Holas! gracias por sus reviews, de verdad que me alegraron mi día! además no hay nada más bonito que saber que hay alguien más detras del ordenador leyendo lo que escribes... lo que piensas y lo que sientes. Ya saben, los que tienen opcion de reply los respondí así, y los que no, aqui les va.
saritaharryherm: bueno primero que nada, gracias por tu review, y si Harry si estaba enojado... pero con la reacción de Herm se le paso, además entendió el porqué. Y definitivamente no venía desde Londres a pelear con ella... a reclamarle si pero no queria pelear con ella. a ver que pensas del cap.
Lilian Granger: gracias, que bueno que te gusto, el hijo de harmione, ya ves que ni ella lo sabe... ups, ya te estoy adelantando. eso esta en el cap, te dejo para que lo leas.
CAPITULO 2
Negó con la cabeza espabilando todos sus pensamientos, que a decir verdad en ese momento eran muchos, mientras intentaba que palabras coherentes salieran de su boca.
Bajo la cabeza mientras se agarraba más fuerte de la puerta que la sostenía. Sintió el dedo pulgar he índice de Harry, que la agarraba suavemente del mentón y le hacía subir la cabeza, haciendo que sus ojos chocaran. Algo se movió dentro de ella, al sentir la transparencia de esos ojos verdes esmeralda que la miraban fijamente, añorantes, así como ella lo veía a él.
-Harry –Se le escapó en un suspiro, con algo de dolor y alegría mezclados, sin saber realmente cual sentía más. El debió notarlo porque frunció el cejo, y ladeo la cabeza, aún observándola, como queriendo descubrir porqué, indagando en sus entrañas. Y sus entrañas tenia un rotulo encima que rezaba "CONFUSIÓN" en letras rojas. Bueno… ¿se alegraba¿Lo saludaba como ayer¿Volvía a actuar¿Mentía?
-Necesitamos hablar Hermione –Ella sonrió con ironía y melancolía en los ojos. Sus palabras, tan de dentro, tan roncas. Tan acertadas, pensó ella. Necesitaban hablar, pero primero ella necesitaba recobrar el habla. Se contento con asentir y salir de su casa, necesitaba aire fresco, se dirigió con paso lento por la entrada de su casa y se sentó en la gradita, mientras el la imitaba, pero se sentaba de frente a ella, sin dejar de escudriñarla con su mirada. Hermione abrazo sus rodillas y recostó su cabeza en ellas, mientras lo veía a él. El comenzó a hablar bajito, inseguro se dijo a si mismo, cuantas veces no lo había oído hablar así.
-Dudé mucho en venir… no sabía si querías vernos, verme. No sé… que pasó siquiera… -dijo, con la mirada clavada en el suelo. ¿Quería verle?
Mientras, él subió la mirada para hablar, ahora, con toda seguridad. –Un día te tenía, eras mi mejor amiga, todo estaba, o aparentaba estar bien, y al otro te despides con una nota, dirigida a nadie en particular, con la noticia de que necesitas vacaciones, y pasa un mes dos y tu ni noticias… y todos… -Negó con la cabeza contrariado mientras se pasaba las manos por la cara. Hermione sintió un sollozo atrapado en su garganta. Fijó su vista en su jardín, sin pensar en nada realmente.
-Perdón –Se oyó a sí misma decir, realmente lo sentía… sentía haber hecho muchas cosas. Sentía ser muchas cosas. Pasó un minuto y ella seguía con la mirada clavada en las rosas, preguntándose y cuestionándose a sí misma.
De repente, sintió las manos de Harry que la tomaban por las mejillas, mientras le rogaba –Herm, necesitamos, necesito que me aclares esto, dime, realmente no sé que hice, mal…
Él quería la verdad, y ella no tenía otra en ese momento. Tenía su vida armada de nuevo, lo que le había costado bastante, llevaba seis años sin verlo, sin estar a su lado, sin actuar de nuevo, era diferente, tenía un hijo, un nuevo trabajo… y lo había hecho ella sola todo, ahora él venía a desbaratarle todo, a moverle el pavimento que ya tenía fijo a los pies, y encima le hacía sentirse mal consigo misma… él quería la verdad, y a ella no se le ocurría otra mentira. La imperturbabilidad nunca había sido su fuerte, se paró, dispuesta a ilustrarle su verdad tal como era, con pelos y señales. Comenzó a caminar de un lado a otro, mientras Harry permanecía sentado y confuso.
Supongo que tú lo has sentido ya. Es ese amor que nace dentro, esa alegría que te agarra, la impresión de que todo esta bien, de que todo es mágico. De repente, iba sin fijarme mucho en el camino, distraída, pensando en tonterías cuando me choco en el pasillo con él… y todo se me olvida. Y se me va todo… sin palabras frente a ese mirar, frente a esa sonrisa. Sentí ese amor, Harry, sentí eso ilógico. Eso que busqué en tantos libros, que encontré y que entendí, si, pero no me resultaba razonable… era enamorarte, y no me había pasado antes… ese sentir dentro tan solo al verlo… tan solo al verte… era querer todo de ti, y sin embargo más nada… solo quería que fueses feliz que cumplieras tus sueños, mientras yo perdí tantos míos. Harry tú tenías novia… amabas a otra… y no me importó, porque yo lo sentía. Sentía eso único, que me dice que tú eres para mí. Que me decía tantas cosas… tan locas y coherentes. Bueno… y no pude más. Que mujer ama por seis largo años, sin siquiera decirte, sin hablarlo, sin considerar siquiera una relación contigo por el hecho de que tenías novia… un día no me pareció bien lo que hacía, no se, Harry, si fui egoísta en ya no aguantar y venirme para acá, no se sí fui cruel… solo quería dejar de sentir mil cosas dentro de mí al verte, solo para que luego tu te dieses la vuelta y tomases la mano de tu novia, de la que realmente te hacía sentir… no soporté verme tan sola, ilusa… porque al final tú no estabas conmigo. Porque al final todo mi amor se iba… se regaba y se desperdiciaba. Solo de pensarlo sintió como un par de lágrimas rodabas por sus mejillas. Porqué ella no se lo dijo,
Al voltear a verlo, él la miraba de un modo tan serio… tan dulce. Él lo pareció entender.
-Hermione –se aclaró la garganta, serio. Ella solo esperaba que él comprendiese, por algo habían sido mejores amigos.
Esperar era su fuerte. Pero lo que Harry le iba a decir se quedó a su imaginación.
Oyó que la puerta se abría -¿Mamá? –y la voz de su hijo, que la miraba desde la puerta, vio como Harry se paraba y se hacía a un lado, con cara de perrito recién regañado los miraba a ambos una y otra vez.
-Adam, tengo a alguien a quien presentarte –dijo la morena ya sin que las piernas le flaqueasen, mientras caminaba y tomaba de la mano a su hijo y lo llevaba hacía Harry.
-Adam, este es Harry Potter¿recuerdas que te hablé de él? -añadió viendo al chiquillo.
-Harry… este es mi hijo Adam –Le dijo al hombre sin el mismo toque que había utilizado con el niño. Harry pareció sentir un golpe, porque se puso pálido. Sin embargo, se agacho y le tendió la mano al chico, mientras le decía
-Hola Adam, espero que tu mamá te halla dicho muchas cosas buenas de mí… -Adam le tendió la mano mientras parecía decidir si le agradaba o no. Un segundo después pareció decidir que sí, sonrió y se llevó a Harry hacia adentro diciéndole que le quería enseñar sus ranas. Harry solo le lanzo de nuevo una mirada a Hermione de "tengo algo que decirte"
Hermione se quedó allí, inmóvil, sin saber que hacer o pensar. Sin saber si echarse a llorar o a reír. Dio un respiro y trató de componerse, pasándose las manos por debajo de los ojos.
Harry caminaba arrastrado por Adam. La casa de Hermione era muy bonita, fresca. Le pareció sentirse cómodo con el lugar, como que si ya lo hubiese visitado antes. Adam lo dirigió por un pasillo donde doblaron a la derecha, en la primera habitación, y dieron al cuarto del pequeño. Harry pareció comprender que Hermione tenía un hijo. El cuarto estaba pintado de azul, adornado con todo tipo de juguetes, en cada esquina.
Adam parecía emocionado. Le enseño a Harry sus ranas, que tenía en una pecera. Retrocedió veinte años atrás, y recordó como Ron le había mostrado su raza, en una pecera también.
-¿tú quieres a mi mamá? –pregunto el chico, viendo con sus grandes ojos azules a Harry.
-sí si la quiero. –respondió el moreno, viendo a el niño. Pensar que era el hijo de ella… de su mejor amiga.
-mmm… ¿y por qué has tardado tanto en venir? –pregunto de nuevo.
'tiene la misma mirada. Curiosa, igual a la de ella.' Pensó.
-No había podido venir antes –le sonrió mientras miraba la gran rana dentro de la pecera.
Hermione pasó dos veces entre los fresales y se frotó la frente. 'calmate' se dijo a sí misma. Abrieron la cerca, y ella volteó a ver. Una caravana de seis personas la miraban con una sonrisa de oreja a oreja, seguidas por un montón de globos y varios paquetes de regalos envueltos en papel brillante. Mientras un pastel brillaba en brazos de alguien. La primera en abrazarla fue Nadia, que la felicito con un estruendoso feliz cumpleaños. Mientras le daba un beso.
Hermione se agachó completamente, y recibió el obsequio de la pequeña niña de ojos negros. Le agradeció mientras le acariciaba la cabellera lacia y obscura. Subió la vista para encontrarse con la mirada de la mamá de Nadia, con la misma negrura en sus ojos.
-Hermione preciosa, felicidades –le dijo mientras la abrazaba cariñosamente y le sonreía. Seguidamente Lían, el esposo de Marion y papá de Nadia le abrazo mientras le decía –Hermione, tu no vas para adelante si no para atrás! Parece que en lugar de 32 estuvieses cumpliendo 22… -la morena rió con gusto, mientras agradecía.
-Feliz cumple Herm! –Se le adelantó otra chica, rubia –Joshua ha dicho que viene luego
-pero que no se ha olvidado de ti –Sam se vio interrumpida por Karin –pero como olvidarnos de ti? –y las dos le dieron sendos besos.
-gracias… de veras, no se que haría sin ustedes… -volteó a ver a la puerta y Adam y Harry miraban desde allí. No pudo suprimir un sollozo, se sentía extraña, con él, estando allí, con sus amigos, en un momento tan importante para ella.
-hay Hermy no te pongas así! -Karin se le acercó mientras le pasaba un brazo por los hombros
-mira que te ves más bonita sonriendo –le dijo Marion.
-no lo puedo evitar… si pensar que ya pasó el tiempo… yo no conocía a nadie aquí y miren ahora! Son lágrimas de felicidad…
-Hermione cuando yo te conocí no eras tan sentimental –la miró Lían. La mujer rió ante esto.
-Lían! –Le regañó Marion dándole un golpe en el brazo a su marido, el hombre de ojos grisáceos la miro mientras se frotaba el brazo
Karin se le acercó a Hermione y le dijo en un susurro –después preguntan que quien lleva los pantalones en esa relación… -Hermione rió ante el comentario.
-bueno Hermione, porque no mejor entramos y nos presentas a tú galán? –sugirió Sam con una risita.
-hola Adam –se acercaron todos para entrar a la casa.
-bueno, este es uno e mis amigos de que vino de Londres… Harry Potter
-Harry estos son Karin, Marion, Sam y Lían –Harry les fue dando la mano a cada uno mientras les sonreía. Ella solo tenía ojos para él. Que le querría decir? Ella le tenía tanto que decir a él…
-pero que bien calladito te tenía Hermione he! –le dijo Sam, Harry solo sonrió tímido. Todos comenzaron a entrar a la casa, dirigidos por Adam que era cargado por Lían.
-Hermione... –él la miró dudativo.
-vamos Harry, quédate. Tengo mucho que decirte… -él se vio sorprendido. Por algo habían sido amigos. El solo la había mirado… y ella ya sabía lo que él pensaba. El la miro. Y ella lo miro de vuelta. Había algo más en esa mirada, no soy yo, se dijo la muchacha, o mejor dicho la mujer pensó Harry.
La mayor parte de la mañana pasó entre juegos risas y pláticas. Adam y Nadia los hicieron reír en buena parte, contándoles chistes. Mientras preparaban la comida, las chicas, bromeaban sobre todo, y preguntaban sobre todo.
-¡Hermione no te quita los ojos de encima! – Le dijo Marion mientras le pasaba un plato
-no es cierto, ustedes están exagerando –les respondió la castaña mientras sacaba un pollo que olía delicioso del horno y lo ponía sobre el plato que le tendía Marion.
-Mione se ve! –le dijo Samantha sentada sobre el mueble
-chicas –se volteó Hermione exasperada –No se si tiene novia
-no lo sabes? –Karin vio con los ojos bien abiertos –No le has peguntado?
-no he podido Karin! Apenas he hablado con él…
-mmm, Porque no nos dijiste? Nos vamos después de almorzar chicas. –dijo Marion haciendo un pucherito
Todas rieron. –pero ve a la mujer, Hermione, todavía piensa comer!
Las cuatro mujeres pusieron la mesa. Todo se veía delicioso y así olía. Como no si a las cuatro les gustaba cocinar. Lían y Harry se mostraron sorprendidos.
-Marion quiero que cocines así más seguido –Dijo Lían sirviéndose de todo. La mujer lo miró con una ceja arriba.
-Lían esperate a que lleguemos a la casa. –Le dijo con tono amenazador. Una carcajada general se oyó en la mesa.
El almuerzo termino normal, como cualquier almuerzo. Hermione comenzó a recoger los platos, formó una gran pila y la cargó. Todos platicaban, Harry se levantó
-déjame ayudarte –le dijo, mientras cargaba la mitad de la pila.
-gracias.
El moreno la siguió a la cocina. Pusieron los platos en el fregadero y no pudo evitar que se mente regresara atrás como lo hacían los domingos también… allá en Londres, en su casa, cuando todo era normal y le podía hablar. Cuando almorzaban los domingos. Al menos hoy no es domingo, es sábado se dijo.
-he pasado la mañana queriendo hablarte –se colocó a su lado en el fregadero y tomó el palto que la chica acababa de enjabonar y lo desaguo.
-si yo también. Como no…
-te extrañe de veras Hermione.
-yo también los extrañe muchísimo…
-Hermione? –se oyó desde afuera. Ella rió irónica. –mande?
-ya nos vamos!
-voy!
La mujer salió de la cocina. Marion le habló –Mione nos podemos llevar a Adam?
-sí, mami, déjame! –le dijo desde abajo su pequeño
-mmm…-ella se puso una mano en la cintura y fingió pensarlo.
-sí mami
-sí Hermione
-sí madrina!
Rió al oír a Adam a Nadia y a Marion rogando.
-esta bien. Adam te portas bien y haces todo lo que tu madrina diga. No quiero quejas de ti, no vallas a hacer ninguna travesura.
-sí mami.-y se puso de puntillas para darle un beso.
-esperate, y tus cosas?
-ya las llevo aquí… -respondió Marion
-pero ni les había dicho que sí!
-gracias hermanita –dijo la mujer dándole un beso –te lo traigo mañana en la mañana
-bye Hermi
-bye
-que sigas pasando feliz cumpleaños! –le dijo Karin mientras le guiñaba un ojo.
-Karin, bye Sam, no quiero comentarios… adios Lían te encargo a mi hijo…
-claro Herm ni te preocupes…
Un segundo después la casa se quedó en silencio la mujer respiro hondo y caminó hacia la cocina. Harry Potter lavaba los trastos. Lo observó de detrás, no era posible que lo tuviese allí. A su mejor amigo, seis años después de haberlo dejado en Londres. Se había pasado toda la mañana intentando no verlo, porque no se Cansaba de hacerlo. Estaba tan diferente, tan guapo, tan…
Cerró el chorro y volteó a ver. Hermione, recostada en el marco de la puerta lo miraba. Rió un poco. No se cansaba de verla.
-Harry tienes que contarme, y Ron? Y Luna?
-m, no sabes! Se casaron hace dos años. Luna esta embarazada y parece que va a tener mellizos. No cabe en sí misma… y Ron esta nerviosísimo. Y la señora Weasley y el señor Weasley también están locos en espera de los bebés…
-Ohh dios mío… -logró articular ella. Se sentía tan feliz por ellos… sin embargo le hubiese gustado asistir a la boda, y estar con Luna en algo tan importante. Darle algún consejo, como hubiese ella querido cuando esperaba a Adam. Los quería demasiado. Y en parte se sentía culpable. Con una mano en el pecho se sintió triste y feliz a la vez.
-Ellos te recuerdan mucho.
-sí, yo también lo hago.
Salieron de la cocina y Hermione propuso un paseo. El moreno aceptó gustoso.
-Y ahora tú, Hermione Granger, tienes un hijo. –La miró. Ella no supo descifrar su mirada.
-Harry… tú sabes porque me fui?
-Por mi culpa? –sugirió él mientras cerraba la verja de la casa y Salieron a la acera.
Ella dudó como responder. Torció el gesto un momento para después responder.
-No, en realidad no es culpa de nadie. ¿Solo sucedió sabes?
-te entiendo Hermione, y quiero que sepas que no te culpo ¿pero crees que esa fue la mejor manera?
-Harry, no lo sé ¿pero algo tenía que hacer no lo crees?
-bueno, si tienes razón
La calle estaba desierta. El sol ya no alumbraba tan fuerte, pero calentaba aún. Las casas eran parecidas a la de Hermione, veraniegas, pero de diferentes tamaños y colores. Eso si, todas con un jardín inmenso y bien cuidado que las rodeaba. Siguieron caminando por la avenida que no parecía ser muy laga. El moreno continuó hablando
-No dejo de pensar en como sería nuestra vida, si la hubiésemos continuado juntos, ósea, si no te hubieras ido.
-No lo sé, arrepentirme de haber venido aquí sería arrepentirme de haber tenido a Adam. Y créeme, eso esta muy lejos de ser. El fue una luz, que me hizo valorarme, a mí y a mi vida.
-…Herm, puedo preguntar algo?
Ella sonrió –Por su padre?
-sí…
-bueno, Harry yo estaba mal. Iba de bar en bar, una noche estaba borracha y al mes siguiente embarazada. No sé quién fue el tipo… no lo recuerdo Harry. No estoy orgullosa de eso… Y no sé que haré el día que Adam crezca, él día que me lo pregunte…
Harry la miró sorprendido. Ella siguió
-Pero es lo mejor que me ha pasado. Es lo que me mantuvo cuerda y me hizo reflexionar…
Llegaron a la esquina y doblaron por la derecha. Harry mantuvo su expresión de asombro. Ya no habían más avenidas, ni más casas. Había varios metros que daban a una cuesta, que daba a la arena blanca. Talvez ochenta metros más o menos de tan solo arena, pero después el cristalino océano chocaba espumoso en la orilla.
-…wow…, esto es… maravilloso
Ella sonrió. Siguieron caminando, ahora con la vista puesta en el horizonte.
Después de un rato Harry continúo platicando con ella.
-Adam es un niño muy inteligente. Se parece mucho a ti.
-que te ha dicho?
-pues me ha preguntado si te quería. –Ella bajo la vista un poco avergonzada.
-y tú qué has dicho?
-pues la verdad, que te quería. También me ha preguntado porque había tardado tanto en venir…
Bajaron la cuesta para llegar a la arena blanca y caliente. Hermione no dijo nada.
-Si tú quieres saber, he tardado porque tenía miedo. Y porque no sabía que vendría a encontrar aquí…
-Cómo así?
-sí me recibirías con una sonrisa o con una cara de enojo. Y hasta ahora no sé cual de las dos ha sido. -Dijo sonriéndole de lado, con las manos en los bolsillos.
-Han sido las dos Harry, yo no sabía tampoco como reaccionarías tú...
-Y ahora Hermione... tienes novio? esposo? estas comprometida? -le preguntó intentando parecer gracioso, logrando asi sacarle una risa a la castaña
-No, Harry, ni tengo novio, ni esposo, ni prometido...
-mmm... bueno, y que sigues trabajando?
-sí... trabajo como editora en una revista. No es un trabajo agobiante, además me da tiempo para cuidar de Adam.
-que bueno. Tus pacientes todavía me preguntan que ha sucedido contigo sabes? aún te quieren...
-bueno, y tu que les dices
-que les mandas tus saludos pero que has tenido que dejar de ejercer en Londres. No soy muy bueno dando explicaciones...
Ella rió levemente. Habían llegado casi a la orilla del mar. Harry se sentó en la arena. Hermione caminó un poco más, y se sacó las sandalias. Caminó por la orilla del mar. La arena estaba húmeda y fresca. Una ola especialmente grande chocó contra la orilla, haciendo que se le empaparan los pies, rió, estaba templada. La espuma le hizo cosquillas. Harry la observaba, a decir verdad no hacía otra cosa. Hermione dio un par de saltos, mientras el pareo le dejaba una pierna al descubierto por el aire. A ella parecía no importarle.
-Y tú, Harry Potter, que ha sido de tu vida? -Dijo de repente después, aún parada y con los pies en el agua.
-Pues que casi he dejado de trabajar.
Ella lo miró sorprendida de la confesión. El le siguió contando
-Sí... he aprendido ha hacer otras cosas. Sin especificar.
-Y de amores?
-No tengo novia, ni prometida, ni esposa. Pero me gustaría. -Hermione lo miraba con el alma en un hilo.
-Te gustaría tener novia, estar comprometido, o casado? -Le preguntó ella, era mejor aclarar dudas.
-Los tres la verdad. -Ella levantó las cejas.
-No preguntas con quien?
-No si no quieres decirme.
-Sí quiero...
-Bueno
-Pregunta pues
Ella rió un momento contrariada. -Con quien te quieres casar estar comprometido y que sea tu novia?
El se paró y se le acercó. -Lo has dicho al revés... -Rió
-Harry! -Dijo esta mientras le daba una palmadita en el hombro
-Hermione -Dijo este, serio de repente. Parado enfrente de ella, le tomó de la mano con que esta le había pegado en el hombro y se la puso en el pecho.
-Hermione.
Ella se quedó sin palabras, con la boca entre abierta y con su manodebajo de la de Harryen el pecho de este.
-Hermione... quiero estar contigo.No me importa como. Si siendo tu novio, tu esposo o tu prometido, sea como sea, quiero estar contigo.
Ella seguía estática, inmóvil. En la misma posición.
-Quiero quedarme, quiero que vengas conmigo. Quiero lo que tu quieras... quiero estar donde tú quieras estar.
-Quiero saber lo que es tenerte en mis brazos como alguien más que una amiga, quiero poder decirte lo hermosa que eres sin reservas, sin sentirme avergonzado.
-Quiero amanecer junto a ti, y anochecer contigo.
-Quiero hacer lo que tú quieras que haga, quiero redimirme por los años perdidos y por lo que te hice sufrir, quiero hacer lo que tú me digas, quiero que me perdones, por haber sido tan ciego.
Su cerebro pareció funcionar y logró decir
-Harry no crees que vas muy rápido?
Irónico. El mundo era irónico. Ella, que había esperada por más de 15 años esas palabras, le pedía tiempo. Le decía que iba muy rápido. Pero con esa declaración, pedida de mano o lo que allá sido, quedo escrito el futuro, aunque ella sentía que todo iba muy rápido, y talvez era cierto, porque Harry no podía esperar más para besarla.
A él le basto el día que había pasado con ella, y todas sus dudas se habían disipado. Él día que Hermione se había ido su relación se había ido en picada. Y encontrarla de nuevo, más bella que nunca, y sin una palabra de odio, sin novio, prometido, o esposo... esa sí que era una profecía, que le decía que tenía que hacer algo. Se había enamorado de ella, sin pensar que antes ya había estado enamorado de ella. Se enamoró de extrañarla, de pensarla, de buscarla. De ver lo que según él había perdido. Pero ahora, la tenía entre sus brazos, amarrada en un abrazo que prometía mucho.
Fin
heeee, que les parecio? quiero saberlo! gracias por llegar hasta aqui, por darme parte de su tiempo.
besos
