Buenos días/tardes/noches a todos, les agradezco enormemente la buena aceptación que tuvo el libro blanco, lo que me impulsa a intentar ofrecerles cada vez más y mejor material. En esta ocasión tenemos un relato centrado en la hija de la comediante estrella Luan Loud. Nos leemos más abajo.

Disclaimer: Todos los derechos pertenecen a sus respectivos dueños, esta historia fue escrita sin ánimos de lucro, solo como medio de esparcimiento, por un fan, para los fans.

Una Primera vez para todo

Daban ya las 8 de la mañana de un viernes en la casa Loud, y el sol ya estaba mostrando algo de su fortaleza entrando por la habitación de todos los habitantes de la casa, pero una de ellas en particular, estaba más susceptible a él, debido a no solo a su rigurosa agenda que llevaba para varios aspectos de su vida, que implicaba levantarse siempre a la misma hora, sino a una de sus compañeras de cuarto.

quien despertaba era Liby Loud, una chica larguirucha, de tez blanca, pecas y un hermoso cabello anaranjado-castaño que llegaba hasta su espalda baja, aunque lo que más resaltaba de su apariencia eran esos dientes frontales que le daban la apariencia de un lindo roedor, y quien ocupaba la cama de arriba del elegante modelo de tres pisos que ocupaba la espaciosa habitación, la chica hizo una mueca cuando escuchó a una de sus dos hermanas menores con quien compartía el cuarto empezar a hacer ruidos raros en su sueño, concretamente como si estuviera intentando hablar en sueños.

Desperezándose, la chica se sentó en su cama unos momentos mientras su organismo se reactivaba.

(Vamos a ver) pensó Liby (son las nueve y cuarto y…¡¿espera nueve y cuarto?! ¡Es tardísimo para la escuela!) se alarmó Liby, empezando a bajar la escalera desde la cama de arriba, haciendo su primera parada en la cama del medio donde dormía a pata tendida la hermana que la había despertado momentos antes, la linda deportista de la casa tamaño mini, Lacy

-¡vamos Lacy despierta por favor! ¡Se nos hace tarde para la escuela!- decía Liby mientras le agitaba los hombros a su hermanita quien no daba señales de querer despertarse –¡oh vamos! ¡¿no puedes ser más responsable al menos por un día?!- pero ni caso Lacy ahora hasta había empezado a roncar, lo que le provocó un tic en el ojo a su hermana, Lacy era un excelente despertador para los demás ya que empezaba a hacer sonidos raros a la misma hora, lo que le ayudaba a sus hermanas a despertarse pero eso era todo, a Lacy era casi imposible despertarla y por ello el tiempo que ahorraban gracias a ella también lo perdían intentando sacarla del país de los sueños.

-con que esas tenemos ¿eh?- dijo Liby, frustrada –pues bien, tu lo pediste ¡HEY LACY! ¡TÍA LYNN VA A COMERSE TU ULTIMO SUBWAY!- Dijo Liby alzando la voz en la última parte y de repente la pequeña de cabellos cenizas abrió los ojos de par en par.

-¡Mamá alejate de mis subway!- gritó Lacy dispuesta saltando sobre su cama pero ya que estaba en el medio de tres, terminó dando su frente de bruces contra las resistentes barras de acero de la cama –AAAAARGH- y quedo retorciéndose y sobándose la frente con las manos –¿eh? ¿Donde esta mama? ¿Y mi subway?- preguntó Lacy, confundida.

-No están, ninguno de los dos, perdón pero te tenía que despertar de alguna forma, si que le haces honor a tu nombre "perezosita"- regañó Liby –ahora vístete rápido que hay que ir a la escuela- dijo Liby comenzando a bajar de nuevo pero notó que su hermanita no se movía y se quedaba viéndola con una expresión extrañada en su inocente rostro.

-¿qué pasa? Tengo algo en la cara o qué?- dijo Liby, sin tener ánimos para juegos ese día.

-Liby- dijo Lacy.

-¿Qué?-

-Hoy no hay clases.-

-¿…Eh? No, no. estas confundida, hoy es viernes, y ya vamos muy tarde, habremos perdido las primeras horas pero aun podemos tomar las que quedan – sin embargo Lacy ni se inmuto.

-Sí, es viernes pero estamos en vacaciones de verano- le recordó Lacy acomodándose su pijama rojo dejando congelada a Liby en su lugar, porque su hermanita tenía razón, lo había olvidado por completo, desde hacía dos semanas que las clases habías terminado, cosa de la que todos menos ella estaban agradecidos –¿lo olvidaste?- preguntó Lacy moviendo su cabeza a un lado.

-¡C-claro que no! ¡Sólo estaba probándote a ti y a tu responsabilidad!- dijo Liby avergonzada e inventándose rápidamente una excusa.

-¡Ohhh! ¡¿Y pase?!-preguntó Lacy emocionada.

-¡Si! ¡Pasaste con creces!-

-¡No sé que signifique eso pero asumo que es algo bueno! ¡Yay!- dijo Lacy saltando sobre la cama y volviendo a golpearse la cabeza –¡AY!-

-Bueno, seguro que Liena ya está preparando el desayuno así que…- empezó a decir Liby pero fue interrumpida.

-¡¿Desayuno?! ¡Allá voy! ¡Y Lyra, mas te vale no agarrarte mis huevos!- dijo Lacy antes de salir disparada desde su cama volviéndose un manchón rojo y gris que pasó volando al lado de Liby quien tuvo que agarrarse de la cama al esquivarla, mientras escuchaba a su hermanita vociferar desde el comedor -¡ah! ¡Lo sabia! ¡Déjalos! ¡Tu ya tienes los tuyos!-

Liby solo pudo suspirar en fastidio por lo atarantada que podía ser Lacy en ocasiones, realmente la amaba pero…

-ZzzzZZ-

Unos ronquidos llamaron su atención y ahora Liby estaba sorprendida y un poco molesta al mismo tiempo, bajando rápidamente a nivel del suelo para encontrarse con su última compañera de cuarto, su hermana Lupa, que dormía sin ninguna preocupación en el mundo

-¿Como demonios no se despertó con todo ese ruido?- bufo la peli naranja, hasta que uno de los mechones blancos de Lupa se corrió dejando ver algo de algodón cubriendo el interior de sus oídos –ah, tapones…admito que fue inteligente, pero ya es hora de levantarse tu perezosa- dijo Liby repitiendo lo que hizo con Lacy aunque tampoco despertó, y justo cuando Liby se disponía a sacarla de la cama ella misma Lupa solo dijo entre sueños.

-Quiero montar el pony-

Para luego darse vuelta y acomodarse mejor. Después de varios segundos viéndola inexpresiva, Liby sólo suspiró

-voy a ignorar eso, y tú tienes suerte que Leia no esté aquí para escucharte decir eso- dijo la chica de 14 años –bien, duerme un rato mas, después te envio a Lyra para que te despierte- finalizó la mayor antes de dirigirse a su escritorio donde guardaba los aditamentos de cabeza para su aparato dental y se los colocaba lentamente, haciendo un par de muecas al sentir como su cuerpo aun no se acostumbraba a ellos.

Con un estiramiento final, salió del cuarto, esperaba no tener que esperar mucho en el baño, aun cuando los adultos habían tenido el buen tino de construir 3 baños para toda la casa, con tantas personas viviendo bajo el mismo techo el lograr un lugar en el baño a tiempo podía ser toda una odisea.

Para su fortuna, el baño de su piso no tenia fila, solo vio a Lacy cepillándose furiosamente los dientes

-¿Lacy? ¿Pensé que habías bajado a desayunar?- preguntó Liby extrañada

-Ghria gne rgando ga gragarme gos griendes- dijo Lacy aun con la pasta dental en su boca, y por supuesto que su hermana no le entendió

-¿Qué?-

Lacy escupió en el lavabo y ahora al fin le contestó a Liby –que Lyra me mandó a lavarme los dientes, y la cara y todo eso, ¿y como le hiciste para arreglarte tan rápido?

-¿Mn? ¿Por qué lo dices?-

-Ya sabes, porque tienes los frenos puestos, y solo te lo pones cuando ya terminaste de asearte y todo eso-

Era verdad, se puso su aparato dental sin pensarlo, ¿en serio estaba tan…?

-¿Distraída?- preguntó Lacy

-Sí, eso. ¡Espera! ¡¿Cómo sabias lo que estaba pensando?!-

-¿Pensando? ¡Pero si lo estabas diciendo al aire libre!-

-Oh no…- Realmente estaba ida todos esos días, los pequeños errores de esa mañana no eran los únicos, también estaba el hecho de que sólo esa semana ya había confundido el jarabe con salsa picante durante un almuerzo o realizado una labor deplorable como una DM en los juegos de rol semanales que organizaba con sus hermanos y todo mientras se perdía en sus pensamientos…y todo porque "ese" asunto la tenia pensando desde hace semanas –Bueno, lo siento. Estaré más atenta ¿está bien?-

-¡Sipi!-

-¿y no deberíamos ir yendo? ¿No dejaste tus huevos desprotegidos?- comentó Liby divertida.

-¡Ah cierto! ¡Lyra! Esos son mis huevos! ¡Consíguete los tuyos!- y así como estaba hablando se fue, como un bólido, digna hija de Lynn.

Mientras Liby escuchaba la voz de Lacy perderse en el piso de abajo, se quitó su aparato y se dirigió a asearse (realmente tengo que poner mi cabeza en orden, pronto) suspiró la linda chica, mirándose al espejo

…..

Después de unos cuantos minutos Liby ya estaba en la sala, lista para enfrentar un nuevo dia, y encontrándose a la mayoría de su familia sentada, lista para desayunar

-Buenos días, Liby- se escucho unas cuantas voces a coro

-Buenos días, todos- devolvió el saludo echando un vistazo rápido a los que estaban en la mesa, Loan no estaba por ningún lado, seguramente al contrario de los demás se habría ido a dormir hace poco después de una noche entera de streaming, tía Leni se encontraba charlando alegremente por video llamada con tia Lola al parecer, mientras Bed estaba a su lado intentando cortar los waffles como podía pero no era muy buena así que su hermano rubio terminó haciéndolo por ella, su otro hermano de ascendencia latina se encontraba robándole disimuladamente algunos de sus waffles al blondo mientras estaba distraído con lo de su hermanita, todo ante la divertida mirada de tía Luan quien intentaba contener la risa, y Lacy se encontraba devorando felizmente su copioso desayuno, imitando los modales de su madre quien estaba al lado de ella, mientras que Liena se encontraba aun preparando el almuerzo de los que no se despertaban aun –¿Eh? ¿Donde están Lyra?- preguntó Liby

-Aquí estoy- dijo Lyra pasando al lado suyo y provocando las risitas de los otros al ver como traía a Lupa colgando de la parte posterior del cuello de la pijama, como si fuera un gatito –pase por al lado tuyo hace unos momentos y hasta nos dimos los buenos días, ¿en serio no te diste cuenta?- preguntó Lyra extrañada, mientras dejaba a una enojada Lupa en su asiento

-Gibi ha estado guy disgraiga- Dijo Lacy con la boca llena, ganándose un zape de la castaña religiosa en cuanto le paso por al lado debido a sus modales –Que Liby ha estado muy distraída últimamente- repitió Lacy después de tragar

-¿Pasa algo, cielo?- preguntó su madre – ¿Algo te preocupa?-

-No es cierto, son solo cositas- trato de excusarse Liby

-si alguien te hace bullying podemos ir y romperle las piernas- dijo Lacy sin perder su expresión alegre e incluso ganándose un "esa es mi chica" por parte de Lynn, aunque el resto de la familia las miró raro

-Nadie me hace bullying- ¿en serio era lo primero que se les venía a la cabeza? –solo he estado ocupada pensando en…cosas- dijo le chica de frenos

-¿Alguna clase de cosas en particular, Libs? Mejor dicho, ¿algo que quieras compartir?- preguntó el rubio Lyle, extrañado, no solo por el comportamiento de una de sus hermanas favoritas, sino que juraría que tenia mas waffles en su plato.

-No, solo cosas de chicas- dijo Liby comenzando a comer su desayuno

-¡A-Ah! ¡Perdón! No pregunto mas entonces- dijo rápidamente Lyle y a su hermana le tomó unos momentos darse cuenta de porque se había avergonzado tanto. Y en cuanto lo hizo su rostro se volvió rojo carmesí.

-¡No esa clase de cosas! ¡Tonto!-

-¿Ooooh? Entonces esa otra clase de cosas chicas…¿podría ser que…?- canturreó Luan con su melodiosa voz provocando que Liby se pusiera en alerta ya que todas las mujeres de la mesa sonrieron de oreja a oreja, a excepción de Lacy quien ni se enteró al haberse servido ya la quinta ración de waffles de la mañana aprovechando que su normalmente estricta familia no estaba prestando atención mientras que Bed y los dos varones solo miraban confundidos sin entender lo que pasaba y Lyra solo alzaba una ceja ante lo como su familia estaba actuando.

-No es lo que estas pensando- dijo Liby llevándose un gran pedazo de waffle a la boca, pero ese sonrojo traicionero apareciendo en sus mejillas la delató, las que estaban en la mesa se lanzaron miradas cómplices entre ellas.

-¿Nooo?- volvió a ronronear Luan.

-No, fin de la discusión- dijo ahora prácticamente bebiendo un vaso entero de leche en un solo intento.

-Bueno, ella no quiere hablar de eso por ahora y al parecer no es nada de lo que preocuparse, así que la vamos a dejar en paz, ¿estamos de acuerdo?- dijo Lyra después de golpear su cuchara contra la mesa unas veces para llamar la atención de las demás.

-Mooo, no eres divertida- dijo Luan.

-Hubiera preferido que fuera algo que pudiéramos golpear pero por mi está bien- dijo tía Lynn.

-que no Lola, que no nos quiere decir- dijo Leni a su laptop mientras la reina de belleza maldecía por no poder enterarse del chisme, sea cual fuere.

Liby solo suspiró, amaba a su familia pero en verdad podían ser unos metiches cuando se lo proponían, lanzándole una mirada agradecida a Lyra, quien le guiñó el ojo en complicidad, aunque eso le hizo recordar que no había visto a la otra persona que seguramente no la hubiera atosigado con insinuaciones –¿Donde está papa?-

-Ahí vas otra vez, papá se levantó antes que todos para pintar la pared de afuera de la casa, nos lo dijo ayer- comentó Lupa con su barbilla apoyada en la mesa y apenas haciendo ademanes de comer.

-cierto, nos ofrecimos a ayudarlo pero el apestoso está en su fase de "superhombre que todo lo puede"- se burló Lynn.

-Ya veo- dijo Liby jugueteando con sus dedos.

-¿Quieres ir a verlo? No te va a dejar ayudarlo, pero tal vez puedas charlar un rato, de forma más "privada" y seguro que todas respetaremos tu privacidad, ¿verdad, familia?- sugirió Lyra, ganándose una mirada ofendida de las demás al dejarlas prácticamente obligadas a asentir

-Buena idea, de hecho- dijo, Liby, a fin de cuentas el hombre peliblanco tenía mucho que ver con lo que le pasaba.

-Yo lavare tu plato por ti, ahora ve a verlo- le aseguró Lyra.

-gracias- dijo Liby, levantándose mientras sentía los ojos de los demás en su espalda.

….

No le costó mucho encontrarlo, solo tuvo que seguir el olor a pintura fresca y la música que tenia puesta para motivarse, ahí estaba su papa, subido a una escalera de madera mientras movía su brocha con agilidad, sin embargo lo que más le llamó la atención a la chica fue la vestimenta que usaba, no estaba usando su icónica vestimenta naranja, sino que estaba usando unos viejos pantalones raidos y una vieja camisa sin mangas que tenía varios agujeros, ropa ideal para trabajar, pero que al mismo tiempo le hacía resaltar el saludable físico que se esmeraba en mantener, la peli naranja no pudo evitar sonrojarse ante eso.

-H-hey papa- llamó tímidamente la chica, captando la atención del hombre, quien le bajó el sonido a su estéreo.

-¡Hey! ¡Buenos días castorcita! ¿Cómo amaneciste?- pregunto alegremente el hombre

Liby no pudo evitar reírse ante el apodo, cualquiera pensaría que se lo tomaría como una burla, pero había tanta dulzura en la voz de Lincoln que la chica no podía evitar emocionarse cada vez que lo escuchaba –todo está bien, papá gracias. Aunque…-

-¿Si? ¿Pasa algo cielo?- dijo el hombre retomando su labor aunque manteniendo el oído atento a lo que sea que su hija dijera.

-bueno…eh-

-cariño, sabes que puedes decirme lo que sea, ¿verdad?-

-Sí, lo sé…es solo que es algo…complicado- dijo Liby mirándose los pies.

-O-oh, ya veo, si es el asunto de la pubertad creo que tu madre o una de tus tías serian mas indicadas para esto pero hare mi mejor esfuer…-

-¡¿Tu también?! ¡NO! ¡No tiene nada que ver con "eso"!- exclamó Liby ya algo enfadada

-¡Oh! ¡Lo siento cariño!- se disculpó Lincoln, avergonzado y aliviado a partes iguales –entonces ¿en qué te puedo ayudar?- dijo Lincoln dando unos trazos de pintura mas para disimular.

-pues…- (¡piensa, Liby, piensa! ¡Oh rayos!) -…me invitaron a salir-

Y en cuanto lo dijo sintió dos estruendos uno de ellos era su viejo cayéndose de la escalera, y el bote de pintura sobre él. Y el otro era el estruendoso chillido de las habitantes de la casa, que obviamente la estaban espiando, asustada Liby esperaba ser rodeada de todas las féminas de su familia en cualquier momento, y solo por decir una simple frase, esta definitivamente fue una terrible idea…

-¿uh?- por algún motivo, la estampida Loud no se veía por ninguna parte.

Mientras tanto en la casa…

-¡ATRÁS FIERAS! ¡TENGO UNA ESCOBA Y NO DUDARE EN USARLA!- Amenazo Lyra bloqueando la puerta y blandiendo el articulo de limpieza como si de una lanza se tratase, impidiéndole el paso a las demás, mientras Lyle, BJ y Bed miraban bastante sorprendidos la escena, aun sentados en la mesa.

-¡Lyra tu no lo entiendes!- dijo Lola a través de la pantalla.

-¿Disculpa qué?- preguntó Lyra, sin haberla escuchado porque Leni tenía la laptop bajo el brazo.

-¡A ver Leni! ¡Sostén la laptop enfrente de ella! Ahora si Lyra tu no…- comenzó a decir Lola.

-¡tú no lo entiendes!- interrumpió Leni -¡Esto es algo que solo una Loud puede entender y manejar! ¿Eso es lo que querías decir, Lola?- preguntó tía Leni mientras la Lola de su laptop tenía una venita marcándosele en la frente por ser interrumpida pero se limitó a asentir.

-¡Liby es una de las dos hermanas más importantes para mí y ella necesita a la doctora Corazón!- dijo una Lupa extrañamente decidida poniéndose sus lentes rosas que desentonaban completamente con su aspecto habitual.

-¡Yo soy una Loud y no estoy de acuerdo con esto!- dijo Lyra.

-Ah sí, cierto. Lyra Loud, la que nunca ha tenido un novio sabe más que nosotras, claro- dijo la reina de belleza con sarcasmo puro, lo cual sólo provoco que Lyra la mirara inexpresiva.

-Tía Lola, si nunca tuve novio es porque nunca quise ni necesite uno, ahora con tu permiso…- dijo Lyra moviendo el palo cerca de la pantalla para apretar un botón y terminar la video llamada.

-¡Oye! Esp…-

-Tía Lola ha dejado el chat- dijo Lyra con orgullo.

-Admito que ese fue bueno y el comentario aun mas, cariño pero ya en serio me gustaría hablar con mi hija, es un momento importante, ¿sabes?- dijo Luan.

-Tía Luan, estoy más que segura que Liby te dirá todo lo que quieras saber, ella confía en ti, sólo que quiere hablar primero de esto con papá, ¿está bien?- pidió Lyra con amabilidad.

-¡Oh vamos! ¡El apestoso no sabe nada del corazón de una chica!- exclamo Lynn.

-Pues teniendo en cuenta que logró enamorarlas a todas ustedes y algunas mas yo diría que si sabe lo que hace-Dijo Lyra, divertida.

-Eso…¡Luan dile algo!- reclamó Lynn a su hermana mayor quien estaba extrañamente callada pero conservaba esa sonrisa serena que había desarrollado través de los años.

-Heh, pues digo que Lyra tiene razón- dijo Luan, ganándose una mirada atónita de las demás –¿qué? A veces los jóvenes si tienen más tino para estas cosas-

-pero…¡el chisme!- dijo Leni.

-¿Solo por el chisme estábamos armando todo eso?- Preguntó Luan socarronamente.

-¡Por supuesto que no! Pero…- trató de rectificarse la rubia.

-Nos vamos a enterar después de todas formas así que…dejemos que Linc se encargue primero ¿está bien? Ya ha demostrado con creces que sí sabe de asuntos del corazón ¿no lo creen?- propuso Luan.

Algo enfurruñadas las Loud no tuvieron de otra que aceptar la propuesta y se dispersaron por los diferentes cuartos de la casa, pero no sin antes dispersarse todas asegurando que se enterarían de todo después.

-Vaya tía Luan, gracias. No creo que hubiera podido contenerlas si se decidían a pasar- dijo Lyra limpiándose el sudor de la frente.

-Tranquila cariño, se cómo nos ponemos cuando algo así pasa. Mas me sorprendió ver que no quieres saber lo de Liby- dijo la sonriente Luan con sus manos en sus caderas.

-Es queee…¡si quiero saber!- exclamó Lyra en voz baja –pero tampoco quiero incomodar a Liby- dijo Lyra moviendo incomoda sus pies, algo realmente raro de ver en la elegante castaña.

-Y por eso mismo apoyé lo que dijiste, además ya nos lo dirá en cuanto estemos solas, ella confía bastante en nosotras después de todo, ¿cierto?- preguntó tía Luan guiñándole el ojo tal y como Lyra misma lo hiciera con Liby momentos antes.

-He he he, tienes razón- concordó Lyra a lo cual ambas mujeres decidieron ir a mantenerse ocupadas un rato mientras padre e hija tenían su charla.

-Hey Bobby, ¿tienes alguna idea de lo que acaba de pasar?- preguntó Lyle desconcertado a lo que su hermano sólo agito la cabeza negativamente –mmm, veré si Libs quiere hablar después conmigo, ojala que si- dijo Lyle para luego cortar sus waffles y finalmente empezar a comer, o lo intentó, porque sus cubiertos golpearon porcelana en seco. Mirando hacia abajo se dio cuenta que sus todos sus waffles habían desaparecido misteriosamente, con una vena marcándosele en la frente le clavó la mirada a su hermano menor, quien estaba mirando a un lado, sudando, y tratando de silbar aunque se notaba que tenia la boca llena –tu…- dijo Lyle en un gruñido y Bobby le iba a contestar pero en lugar de eso solo tragó lo que tenía en la boca, dejando salir un satisfecho suspiro –empieza a correr, redondito- amenazó Lyle y BJ no esperó a que se lo repitieran, saliendo disparado como un rayo, con su rubio hermano detrás –¡VEN AQUÍ ALBONDIGA!- rugió el pelilargo.

Todo mientras Bed solo observaba con una ceja levantada todo lo que pasaba, simplemente suspiró y palmeó sus manos un par de veces antes de decir esa frase que sus padres y hermano le habían pedido que usara –Itadakimasu- los Lo…su familia era muy rara.

…..

Ajenos a todo ese pequeño espectáculo que pasaba dentro de la casa, la chica castor y su padre estaban en un incomodo silencio, hasta que el albino se decidió a romper el hielo

-Entonces… ¿Te invitaron a salir dijiste?- rio de forma extraña, y su hija solo asintió, encogiéndose al sentir vergüenza –ya veo…felicidades!- dijo Lincoln –aunque no sabría que decir…-

-Esperaba que…pudieras ayudarme-dijo la chica-

-¿Pero no sería mejor pedirle ayuda a tu madre? ¿O Lyra? ¿O a alguna de tus tías? Seguro que ellas lo manejan mejor- dijo Lincoln rascándose la nuca

-¡NO!- Se negó terminantemente Liby, sorprendiendo a su padre por la firmeza en sus palabras –e-ellas no podrían ayudarme con esto, esto es algo en lo que sólo me puedes ayudar- dijo Liby sorprendiendo una vez más al albino.

-Ya veo, ¿y en que te puedo ayudar, castorcita?- preguntó el albino ya más decidido, si su hija necesitaba de él, entonces toda inseguridad era aplastada, pero su hija no tenía esa misma seguridad al hablar de esto, cosa inaudita teniendo en cuenta la soltura de Liby en cuanto a todo lo demás, el tema realmente debía ser importante.

-Bueno…me preguntaba si podrías darme un par de consejos…nunca he tenido una cita ¿sabes?- dijo la chica peli naranja rascándose la mejilla, y algo molesta por tener el aparato dental en medio.

-Hija…no sé lo que te haya dicho tu madre pero yo jamás de los jamases he salido con un chico- dijo Lincoln con una sonrisa serena…y lagrimeando al pensar que a veces Luan podía ser algo especial con sus broma.

-¡Ay papa! ¡Ya sé que no! ¡No me refiero a eso!- dijo su hija roja como un tomate, no agradecía la imagen mental que su apuesto padre le acababa de dar.

-¿Entonces? Porque como que no entiendo en que te pueda servir- Dijo el albino apenado con la mano atrás de la nuca.

-Bueno…es que digamos que este chico se parece mucho a ti-

-¿oh?-

-Si…es…algo raro-

-Auch-

-¡Lo digo en el buen sentido!-

-Eso ya suena mejor-

-Y siempre me hace reír, me escucha, es amable, es divertido y tiene infinita paciencia…- dijo Liby con un rubor empezando a teñirle las mejillas.

-Ah, parece ser un buen chico- dijo Lincoln con una sonrisa.

-¡Y es TAN apuesto!- suspiró la chica de forma soñadora.

-Ya veo- dijo su padre con una sonrisa forzada y algo de sudor en su frente.

-Y me conoce mejor que nadie- finalizó ella con una sonrisa.

-Que lo mate dice- murmuró Lincoln sin pensar.

-¿Dijiste algo papa?- preguntó Liby confundida-¡No! ¡Nada, castorcita! Me halaga que consideres bueno a ese chico por parecerse tanto a mí- dijo el albino.

-Se podría decir que son como dos gotas de agua- murmuró Liby.

-¿Dijiste algo castorcita?-

-¡No! ¡Nada , papa!- dijo Liby, silbando.

De tal padre tal hija.

-pero volviendo al punto, ¿como querías que te ayudara? Nunca me dijiste- admitió el adulto

-¡Ah! ¡Cierto! Bueno, primero que nada, ¿que crees que deberíamos hacer en nuestra cita? Digo no quiero que sea algo aburrido- suspiró Liby con cansancio.

-Cualquier cosa que los requiera estar en constante vigilancia y a vista de todos- dijo Lincoln.

-¿Eh?-

-Que dudo mucho que lo que yo hacía en mi juventud funcione para los estándares de ahora hija, por eso te dije que sería mejor preguntarle a tus hermanas mayores-

-Pos…no creo que sea buena idea pedirle consejos a quienes nunca tuvieron novio- dijo Liby.

-Ah…que buen punto- tuvo que admitir Lincoln, sin importar lo hermosas que fueran sus hijas ellas simplemente no parecían tener suerte o estar interesadas siquiera en tener pareja, pese a saber que tenían a media escuela detrás de ella –pues si lo pones de esa forma…algo que es universal y nunca pasa de moda es el baile- dijo Lincoln.

-¿Baile?-

-Sí, tu tía Ronnie y yo tenemos muy buenos recuerdos de eso en nuestra niñez, yendo a romper todos los records de las maquinas de baile en los arcades, o lo del baile escolar de Sadie Hawkins…-

-¿El mismo donde estuviste con tía Haiku?-

-De…¿quién te conto eso?-

-Lupa lo escuchó de Lilith-

-Oh…bueno si, ese día termine bailando con tu tía Ronnie en las recreativas pero había ido al Sadie Hawkins con tu tía Haiku…-

-Y con la señora Tabby y la señora Polly-

-¡¿Ok y eso quien te lo conto?!- preguntó Lincoln ya mas exaltado.

-A mama le encanta recordar eso- admitió Liby.

El hombre solo suspiró masajeándose el puente de la nariz, por supuesto que a su hermana le encantaba recordar eso, a veces se preguntaba si lo hacía porque a diferencia de con las demás, él nunca había desarrollado una amistad con Giggles como si lo hizo con Polly y Tabby, y ni decir con Haiku con quien llegaron a ser bastante más en su momento.

-Bueno pero volviendo al punto, bailar siempre es una buena forma de llevarse bien, así que tal vez podrían intentar eso- propuso el hombre.

-Pero, yo nunca he bailado- dijo Liby tímidamente.

-Cierto, pero eres mi hija, y tienes que haber heredado algo de mis pies mágicos, así que vamos! Muéstrame algo de lo que tienes!- animó su padre encendiendo el reproductor una vez mas y poniendo una canción movida y atemporal, que nunca fallaba: Move your Feet del grupo Junior Senior.

Aunque Liby no le entendió y se quedó congelada en su lugar.

-Cariño, no hace falta saber bailar, sólo siente la música y deja que tu cuerpo haga el resto- le aconsejó su padre y esta vez Liby si empezó a moverse…retorciéndose y moviéndose de aquí para allá como una anguila sin pellejo mientras mantenía su expresión sorprendida

El hombre de la casa también era otro sorprendido si su sonrisa congelada y ojos bien abiertos eran una indicación, tal vez su niña si necesitaba unas lecciones después de todo…¿o tal vez así era como bailaban los jóvenes en esos días? el que rayos sabia.

-Okey, eso fue interesante- dijo el hombre apagando el reproductor, aunque su hija seguía moviéndose como contorsionista profesional –ya no hay música cariño- le recordó su padre y la niña finalmente se detuvo.

-¿Como estuve?- preguntó Liby esperanzada.

-¡Creo que tienes algo bueno en esos pies! Pero es mejor pulirlo, y hasta que lo hagas seria mejor pensar en otra cosa- dijo Lincoln con todo el tacto que le fue posible.

-Mmm- musito la chica llevándose la mano al mentón – ¿sabes? Creo que solo podre aprender algo con la experiencia, no sólo con la teoría- dijo Liby en voz alta –así que tengo una idea-

-¿En serio? ¿Y cuál es?-

-Bueno…ten una cita conmigo- dijo Liby con bastante timidez.

-perdón cariño ¿podrías repetirlo?- preguntó su papa creyendo haber oído mal.

-¡que tengas una cita conmigo, tonto! ¡Una de practica!- contestó la chica alzando la voz, sorprendiendo a su padre.

-¿practica?- dijo, el hombre, no captando lo que su hija quería decir con eso.

-simple, si tú me invitas a salir y me muestras como un caballero debe tratar a una dama, entonces yo sabré si este chico vale la pena o no- propuso le adolescente, mirando para un costado.

-…me gusta, cuenta conmigo- dijo Lincoln rápidamente, tomando por sorpresa a su hija quien lo miraba un poco incrédula.

-¿qué? ¿Tan fácil?- preguntó extrañada.

-Mi hija me pidió su ayuda, y puedes apostar que voy a ayudarla así que…Liby Loud,¿ te gustaría tener una cita conmigo?- preguntó el hombre galantemente mientras se inclinaba en una respetuosa reverencia y le tendía una mano.

-¡S-SI! ¡ME ENCANTARIA!- Dijo la chica tomando la mano de su papá para agitarla vigorosamente con sus dos manos.

-Entonces ¿mañana por la mañana estaría bien? Será sábado y tendremos todo el día para nosotros solos, tal y como una cita debería ser- dijo su padre derrochando carisma, y su hija solo pudo asentir, ya que su corazón empezaba a latir desbocadamente –perfecto, ahora iré a tomarme una ducha para quitarme esta pintura, y de paso les diré a tus tías y hermanas lo de la "cita de práctica" a ver si te puedo alivianar un poco la estampida Loud, jeh- dijo el acariciándole la cabeza antes de ingresar al hogar y mientras le daba la espalda no vio como Liby alzaba sus puños a la altura del pecho en señal de clara victoria.

Mientras esto pasaba, Lincoln mismo estaba formando un elaborado plan para proteger a su niña de cualquiera que quisiera aprovecharse de ella, y lo mejor es que lo haría de la forma más lógica y genial posible.

(Muy bien) pensó Lincoln (le daré a Liby la mejor cita de su vida y la hare pasar un día maravilloso. Así dejaré el listón alto, muy alto, tan alto que ningún chico de su edad la impresionará después, así ella estará segura de cualquiera!...ahhh, soy un cretino, a veces quisiera que algo de karma me golpeara) deseo concedido, ya que al entrar pisó una de las pelotas de Lacy desperdigadas por la casa y fue a dar de bruces al suelo (me lo merecía)

De tal padre tal hija.

Las cosas no salieron mal para Liby, al final aunque la turba Loud la rodeó y le preguntó de cabo a rabo quien era el afortunado que la había invitado a salir, la chica solo dio respuestas vagas y nada concreto, incluso llegaron a preguntarle a los dos varones de la casa si no había sido uno de ellos, lo cual negaron categóricamente. Al menos les pareció sumamente tierna la idea de padre e hija teniendo una cita de práctica y no pusieron reparos en ello, la mayoría al menos ya que algunas como tía Lynn no pudieron ocultar del todo esa pequeña vena celosa que toda Loud tiene. Al menos su madre no estaba entre ellas.

Y así pasó todo el día de aquí para allá en las expertas manos de sus tías que ahora si podían darle todos los consejos que querían, al punto que la pobre chica ya estaba hastiada de tanta atención pero la ultima parte era "la más importante" según una de ellas por lo que se paró frente a un espejo mientras su entusiasmada tía hacia su magia en el espacioso cuarto de la tía fashionista.

-Quedarás tan bonita que mandaras a ese chico al suelo de la impresión- canturreo tía Leni mientras le arreglaba el cabello y proponía diferentes atuendos.

-Mamá, Libs aun no tiene esa cita recuerdas? Esto es para la cita de practica- dijo Lyle quien también estaba allí pese a no ser chica, pero sus talentos le demandaban estar ahí, o esa era su excusa -…además si ese idiota, quien sea, no cae rendido ante ente ella por su look normal, entonces no la merece- murmuró el chico apenas bajo su aliento, ganándose una mirada rara de su hermana que no le había entendido.

-¿No creen que deberían dejarla descansar? Ya estuvo todo el día preparándose, va a estar tan agotada que mañana no va a poder hacer nada- dijo Luan quien también estaba con ellos, recostada y viendo un podcast a través de su celular.

-Ya, ya. Tenemos la ropa lista, solo nos queda el peinado, tía Luan- dijo Lyle.

-Y eso es, como, ¡la parte más importante!- acotó la rubia.

-Vienen diciendo que es "la parte más importante" a todo lo que han estado haciendo desde hoy- dijo Liby con fastidio.

-La perfección requiere trabajo duro, ensayo y error- replicó su hermano peinando suavemente su larga cola de caballo –mmm…¿qué tal algo fuera de lo normal? Algo que tome por sorpresa a todos-

-¡Oh me encanta la idea hijo! ¿Y que podría ser?-

-¿unos bucles victorianos? ¿Como una princesa?-

-¡me gusta me gusta!-

-Oigan-

-O un peinado alto como se estilaba en Francia allá en el siglo XVIII-

-¡Me sigue gustando!-

-¡paren!-

-Tal vez un estilizado mohawk femenino-

-¡Eso suena genial!-

-¡No se atrevan!- aulló Liby saltando fuera de su alcance y poniéndose en guardia con ambas manos alzadas como si fueran garras.

-¡Oh vamos cariño! Solo deja que nuestras delicadas manos hagan su ¡magPIGYAH!- Chilló Leni al sentir como su hermana menor había golpeado su nuca y la de su hijo con una revista enrollada una de las tantas revistas de moda que tenia –ouie, ¿por qué la agresión?- preguntó Leni sobándose la cabeza.

-Porque ustedes dos, blondos se están yendo al cuerno, a ver dejen que lo intente yo- dijo Luan con firmeza.

-Sin ofender, tiita, pero la moda no es precisamente tu fuerte- dijo Lyle algo molesto por la interrupción, su tía solo lo miro divertida antes de golpearle la punta de la nariz con la punta de sus dedos –¡hey!- dijo el chico.

-Yo no seré modista como ustedes dos pero sigo siendo una mujer y conozco a mi hija mejor que nadie –dijo Luan parándose detrás de Liby quien ya no estaba en guardia –a veces la simpleza es la respuesta, solo vean- dijo la comediante estrella deshaciéndole la cola de caballo a su hija y dejando que su largo cabello callera por detrás de su espalda como si fuera una cascada, mientras se aseguraba de dejarle dos mechones largos de cabello por delante de los hombros –¿lo ven? Y más importante, hija, ¿lo ves?- dijo Luan tomando los hombros de su hija por detrás para que se vea en el espejo de cuerpo completo.

Y Liby se quedó sin habla, no sólo por el hermoso atuendo blanco y azul que su tía y hermano habían elegido, una elegante chaqueta blanca sin mangas con cortes azules y una falda mediana de color azul. Sino también al ver su cabello, el cual nunca dejaba suelto ya que por alguna razón la avergonzaba, pero ahora? Se veía genial, si podía permitirse algo de orgullo, ella diría que se parecía un poco a Lyra.

-Bueno, quien lo diría, me has dejado sin palabras, tía Luan, ella se ve preciosa- dijo un sonriente Lyle dándole el pulgar arriba mientras aun mantenía sus brazos cruzados.

-¡Estas como que tan hermosa que Linky no sabrá ni que lo golpeo!- dijo Leni con estrellas en los ojos, dejando un silencio incomodo en la habitación.

-Mama, lo de mañana la cita de práctica- le recordó su hijo.

-¿y?- musito la rubia mayor como si no entendiera el problema.

Luan solo rió y Liby deseó que se la tragara la tierra mientras el tono carmesí devoraba su rostro, pero su familia le había dado el voto de confianza que necesitaba, si, ella también podía ser sexy y mañana le iba a demostrar a su papá lo hermosa que podía ser.

(¡Mañana será un gran día!) Pensó la detective de la familia.

Más tarde esa noche.

-Mecachis, no puedo dormir- bufó Liby dando vueltas en la cama, la emoción la estaba manteniendo despierta.

….

Ya en la mañana siguiente una mal dormida pero emocionada Liby se encontraba esperando impacientemente a que su papa llegara a casa.

-No entiendo, como es que se le ocurrió comprar ropa hoy en lugar de hacerlo ayer? Tuvo todo el día para eso!- se quejó Liby mientras su pie tapeaba insistentemente el suelo.

-Bueno, lo iba a hacer, pero tuvo que hacer una entrega de último momento a la editorial sin falta y no nos comentó nada de lo contrario habríamos ido a comprar algo por él- la tranquilizó su madre.

-¡Pero ya está 15 minutos tarde!-

-¿Se habrá perdido en el camino de la vida?- bromeó Luan, ante la irritación de su hija quien iba a contestarle hasta que sintió como tocaban levemente la puerta.

-¡al fin!- exclamó Liby yendo a abrir la puerta –hasta que apaa…ba…aaa- balbuceó la adolescente en cuanto lo vio.

Si, ella veía a su papa todos los días, y apreciaba lo apuesto que se ponía para las citas que tenia con sus tías cada semana, pero esto era otro nivel.

Lincoln vestía un elegante atuendo, pantalones azul oscuro, junto a una camisa negra con cortes naranjas, se había afeitado la perilla, dejando su rostro limpio y prístino, dando una imagen de juventud y genialidad, se sentía un aroma delicioso producto del costoso perfume que a su vez resaltaba su masculinidad mientras llevaba un ramo de rosas en sus manos –siento llegar tarde, pero quería verme presentable para la dama que será mi compañera de hoy- dijo el hombre totalmente en personaje, mientras su hija seguía balbuceando, lo cual le hizo recordar a como sus propias hermanas reaccionaron ante el galán de Hugh ya tantos años atrás (aun tengo el toque) pensó el hombre con orgullo.

Y le reconoció a su hija que sabia como sobreponerse ante las situaciones, a diferencia de sus tías a su edad o incluso más grandes.

-Bi-bien, ¡hasta que apareces señorito!- dijo Liby con su mejor impresión de novia impaciente, el sonrojo que aun no había dominado solo la hacía ver más adorable.

-Perdón, perdón- rió el hombre –al menos traje un regalo para ti, señorita- dijo él pasándole el ramo de rosas a su hija, quien le siguió el juego y lo tomó en sus brazos con ese aire coqueto, pese a su sonrisa extraña al estar completamente fuera de su terreno – ¿podría pasar?- preguntó Lincoln al ver a su hija congelada en su sitio, sacándola de su trance – ¡Y vaya! ¿Es esta tu madre? Ahora veo de donde sacaste tu belleza, ella es todo un monumento a la belleza femenina- dijo Lincoln viendo a su hermana mayor, quien solo rió.

-pues gracias, pero no le dices eso a la madre de la chica que sacaras a salir- le dijo Luan golpeándole la nariz con la punta de los dedos –la quiero aquí a las 10 PM , ni un minuto más tarde ¿escuchaste jovencito?- ordenó Luan es su rol de madre estricta mientras tomaba el ramo de rosas de las manos de su hija para ponerlas en agua.

-A la orden señora- dijo Lincoln.

-¡Muy bien! ¡Vayan y diviértanse!- animó Luan dándoles una pequeña nalgueada a los dos para sacarlos de la casa. Bueno, tenía unas cuantas horas hasta que sus dos amores volvieran así que bien podría darse un día para sí misma, buscar alguna de sus películas viejas favoritas, o ponerse al día con sus hermanas o cualquier otra cosa. Mientras pensaba en eso ahora noto como tanto Lyra y alguna de las niñas estaban viendo con ojos desorbitados y balbuceos de pez como el hombre de la casa se iba, y la más obvia era Lyra, quien hasta tenía un ligero hilillo rojo saliéndole por la nariz –Ayyyy- suspiró Luan con pesadez.

….

Volviendo con el afortunado par, el hombre la guio hasta su auto personal, que sólo se usaba en ocasiones especiales –Obviamente este chico no tendrá auto, pero tampoco te hare caminar toda la ciudad, cielo- le dijo el hombre, y la chica asintió. Por instinto intentó subirse por la parte de atrás pero su padre la detuvo –no, no. La dama tiene el derecho de sentarse adelante, en una cita tu eres su igual, así que no te conformes con menos- le recordó el hombre, avergonzando a su hija quien sin mediar palabra se subió a la parte delantera del auto y comenzaron a andar.

-¿entonces a donde te gustaría ir?- preguntó Lincoln.

-¿Eh? Pues me gustaría comer algo primero. Me muero de hambre- dijo Liby, y como si estuviera de acuerdo su barriga rugió cuando terminó de hablar.

-Espera ¿no habías comido nada?- preguntó el albino, y al escuchar la negativa de su hija se puso en modo padre regañón –pues que mal. El desayuno es la parte más importante del dia, ¡y más aun hoy! ¡Qué necesitaras las energías para todo el día! No hay que ser tan ir…- y entonces su propia barriga rugió, con más potencia que la de su hija, dejándolo avergonzado ante la mirada divertida de la chica de frenos –hay un café por aquí que es excelente- dijo como si nada.

Al llegar y hacer sus ordenes se sentaron a esperar cómodamente y el padre aprovechó para hacer una muy necesaria "incursión."

-Entonces, he escuchado mucho de este chico y de lo genial que es pero aun no sé nada concreto acerca de él- comentó Lincoln como si nada y su hija se tensó de repente.

-No hay mucho que saber- dijo Liby restándole importancia.

-¡Vamos! ¡Quiero saber del chico que se interesó en mi princesa!- dijo el hombre –si viene de una buena familia o si tiene buenas calificaciones ¡ese tipo de cosas!- la animó el hombre amante del naranja.

Su hija ponderó sus palabras unos momentos antes de cubrir su sonrisa con su mano –en respuesta a tus preguntas Sí y sí, no diré más por ahora, te lo diré todo más tarde, lo prometo. Por ahora quiero disfrutar de nuestra cita- dijo Liby, paladeando esas palabras finales "nuestra cita" realmente se sintió bien el decirlas.

Lincoln, por su parte, suspiró con una sonrisa, no iba a presionarla, ya de por si su Liby empezando a interesarse en estos temas era todo un hito –Muy bien, tu ganas y dime. ¿Ya pensaste a donde te gustaría ir? Hoy es tu cita así que puedes pedir lo que quieras- le dijo el hombre con confianza.

Liby tardó unos momentos en responder pero ultimadamente contestó –papá, ¿no se supone que es el hombre el que debe sorprender a su cita, con planear el día y todo eso?-

Lincoln se enorgulleció de los avispada que era su niña y reconoció que tenía un punto, pero estaban en ese papel juguetón y el no iba a ser menos –Cierto, pero el deber de un chico es agasajar a la dama y eso implica hacer cosas que a ella le gusta hacer, y mejor recuerda esto Liby, nosotros los hombres no leemos la mente así que nunca vamos a adivinar lo que pasa en la fascinante mente de una mujer- rió Lincoln con resignación.

Liby no pudo evitar tomarlo como un halago, si mal no recordaba esa era la primera vez que le decían "mujer" y no niña, y por su padre nada menos. –bien…normalmente diría ir a una convención de comics pero…-

-¿Quieres ir a una?-

-…No , hoy no-

-¿Alguna razón en especial?-

-…Se vería raro, ya que me gusten todas estas cosas "geeks" es raro de por si-

-Te voy a poner un alto justo ahí, Liby. Tu no eres rara ni nunca lo has sido-

-¿Eh?-

-No tiene nado de malo que te gusten esas cosas, es lógico y natural como cualquier otro hobby, y además nunca, bajo ningún concepto cambies para gustarle a alguien, recuérdalo Liby, si alguien realmente te ama, entonces deberá hacerlo por quien realmente eres y no por quien estés aparentando ser- dijo Lincoln con total sinceridad, allí no era un juego o un papel, era un padre hablándole con el corazón a su hija y ésta sopeso detenidamente sus palabras.

-Vaya, no sabía que fueras tan sabio- dijo una sonriente después de unos segundos.

-Viene con la edad- dijo Lincoln con la misma actitud.

-¿Es por eso el cabello blanco? ¿Si te pusiéramos una barba y sombrero de punta serias como uno de los magos del señor de los anillos?- se burló Liby.

-¡Llámame "Lincoln el Blanco"!- dijo su papá haciendo el ademan de tener un bastón en su mano, ganándose una carcajada de su hija –realmente me gusta escucharte reír, una risa melodiosa y musical- le dijo, justo con la guardia baja.

-oh vamos, seguro que la risa de mamá es más linda- dijo ella mirando al costado

-Luan tiene una risa muy hermosa, es cierto pero tú y su risa no se miden en "mejor" o "peor" sino en "diferente" y ambas son una joya para el alma- le dijo Lincoln ahora de nuevo avergonzándola por completo, al parecer el papel de Casanova había retornado y había acertado algunos golpes críticos en sus defensas.

-¡Moo! ¡Ya basta!- gimió Liby ante la expresión socarrona de Lincoln

-Castorcita, en serio que no debes dejarte engatusar por unas palabras dulces. Yo realmente creo en lo que dije pero otros tal vez las digan para que te distraigas-

-Si serás tonto, eso ya lo sé. Aunque otro me lo dijera no me causaría nada, es porque tu lo dices que me avergüenzo tanto- murmuró Liby cerrando los ojos, ante el asombro de su padre que iba a preguntarle el porqué de eso, pero justo en esos momentos la camarera llego con sus ordenes, poniendo un gran helado completo en frente de Liby y un sobrio café en frente de Lincoln, para después de darles una cálida sonrisa, marcharse a atender a otros clientes. Lincoln la observo marcharse por unos segundos y aprovechando que Liby estaba distraída, intercambió la posición de las órdenes, en serio ¿por qué nunca se daban cuenta que el que pedía los postres era él?

-Bueno, entonces con eso claro ¿querías ir a una convención?- le preguntó su padre

-Mmm, no la verdad que no, preferiría que vayamos al parque de diversiones- dijo Liby con una sonrisa.

-Ooohhh, ¿alguna razón en especial?-

-No, ambos lugares me encantan y me gustaría disfrutar un poco el sol, aire fresco y todo eso- explicó Liby.

-¡Pues no se diga más! ¡Un parque de diversiones tendrás!- canturreó su papá.

-Es una lástima que no haya traído mi traje de baño, podríamos haber aprovechado el calor que de seguro hará hoy- dijo Liby haciendo que su padre se atragantara con su helado, ya tenía experiencia con los parques acuáticos y como tener a mas de una docena de mujeres hermosas a su cargo, entre hermanas, esposa e hija le habían hecho un experto en apartar a los hormonales incautos que osaban acercarse a ellas guiados por sus trajes de baño, pero hoy no podía ponerse en modo "Rambo" por lo que agradeció que su niña no se hubiera puesto de acuerdo respecto a eso con anterioridad.

…..

Ya habiendo aparcado el auto y caminado frente a la imponente entrada del parque de diversiones, ambos no pudieron evitar sorprenderse ante la extenso que era, y Liby pensó con algo de contrariedad que por más que lo intentaran, no podrían recorrerlo todo en un dia, pero decidida a tomar la iniciativa la chica tomó una de las manos de su padre, quien la miró sorprendido, desde hacía años que ella no lo tomaba de las manos.

-¿Qué? ¿Las parejas van de la mano o no?- dijo Liby, contestándole la pregunta que nunca hizo

-Tienes razón- le dijo el sonriendo, comenzando a caminar hacia el interior del masivo parque

Liby noto como también había varias parejas, reales, yendo al parque, varios de ellos en la misma toma de manos pero los más osados directamente iban abrazados de la cintura, la hija de Luan no tenía mucha confianza para hacer eso si tuvo confianza para rodear uno de sus brazos y apegarse a él bajo la excusa de no separarse en el gentío.

Lincoln por una extraña razón terminó profundamente sonrojado y no dijo nada, Liby aprovechó para mirarlo hacia arriba para darse cuenta de lo alto y fornido que era comparado con ella, y tenerlo allí, para ella sola, se sentía bien. Y su orgullo se disparó cuando un grupo de adolescentes los vio y comenzaron a cuchichear entre ellas acerca de "cómo esa chica de frenos había capturado a semejante adonis."

El día empezó tranquilo, a pedido de Liby fueron al teatro de marionetas, que constaba de un gran atrio donde estas flotaban sobre el público e incluso ella logro atrapar una de las coronas de regalo que éstas lanzaban. Al salir de allí casi se empacharon de algodón de azúcar y con el impulso que les dio la glucosa se sintieron con ganas de hacer algo atrevido, y así se enfrentaron a la montaña rusa, cosa impensable en Liby a quien no le iban esa clase de cosas y hasta se lo pensó dos veces al ver todas las curvas que esta tenía.

-¿Estás segura que quieres subir hija?- le preguntó su padre al ver la mirada preocupada de la pelilarga.

Liby tragó saliva sonoramente y estuvo a punto de negarse pero quería demostrar que ella también podía ser una chica "cool" y acepto sin dudarlo.

-¡Claro que sí! ¡Esto no es nada! ¡Vamos que hay fila!- dijo ella tomando la mano de Lincoln.

Unos cuantos minutos después.

-¡AAAAAAHHHHHH DÉJENME BAJAAAAAR!- Gritaba cierta chica de frenos a todo pulmón, ignorada por los gritos de todos los demás.

Fueron unos cuantos minutos de emocionante tortura.

Al bajarse la chica estaba con sus ojos hechos espirales, se tambaleaba de aquí para alla y su mundo no paraba de girar, después de unos cuantos minutos no pudo más y corrió detrás de unos arbustos para vaciar su estomago, con su padre acariciándole la espalda.

-Lo siento- alcanzo a decir la chica.

-No te preocupes por eso, si supieras la cantidad de veces que paso lo mismo con tía Lana- dijo el hombre rememorando anécdotas de su infancia –para ser tu primer…- comenzó a decir Lincoln pero se paró en seco, su rostro se volvió verde y se lanzó también a los arbustos

-¡¿Papa?!-

-Creo que me afectó, de manera atrasada- dijo Lincoln en medio del "proceso."

-¡Pero te veías bien!-

-Es la edad- admitió el, finalmente poniéndose de pie – ¿sabes? Deberíamos ir a otra parte.

-¿Pero, no deberíamos avisarle a los de limpieza?- dijo ella avergonzada.

-les pagan para esto, hija. Seguro que lo encuentran ellos solos- dijo Lincoln sudando frio –además realmente quiero algo de agua y una menta, y apuesto que tu también-

-Ahora que lo dices, si- dijo ella entendiendo ambos mensajes y saliendo deprisa de allí.

Salvo ese pequeño percance se siguieron divirtiendo en el parque, prefiriendo evitar todos los juegos que los sacudieran de aquí para allá. Los carruseles eran mucho más amigables que una montaña rusa, sumado al museo de estatuas. Un buen rato en el que ambos hasta se estaban olvidando que era una cita.

Mientras caminaban por una arboleda Lincoln escuchó una voz retadora hablándole directamente a él "¡hey tú! ¡Chico rudo! ¿Quieres probar tu fuerza?" El albino ya estaba listo para poner en su lugar a quien sea que le estaba importunando su cita con su hija cuando se dio cuenta que era un sujeto muy fornido con brazos como troncos, vistiendo gafas de sol, sonrisa…y enteramente hecho de plástico. Era uno de esos juegos mecánicos para hacer luchas de brazos contra la maquina y Lincoln pensó que esa era la oportunidad perfecta para mostrarle a su hija que un hombre debe ser fuerte para proteger a su chica y decidió enfrentarse al mecánico hombre.

La primera ronda fue fácil, hasta le resultaba gracioso como tanta gente se quejaba de esos juegos.

La segunda ya fue algo mas demandante pero nada del otro mundo, y sinceramente Lincoln sentía lastima por su rival, además de querer presumir ante su hija, así que para su siguiente ronda ajustó la dificultad en modo "Hércules"

El albino terminó en el piso terminó en el suelo, arrojado por el aparato.

-¡Papá!- exclamo alarmada Liby – ¡cómo te atreves!- se dirigió furiosa al aparato que se estaba riendo con una voz grabada –¡ahora veras!- exclamo Liby tomando la mano del hombre de plástico y siendo mandada a volar igual que su padre.

-¡Ah no! ¡Que se metan con mis niñas es algo que no se lo perdono a nadie!- dijo Lincoln después de ayudar a su hija a levantarse y esta vez posicionarse adecuadamente, afianzando ambas piernas y anclando su brazo, no hizo mucha diferencia, aunque no salió volando, el apéndice mecánico, lento pero seguro, estaba venciéndolo.

Hasta que Liby puso sus manos junto a las suyas y empezó a ayudarlo, haciendo tremendo esfuerzo demostrado en su rostro –¡¿Hija?!-

-¡Vamos que casi lo tenemos!- dijo Liby de forma ahogada.

-¡Bien! ¡Afianza mas tus piernas hija!- ordenó Lincoln.

Y aunque estuvieron a punto de perder, les llego su heroico segundo aire y con un empuje final derrotaron a la maquina aunque el envión propició que perdieran el equilibrio y cayeron uno sobre el otro, más concretamente Liby sobre Lincoln, con sus rostros muy cerca uno del otro, una de las rodillas de Liby en medio sus grandes piernas y ambos pechos tocándose. Todo mientras la alegre musiquita de la maquina los felicitaba por haber conquistado la máxima dificultad.

Se separaron de inmediato e incluso Lincoln se sintió algo extraño.

-Lo siento hija- dijo él, apenado.

-no, yo lo siento. No debería haberme metido, esto es cosa de hombres- dijo ella tratando de calmar el tamborileo de su corazón.

-Bueno…ya sabes lo que dicen, detrás de todo gran hombre, hay una gran mujer- dijo Lincoln

Y allí Liby volvió a tener su corazón flechado, en serio que llamarla mujer ¿después de ese lindo momento? Su padre no tenía piedad…

Después de rapiñar todos los tickets de premios que ganaron gracias la maquina, decidieron que lo mejor era disfrutar de un pequeño paseo por el lago que se encontraba en el centro del parque, incluso pudiendo alimentar a los patos, algo tan sencillo y ala vez tan gratificante, pero Lincoln notó como Liby miraba con cierto anhelo los botes en forma de cisne que algunas parejas estaban usando.

-¿Te gustaría pasear en uno?- le preguntó de repente.

-¿podemos?- preguntó ella esperanzada.

-¡Claro que sí! ¡Vamos a alquilar uno!-

Y fiel a su palabra, a los pocos minutos ya estaban los dos pedaleando lentamente en las aguas del lago.

-Al final es cierto que prefiero las actividades tranquilas- dijo Liby mientras apoyaba su cabeza en los hombros del peliblanco –estoy cansada es por eso- dijo ella, y no estaba mintiendo, no faltaba mucho para el atardecer y al no ser una chica atlética, Liby no tenía mucha resistencia, el estar tan apegada a Lincoln era un genial plus –oh! Vaya, parece que este pequeño tiene hambre- dijo Liby viendo al ave que se acercaba nadando –a ver toma pequeño- dijo ella arrojándole unos cuantos trozos de pan.

Pero el ave no los comió, ni siquiera se inmuto cuando unos cuantos trocitos le cayeron encima, en cambio se quedo mirando fijamente a los tripulantes del bote, sin perder ni un solo movimiento. Sus ojos negros clavados en ellos llegaron a inquietar a Liby –papá, algo raro le pasa a este pato- dijo ella tirando de su brazo y éste miraba nervioso la escena.

-Hija, eso no es un pato…es un ganso- dijo el nervioso, haciendo que su hija abra los ojos de par en par y como si hubiera sido un pistoletazo de salida, el ganso se lanzo dentro del bote con un graznido que más bien parecía un rugido de guerra.

-¡AAAAAHHH! ¡Demonio! ¡Suelta a mi hija!- exclamo el albino al ver como el ave se había ensañado con el cabello de su pequeña detective, con un esfuerzo sobrehumano, logro tomar al ganso y lanzarlo varios metros fuera del bote, pero lejos de asustarse, el ganso arremetió con fuego en sus ojos queriendo abordar otra vez –¡acelera Liby! ¡Acelera!- dijo el padre instando a su hija que le ayude a pedalear con todas sus fuerzas mientras dejaban al pesadillesco ganso detrás.

-¡Tierra!- dijo Liby agradecida, abrazando el pasto una vez tocaron la orilla.

-No te relajes tanto que esa cosa nos puede seguir hasta aquí- le recordó su padre mientras la tomaba bajo el brazo para levantarla y llevársela rápidamente de allí, aparentemente sin notar el pequeño "¡kya!" que le había hecho exclamar.

Aunque fue una experiencia más que bizarra no pudieron evitar reírse de todo aquello y dado que el día estaba pronto a terminar decidieron ver que pocas cosas mas podían hacer. Intentaron ganar más tickets en ese juego de golpear a los topos pero los pequeños ladinos eran muy rápidos y se divirtieron bastante en la casa de los espejos sobre todo en uno donde Lincoln era un enanito y su hija una giganta de varios metros de altura.

Pero lo que realmente los dejo sin habla fue la noria, uno de los orgullos del parque, y aunque intimidados, no dejaron pasar la oportunidad de subirse.

-Vaya, ¿qué tan algo sube esta cosa?- pregunto Liby con una mueca algo preocupada, nada le hubiera gustado más que aferrarse a su padre en esos momentos, pero por un asunto de balance era preferible que estuviera delante.

-Ojalá lo supiera, pero lo que si se es que las personas allá abajo se ven como hormiguitas, uh, no veas, hasta a mi me dio algo de vértigo- aconsejó Lincoln, poniendo nerviosa a la adolescente –pero realmente vale la pena, solo mira la vista-

Y Liby miró.

Y se admiró.

Coincidía justo con la puesta de sol, lo cual hacia que ese brillo dorado y naranja bañara todo a su alrededor, como si una cascada de oro brillante hubiera inundado todo, pero lo que mas hermoso le pareció lo tenía enfrente suyo.

Su padre sonriente, con los entrecerrados por el intenso brillo, como si todo él fuera lo que brillaba, al verlo se dio cuenta que todo había valido la pena.

-Tienes razón papá, la vista es muy hermosa, la más hermosa- dijo ella, enigmáticamente

Aunque no eran las 10 PM que Luan había dado como ultimátum, al caer la noche decidieron volver, no tenia caso tentar a la suerte, y Liby se permitió que su padre la malcriara un poco al dejarse cargar en su espalda, ya que le dolían bastante los pies después de todo un día muy agitado, sintiéndose cada vez mas somnolienta sabía que no duraría mucho mas despierta, no con lo cómoda que era la fuerte espalda del albino.

-Vaya, no sabía que las citas podían ser así de divertidas, nunca pensé que yo tendría una cita- dijo Liby entre bostezos, su padre solo rió.

-No digas tonterías, eres toda una belleza y una chica genial, te aseguro que tendrás muchas más- le aseguró el hombre.

-Heh, veo que se te pegó lo gracioso de mama- contestó Liby, quien arrullada por el sonido del latido de su papa, cayo profundamente dormida. Lincoln no dijo nada más para evitar molestar al tesoro en su espalda.

Después de colocarla suavemente en el auto y arrancar el vehículo el hombre no pudo evitar pensar que su hija seria una completa rompecorazones si tan solo tuviera más confianza en si misma, no sabía si sentirse aliviado al respecto o no.

…..

No les tomó mucho tiempo llegar a casa, las luces prendidas indicaba que todos los estaban esperando. Después de despertar a Liby, quien se tomó sus buenos momentos para desperezarse, ambos salieron del auto. No pudieron evitar reírse ante el disparejo trabajo de la pintura, seguramente las chicas habían intentado darle una mano y terminarlo mientras no estaba, aunque lo que más gracia y ternura daba era una pintura bastante deforme que eran justamente Lincoln y Liby tomados de la mano, seguramente hecha por Lizy.

Aun estaba contemplando ese pequeño Picasso casero cuando sintió como un par de brazos lo envolvían y sintió unos labios darle un profundo beso en la mejilla.

-Gracias por darme la mejor cita de mi vida- dijo Liby con una enorme alegría en su voz.

-Oh, vamos cariño, esta fue tu primer cita, por eso te parece tan buena. Eventualmente tendrás mejores, y sin gansos ninjas asesinos- bromeo el avergonzado hombre.

-Nop, créeme que se que nadie podrá superar esto- dijo ella riendo.

-te divertirás mas con ese chico, te lo aseguro- le dijo Lincoln, tratando de mostrar modestia.

-Ahhh, claro "ese chico"- dijo ella en un tono juguetón

-¿Qué pasa? ¿Finalmente me dirás quien es?-

-Si, después de todo ya no tendré esa cita-

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!- preguntó Lincoln alarmado pensando que por su culpa ahora Liby rechazaría a cuanto chico tuviera enfrente, aunque ella sólo soltó una risita.

-No tendré esa cita, porque acabo de tenerla con ese mismo chico del que hablaba- dijo ella tocando el pecho del albino con uno de sus delicados dedos.

-¿Eh?-

-¡Tú eras el chico del que hablaba tontito!-

-¡¿cómo?! ¡Pero! ¡Espera! ¡Yo nunca te invite a salir!-

-¿Estás seguro?- canturreó Liby, relatando aquella vez varios años atrás cuando estaba jugando con sus dos hermanas inmediatas y le pidieron a su papa que se uniera, y justamente era un juego donde se fingían ser chicas en busca del amor, tal vez fue allí donde Lupa empezó a pensar ser la doctora corazón, pero lo importante era que su papa le había pedido "una cita" a la pequeña Liby en ese entonces, como parte del juego. Y al parecer la pequeña nunca lo olvidó.

Su padre estaba sin habla.

-Aunque te hayas tardado años me alegra que hayas cumplido tu promesa "papi"- le dijo Liby

-Eso fue jugar sucio castorcita- dijo Lincoln

-¡Yo nunca mentí! Y los dos la pasamos bien así que fue un ganar – ganar ¿no crees? Pero si estas enfadado ¡siempre puedes nalguearme después!- dijo ella con esa risa tan melodiosa que tanto le gustaba a su padre.

-No estoy enojado, solo sorprendido- dijo él con alegría.

-Moo que lastima- dijo ella en un tono meloso.

Allí pudo verlo, por un instante pudo ver a Luan en esa actitud, tan llena de vitalidad y alegría, no podía expresar con palabras lo orgulloso que estaba.

-Pues bien, me encantaría que lo repitiéramos, ¿sabes? Estoy segura que tienes muchas cosas más que enseñarme, además tenemos que conseguir más tickets, hay premios bastante interesantes en ese lugar- propuso Liby.

-Me encantaría, es más seria un honor- dijo él

-Ese es el caballero que se robó mi corazón- dijo ella riendo mientras lo tomaba de la mano y entraban a la casa

Lincoln la observaba y al ver lo radiante que estaba pensó que todo había valido la pena.

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Aquí concluimos este one-shot con la castorcita favorita de todos, y ahora aprovechare para contestar los reviews que dejaron en el ultimo capitulo

Trickgl01: Lyra y su cocina secreta son capaces de exorcizar fantasmas y mucho más, te lo aseguro. Y todos necesitamos una Lisa en nuestras vidas.

Jonas Nagera: Me alegra que te haya gustado, y la pequeña Lyra tenía las mejores intenciones, y es el deber de un padre y de un hombre no decepcionar las intenciones de un angelito asi. Aunque seguro que en alguna parte del mundo las recetas de la soperutana son consideradas delicias (?).

GSkull: El ver como un personaje evoluciona siempre es grato de presenciar, trate de darles eso y es realmente gratificante ver que el objetivo se cumplió. Siguen varias cosas mas, no te quepa duda de ello.

AceHikenNo: no voy a mentir, disfrute escribir todo el relato pero la parte del desmayo probablemente fue mi parte favorita.

andres888: Me alegro que te haya gustado esta primer impresión y que te haya gustado esta versión de Lyra, trataré de seguir la buena racha.

Les agradezco a todos por leer y nos veremos pronto en un nuevo proyecto.

¡Hasta la próxima!