Nota. — En este capítulo se hace referencia al 4x21, 4x22 y 5x14 de "Momentos furtivos"
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6X05 REFUGIO SEGURO
"Toda esta cosa sobre que era un buen chico y que había cometido un error ¿Por qué diría eso después de lo que nos hizo?"
"Zack, parece que tu mamá se dio cuenta de lo peligroso que Jeremy era y tenía que sacarlo de la casa"
(Zack y Emily)
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Era el segundo día en Council Bluffs, Iowa, tratando de atrapar a un asesino de familias. Al anochecer, y sin más pistas, el equipo se había retirado al hotel con la previsión de regresar al día siguiente a la casa de los Archer, una de las familias víctimas del sudes, para echar un nuevo vistazo
— ¿Quieres dar un paseo?— Le había propuesto Emily a Morgan al salir de la Comisaría.
Cerca de allí había un parque amplio con una zona boscosa. Emily no tenía intención de adentrarse demasiado. Los parques no solían ser lugares seguros durante la noche, pero pensó que sería un buen lugar para hablar. Ellie se había presentado sin previo aviso en las oficinas de Quántico. Su situación debía ser muy desesperada como para que decidiera tomar un avión ella sola para ir a buscar a Morgan.
Caminaron en silencio a lo largo de la avenida que conectaba la Comisaría con el parque, y se detuvieron en la entrada. Buscaron un lugar donde sentarse y finalmente lo encontraron a pocos metros de dónde estaban.
— ¿Has podido solucionar algo?— Se interesó ella.
Lo último que Emily había sabido era que su familia de acogida ni siquiera se había percatado de la ausencia de la pequeña. A la niña le habían sobrado razones para huir de allí.
— Estoy intentando que la transfieran a Virginia— Confesó Morgan. Lo había hablado con García. Se había convertido en un caso federal al cruzar la frontera, y además se trataba de una clara negligencia por parte de sus cuidadores. Derek suspiró, Emily había sido muy insistente con el tema de que no se vinculara demasiado, pero ¿qué otra cosa podía hacer?— Ya sé lo que me vas a decir… No puedo abandonarla.
Lo cierto era que dado el giro de los acontecimientos, Emily comenzaba a retractarse de todo lo que le había aconsejado a Morgan.
— Lo sé… Tal vez me equivoqué— Admitió ella— Sólo quería decirte que te apoyaré en lo que decidas.
Derek la miró sorprendido. No había esperado aquel cambio de actitud.
— Gracias… Aunque en realidad no sé qué es lo mejor para ella. Sólo sé que no puedo permitir que vuelva allí.
— Por supuesto— Continuó Emily— Y si estás pensando en acogerla… Quizás no sea mala idea.
Derek estrechó sus ojos, bastante impresionado.
— ¿Qué te ha hecho cambiar de opinión?
Ella se encogió de hombros.
— No lo sé… Supongo que comprobar en persona su situación.
Emily había estado presente cuando Ellie había llegado a Quántico, antes de volar a Iowa y había sido testigo de todo lo que la niña le había contado a Morgan sobre lo que ocurría en la casa donde estaba. Ellie necesitaba un hogar, no un lugar donde no se sintiera segura.
— No sé si estaría capacitado para una responsabilidad tan grande— Vaciló Morgan. Hasta el momento, sólo estaba convencido de la transferencia— Quizás si conseguimos localizar a su madre…
Para Emily eso habría sido lo deseable, pero debían ser realistas. No había certeza de que pudieran dar con su paradero, y de que aun encontrándola, su madre quisiera hacerse cargo de la niña.
— Si no lo logra García, no lo hará nadie…— Bromeó Emily— De todas formas, respecto a lo otro… Yo no tengo duda alguna de que cuidarías muy bien de ella… Si lo piensas, para Ellie no sería extraño vivir sólo con una figura paterna, y además, su padre era policía… Creo que se adaptaría bien…— Se detuvo un momento antes de continuar— Yo podría echarte una mano, si lo necesitas…
Aquel ofrecimiento desinteresado significaba mucho para Morgan, y tenía un valor añadido precisamente porque venía de Emily. No debía haber sido sencillo para ella tomar esa determinación.
— ¿En serio lo harías?
Ella sonrió.
— ¿Por qué te extraña tanto? Tú mismo me recordaste hace unas semanas que estuve a punto de acoger a Carrie.
Sí, era cierto, pero en esta ocasión se trataba de compartir la responsabilidad de educar a una niña de nueve años. De alguna manera, Emily se estaba proponiendo como figura materna.
— Emily, ni siquiera sé qué decir…— Balbuceó Morgan.
— No digas nada— Continuó ella— Ojalá que sea su madre quien se ocupe de ella. No sé las razones que tuvo para alejarse, pero quiero pensar que aún queda el vínculo suficiente como para que puedan recuperar su relación. Pero si no es posible, o si no consigue los padres adoptivos que se merece, quiero que sepas que puedes contar conmigo, ¿de acuerdo? Ya sabes… Se me dan bien los niños traumatizados— Bromeó.
Morgan no pudo hacer nada más que tomarle el rostro y darle un beso en los labios.
— Gracias…— Dijo sinceramente.
Con un gesto de asentimiento, Emily se levantó.
— Deberíamos regresar antes de que empiecen a preguntarse dónde estamos— Le recordó Emily.
Se habían escapado del resto del grupo sin dar explicaciones, y no era conveniente que retrasaran su llegada al hotel sin una buena justificación. Tenían planeado cenar todos juntos en el restaurante antes de irse a dormir. Probablemente ya los estarían echando de menos.
Emily se preguntó cuánto riesgo serían capaces de asumir esperando que no los descubrieran. Era muy consciente de que en algún momento tendrían que sincerarse con el equipo, con todas sus consecuencias, pero se sentía a gusto con Morgan y en esta ocasión no estaba dispuesta a renunciar a él, y por ende a su propia felicidad.
Recorrieron el camino que les separaba del hotel tomados de la mano, aprovechando la soledad de las calles a aquellas horas y la oscuridad de la noche. Sólo cuando vislumbraron la fachada y la iluminación los delató, se soltaron y entraron en la zona del vestíbulo.
La zona del restaurante estaba situada a sólo unos metros, así que ya en modo profesional buscaron al resto del equipo que, como habían previsto, los esperaban sentados en una mesa.
— ¡Hey, hola!— Saludó Reid al ver a la pareja.
— Hemos pedido ya…— Les informó Rossi— ¿Ha ocurrido algo?
Emily tomó asiento junto a Rossi, procurando mantenerse lo más alejada posible de Morgan y al mismo tiempo ignorando la mirada inquisidora del italiano.
— No… Nos entretuvo uno de los oficiales— Se excusó Emily con naturalidad— Tenía dudas sobre el perfil… Supongo que a algunas personas les cuesta creer que un crío sea capaz de asesinar.
Lo cierto era que ella misma era una de esas personas.
— Es probable que examinar de nuevo la casa de los Archer nos dé alguna pista— Dijo Hotch, y luego se dirigió a Rossi— Encárgate de eso…— Añadió y se volvió hacia Reid— Acompáñalo… El resto continuaremos trabajando en la Comisaría.
En ese momento, llegó el camarero y dejó sobre la mesa un par de pizzas.
— Interesante elección— Bromeó Morgan, al tiempo que le dirigía una mirada furtiva a Emily. Una de las pizzas contenía uno de los ingredientes favoritos de Emily— Pepinillos… Me pregunto en quién estabais pensando…
— A Emily le gustan los pepinillos…— Expuso Reid, aunque era una evidencia para todos— A mí también…
Emily miró con curiosidad la pizza, recordando la noche de pizza con pepinillos y película que Morgan y ella habían compartido tiempo atrás.
— Oye, Reid… ¿Es verdad que los pepinillos causan somnolencia? Lo escuché en una ocasión— Le planteó Emily distraídamente mientras devoraba uno de ellos.
Reid la miró francamente intrigado. No sabía nada de que existiera evidencia científica sobre la relación entre los pepinillos y el sueño, pero ahora sentía curiosidad.
— ¿En serio? Nunca he leído nada al respecto, lo investigaré.
Morgan se mordió el labio inferior con fuerza, tratando de contener la risa.
Ninguno de los dos fue consciente de cómo Rossi y Hotch los miraban alternativamente preguntándose cuál era la broma personal que había entre ellos para causar esa reacción cómplice, y de la que evidentemente Reid no se había percatado, sumido en su propio mundo de teorías extrañas.
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