo y ambas asentimos, el me vio y suspiro miro alrededor y su mirada se detuvo en el sauce.
-Bien entonces esperemos un poco afuera, nos sería bueno perder nuestra casa de nuevo ¿no?- dijo riendo un poco por su propia broma que me hubiera gustado responderle pero espere, Nyx volvió a mí y me llevó hacia el sauce, debajo de sus ramas caídas sirvió como un refugio, se sentó a los pies de este, recargando su espalda contra el tronco, hizo aparecer un cobija roja y mullida, me cubrió con ella con cuidado, debajo sentí el pasto mojado tocando mis pies, ¿Cuántas veces no hicimos esto antes?, cosas que nunca cambian, me relaje un poco, bien haz esto, solo esto y terminara, levante mi mano lentamente y la puse en mi cuello, con toda la concentración que pude volví a ponerme las runas, jade al sentirla magia correr de nuevo.
Et clauserunt
(ciérrate)
Dije y suspire de alivio puro al sentir el sello caliente en mi espalda fluyendo sellando la magia, Alastor me movió y quito mi pelo para ver si el sello trabajaba correctamente, al volver a sentir fría mi espalda pude saber que había funcionado.
-Listo corazón, el sello está cerrado, ¡lo lograste! – la voz tan feliz de Al me dejo también feliz y cansada, muy cansada ahora que podía hablar me reí.
-Joder…si…me… debes… un…pastel- jade cada palabra lentamente sintiendo mi garganta rasposa, ya no podía seguir con mis ojos abiertos pesaban demasiado de echo todo lo hacía, estaba muy cansada, no recordaba cuando fue la última vez que me sentí así, pero no lo extrañaba eso era seguro.
-Si te hare tu pastel de chocolate con fresas- dijo soltando una risa porque fuera eso lo que me preocupara ahora, sonreí.
- ¿Con muchas fresas? –pregunte acurrucándome contra su cuello, era tan cálido podría dormirme aquí, el olor de la meta y café solo sirvió para relajarme y arrullarme más.
-Todas las que quieras, ahora duerme y descansa, estaré aquí cuando despiertes- me prometió y asentí, dejándome llevar por mi cansancio.
-Gracias, te quiero Al- susurre.
-Je t'aime aussi ma sorcière (También te quiero mi bruja)- respondió.
Y cerré por fin mis ojos dejadme llevar por el sueño reparador que con urgencia necesitaba y mejor aun sabiendo que cuando despertara tendría a mi esposo y un pastel de chocolate esperándome y me sentía tan afortunada.
Es un domingo oscuro…
La voz de una mujer fue lo primero que me trajo de la oscuridad de un sueño sin sueños, apenas pude escucharla, un susurro lejano, una canción que reconocí, pero mi mente perezosa no quiso darle nombre, pero lo sabía, una parte de mi aun quería seguir en la oscuridad y descansar, me sentía cálida, cómoda y segura, sin duda tres grandes cosas que me harían dormir por años.
Los ángeles no piensan en volver a ti,
¿Se enojarán si pienso en unirme a ti?
Pronto habrá velas,
Y plegarias que son dichas,
Lose,
No dejen que lloren,
Háganles saber que estoy feliz de marcharme…
Ahora que mi conciencia estaba tomando más terreno la canción ya no era tan lejana, también pude escuchar el sonido del fuego cerca, el aire olía al chocolate y alguien tarareando a lo lejos, era familiar… Alastor…
La muerte es un sueño,
Porque en la muerte,
Te estoy acariciando,
Con el último aliento de mi alma,
Estaré bendiciéndote…
Con la oscuridad ya lejos pude abrir los ojos viendo loa flores el tapiz del mueble, el tapiz de mueble de la sala, estoy en la sala, bien, me moví un poco sintiendo mis alas descansando sobre el sofá y la otra mitad en el suelo y gracias la almohada tan mullida mis cuernos no molestaban estar acostada de lado, bien hora de guardarlas a las chicas, con un poco de concentración lo logré, por fin, giré con cuidado aún sentía el cuerpo entumecido, junto un ligero cosquilleo en mi piel, quedando boca arriba, ahora sí, mucho mejor.
Suspiré largamente, ahora todo ya estaba en su lugar, me acomode mejor bajando un poco la cobija que me tapaba hasta mi barbilla y me sorprendí al ver que Al se había tomado la molestia de vestirme y con mi pijama favorito, me la regalo en la primera navidad que pasamos juntos ya como esposos, era una pijama igual a la suya solo que envés de rayas rojas era verdes, era tres tallas más grande y era muy suave, me encantaba usarla en invierno y la usaría el resto del año si tan solo no me cociera viva si la usara en verano, alce mis manos a penas sobresalían las puntas de mis garras de las mangas, me volví a sentir como una niña usando las camisetas de mi padre, sonreí.
Pude ver como una sombra salía debajo del sillón, una sonrisa preocupada verde neón me saludo, le sonreí de vuelta, se recargo a los pies del sofá como un cachorro esperando a que su dueño se levante para darle mimos, me aclaré mi garganta para no sonar tan terrible.
-Hola Cheshire, ¿Al te mando a cuidarme? - susurré y el asintió mirándome con preocupación, y negué sonriendo era tan de Alastor ese gesto.
-Estoy bien, ya estoy bien, gracias por cuidarme eres una cosita tierna ¿Por qué no le avisas a Al que ya me desperté? – dije y acaricie su cabeza suavemente sabiendo que mi esposo lo sentiría, tocar una sombra era como tocar humo a penas tangible, escuche un ronroneo contento de él y no pude evitar reírme, cuando termine el salió literalmente volando hacia la cocina de donde provenían los sonidos y el delicioso olor a chocolate sin duda Al cumpliendo su promesa de hacerme mi pastel, cerré mi ojos para tratar de ver el estado de mi magia, parecía que todo estaba bien se acoplaba bien a estar encapsulada en un forma sólida o tan sólida como se puede ser un alma, la fluidez era correcta y no tenía obstáculos, bien todo marchaba bien.
- ¿Cariño? – una voz me hizo abrir los ojos topándome con Alastor mirándome desde arriba con su espalda doblada, para estar más cerca de mi cara, le sonreí tocando con mi dedo la punta de su nariz.
-Hola amor-respondí viendo como agito su nariz por el toque casi como lo haría un ciervo real, tuve que contenerme de no reírme en su cara, tan adorable.
- ¿Cómo te sientes? –me pregunto con ese tono de preocupación que simplemente hacia que mi corazón latiera lento y dulce en mi pecho sentía que tenía ahora miel envés de sangre.
-Eh tenido días peores, pero ya me siento mejor-me encogí de hombros y me levanté con cuidado, estar tanto tiempo acostada me atontaba el cerebro, antes de poder levantarme por completo sentí su mano cubriendo mi frente y me detuve.
-Mmmm… parece ser que volviste a tu temperatura normal, antes de entrar parecía que cargaba más un cadáver y era no uno del cual quisiera para la cena- dijo pasando su toque por mis mejilla y cuello, hasta que estuvo satisfecho.
-Ja, ja, muy gracioso, pero ya estoy bien, de verdad, te doy mi palabra de niña exploradora- exclame sonriente levantando mi mano en juramento.
- ¿Niña exploradora? – ladeo su cabeza en confusión y parpadee entendiendo que no entendió la referencia, oh claro.
-Luego te explicó y… ¿veo que traes algo para mí? – dije rápidamente viendo que en su otra mano tenía una gran rebanada de pastel, pude ver las fresas y la crema de relleno, oh sí.
- ¡Ah! ¿Esto?, no sé, algo me dice que no te gustara, tanto chocolate, crema y fresas sin duda no será de tu agrado- negó riendo malvadamente metiéndose conmigo, fruncí el ceño, bien si así quería jugar.
Dos pueden jugar ese juego y para su mala suerte me encanta ganar…
-Muy bien chico listo, dame ese pastel antes de que esta almohada terminé contra tu cara- dije tomando la almohada con rapidez.
- ¿Te acabas de despertar y ya estas peleando? –rio negando.
-Sí, me desperté y escogí la violencia, lo vale si la causa tiene chocolate de por medio- dije y nos quedamos viendo por un segundo, hasta que Alastor suspiro rindiéndose.
-Bien, detente de iniciar una masacre, aquí tienes- dijo sabiendo que no brome con lanzarle la almohada y sonreí triunfante.
La victoria es dulce, dulce…
-Gracias, sabía que entrarías en razón, vamos siéntate- dije, haciendo un lugar, abriendo la cobija y palmeando el lugar libre , como si estuviera esperando que se lo pidiera se sentó rápidamente y dejo que lo tapara, me dio la rebanada y me deje caer contra su hombro, sentí su brazo rodear mi cintura acercándome aún más a él, ah tan cómodo, mire la rebanada de esponjoso pan de chocolate, relleno de crema y fresas, tome la cuchara, corte un pedazo no tan grande como hubiera querido, lo metí a mi boca y fue…maldición ¿hay algo que este hombre no cocine bien?, suspire satisfecha, escuche que reía a mi lado mirándome de reojo para ver si me había gustado.
Bien, se lo gano…
- Mmmm… ¿Te eh dicho lo mucho que te amo? – respondí melosamente batiendo mis pestañas en exagerada coquetería.
-No en las últimas tres horas cariño, pero es gratificante escucharlo- riendo con esa sonrisa de superioridad y recargo su cabeza contra la mía, fruncí el ceño.
Ciervo tonto, espera un momento…
- ¿Tres horas? ¿Cuánto tiempo dormí? –pregunté curiosa, el tarareo pensando.
-Solo dos y te levantaste justo a tiempo cuando terminé el pastel-me respondió y asentí sorprendiéndome de mi perfecta sincronización para levantarme.
- ¡Ja!, mejor aún-exclame tomando otro trozo de pastel esta vez fue un gran trozo.
-Aun me desconsienta como no puedes levantarte por las mañanas, pero si para comer algo en cuanto está listo- dice negando mientras sonríe por la ironía y me encogí de hombros, tragando el bocado y riendo.
- ¿Qué quieres que te diga? Yo tampoco losé, pero me encanta hacerlo-dije siguiendo comiendo mientras escuchábamos música en tranquilidad, me acabé con mi rebanada con demasiada rapidez para mi gusto, aww, pensé en pedir otra, pero al final decidí no hacerlo por lo menos por ahora así estaba bien, jugué con la cuchara ahora lamiendo los restos del pastel y cuándo no quedo nada que saborear simplemente la deje en mi boca juagando con ella, Alastor que se dio cuenta de esto simplemente sin decir un palabra me tendió su mano pidiéndome el plato y la cuchara.
Ooww, ¿por qué no le gusta que juegue con los cubiertos?
De mala gana dejé de jugar y le di tanto la cuchara como el plato una vez desecho eso suspire y me recargue aún más contra mi cálido esposo, dejando caer mi cabeza en su hombro, mire por la ventana la luz roja que entraba, vaya el cielo si era rojo y no fue cosa de mi imaginación y también recordé hacer visto un círculo negro en el cielo ¿acaso eso era como el sol aquí?
Interesante, supongo que ahora si puedo ver que estoy en el infierno…
Aunque se sienta todo lo contrario, oh bueno, cerré mis ojos por un momento el olor de café y menta del Alastor su aroma más intenso que antes, mmm…. curioso, talvez mi magia estaba ahora intensificando mis sentidos, eso tenía sentido, porque antes su olor no era tan intenso era tenue en todo caso no me quejaría me gustaba la combinación tan de Alastor y más cuando estábamos acurrucados, me acerque tanto como pude sin querer hacerlo sentir incomodo, probablemente si este problema ya estuviera un poco más resuelto estaría en su regazo echa una bola, bueno si lo quería como antes se debía trabajar en ello y estábamos por buen camino, lento pero seguro.
Suspire mirando su perfil, tarareaba alegremente con la música su voz haciendo el eco característico de una voz saliendo de la radio, la imagen resultaba tan entrañable en especial cuando se le veía tan relajado considerando que a pensar de que su siempre sonrisa era su mecanismo de defensa ahora realmente porque lo sentía estaba sonriendo, porque estaba feliz, me gustaba verlo así eso aunque pareciera irónico, me hacía feliz también, tarare con él la canción aunque realmente triste y con un mensaje oscuro tenia ritmo, se dio cuenta y sonrió aún más recargo su cabeza contra la mía casi susurrando suavemente la letra como si me estuviera contando un secreto, su aliento me hizo cosquillas y no pude evitar reír, recordé como últimamente frotaba su cabeza contra la mía, así que le devolví el gesto tratando de imitarlo a él y sintiéndome más como un gato que buscaba atención en el proceso, las cosas que hago por amor, esperando hacerlo bien o por lo menos hasta que sentí que Alastor se ponía rígido como una tabla sorprendido por el acto.
Preocupada de haberla cagado justo cuando me detuve para disculparme, cuando en un segundo me sentí rodeada por sus brazos apretada fuertemente contra él, sintiéndome más como un ratón atrapado por una pitón, hasta pude escuchar como mis huesos tronaron por la fuerza del agarre que estaba a poco de ser doloroso, ¡ugh!, lo que tampoco espere era sentir su mejilla en mi cuello frotando su piel contra la mía sin dejar de reír, reconocí cuando dejaba salir esa risa risueña, cuando ya había bebido demasiado a pesar de su aversión al tacto nadie pensaría que era un borracho alegre y pegajoso, confundida y más porque sabía el no había bebido ni una gota de alcohol.
¿Qué demonios le sucede?
-Mmmm… mío- escuché que dijo posesivamente contra mi hombro, pude sentir su nariz ligeramente fría hundirse contra mi piel dando una gran bocanada de mi aroma, ¿eh? ¿Qué… que le sucede?, deje que siguiera y no porque no pudiera liberarme de su agarre si no porque quería saber a dónde planeaba llegar, en especial por el hormigueo que sentía bajo mi piel, raro, muy raro, cuando al parecer tuvo suficiente con olerme siguió frotándose contra mí, tarareando feliz y comenzando a mecernos suavemente, bien esto cada vez se pone más raro…
¡¿Que mierda?!
Pude sentir algo cálido y resbaladizo lamer mi cuello mientras él seguía tarareando suavemente, pareció mas un niño saboreando una paleta y para mi desconcierto comencé a sentirme cada vez más confundida y un poco excitada por ello, tome una bocanada de aire lenta para tratar de calmarme, hasta que esa lengua no paro en mi cuello siguió su camino hasta mi mejilla, ok esto ya es más raro que otra cosa, justo cuando su lengua llego a mi pómulo solté al fin una palabra.
-Mmmm… ¿Al? - dije no muy segura en ese momento como si se hubiera roto un hechizo se detuvo, sus ojos que habían estado entrecerrados como si estuviera en trance se abrieron sorprendidos, me miro a los ojos por un segundo dándose cuenta de lo que estaba haciendo, fue casi cómico ver sus ojos mirar mi cara y darse cuenta que su estaba prácticamente lamiéndome como lo haría un perro, un ruido de fuerte estática chillo y se quitó de encima, tan rápido como llego dejándome con una mejilla y mi cuello cubierto de una capa de baba.
Bueno eso es nuevo…
No es que Alastor antes no me hubiera lamido, eso no era lo nuevo, me había acostumbrado a los chupetones, moretones, rasguños, las mordidas seguidas de una lengua que saboreaba la sangre obtenida (con un esposo caníbal era de esperarse) era lo normal y esperado, los disfrutaba en una buena sesión de sexo, pero esto era otra cosa.
En especial si eso le hace parecer tan mortificado…
Escuche que soltó una risa tensa, lo mire tratando de aclarar su garganta y con un ligero sonrojo en sus mejillas, paso su mano por su cabello y hasta entonces me miro.
-Lamento eso corazón eso fue…muy grosero de mi parte- dijo mirándome por un segundo para luego ver a la alfombra como si le diera pena solo verme, suspire vaya eso debía ser grave.
-Está bien, no es como si no me hubieras lamido antes- le respondí bajando mis piernas del sillón e imitando su postura solo que más relajada.
-Es verdad, pero eso está destinado para ocasiones muy… diferentes- replico ahora sonando cansado, recargo su barbilla en su mano mientras descansaba en su pierna, levanté mi ceja y decidí hacer el primer movimiento si sabía lo que le pasaba podíamos solucionarlo de una forma u otra.
Bien aquí vamos…
- ¿Entonces? –pregunté al fin sonando lo más tranquila y amable que pude.
- ¿Entonces que amor? – la pregunta sonó con un chillido de estática combinado con unas orejas de ciervo que temblaban y aun sin poder mirarme a la cara, mmm… supongo que esto debe de ser más grave de lo que pensaba, pero no me rendiría.
- ¿Me vas a contar que sucedió?, no estoy enojada ni nada, pero por tu cara sé que es algo de lo cual no estás muy… cómodo- intente de nuevo acercándome un poco a él, tratando de ver su rostro.
-No es algo de lo que me enorgullezca, de echo lo odio es… ¡humillante! – soltó con un gruñido más que irritado que nada mientras se tapaba la mano con su cara para luego dejarla caer para recargarse en el sillón cansado de eso.
Ah…
- ¿Quieres contarme sobre eso? – ahora sabiendo sus sentimientos reales del tema podía tentar las aguas para que me diera una respuesta, pero también si el no deseaba dármela lo respetaría.
-Sí y no… es algo que eh ignorado desde que lo descubrí y ahora mismo toma el control y más en tu presencia- su respuesta me dejo sorprendida y algo culpable, no sabía que lo había estado jodiendo sin darme cuenta, me mordí el labio.
-Oh ¿lo siento? – dije realmente disculpándome sin saber porque, el rio negando como si hubiera dicho una adorable tontería.
-No lo lamentes, no es y nunca será tu culpa, es… algo como un castigo que todos los pecadores tienen que soportar- me explico por fin mirándome parecía un poco más relajado no por completo por las señales de su cuerpo, pero era algo, solté un ah, mientras entendí era algo que tenían todos los demonios de infierno entonces no era muy posible que yo pudiera tenerlo o entenderlo por completo.
Aunque puedo hacerlo sentir más cómodo si eso ayudaba de algo…
-Entiendo, entonces… ¿hay algo que pueda hacer para hacerte sentir mejor? – le pregunte realmente deseando poder ayudarlo, aunque fuera un poco, si era un castigo supongo que no debía ser algo lindo ni una mierda parecida.
-Ah cariño, siento que retrocedimos en el tiempo… ¡Ja!, Pero si… hay algo que puedes hacer- soltó una risa divertido por la situación de dejavu que sin duda yo también recordé que pasamos por lo mismo cuando comenzamos a salir cuando Alastor debido a su nula experiencia en una relación romántica, no sabía cuáles eran sus límites personales, cuanto debía dar y cuanto el estaba dispuesto a dejarme darle, reí con el también recordando, parecía que habían pasado tanto de eso y aun así estábamos aquí con un situación parecida, aunque me animo mucho saber que si podía ayudarlo en algo.
Bien hagamos esto…
-Oh bien ¿Qué necesitas que haga? –pregunte lista para cualquier cosa, motivada y llena de energía y magia, estoy lista, vi cómo me miro de abajo hacia arriba examinándome con detalle como si fuera un enigma que quería resolver, paso su mano por su barbilla con un "mmm" combinado con las ondas aun mirándome sonrió encontrando la respuesta, se aclaró su garganta sonriéndome con picardía.
-Primero: ¿serías tan amable de levantarte dulce corazón? -
-Ah, claro- me levante de un salto del sillón esperando nuevas indicaciones, vi como él se levantó también del sillón, para después acomodar la almohada que antes había usando al igual que la sabana, se sentó y se quitó los zapatos mostrando sus cascos, lo mire esperando, me agrado ver que estaba lo suficiente cómodo para dejar que viera sus cascos, él no estaba lo suficiente cómodo aun para mostrarse por completo otra vez desnudo en mi presencia, dejándolos acomodados se acostó en el sillón completamente recto como una tabla y me miro.
-Ahora ven- sonrió con alegría y abrió sus brazos para darme la bienvenida, me quede quieta mirándolo queriendo solo ir y dejarme acurrucar contra el cómo lo había querido hacer hace tiempo, pero la parte racional de mi vio las advertencias no dichas.
- ¿Estás seguro? ¿No será muy… abrumador para ti? – pregunte acercándome y tomando suavemente su mano, entrelazo nuestros dedos y apretó ligeramente dando su permiso.
-Tranquila, tengo mi ropa puesta y además te explicare porque tu toque es todo menos una molestia y si te hace sentir mejor, si esto me abruma te lo diré de inmediato-
-Está bien- acepte ya sin nada que me detuviera con cuidado me acomode sobre el acostándome siendo ahora que ambos teníamos la misma estatura me acomode aun así para que mi cabeza quedara debajo de su barbilla, era tan cálido, pude escuchar su corazón latir tranquilamente en su pecho, había extrañado el sonido cada vez que dormía sola, todo era tan silencioso cuando me acostumbre a dormir escuchado los latidos de la persona que más amaba, era mi canción de cuna que me hacía dormir en segundos, una vez suspire satisfecha me rodeo abrazándome si era posible más cerca, sentí la manta tapándonos, estuve tentada a cerrar los ojos y dormir de nuevo, cálido, cómodo, maldición debía concentrarme, aunque la tenía difícil considerando lo feliz y relajada que estaba.
- ¿Cómoda? –la pregunta me saco del trance y asentí.
-No tienes ni idea de lo mucho que extrañé esto-dije sonriendo jugando con el botón de su camiseta para mantenerme despierta y atenta.
-También lo extrañe ma sorcière … ahora para comenzar a explicarte primero, hay… cosas que debes saber, no sé si como ángel pasaras por algo parecido o si de lo contrario nunca te ocurre, pero… como sabes los pecadores tenemos partes de animales, insectos entre otras cosas, con esas partes también vienes otras… cosas…- comenzó a explicar tan tranquilamente aburrido como si me explicara como funcionaba su cabina de radio y me concentre en sus palabras entendiendo la información y ahora comprendí que sus partes animales no solo eran de adorno, tenia sentido.
- ¿Cosas? –pregunte curiosa, girando con mi dedo el botón negro.
-Si… instintos más bien, claro todo depende de las partes de animal que tengas, en mi caso mis orejas me dan una audición extraordinaria que combina bien con mis habilidades, mi olfato, mi vista incluso mi agilidad fueron aumentadas, todo y también pasa lo mismo con los demás pecadores, dependiendo de las partes animales que obtuvieron serán sus nuevos dones por así decirlo- siguió su explicación, ahora sintiendo como sus manos masajeaban mi espalda.
-Wow, entonces adquieres las habilidades del animal del cual adquiriste nueva forma entiendo- asentí incitándolo a seguir.
-No es tan malo, lo detestable es que como los instintos juegan con cada demonio en mi caso a veces siento la necesidad de repente de correr y saltar sobre cercas o retozar en el pasto, eso es la mayoría del tiempo controlable pero también… hay… una época del año en que cada demonio debe sucumbir a las temporadas de calor, las temporadas de apareamiento o el celo- pude sentí su tono volver a tener emociones y no me gusto como sonó: inseguridad, vergüenza y algo de ira escondidas y mezclándose, me quede en silencio esperando a que siguiera.
-Una vez al año, dependiendo de la especie sienten la necesidad como cualquier animal de procrear, aunque sea imposible para los pecadores tener decadencia eso solo pueden hacerlos los nacidos en el infierno como: los súcubos, diablillos y perros del infierno, pero… aunque eso tu mente lo sabe, tu cuerpo no y sigue entrando en una ola de calor para copular y dar descendencia- las palabras salieron entre gruñidos de indignación, sentí sus garras clavarse ligeramente en mi piel a penas una piquete pero mientras me explicaba mi mente comprendió con horror todo.
- ¿Pasa eso todos los años? –pregunte sintiéndome angustiada y horrorizada por lo que debió de pasar.
-Sí, pierdes por completo el control solo pensando en buscar una pareja para… aparearte, nada importa es como estar en un trance desagradable, lo peor de todo es que una vez que adquieres un compañero tus instintos lo verán como tu compañero de por vida, incluso aunque ambos no lo deseen, querrás cuidarlo, protegerlo, todo para garantizar su seguridad y gracias a eso muchos demonios saben sacar lo peor de esa situación quedando ligados a compañeros todos menos cariñosos- y ahí fue cuando la cortina se cayó para revelar el verdadero tormento, esto era lo más asqueroso de todo, sentí náuseas y enojo y más porque Alastor tuvo que pasar por eso y seguiría pasando por eso por toda la eternidad…
¡OH POR DIOS!
- ¡ESO ES HORRIBLE! ¡Es una mierda retorcida y asquerosa!, no se quien pensó eso pero es un hijo de puta enfermo, no puedo ni pensar en todas la violaciones que deben ocurrir por eso y lo peor es que quedas ligado de por vida con el cabrón que te violo, además ya que somos inmortales es para toda la jodida eternidad y la mierda mas grande es que no puedes defenderte o impedirlo por el maldito celo, estas por completo vulnerable y en los casos menos peores quedaras ligado con alguien que si bien no odias no te cae bien, joder que pesadilla debe ser eso… es… ¿ es por eso que nunca lo hiciste con alguien al llegar aquí?- solté todo levantándome para mirarlo, despotricando y entendiendo por qué nunca quiso tener un acto sexual con alguien si eso te condenaba más de lo que te aliviaba.
-En parte si y no, eso solo pasa durante el celo, durante el resto del año no es un problema- me explico mientras trataba de volver a calmarme masajeando mi cabeza y haciendo círculos en mi espalda, hubiera funcionado si no me hubiera horrorizado lo que escuché, en todo este tiempo alguien hubiera podido aprovecharse de Al y yo no hubiera estado ahí para impedirlo, siendo el un overlord sabía que habría más de un idiota dispuesto a aprovecharse de ese momento de debilidad o peor aún sus enemigos, ese tal Vox seguro se aprovecharía de esa situación para encadenarlo a él y nunca pudiera dañarlo, eso me dio nauseas.
-Oh bueno eso ya es algo, aun así, sigue estado jodido- dije cruzando mis brazos en su pecho y descansando mi cabeza en ellos, escuché que Alastor tarareo de acuerdo conmigo.
- Concuerdo contigo y eso no es todo, sé que algunos adquieren más de una pareja, para tener más oportunidades de expandir su descendencia- siguió explicándome, aunque ahora más calmado supongo que lo peor ya paso.
-Oh, eso es aún más jodido, tener que compartir al idiota con el que estas ligado, aunque puedo ver desde el punto de vista biológico la razón, desde el punto de vista práctico es una mierda aún más grande y… ¿tú has tenido la necesidad de tener más de una pareja? – aunque eso también me preocupo y más si los instintos de Al le pedían otra pareja porque su pene no tenía suficiente conmigo, ni de coña era de las que compartían y menos amantes, joder.
-Mmmm… no en realidad cuando estoy en la temporada pensó en una pareja y no parejas- cuando dijo eso fue un alivio tan grande genial, entonces eso me quitaba un gran peso de encima, uf.
-Ah… bueno es supongo un pequeño consuelo- dije tratando de no sonar muy feliz por ello, seguro porque para el aún seguía siendo una mierda tener un celo.
-Si buscamos entre el motón de basura las cosas brillantes sí, eso sería-contesto riendo y no pude evitar reírme con él, aunque ahora varias cosas tomaban sentido.
-Bien… ¿entonces lo de hace un momento fueron tus instintos?, lo de frotarte contra mí y lo de las lamidas fueron… ¿porque me vez como una potencial compañera? – pregunte ahora armando el rompecabezas y el asintió vacilante y un poco apenado.
-Lamento eso, pero si, busco marcarte con mi aroma para que otros sepan que eres mía y lo de las lamidas no estoy muy seguro- la respuesta fue simple, mientras jugaba con un mecho de mi cabello asentí algo confundida.
Aunque no puedo evitar sentirme alagada porque me considere una potencial compañera…
- ¡Vaya!, no pensé que tus instintos me vieran como una potencial pareja, es decir no soy una cierva y diablos ni siquiera soy un demonio ¿lo más sensato no seria que me temieran? – la pregunta sonó tan irónica como pude sonriéndole por la broma que le estaban jugando sus instintos por estar atraído hacía su enemigo natural.
- ¡Ha! siempre me has dicho que tengo los cables cruzados así que ¿porque sería diferente en la muerte… mmm? – se rio con ganas sintiendo como su pecho temblaba bajo mis brazos, reí recordando cuando se lo dije y viendo como esa frase se tornó por completo real ahora.
-Así que… tus instintos dicen que huyas de mí, pero al mismo tiempo te gusto, vaya contigo la frase: me asusta, pero me gusta va bien para describirte- dije casi riéndome por ello, aunque si lo pensaba bien debí de haberlo esperado.
Pero eso no evitaba que fuera graciosamente irónico…
-Algo así, no todo en buscar un compañero tiene que ver con el instinto y especies a veces también los sentimientos tienen un gran peso, por ejemplo: en este caso, una pequeña voz en mi cabeza me dice que huya de ti, pero la gran parte de mi me pide que te marque como mi compañera, irónico ¿no? – escucharlo ya más relajado por ellos fue reconfortante, no era un tema que le gustara hablar pero ahora tenía una vista mejor del panorama y con eso en mente podría hacer algo, puede que no entendiera por lo que estaba pasando por completo pero si podía ayudarlo no pediría nada más.
-Supongo, si gracias a tus sentimientos no huyes de mi entonces lo tomo- ahora sabiendo sobre el tema pude pensarlo mejor, en especial ahora que sabía que él tenía un momento de gran vulnerabilidad y que gracias al cielo había logrado pasar todo este tiempo sin marcar alguien como su compañera, aun así ahora que estaba aquí me haría cargo de eso, si me marcaba ya no buscaría a nadie mas y nadie podría aprovecharse de eso, claro no me importaba futuras y extenuantes sesiones de sexo que seguro seria desordenas, algo me lo decía, pero no será algo que no hubiéremos echo ya, con alguien como el en la cama ningún encuentro era igual al otro, esto sería interesante pero primero había que prepararnos para eso.
- ¿Entonces cuando es tu próximo celo? –pregunte ya comenzando a planearlo o por lo menos prepararme para ello.
-Mmmm… en unos dos meses siempre cae en la misma fecha- respondió no muy seguro, bien, aun faltaba tiempo podríamos prepararnos.
-Bien, hay que prepararnos para eso en todo caso, vamos a necesitar varias cosas y… - comencé a hablar ya haciendo una lista metal, bueno necesitaríamos comida para varios días, agua y mmm… lubricante Al había dicho que aquí el sexo era todo menos discreto así que debía de haber una que otra tienda donde pudiéramos comprar lubricante… bastante y ¿talvez… también… podría…usar…algo para la ocasión? ...sentí que me sonrojaba al pensarlo hasta que Alastor me reventó mi burbuja.
- ¡Espera un momento cariño! Detén tus caballos lamento decir que no deseo tu ayuda para pasar mi celo, aprecio que quieras ayudarme, pero no dejare que pases por eso- dije negándose por completo a pensar que yo participaría en eso, en lugar de sentirme confundida me asuste por lo que implicaba aun dejarlo en ese estado sin estar asegurado.
¡¿QUEEE?!...
- ¡¿Qué?! ¿porque? Al sí paso el celo contigo y me marcas ya no querrás encontrar pareja estarás más seguro a mí no me molestaría…- rápidamente trate de razonar con el si pensaba que eso me molestaría estaba equivocado, preocupada sí, pero asustada o molesta no.
-Lose… lose, sé que quieres ayudarme, pero entiende yo jamás quería usarte de esa forma, no soy yo mismo en esa temporada, no tengo control, podría… podría lastimarte o hacerte algo que no deseas que haga, valoro demasiado nuestra intimidad y lo mucho que trabajamos en ella para mancharla con eso- gruño mordiendo las palabras sonando asqueado, preocupado y realmente enojado por ello, pude entender por qué su negación a verlo así, pero era algo que estaba dispuesta a intentar además si algo pasaba sabía que probablemente era la única que podría literalmente patearle el trasero y hacerlo entrar en razón.
Además, no sería la primera vez que a la fuerza lo hacía volver sus sentidos…
-Ok, entiendo tu punto, pero… no me estarías utilizando si yo también lo quiero, escucha sé que no es tu mejor momento, lo entiendo, pero también quiero que estés seguro, durante mucho tiempo no puede ayudarte y más si esto podría alguien usarlo para atarte, me niego a dejar que alguien termine usando tu momento más vulnerable, por lo menos sé que si me vuelvo tu compañera estarías bien- dije tratando de calmarlo y aunque me miro sorprendido y confundido porque quisiera participar en ello y negó con la cabeza.
- Cariño aprecio tu preocupación y que quieras ayudarme, pero ya viste lo que paso cuando por un segundo me deje atrapar por ellos, ni siquiera pude controlarme hasta que interviniste, quien sabe lo que hubiera echo…- y entonces lo supe, si bien la lamida no fue mala si no sorpresivo ¿que podría hacerme que no hubiera hecho ya? ¿Qué era lo que hubiera echo si lo hubiera dejado seguir?
- ¿Y qué hubieras echo? –pregunte cortándolo y él se quedó en silencio, abrió la boca para hablar y no salió palabra alguna, frunció el ceño al no poder encontrar la respuesta, no puede ser…
-Alastor ¿qué hubieras echo si no hubiera hablado? –le pregunte levantando mi ceja, sabiendo que no había una respuesta porque el maldito idiota nunca ha dejado fluir sus instintos animales.
-No… estoy del todo seguro amor…-la respuesta obvia no evito que suspirara y cerrara mis ojos buscando paciencia, eso tenía sentido, era por eso que su celo era tan malo, es por eso que tuvo este episodio tan de repente, pero debía indagar más antes de hacer algún movimiento.
-Oh, solo por curiosidad ¿qué haces durante tu rutina? –la pregunta lo tomo por sorpresa, me miro y luego su vista fue al techo sabiendo que hacia eso cuando sabía que lo había arruinado o cuando estaba avergonzado, pero hablo sin miedo.
-En un orden: primero me siento muy ansioso y me pongo más volátil, más de lo usual, luego comienza esa horrenda picazón en mis astas, crecen y no puedo hacer que vuelvan a su tamaño normal, después me da mucha hambre y claro me alimento al punto que incluso en mi opinión es insano, luego tengo ese… sentimiento de buscar algo, literalmente recorro todo el pentagrama buscando ese algo y matando todo lo que se cruce en mi camino y si no es ese algo, cuando no lo encuentro en ese momento sé que ya no podre controlarme, así que me encierro en el sótano durante dos días enteros hasta que…el calor y la necesidad ya son manejables, descanso el día entero y la mañana siguiente… ¡soy un hombre nuevo!- exclamo lo último tratando de parecer normal y animado, hubiera funcionado si no hubiera sido yo quien estaba escuchando, suspire negando.
Creo que ya vi el problema…
-De casualidad ¿durante el resto del año no dejas salir, aunque sea un poco tus instintos? y no me refiero a sexo sino todo lo demás como correr, saltar y retozar en el pasto –pregunte sabiendo la respuesta, pero dejándole pensar en ello por un momento.
- ¡HA! no, no, no de ninguna manera dejaría una brecha de debilidad como esa saliera a flote en ningún día- contesto rápidamente sin realmente pensar en todo lo malo de eso, claro ahora todo era más claro, nunca dejaba que esa parte animal saliera, aunque fuera por momentos para acostumbrarse a ellos y poder controlarlos, no en su lugar decidió ignorarlo hasta que salían para morderle el trasero por ello.
Oh por dios…
-Sabes creo saber porque tu celo te golpea tan fuerte, es talvez porque el resto del año no te das un respiro y dejar que tu lado más animal tome un poco el control y cuando estos ya no pueden ser ignorados simplemente te golpean con fuerza, piensa en como si te estuvieras aguantando un estornudo y cuando sale ¡uf! hasta te duele la cabeza-le explique con toda la paciencia que me quedaba, este idiota no sabía cómo actuaban sus instintos porque nunca se dejo experimentarlos.
-No sé si sea una analogía correcta, pero entiendo tu punto, aun así, puede que tengas razón, pero me niego dejar que esto si quiera salga por un momento no soy un animal, no lo fui antes y no lo seré ahora- se negó aun a verlo como una parte de sí mismo y más como algo que debía ocultar y odiar, no sé porque lo hacía, si todos tenían instintos era como avergonzarse por tener nariz cuando todos la tenían a la vista, oh no, supongo que tengo que ponerme manos a la obra.
Otra vez…
-Al, lo humanos técnicamente también son animales, puede que no tan notorio, pero también tenemos instintos que están ahí, pero son tan imperceptibles que ni los notamos, por ejemplo: somos animales sociales, comunicativos estamos hechos para estar en parejas, grupos, comunidades, buscamos una pareja para dejar descendencia, tener refugio, comida, si lo piensas bien nada diferente de cualquier otra especie animal de planeta así que no te acomplejes- dije suspirando comenzando a convencerlo, el pareció meditarlo un momento para luego fruncir el ceño aun terco, bien cambiemos de táctica.
-Entonces si salimos no podremos hacerlo juntos- dije sonado lo más firme que pude como si dictara una sentencia de muerte, talvez lo fuera por el tono o por mis palabras, pero sentí que bajo de mi Alastor se pudo rígido.
- ¿Qué? – la pregunta sonó con un chillido de estática pura.
-Si digo… si soy el catalizador que despierta tus instintos es obvio que no podremos tocarnos o estar en el mismo cuarto ya que podrías por accidente tener un episodio como el que tuviste y ya que no sabes que podría pasar, bueno es mejor no arriesgarnos- me mire las uñas con aburrimiento explicándole lo que sería lógico pasaría talvez no tan exagerado, pero era una posibilidad y él lo sabía, aun así como el ser egoístamente mimado que era no aceptaría tantas distancia entre nosotros y menos aún que me tenía después de tanto tiempo, sabia eso y lo usaría.
¿Que podrá más? ¿tu egoísmo o tu orgullo?
-N-no hay que ser tan drásticos corazón, solo mantendré un fiero control sobre ellos nada sucederá- respondió sudando la gota gorda dándose cuenta de la situación buscando tener ambas cosas sin poder asegurarse de eso, hubiera sonreído, pero tenía que seguir el acto, fruncí el ceño y me levante levemente acercándome a centímetros de su rostro contra el mío mirando sus ojos rojos.
- ¿Y cómo lo sabes? ¿Cómo sabes que nada sucederá si ni tu sabes que es lo que pasa cuando tus instintos toman el control? Podría hacer un movimiento equivocado y estaría encima de mí en segundos sin poder controlarte ¿porque tú no sabes cómo funcionan? –sise suavemente echándole en cara la situación era la actual por su propia negligencia hacia sí mismo.
-Creo saber a qué quieres llegar-debió su mirada suspirando derrotado y ahora sonreí asintiendo.
-Bien gracias, ahora puede que tenga una solución para eso, pero solo es una opción, ¿vale? No es una solución definitiva, pero puede funcionar, veamos ya que es bastante obvio que has ignorado tus instintos todo este tiempo tu estas constipado, sí creo que eso lo describe bien, talvez ahora que estoy aquí y puedo hacerlos salir más fácilmente podríamos tener pequeñas sesiones en que podrías dejarlos salir para que aprendas a sentir y conectarte de una forma mucho más saludable, no es una opción instantánea pero con el tiempo podrás vivir con ellos sin que tengas todo el tiempo que controlarte- le explique mi plan, el escucho y se quedó un momento callado.
-Suena… un poco a las citas que teníamos cuando empezamos a salir para saber en dónde podrías tocarme y donde yo podría dejar que me tocaras-dijo con una sonrisa verdadera ahora, me di cuenta que era verdad y sonreí asintiendo de saber que él tenía una prueba de que esto podría funcionar.
- ¡Oh! ¡Es verdad! y viendo el historial anterior y que tan lejos llegamos, funciono bien ¿no? – dije animada por ello ahora esperando que aceptara la propuesta.
-Bien… podríamos intentarlo, tener pequeñas sesiones, pero… debes prometerme que si en algún momento sin importar nada, si hago algo que no te gusta tienes todo el derecho a usar la fuerza para sacarme de tu espacio ¿entendido? – dijo tomando suavemente mi barbilla para mirarme a los ojos con una mirada que no aceptaría una negativa y suspire asintiendo, si con eso podría estar tranquilo lo tomaría, bien ya que todo estaba dicho era hora del espectáculo.
Esperemos que el primer acto no cancele el segundo…
-Bien te lo prometo, en ese caso pongamos manos a la obra- dije algo emocionada por esto, aunque sabía que debía ser cuidadosa, por ahora el plan que se me ocurrió fue hacer lo mismo de antes solo que esta vez vería que tan lejos llegaba un Alastor con sus instintos en el volante.
Esto será emociónate…
- ¿Espera? ¿planeas comenzar ahora? – un chillido de estática combino bien con la sorpresa y preocupación de Alastor y asentí.
-Si ahora que sé que puedo hacerte perder los estribos tan fácil y rápido es crucial hacerlo de inmediato solo será una prueba, una rápida- respondí levantándome un poco bajado la cobija hasta los hombros, me acomodé para quedar cara a cara y talvez debí bajarle un poco a mi sonrisa porque sentí su mirada.
-Algo me dice que esto te divierte más de lo que deberías-me acuso y no pude evitar encogerme de hombros, vi como suspiro resignado y algo malhumorado.
- ¡Oh, vamos! esto es para fines de investigación y si puedo divertirme en el proceso mejor aún- dije ya sin pena, el bufo en respuesta y traté de tranquilizarlo acariciando su mejilla con mi mano dándole un suave masaje.
- Bien terminemos con esto-la respuesta no fue tan malhumorada como antes talvez porque lo estaba mimando aminoro el impacto y de echo eso era lo que haría lo mimaría de alguna forma.
-Oh tranquilo, mi gruñón ¿quién sabe? ¡hasta podrías divertirte! –le explique y agito levemente sus orejas casi bajándolas hasta su cráneo tratando de seguir enojado por ello y fallando.
-Lo dudo mucho-la respuesta fue seca, la tomaría.
-Bien, por ahora gracias por seguir mi idea, bien hare lo mismo que antes y veré los resultados y hasta donde llegarías ¿de acuerdo? – le explique lo que haría y el asintió entendiendo que no haría nada extremo aunque si era sincera no tenía ni idea de lo que estaba haciendo esto lo iría descubriendo que hacer durante la práctica y talvez con algo de conocimiento de los apareamientos de animales, algo bueno era que no tenía que bailar para impresionarlo o espera… era al revés pero esto no sería tan raro… espero.
-Está bien…solo se cuidadosa- dijo con su tono inseguro, pero confiaba en mí y asentí asegurándome de seguir manteniendo esa confianza.
-Tranquilo iré despacio-le prometí dándole un beso en su frente, el negó.
-No es por mí la preocupación cariño- tomo la mano con la que seguía acariciando su mejilla deteniéndola y mirándome realmente preocupado no por él, sino por y mi, tanta genuina preocupación lleno mi corazón y suspire asintiendo.
-Entiendo seré cuidadosa e iré despacio para ambos, ok solo relájate y disfrútalo ¿sí? –le di una de mis mejores sonrisas para tranquilizarlo funcionó un poco y el asintió dejo caer su mano a su pecho y cerró los ojos tomando hondas respiraciones tal y como descubrimos que funcionaba para calmarlo cuando tenía algún episodio fuerte y el estuviera solo.
Puede ver como en cada respiración su cuerpo se relajaba lentamente, bien, mientras más relajado este mejor, esperé pacientemente a que estuviera por completo preparado pude admirarlo desde arriba, cada línea de sus rostro, su cabello rojo y negro, sus lidas orejas que se movían buscando sonidos, sus ojos cerrados siendo sus parpados rojos parecían un recordatorio a los telones rojos y pesados del teatro, la ironía, su siempre presente sonrisa que estaba tensa lentamente se relajó hasta ser a penas una curva si no lo conociera diría que se había dormido, el sonido de fondo blanco fue una buena señal, estaba total y completamente relajado.
- ¿Estás listo? - susurre suavemente sabiendo que me escucharía, su oreja se movió escudándome.
-Hmmm…si- respondió con un suspiro, aun con los ojos cerrados y asentí, bien empecemos lento, solo hare lo mismo de antes nada más y le dejare el mando a Al, con cuidado frote mi cabeza contra su cuello, sintiéndome de nuevo como un gato tratando de pedir mimos, frote suavemente mi cabeza tratando de imitarlo cuando él me lo hacía y la respuesta fue tan rápida como la primera vez esta vez puede sentir que me lo devolvía frotando su mejilla contra mi cabeza, bien, anotado mimos se responden con más mimos, escuché que tarareaba contento comenzando a soltar esa risa risueña, bien, ¿y si? Tarare con el algo más tranquilo y melódico, sus tarareos se combinaron con los míos hasta ser la misma tonada, bien, nada mal.
Podía manejarlo y guiarlo, eso es mejor de lo esperado…
Seguí tarareando y frotando mi cabeza contra él, hasta ahora todo era muy tranquilo nada por lo que preocuparme, talvez hable demasiado rápido, al sentir sus manos comenzar a acariciar debajo de la camiseta de mi pijama no era una caricia lujuriosa si no tierna solo sintiendo mi piel como si fuera la primera vez que me tocaba, ok, es lindo… sentí las manos vagar por mi espalda y estomago subiendo peligrosamente hasta mi pecho, mi rostro se sintió caliente, el seguía frotando y tarareando, suspire dejándolo hacer lo que quisiera tomando notas, bien hasta ahora el patrón es: mimos, tarareo, risa y toqueteo.
Mierda, las manos llegaron a mis pechos, tome un respiro hondo tratando de no prenderme por esto, debía de mantenerme enfocada, fue más fácil decirlo que hacerlo al sentir como los acariciaba tan suavemente como si fuera nuestra primera vez , cerré mis ojos tragándome un gemido que casi solté, enfócate carajo, enfócate, joder, mis manos formaron puños aferrándome a su camiseta, si eso no fuera suficiente pude sentir su cara ahora en mi cuello, frotándolo, enterrando su cara contra mi piel, su cálida respiración no fue de mucha ayuda para enfocarme, mi piel se erizo por ello, el tarareo su volvió un murmullo formando palabras que no tarde en entender…
-Mío… compañera… cierva…- susurró sin orden como un mantra, oh, esto es esclarecedor me veía como una cierva, supongo que tenía sentido, buscaba una cierva para hacerla su compañera, bastante lógico, ¿debería continuar? o...
Oh…
Algo húmedo y caliente lamio mi cuello lentamente saboreando mi piel, mierda había olvidado las lamidas, eso ahora envés de sorprenderme le dio una sacudida eléctrica a mi cuerpo, mierda, concéntrate, estamos llegando a lo importante, después de las lamidas ¿qué haría?, seguiría así o por el contrario haría algo más…
Si es lo que creo que es esto se está volviendo extrañamente caliente…
Perece ser que Alastor no era el único con los cables cruzados, no resulto una sorpresa descubrirlo, seria gracioso mas tarde si no me estuviera poniendo toda húmeda y caliente hay abajo, mierda, las lamidas como la otra vez llego a mi cara, bien hora de la verdad, cuando llegó a mi pómulo paro y pude sentir su mirada, abrí los ojos, estaban entrecerrados como si estuviera en trance, pero a pesar de todo era una mirada penetrante solo centrándose en mi o al menos eso parecía, su sonrisa que aun seguía siendo suave se abrió mostrando sus dientes, oh, abrió sus boca como un tiburón que encontró una deliciosa foca, mierda, los cuchillos lentamente se dirigieron hombro, él… él quería… él quería marcarme…
¡MIERDA! ¡NO!
Eso me saco por completo del trance, si el me mordía estaba muerto, mi sangre era venenosa para él, una sola gota y estaba doblemente muerto, sin que me diera cuenta sus brazos ahora se habían cerrado manteniéndome encerrada evitando que huyera o me moviera, joder, bien plan B, si bien no me importaba la mordida era lo que inevitablemente saldría por ello lo preocupante, hagamos esto, mis piernas que habían estado enredadas con las de Alastor de inmediato las moví para estar una a cada lado de su cadera, mis brazos y manos que aún estaba libres los moví para atrapar su barbilla y la otra en su cabeza, lo siento amor, como si fuera un cascanueces cerré su boca escuchando el chasquido de dientes golpeado dientes, sin oportunidad de que pudiera volver a abrir la boca lo abrace quedando mi cara en su oreja, una idea rápida se formó en mi cabeza talvez responderle sus afectos podría distraerlo.
-Mi compañero…mi ciervo…mío- le susurré a su oreja y supe que funciono cuando dejo de pelear y se estremeció, quedando de nuevo flácido, sus brazos volvieron a acariciarme la piel, ¡uf!, menos mal que funciono, el tarareo y un gemido de necesidad se filtró entre sus labios, oh, aun quiere marcarme, pero no entiende porque no lo dejo, según la lógica de sus instintos si había correspondido a sus avances tenía el derecho de marcarme ya que había en teoría aceptado.
Huy perdón, pero creo que eso no se va a poder…
Me mordí el labio ¿si podía guiarlo hacia otra forma de marcarme podría funcionar? A ver… ¿qué otra forma puede marcarme que sea equivalente a una mordida? ¿Aroma? era obvio que eso ya lo tenía cubierto, entonces… solo quedaba sexo, bueno no diré que no estoy en contra de la idea, si esas palabras funcionaran podría usarlas para guiarlo.
Bien hay que intentarlo…
-Mi compañero… tranquilo… - susurré de nuevo y eso pareció funcionar, lo sentí temblar levemente, se quedó quieto jadeando, lentamente le quiete los brazos para acariciar sus mejillas y me levante en caso de que aun quisiera volver a morderme, ahora sentada sobre el pude ver su estado, sentir sus manos ancladas en mi cintura, las puntas afiladas de sus garras encajándose ligeramente como una advertencia de que no me dejaría irme, está bien, no iría a ningún lado de todos modos, no parecía estar sufriendo aunque si tenía el ceño fruncido y su sonrisa parecía más grande de lo habitual señalando su frustración, aun con los ojos entrecerrados, ¿debería parar ahora? ¿O darle no lo que quería exactamente pero el equivalente ea ello?
Talvez era hora de traer a un Alastor más cuerdo ahora…
-Al… Alastor- le di palmaditas en las mejillas, vi como cero sus ojos y cuando volvió a abrí los ojos ahora parecía ma claros y consientes.
-Hmmm… cariño ¿porque que el dolor de mandíbula? y también ¿porque me siento enormemente frustrado? - parpadeo como si se estaba despertando de un sueño y masajeo su barbilla con la mano, huy, talvez fui muy dura con él, pero… ¿frustrado? ¿Aun siente la frustración de no marcarme?
- ¿Del uno al diez que tan frustrado? –Pregunte rápidamente.
-Diez-la respuesta fue igual de rápida dejando de masajear su barbilla y suspirando mirándome esperando una explicación.
Oh…
- ¡Lo siento! ... te lo resumo rápido al parecer después de las lamidas quisiste morderme para marcarme como tu compañera y por obvias y mortales razones son te deje y eso pareció frustrarte mucho, pero te detuviste cuando te lo pedí, ahora al parecer incluso aunque estas más cuerdo aun tienes los restos de tus instintos y bueno planeaba si bien no dejarte marcarme el hombro podría hacerlo de otra forma- le explique rápidamente esperando su veredicto.
- ¿Marcarte de otra forma? –Pregunto levantando su ceja, suspire y con mis ojos señale mis caderas sobre las suyas y entendió, a veces me preguntaba como seguía a inocente en esos sentidos.
-Ah, entiendo, suena lógico, aunque me siento más aliviado saber que soy cooperativo incluso en ese modo y puedes manejarme, pensé que sería todo lo contrario- dijo con un alivio palpable, asentí sintiendo ese alivio con él.
-Si fue un alivio para mí también, aunque tengo una teoría al respecto, solo quería preguntarte si ¿quieres que continúe o lo dejaremos hasta aquí? – suspire preguntado, si él quería dejarlo hasta aquí podía entenderlo, el experimento fue un éxito al saber los patrones de Alastor cuando sus instintos tomaban el control, esperaba que el quisiera parar y estaba bien con ello, aunque un poco culpable por dejarlo frustrado.
- ¿Y cómo lo harías? –la pregunta me tomo por sorpresa y lo mire.
-Bueno tendría que tomar el control total y…-conteste comenzando a explicarle que me lo tomaría con calma, aunque tomara el control.
- ¡Adelante! puedes continuar-la repuesta corto mis palabras con demasiado alegre entusiasmo.
- ¿Qué? No me estoy quejando, pero… ¿y ahora porque tan cooperativo? – dije viendo lo emocionado que ahora se veía por eso cuando hace unos minutos despreciaba la idea de lo viera así.
-Hace mucho que no tomas el control en la cama y extraño eso, es una buena oportunidad para sentirlo sin que mi aversión sea un problema- con una sonrisa ganadora se encogió los hombros y acaricio mis caderas, sus pulgares giraron haciendo un suave masaje que se sintió muy bien.
El bastardo está provocándome… astuto de su parte…
-Así que ahora vas a aprovechar tus instintos que odias para poder divertirte a costa de ellos sin inconvenientes ¿eh? – viendo lo que planteaba bufe riéndome porque ahora sabiendo que podía manejarlo en más de una forma.
-No puedes culparme, durante décadas fueron nada más que un fastidio y ahora por fin puedo sacar algo bueno de esto y además si fuéramos humanos hubiera tardado semanas incluso meses para volver a dejarte tener el control así que aprovechare la oportunidad- dijo y suspire riéndome, pude entender su punto y si era sincera ahora que podía tener el control me sentía ansiosa por tomarlo, había pasado tiempo y quería hacerlo siendo yo la que tomaba el mando y más sabiendo que él lo disfrutaría.
Tiene un buen punto que no puedo discutir…
- ¿Sabes qué? hablaremos de esto más tarde, pero tienes un punto en ese caso puedo preguntar…- dije acercándome a él lentamente quedándome flotando sobre él y acerqué mi cara para estar a centímetros de la suya, mi cabello nos cubrió como una cortina combinándose con el suyo en la almohada rojo, negro y azul, tanto contraste.
- ¿Estás listo para que domestique cariño? –susurre dándole una pequeña oportunidad de retirarse aun sonriéndole con tantas promesas goteando de cada palabra, sinceramente esto era lo más caliente de lo que recordaba.
- ¡Ha! no tienes ni idea de cuánto eh esperado esto mon chéri, adelante estoy bastante seguro que lo disfrutaremos bastante- la respuesta fue alegre y apremiante como la de un niño en navidad, solté una risa tocando su frente contra la mía.
- Tu ya lo estás haciendo y ni siquiera eh comenzado, bien, prometo que estarás más que satisfecho cuando terminé contigo- dije y ambo reímos por nuestra obvia emoción, aunque sospechaba que Alastor estaba más emocionado que yo.
-Nunca lo dude ni por un momento, adelante has lo que quieras ma douce sorcière -
-Gracias, te quiero mi amor, prometo cuídate bien pero antes…- sin más me levante, sus manos me dejaron ir aunque sus ojos me seguían desconcertado y curioso, me levante estirándome y sonriéndole, si de nuevo tomaría el mando haría esto memorable, había pasado demasiado tiempo y joder me divertiría, mire mi pijama y un recuerdo me vino junto con una idea, ahora esta pijama no solo era mi favorita por ser un regalo de mi amor, a simple vista no era nada favorecedora, mi figura estaba completamente oculta y apenas dejaba ver piel, estaba hecha para cubrir del frio mientras dormía y Alastor lo sabía bien, fue por eso que me la puso al sentirme tan fría para ayudar a calentarme o…
Talvez fuera porque internamente quería volver a verme con ella, aunque él no lo dijera era también una de sus prendas favoritas por una razón por completo diferente y yo tenía toda la culpa de ello y esta tan jodidamente orgullosa de ello, no fue una sorpresa tan grande descubrir que los hombres a veces despertaban con problemas matutinos era un respuesta corporal por completo normal, lo conocía y entendía y fue por eso que lo aproveche al máximo, no sé si era un casualidad o pura suerte que siempre que ayudaba a Alastor con sus erecciones matutinas usaba esta pijama en más concreto solo la camiseta, ¿qué podía decir? despertarme con esa gran oferta era delicioso y ambos lo disfrutamos un rapidito matutino dejaba a mi esposo contento y saciado durante el resto del día, siempre fue divertido verlo tan sonriente saliendo a trabajar sabiendo que era la razón de ello.
Claro hablamos de ello antes que todo y él estuvo más que de acuerdo en tener un despertar tan dulce de mi parte cada vez que eso pasara, sobra decir que acepté con gusto esa tarea cada vez que tuve la oportunidad, talvez fue por eso que cada vez que usaba esta pijama él se ponía levemente ansioso, que si bien él no lo entendía, su cuerpo si, cada vez que usaba esto su cuerpo por inercia sabía que habría sexo de por medio, nunca espere implantar esa torcedura en él y sinceramente estaba agradecida con ello porque ahora mismo lo usaría a mi favor.
Aunque si quisiera tener un resultado igual podría usar mis media negras…
Sera para otro día… por ahora trabajare con lo que tengo, aun sintiendo su mirada evaluando cada uno de mis movimientos y como si tuviera todo el tiempo del mundo me incline hacia abajo ligeramente invitándolo suavemente a mirarme, mis manos fueron al elástico de los pantalones y además a mis bragas esto le va a gustar, le sonreí, con un tirón suave todo bajo de golpe, sin obstáculos hasta mis tobillos, maldición, eso debió de verse bien, supe que fue cierto cuando sus ojos tan abiertos y sorprendidos miraron como mis pantalones bajaron y luego subieron más lentamente hacia mi cara, oh mierda, si las miradas se pudieran sentir sin duda hubiera sentido eso, mi vientre se calentó ante la expectativa, sintiendo mi vena malvada tomar poco a poco mi paciencia pate la ropa a un lado saliendo de ella, tarare alegremente siendo la brisa en mis piernas y parte baja.
-Bien, comencemos- dije alegremente sentándome de nuevo sobre él, la camiseta me quedaba tan grande como un vestido, incluso sin los pantalones nada se mostró más que mis piernas, perfecto era mucho mejor causarle expectación por lo que había abajo que mostrárselo directamente, al sentarme pude sentir la tela caliente tocando mis labios, recordé tarde que estaba un poco mojada por lo de antes, evite hacer una mueca de placer, diablos, lo bueno es que lo no lo siente por las capas de ropa, bien actuemos un poco, pase mis brazos por detrás de mi cabeza tomando todo mi cabello y peinándolo todo hacia tras en un movimiento, todo eso sin mirarlo, sabía que él ya me estaba mirando su mirada roja quemaba, no me estaba tocando pero sabía que sus manos quería hacerlo tan desesperadamente al ver lo que le estaba ofreciendo y él no podía tomarlo hasta que le diera permiso, ¡diablos sí!, amaba sentir esto, el control deslizándose lentamente a mis manos, el burbujeo de emoción lleno mi estómago.
- ¿Entonces algo que agregar querido? - le di mi sonrisa coqueta, entrecerré mis ojos y una sonrisa suave siempre funcionaba con él, lo escuché aclararse la garganta tratando de mantener su fachada de tranquilidad hasta que soltó un chillido de estática.
- ¿Tu planeas matarme verdad? – la pregunta sonó tan tímidamente emocionada, saboreé su nerviosismo como un caramelo, me reí de forma oscura y negué.
- ¡Oh no, no, no!, por lo menos no… aun- usando el tono que sabía lo hacía temblar y ponerse (literalmente) de rodillas, pude verlo y sentir que tembló ligeramente, las orejas se agitaron y su sonrisa estaba rota tratando de mantenerse.
-Sabes podríamos dejar este experimento más tarde y…- frenéticamente sus palabras salieron fue un milagro que pudiera entenderlas y los múltiples sonidos no ayudaban mucho, talvez… ¿acaso estaba siendo muy invasiva? ¿talvez un enfoqué más suave podría funcionar?, pero necesitaba saber que él estaba 100% seguro de querer esto si no esto se acababa ahora, no me importaba esperar semanas o meses como él dijo si con eso podía tenerlo como quería, pero no hacía daño presionarlo un poco ¿no?
-Alastor… mi buen chico, mi lindo, adorable y obediente chico… ¿acaso no quieres esto? – dije con mi voz persuasiva, amable y tierna mientras con mis dedos tome su rostro con delicadeza obligándolo a mirarme, el me miro tratando de decir algo con sus ojos que su boca tardo en formular.
-No… ¡SI!… es… quiero esto no sabes cuánto, pero quiero hacerlo siendo por completo consiente- explico y comprendiendo la situación solté su rostro y solté un oh, con que eso era, quería el acto completo, pero al parecer cuando sus instintos tomaban el control pasaba de estar en primera fila hasta el fondo del teatro apenas viendo y escuchando la obra, le sonreí y le di un toque en su nariz, talvez probar un enfoque diferente funcionaria para que tomara su decisión podría funcionar.
-Niño indeciso, bien si necesitas un incentivo para decidir te lo daré, pero te lo advierto esto lo pagaras después, ¿entendido? – dije con una voz un poco dura eso pareció funcionar cuando su cuerpo reacciono de inmediato y se erizo, pareció meditarlo por un momento entre lo que quería el y su cuerpo, suspiro.
-…. Si -susurro asintiendo, asentí, bien comencemos, siendo suave al principio pase mis manos por su cabello penándolo suavemente con cuidado de no tocar sus orejas o astas, me incline y le di un beso en su frente, el tarareo contento por los mimos, seguí besando su rostro siguiendo mi camino hasta su mejilla, uno en su nariz hasta su boca, fue casi inocente, casto, amoroso, perfecto para distraerlo, mientras eso pasaba, mis manos acariciaron su pecho sobre la ropa suavemente casi siendo una masaje para relajarlo, sintiendo su corazón latir rápido y seguro dentro de su pecho seguí con mi plan sin detener el beso comencé a desabotonar la camiseta de mi pijama, sintiendo mi piel tierna desnuda y sensible, me obligue a mantener el control, siendo yo la que termino el beso me erguí mostrándole lo que le ofrecía, un poco borracho por el beso me miro con detenimiento ahora.
Mi pecho aún seguía cubierto, pero se podía ver la tímida curva del pecho, lo que si estaba al descubierto era por completo mi parte baja, aun unido a su cadera, incline mi cabeza en una pregunta silenciosa.
- ¿Entonces ya tomaste tu decisión mi amor? – le pregunte sonriéndole con maldad, a lo que el sonrojado y desesperado soltó una risa.
- ¡Ah, declárame en ruinas!, me condenaría por no tomarte ahora o talvez sería una mejor palabra dejar que me tomes, bien… haz tu magia ma sorcière bien-aimée- respondió aun riendo suavemente paso su mano por su cabello y la dejo caer en su pecho.
-Bien, con tu permiso ahora estas bajo mi cuidado solo relájate te prometo que cuando despiertes tus sentidos ya no estarás… frustrado o por lo menos será lo que menos sientas- la prometí completamente seria y concentrada en ello.
-Ja, puede que vaya a estar en la última fila del espectáculo, pero sé que cuando termine estaré más que satisfecho- su respuesta me hizo reír ambos pensamos la misma alegoría así que para aligerar el ambiente decidí bromear con él.
- ¿Oh las críticas de mi espectáculo son buenas? – pregunte con un mano en mi mejilla.
-Cinco estrellas cariño, un espectáculo único e imperdible, sobre todo considerando que soy el único espectador que puede verlo- me dio un guiño y solté una risa, vaya esa era una buena puntuación.
-No sé si se puede calificar correctamente un espectáculo con una sola critica, pero lo tomare ya que eres el único critico que planeo deslumbrar con mi actuación- dije alzando mi brazo en teatralidad mientras la otra la puse en mi pecho en una pose.
- ¿Te eh dicho lo mucho que amo cuando hablamos en metáforas teatrales? – su tono fue suave y soñador combinado con un suspiro amoroso me hizo sonrojar y asentí tímidamente.
-No en las últimas décadas, pero es bueno saberlo, bien comencemos, te recomiendo que cierres los ojos será más fácil para ti- dije volviendo a estar con la mente clara y le di su primera orden.
- ¿Esa es una orden cariño? –la pregunta sonó retadora y levante mi ceja, ah, no quiere que vaya suave ¿eh?
-Niño malcriado ¿tengo que enseñarte modales de nuevo? –dije chasqueando mi lengua ya pensando como castigarlo por ello, el envés de eso soltó una risa engreída, oh estará en tantos jodidos problemas que tendrá suerte si puede levantarse después.
-Me gustaría, aunque… ¿por qué no se los enseñas primero a ese ciervo que quiere marcarte tan groseramente sin tu permiso? – siendo el que creaba el problema y que prefería dejar que otros sufrieran el castigo, enojarme para que le diera todo de una vez talvez hubiera sido una buena idea, pero no ahora.
- Hmmm… bien, pero recuerda ya tienes dos deudas que pagar y te las recordare así que no te sientas que ganaste nada solo retrasaste lo inevitable, ahora silencio tengo un ciervo que cazar- puse mi dedo en sus labios y vi como lo beso formando una sonrisa ligeramente arrogante, le sonreí negando, estaba realmente tentándome a ser realmente mala con él.
Lástima porque el ciervo no tiene la culpa, esa mierda se la guardare para el lúcido Alastor, bien enfócate y comencemos…
Soltó una risa alegre y ligera, negué riendo con él, lentamente frote mi cabeza en su cuello de nuevo, tarareando al mismo tiempo, masajeando su pecho agregándole un incentivo, mantuve mis caderas firmemente plantadas en la suyas en caso de otro intento de mordida, escuché un suspiro feliz seguido de un tarareo, una risa soñadora siguió, sonreí, hola de nuevo mi ciervo, bien talvez esto podría funcionar, mientras Alastor se frotaba contra mi cabeza, con una de mis manos le quite su pajarita y abrí su cuello, acaricie su mejilla, bien, esto será raro pero quisiera saber su reacción, tome aire y saque mi lengua, di una lamida lenta en su cuello, el sabor que simplemente era Alastor ligeramente salado lleno mis papilas, el tembló y respondió lamiendo mi mejilla siendo lo único que pudo alcanzar, mientras sus manos que estuvieron en mis muslos subieron a mi espalda abrazándome, ok, bien, le respondí con una lamida ahora en su mejilla, el tarareo alegre.
-Mi cierva…-suspiro tierno y calmado.
-Si… tu cierva…-le respondí esta vez, a lo que pude sentir que gruño por ello, aunque esa afirmación fue un latigazo a mi columna, él me quería mal.
Bien, vemos cuanto me quieres entonces…
Me levante suavemente sus brazos a pensar de la otra vez fuera amablemente persuadidos de dejarme ir, gimió por la perdida, pero talvez convencerlo de otra forma de marcar sería igual de satisfactorio, bien, esto será un poco vergonzoso hace mucho que no hago esto, sentí mi cara caliente, primero debía tener su atención, acerque mi mano para tomar su mejilla pero su mano la tomo antes, la miro como si fuera la primera vez que la veía, pude ver que pareció olerla y tarareo afirmado que en efecto era mía y sin más la lamio, oh mierda, su lengua abarco la palma de mi mano y algunos dedos dejándoles una tibia capa de saliva y una idea que me hizo casi soltar un gemido de vergüenza se formó, podría usar su saliva para lubricación extra para…
¡Vaya! que pervertida me eh vuelto o ¿ya era así?...
-Mi compañero…- dije y eso pareció captar su atención en mi de nuevo dejando mi mano en el olvido lo que me permitió suavemente recuperarla, suspire armándome de valor, bien aquí vamos, abrí un poco más mi camiseta dejándole ver más de piel, levante mis caderas ligeramente para tener un mejor acceso, dios es vergonzoso, pero al mismo tiempo excitante, mierda, solo hazlo…
Recuerda perra tienes el control no lo arruines…
Pase mi mano con su saliva por mi vientre haciendo círculos suaves, temblé ligeramente, me mordí mi labio cuando esa mano bajo hasta donde ahora estaba más que necesitada por atención, pase la mano por mis labios masajeándolos suavemente, la electrizante sensación era adictiva deseosa por mas y gracias tanto a su saliva y mi propia excitación fue como mantequilla sobre una sartén, la idea de que ambos fluidos se mesclaron fue más caliente de lo que debió haber sido, sin duda soy una pervertida, tome un suspiró lento y exhale hondamente, burlándome de mi entrada, haciendo círculos para evitar entrar volviendo a jugar con mis labios hasta mis clítoris que estaba ya afuera de su capucha y duro, jade meciendo mi caderas lejos y al mismo tiempo cerca de mis dedos mientras mis muslos temblaban, pidiendo un poco de soporte, no me di cuenta de que había cerrado mis ojos perdida en mi propio adictivo placer hasta que sentí una mano tomar mi muslo, jade y abrí mis ojos por el tacto, un gruñido hambriento que conocía salió de su pecho, ahora con su sonrisa mostrando sus dientes en una amenazadora y hambrienta, sus ojos fijos en mi mano que me masturbaba, la pena y vergüenza se fue remplazando con una mezcla de sentimientos de sentirme deseada, poderosa y en control, no debía olvidar eso…
Al parecer ya tengo su atención…
-Mi ciervo… márcame… quiero que me marques- con una voz más dura lo que dije fue una orden sin espacio para una negativa, las orejas se levantaron, talvez fuera por la orden o porque su cómo su potencial compañera lo estaba retando a saber si podía marcarme, cualquiera que fuera la respuesta o razón fue el desencadénate de su trasformación, la primera vez no pude verla, pero ahora lamente no haberla visto.
Lo primero fueron sus astas que eran pequeñas y casi imperceptibles ocultas por su cabello ahora hacían el sonido de chasquidos de huesos rompiéndose, mientras se ramificaban a lo alto y ancho, brillantes y negras parecían más estar echas de piedra pulida que de hueso, parecidas a las ramas de un árbol muerto, con un gruñido sus ahora más largas garras tomaron mi cadera encajando las puntas, dándome un chispazo de dolor y placer, pude ver ahora su rostro con una sonrisa aterradora mostrando todos su dientes afilados y amenazadores, saliva negra goteaba de su barbilla pero lo que más me dejo hipnotizada fueron sus ojos ahora la esclerótica negra como el alquitrán, como un pozo sin fondo, rodeaba su iris rojo sin rastro de pupila, dos luces negras en la oscuridad me parecieron más como lunas rojas que brillaban bellamente en la oscuridad…
Es hermoso, sabía que debería estar aterrada una parte de mi sabía que estaba literalmente en la boca de la bestia, pero no podía evitar sentirme atraída por ello, este era Alastor, mi compañero, mi amor, mi esposo, el solo hecho de que fuera el cambiaba todo, era aterrador sí, pero también me conmovía su verdadera cara, la belleza en el horror era mucho más adictiva que la belleza en lo que esperablemente normalizado como bello.
-MIA…- la voz distocionado que salió de su boca me despertó de mi ensueño, casi como un grito de estática pura, durante un momento me dejo aturdida y luego vi que me levantaba como si pesara lo mismo que un cojín y lo siguiente que sentí fue sentir mi parte baja era arrastrada hacia el tan rápido que si nada para sujetarme caí hacia atrás.
¡Oh, mierda!…
-Carajo… - susurré cuando mi espalda cayó sobre su estómago y mi cabeza por suerte en su cintura, no sentí dolor, pero aun estaba desorientada por el rápido y sorpresivo movimiento, miré hacia abajo para ver solo poder ver solo la mitad del rostro de Alastor mientras levantaba mis caderas con sus manos acunando mi trasero para darle un mejor control, oh mierda, abrió su boca mientras se acercaba, sintiendo el cálido aliento solté sin evitarlo un gemido al sentirlo contra mi carne tierna y mojada, entonces hizo esto para…esto fue para…
- ¡OH!... mierda- sise al sentir su legua dar una lamida rápida haciéndome temblar, sentía su pelo haciéndome cosquillas en mis muslos y su cornamenta como una jaula que me impedía mover mis pies o piernas con libertad, con Alastor sumergido entre mis muslos, escuché un tarareo de afirmación, al sentir lengua ahora probándome más a fondo como si estuviera de acuerdo con el sabor, joder nunca le creí cuando el bastardo decía que le gustaba mi sabor, al parecer el ciervo también le gustaba, deslizaba su lengua entre los labios no buscando darme placer como lo había aprendido Alastor si no solo probar aquello que le gusto, incluso aunque no tocara intencionalmente mi clítoris estaba dándome un buen momento.
Al descubrir de donde parecía salir su nuevo bocadillo sumergió su lengua en mi interior buscando más y en su paso provocado que saliera más, mientras eso pasaba yo por mi parte estaba comenzando a tener problemas para respirar, acercando mi cadera más a su cara para poder profundizar su lengua dentro de mí.
Si joder… tan bueno…
-Joder… Alastor…- gemí suavemente, al sentir su lengua empujar mi punto G jade, arqueando mi espalda, echando mi cabeza hacia atrás, mis manos agarraron el sillón encajando mis garras hasta casi desgarrarlo, el placer inundo mi cuerpo como la droga adictiva que era, me sentía caliente y mojada, necesitada de su contante toque para seguir elevándome hacia lentamente el nirvana, el cosquilleo de mi vientre quemaba y electrificada donde su lengua tocaba, joder sí, es bueno…
Mi piel se puso de gallina al sentir que un gruñido sacudió mi columna la parecer me estaba moviéndome mucho para su gusto, elevo un poco más mi pelvis y encajo sus garras en mi trasero, como advertencia, solté un gemido combinado un una risa, ¡ ja! pues le salió mal porque me acostumbro a que me encante esa mierda de sentir un poco de dolor durante el sexo, una pizca y ya estaba por terminar, aunque no tan rápido hubiera como querido si era bueno pero estaba being repetitivo, no buscando mi placer y concentrándose en su bocadillo, el placer menguo hasta poder pensar con un poco más de claridad…
Me relaje un poco sintiéndome mas en control aún se sintió bien, pero, no tan bien como un Alastor cuerdo que buscaba dejarme si huesos, bien, puedo darle u al ciervo, dejar caer suavemente mi cabeza en su cadera suspire, dejar que siguiera en su tarea, deje salir uno que otro gemido cuando hacia algo particularmente bien, justo cuando gire mi cabeza mi mejilla chocar contra un bulto, oh, oh, ¡OH! ...
-Ooooh joder ¡sí! … - jade emocionada, al parecer él también estaba emocionada por esto, el bulto que sobresalía de su pantalón era una clara señal, gire mis ojos para verlo tan concentrado en comerme que ignoraba mi parte superior bien, con care me levante un poco para poder desabrochar su cinturón, al logarlo y no sentir ningún rechazo de su parte seguí con sus pantalones, abrí y baje la bragueta al ver los boxers solté una risa de júbilo, pero…
-Están mojados- susurre sorprendida y curiosa al ver la macha que oscurecía mas la tela, extraño, ¿era acaso liquido pre seminal?… Pero era decimado para mojar tanto, ¿acaso ya se corrió sin que lo supiera? No parecía probable, con cuidado quite la tela por el hueco que tenían para sacarlo y se liberó en toda su gloria sin más ayuda, quedando a casi milímetros de mi cara, brillante, duro, grueso con lo que pude calcular unos 25 centímetros de altura , la piel era negra como la tinta, la punta me recordó a la forma de una lanza, sin duda no era humano, aun así mi boca se me hizo agua al recordar que eso estuvo dentro de mi durante dos gloriosos días, tanto que podría apostar que mi vagina ya había tomado su forma, el olor almizclero y que pude identificar como Alastor resultado embriagador,
Hermoso…
En automático mi lengua le dio una lamida, la viscosidad tenía un sabor amargo y salado la combinación debí odiarlo pero no fue el caso era el sabor de mi amor, gemí al rencontrarme su sabor, cerré mi ojos entregándome al sabor y textura dejándome sumergirme en el o por lo menos lo hubiera sido si un sacudida casi hace que su pene me golpe la cara por suerte pude agarrarlo evitarlo eso, abrí mis ojo sorprendida al ver que al parecer eso le gusto el señor ciervo, sacudió su cadera gruñendo jodiendose con ayuda de su viscosidad y mi mano, oh.
-Avisa mierda, casi me sacas un ojo- sise levemente enojada por ser interrumpida, lo mire analizando su forma, al parecer cuando dijo que toda su parte baja era de un cuervo no mentía, al parecer como la de un ciervo podía guardar su pene para evitar ser dañado, tenía unos bultos apenas perceptibles en la base, mmm… también se auto lubricaba para facilitar el coito eso explicaba lo viscoso, lo cual era una jodida maravilla, gracias a eso él pudo entrar tan bien en mí en todo ese tiempo , ¡Mierda sí! ¡Dios amo este nuevo añadido !, este pequeño plus era toda una bendición, sonreí y le di un beso a la punta que ya goteaba, al escuchar un gemido estático supe que le gusto dejando ya su trabajo de saborearme y abrumado por el placer que le daba, je.
- ¿Ah, te gusto mi ciervo? - susurré soplando un poco sobre la punta sensible, un gruñido fue la respuesta junto con una sacudida de su cadera, apreté un poco más mi agarre sin que fuera llegar a ser doloroso, sabía que eso le gustaba, aunque me hubiera gustado burlarme más de él, darle una mamada hubiera sido bueno pero no tenía la confianza de poder meterlo todo en mi boca, la falta de practica y el nuevo tamaño era un problema, pero podía divertirme de otra forma.
-No puedes entrar a boca, pero te prometo que te recompensare- le susurre con una sonrisa malvada besando de nuevo la punta sintiendo un hilo que lo unía a mis labios, pase mi lengua capturando por última vez el sabor ¿hasta cuándo volvería a tenerlo así no lo sabía?, lo solté y me levante aun con mis piernas enredadas en sus astas, las desenrede sintiendo el alivio de poder moverlas y que sangre nueva circulara al mirar de nuevo la cara a mi ciervo y ese no se veía muy feliz de haberlo dejado colgado, levante mi ceja nada intimidada por su clara muestras de dientes y sus garras que se encajaron aún más en mi piel sintiendo gotas de sangre salir, temblé un poco por ello, no hubiera sido gran cosa, no me hubiera enojado y chirriado su acción, si él no me hubiera gruñido como lo hizo como si me ordenara volver a abajo y satisfacerlo cuando el no estuvo ni cerca de hacer que yo terminara.
¡Ah! ¿con que quieres ver quien la tiene mas grande? bien…
Si quieres que te de algo te lo vas a tener que ganar, ciervo no olvides que no soy una cierva, bien te ensañe por las malas si eso quieres, rápidamente tome una de sus astas jalándolas junto su cabeza hacia atrás dejando su cuello vulnerable, parcialmente me erguí sobré el, desnude mis dientes y le gruñí, el sonido retumbo en mi pecho y salió amenazador, mirándolo a los ojos retándolo, el intento hacerlo pero debido a la posición de su garganta salió como un gorgoteo, nada amenazador, como respuesta aplique más fuerza y jale aún más su asta hacia atrás, sentía que pataleaba por liberarse y sus manos trataba en vano de empujarme fuera de él, sin lograrlo, ahora lo mire se nuevo con mis ojos frunciendo el ceño y los ojos levemente entrecerrados, solté esta vez otro gruñido de advertencia, menos amenazador pero estaba dando el mensaje, el me miro ahora con sus ojos de ciervo sorprendidos y levemente asustados, nos miramos durante unos minutos y sin más dejo caer sus orejas al cráneo en sumisión y soltó un gemido lastimero, ha, gane.
-Eso creí- susurré suspirando y soltando su asta volví a sentarme ahora en su pecho, mirando su cara entre mis muslos, aun seguía con las orejas bajas gimoteando como un cachorro regañado, ah dios, las cosas que hago por este hombre, incluso con sus instintos al mando sigue siendo un niño que llora cuando lo pones en orden, bien, bien, hagamos las pases lentamente puse mi mano en su cabeza y comencé a acariciar su cabello suavemente, los mechones rojos suaves hasta llegar a su cuero cabelludo rascándolo ligeramente la base de su oreja derecha, el gimoteo se volvió un tarareo contento, sus orejas volvieron a estar erguidas acercando su cabeza para que lo acariciara más, sonreí por lo linda que era la imagen, que rápido se en contenta.
-Compañera…- me llamo la atención al mirar abajo frotaba su mejilla contra mi muslo y dio una pequeña lamida apenas la punta de su lengua me toco, mi piel se erizo y un calor agradable floreció en el lugar, se sintió como un beso de disculpa… ¿talvez las lamidas serian la traducción a besos?
Interesante…pero… lo dejare para otro día…
Por ahora tenía otro asunto que tratar, suspire y le sonreí asintiendo, baje mi mano que acariciaba su cabeza hasta su mejilla.
- ¿Si mi compañero? - pregunté dulcemente, eso pareció alegrarlo ya que sus orejas temblaron agitándose emocionadas, tan jodidamente lindo, me reí, ahora si bien no estaba enojada con el aún tenía que darle un castigo por ello y de paso divertirme yo también.
-Quieto mi ciervo- dije dándole una orden suave, pero pareció entender que quería que se quedara quieto, con cuidado volví a la posición inicial, antes de todo el embrollo, algo toco mi trasero, al mirar atrás vi que aún estaba bastante duro, ¿pero que tenemos aquí?, al parecer la pequeña redada no fue lo suficiente para hacerlo bajar, mejor aún.
Levante mi cadera para quedar arriba de el en una perfecta posición para que estuviera dentro de mí, levemente mis dedos lo tocaron la punta apenas una caricia suave, lo sentí tensarse por el toque, apenas era algo y ya lo tenía jadeando, sonreí aunque mi interior gritaba por ponerlo tan profundamente dentro de mí en su lugar lentamente me senté sobre el sintiéndolo claramente y duro contra mí, moví mis caderas hacia adelante y la fricción húmeda entre mis labios y mi clítoris fue fantástica mucho mejor que si hubiéramos hecho estando vivos, (bendita se su auto lubricación) deje salir un gemido feliz viendo que Alastor estaba retorciéndose jadeando por ello, tratando de quedarse quieto pero sin poder evitar que sus cadera saltaran, que buen ciervo quiere moverse pero sabe que no debe.
Un ciervo tan bueno y aprende rápido…
Una de mis manos se agarró del sillón mientras la otra la puse en su pecho para mantenerlo acostado, bien.
-Si eres un buen ciervo y te quedas quieto podrás marcarme- dije y el me miro con sus ojos llenos de desesperada lujuria su rostro sonrojado y desordenado, talvez entendiéndome, talvez no sin esperar su respuesta comencé a mecerme sobre su pene, al principio solo fue le simple movimiento se adelante y hacia atrás para luego comenzar a girar mis caderas, joder si por fin, jade por aire sintiéndome tan bien, esto era tan bueno, el placer golpeaba con olas eléctricas mi cuerpo, apretándome aún más contra el para obtener más de esa deliciosa fricción fue la gota que derramo el vaso, mis garras hicieron un puño su camiseta, escuché el sonido de madera rota, la excitación de hincha en mi vientre estaba cerca, tan cerca, mire en mi delirio mire abajo y ver como estaba a mi ciervo y oh…
Tratando de no moverse como se lo pedí encajo sus garras en el sillón, surcos de garras lo marcan profundamente el relleno blanco salía a penas, apretando sus dientes en un intento de control mientras salían jadeos combinados con gruñidos, gimoteos y estática radial, todo un lio necesitado y babeante dependiendo del placer que solo yo le estaba dando.
- ¡Oh!... Mi… ciervo eres… hermoso- le susurre jadeando mi cuerpo en automático y sin detenerse llego como una ola arrasando mi cuerpo déjame en blanco, sentía mi interior temblar contrayéndose electrificando mi cuerpo, cerré mis ojos sintiendo más profundamente mi orgasmo, cuando terminó me sentía relajada, comencé a volver a controlar mi respiración, soltando el sillón y a Alastor relajándome más por eso, estuvo bien…pero no es suficiente.
La sentía la llama de excitación aumentó de nuevo ahora picando mi interior doliendo por tenerlo algo dentro de mí, un gimoteo triste me hizo volver mirando como Alastor con las orejas pegadas abajo gemía levantando levemente sus caderas chocando contra mi entrada ahora más húmeda, oh si me detuve, él quería que continuará, vaya aprendió a pedir amablemente.
Tan buen ciervo…
-Has sido un buen ciervo ya puedes moverte- dije agachándome y dándole un beso en su frente húmeda y luego darle una lamida en su mejilla, se froto su cara contra la mía aun gimiendo triste, porque el aun no había terminado, bien cumpliendo con lo prometido, me levante y tome sus manos ayudándolo a desencajarlas de la madera y poniéndolas en mi cintura para que pudiera hacer palanca, sentí como sus manos me apretaron para no dejarme ir y dejarlo colgado, otra vez, me levante acomodándome para recibirlo, su pene se levantó sin mi peso oprimiéndolo listo y aun duro goteando de líquido como si llorara por una liberación y ya sabía cómo lo haría, oh dios talvez no debería de ser tan mala con el chico… nah, será para otro momento…
-Mi compañero… márcame… tanto como quieras y tan duro como puedas- dije dándole su premio, vi como sus orejas se irguieron y temblaron, me miro con hambre y lujuria, la saliva negra goteaba de su barbilla, sin esperar más y siendo un movimiento que pocas veces use con él, con cuidado lo guie a mi entrada acomodándolo suavemente toques dulces y suaves, la punta entro con facilidad, bien, sonreí malvadamente, de un sentón rápido me lo metí hasta la base, la euforia combinada con un toque de dolor me dejo atontada, la primera vez que hice esto con Alastor se corrió al instante al sentirse tan abrumado por el placer, incluso se disculpó por eso, al parecer mi ciervo no había acabado pero de igual manera estaba abrumado por todo, jade una risa, tome aire hondo ahora sacándolo lentamente sintiendo cada centímetro de él y volviendo a meterlo igual de lento acariciando mi interior dejando el poco dolor por una entrada tan brusca en el olvido.
Mierda si, justo así…
-Mi cierva… MIA- dijo con su voz ahora distorsionada, retumbo en su pecho, sus garras mortales se encajaron en mi piel, me ericé por el sonido y supe que ahora estaba por ponerse serio, oh bien técnicamente le di permiso y se lo gano así que… oh…oh…
- ¡MIERDA! - grite al sentir un fuerte empujón que golpeo mi interior in piedad sintiéndolo hasta mi estómago sacudir mis intestinos dejándome sin aire por un momento mis manos solo pudieron tomar sus brazos buscando apoyo mientras resistía las embestidas, joder tan grande, salió lentamente para empujar de nuevo con fuerza hacia mi interior, me mordí el labio sintiendo de nuevo que cerca estaba de correrme de nuevo, no podía no aún, si me dejaba arrasar por el placer estaba acabada…
¿Acaso eso sería tan malo?
La pregunta inundo mi mente, solo déjate llevar, nada pasara, acaso eso no era bueno, porque no te unes a el sintiendo lo bien que quiere marcarte como suya, oh eso ... sonaba bien, abrí mas mis piernas para permitirle entrar mejor, el choque me hacía delirar, en serio quería marcarme, quería hacerme su compañera, quería que fuera su linda cierva, joder , mierda, el placer crudo estaba haciéndome perder la cordura, ¿sientes lo mucho que quiere marcar? Golpeando mi interior como si fuera a morirse si fuera a parar, haciéndolo como animales en pleno celo, si joder, lo sentí enterrándose tanto dentro de mí, mi pelvis choco contra la suya haciéndome ver estrellas, jade por aire echando mi cabeza hacia atrás, todo ardía y se sintió bien, apreté mis dientes aguantando no tan rápido, pero él lo estaba haciendo difícil.
- ¡ Ah ! ... mierda ... tan duro ... estas ... ¡ ah ! ... siendo muy duro ... - gemí temblorosamente apretándome más a él, el ritmo de sus embestidas aumento frenéticamente, oh, no, no podre, a este paso solo me dejare llevar , usándome como si fuera un juguete jodiendome cada pulgada de mi vida.
- Mi cierva… compañera… mía - gimió felizmente alabándome como si fuera una divinidad, no pude evitar gemir por ello, aun con mi cabeza hacia atrás jadeando por aire mientras se movía su pene profundamente dentro de mi frotando cada punto dulce de mi interior, mierda, mierda, mierda, es bueno, tan bueno ...
Debo respondedor para darle incentivo…
-Si… tuya… ¡ oh !… Toda… ¡ ah !… Tuya… - respondí llorando por lo bien que me estaba haciendo sentir, eso pareció complacerlo bastante porque sentí sus manos dejar mi cintura y tomar cada mejilla de mi trasero encajando sus garras en mi carne y empujar con más ímpetu de antes, mis manos sin más agarre volaron encajándose en su pecho, di un grito combinado con un gemido y eso fue lo que me rompió, el hijo de puta me acostumbro a sentir pizcas de dolor durante cada sesión al punto que un pizca de él y acabo con mi cordura, a la mierda, sí, sí, sí, sí, eso es joder.
- ¡Márcame! ... ¿quieres marcar a tu cierva no? ... ¿quieres que sea tuya? ¡Acaba! - grite ya con una sonrisa en mi rostro retándolo persiguiendo el creciendo al que me estaba llevando, sujetándome con más fuerza y con un gruñido me embistió un brusquedad y precisión que me hizo gemir aún más deje car mi cara a su pecho tratando de respirar, moviendo mis caderas empatando con más suyas, lo sentí temblar en mi interior, ja, bien, eso está mejor.
-Termina… ¡ ah ! ... dentro de mí… márcame, ¡ vamos ! - levante mi rostro y tome su cara lamiendo su mejilla, me devolvió la lamida y aproveche tome su lengua mordiéndola suavemente, el gimió encajando sus garras aún más, lo solté jadeando por el dulce dolor, le sonreí.
- Mi … buen ciervo, mi … lindo compañero-le susurré amorosamente, mire sus orejas, una idea se formó y la tome sin pesarlo, mis manos tomaron sus orejas y las masajeé, eran tan suaves, como respuesta el gimió claramente disfrutando de ello , no es suficiente aun para llevarlo al borde.
- ¿Quieres… que… todos sepan… que soy tuya… y… solo tuya ?, ¿no…? - seguí diciéndole sabiendo que se lo estaba tomándolo como un reto, la estática gimió claramente ahora pagando cualquier sentido y siguiendo el puro instinto de marcarme, perfecto.
- ¿Eso quieres? ... ¡ joder ! ... estas cerca ... muy cerca ... mierda ... ¡ oh ! ... cerca estoy cerca ... - forzándome a seguir su ritmo incluso aunque estaba concentrado en solo joderme tan rápido y como fuerte pudiera en mi delirio quería que fuera más difícil.
- ¡Vamos! ... vamos ... vamos ... ¡lléname! ... más duro ... más rápido ... solo ... dame más -rogué sintiéndome al borde por el ritmo rápido, solo un poco ... solo un poco más.
- ¡Oh! ¡joder!... ¡ah!... Al te quiero mi ciervo… eres tan bueno… te sientes tan bien…- solté ya delirando sintiéndome en el cielo aunque estuviera en el lugar más alejado de él, no me importaba nada más, al parecer le gusto escuchar que lo quería aumentó su ímpetu me ajusto mis caderas dándome una penetración más profunda y amplia, pero esta vez no sentía que tocaba su base parecía que había lago… un bulto que me impedía tomarlo todo, gimió frustrado tratando de meterlo, eso me aclaro la mente y baje mi mirada hacia mis caderas.
¿Qué? ¿Por qué?
-Un… nudo- susurre sorprendida por ver que los bultos en su base se habían hinchado buscando anudarme, la información de distintos animales que pasaban por lo mimos en el apareamiento fueron algo útiles, gracias a eso pude saber que él no acabaría hasta que ese nudo estuviera dentro de mí y el estaba por sus embestidas desesperado por eso, oh chico…
Quiere meterme su nudo, pero no puede…
-Tranquilo déjame…tratar...de…- dije tratando de tranquilizarlo levantándome, seguí moviéndome ahora más lento para poder averiguar cómo meterlo, probé ángulos diferentes incluso abrí mas mis labios y tanto como pude, abrí aún más mis piernas, pero sin éxito, mierda, tomé el nudo acunándolo tratando de meterlo con cuidado, el gemido necesitado resonó impaciente.
Lose, lose dame un momento o ¿talvez podría funcionar?…
-Cariño…- la voz de Alastor me hizo voltear al verlo al parecer más cuerdo, aunque no completo, le sonreí con alegría talvez él podría ayudar.
- ¡Oh! ¡mira a quien tenemos aquí damas y caballeros!, ¡saluden al único e inigualable Alastor! – solté alegre, aunque sin aliento aun rebotando ligeramente sobre su pene sin dejarlo colgado.
-Cariño… ¿Por qué… no…? – tratando de formas más palabras como si estuviera hablando dormido, bien podía trabajar con eso, al parecer si su lado instintivo no encontraba la solución al problema la racionalidad tomaba el mando para solucionarlo, interesante.
-Tu nudo no podemos metérmelo- dije explicándole el problema a su cerebro medio dormido, el tarareo y asintió mientras miraba el nudo que le impedirá marcarme y a mi llegar.
-Oh… quiero… ¿puedo…? –pregunto si podía anudarme y reí era un poco tardé para preguntar, pero estaba feliz por ello.
-Ahora así preguntas ¿eh?... bien dame una mano… tengo una idea- respondí dándole mi visto bueno, asintió, tomé su mano las garras se retrajeron soltando mi trasero.
Eso dolerá más tarde…
Guie su mano hacia mi vientre y más bajo donde está húmeda, tenía una idea talvez un poco más de lubricación y un empujo en el ángulo correcto sería la respuesta, sin necesidad de pedírselo sus dedos comenzaron a masajear mi clítoris, eso me hizo tambalear mi mente tentándome a dejar todo en el olvido y perseguir ahora esos dedos, no enfócate, cerca, aumentando la velocidad lista para el momento, lo jadeos de Alastor fueron una buena gruía y motivación para ello.
-Eso… sigue así…solo… un… poco… ¡más! – jade sintiendo como temblaba mi interior a punto de correrme, presionado el nudo en un nuevo alguno y sintiéndome más mojada que antes lo intenté de nuevo, es ahora o nunca no creo que ninguno de los dos vaya a aguantar más.
Oh… santa madre…
En el último segundo con un rápido empuje y ahora una abundante lubricación el nudo entro en mi sellando la entrada, apretando sin piedad mi punto G sintiéndolo empujar increíblemente profundo hasta el límite mi interior, mi orgasmo fue intenso dejándome sin aire sintiendo mi interior apretándolo y contrayéndose contra él, pude ver a penas con mis ojos abiertos como Alastor echaba su cabeza hacia tras en un grito sin palabras soltando chillidos de estática e interferencia, sus ojos mostraron líneas en zigzag rojas como los de una televisión descompuesta, hasta que termino y suavemente cerro los ojos hasta el sonido se fue pagando.
- ¡Oh!… mierda… Al- fue lo único que pude decir, jadeando por aire mientras ambos terminábamos, sintiéndome extrañamente cálida y llena, nuca antes se había corrido tanto dentro de mí me sentía como si tuviera un globo lleno de slime dentro, pese a eso me sentí extrañamente orgullosa de eso, sentí su punta tocar si la memoria no me fallaba seria mi cérvix casi hasta mi cuello uterino, vaya, ¡uf! eso fue bueno, me deje caer contra su pecho deshuesada arrastrando conmigo mis alas, ah cierto, había olvidado ese detalle.
- ¿Estas bien cariño? – una voz tranquila y ligeramente ronca me hizo levantar mi cabeza y ahí estaba de nuevo mi Alastor.
- ¡Ah! ¿mira quién regreso?, hola de nuevo y si estoy bien- respondí sonriéndole perezosamente guardando mis alas y todo lo demás, al hacerlo sentí sus brazos rodeándome en una abrazo cálido y reconfortante después del tratamiento duro y rudo era bienvenido y suspiré contenta y relajada, escuchando su corazón aun latiendo rápido en su pecho.
- ¿No… estas lastimada te duele algún lado? –la pregunta goteaba preocupación, sus ahora completamente rojos ojos me miraron buscando alguna herida o señal de dolor, bueno ahora que lo mencionaba sentía los cortes de sus garras en mi trasero apenas como una irritación no era nada del otro mundo y el nudo me hacía sentir una ligera chispa de dolor ya fuera por el añadido y que mi cuerpo no estaba acostumbrado a tener algo así durante mucho tiempo y sin movimiento dentro y ah si, se me olvidaba, le mande una orden a Nyx para que tomara el tiempo para sacar el nudo esa seria información muy importante para el futuro.
-No, no y un poco mi pobre trasero parece que les paso la mano de un tigre, pero nada fuera de lo normal y tu… ¿estás bien? – le respondí encogiéndome de hombros, me estire y relaje mi cuerpo sabiendo que de todos modos estábamos atrapados hasta nuevo aviso, recargue mi barbilla en su pecho, pero realmente quería saber si el estaba bien, bueno es obvio que se la paso bien y disfrutaba del momento pos orgasmo al igual que yo, pero talvez no dé la misma manera.
- ¡Ha! estoy más que bien corazón bastante satisfecho en más de un aspecto-respondió efusivamente contento, aunque por su aspecto por completo desalineado daba a notar la reciente actividad, sus astas aún seguían en su gran tamaño, sabía que me dijo la verdad y él estaba bien así que… ¡misión cumplida!
- ¿Oh y ya no estas frustrado? – le pregunte a modo de broma y el tarareo pensando la respuesta y chasqueo su lengua.
-No… mucho-la respuesta fue corta acompañado de una estática lastimera y no me la esperaba después de todo aún seguía frustrado ¡¿qué mierda?!
- ¿No mucho?... pero ¡¿porque?!-pregunte levantándome un poco apoyándome sobre mis codos, ¿acaso falto hacer algo? ¿Había algo que el necesitaba que hiciera?
-Yo…- comenzó a hablar y sin más hizo una mueca como si algo le doliera, cerro sus ojos y enterró su cara en mi cuello, escuché que gimió y empujo sus caderas contra las mías temblando.
- ¿Al que… ¡oh! – y lo sentí palpitar de nuevo derramándose de nuevo en mí, pero… ¿porque acaso… el no… acaba de…? Entendí al recordar que generalmente los animales que podía hacer nudos por lo general también podían tener…
Carajo es…injusto…
- ¡Es injusto! ¡tienes orgasmos múltiples! – dije entendiéndolo, pero no por eso menos indignada, me sentí aún más llena y cálida que antes, lo miré esperando a que terminara.
Maldito suertudo…
-Creme… esto… es… ¡ugh! …-me respondió aun en medio de su segundo orgasmo tratando de pensar una respuesta, le sonreí.
- ¿Nuevo? – ofrecí y escuché un gemido- gruñido de afirmación, bueno supongo que algo bueno tenía que tener eso para él.
-…Si- con un suspiro de alivio termino y jadeo cansado, volviendo a dejar caer su cabeza sobre la almohada, me reí suavemente.
-Bueno coloréame verde de envidia- dije divertida ahora por la situación bueno talvez esto le haga reconsiderar su parte de ciervo como algo que podría llegar a apreciar por completo.
-No es muy gracioso y menos cuando pasa inesperadamente, creí que anudarte seria lo único, lamento… esto- masticó la última palabra con su mano señalando hacia abajo en obvia referencia y negué.
-Nah, no te preocupes hasta se siente bien, bueno acomódate porque estaremos atrapados aquí un rato- le dije moviendo un poco mi cadera ya que le botón de su pantalón se estaba encajando en mi piel, aun sentía el nudo hinchado impidiéndome sacarlo o moverme mucho, no quería lastimarlo y menos ahora, el tarareo comprendiendo, pero por su cara no por eso contento.
-Entiendo… ¿durante cuánto tiempo crees…? –pregunto no muy seguro de querer saber la respuesta y entendí a que se refería y me di un momento para pensarlo, en realidad si hubiera sabido que Alastor era mitad ciervo hubiera investigado más a los ciervos, pero con el poco conocimiento que tenía sabía que esto podría tardar más de lo que pensábamos…
-Hmmm… no sé, podrían ser 10 o 20 minutos podría ser media hora o una o dos no sé, lo sabremos cuando puedas salir de mí, así que contare le tiempo para futuras sesiones- le respondí sabiendo bien que no se tomaría bien saber que me tendría atrapara por lo que podrían ser horas.
- ¿Horas? Porque…oh… por…- el chillido de estática me anuncio su tercer orgasmo, vi como apretó sus dientes aguatando y cerrando sus ojos fuertemente, me mordí mi labio al sentir como se contraía temblando siendo de nuevo llenada, bien a este paso seré un globo, aunque no podía negar que se sentía bien de forma extraña aunque fuera un poco, si eso significaba el temblor que sentía en mi interior, con la cantidad que tenía dentro tendría miedo de quedar… bueno… lo bueno es que como mencionó los pecadores son infértiles y soy un ángel ¿correcto? no sería posible tenerlos… ¿verdad?
Espero que no…
-Tranquilo déjalo salir, no te resistas- le susurre tratando de reconfortarlo y darle apoyo.
- ¡Maldito cuerpo!… ¡ah!… de ciervo…- jadeo las palabras tanto con odio como placer mientras terminaba.
-Oh eso es, relájate mientras más te relajes más rápido será, déjate llevar, tranquilo- seguí alentándolo, masajeando con toques suaves un poco sus hombros tensos, hasta que poco a poco termino y con ello se calmó.
- ¿Mejor? –pregunte acariciando su frente húmeda y asintió.
-Odio esto, pero creo que ya terminé- dijo aliviado nunca creí escuchar a alguien aliviarse por ya no tener orgasmos, seria gracioso si no supiera que Al no estaba aun cómodo con eso.
-Bien, ahora ¿cómo que aun estas frustrado? Estoy bastante segura de haberte dado una buena razón para no estarlo- le pregunte cambiando de tema y viendo que el nudo aún seguía hinchado de mí, pedir explicaciones nos distraería sin duda y ayudara a pasar el tiempo.
-Tranquila cariño en realidad lo que quise decir es que en realidad no es frustración como tal es… como si necesita completar algo, no sé cómo explicarlo es como… servirte el mejor vino del mundo y no terminarlo, solo dejarlo ahí sin terminar cuando en verdad quieres terminártelo, ¿se entiende algo de lo que digo? - dijo tratando de explicarse y por un momento trate de recordad algo más con lo que ayude y mi mente desempolvo un viejo recuerdo que creí había olvidado hasta ahora y le sonreí asintiendo.
-Creo… que puedo entenderlo es… como… ¡oh! ¿Cuándo estabas en plena transmisión justo cuando estabas por despedirte y ¡zaz! se cortó dejándote fuera del aire? ¿Te sietes como frustrado, pero solo por no terminar bien tu segmento? - le dije aportando una experiencia real que el mismo tuvo hace tiempo.
-Ah sí es, exactamente así… vaya ya no recordaba ese día lo único bueno de ese fiasco fue que tuve la oportunidad de ir a recogerte del trabajo temprano… - asintió con una sonrisa dulce y nostálgica me enterneció verlo así, ayer no estaba muy bien cuando recordó nuestra anterior vida parecía que ahora estaba bien con recordar.
- ¡Y compramos helado! Bueno más bien yo comí helado mientras estábamos sentados en una banca del parque y te desahogabas por lo sucedido fue un lindo día- seguí recordado también dejándome llevar por las memorias.
-Lo buenos y simples tiempos- suspiro satisfecho jugando con un mecho de mi pelo entre sus garras y asentí de acuerdo con él, pero algo aún me picaba de la manera incorrecta.
-Entonces a pesar de esto ¿aun sientes que debes morderme para ser considerado por completo tu compañera? - dije temiendo que realmente no pudiera hacer nada más, si eso era cierto entonces solo serviría para aliviar una parte del problema, pero no solucionarlo.
Debe de haber algo más que pueda hacer…
- ¡Oh cariño! incluso sin esto ya te consideraba mi compañera es simplemente como firmar el contrato y poner el sello de aprobación- respondió acunado mi mejilla y eso me lleno de alivio.
- ¿Entonces ya firme… pero me falta el sello? - dije entendiendo más ahora como funcionaba esto de marcar para él.
-En teoría si, para ponerlo en términos entendibles- su respuesta sonó sinceramente tranquila y asentí tomando aire lentamente, bien podía manejar eso.
-Ya veo, lo siento si mi sangre no fuera venenosa dejaría que me mordieras- dije disculpándome realmente era tan simple como que me mordiera y estaba todo resuelto, menuda broma de mierda.
-Lose y aun así gracias por cuidarme en… mi momento no tan brillante, incluso aceptado que te haga eso , realmente soy el pecador más afortunado de los nueve círculos y muero por casarnos de nuevo y esta vez para toda la eternidad- tarareo acariciando mi piel con su pulgar y le sonreí sintiendo que me sonrojaba.
- Aww , sigue así y pensare que tienes un flechazo por mí-
-Talvez lo tenga- respondió dándome un guiño a lo que solté una risa por ello, ambos suspiramos relajándonos tanto como pudimos en esta situación, talvez darle un resumen y opinión de lo que había pasado podría ponerle en contexto todo.
-Sabes esto no fue malo, es decir fue nuevo, pero solo es cuestión de adaptarse, por ejemplo: ahora sé cómo meterme un nudo, lo cual nunca pensé que diría o haría, pero es genial, es decir pese a todo me gusto… fue bueno y no me molestaría que suceda otra vez y esto me prepara para cuando tu rutina llegue- le explique dándole toda la verdad y en realidad considerando que incluso antes éramos todo menos normales tener una de estas rarezas no estaba tan fuera del rango.
- ¿No hay nada que diga o haga que te hará desistir verdad? – suspiro mirándome con un brillo feliz y preocupado y negué sonriéndole, sabiendo que tendría que darme una muy buena razón para que lo abandonara en su rutina.
-Estando ahora tan dentro y atrapado en mí ya deberías de saberlo- respondí tratando de bromear con la situación si algo te preocupaba a veces lo mejor es burlarte de eso, a mí me funcionaba… a veces.
-Está bien dejaremos esto más tarde para una muy seria charla sobre esto, por ahora tengo una pregunta muy importante que hacerte- el suspiro sabiéndolo también, aun así terco como sabía que era no desistiría de convencerme de lo contrario.
Oh…
-Adelante ¿qué es? – pregunte curiosa.
- ¿Cuantas veces terminaste? – la pregunta sonó seria y eso me dejó por un momento en silencio de todas las cosas que podría preguntarme nunca esperé que fuera eso.
¿Eh?
- ¡Oh! Yo… emm… ¿dos? – respondí cuando mi mente recordó los recientes eventos y no tarde en darle una respuesta rápida.
- Y ahora qué sé que no puedo… terminar hasta que entre el nudo si conté bien mi marcador son tres veces- asintió con la respuesta pensativo y asentí con él.
-Ah sí, por eso se le llaman orgasmos múltiples son unos detrás de otro con un intervalo de tiempo corto entre uno y otro con la meta de tu sabes más éxito de fecundación-le explique el concepto ¿talvez eso era lo que lo tenía preocupado? Haberse corrido tanto, tantas veces en un lapso tan corto, si hubiéramos sido humanos eso hubiera sido preocupante pero ahora que era parte de su biología era normal y hasta sano.
-Entiendo es parte, pero es inaceptable… ¡oh! No, no, no, es horrible que una parte de mi ni siquiera se molestara en darte el placer que mereces, ¡no! es inaceptable y si puedo adivinar hiciste todo el trabajo ¿no? – dijo tirando por la ventana mi suposición y me dejo de nuevo sorprendida no pensé que eso fuera lo que le preocupara con su ceja levantada me miro ya sabiendo la respuesta.
-Bueno… no todo, es decir si, pero no es… complicado, pero estoy bien enserio no te preocupes por eso-dije tratando de clamarlo y no mentí no me importaba haberme quedado corta si con eso obtenía las repuestas que quería.
-Querida, mi dulce corazón soy un hombre que puede decir orgullosamente que te complace por completo y no planeo tener esta mancha en mi registro simplemente arruinaría mi impecable historial- dijo dulcemente hasta que su tono se volvió presumido y negué sonriéndole, este hombre a veces me pregunto: ¿qué le pasa por la cabeza? pero es dulce de su parte querer que me divierta tanto o más que él.
-Oh dios eres un tonto, bien entonces ¿qué sugieres hacer por ello por ahora aún seguimos… oh- comencé a tratar de búrlame de Alastor hasta que sentí algo comenzaba a filtrarse abajo, eso solo podría significar que si algo sale es porque ya se estaba desinflando, me levante y mire abajo, donde ya el esperma salía como chorros lentos y contantes.
-Creo que…-dijo Alastor entendiendo y asentí.
-Sí, déjame… quédate quieto dime si te lastimo- dije tratando de sacarlo sabiendo que debía estar sensible me lo tome con cuidado.
-Eso debería preguntártelo yo a ti después de todo soy yo el que te tiene atrapada-me sujetó de mis caderas para darme apoyo mientras yo seguía sacándomelo.
-Bien… un poco más y… listo, ¡uf!, ya salió ¿Nyx cuánto tiempo duro? –salió por fin con un chasquido húmedo, por fin, sentía extraño como menstruar, era demasiado vi cómo se manchaban tanto los pantalones de Alastor como el sillón, ¡huy!, miré como Nyx con mímica no respondió.
-Quince minutos, se sintió más largo- entendió Alastor y no podía estar más de acuerdo con él.
-Bien anotado, gracias Nyx-dije despidiéndola, me levante con cuidado de no machar nada más, sentía que se escurría por mis muslos, mierda, busque algo con que limpiarme y evitar más desastres mire mi pantalón y mis bragas, pensé en usarlo mientras llegaba al baño en una rápida carrera, hasta que una mano con una tolla roja comenzó a limpiarme con suavidad, era Alastor ahora sentado y echo un desastre como yo solo que en sus pantalones se veía la gran mancha.
-Ven ma douce sorcière déjame limpiarte… es mucho- dijo y le agradecí acomodándome delante de él abriendo más mis piernas para que literalmente limpiara el desastre que hizo, me pareció irónico, suspire relajándome.
-Y eso que no lo tenías todo esto dentro de ti- dije en broma y el tarareo, arduamente no dejo nada incluso con mi permiso aventuro sus dedos a mi interior para sacar lo más que pudiera, decir que eso se sintió bien en más de un aspecto sería una mentira, en mi defensa me controle lo mejor que pude para no dejar saber que me gustaba más de lo que debería.
-Listo creo que saque casi todo- respondió suspirando mirando su impecable trabajo.
- ¡Uf! gracias mi amor, me ahorraste mucho trabajo ahora solo… me sentare un poco- le agradecí besando su frente y me deje caer en el sillón, estire mis piernas ya con libertad, suspire relajando mi cuerpo, sentí que me tomaba mi mano y entrelazaba sus dedos con los míos, sonreí por ello y nos quedamos así mirando el fuego de la chimenea durante un rato en silencio o casi ya que Alastor estaba jugando con las estaciones buscando al parecer una canción que él quería, adorable realmente adorable verlo tan concentrado.
-Cariño- pregunto por fin eligiendo una canción de jazz suave y lenta.
- ¿Mmmm? -
-Tengo una propuesta que hacerte- lo mire levantando mi ceja ahora curiosa hacia donde iría esto.
-Tu sabes cómo captar la atención de una chica ¿eh? ¿qué propones? -
-Planeaba primero darte un buen baño y segundo mimarte un poco y después si quieres podría darte ese último favor que te debo por supuesto si quisieras mas no me opondría- con una sonrisa que mostraba todos sus dientes prometiendo cosas que simplemente no me podría decir que No.
- ¡Oh wow !, frente a esa propuesta sería una locura decir que no, así que arriba cascos ligeros porque mataría por un buen baño ahora-exclame alegre me recargue en su brazo y subí mis piernas al sillón.
-Sabía que aceptarías y… también quisiera darte las gracias por lidiar con esto, realmente a veces pienso que no deberías estar aquí en el infierno- dijo recargando su cabeza contra la mía y comenzando a frotarla un poco, vaya ¿sus instintos no tuvieron suficiente con lo de antes?
Al parecer no ...
-Vamos Al que tenga un halo no quiere decir que sería un buen ángel y… no es por sonar perra, pero algo me dice que el cielo no es un lugar tan divertido como suena, tanto amor, paz, tanta calma y control no son para mí, con eso en mente si hubiera ido al cielo te puedo asegurar que me hubieran expulsado de todos modos y hubiera terminado de una forma u otra contigo aquí así que es una lástima estas atrapado conmigo por toda la eternidad- dije sabiendo que un lugar así no era para mí, me gustaba esas cosas pero saber que todo el tiempo será así, sin cambios, sin errores, todo siempre en orden, me volvería loca y sabía que probablemente incendiaria todo solo para poder salir de ahí.
-Eso sonó exactamente como el paraíso para mí - dijo suspirando alegre sabiendo que era lo más lógico que pasaría y sonreí por eso también.
-Y lo es para mí también mon roi de la forêt y no desearía estar en otro lugar-
! Hola de nuevo! ya es Agosto, el año se pasa rápido, tuve varios problemas con este capitulo algunas partes no me gustaban y las quiete, tuve un bloqueo a la mitad de este, pero al final de todo siento que quedo justo como quería o por lo menos mejor que antes, gracias por leer y esperen pronto el próximo capitulo hasta entonces! nos vemos!
Canción usada en este capitulo:
-Gloomy Sunday de Billie Holiday
También les recomiendo la versión de Matt Forbes que sinceramente me encanto.
