Con este pequeño fic damos inicio a la temporada de verano y más importante aún, al año 2021, con mi propósito personal de ser más consistente con mi periodicidad al escribir, ¿Y Qué mejor que hacerlo con la niña del pecado mas amada y abriendo una nueva sección de compilados? Tal y como dice el resumen, el libro blanco tendrá el propósito contrario del libro negro, son historias para pasarla bien, ya sea algo tierno o comedia o ambas ¿Por qué no? Espero que las disfruten.
Disclaimer: Todos los derechos pertenecen a sus respectivos dueños, esta historia fue escrita sin ánimos de lucro, solo como medio de esparcimiento, por un fan, para los fans.
¡Misión! ¡Platillo al corazón!
-Muy bien- susurró Lyra para sí misma, respirando hondamente, juntando valor para enfrentarse a uno de sus más grandes rivales y su némesis en varios sentidos desde que era niña, allí estaba, erguido y desafiante…el kit de cocina de su hermana mayor -Esta vez no vas a derrotarme- advirtió la castaña a los ingredientes que tenía en frente, mientras que Liena alzaba el puño para demostrar apoyo ante su motivación.
La rubio tomo una de las numerosas tizas blancas que llevaba siempre en su delantal y comenzó a escribir en su pizarra portátil que llevaba a todas partes, normalmente hubiera usado lenguaje de señas, cosa que toda su familia había aprendido hacia años para comunicarse con ella mas fluidamente. ¿Pero aquí? Necesitaba que Lyra la entendiera y la entendiera a la perfección.
Muy bien hermanita, tenemos todo lo necesario y estas motivada, ya podemos empezar
Lyra asintió y se preparaba para asaltar los ingredientes cuando el repetido golpeteo de la tiza contra la pizarra le llamó la atención, Liena había escrito algo nueva a una velocidad tan vertiginosa que apenas era legible:
Primero átate el cabello con una liga, no quieres que pase lo mismo que la ultima vez ¿verdad?
Y la rubia tenía razón, a lo que una avergonzada Lyra rápidamente hizo lo indicado, ¿pero que es lo que estaba pasando aquí que reunía a las dos figuras de autoridad más importantes después del patriarca Loud? Sólo el preparar algo delicioso para las fiestas de fin de año. Simple, pero a la vez significativo para ambas mujeres pero en especial para la castaña, y se remontaba a varios años atrás cuando ambas apenas eran unas niñas…
-¡Te estoy diciendo que no necesito ayuda con esto!- exclamó una mucho mas joven Lyra, sus pequeños puños a sus costados y la mitad superior de su levemente inclinada hacia adelante para denotar que no estaba jugando, y sus palabras estaban dirigidas a una también mucho más pequeña Liena, ligeramente más rellenita de lo que era de adolescente, quien lucia algo intimidada con los ojos cerrados y cubriéndose con su pizarrita como si fuera un escudo. Aun así, golpeó un par de veces su improvisada defensa con una de sus tizas de colores para señalarle algo importante que debía recordar:
P erro papi dijo quel las dos lo ayudadariamos
A Lyra le tomó un momento un momento descifrar lo que su hermana había escrito, pese a ser un año menor la niña musical ya sabía leer y escribir con gran precisión, algo a lo que el resto de sus hermanas les estaba costando un poco más, en especial a Liena quien además tenía que batallar con las primeras lecciones del lenguaje de señas y el aprender cursiva, al ser más rápida de usar para comunicarse con las personas que no supieran hablarle con las manos, lo cual explicaba el garabato que había escrito. Aunque esto no aplaco a la pequeña Lyra
-¡Ya lo sé! ¡Pero tú siempre lo acaparas! ¡¿Podrías dejarme al menos más tiempo con él por hoy verdad?!- dijo Lyra y Liena estaba pensando en cómo responder a eso, pero entonces…
-¡LYRA!- dijo una voz calma pero a la vez potente, haciéndole dar un respingo de inmediato, ya conocía esa voz a la perfección, la cual pertenecía a su padre quien entraba a la cocina cargando los muchos y muy variados ingredientes faltantes para preparar el almuerzo, cuando había tantas bocas que alimentar y de tan diversos paladares, era bueno ser ducho en todo tipo de platos –Es cierto que tú fuiste la primera que me pidió dejarla ayudarme pero Liena también lo quiso y aquí estamos, no tiene nada de malo y no tenias que hablarle así- regaño el alto hombre peliblanco a su hija quien solo agachó la cabeza mirando a sus pies que se removían avergonzados en el piso –Sí papi, lo siento- dijo Lyra tímidamente.
-No es a mi quien le debes una disculpa sino a Liena- dijo Lincoln dejando lo que traía sobre la mesa de la cocina, esperando a que su hija hiciera lo correcto antes de empezar con ese pequeño proyecto de los tres.
-Lo siento, hermanita- se disculpó Lyra con sinceridad, a lo que Liena sólo escribió en si pizarrita:
No te preocupess, te perduno the amo Lyra
Mientras le mostraba una radiante sonrisa como solo Liena sabía hacer, y Lyra no pudo evitar sentirse algo culpable y un poco avergonzada de lo fácil que su hermana era capaz de expresar su amor cuando a ella le costaba bastante excepto con su padre, pero decidió que lo mejor era pasar página, por lo que también le sonrió.
-Eso es, un par de niñas buenas, así es como los hermanos tienen que ser- dijo el hombre sonriente mientras les revolvía el cabello a las dos, quienes solo soltaron una risita ante la muestra de afecto –ya que las dos están bien ¡empecemos!- exclamó el hombre animado, poniendo todo a disposición arriba de la mesa, pero obviamente manteniéndolas lejos de cualquier cosa mínimamente peligrosa –Muy bien, creo que pueden ir ayudándome con los subways para tía Lynn, vayan pelando estas lechugas por favor- comandó el hombre pasándoles dos grandes plantas del vegetal previamente lavadas para que se entretuvieran un rato, pero no contaba con el entusiasmo de ambas y con que Lyra, pese a haber reconocido que no actuó del todo bien, aun quería probar que si podía ser la mejor ayuda para su papá.
Aunque ambas eran inexpertas, mientras que Liena se tomaba su tiempo para no dañar la planta (y aun así termino rompiendo varias) Lyra directamente movía sus manos a la velocidad del rayo, intentando acabar primero con su tarea y a la vez copiar esos movimientos asombrosos que hacían esos personajes de las caricaturas japonesas que solían ver con Loan y su papá, pero no le salió del todo bien, ya que terminó reduciendo gran parte de su planta a jirones y pedazos desiguales por toda la mesa y también el piso.
-¡ya terminé papi!- exclamó la castaña levantando su mano al aire, y boquiabierta cuando vio que, pese a tomarse su tiempo, Liena había acabado al mismo tiempo, incluso habiéndolo anunciado en su pizarrita
El hombre, quien se encontraba dándoles la espalda encargándose de las papas, se dio vuelta sonriente para ver cómo lo habían hecho sus retoños y su sonrisa se transformo en una sorpresa al ver el pequeño desastre que su "pájaro cantor" había hecho, aunque lo de Liena parecía estar bien, no se lo diría directamente claro (Espero que Lynn no se moleste si en vez de un subway le preparamos una ensalada) pensó el hombre al ver como quedó la planta de lechuga de Lyra.
-Gran trabajo las dos, sólo tengan más cuidado la próxima vez que me ayuden para no romper tanto las plantas- recomendó el padre, aunque solo Liena lo escuchó, ya que la pequeña Lyra, en cuanto escuchó el "gran trabajo" solo cerró los ojos y sonrió con orgullo inflando el pecho, ¡esto era mucho más fácil que lo que papa lo hacía parecer!
-Lyra-
¡No podía esperar a ser ella la que cocinara para todos y en especial para él!
-Tierra llamando a Lyra-
Y verlo derretirse del gusto ante sus platos…
-¡Lyra!-
La voz sacó a la niña de su ensimismamiento dejándola sorprendida y algo desorientada –¿Decías, papi?-
-Que ahora necesito ayuda con el queso para las pizzas- dijo el albino, pasándoles dos grandes panes de queso y una pre pizza a cada una, normalmente las habría preparado él mismo pero no tenía mucho tiempo y sobre todo no quería tener a las niñas cerca del horno cuando estuviera encendido -Necesito que corten con las manos bollitos de queso y los pongan sobre las pre pizzas- dijo el hombre a sus hijas, quienes solo asintieron pero mientras Lyra ya había comenzado a atacar el queso, Liena no pudo evitar percatarse de algo, rápidamente escribiendo algo a su papá:
No deberiamoz ponerle salsa primero papi?
Y el albino se sorprendió de lo perceptiva que era su hija pese a su escasa edad
-Bueno…- dijo el hombre rascándose la nuca –en realidad si pero planeaba prepararla yo mientras ustedes se ocupaban de eso, para acelerar un poco las cosas- admitió Lincoln, a lo que ambas pequeñas, causando que ambas protestaran adorablemente para que les dejara ayudarlo y el hombre simplemente no pudo negarse a sus ojos de cachorrito –Bien, a ver siéntense más cerca- le dijo a cada una, y mientras lo hacían se hizo de lo necesario para preparar la delicia roja.
-A ver Lyra, cielo, ten, pon un poco de tomate triturado en la base de este pote de plástico- dijo Lincoln pasándole una botella de plástico, que era bastante grande por lo que la castaña tuvo que usar ambas manos -¿Estás bien? Si es mucho yo…-
-¡Estoy bien papi! ¡Yo puedo sola en serio!- contestó Lyra rápidamente mientras se concentraba aun mas
-Muy bien, para ti Liena, cariño, agrégale un poco de ají molido, orégano y pimienta, ¡pero solo una pizca! Las especies pueden hacer maravillas con la comida pero en exceso pueden arruinarla, recuérdenlo bien- esperando que sus niñas pudieran ser algún dia buenas cocineras tal y como lo eran él y su abuelo.
Lyra ya había terminado de preparar el piso de salsa (y ya ella junto a su padre y hermana se habían reído por los vergonzosos ruidos que la botella hacia al apretarla) y estaba admirando su gran y sumamente complejo obra cuando Liena empezó a echar las especias y aunque solo eran pizcas no estaba siendo del todo cuidadosa, ganándose una queja por parte de la niña musical, pero justo en ese momento Liena fue más descuidada que de costumbre y justamente fue con la pimienta, que aunque acabo en el plato, una parte fue a dar justo a la cara de Lyra, quien sólo quedo inexpresiva unos momentos, pero comenzó a hacer gestos graciosos y pronto estornudo con todas sus fuerzas y ya que aun tenia la botella en sus manos, al estornudar la apretó bastante y eso ocasiono que el rostro de Liena quedara totalmente entomatado para escándalo de su padre que preguntaba si estaba bien.
Una lengüita saliendo de esa espesa mascara roja salió y comenzó a lamer la parte alrededor de la boca mientras Lincoln tomaba un paño húmedo y limpiaba el rostro de su hija mientras su hermana se disculpaba una y otra vez, cuando estuvo lista Liena solo sonrió y escribió rápidamente en la pizarra:
Sabrozo, seguro que a todos les encanta
Sus familiares solo suspiraron
-Le daré un golpe de horno a esto- anunció Lincoln mientras se llevaba la salsa y Liena lanzaba un leve chillido alertando al albino y la castaña, quienes vieron lo que Liena había escrito:
Papi! No golpies el horno! Te vas a lastimar!
Lyra y Lincoln se quedaron mudos un momento antes de estallar en risas, déjaselo a Liena para animarle el día a cualquiera. Después de una rápida explicación para aclarar las cosas y que ambas niñas finalmente prepararan varios bollitos de queso (y comiéndose varios a escondidas pensando que su padre no las veía pero simplemente fingió ignorancia al menos por esa vez) ambas pizzas ya estaban listas para ser metidas al horno y Lincoln pensó que ya era suficiente al menos por ese día.
-Las dos hicieron un gran trabajo, ya puedo arreglarme solo desde aquí, pueden ir a ver las caricaturas y las llamaré cuando este lista la comida- dio su padre pero ambas niñas lejos de emocionarse por eso solo se quejaron.
-¡Papá! ¡Solo hicimos un par de cosas por unos minutos mientras tú te encargas de lo más pesado! ¡No es justo dejarnos ayudarte más!- protestó la castaña.
Eso eso! Escribió la pequeña rubia.
-Pero…- comenzó a decir el hombre -no hay otra cosa con la que me puedan ayudar-
-¿Y qué hay de la carne? Podemos ayudar cortando eso- propuso Lyra, aunque Liena de pronto se tensó.
-Sí, claro. Eso no va a pasar, de ninguna forma una de ustedes dos se va a acercar a los cuchillos- dijo Lincoln de manera estricta.
-y- ¿y si solo nos enseñas a cortar? Tendremos que aprender eso en el futuro y mejor hacerlo mientras estas con nosotras- propuso Lyra y Lincoln tuvo que reconocer el buen razonamiento de su hija, y Lyra tenía en sus manos su carta de triunfo, cerró los ojos, aclaro un poco su garganta, puso una de sus puños cerca de su corazón y cuando estuvo lista, abrió sus vidriosos ojos mirando a su papa -¿Por favor?-
Lincoln ya no podía negarse, ya de por si era débil ante los ojos de cachorrito, algo que todas sus hermanas sabían y utilizaban ¿pero sus hijas? Ellas eran incluso mejores en ello y Lyra era la mejor, no pudo negarse, pero eso no quería decir que iba a dejarles hacer algo tan peligroso por sí solas.
-Muy bien, me convencieron- dijo Lincoln y Lyra no había terminado de alegrarse cuando el albino agregó –pero solo serán tres cortes cada una y yo sostendré el cuchillo-
-Pero…-
-Sin peros tómalo o déjalo- sentencio el adulto.
Lyra sopeso lo que su papa estaba ofreciendo y aunque no estaba del todo feliz al ser tratada como una niña pequeña, tenía que actuar como la niña grande que era y las niñas grandes saben actuar racionalmente –Muy bien, gracias papi-
-Está bien, vengan aquí- dijo Lincoln moviendo las sillas más cerca mientras ellas aun estaba sentadas, acto seguido puso el generoso pedazo de carne que sería el alimento de la familia ese día y sacó el largo e imponente cuchillo, ante el cual Lyra, pese a su bravado, no pudo evitar sentirse intimidada. Pero endureció su motivación y dejo que su padre se pusiera detrás de ella para ayudarle a sostener el cuchillo, increíblemente, Lyra se percataba recién ahora de lo pequeñas que eran sus manos comparadas con las de su papá que podía envolver la suya fácilmente.
-Muy bien Lyra, recuerda, solo tres cortes y eso será todo, después es el turno de Liena- le recordó Lincoln mientras la rubia lucia algo preocupada.
La niña asintió y puso tentativamente su mano sobre la carne sintió un gran desagrado al sentir la textura de esta pero sacudió su cabeza y apoyó bruscamente su palma sobre esta.
-Mal- dijo la voz de su padre
-¿eh?-
-No uses tu mano abierta de par en par cuando cortes algo, es muy peligroso para tus dedos, podrías cortarte- dijo Lincoln –miren niñas, usen este truco- les dijo enseñándoles como escondía sus dedos dentro de su palma y apoyándola en la carne -¿ven? Como si fueran un gatito- se rió el hombre junto a sus hijas a quienes les gustó la analogía.
Lincoln permitió que Lyra usara su mano izquierda para sostener la carne con su "pata" pero siempre mantuvo su mano firme y segura alrededor de la de Lyra sosteniendo el cuchillo, recordándole mantener su "pata" lejos de la hoja. Una vez que Lyra hizo los tres cortes prometidos se quedó respirando rápidamente ya que fue más emocionante de lo que esperaba, su padre solo rió ante esto, tal valentía le recordaba a Lynn.
-Recuerda no llevarte las manos a la boca o a los ojos hasta que te las laves otra vez cariño- le recordó Lincoln mientras le ayudaba a Liena a hacer sus cortes y aunque la rubia, si bien empezó mas tímida y asustada que Lyra, al dar los primeros cortes, pronto tomó confianza y realizó trazos perfectos en la carne, lo cual hizo a Lincoln silbar de asombro (Ella tal vez sea una natural para la cocina) pensó el hombre y esto le impulsó a ver si Liena demostraba mas aptitudes culinarias –¿saben? Creo que las dos me pueden ayudar con algo mas- dijo el hombre ganando la atención de las niñas – ¡El marinado por supuesto! A ver dejen que preparo las cosas-
Una vez que el tazón estuvo listo el siguiente paso era predecible
-muy bien niñas, ahora para hacer el marinado necesito que rompan estos huevos- dijo pasándoles unos cuantos a cada una, pero lo que Lincoln debió prever también es que, aunque fueran intuitivas, seguían siendo niñas, Liena intentó romper uno contra el borde de la mesa pero la "osita" como le llamaba su padre, era mucho más fuerte de lo que aparentaba, y el huevo termino hecho pedazos –Ah caray…-
-¡Liena que tonta eres! ¡No desperdicies comida! ¡Fíjate en como lo hago!- amonestó Lyra para poner cara de concentración, con el ceño fruncido y lengua fuera, portando un huevo en cada mano…y estrellándolos uno contra el otro en un sonoro aplauso justo sobre el tazón, logrando que algo del contenido cayera dentro…junto con las cascaras y salpicando tanto a su hermana como a su papá -¿ves? Así se hace- dijo una pequeña música inflando el pecho –Ewwww asco, es muy pegajoso- dijo Lyra sintiendo sus manos sucias y frotando lo que quedaba en ellas dentro del preparado.
-Mal las dos…- dijo la voz cansada de Lincoln
-¿Eh?- pregunto Lyra con una pequeña sonrisa y los ojos abiertos como platos, su padre solo suspiró mientras sacaba los restos de cascara del tazón.
-Solo tienen que golpear el huevo levemente con un tenedor hasta que se agriete y después lo abren usando las dos manos ¿lo ven?- dijo el alto hombre mientras les daba una demostración –Aunque Lyra, tu si que usaste las dos manos ¿eh?- comento el peliblanco juguetonamente, ante las risillas de Liena
Lyra solo se puso roja como un tomate y se cruzo de brazos, ofendida …
–¡Ew asco!-
…y manchándose los brazos con restos de huevo
-pffft, bueno, bueno, a ver mientras busco la espátula, pongan este paquete de harina en el tazón- les dijo el fan de Ace Savvy mientras retrocedía para tomar los instrumentos, al parecer a Lincoln le gustaba tentar al destino ya que mientras el no veía, ambas niñas tomaron el paquete de harina al mismo tiempo, pausándose para verse a los ojos.
Lyra tenía escrito en sus ojos la palabra "suéltalo" y empezó a tironear para su lado.
Liena solo negó con su cabeza y también trato de ganar terreno.
El tire y afloje no duró mucho pero fue suficiente para que ambas usaran las dos manos y todas sus fuerzas , lo que causo que la bolsa explotara y todo la zona quedara cubierta de una nube blanca.
-Que cuer…- alcanzó a decir Lincoln mientras volteaba pero tuvo que toser por el polvillo, cuando volvió a abrir los ojos encontró a sus hijas blancas de pies a cabeza, Lyra hasta tenía una montañita de harina en la corona de su cabeza, lo normal sería que en esa situación el hombre de la casa se enojara y castigara a sus hijas, pero para Lincoln las dos se veían tan adorables e inocentes que no pudo evitar reírse a carcajadas y aunque las dos se sorprendieron por eso, no pudieron evitar ponerse a reír junto con él, su ánimo era simplemente contagioso –simplemente no me puedo enojar con ustedes dos par de diablillas- dijo Lincoln mientras se limpiaba el rabillo del ojo de tanto reír, sus pequeñas solo sonrieron mostrando sus dientes, Liena aun estaba mudando sus diente de leche –Vayan a bañarse las dos, yo terminare aquí- les ordenó y ellas no pusieron reparos esa vez, sólo que…
-Papi- lo llamó Lyra antes de irse y cuando esta la vio se dio cuenta que se "corona" de harina ahora estaba en sus manos –¿Que pasa car…?- fue todo lo que alcanzó a decir antes que Lyra le soplara el harina en la cara, la bromista puso pies en polvorosa mientras se reía con ganas.
El hombre (que ahora parecía un payaso o un mimo con su rostro blanco) se quedó unos momentos contemplando la nada hasta que finalmente dijo –está pasando demasiado tiempo con Luan- pero el escucharla reír era simplemente lo mejor del mundo.
…
Sí, esa vez fue definitivamente una gran mañana que la castaña siempre atesoraría como un bonito recuerdo, aun si fuera su culpa que la segunda vez que lo intentó las cosas salieran tan mal, ya que aunque le había gustado cocinar no tardó rápidamente en volcar su pasión de lleno en la música mientras que Liena tomaba la batuta en lo que a cocina se refería, sin ir más lejos, Lyra no tocó la cocina por años después de esa primera vez y cuando lo quiso volver a intentar se debió a una situación muy especial
El cumpleaños de su padre
No sabía que regalarle, ya que con el pasar de los años ya había agotado todas las ideas posibles y a medida que los años pasaban y el numero de hermanitos aumentaba (o ya llegaban en la edad de saber que regalar) a la castaña musical se le fueron acabando las opciones al haber tantos regalos diferentes…sin mencionar aquella vez que Lupa leyó su diario para saber que regalarle al albino y le robo la idea, cosa que le ganó ser colgada de una percha por todo un día, pero ese año y aun sin Lupa de por medio, Lyra estaba seca, no tenía idea de que podría regalarle y entre idas y venidas una idea le vino súbita como un rayo gracias a los recuerdos del pasado y decidió prepararle una cena especial solo para él hecha con amor y talento que ella estaba segura poseía.
Debió pensarlo mejor, ya de por sí una ahora adolescente Liena tenía un mal presentimiento e insistió en supervisarla cosa que no le agradó a la castaña pero reconoció que era buena idea
-Como quieras Liena, pero recuerda, solo estas aquí para ver, el crédito de la cenas es mío!- advirtió una adolescente Lyra quien había crecido bastante y llevaba el cabello mucho más largo
Su hermana, por su parte, había crecido incluso más que ella y aunque aún conservaba ese aire de dulzura a su alrededor, su porte era ahora más imponente, un indicativo de lo que vendría después, y porque no decirlo, también se la notaba algo más madura, un indicativo de esto sería el hecho de había dejado de usar las tizas de colores que tanto le gustaban y ahora solo portaba tizas de un sobrio color blanco, la rubia la miraba aburrida, y solo se limitó a anotar en su pizarra usando una tiza blanca:
Sí, sí como digas. Sólo empieza de una vez
Liena seguía siendo una chica dulce, pero había desarrollado carácter a lo largo de los años, mas aun en la cocina que era su territorio, no el de Lyra, quien tuvo un respingo al leer la respuesta tan directa de Liena
-como sea- murmuró la castaña, un poco enfurruñada pero deseosa de empezar, y era algo sencillo, o en papel debería serlo, carne asada con salsa, pan casero y de postre galletas horneadas y su gran talento que sinceramente creía poseer la ayudarían. De inmediato Lyra se puso manos a la obra, sin esperar un consejo o supervisión de Liena, quien solo hizo un gesto de frustración pero la dejó seguir…hasta que vio como su hermana menor estaba cortando la carne…o mejor dicho despedazándola a machetazos limpios, inmediatamente movió las manos desesperadamente tratando de llamar su atención cosa que consiguió al cabo de un momento, sin apreciar el haber sido interrumpida, la castaña miró de mala manera a la gordibuena de la casa quien se hallaba tallando furiosamente sobre su pizarra.
¿Eres cocinera o carnicera? Corta la carne NO LA DESPEDAZES! :C
(¿En serio acaba de usar un emoji conmigo? ¡¿En una pizarra?!) Pensó Lyra estupefacta, pero no quiso admitir que su hermana tenía razón y cuando esta le sugirió cambiar la carne, la castaña la ignoró, logrando un gruñido de frustración de la cocinera Loud quien decidió dejarle el preparado de la carne a ella, a ver si era tan buena.
No lo fue.
Liena estaba pálida viendo lo que Lyra hacia, no solo como sus cuchillazos caían sobre el pobre pedazo de vaca, sino que ni siquiera se detuvo cuando golpeo un hueso, simplemente aplicó más fuerza hasta romperlo, lo siguiente que hizo la forzó a intervenir, en lugar de preparar las especias aparte, Lyra simplemente había llenado un tazón con pimienta, ajíes, y por alguna razón, miel y mermelada (?) Mayonesa (¿?) mantequilla de maní (¡¿?!) y demás ingredientes que realmente no venían al caso, y simplemente sumergió los pedazos de carne en eso, ganándose un chillido de Liena.
¡¿Pero qué diablos haces?!
-mi salsa especial, duh- contestó Lyra como si fuera lo más obvio del mundo
¡Eso no es salsa! ¡Es un preparado radiactivo preparado para estallar!
-¡¿cómo te atreves?!-
¡Me atrevo porque lo que haces es un pecado! ¡Una herejía contra la buena cocina!
-¡¿ah?! ¡¿Tú puedes hacerlo mejor acaso?!-
¡Si que puedo pero ese no es el punto se supone que tu lo harías!
-¡Lo haré! ¡Y me saldrá mejor que a ti!- rebatió Lyra y esto fue suficiente para indignar a Liena, quien ya tenía una vena marcada en su frente y se estaba enrojeciendo, ahora Liena era una chica dulce y comprensiva, pero también era una pre adolescente, una con una fuerte actitud, y tenía esa pequeña línea vindicativa que todos los niños tienen así que sorpresivamente suspiro, sonrió en una mueca forzada y contestó lo mejor que pudo.
Muy bien Lyra, tienes razón este es tu momento así que solo me quedare callada y te observare, ¡vamos sorpréndeme!
-…muy bien, mientras lo comprendas- contestó Lyra aun algo sorprendida del cambio de actitud de Liena pero pronto se sacudió esa sensación de la cabeza, finalmente tenia via libre en la cocina.
Si, una cena especial para mi papa especial
Pensó Lyra mientras volvía a la faena, ahora tomando los vegetales y comenzando a picarlos…encima del "preparado radiactivo" como había llamado Liena, quien pese a prometer quedarse callada no pudo evitar dar un saltito al ver lo que Lyra estaba haciendo, y ver como repollo cortado caía dentro del pantano que era el tazón de Lyra
Una cena llena de amor para mo-¡¿AMOR?!
Lyra se sorprendió a sí misma con sus pensamientos, inadvertidamente cortando un pepino a la mitad que cuando cayó termino salpicando por todas partes.
–rayos- murmuró la pelilarga -…bueno detalles, le dará cuerpo a la salsa, ahora ¡a darle el relleno!-
Ella había visto incontables veces a través de los años a su papa y tías rellenar pollos, pavos y cortes de carne con diferentes ingredientes pero ella recordaba que uno de los favoritos de su papa, sino el que mas, eran los rellenos dulces, como la pasta de arándano de los días de gracias, entonces la niña tuvo la mejor de las ideas, usar los dulces mas deliciosos que pudiera encontrar en lugar de la pasta de arándano para darle un toque original a su comida, hete aquí que el pedazo de carne flotante acabo siendo rellenado de mantequilla de maní, crema chantillí y jarabe, todo ante la mirada horrorizada de Liena.
Esto tiene que ser una broma, me niego a creer que una persona tenga un sentido tan desastroso para la cocina, me rehúso
Pensó Liena, tratando de buscarle una explicación lógica a todo esto
Ah…
Cierto, ella tal vez era algo responsable de toda esa debacle, desde esa primera vez que habían ayudado a papa a cocinar, Liena había quedado absolutamente maravillada del mundo culinario y sus incontables secretos, al punto que terminó acaparando ese lugar de la casa y hacerlo su cuartel principal, y eso que aun ni siquiera estaba cerca de su papa en habilidad, mientras que Lyra tenía tantas cosas encima, sus clases de música, el club de natación, los encuentros de la iglesia y empezaba a tomar el rol de "la" hermana mayor, ya que Liena rara vez tenía tiempo para eso siendo tan dedicada al nuevo arte que había descubierto años atrás algo que la rubia no quería o le costaba admitir. En consecuencia, Lyra, quien había demostrado potencial para la cocina, se había estancado e incluso retrocedido, y la pequeña sensación de culpa en el pecho de Liena la incito a moverse para ayudar a su hermana, sin ninguna prepotencia esta vez, sip, que buena hermana era
¡CLINCH!
Por desgracia, tan perdida estaba Liena en sus cavilaciones que no se dio cuenta que Lyra había terminado su platillo y lo había metido al horno
-veamos…si cada ingrediente tiene un tiempo de cocción diferente, entonces lo único que tengo que hacer es sumar el tiempo de cocción de todos, entonces dividirlo por el numero de ingredientes y sumarle el numero de hornallas y ese será la temperatura que tendré que usar- dijo Lyra para sí misma
¡¿COMO DEMONIOS LLEGO A ESA CONCLUSION?! ¡¿Y POR QUE DEMONIOS ESTA USANDO EL HORNO SIN SUPERVISION?! ¡CREI QUE LLAMARIA A UNA DE NUESTRAS TIAS!
Gritó Liena en su mente, ya decidida a terminar con eso de una vez, pero ya que no podía hablar, no pudo evitar que Lyra prendiera de todas formas, resoplando de frustración, Liena se dirigió a apagarlo, pero entonces un sonido de campanitas electrónicas resonó en el lugar
-Ah! ¡El pan ya está listo!- dijo Lyra alegremente…yendo a sacarlo del microondas
¿¡EN QUE MOMENTO?! ¿¡Y POR QUE AHÍ?!
Fue lo que atino a pensar la rubia y no pudo evitar sudar frio cuando vio el "pan" que acababa de surgir de las puertas del micro, hasta Lyra parecía haberse dado cuenta de eso, si sus ojos abiertos como platos eran alguna indicación pero si lo hizo, lo encubrió rápidamente
-¡Se ve delicioso!- dijo Lyra, a lo que su hermana solo la miro con cara de "¿en serio?"
¡Esperen! ¡El horno!
Recordó Liena pero en cuanto dio un paso escucho un sonido metálico y algo quebradizo
Me está vacilando, me tiene que estar vacilando
Observo Liena estupefacta como Lyra rompía y mezclaba los huevos…usando la batidora eléctrica, aun si hubiera podido hablar, el fuerte zumbido del aparato hubiera silenciado su voz , y el calor que empezaba a expandirse dentro del cuarto le hizo temer por la seguridad de ambas, no tuvo mucho tiempo para ponderar esto ya que Lyra se movía a velocidad de vértigo a través del cuarto, tarareando una dulce melodía con su angelical tono, lo cual contrastaba con el caos que la rodeaba.
-Perfecto, ¡tiempo para el marinado!- exclamo Lyra vertiendo el contenido de la licuadora dentro de un tazón previamente lleno con harina
Para que quieres un marinado si ya hay un plato principal y será la cena de una sola persona, y entonces recordó el hecho fatal de que su padre probaría todo eso, con la sangre volviéndosele hielo, Liena se olvido del horno por un momento para escribirle esa pregunta en su pizarra, insistentemente llamando su atención
-¿mn? ¡Simple es para el postre!- dijo Lyra sonriente –solo un bizcochuelo dulce para bajar la comida-
¿Si es dulce entonces por qué le agregaste oregano y pimienta?
-…-
Te confundiste e hiciste un preparado para carne en lugar de para postre¿ verdad?
-¡no! ¡S-solo es para darle un toque agridulce es todo!-
¡Eso no te lo crees ni tú! ¿¡Y además por que no le quitaste las cascaras a los huevos?! ¿En que estabas pensando?
-En ocasiones papa o tía Leni le dejan algo de las cascaras de patatas al puré y queda delicioso ¡así que pensé que aquí seria igual!- dijo Lyra ya con su confianza minada
¡Pues te aseguro que no lo es!
-¡YA BASTA! ¡ERES UNA METOMENTODO!- Y ahora estaba lista para un encontronazo tipo Loud
¡Cómo te atreves!
Antes de que Lyra pudiera responder, ambas sintieron el olor a quemado salir del horno y alarmadas corrieron a apagarlo y abrir la puerta de este, el cual parecía las puertas del averno debido a la colosal humareda y lenguas de fuego que alcanzaron a serpentear levemente fuera de este cuando se abrió antes de extinguirse en el aire, tosiendo ambas sacaron rápidamente el contenido, con Liena tratando de aliviar el humo y parte del fuego que aun estaba en la carne golpeando sobre este con un paño de cocina, cuando la niebla de guerra se despejó, pudieron ver que gran parte de la salsa se había evaporado y lo que era un pedazo de carne era ahora algo que se parecía a la obsidiana o el carbón, las dos guardaron un sepulcral silencio ante esto
Hasta que…
-¡Mira lo que hiciste!- exclamó la pequeña Lyra, dejando a su hermana boquiabierta
¿Perdón?
-¡por tu culpa me distraje y mi comida se quemo!-
Liena no dijo nada, inexpresiva, solo suspiró profundamente y acto seguido tomo lentamente el tazón de marinado de Lyra…y lo vertió en la cabeza de esta, literalmente dejándoselo de sombrero y manchando toda su cabeza en el proceso, una congelada castaña aun no entendía como había pasado todo eso y solo reacciono cuando escucho el portazo en la cocina, quien era Liena quien se marchaba.
-¡PUAAJJJ! ¡COMO SE TE OCURRE HACER ESO!- Le reclamo la pelilarga –¡ahora no puedo hacerle el postre a papa! ¡Aggh! ¡Ya vendrás a pedirme algo Liena!-
Se limpio lo mejor que pudo y contemplo sus opciones, aunque si estaba molesta, la verdad es que en realidad estaba triste, no le gustaba pelearse con Liena, o con ninguna de sus hermanas, pero con Liena era algo especial, las dos tenían esa especie de conexión que solo las hermanas más cercanas poseían, y juntas se estaban volviendo de a poco las figuras de autoridad de la casa cuando sus padre y tías no estaban.
Y por supuesto, su gran comida se había arruinado, aun tenía algo de animosidad hacia Liena y aun pensaba que la culpa la tenía ella…pero también estaba comenzando a aceptar que tal vez ella había contribuido bastante a todo eso. Suspirando profundamente, tal y como lo hiciera Liena, se hundió en su asiento u jugueteó con sus dedos, desanimada viendo el pedazo de carne que había salido del horno comprendía que Liena tenía razón, no podía darle eso a papá, ni a nadie para empezar, se levantó para arrojarlo a la basura cuando de repente notó algo, una parte que no lucia negra como el carbón, con curiosidad la removió con la punta de los dedos, encontrando que era una especie de costra que recorría toda la superficie, mientras más le quitaba, mas sorprendida y animada se volvía, cuando termino de descascararlo no podía dar crédito a sus ojos, el color era de un hermoso y apetitoso asado mientras que algo de la salsa, seguramente encapsulada dentro de la costra negra, ahora fluía libremente por la fuente.
-¡Toma ya!- dijo la preadolescente Lyra alzando el puño, sintiendo la victoria surgir por cada uno de sus poros – ¡tal vez si tenga talento para esto después de todo! ¿Me pregunto si debería rayarle algo de chocolate encima para el toque final?- se pregunto la chica, quien no terminaba de comprender que a todo en exceso termina siendo la receta para un desastre
Pero estaba tan feliz que no se detuvo a pensar y de inmediato tuvo lista la mesa para llamar a su papa, ya quería verlo degustar su comida, y entonces le acariciaría la cabeza, y la abrazaría y…
-¿Tú hiciste todo esto. Mi pajarita cantora?- preguntó el hombre sentado frente a la "fina pieza culinaria" como Lyra la llamara.
-Sí, papi, la prepare especialmente para ti- dijo Lyra con orgullo.
-¿Oh? ¿En serio? ¿Pensé que cierta osita rubia te había ayudado?-
-NO- dijo Lyra de forma inexpresiva pero firme, aunque se sintiera culpable por su parte en la disputa tampoco la iba a dejar llevarse el crédito, y tal vez, solo tal vez, estaba un poco celosa del apodo de Liena, ella ya tenía el suyo y le encantaba, y fue a ella a quien le dio uno primero, pero ante los celos de las otras había empezado a usar apodos afectivos con ellas también, tal y como Loan era su "medusa tierna" por el ligero tembleque que solía acompañarla, tan raro y aun así a la hija mayor le gustaba, Liby era su "mapache espía", Lacy la "cachorra" de la casa y como olvidar a la "abejita" de Lupa, realmente el hombre ponía especial atención en cada detalle para con sus hijas.
-Muy bien, mi ángel- se rio el hombre usando otro de los apodos que solía usar y haciendo que Lyra sonriera con orgullo, ya que ese apodo era exclusivo para ella.
Claramente Liena le había ayudado, no había otra explicación para que la carne se viera tan bien, ¿ahora el pan? Ese si podía creer que lo hizo Lyra.
-Muy bien, ¡buen provecho!- dijo el hombre cortando un trozo y llevándoselo a la boca…y tan pronto lo hizo retorció instintivamente su cuello hacia un lado, haciendo un sonoro crujido mientras su rostro se contraía en un rictus de agonía, el cual contrastaba con la sonrisa forzada que se obligó a mantener.
-¿Y? ¿Cómo esta?- pregunto Lyra emocionada.
El hombre no contestó de inmediato, sino que se tomo unos momentos para componerse, sorbió algo de agua y contestó.
-Jamás había probado algo tan delicioso, hija-
La chica estaba que saltaba del gusto.
-¡Gracias a Dios! ¡Y puedes comer cuanto quieras! ¡Esta comida es solo para ti!...papi, ¿por qué estas llorando?-
-Lloro de felicidad hija-
-¡Aww! ¡Eres muy dulce!-
Y así el heroico albino se enfrentó a la titánica tarea de terminar el plato que su hija le había preparado, le tomo bastante pero cuando al fin había limpiado el plato con el pan y había dado el ultimo bocado sintió que había cumplido su noble tarea de padre.
-gracias por…la comida- logró decir con esfuerza, preguntándose si tener visión doble era normal.
-¡Gracias a ti por comértelo todo! ¡No te preocupes yo lavare los platos!- dijo la castaña lista para empezar cuando la pequeña Lacy entro demandando su atención, algo acerca de "Lupa y Liby viendo quienes eran las sabelotodo de la familia" y que había tratado de pedirle ayuda a Liena pero el humor que tenia le había provocado un poco de miedo como para preguntarle a ella.
No es como si hubiera tiempo de contestar o negarse, Lacy literalmente se la llevó cargando fuera de la habitación y así como salió, quien entro fue la hermana mayor inmediata del hombre, Lynn.
-¿Qué haces apestoso?- preguntó la atlética mujer, consternada de ver a su hermano con el aspecto de un zombi, y más aun por cuanto tardó en contestarle.
-…Lyra…comida…casera…-
-¿Dices que Lyra preparo algo?...- preguntó la mujer con cautela, el albino no le contestó, y la mujer vio que había sobrado un pequeño trozo de carne sin comer, tragando saliva lo tomó con su mano y después de juntar valor, se lo llevo a la boca…y tuvo la misma reacción que Lincoln, solo que ella no tuvo reparos en escupirlo y en lavarse la boca con la jarra de agua que había en la mesa.
-¿Qué demonios? ¡Esto sabe horroroso! ¿Cuánto había de esto? ¡¿Y cuanto comiste?!-
-…El planto entero…todo-
-¡¿Qué?! ¡¿y porque rayos lo hiciste?!-
El hombre que parecía muerto vivo de repente ganó vitalidad, se incorporó y se acerco a paso tambaleante pero imponente hacia ella, cosa no tan difícil teniendo en cuenta lo alto y fornido que era el albino comparado con ella.
-¿Por qué? Mi niña preparo algo para mí, lo hizo con amor y dedicación y yo no me iba a mover hasta terminarlo todo, ¡porque es lo que un hombre hace!- vocifero Lincoln con convicción.
-E-está bien, Linc pero porque no te si…Link?- preguntó Lynn al ver como su hermano se quedaba callado…y se derrumbaba sobre ella, ambos yendo al piso –¡Maldición Link! ¡quítate de encima! ¡No aquí que podrían entrar las niñas en cualquier momento!- dijo Lynn sonrojada, claramente malinterpretando la situación, hasta que vio como los hijos de Lincoln eran un par de espirales dando vueltas –¡demonios! ¡un doctor! ¡Un Medico! ¡Lisa! ¡Una Lisa!-
Pero sin que ninguno de los dos supiera alguien había estado escuchando toda la conversación y no era otra más que Lyra.
Lincoln tuvo que estar en reposo por tres días, con cada hermana e hija turnándose para cuidarlo, a excepción de la castaña favorita de su padre quien no podía verlo a los ojos y aunque al final le pidió perdón, Lyra no volvería a tocar la cocina por años…
…
Al menos hasta ahora, donde tanto Lyra como Liena, ahora ambas hermosas adolescentes en el correcto camino a la adultez, se encontraban listas otra vez para enfrentar al némesis de la violinista, sin rencores y sin celos esta vez.
Entonces, preparada para derrotar de una vez por todas a este viejo nemesis tuyo?
-Sí, y ya se lo que hice mal años atrás, quise hacerlo todo yo sola, quise abarcar todo y apreté poco, por no decir nada, eso y que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, pero ya estudié bastante, así que no seré un estorbo esta vez- aseguro Lyra protegiendo su cabellera con una red –pero, ¿qué me sugieres hacer? Algo sencillo sería bueno, ya que esa fue otra de mis fallas, traté de actuar como una chef profesional cuando solo era una niña- dijo una Lyra aun avergonzada de todo eso.
mmm, ¿que tal algo clásico y que todos aman? Galletas dulces, sencillas y deliciosas
-..Sí, ¡creo que eso podría funcionar!- exclamo Lyra emocionada.
Y siguió paso a paso las indicaciones de Liena, quien fue mucho más paciente esta vez, sin duda forjada gracias a los arduos años de tratar con sus hermanitos y Lyra misma fue mucho más receptiva a los consejos de su hermana mayor.
Al final las dos terminaron divirtiéndose en la cocina dejando el mal recuerdo atrás.
Pero aun quedaba una parte importante…
Tragando saliva, la propia Lyra se llevó una galleta a la boca y después de unos momentos ella misma se sorprendió.
-Está rica-
Te lo dije, solo tenias que seguir la receta
-Lo logré, finalmente hice algo rico- repitió Lyra sin poder creérselo.
Felicidades cariño, ahora solo falta que las pruebe papá
Esa era la verdadera prueba de fuego, de la que Lyra no estaba segura de salir triunfante, apenas se dio cuenta cuando Liena ya había traído a Lincoln enfrente de ellas, dándole un pequeño ataque de pánico.
-Vaya, ¿galletas de animalitos? Se mantuvieron ocupadas chicas- silbo el hombre viendo la enorme cantidad que habían horneado.
Sip, y queríamos que probaras algunas antes que los demás arrasen con todo
-ah ¡gracias corazón! Siempre tan amable de tu parte me encantara probar lo que hiciste- dijo Lincoln sonriente, tomando algunas con sus manos.
En realidad fue Lyra quien las hizo, yo solo le indique algunos pasos
Ante esa revelación el hombre se paralizó.
-Y-ya veo- dijo quedamente - vaya ¿este es un elefante?- pregunto el albino viendo el bocadillo quien tenía una forma irregular, por no decir bizarra, eso, y estaba tratando de ganar tiempo
-Es una tortuga…- dijo Lyra avergonzada.
-¡Ah! Y este es un perro-
-Es un koala…-
-E-este es un gatito-
-Es un mapache…- Lyra ya estaba a punto de conseguir esas nubecitas tormentosas alrededor de su cabeza.
Hasta que el albino emitió un gemido al ser golpeado levemente en la cabeza por la cuchara de madera de Liena quien lo miraba algo molesta y sostenía su pizarra justo enfrente de su cara.
Una chica, tu hija, acaba de dar todo de si preparando algo para ti, lo menos que puedes hacer es probarlas
-Iba a hacerlo de todas formas, cielos- dijo Lincoln sobándose la cabeza y tomando un pato, que más bien parecía ornitorrinco y Lyra miraba con ojos expectantes y aprensión en el pecho como este degustaba poco a poco el bocadillo.
-…Está delicioso-
-¿eh?-
-¡Que esta delicioso hija!- mencionó el albino mandándose mas galletas a la boca.
-¿Lo dices en serio? ¡Por supuesto que si! ¡Te luciste!- sonrió ampliamente el patriarca de la familia a lo cual Lyra no pudo más y saltó abrazarlo con todas sus fuerzas.
-¡gracias!¡ Gracias! ¡Gracias!- repetía ella sin parar a lo que el hombre correspondió el abrazo.
-No, gracias a ti, mi pájaro cantora- le dijo mientras le daba un profundo beso en la mejilla.
Ante esto, y superada por la carga de emociones, Lyra hizo cortocircuito y se desmayo en los brazos de su papá.
-¿¡LYRA ESTAS BIEN?!-
Si la sonrisa tonta y su sonrojo eran una señal, entonces Lyra estaba más que bien, mientras que Liena se masajeaba la sien tratando de apaciguar la migraña que su hermanita y sus actitudes de doncella enamorada le provocaban.
Pero aunque no quisiera admitirlo, ese día fue uno de los mejores recuerdos forjados en la casa Loud.
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Con esto damos por concluido el primer escrito del año, jeh, esto se suponía seria parte de tres fics con temática navideña pero la vida real se interpuso, aun así hare los otros dos, espero que no les moleste recibir algo navideño en pleno enero.
Si tienen alguna sugerencia, duda, critica o lo que sea no duden en comentar, eso impulsa a cualquiera a escribir mas y mas rápido, y saber tus fallas te ayuda a no repetirlas.
Muchas gracias por leer y nos vemos la próxima.
