6X04 POSICIONES COMPROMETIDAS
"¿Sabe el apellido?"
"No. No compartimos detalles personales como ese"
"Así que… ¿Tienen sexo pero no se preguntan el apellido?"
(Emily y una testigo)
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Los acontecimientos se habían precipitado en el pequeño local en cuanto James Thomas había descubierto el engaño de Emily, y todo había terminado con el sudes tendido en el suelo, moribundo, después de recibir un disparo de Emily a través del bolso donde ocultaba su glock.
A punto había estado de ser ella la víctima si no hubiera reaccionado con la rapidez con la que lo había hecho.
Conmocionada, continuó apuntando a Thomas a pesar de que claramente no era necesario. Derek la miro con preocupación.
— ¿Estás bien?
Ella asintió, sin apartar la vista de Thomas.
— Dile, dile a Maryann… Dile a Maryann…— Le pidió el sudes mientras exhalaba su último suspiro.
— Lo haré— Le prometió ella, justo antes de que Thomas muriera.
Con la respiración entrecortada, Emily finalmente bajó su arma. Estar cerca de la muerte, no era una experiencia agradable. Cruzó una mirada con Hotch, entre aliviada y aturdida, y luego salió de allí, dejando que fueran el resto de agentes quienes se encargaran de lo poco que quedaba por hacer en el lugar. El sudes había muerto. No habría detenciones.
Se sentó en la parte alta de las escaleras de piedra que daban acceso a la entrada del local, con la espalda apoyada contra la pared. Cerró los ojos y se concentró en su respiración. Aún se notaba agitada, y su corazón latía más rápido de lo habitual por el efecto de la adrenalina.
— ¿Seguro que estás bien?
Emily miró hacia arriba. Morgan estaba de pie, junto a ella. En lugar de responder, le tendió la mano. Morgan se la tomó y se sentó junto a ella. Luego pasó su brazo por detrás de sus hombros y la atrajo hacia él.
Aprovechando la oscuridad de la zona en la que se encontraban, Emily se permitió reposar la cabeza sobre el pecho de Morgan, con un poco más de confianza de la que habría sido esperable si hubieran sido sólo amigos.
— No me gusta que te expongas de esa manera— Dijo Morgan.
La idea de entrar en el local fingiendo ser una antigua "conocida" de Thomas había sido de Emily. Hotch la había apoyado, por lo que Morgan poco había podido hacer para evitarlo, más que mostrar su desacuerdo y asegurarse de que saldría de allí sana y salva.
— Es parte del trabajo, Derek.
Morgan lo sabía, pero eso no significaba que fuera más fácil de aceptar. Era muy consciente de que dedicándose a atrapar asesinos en serie, vivir o morir a veces dependía sólo del azar. Por eso era tan importante tener a un compañero en el que apoyarse, y que te cubriera las espaldas. El problema es que en el caso de Morgan y Emily, había sentimientos involucrados que complicaban la situación.
— Bueno… A veces el trabajo apesta…— Sentenció Morgan.
No lo había pretendido, pero su comentario le arrancó una sonrisa a Emily, que se refugió un poco más en su pecho. Morgan miró hacia atrás, verificando que no había nadie del equipo que pudiera verlos, antes de intensificar un poco más su abrazo.
— No quiero perderte— Continuó Morgan.
— No vas a perderme— Le aseguró Emily.
Morgan no estaba tan convencido.
— Si Thomas hubiera sido más rápido sólo un par de segundos…
Emily se apartó un poco volviendo su rostro hacia él.
— Pero no lo fue…— Sonrió levemente, y entonces fue ella quien de reojo comprobó la entrada del local. Hotch saldría pronto. Rossi no tardaría en unirse a él. El italiano había permanecido en el exterior del local mientras ella conversaba con el sudes, y Emily había asumido que había entrado junto con el resto del equipo de asalto. Lo cierto era que después de dispararle a Thomas, se había quedado tan aturdida, que no había reparado en él. Reid se había quedado con Maryann en su casa— Estoy bien— Continuó y le acarició el rostro— Estoy aquí.
Derek tomó su mano y se la llevó a los labios, dejando un delicado beso sobre ella.
Una vez más, Morgan miró hacia la puerta. Varios de los policías del departamento de policía de Akron junto con alguno de los miembros del equipo de asalto, comenzaban a reunirse en el exterior. Se miraron a los ojos sabiendo que era el momento de tomar precauciones.
Morgan fue el primero que se levantó, y acto seguido le tendió la mano a Emily para ayudarla a incorporarse. Unos segundos después, Hotch salió del local, seguido de Rossi.
Al llegar hasta la pareja, Hotch los miró alternativamente, con la curiosidad reflejada en sus ojos. Estaba seguro de que ninguno de los dos se habían dado cuenta de cómo Morgan se había situado un poco por delante de Emily, en una clara actitud protectora.
— ¿Todo bien?— Les preguntó, aunque era evidente que se refería a Emily.
Ella se encogió de hombros.
— No es el final que esperaba… Pero…
Pero podría haber sido mucho peor, se dijo a sí misma. Podría estar muerta. Sólo que evitó pronunciarlo en alto para no perturbar más a Morgan.
— Te pidió que hablaras con su mujer— Le recordó Hotch.
Sí, Thomas le había pedido que le dijera a Maryann que la quería. Y se lo había pedido a Emily, justamente la persona que había acabado con su vida. Ninguno de los agentes allí presentes tuvo dudas de que ella cumpliría su promesa.
— Te acompaño— Le propuso Morgan. No le gustaba la idea de dejarla sola. Aún estaba afectada, a pesar de su aparente tranquilidad.
— Hotch y yo nos encargaremos del papeleo en la comisaría— Intervino Rossi, antes de que Emily pudiera aceptar o negarse — Nos veremos en el jet.
Emily sintió todas las miradas sobre ella. Imposible rehusar el ofrecimiento de Morgan. En cualquier caso, prefería estar acompañada.
— Le diré a Reid que vamos para allá— Se limitó a exponer. Ni siquiera sabía si Reid ya le había comunicado a Mary Ann que su marido había muerto. Encajar la noticia estando embarazada, no sería fácil para ella.
Hotch y Rossi los observaron mientras se alejaban. En esta ocasión, Derek caminaba un poco por detrás de ella, en la misma actitud protectora. Se habían detenido junto a uno de los coches de policía, presumiblemente para pedirle a uno de los agentes que los llevara hasta la casa de Maryann. Derek abrió la puerta de atrás y alzó levemente el brazo a la altura de su espalda, sin tocarla, mientras Emily entraba en el vehículo. Luego Morgan lo rodeó y ocupó el asiento del copiloto.
Lo más sorprendente era la normalidad con la que ella parecía aceptar el comportamiento de Morgan.
Rossi sonrió para sí mismo, y cruzó una mirada con Hotch.
— ¿Has visto eso?
Al contrario que Rossi, Hotch mantuvo su rostro serio. Llevaba tiempo notando algunos detalles entre la pareja que comenzaban a inquietarle. Nunca había sido nada evidente, sólo actitudes inconscientes que al fin y al cabo, resultaban las más delatadoras.
— ¿Debería preocuparme?— Preguntó a su vez Hotch.
Rossi miró de nuevo en dirección al vehículo, aunque desde su posición sólo podía ver a Emily a través del cristal del asiento trasero.
— Sólo por Strauss…— Bromeó Rossi— Sea lo que sea lo que esté pasando entre ellos no podrás hacer nada para evitarlo… Y es posible que realmente no esté ocurriendo nada. A Morgan le gusta cuidar de la gente que tiene alrededor.
— También se comporta así con García— Reflexionó Hotch— Incluso con Reid.
Ese pensamiento supuso un alivio para él. Tal vez todo estaba en su imaginación.
— Cierto— Admitió Rossi— Pero lo que me pregunto es…— Se volvió hacia Hotch— ¿Por qué sólo nos cuestionamos lo que significa cuando se trata de Emily?
Hotch no tenía respuesta para eso.
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