x-Dream-x
Los rayos del sol iluminaban las canchas. El calor del verano se hacia sentir, pero aún así... el espíritu de los jugadores era mucho más potente que aquellos rayos. Para los principiantes era un castigo infernal tener que entrenar bajo ese sol, pero para los titulares de Rikkai Dai no lo era.
El buchou del equipo estaba conciente de ello, y se sentía orgulloso de su equipo. Se habían fortalecido de gran manera a pesar de su ausencia, cuando estuvo en el hospital por tanto tiempo.
Le debía mucho. Pero esa no era la razón por la cual le tenía tanto afecto. Aunque él, Genichirou Sanada, fukubuchou de Rikkai Dai, no lo supiera, Yukimura siempre le había admirado por su apariencia. Por ser siempre como una gran muralla, alta, fuerte e indestructible, que nunca nadie podría traspasar. A diferencia de él, que se veía tan débil y frágil como una pequeña flor. Mas, sin embargo, ella no era la razón por la cual sentía esa atracción hacia el joven de profundos ojos color miel.
-
A propósito… - se dijo a sí mismo.- ¿Dónde
se encontrará ahora? Es raro no verle en los entrenamientos.-
Miró a su alrededor pero no logró divisarlo, por lo que
decidió salir a buscarlo. Mientras caminaba por los demás
clubes de la escuela, se topó con dos chicas quienes solían
presenciar todos los partidos en los que Sanada jugaba. Dirigió
sus pasos lentamente en dirección hacia las dos muchachas,
hablaban de algo sobre sueños, manos y conexiones. El peliazul
no tenía tiempo como para andar escuchando conversaciones
ajenas.- Buenas tardes.- les saludó con la misma sonrisa de
siempre.- me preguntaba si ustedes han visto a Genichi…
-
Sanada-san? – exclamaron al unísono interrumpiendo al
buchou de Rikkai Dai.
- Sí, él mismo.
- ¡Yay¡sí! está durmiendo bajo uno de esos árboles.-
respondió una de las muchachas señalando un extremo de
la extensa área verde de la escuela.- ¡se ve tan
espiritual cuando duerme!
-
¿"Espiritual"? suena raro! – Rió su amiga.- pero
es verdad, verle de esa forma es muy poco común.
- Ya veo…
en fin, muchas gracias por su ayuda¡ja ne! – y se marchó
corriendo hacia donde las chicas le habían indicado.
A
pesar de tener conocimiento de en qué sector se encontraba, no
le encontró rápidamente. Era como si Sanada no quisiese
que le encontraran durmiendo, por alguna razón. Rió.
Típico de él, pensó Yukimura. Él es de
esos chicos que no gustan que los demás vean su lado amable y
pacífico. Aunque lamentablemente para su persona, dos fans
suyas ya lo habían visto.
Comenzó a caminar
lentamente hacia él, y mientras más se acercaba un
sentimiento de tranquilidad y paz le rodeaba el pecho… el corazón.
Hasta que por fin se encontró frente a él. Y en
realidad, tal y como una de las chicas lo había dicho, Sanada
se veía muy "espiritual". Era difícil decirlo en
una sola palabra. Aquel sentimiento que te posesiona cuando sientes
que estás en el paraíso, en el lugar más bello
del mundo y que te transmite una gran tranquilidad. Aquello que se
siente cuando estás a punto de quedarte dormido. Ello era lo
que Yukimura sentía en ese entonces.
Se sentó a su
lado y fijó sus ojos en el joven durmiente. Recordó
todas las veces en las que en su estadía en el hospital, él
despertaba y lo primero en ver era a Genichirou, pero ahora sus
papeles se habían invertido y era él quien le miraba
dormir.
¿Qué estará soñando?
Se preguntó.
"Sería tan lindo si nosotros…
…pudiésemos…
…crear nuestra propia historia juntos."
«Una
escuela. Rodeada por pétalos de cerezos en flor. Volando
libremente por el cielo, dejándose llevar por el viento. Todos
le admiran, gustan de verles volar. Pero en realidad nadie sabe cómo
es la verdadera vida de estos pétalos. Nacen todos juntos para
después ser separados y una vez que no puedan volar más
son pisados y olvidados por las mismas personas que alguna vez
quedaron embelesados por su esplendor. ¿Es que acaso era
únicamente él quién se había dado cuenta
de ello? No le sorprendía, sabía la razón.
Aquellos pétalos eran el fiel reflejo de su persona. Todos le
admiraban por ser el mejor en el club de kendo y haber ganado todos
los torneos. Todos los días se oían gritos como
"¡Sanada-san, te amamos!" o "¡Yay!", pero
estaba conciente de que si dejara el club, de practicar kendo, o si
es que nunca lo hubiese practicado, entonces no sería nadie
para los demás. Esas personas que sólo se fijan en
otras cuando éstas hacen algo asombroso o que sobresalga. Esas
personas que sólo se fijan en lo superficial. Esas personas
que conforman todos los continentes de aquel mundo en el que vivimos.
Por ello, él sólo era una pequeña isla. Pequeña,
sí, pero con un gran muro que no dejaba nunca que nadie
ingresara a ella. Las demás personas admiraban aquella isla
por el gran muro impenetrable, pero nadie se atrevía a
intentar cruzarla. ¿Para qué? se preguntaban. ¿Es
por miedo? Sí, respondían. Pero además de eso¿para qué queremos entrar? ahí sólo hay
tierra, ni una pequeña planta. Por eso nos gusta mirarlo desde
afuera, porque para nosotros es la muralla más grande jamás
construida y estamos orgullosos de poder verla.
Así
persistieron las cosas durante mucho tiempo. Hasta que comenzó
un nuevo año escolar. En la que de repente esa muralla parecía
debilitarse por unos segundos, a la misma hora de siempre, pero
después regresaba a su forma firme y rígida.
"Sanada-kun¿no es cierto?"
"Sí."
"Mucho gusto, me
llamo Yukimura Seiichi."
"Mucho gusto."
"…"
"¿Por
qué me sonríes?"
"No, por nada. Es sólo
este año entré a esta escuela y un montón de
alumnos me han recibido muy bien. Pero me siento más a gusto
contigo."
"…?"
"¡No me mires así!
es como si dijera algo sin sentido… aunque creo que lo estoy
diciendo, jajajaja. Pero es la verdad. Cada día que salía
de la biblioteca me topaba contigo a la misma hora y a pesar de que
nunca te hablaba, sentía que eras una persona muy agradable.
Estoy realmente contento de que nos hayan elegido como vendedores de
croquetas de pulpo en este festival."
"Perdón,
no soy bueno para vender…"
"Descuida, yo tampoco lo soy.
Pero me gusta ver la cara que ponen los niños cuando reciben
sus croquetas. Es la misma cara de alegría y satisfacción
que pusiste cuando la técnica que practicabas tanto con tu
katana por fin te resultó."
"Yo… ¿Yo
puse esa cara?"
"Sí¡y fue muy lindo! Por fin
pude ver por unos instantes ese ser que escondes en la escuela y que
por alguna razón no quiere salir. Ten pequeño, aquí
está tu pedido."
"¡Gracias!"
"De
nada, espero que lo disfrutes."
"Esa cara… se supone que
nadie la podía ver. ¿Por qué tú…?
Por mucho tiempo la isla había permanecido impenetrable. Pero aquella vez una pequeña mariposa traspasó la muralla como si de aire se tratase y se posó sobre una flor. Una de las tantas flores que cubría la isla y que solamente la mariposa había tenido la fortuna de conocer.
"Yo…
¿podría permanecer a tu lado por siempre?"
La muralla comenzó a desvanecerse y nuevas plantas brotaron.
"Sí, Yukimura-kun"
Y entonces las personas pudieron observar lo bella que se había vuelto la isla con la llegada de esa mariposa.»
Abrió
los ojos lentamente, los rayos del sol le habían despertado.
Quiso refregarse los ojos con su mano derecha, fue entonces cuando se
dio cuenta de que ésta estaba unida a otra, la mano de
Yukimura, quien dormía a su lado.
Un leve sonrojo apareció
en sus mejillas y entonces recordó el sueño que había
acabado de tener. Sonrió, pero con un aire de decepción.
- Los sueños son sólo eso. Sueños.- murmuró y volvió a dormir.
"¿Qué
estaría soñando?"
" No lo sé. Realmente,
los sueños de Sanada-san son todo un misterio para mí."
"Hmmm… ¿sabías que si dos
personas duermen tomadas de la mano, sus sueños sufren una
especie de conexión?"
"¿Conexión
dices?
"Si… es como que entre aquellas dos personas crearan un
nuevo sueño"
"Ah... ya veo… ¡que
interesante suena eso!
"¿No cierto?"
"Buenas
tardes, me preguntaba si ustedes han visto a
Genichi…"
"¡Sanada-san?"
" Sí,
él mismo."
"¡Yay¡sí! está
durmiendo bajo…
…
…"
FIN
Notas de Autora: Hi hiiii! espero que les haya gustado este fic que hice :3 siempre que hago algún fic de SanadaxYukimura trato de hacer ver que Gen-chan no es tan frío como aparenta ;0;! que tb tiene su lado tierno uwu por eso, a esa pareja yo le llamo Cute Pair XD
Etto... Nus vemos!
-huye-
