Capítulo 17

Elizabeth soltó la mano de Jane, se puso de pie y miró por la ventana para tranquilizarse. Ella no deseaba tener que discutir con su hermana, pero necesitaba entender mejor por qué Jane estaba actuando de esa forma tan ridícula. Una vez Charlotte le dijo a Elizabeth que Jane elegía ver sólo lo que ella quería ver, por eso no era capaz de notar los defectos de otros y siempre pensaba que todos eran buenos. En ese momento, ella se dio cuenta que tal vez Charlotte tenía razón y por eso Jane no lograba comprender lo que realmente estaba sucediendo.

"Jane, ¿podrías explicarme por qué crees que William manipula a Charles? ¿Qué te hace pensar eso?" preguntó Elizabeth intrigada y dolida a la vez.

Jane había conversado con Caroline y Louisa antes de venir a conversar con Elizabeth y ellas le habían advertido que su hermana intentaría hacerla dudar. Por eso recordó todos sus consejos y habló sin titubear. "Lizzy, tu esposo le pidió a Charles que despidiera a su procurador y que volviera a contratar a la antigua firma que se hacía cargo de los negocios de su padre. Mi esposo ya no trabaja en el comercio y necesita la ayuda de alguien que entienda del manejo de una hacienda y no sobre contratos comerciales."

"Jane, no sé si recuerdas que el día que William y yo regresamos de nuestra luna de miel, tu esposo vino a esta casa a pedirle a mi esposo que lo ayudara a tomar una decisión. Bueno, William se comprometió a ayudarlo y él siempre se toma todas sus obligaciones muy en serio. En el proceso, él se dio cuenta que el procurador de tu marido le estaba ofreciendo hacer negocios de alto riesgo con personas poco confiables. William no desea manipular a Charles porque es él quien desde que lo conoció, le ha pedido favores y que lo ayude a tomar decisiones." Elizabeth le dio unos cuantos detalles más a Jane pero notó que ella no le prestaba atención.

"Lizzy, yo no voy a discutir contigo porque comprendo muy bien que tú creas en lo que tu marido te dice. Tampoco quiero generar conflictos entre nosotras o contigo y tu marido. Por eso mismo creo que lo mejor es que no confundamos las cosas y nos relacionemos sólo como familia, y que tu marido no interfiera más en los asuntos de Charles." Jane se sintió feliz de poder haber dicho todo lo que pensaba tal como lo había planeado.

Elizabeth no pudo creer lo que había escuchado y se preguntaba cómo Jane podía estar tan ciega y equivocada y no darse cuenta. "Entiendo lo que deseas decir aunque no lo comparto. Pero estoy de acuerdo contigo en que lo mejor que podemos hacer es tener una relación sólo de tipo familiar. De ahora en adelante, si Charles necesita ayuda debe recurrir a las personas apropiadas y no a mi marido. Lo que no comprendo es cómo llegaste a la conclusión de que William manipula a Charles."

"Porque Charles nos dijo a la hora del desayuno que el señor Dalton le recomendó despedir a su procurador. Lizzy, tu esposo es un hombre de carácter fuerte y bastante autoritario, mientras que Charles es un hombre amistoso y cordial. Entonces, es lógico que cuando él recomienda o sugiere algo, mi esposo se sienta forzado a hacerlo." Jane había dicho todo lo que Louisa y Caroline le habían sugerido porque estaba convencida que ellas tenía razón. Muchas veces ella sentía que le había sucedido algo muy similar con Elizabeth.

Elizabeth pensó que aquella conversación se estaba poniendo cada vez más absurda y se dio cuenta que nada de lo que dijera haría cambiar a Jane de opinión. "Esta bien, Jane. Hablaré con William y le diré cómo tú y el resto de la familia perciben su ayuda como una interferencia en los asuntos de Charles. Pero yo también quiero pedirte algo a ti."

"Dime, Lizzy, ¿en qué puedo ayudarte?"

"Quiero que nunca más vuelvas a hablar de mi esposo en la forma que lo has hecho. Tú ni siquiera te has dado el tiempo de conocerlo y te atreves a hablar de él en forma despectiva. Además, no creas que no sé que probablemente Louisa y Caroline son quienes te han ayudado a llegar a todas esa conclusiones porque sé que ellas detestan a mi esposo porque es un comerciante. Yo te prometo que hablaré con William y sé que él no volverá a tener nada que ver en los asuntos de tu marido. Pero de la misma forma quiero que nunca más te atrevas a hablar de William como lo has hecho."

"No hay problema, Lizzy. Si tu cumples con tu parte del trato, yo cumpliré la mía," replicó Jane satisfecha con lo que había conseguido. Ella ahora era una Bingley y su primera lealtad era con su marido y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para protegerlo.

Elizabeth se sentó e intentó hablar de otras cosas con Jane aunque en realidad se sentía muy incómoda con todo lo que había pasado. Afortunadamente, a los cinco minutos, ella le dijo que debía regresar a su casa, se despidió y se fue.

Además de estar molesta, Elizabeth estaba herida porque Jane parecía no tener ningún interés en conocer a William, en saber algo más de él para darse cuenta lo equivocada que estaba. Pese a que Charles era un hombre simpático, no tenía ningún tipo de interés intelectual y su conversación era bastante superficial. Sin embargo, Elizabeth se había tomado el trabajo de conocerlo, de ver todas las cosas positivas que había en él y aceptarlo como a un hermano.

Afortunadamente, Violet regresó a casa esa mañana y le contó que los niños Gardiner y Madeline estaban bastante mejor y que ya no debían permanecer en cama todo el día. Elizabeth no quiso contarle sobre su conversación con Jane para no preocuparla. Pero además, esa mañana recibió la visita de Georgiana y la señora Annesley y gracias a ellas logró olvidarse de aquella desagradable conversación con Jane.

"Lizzy, he venido personalmente a invitarlos a la celebración del cumpleaños cincuenta y cinco de mi padre. A él no le gustan mucho las fiestas, pero este es el primer cumpleaños que yo le voy a organizar y quiero que sea muy especial."

"Muchas gracias, mi querida Georgiana. Estaré feliz de poder estar contigo y darte todo mi apoyo en este evento que vas a organizar para celebrar el cumpleaños de tu padre," dijo Elizabeth sinceramente.

"Señora Dalton, usted también está invitada. Le he hablado tanto de usted a mi padre que él tiene muchos deseos de conocerla."

"Muchas gracias, señorita Darcy. Para mí también será un placer conocer a su padre. Como sabes, él y yo somos originarios de la misma zona de Derbyshire por lo que tendremos muchas cosas de que conversar," agregó Violet.

Georgiana se quedó media hora conversando con Elizabeth y aunque se hubiera quedado el resto del día con ella, tenía otras invitaciones que entregar y por eso tuvo que irse.

"Me gusta mucho la señorita Darcy, mi querida Lizzy. Es una chica tan buena y noble, que pese a ser hija de un hombre muy adinerado y pertenecer a los primeros círculos sociales, no tiene problemas en relacionarse con personas de otras clases sociales," dijo Violet sinceramente.

"Lo sé, es una chica muy especial y por eso le tengo mucho cariño." Elizabeth pensó en lo distinta que era Georgiana a las hermanas del señor Bingley que siempre habían mirado a todos por debajo del hombre. Pero además, recordó todo lo que Jane le había dicho y cómo su hermana cada vez se parecía más a sus cuñadas.

Violet comenzó a estornudar profusamente y Elizabeth se preocupó un poco. "Mamá Violet, creo que es mejor que vayas a acostarte para que descanses. Has estado por varios días cuidando enfermos y no vaya a ser que te enfermes tú."

"No te preocupes, Lizzy, yo estoy bien," dijo Violet y volvió a estornudar.

Ellas almorzaron pero cuando Elizabeth vio que su suegra seguía estornudando, la obligó a ir a descansar. Por su parte, ella terminó de escribir las cartas para su familia y al otro día las iría a dejar al correo que quedaba a pocas cuadras de su casa. De esa forma, podía caminar y entretenerse mirando las vitrinas de sus tiendas favoritas.

P&P

William completó su trabajo lo más rápido que pudo para poder regresar lo antes posible a casa. Él había estado todo el día pensando en Elizabeth y en lo hermosa que había sido la reconciliación entre ellos. Una vez su padre le había dicho que las personas siempre salían fortalecidas después de resolver un conflicto por difícil que fuera. Él sentía que después de esa pelea con su maravillosa esposa, la relación de ellos había salido fortalecida y que su amor era cada día más fuerte.

Pero además de todo el aspecto emocional de la relación entre ellos, estaba el aspecto físico. Ellos se complementaban perfectamente y disfrutaban cada minuto que pasaban solos. Él se reía al recordar como siempre sus amigos le decían que era un hombre demasiado frío y cerebral e incapaz de expresar sus sentimientos. Pero con Elizabeth él no tenía ni miedo ni vergüenza y había descubierto que era tan apasionado como ella a la hora de expresar su amor.

Sin duda alguna, casarse con Elizabeth había sido la mejor decisión de su vida y le agradecería siempre a su madre el haberle aconsejado ir en busca de ella y hacer todo lo posible por ganarse su amor.

En ese momento, él tenía doble motivación para tener éxito en todo lo que se había propuesto. Él deseaba hacer que el apellido Dalton fuera reconocido como forma de homenajear a sus padres, pero también por Elizabeth. Él quería que ella y sus futuros hijos se sintieran orgullosos de él y darles todo lo mejor. El amor de Elizabeth le había llenado de energías y sentía que el mundo era un lugar lleno de posibilidades.

Cuando llegó a casa, William se encontró con la hermosa sorpresa que su madre estaba de regreso y estaba muy feliz de poder cenar con las dos mujeres que tanto amaba. Aunque la conversación fue bastante agradable, William y Violet notaron que Elizabeth estaba mucho menos animada que de costumbre.

"¿Y qué hicieron hoy las mujeres más lindas de todo Londres?" preguntó William para que su esposa participara en la conversación.

"Déjame aclarar, querido hijo, que Lizzy y yo somos las mujeres más lindas de todo Inglaterra no sólo Londres," dijo Violet y le guiño a Elizabeth.

"Tienes razón, madre. Son las más lindas de todo Inglaterra."

"William, hoy vino Georgiana a visitarnos y nos invitó al cumpleaños de su padre."

"¿Y ustedes quieren ir?"

"Sí, hijo creo que debemos ir. Primero, porque esta es una excelente oportunidad para que tu y Lizzy conozcan personas de otras clases sociales, algo que puede ser útil para tus negocios. Pero además porque la señorita Darcy vino personalmente a invitarnos y no me parece correcto hacerle un desaire no asistiendo."

"Yo pienso exactamente igual que mamá Violet, William. Creo que debemos ir, además estoy segura que te agradará mucho el señor Darcy cuando lo conozcas mejor."

"Está bien, iremos entonces. En todo caso estoy seguro que Fitzwilliam estará allí, por lo que por lo menos tendré alguien interesante con quien conversar."

"Mañana, tú y yo Lizzy iremos a la modista para ordenar nuevos vestidos para nosotras, y más tarde iremos al sastre para que te hagan un nuevo traje a ti, William."

"No es necesario…" dijeron Elizabeth y William al mismo tiempo.

"Por supuesto que es necesario. Iremos a un lugar lleno de personas de los primeros círculos y debemos lucir igual que ellos. Además…" Violet no pudo seguir hablando porque comenzó a estornudar nuevamente.

Una vez que terminaron de cenar, William y Elizabeth prácticamente obligaron a Violet a que fuera a descansar porque era obvio que después de cuidar a los Gardiner, ahora ella se había enfermado y tenía un incipiente resfriado.

Una vez que ellos estuvieron a solas en la habitación de Elizabeth, William le preguntó si le pasaba algo porque él la había notado distinta durante la cena. Elizabeth le contó todo lo que Jane le había dicho y que por esa razón estaba un poco triste. Eso sí, que prefirió no decirle que Jane se había referido a él como un hombre autoritario y manipulador.

"No puedo creer que tu hermana piense que soy yo quien quiere inmiscuirse en los asuntos de Bingley porque tú y yo sabemos muy bien que es todo lo contrario." A William nunca le había gustado Jane y sólo estaba confirmando lo que pensaba de ella. Era una mujer fría que sólo pensaba en ella y que sentía celos y envidia de su hermana que era mucho más talentosa y atractiva que ella.

"Estoy segura que Jane se ha dejado influenciar por sus cuñadas," intentó explicar Elizabeth pero William no se lo permitió.

"Lo siento, mi amor, pero tu hermana es una mujer adulta que toma sus propias decisiones. Si ella se deja influenciar es porque quiere. En todo caso, no te preocupes porque la próxima vez que Bingley quiera mi consejo le diré que prefiero mantenerme al margen de sus asuntos de negocio para no tener problemas con su esposa."

"Creo que es lo mejor, mi amor," dijo Elizabeth y abrazó a William.

"Bueno querida, creo que hemos dedicado demasiado tiempo a hablar de asuntos que no deben tener importancia en nuestras vidas." William besó a su esposa y le contó lo bien que avanzaban sus negocios. A él no le gustaba verla triste sufriendo por una hermana que no merecía ni su cariño ni su preocupación.

Después de conversar y besarse por casi una hora, ellos se acostaron, hicieron el amor y durmieron el resto de la noche abrazados. Esa noche, William estaba tan cansado que no soñó con nada perturbador.

P&P

El señor Hill le entregó la correspondencia a la señora Bennet y ella revisó tres veces para asegurarse de que no estaba equivocada. Ella recibió cartas de su cuñada Madeline, de su consuegra Violet y de Elizabeth, pero una vez más, no había carta de Jane.

Desde que se fue a Londres, Jane le había escrito sólo una vez y ella estaba un poco preocupada y se preguntaba si todo estaba bien por la vida de su hija. Ella sabía muy bien cómo eran las cuñadas Jane y temía que ellas se estuvieran aprovechando de su pobre hija. Pero lo que más le preocupaba era que Elizabeth tampoco hablaba de su hermana en sus cartas. Al parecer, ellas tampoco tenían mucho contacto pese a que siempre habían sido muy unidas.

La señora Bennet había tratado de que su cuñada le contara lo que estaba sucediendo, pero Madeline Gardiner era muy discreta. Lo único que había podido concluir de sus cartas, era que Jane visitaba esporádicamente a los Gardiner y a Elizabeth, pero que jamás los había invitado a su casa. Si las cosas seguían así, ella no tendría más remedio que viajar a Londres para cerciorarse de que todo estuviera bien.

Por su parte, el señor Bennet leía la carta de Elizabeth con cierta preocupación aunque no enteramente sorprendido. Por eso, decidió responder inmediatamente y contarle a Elizabeth un poco más sobre la personalidad de Jane. Él le dijo que siempre fue una niña un poco tímida y que prefería adaptarse a las circunstancias y aceptar lo que le tocaba para no tener problemas. Pero también le comentó que Jane siempre había sido una niña muy mimada por su madre, que le había hecho creer que merecía lo mejor sólo por ser bonita. Finalmente le pidió que le tuviera paciencia a su hermana y que con el tiempo, ella se daría cuenta de lo equivocada que estaba.

"Señor Bennet, ¿recibiste carta de Jane?" preguntó la señora Bennet con voz estridente.

"No querida, sólo de Elizabeth y Bingley," contestó el señor Bennet sin mirar a su esposa.

"Y Charles, ¿te dijo algo de Jane? ¿Te dijo cómo está, si está enferma o tiene algún problema?"

"No querida, sólo me dijo que han estado muy ocupados participando de los eventos de la temporada, y por eso no pueden venir a Hertfordshire."

"¿Eso es todo lo que te dijo? ¿Estás seguro?" preguntó la señora Bennet ansiosa.

"No, señora Bennet. Además me pidió que me hiciera cargo de algunos asuntos de la hacienda, porque al parecer, él está muy ocupado asistiendo a bailes," replicó el señor Bennet con ironía. Por culpa de su yerno, al día siguiente debería levantarse temprano para conversar con el administrador de Netherfield, y posiblemente, visitar a unos inquilinos.

"Bueno, si Jane está ocupada participando en la temporada, me quedo más tranquila. Pero si no sé de ella, le advierto señor Bennet, que viajaré a Londres para asegurarme que todo esté bien.'

"Si estás dispuesta a viajar sola o con nuestras hijas, yo no tengo problema. Pero yo no tengo ningún plan de ir a Londres, señora Bennet," dijo el señor Bennet y siguió leyendo la carta de Elizabeth mientras su esposa no paraba de hablar de quién sabe qué.

P&P

"Se ven sencillamente hermosos," decía Violet emocionada.

"Madre, deberías estar en cama," dijo William preocupado.

"No me voy a enfermar más porque me levanto por cinco minutos para verlos antes de que se vayan a casa de los Darcy. Y valió la pena porque dudo que haya una pareja más elegante, distinguida y guapa que ustedes en el cumpleaños del señor Darcy."

"Gracias, mamá Violet. Pero por favor regresa a la cama," dijo Elizabeth con genuina preocupación.

Después de ver y admirar a su hijo y nuera, Violet regresó a la cama. Ella sintió mucho no poder ir a casa Darcy, pero en la mañana le había mandado una nota a Georgiana excusándose. Ella llevaba varios días sintiéndose mal y por no hacer el reposo necesario, se había enfermado más. El doctor le había recetado reposo absoluto y ella no tuvo más remedio que obedecer.

Gracias a la ayuda de la señora Gardiner, que conocía a muchas personas, Violet había conseguido que le hicieran un vestido nuevo a Elizabeth y un traje a William. Ella se aseguró que se usaran las mejores telas y compró un pañuelo de seda blanco especial para su hijo que contrastaba con el negro de sus patalones y fraque.

Por su parte, Elizabeth llevaba un vestido de color crema que contrastaba con lo oscuro de su pelo y ojos. Además, ese día se había puesto las joyas que William le había regalado, y su doncella le había hecho un peinado muy hermoso que destacaba lo fino de su rostro.

Durante el viaje en carruaje, William no podía dejar de mirar a su hermosa esposa. Él se sentía tan orgulloso de poder llevarla de su brazo y que todos supieran que esa mujer tan linda e inteligente era su esposa.

Cuando finalmente llegaron a casa Darcy, William quedó muy sorprendido, tanto que por varios segundos no dijo absolutamente nada.

"Querido, parece que te ha impactado mucho lo grande y lujosa que es la mansión de los Darcy. Pero espera a que veas el gran salón o la biblioteca, te prometo que te quedarás sin habla," dijo Elizabeth sonriendo.

"No es eso querida, créeme que he visto muchas casas grandes y lujosas antes. Además, nuestra casa de Manchester es casi tan grande como esta."

"Entonces, ¿por qué estás tan sorprendido?"

"No lo sé, estoy seguro que nunca he estado en este lugar pero sin embargo me parece familiar," dijo William. "Pero no te preocupes, son sólo tonterías mías," dijo William y besó la mano de su esposa.

William le ofreció su brazo a Elizabeth y subieron las tres escaleras que dirigían hacia la puerta central. Allí, un lacayo les dio la bienvenida y recibió sus abrigos. Luego, el viejo mayordomo vino a darles el recibimiento para acompañarlos hasta el salón donde estaba el señor Darcy con sus otros invitados.

"Señora Dalton, es un gusto volver a verla…" pero no pudo decir nada porque quedó casi sin aliento al ver a William.

"Buenas noches, señor Gibson. Él es mi esposo, el señor Dalton," dijo Elizabeth curiosa al ver la reacción del mayordomo.

"Buenas noches, señor Gibson," dijo William igual de asombrado que el mayordomo.

"Buenas noches, señor Darcy… perdón, señor Dalton. Por favor, síganme." Gibson se quedó muy pensativo porque no podía creer que ese joven caballero se pareciera tanto al señor Darcy y a su padre.

Finalmente cuando William y Elizabeth entraron al cuarto, todo el mundo se quedó en absoluto silencio observando a la joven pareja que acababa de llegar, pero principalmente al joven alto y apuesto de apariencia tan familiar.

P&P

Gracias a todos los que dejan comentarios y siguen la historia con entusiasmo. Me ha sorprendido ver que esta historia tiene más comentarios que historias con la misma cantidad de capítulos pero escritas en inglés. Lo que me hace darme cuenta que mis seguidores más leales la están leyendo. Gracias por siempre leer todo lo que publico y darme la motivación para seguir escribiendo.

Nos estamos encaminando al clímax de la segunda etapa de la historia. Les pido que tengan paciencia porque a mí me gusta desarrollar bien las tramas y no que todo se resuelva de un día para otro. Si no me equivoco, estamos más o menos en la mitad de la historia.

En el próximo capítulo, William tendrá la oportunidad de conocer a los Darcy y Fitzwilliam y comenzará a recordar y dudar de todo y de todos.

¡Nos vemos pronto!

Saludos,

Yo