Buenas, espero que la estén pasando bien en esta interminable cuarentena, en esta ocasión les acerco una historia acerca de dos alocadas y adorables niñas, la siempre popular Liby Loud y la creciente (en mas de un sentido) Darna Loud, las niñas Luancoln y Stellacoln respectivamente la ultima creada por el artista Procrastinauthor.

Historia hecha como regalo para mi buen amigo GreenSkull, feliz cumpleaños!

Disclaimer: Todos los derechos reservados a sus respectivos creadoresEste fic fue escrito y traducido sin ánimos de lucro, sólo como medio de esparcimiento, por fans para los fans.

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Darby Jones y los cazadores del tesoro perdido

-¿¡Me escuchas teniente Liby!?- se escucho una voz agitada pero firme hablando por un walkie-talkie , casi ahogada por el ruido de las explosiones.

-¡Fuerte y claro! ¡¿Cual es la situación?!- contesto una femenina voz igual de decidida, su lado era más tranquilo pero no bajaba la guardia.

-¡La infiltración falló! ¡Mi unidad fue emboscada y me tienen rodeada!- informo la voz bajo fuego – ¡solicito evacuación de inmediato!- gritó con urgencia.

-¡¿había un impostor entre ustedes?!-

-¡no lo se! ¡Tal vez! ¡No vi a nadie sospechoso!- vociferó darna –¡ahora rápido y sácame de aquí!-

-¡Me gustaría pero no puedo llegar allí! ¡El jeep no esta diseñado para esa clase de terrenos!- contestó la afligida voz de la teniente Liby.

-¿¡Estoy varada a mi suerte entonces!?- preguntaron del otro lado de la línea, con desesperación.

-¡No! ¡Puedo llevar transporte lo más cerca posible y limpiare el camino, pero tendrás que abrirte paso al punto de extracción!-

-¡lo haces sonar tan fácil!-

-¡no lo es! ¡Pero tú eres Darna! ¡La mejor soldado de todo el regimiento! ¡Quien ha burlado a la muerte cientos de veces! ¡Si alguien puede lograrlo eres tú!- dijo Liby finalmente revelando el nombre de su compañera.

-He, halagos para consolarme en mi momento final. ¡Pero acepto! ¡Iré a conquistar la gloria!- rugió Darna, cortando la transmisión, sin importarle los gritos de Liby que le insistían en que no era una misión suicida.

El panorama no era bueno tampoco, la fábrica estaba supuestamente abandonada, pero había algo muy valioso que recuperar de allí, era una misión fácil, pero en un segundo ese enjambre cayó sobre ellos.

Pero no importaba.

La soldado se irguió de lleno con su imponente estatura, mucha más alta que el promedio, era una chica de piel caramelo, cabello negro corto, cubierta en cicatrices delgada lo que contrastaba con la presencia de su figura y unos penetrantes ojos verdes, equipada con una armadura que tenía un tigre pintado, ya algo desgastado y armada con su confiable arma de rayos laser, Darna salto fuera del escondite rugiendo a todo pulmón –¡AQUÍ ESTOY CANALLAS! ¡VENGAN POR MI SI SE ATREVEN!- Ella era un prodigio, y además se había curtido a través de innumerables batallas, esos monstruos no sería nada contra ella y se los demostraría, ola tras ola.

Así fue, sin importar las heridas Darna seguía atravesandolos como si fueran simple mantequilla, tal vez realmente lograría llegar al punto de rescate…

Y allí fue cuando uno de los aliens de mayor tamaño cayo inerte encima de ella al recibir un disparo, inmovilizándola.

-¡Rayos!- pensó la chica, tratando desesperadamente de zafarse, sin éxito –¡pues no se quedaran con nuestra tecnología!- pensó Darna a punto de activar una granada para hacer un ataque kamikaze al ver que esos aliens saltaban sobre ella.

Pero antes que lo hiciera esas plagas fueron desintegradas en el aire por un potente rayo azul.

-¡¿Estás bien?!- gritó una voz que ella conocía muy bien, viendo al lugar de donde vino el rayo pudo ver la figura de su mejor amiga, alta y delgada, algo mitigado por el hecho de estar vistiendo la misma armadura que ella, cabello naranja en una cola de caballo.

-¡¿Liby?!- En efecto, su compañera había llegado a rescatarla y había usado el potente armamento del jeep para socorrer a su compañera, la chica de cabello naranja salto fuera del vehículo lista para socorrer a su amiga –¡¿no que no podías llegar hasta aquí?!- preguntó Darna

-¡Forcé a esa chatarra a obedecer! ¡Nunca te dejaría aquí! ¡Ahora ayúdame con esto y salgamos de aquí!- dijo Liby haciendo fuerza para mover el cuerpo del alien sobre su compañera. Darna no se lo pensó dos veces y con su ayuda lograron mover esa cosa de encima de ella ¡libertad al fin! – ¡Escapemos ahora!- dijo Liby tendiendole la mano. Darna la tomó y de un brinco ya estaba de vuelta en acción.

-¡Gracias!- dijo Darna con una gran sonrisa

-¡No me agradezcas todavía! ¡Primero tenemos que salir de aquí!- dijo una agitada pero igual de feliz Liby.

-¡Tienes razón, contigo aquí estos tontos no son nada!- y apuntando su rayo laser al aun considerable enjambre, ambas saltaron a la batalla…

-¡NIÑAS! ¡YA DEJEN DE JUGAR! ¡LÁVENSE LAS MANOS Y VENGAN A COMER!-

Esa potente voz fue más que suficiente para traerlas de vuelta a la realidad, de repente la fabrica se esfumó, hierro negro y frio fue suplantado por un ambiente de concreto, las dos veteranas guerreras futuristicas ahora eran un par de niñas que vestían armaduras de cartón , el tigre pintado en la armadura de Darna era en realidad la pegatina de un gatito, el alien gigante que le impedía moverse a la guerrera? El cesto de la ropa sucia y ese arma láser en el que Darna tanto confiaba? Era el yeso de su brazo, que estaba decorado con la firma de sus amigas y de toda su familia (lograr que la firma de todas sus tías entrara fue una proeza) con un sitio privilegiado para la firma de Liby.

y ya que las habían interrumpido en pleno salto, terminaron cayendo una sobre la otra, con la pobre Liby debajo de la chica caramelo.

-¡Pero mama! ¡Estábamos en la mejor parte!- se quejó Darna, mientras sentía cosquillas en su barriga por las palabras de Liby quien estaba debajo suyo, quien estaba de acuerdo pero tenía una compañera tamaño familiar encima suyo, tapándola.

-¡SIN PEROS! ¡VAYAN A ASEARSE Y AYUDEN A PONER LA MESA!- Contestó otra voz, también femenina pero incluso más autoritaria.

-Tchhhh, ¡está bien!- contestó Darna –¡Hey Libs! ¡Arriba!- dijo esta, y su hermana saltó buscando que el oxígeno la volviera a los pulmones –¿estas bien?-

-¿ganamos la guerra?- preguntó Liby, algo mareada

-¡Si!-

-¡Entonces estoy bien! ¡Vamos a comer!- dijo la pelinaranja, riendo. Seguida de cerca por Darna.

No eran dos soldados futuristas, eran dos niñas y eso no era una fábrica abandonada, era simplemente la lavandería de la casa.

Así de diferentes eran estas dos, se le podría perdonar a cualquiera por no darse cuenta que las niñas eran en realidad hermanas, pese a no compartir mucha resemblanza mas allá de una figura larguirucha, unos dientes delanteros prominentes y las omnipresentes pecas, casi marca característica de todo Loud.

Y todo se debía a que compartían el mismo padre, Lincoln. Si, aquel mismo peliblanco nerd y blandito había conseguido lo que muchos solo pueden soñar, no se había conformado con salir con una mujer tan hermosa como Stella, la belleza exótica de toda la escuela, sino que había ido por el premio mayor.

No solo había también enamorado a una belleza como Luan, había logrado que Luan y Stella se llevaran bien, se había casado con ambas y de algún modo lo habían hecho funcionar.

(El hecho de que Luan fuera su hermana era el menor de los detalles en este caso)

Y Liby y Darna eran los frutos de esa extraña pero bonita relación entre los tres, cada una tan similar a sus padres y a la vez tan diferentes.

Liby, hija de Luan había heredado la complexión de la comediante a su edad y una gran similitud en cuanto a lo físico, aunque venir de dos padres con dientes prominentes le había pasado factura, prueba de eso era que la abuela, ahora dentista certificada, estaba hablando de la posibilidad de iniciar el uso de aparatos dentales) pero en el lado emocional y de carácter era más cercana a su padre, no solo por su tendencia a sobre pensar cada situación y tratar de tener un plan para todo, la chica era toda una nerd de cuidado.

Darna por su parte, realmente merecía una mención aparte, ella era la perfecta amalgama de sus padres, pero había algo que la hacía sobresalir más que nadie de su edad, y eso era su estatura, cualquiera creería que esto era normal al ser hija de Stella, pero lo de Darna era el siguiente nivel, superando incluso a lo que su madre fue en su día.

Pero esto tenía un lado no tan bonito para la niña, y era el hecho de ser propensa a accidentarse, la pobre no controlaba bien su cuerpo y su coordinación no era de lo mejor, raspones, chocarse contra las bordes de las mesas, terminar pisándose su propio pie, tropezarse con el aire…eran solo una pequeña lista de todo lo que la niña caramelo podía terminar haciéndose a sí misma, y ni siquiera era por ser atarantada, de hecho era bastante tranquila cuando no estaba jugando con su "bestie" Liby.

Ese brazo enyesado, sin ir más lejos, era la más reciente "adquisición" en su lista de "trofeos" o medallas de honor como la misma Darna había comenzado a decirles, al menos su madre Luan si le pareció gracioso, los otros tres miembros de la familia, no tanto.

Y eso sin mencionar la placa de acero reforzado que tenía en la cabeza, producto de un accidente hacía poco, pero que la niña no recordaba y sus padres habían preferido no decirle al menos de momento, hasta que tuviera la madurez suficiente , no evitaba que la niña se extrañara de la cicatriz que se alcanzaba a ver ligeramente cuando se apartaba el flequillo.

Cosas duras le pasaban a ese angelito.

Pero a Darna no le preocupaba, ya los doctores le habían dicho que se acostumbraria con el paso de los años y sería completamente normal, así que era solo un tropezón en el camino (y ella sabía de tropezones, tenía uno cada mañana) y además tenía una familia que la quería a montones y una buena vida ¿qué más se podía pedir?

Pero

No podía negar que ese yeso si le había echado a perder buena parte de las vacaciones, en serio los huesos no solo eran frágiles ¿sino que también tardaban tanto tiempo en sanar? ¿Quién había diseñado el cuerpo humano? ¡Ella lo demandaría! Por culpa de ese brazito (todavía dolía) se había perdido buena parte de las vacaciones, y no podía evitar sentirse culpable ya que Liby había decidido pasar el tiempo con ella en lugar de dejarla sola.

-A ver, te ayudo- dijo Liby abriendo el grifo del lavabo cuando llegaron al tocador, la "pequeña" agradecía el gesto de su hermana pero también le despertaba algo de frustración dentro de ella, más al recordar todo lo que había pasado.

¿Las salidas a la playa? ¿Los viajes en bicicleta? ¿Las salidas a los festivales? ¿Las visitas al cine? Todas canceladas, normalmente solo un brazo roto no habría sido impedimento pero cuando intentaron ir al parque, Darna, siendo Darna, casi se rompe la piernas al quedar su yeso enganchado en unos arbustos al lado de una pequeña colina mientras jugaba a las escondidas con Liby, sino fuera por la atenta mirada de halcón de sus padres habría tenido otro yeso para que su familia pudiera firmar.

-Gracias Libs, te lo aseguro, ¡muy pronto no va a hacer falta que me ayudes!-

-¡Sabes que no me molesta ayudarte tonta!-

-Ya se pero igual-

Pero eso fue solo los primeros días, desde entonces Liby se le había pegado como uña y carne, y las dos tenían las más grandes de las aventuras…dentro de su casa, a resguardo. Al menos ambas chicas tenían una gran imaginación para compensar, y sus padres no tenían problemas en jugar con ellas cuando había tiempo, sobre todo el padre de ambas, pero extrañaban lo real, sentir todo lo que estaba afuera.

-¡tch! ¡Siempre es tan complicada esta parte!- dijo Darna limpiándose los dedos que sobresalían del yeso.

-¿Te ayudo?- preguntó la pelinaranja

-¡que no!-

-Que mala- se burló Liby

Al menos Darna le diría adiós al yeso muy pronto, de hecho ni siquiera lo necesitaba ya, simplemente debían ir al médico a quitárselo, y esto era lo que mas las emocionaba, ya que era una carrera contra el tiempo, la escuela iniciaría la próxima semana y las niñas querían tener una aventura memorable antes de que eso pasara, despedir las vacaciones a lo grande como solo un Loud puede hacer, y nadie se los iba a impedir!...en cuanto se les ocurriera que hacer, ya que su plan "Liberar a Darna de la prisión 'yesica' justo antes que las vacaciones terminen para tener una gran aventura y encontrar un nombre más corto para esta operación" solo llegaba hasta la visita al médico.

-¡NIÑAS! ¡AYUDEN A PONER LA MESA QUE SU PAPÁ ESTA A PUNTO DE LLEGAR!- Volvió a decir una de las maternales voces

Ante esa noticia los ojos de ambas se iluminaron

-¡YA VAMOS!-

············

Listo, ya estaba cerca de casa, un arduo día laboral a un lado y finalmente tendría una merecida recompensa en la forma de un descanso acompañado por su familia, en serio los de la editorial se volvían paranoicos con las adquisiciones de nuevas IPs y aunque normalmente trabajaba desde casa, esos periodos lo forzaban a estar largas y tediosas horas fuera de casa y para colmo un fin de semana, vaya contrariedad.

Pero no lo malentiendan, eran solo menores contratiempos, gajes del oficio.

La vida le iba bien a Lincoln Loud, probablemente una forma del universo de devolverle todo el buen karma acumulado sumado al inmerecido mal karma en toda su niñez, a veces se preguntaba si no estaba viviendo un sueño. No solo tenía dos hermosas esposas (¡ya el solo tener una era todo un logro en esos días!) sino que las dos eran tan amorosas y divertidas , había ocasiones en las que aun no podía creer que Stella lo haya elegido como el hombre de su vida.

Pero si tenía que ser sincero, lo de Luan era lo que más le sacudía el piso todos los días, para empezar admitir que tienes sentimientos por tu propia hermana ya era una rareza suficiente, ¿pero que además esos sentimientos sean recíprocos y que ella acepte compartirte con otra mujer? Gracias universo, el tomaría ese regalo sin darle muchas vueltas al asunto.

El camino que habían recorrido juntos era algo que atesoraría por siempre, las citas que habían tenido al principio habían sido desastrosas pero no se echaron para atrás, y encontraron la química necesaria y a partir de allí todo anduvo sobre rieles.

Luan ahora trabajaba dando shows de stand up comedy en prestigiosos centros de entretenimiento, su carisma finalmente era bien recompensado con algo que le permitía ganar una buena cantidad y trabajar cerca de casa para no apartarse de la familia.

Stella no había perdido ese espíritu aventurero a lo largo de los años, y busco algo acorde a eso al crecer, tal vez no era lo mismo que las caóticas andadas que tenía con la pandilla pero su trabajo de guía turística le sentaba de maravilla, en verdad Royal Woods era una joya en bruto para los turistas.

Recordar eso siempre lo ponía de buen humor, y así mientras aparcaba el auto en la entrada, Lincoln se dirigía a la puerta, el inicio con sus esposas había sido genial, pero lo mejor vino después…

Y como si sólo pensar en ellas fue suficiente en cuanto abría la puerta y anunciaba su llegada, no llegó a terminar la frase cuando fue tackleado por dos manchones amarillo anaranjado, mandándolo al piso, su maletín salió disparado al aire y atrapado con clase por Luan quien reía ante la tierna, pero graciosa escena, increíble como la vista de dos niñas pequeñas derribando a un adulto no dejaba de divertirla.

Allí estaba en el suelo su esposo, con sus dos retoños refregándose en su pecho, preguntándole emocionadas como había ido su día y éste riendo y tosiendo a la vez trataba de recuperar el aire.

-¡Tranquilas niñas! ¡Aquí estoy estoy!- dijo el albino entre risas y acariciando las cabezas de sus pequeñas –si, hoy fue un buen día, conseguimos otro superhéroe para la editorial-

-¡¿Otro más?!¡Eso es genial papi!- dijo Liby

-¡Juntando a todo esos superhéroes para tu equipo! ¡Eres como el calvo del parche!- dijo Darna emocionada recordando la película de "Los Peleadores" que habían visto hace poco , dejando en blanco a Lincoln y haciendo que Luan se desternillara de la risa.

-¿Qué tanto escándalo es este?- dijo Stella apareciendo en escena –aww bienvenido cariño- Stella era normalmente la más autoritaria de la casa, pero ni ella podía evitar derretirse ante escenas como esa.

-Yo, Stella ¿cómo fue tu día?- dijo Lincoln mientras ambas niñas empezaban a jugar a las palmas encima suyo, sin importar que el yeso estuviera en medio.

-Bastante bueno, de hecho mejor de lo que esperaba pero en serio ¿vamos a hablar mientras estas en el suelo y con tus hijas encima?- pregunto Stella frunciendo el seño.

-No le veo nada de malo, se ven adorables- dijo Luan quien por fin había dejado de reír -y no recuerdo que tú te quejaras cuando nosotras charlamos estando encima de él- le susurró al oído.

Stella pasó de color caramelo a tomate en un segundo y chillo mientras le daba un golpe en el trasero a Luan con la cuchara que traía en las manos, haciendo que la comediante aullara también.

-¡Hey! ¡No enfrente de las niñas!- se quejó Luan masajeándose la retaguardia.

-¡Eso lo debería decir yo!- reclamo una indignada y aun sonrojada Stella, Luan tenía ese talento para avergonzarla sin el menor esfuerzo.

-¿Se puede saber qué hacen?- preguntó Lincoln ya de pie enfrente de ellas, y con una niña debajo de cada brazo.

-Le recuerdo a Stella lo sexy que es y me lo agradece con una nalgada, ya sabes lo usual- dijo Luan, esquivando el zape de Stella y aprovechando para arrojar sus brazos alrededor del cuello de Lincoln mientras le daba un profundo beso, con piernita levantada incluida –ya tendremos una discusión mas "profunda" más tarde ¿entiendes?- le susurro al oído, provocando el mismo efecto que en Stella

-¿Qué tanto están curioseando ustedes dos? ¡Ya vayan a asearse que es hora de la comida!- dijo Stella.

-¡Pero si ya nos lavamos las manos!- se quejaron las peques de la casa

-Anduvieron tocando el piso, así que a limpiarse otra vez, ¡y sin peros!- la voz de Stella no dejaba lugar a réplicas, sin importar cuantos pucheros hicieran las dos…

-Tú también Lincoln-

O los tres.

Igual Lincoln solo sonrió, robándole un beso cuando paso junto a Stella –eres irresistible cuando te comportas así, Stella- le dijo el hombre en tono seductor. Y aunque la mujer se sonrojó esta vez no hubo golpe, solo una belleza apretándose el pecho mientras su hombre entraba a la casa cargando a las niñas, quien suspiraban al ver lo romántico y galán que era su padre.

-nos sacamos la lotería, ¿no lo crees así, Stell?- le dijo Luan pasándole un brazo por detrás de la cabeza, sin bromas, estaba siendo sincera aquí.

Y viendo como Lincoln jugaba con sus hijas, luciendo tan radiante pese al duro dia que habían tenido, no pudo más que asentir.

-no lo cambiaría por nada del mundo- dijo Stella.

-Esa frase es propiedad intelectual de los Loud, me temo que voy a tener que demandarte- dijo Luan.

-¿Q-que carajos?-

-Ah no espera, cierto que ahora eres Loud cuando te convertiste en mi esposa, entonces está todo bien-

-¡a ver a ver! ¡Yo soy esposa de Lincoln! ¡No la tuya!-

-no te preocupes, Linky también es mi esposa- rio Luan escapando dentro de la casa

-¡si serás!- amenazó Stella cerrando la puerta tras de si.

….

Ya todos sentados a la mesa (y las niñas finalmente vistiendo sus ropas normales, suéter amarillo para Liby, mientras que Darna tenía un vestido rosa y negro además de un bonito moño naranja en la corona de su cabeza) y disfrutando la buena sazón de Stella (Luan la supervisaba…más o menos) se dispusieron a disfrutar de ese momento en familia, lo usual, los adultos platicaron de su día, de lo mucho que se habían extrañado, y otras palabras de doble sentido que no se enteraron las niñas, quienes se limitaban a jugar incluso en la mesa, hasta que Stella les llamó la atención a ambas para que se comportaran de una vez

-Entonces, ¿qué nueva aventura tienen para contarme mis niñas? ¿Encontraron un reino perdido? ¿Participaron en una gran carrera? ¿Salvaron el mundo? ¿O lo conquistaron para ustedes?- preguntó Lincoln sabiendo lo imaginativas que eran sus niñas le recordaba a él cuando era niño, le enorgullece…y preocupaba un poco.

-¡nope! Hoy fuimos guerreras futurianas que tenían que encontrar un tesoro en una fábrica abandonada- proclamó con orgullo Liby

-Se dice "futuristica" castorcita- le dijo Lincoln con una sonrisa, dejando los ojos de Liby como puntitos negros, Darna trataba de aguantarse la risa, era sabido que a Liby no le gustaba admitir que se había equivocado

-¡El nombre de la raza que inventamos era "futuriana"!- se excusó rápidamente la niña

-¿En serio? Yo ni lo sabia- dijo Darna, haciendo que Liby le lanzara una mirada de "¿cómo pudiste?"

-¿Y qué tesoro querían encontrar?- pregunto Lincoln, no queriendo activar el modo dramático de Liby

-Pues…¡ni idea!- admitió la chica –ya íbamos a pensar en eso cuando llegáramos allí-

-Pero justo cuando estábamos a punto de escapar fuimos transportadas a otra dimensión por las dos tiranas del espacio- dijo Darna

-Oh cielos…eso suena terrorífico- dijo Lincoln ahogando la risa que le provoco ver las caras de Stella y Luan

-(…¿en serio nos acaban de llamar tiranas?)- pensó Stella con la mente en blanco

-(¿tirana del espacio eh?...mnh no suena mal)- sonrió Luan

-No importa seguro que hallaremos mejores tesoros la próxima, además me gusto eso de conquistar el mundo que dijiste- dijo Liby

-Anota eso, mañana seremos supervillanas- dijo emocionada su hermana.

El padre de familia negó con la cabeza, divertido.

-Pero sabes…ehm- empezó a decir Darna, cohibida.

-¿sucede algo, cielo?- preguntó Stella.

La chica se removía en su asiento, intentado encontrar las palabras correctas, Liby la tocó con el pie dándole ánimos.

-Bueno…mañana me quitan esto- dijo Darna mostrando el pesado armatoste que tenía en el brazo.

-¿Si?- dijeron sus padres, preguntándose a donde quería llegar su hija, aunque Lincoln tenía una ligera idea.

-Y me gustaría que una vez que me lo quiten, podamos ir a divertirnos afuera, en lugar de estar en casa- dijo Darna tímidamente.

-¿Oh era solo eso cariño?- dijo Stella suspirando aliviado –no hacía falta tanto drama, me encantaría que lo hice ramos-

-¿En verdad?- dijo Darna mientras le brillaban los ojos

-Claro, supongo que una visita al zoo o algo así no estaría mal- propuso Stella sonriendo, aunque Darna no estaba del todo emocionada.

-Ehm-

-¿Si?-

-¿Y no podría ser otra cosa? ¡Quiero decir me encanta el zoo! ¡Pero es la primera vez en meses que voy a poder usar el brazo!¡ Me encantaría hacer algo más que solo mirar!- se quejo Darna

Ella era una niña en crecimiento, necesitaba jugar y moverse por ahí, no estar confinada a la casa todo el tiempo!

-Pero cielo…- intento intervenir Stella

-Andar en bici, o ir a los columpios o trepar a los arboles ¡o lo que sea! ¡Me encantaría hacer eso otra vez!- no estaba enojada, solo frustrada y consigo misma para peor

-¡pero cariño! ¡La ultima vez te lastimaste muy feo!- reclamo Stella, quien realmente estaba en lo cierto

-¡Tal vez si pero esta no va a pasar!- dijo Darna con seguridad

-¡Eso! ¡Además yo voy a estar ahí para cuidarla!- dijo Liby quien finalmente había tenido chance de meterse a la conversación

-Pero si ustedes ya están juntas todo el tiempo, pareciera como si fueran un par de gatas *siamesas* pfff ¿entienden?- dijo Luan haciendo alusión al bordado de gatito que Darna solía usar en sus ropas, tratando de relajar el ambiente con un clásico chascarrillo.

No salió del todo bien, las niñas no entendieron el chiste y Stella entrecerró los ojos al verla mientras Lincoln le dedicaba una sonrisa nerviosa.

-Pufff ¡que amargos!- se quejo Luan

-Ehm antes que la cosa se desmadre, ¿nos podrías decir que les gustaría hacer, peques?- preguntó Lincoln y las niñas pensaron un poco

-Lo de hoy estuvo emocionante- comenzó Darna

-La búsqueda del tesoro- continúo Liby

-¡Y luchar contra esos aliens!- exclamó excitada Darna

-Así que algo así en la vida real- dijo la pelinaranja

-¡Queremos buscar un tesoro!- chillo la chica del moño naranja mientras su hermana asentía efusivamente

-¿Un tesoro?- fue la pregunta general de los padres, ¿de que estaban hablando las niñas?

-¡Si! ¡Un tesoro fantástico que nunca antes se haya encontrado!- exclamo Liby

-…¿Y donde está ese tesoro?- preguntó Lincoln

-¡No lo sabemos! duh ¡Hay que buscarlo primero!- dijo Darna como si fuera lo más normal del mundo, ante esto Stella se hundió en su asiento y Luan no pudo evitar reírse –¡hey!¡ Nosotras vamos en serio!-

-Vamos vamos no te enojes, corazón- dijo Lincoln apaciguando las aguas –¿como van a encontrar este tesoro si no hay idea de donde empezar a buscar?-

-¡Eso solo lo hace más emocionante papi!- dijo Liby

-Pff, ok ahí tienes razón- las ocurrencias de sus hijas siempre le hacían el día

-Entonces…¿nos dejarían?- preguntó Darna tímidamente

-Mmm, ¿les digo que? Charlaremos sus mamas y yo después de comer y veremos a ver qué se puede hacer- propuso Lincoln.

-Mooo….eso siempre significa que no…- dijeron Darna y Liby cabizbajas y comiendo en silencio por el resto de la cena, Stella siente algo de culpa ante esto.

…..

-¿Pueden creer las locuras de esas dos? ¡En verdad son Loud pura sangre!- rio Luan dándose palmadas en las piernas, ahora si se podía reír con ganas al no estar presentes las chicas

-Hey, no te burles, solo son niñas- la regaño Stella mientras bostezaba, ambas recostadas en la cama tamaño real que tenían para los tres, la tenue luz anaranjada difuminándose con la oscuridad le daba un ambiente acogedor al cuarto, la hacía sentir somnolienta

-No me burlo, de hecho me encanta que sean así. Un niño sano necesita salir afuera ¿sabes?- dijo Luan sonriendo.

-Luan…- le dijo Stella, gracias a los años viviendo con ella, ya podía leer entre líneas lo que la comediante decía

-Solo digo que tal vez, solo tal vez si podamos darles el gusto- propuso Luan, tratando de convencer a su amiga

-No-

-¿Así sin más?-

-Así sin más- la voz de Stella era firme, pero sus ojos demostraban que no le gustaba del todo lo que decía.

-A ver chicas, saben creo que Stella tiene un punto- dijo Lincoln acercándoles una bandeja donde había tres tazas llenas de humeante té con leche-

-Gracias Link- dijo Stella tomando su taza, Luan chasqueó los labios al ver que su hombre estaba favoreciendo a su otra mujer, si, eran amigas pero había prioridades!

-No te me enojes Luan- dijo Lincoln acercándole la bandeja a Luan, quien suspiró antes de tomar su te

-No me enojo, me frustro, un poquito, como lo estaba la pequeña Darna- dijo Luan con sinceridad, haciendo que Stella entendiera el mensaje

-Solo no quiero que mi bebe se lastime…-dijo ella, cabizbaja, era increíble lo mucho que se parecía a la Darna de horas atrás

-lo sé, lo sé. Perdón Stella, te comprendo, nunca es lindo cuando se lastima uno de tus niños- la apoyó Luan –simplemente se veían tan desanimadas que no puedo evitar sentirme mal por Darna-

-Bueno…de eso les quería hablar- dijo el albino ganando la atención de sus dos mujeres –las niñas se han comportado bien y fue todo un logro que ellas se mantuvieran dentro de casa todo este tiempo así que…-

-Lincoln no- previno Stella

-Espérate espérate, déjame terminar, no es lo que piensas- la tranquilizo Lincoln –digo que ellas quieren tener una aventura, su "búsqueda del tesoro" como ellas lo llaman, que tal si nosotros mismos preparamos ese tesoro?- propuso Lincoln con una sonrisa, haciendo que las mujeres se interesaran

-¿Dices que sea como un juego entre toda la familia?- preguntó Stella

-Sí, pero en esta ocasión solo nosotros sabremos que es un juego, las niñas pensaran que es verdad- dijo Lincoln guiñando un ojo.

-Fufufu, creo que ya se por donde va la mano- dijo Luan –y les podemos decir que esta exploración es una recompensa por haberse "desyesado"-

-¡Eso mismo!- dijo Lincoln, aunque Stella aun se le notaba dubitativa, por lo que prefirió consultarlo con ella antes –¿tú qué crees Stella?-

-…No lo sé Linc, no estoy segura- dijo ella

-Entiendo, ¿pero y si es algo que tu elijas?- propuso Lincoln

-¿Eh?-

-si, así sabrias que todo lo que pase allí es seguro, tu puedes elegir el lugar para que las niñas exploren, todo saldrá a pedir de boca, el sitio es seguro y los tres estaremos encima de las niñas, observando para que nada malo pase, ellas se diviertan, tienen su "gran aventura" antes que vuelva a empezar la escuela y nosotros hacemos algo bonito por ellas, ¡todos ganan!- continuo Lincoln con entusiasmo -…claro, solo si te parece bien, Stells. No te sientas obligada ni nada por el estilo- tranquilizo el padre de familia.

A Stella le tomó unos minutos contestar, viendo el baile hipnótico de su te en sus manos, sopesando cada posibilidad, no podía sacudirse ese miedo y esa preocupación materna pero en el fondo sabía lo vibrante que era su hija cuando finalmente podía soltarse y actuar como la niña que era, tal vez había sido demasiado estricta, pero si podía solucionar eso, paso a pasito…

-hay un pequeño claro en un bosque abierto cerca de aquí- comenzó a decir lentamente la madre de Darna . Llamando la atención de los otros dos -las rutas de turismo lo ignoran ya que no hay nada atractivo allí, esta muy cerca de la autopista, así que podemos volver a la ciudad en cualquier momento-

-stella, ¿entonces?...- pregunto Luan

-¿lo recuerdas Linc? A veces jugábamos allí cuando éramos niños- le dijo Stella sonrojándose –claro que por aquel entonces no había autopistas-

-ahh lo recuerdo, también tuvimos una cita muy bonita allí, a la luz de la luna- dijo Lincoln con añoranza - que terminó con resultados sex…-

-cachonditos, segunda esposa aquí – dijo Luan en tono de broma pero el tamborileo de sus dedos indicaban algo de celos

-perdón perdón- dijo Lincoln, aunque Stella solo le mostro la lengua –¿entonces dices que las niñas se divertirán allí?-

-sí, allí no hay agua así que no hay peligro por esa parte, tampoco hay animales salvajes, y no hay plantas venenosas ni nada por el estilo, es muy seguro- dijo Stella –seguro que las niñas la pasan bien allí-

-bueno si estamos todos de acuerdo…- dijo Lincoln

-yo sí, las peques al poder- dijo Luan

-yo también, ya quiero verle la carita a Darna- dijo Stella quien finalmente sonreía con total optimismo

-…entonces damos por iniciado la operación "asegurarse que las niñas la pasen bien con esta búsqueda del tesoro planeada mientras que nos aseguremos que no se den cuenta de eso y encontrar un nombre mas corto para esto"- dijo Lincoln mientras sus esposas se le quedaban viendo sin expresión –ehm…¿de tal padre tal hija?- sonrió nerviosamente el albino, las mujeres solo suspiraron

-¿qué les daremos de premio?- pregunto Stella para cortar la incomodidad

-¿eh?-

-¿que que les daremos como tesoro? ¿O cómo lo haremos mejor dicho?-

-pensaba que con enterrar un simple cofre bastaría, y por lo que tenga dentro…ehm ¿ideas?-

-me encantaría darles golosinas pero creo que se darían cuenta que todo estaba armado- suspiro Stella

-¡no busquen más! ¡Yo doy las mejores sorpresas!¡ Me asegurare que ese tesoro sea algo digno de recordar!- dijo Luan golpeándose el pecho

-Creo que Lucy podría ayudar- dijo Lincoln tratando de hacer como que no escucho a Luan

-¡HEY!- se quejo la comediante

-perdón Luan, pero a veces…te emocionas un poco con las sorpresas- dijo Lincoln tímidamente

-¡estas exagerando!-

-¿recuerdas mi último cumpleaños?- le dijo Stella con una expresión aburrida

O claro que lo recordaba, había sido una fiesta clásica pero genial y entonces llego la hora de los regalos y justo el pequeño regalo de Luan, de alguna forma, cuando Stella lo abrió, libero una gigantesca cabeza de bufón riendo, era solo una broma para después darle el verdadero regalo, pero para cuando la comediante dejo de reír el resto de la familia estaba desmayada y echando espuma por la boca

-…llama a Lucy- fue todo lo que dijo Luan, sudando frio.

….

-¿Hey luce? ¿Estas ahí?- llamo Lincoln por teléfono, algo extraño de preguntar pero su hermanita había tomado la rara costumbre (otra mas) de contestar la llamada y quedarse en un sepulcral silencio hasta que el otro contestara

-Heme aquí hermano mío. Las cartas del tarot auguraron tu llamada- dijo la solemne voz de Lucy

(¡No empieces por favor!) rogaba Lincoln en su mente, aun después de años no se había podido sacudir el trauma de aquella vez en que Lucy le leyó la fortuna y tal vez debido a haber crecido junto con ella, era bastante supersticioso –que bien, el tarot, claro…mira me sienta mal llamarte solo por esto pero necesitaba pedirte un favor-

-si deseas expandir tus redes carnales a otra miembro de la familia estaré mas que encantada- dijo Lucy en el mismo tono de siempre , pero fue suficiente para que Lincoln se ahogara con su saliva –veo que mi propuesta te dejó sin aliento-

-¡no es por eso tonta!¡Y no te llamo por eso!-

-aun…-

-¡nunca! ¡Estoy felizmente casado!-

-no hay dos sin tres-

-mira mira mira- dijo Lincoln masajeándose los ojos –en realidad quería ver si podías poner tus talentos de anticuaria a relucir, seria por tus sobrinas, ¿que dices?-

(Por favor Lucy concéntrate en esto) rogó Lincoln en su mente

Afortunadamente, la dama gótica correspondió a ese deseo

-¿y en que puedo ayudar a esos hermosos retoños del pecado?-

Y lo hacía con su prosa tan singular

Después de contarle lo sucedido Lucy estaba más que dispuesta a brindarles una mano

-¿pero que esperan que haga? Amo a mis sobrinas pero no puedo dejar que una de estas reliquias vuelva a la tierra, necesitan un amo responsable- dijo Lucy observando la vasta colección de rarezas de todo tipo que había en su tienda.

-ya lo se Luce, nunca te pediría algo como eso. Pero creo recordar que para recibirte en tu profesión tuviste que aprender a restaurar objetos-

-continua-

-y creo también recordar que eso incluía clases de joyería…-

-quieres que le confeccione algo así a las niñas para que de verdad crean que encontraron un tesoro ¿verdad?-

-s-solo si no es original, que sea una imitación, no podemos pagarte algo real-

-ya veo, muy bien acepto y mis servicios serán gratuitos-

-¿de verdad?—

-por supuesto, no podría cobrarle a la familia-

-le cobraste a Lola un dineral para venderle el cetro de esa reina holandesa- dijo Lincoln

-era francesa y me expresaré mejor, no sería capaz de cobrarte a ti, Lincoln-

-¡oh! Vaya, no sé qué decir- dijo el albino algo incómodo

-sólo di gracias- propuso la pálida mujer

-cierto, gracias Lucy-

-y di que quieres que me una a tu lecho-

-GRACIAS LUCY EN VERDAD GRACIAS-

-suspiro-

-bueno entonces pasare a recoger lo que sea que hagas …¿cuando?- pregunto Lincoln

-no te preocupes yo lo llevare así podre ver a las niñas y no será simple joyería, ellas merecen algo mucho más valioso, también confeccionare un pequeño cofre de madera, será mas auténtico de esa forma- dijo Lucy, se podía detectar un dejo de entusiasmo en su voz

-¿espera, que vas a hacer?- preguntó Lincoln con un súbito sentimiento de inseguridad

-descuida hermano mío. Ya lo veras y quedaras encantado, ahora te veré pronto y apareceré cuando menos te lo esperes- dijo Lucy en un tono que trataba de ser sensual, pero sonaba tenebroso, mas aun cuando le sopló un beso antes de colgar

Lincoln se quedó estático unos momentos mientras su celular indicaba el final de la llamada

-…¿estoy nervioso porque no se que clase de premio fabricara Lucy? ¿O estoy nervioso porque ella vendrá justo aquí?- dijo Lincoln en voz alta, sin obtener respuesta

….

Ese asunto tendría que esperar, ya que el día siguiente era el gran día cuando a Darna finalmente le quitarían el yeso del brazo. La pequeña estuvo nervios durante todo el trayecto, pero ayudo a que ambos padres la acompañaran, sumado a la presencia de su hermana, realmente eran inseparables esas 2

Todos sudaron frio cuando el doctor trajo la sierra y esta empezó a girar haciendo ese ruido tan característico, a ese punto Darna estuvo a punto de huir sin importarle las consecuencias pero su madre la tranquilizó prometiéndole que la recompensaría si se portaba bien.

Valió la pena, después de quitarse esa cosa del brazo lo primero que Darna hizo fue agitarlo como si fuera la hélice de un helicóptero, casi golpeándose con una pared pero Liby moviéndola del camino ayudó, lo importante era que se sentía *libre*

Y las sorpresas aun no acababan

-cariño- la llamo Stella

-¿que pasa mami?-

-bueno, sabes con tu papá y tu mama Luan estuvimos pensando seriamente lo que dijeron sobre su búsqueda del tesoro- empezó la joven mujer

-¿si?- pregunto Darna, comenzando a emocionarse

-creo que…si podemos dejarlas tener su aventura- dijo Stella, quien apenas terminó la frase se escuchó el chillido emocionado de ambas niñas abrazandose y festejando.

-apapa, primero esperen a que su madre termine de hablar, niñas- les recordó Lincoln.

-Estaremos con ustedes para asegurarse que no se lastimen, pero fuera de eso ustedes podrán hacer lo que quieran- aseguro Stella –hasta tenemos un lugar perfecto qu e tal vez tenga un tesoro!- dijo emocionada la mujer.

-¡¿y cuál es?!- dijeron las niñas a coro

-este lugar, al norte de aquí, es en el bosque, imagina lo que alguien pudo haber enterrado allí- les guiño el ojo la mujer mientras les buscaba una imagen GPS.

Si, el verlas tan felices definitivamente valía la pena y Stella se sintió con el corazón mucho más ligero. La excursión seria el siguiente fin de semana, el último antes de volver a clases, un bonito broche de oro para esas accidentadas vacaciones. Ahora solo restaba dejar a las niñas en casa y visitar el claro y encontrar un buen lugar para enterrar lo que sea que traería Lucy durante la semana.

Pero el hombre propone…

-¡¿qu-que significa esto?!- exclamó Stella consternada al ver el claro que habían elegido estar al tope de gente

-¡hay Stella!- la llamo alegremente una voz, una compañera de trabajo de Stella, quien se acercaba trotando hacia ella

-¿Melanie? ¿Qué haces? ¡¿Por qué está esta gente aquí?!- exclamo frustrada la madre de Darna, necesitaba una explicación

-¿ah esto? Pues recordé como decías que este lugar no tenia atractivo turístico asi que pensé en una forma de hacerlo rentable, resulta que es perfecto para montar una pequeña sucursal para nuestra división de paseos al aire libre!- explico Melanie –ya sabes, aquí no hay nada de nada, y es muy seguro. Es un gran lugar para aquellos que solo quieren relajarse-

-¿por qué hay tantas personas aquí?- entonces preguntó Lincoln, igual de consternado mientras Stella solo observaba todo con la vista en blanco.

-¿oh? Estamos llenando los cupos, estaremos haciendo recorridos toda la semana, ¡al final si nos va a salir rentable este lugar!- dijo alegremente Melanie

Mientras Luan retenía a Stella para que no estrangulara a su compañera de trabajo Lincoln se apoyó en un árbol mientras un aura de depresión lo cubría.

-…miren lo que han hecho con el lugar de nuestra primera cita…- murmuró Lincoln por lo bajo.

….

Más tarde en la casa Loud

-¡¿y qué vamos a hacer ahora?!- preguntó Stella alzando los brazos al aire en frustración, los masajes en la espalda que le daba su esposo lograron calmarla del todo.

-buscar otro sitio- dijo Luan

-¿así sin más?- preguntó incrédula Stella

-así sin más- le dijo Luan –tu eres guía turística, tu sabes mas de esto que nosotros, ese claro era tu mejor opción, no la única, así que usa la segunda mejor opción- continuo Luan –¡hey! ¡No me gusta ser la seria de la familia! ¡Así que más les vale prepararse para una avalancha de chistes más tarde!-

Lo que decía Luan tenía sentido, aunque costara un poco admitirlo, Stella se calmó, ya le habían prometido a las niñas esto y nunca se retractaría, no podría. Así que no quedaba otra que encontrar otro lugar

Pero cada opción que le venía a la mente quedaba descartada al instante

A menos que

-creo que…- empezó Stella pero se detuvo –nah, es una locura-

-dilo, nunca lo sabrás a menos que lo intentemos- la alentó su esposo

-mnh, ¿recuerdas nuestra segunda cita?- le dijo Stella sonrojándose y a Lincoln le tomo un momento pero finalmente…

-¡ah! Ese lugar, estaba vacío pero lo hicimos interesante aquella vez-

-¿de qué están hablando ustedes dos?- pregunto Luan moviendo la cabeza a un costado

Una cueva- le contestó ambos al unísono

-¿…ha?-

El espíritu aventurero de Lincoln y Stella en su juventud los había llevado a explorar mas a fondo diversos lugares de Royal Woods, y eso los había llevado a una pequeña cueva, se decepcionaron un poco al ver que pese a ser medianamente grande no tenía nada realmente que ofrecer, ningún pasadizo secreto, ningún túnel, ningún animal raro, nada

Sólo un ambiente seco y pedregoso, lo más llamativo era un agujero en el techo por donde se filtraba la luz, aunque tenía que admitir que eso lo hacía muy romántico a la luz de la luna y una cosa llevó a la otra…

Esto fue lo que le explicaron a Luan, sin poder evitar sonreír y sonrojarse ante la tierna memoria

Luan tenía otros pensamientos

-¿qué cuernos con ustedes y sus citas raras?- dijo ella , perpleja

-¡no lo entenderías!- se defendió Stella

-tampoco quiero hacerlo- dijo Luan todavía procesando lo de la cueva

-bueeeno, ¿pero que tal si nos enfocamos en el ahora? Al parecer ya encontramos un lugar de repuesto, eso es bueno, el plan no cambio-

-cierto…perame tantito- dijo Stella buscando algo en su lista de contactos antes de iniciar una llamada -..¿Melanie? si, soy yo Stella. ¿Recuerdas esa cueva vacía que está en la otra punta de Royal Woods?...si, ¿hay alguien usándola?...¿no? muy bien…no, déjala como esta, no la toques, no quiero sorpresas y si haces lo contrario, hare que te tragues tu sombrero, no es broma- dijo Stella antes de colgar –ella no nos fastidiara esta vez-

-diablos Stella- silbo Lincoln

-nadie le va a estropear la salida a nuestras bebes y a propósito creo que deberías llamar a Lucy y contarle lo que pasó-

Lincoln sintió un ligero escalofrió pero sabía que su esposa tenía razón

–cierto , cierto, a ver- dijo Lincoln marcando su teléfono –luce, soy yo otra vez disculpa por volver a llamar-

-escuchar tu dulce voz nunca será una molestia, hermano mío ¿en qué puedo ayudarte?-

(Ya va a empezar otra vez) pensó Lincoln resistiendo las ganas de darse una palmada en la frente –nada grave, solo quería contarte que tuvimos que cambiar de sitio, ya no será en un claro del bosque, enterraremos el cofre en una cueva-

-entendido-

-¿estás segura? ¿No vas a preguntar qué paso?-

-no es necesario, sus razones tendrán, además el cambio de lugar me parece formidable, nada mejor que una oscura y lúgubre cueva, ciertamente mejor que un simple claro-

-…gracias Luce- ¿en serio que mas podía decir? –Es una pequeña cueva al sur de Royal Woods, podemos pasar a buscarte para que no te pierdas-

-no es necesario, ya se de que lo hablas-

-¿en serio?-

-en efecto, la conozco, que hermosa elección, esa cueva una vez virgen ya fue mancillada por la pasión de dos jóvenes en el pasado amparados por la luz de la luna, puedes estar seguro que allí estará el tesoro para las niñas listo para ser desenterrado- dijo Lucy antes de colgar dejando a su hermano totalmente congelado

(acaso Lucy…¿me estuvo espiando aquella vez que estuve con Stella?...)

….

El susto no paso para Lincoln, al día siguiente cuando fueron a la cueva a verificar que siguiera siendo segura la encontraron desierta , salvo por un pequeño sobre negro de bordados blancos que rezaba "mi presencia ya ha recorrido este lugar, he encontrado un buen lugar donde dejar la ambrosia para las niñas, déjenme la sepultura a mí, soy la mas experta en eso , muy amorosamente tuya, Lucy"

Nada de qué preocuparse Lincoln, en serio…

-¿saben? Creo que deberíamos checar que es lo que Lucy ponga de regalo en ese cofre, ella es genial pero sus gustos son bien raritos- dijo Stella apareciéndose por detrás

-creo que podemos confiar en ella, Lucy es tenebrosa pero tiene un ojo genial para todo lo que sea valioso, ¿tú que piensas linc?- dijo Luan, pero Lincoln no respondió –Linc? Tierra a Linc- dijo ella picándole la mejilla con un dedo

-¡ah! ¡Perdón! Si, creo que podemos confiar en Lucy, saben lo mucho que ama a sus sobrias-

-si tú lo dices- dijo Stella

….

La semana paso sin complicaciones, darna fue extra cuidadosa con su brazo ya que al sábado siguiente seria el gran día de ella y su hermana (lo cual no evito que se llevara sus buenos raspones jugando en el patio)tanto que ella y su hermana pasaron la semana entera rellenando sus mochilas de cuanta cosa ellas pensaran necesitar, y cuando llegó momento de excursión no cabía en si de la emoción, ni cabían mas cosas en sus mochilas, a tal punto que no podían moverlas del suelo

-creo que van a tener que hacer un recorte niñas- dijeron sus padres al verlas

Al final se quedaron solo con cantimploras, espátulas para remover la tierra, varas de metal para sentir el agua (Lincoln y las niñas eran los únicos que creían que estas cosas funcionaban) y un supuesto mapa del tesoro finamente elaborado, realmente Lucy tenía una mano genial en todo lo que conllevara algo de tiempos antiguos o hacer que se pareciera a ellos, aunque realmente Lincoln hubiera preferido recibir eso en mano en lugar de cómo lo obtuvo, a través de uno de los murciélagos mensajeros de Lucy, al menos también recibió junto con el mapa un mensaje que decía "tesoro enterrado" finalmente podían levar anclas y darles a las niñas el día que las niñas tanto querían

-pero papi- dijo Liby cuando ya estaban dentro del auto

-¿sucede algo cielo?- pregunto Lincoln sin quitar la vista de la carretera

-dijiste que era en bosque al norte, pero estamos yendo al sur- dijo la castorcita de la familia, revisando su brújula

El peliblanco sonrió al ver lo perspicaz que era su hija pese a su edad –tienes razón cielo, tan inteligente y sagaz como tu padre- rio este causando que Liby inflara el pecho de orgullo, darna le pico la barriga para que se le bajaran los humos, haciéndole soltar un ruido extraño –pero volviendo al punto, ¿quién lo diría? El mapa era engañoso, alguien seguro quiso que ese tesoro quedara oculto para siempre y dejó indicaciones falsas, el verdadero tesoro está en algún lugar del sur- dijo Lincoln

-este es el verdadero mapa niñas- dijo Stella pasándoles el que preparo Lucy y ambas niñas lo miraron con reverencia y asombro, antes de tomarlo con cuidado

-¡¿entonces como se enteraron de este tesoro?!- preguntaron las niñas con emoción

-solo una historia que nos contaron cuando éramos niños, y su tía Lucy descubrió este mapa hace poco, nosotros nunca pudimos encontrar nada pero ustedes tal vez si puedan- dijo Lincoln

-¡lo haremos!- dijeron ambas al unisonó

-eres el mejor motivando a las personas, maridito- le ronroneo Luan –ellas no van a ser las únicas que reciban una recompensa más tarde- le guiño Luan

-¿te aprovechas porque aquí no te puedo castigar verdad?- le recrimino Stella, mirándola de reojo

-¡que osada Stella! Y eso que las niñas están presentes, tienes que quitarte esa maña- negó Luan con la cabeza

-¡si serás! Agh- suspiro Stella con cansancio

Las niñas pensaban que sus madres eran muy raras

Y un sonrojado Lincoln agradecía tener el pulso firme.

….

-¿¡Entonces esta es la cueva que tenemos que explorar?!- preguntaron las niñas emocionadas al ver la entrada de la gruta, no sabían si el escalofrió que sentían venia del aire frio del interior o su propia excitación

-¡así es! Espero que tengan las herramientas listas- les dijo su papa y ambas alzaron sus kits –¡entremos entonces!-

-¡esperen! ¡Antes tienen que ponerse el repelente para los insectos!- dijo Stella con un frasco, prácticamente rociándolos a los 3 de pies a cabeza

-¡ahh! ¡Ataque químico!- chillo Liby –¡repliéguense!- ordenó la pequeña huyendo al interior de la cueva mientras tosía

-¡a la orden capitana!- dijeron Darna y Lincoln, haciendo lo mismo que su súbita lideresa les dijo

-¡Es por su propio bien! ¡Y deja de comportarte como niño Lincoln!- se quejo Stella, intentando sonar razonable, irónicamente el eco de la cueva solo hizo que su voz retumbara en el interior dándole mucha más tenebrosidad de la necesaria

-¡se está volviendo salvaje!- bromeo el adulto, aunque las niñas se lo creyeron

-yo ya…ni voy a suspirar ni nada-dijo Stella después de un ratito, sintió el abrazo conciliador de Luan, quien miraba a la negrura en la que su esposo e hijas habían entrado

-stells, la verdad es que vales mil, y todo lo que haces será recompensado algún día- dijo ella besándole la mejilla –ahora vamos que no hay que dejar a esos tres niños solos- dijo Luan también entrando

La mujer de piel caramelo suspiro sonriendo, no podía enojarse con ellos, asi que ajustando su mochila también entro

Sorprendentemente el interior estaba bastante bien iluminado gracias a la luz que se filtraba al interior, el aire estaba limpio y ofrecía un ambiente cerrado, pero lo bastante grande para que el ocasional invitado se sorprenda de la aparente extensión de la cueva

El interior era tal y como la recordaban, y no era la gran cosa, pero para las niñas? Era un mundo completamente nuevo, se asombraban con cada piedra que encontraban, clamaban encontrar antiguas esculturas, que simplemente eran pedazos de tierra que se deshacían cuando las apretaban un poco, se sorprendían por las pocas flores que crecían allí y ni siquiera habían tratado de seguir el mapa

-¡hey Liby!- preguntó darna viendo uno de los muchos halos de luz del interior

-¿qué pasa?- contesto Liby intentado atrapar un insecto en un frasco

-¿veníamos a buscar un tesoro verdad?-

-¡cierto!- dijo ella escandalizada –¡tú te salvas esta vez!- le dijo al insecto que solo siguió con lo suyo

Sus padres solo rieron para dentro, enternecidos por la inocencia infantil que estaban demostrando y aunque mantuvieron un ojo atento, no les dijeron donde tenían que buscar, se suponía que era algo que las niñas tenían que encontrar por su cuenta

Se notaba que eran novatas, o tal vez Lucy se había excedido ya que el mapa era tan elaborado, tan detallado…que las niñas no podían entenderlo, incluso un adulto tendría problemas al hacerlo, así que la primera parte de la mañana la pasaron intentando leer esa condenada y cavando al azar, sin éxito

Sus padres pronto instalaron un pequeño e improvisado campamento y las llamaron a comer, un poco enfurruñadas dejaron lo que estaban haciendo para recargar energías

-¿y bien? ¿Encontraron algo mis florecitas?- pregunto el hombre con cariño

-nada de nada- dijo Liby dándole un buen mordisco a un hotdog con su poderoso diente

-¡es muy difícil leer esta cosa!- se quejó Darna mostrando el mapa

-el que quiere celeste, que le cueste- bromeo Luan

-si es muy difícil dígannos, tal vez las podríamos ayudar- dijo stella

-¡NO!- dijeron ambas niñas al unísono

-¡podemos hacerlo!- dijo Liby

- ¡Simplemente necesitamos otro enfoque!- la apoyó Darna

-respeto eso, esas agallas y perseverancia son algo que nunca deben perder- dijo Lincoln

-si, así es como se convertirán en hombres, bueno ya- dijo Luan

Las niñas no se convirtieron en hombres pero sí que no desfallecieron en su búsqueda, simplemente revisando de pies a cabeza el mapa hasta que en frustración darna la alzó hacia el cielo y exclamó de frustración –¡ahhh! ¡Ya basta! ¡Mapa dime tus secretos!- el mapa no le contestó pero la niña justo estaba debajo de uno de los muchos halos de luz y extrañamente algo paso

-espera Darna no te muevas- le dijo Liby examinando bien el lugar –el mapa…hace sombra-

-¿qué?-

-la sombra del mapa, se marca en el piso, ¡gracias a la luz! A ver, hay un rayo de luz muy grande en el centro, vamos a poner el mapa en un palo y lo colgamos allí ¡para que nos muestre donde debemos cavar!- exclamó Liby

-¡hermana eres una genio!- dijo la chica del moño

Para bien o para mal, el experimento les resultó y fueron guiadas hacia una parte de la cueva que parecía carecer de interés, y los adultos se distrajeron, charlando entre ellos, por lo que no las vieron alejarse, eventualmente la sombra del mapa las llevo hacia una pared, la x roja no marcaba el suelo, marcaba un muro, donde había una pequeña grieta

-creo que leímos mal esto- dijo Liby desanimada

-¡espera!- le dijo Darna

-¿Qué? ¿Qué?-

-mira- le dijo señalándole un pequeño pocillo de agua a los pies de la grieta, más específicamente una especie de pez alargado que se movía allí, nadando y desapareciendo tras la pared –¡si hay agua fluyendo entonces quiere decir que hay algo detrás de esto!-

-¡Hermana TU eres la genio!- la animo Liby –¿y sabes? Creo que podemos pasar por aquí- dijo mientras observaba a través de la grieta comparando tamaños, en estas ocasiones era una ventaja ser tan pequeñas y delgadas, solo delgada en caso de Darna.

-¿y que esperamos?- dijo Darna -a ver, tendremos que dejar las mochilas-

-¡No importa! ¡Solo llevemos las espátulas y ya!-

Dicho y hecho, les costó un poco pero al cabo de unos minutos lograron meterse del otro lado

Se asustaron al ver que solo había oscuridad pero tomando valor se tomaron de las manos y avanzaron a gatas tanteando el terreno con las espátulas hasta que divisaron un rayo de luz a lo lejos, medida que se acercaban ese rayo de luz crecía al punto que era del mismo tamaño que ellas, claramente un salida que no dudaron en tomar

Donde descubrieron un lado mucho más interesante, se alegraban de no necesitar las linternas no solo había una pequeña vertiente de agua que bañaba escalonadamente varios pisos de una sala mucho más grande, sino que el curso de agua venia de una especie de escalinata rústicamente construida, señal de que esa formación no eran natural y si tenían la menor duda acerca de la posibilidad, hubo algo que no dejó lugar a dudas

En lo alto de la escalinata había una especie de letras extrañas talladas en lo alto de un muro, lo que parecía ser pintura se había desgastado debido a la acción del tiempo pero era inequívoco

-no te la creo- dijo Liby

-una civilización antigua- continuo Darna sin aliento –¡vamos a verlo más de cerca!- dijo la pequeña

Cuando se acercaron notaron algo que no habían visto a lo lejos, la roca que estaba debajo de esas extrañas letras talladas era de color diferente, al tantear la superficie con la espátula, Darna se dio cuenta que era de textura sorprendentemente frágil, como arcilla

-¡Libs! ¡Dame una mano con esto!- dijo Darna al clavar la espátula lo suficientemente profundo para dejar un agujero y ver que una bocanada de aire frio venia de el, había mas del otro lado

-¡a la orden!- dijo la pelinaranja saltando a la acción

En cuestión de unos cuantos minutos ya habían dejado un agujero lo suficientemente grande como para que ambas pudieran pasar sin problemas, de hecho por lo que pudieron ver, el techo de la cueva no estaba muy por encima de sus cabezas

Era una especie de túnel, por lo que podían intuir y ahora si se lamentaban el no haber traído las linternas, pero no se iban a amedrentar, volvieron a tomarse las manos y empezaron a tantear el terreno mientras caminaban lentamente, Darna con la espátula apoyada en la pared y Liby poniendo una vara de madera delante de ellas a cada paso que daban

….

Las pequeñas estaban más que entretenidas, bien por ellas, sus padres por otro lado, pronto iban a dejar de estar tan tranquilos

-¡Hey niñas! ¿Dónde están?- las llamo un animado Lincoln –a ver ya sé que no quieren ayuda ¡pero un pequeño consejo si les puedo dar!- dijo este buscándolas con la mirada, queriendo darles aunque sea una pista acerca de donde estaba su ansiado tesoro –¿umh? Que extraño, no las escucho por ninguna parte…- dijo Lincoln , pensando que tal vez se habían dormido por el cansancio, hasta que diviso un rastro de pisadas, fáciles de identificar debido al peso de las mochilas, las fue siguiendo lentamente, y con cada paso que daba la sangre se le volvía hielo hasta que finalmente llego al lugar de esa estrecha grieta, las pisadas terminaban allí, las dos mochilas estaban en el suelo pero no había rastro de las niñas, su mente sumó 2 más 2 y allí fue cuando soltó el padre de todos los gritos

-¡NIÑAAAAASSSSS!-

….

-¿escuchaste eso?- preguntó Darna extrañada

-…sentí eso…sea lo que fuere- dijo Liby igual de consternada que su hermana –debe ser solo mi imaginación, aun así ¿¡que tan largo es este túnel!?- se quejó

-¡no mucho mas, mira!- le dijo Darna señalándole lo que parecía luz a lo lejos

-¡ya era hora!-

La luz que vieron provenía de los agujeros de una puerta de madera rota, la cual les costó un poco abrir pero al hacerlo volvieron a asombrarse, allí había una sala repleta de estante de madera vacíos, pero finamente decorada, en un costado había un fuente de agua que se partía en dos flujos, uno hacia el lugar donde venían, por lo que el agua de la escalinata debía venir de allí y el otro salía al exterior, el pequeño agujero dejaba ver algunos árboles ya, ¿ese era el otro lado de la montaña? Pero lo más importante es que notaron otra vez esa extraña combinación de letras talladas y pared de color diferente

-¿le damos?- pregunto Liby

-le damos- contestó Darna

Y le dieron, el muro era tan frágil como el anterior

-ugh, ¡por favor no otro túnel!- rogo Darna, pero entonces su espátula choco contra algo solido –¡¿ah?!-

Al seguir con su faena (con Liby teniendo que pararse encima de los hombros de Darna para remover esa arcilla apropiadamente, puesto que esta vez la pared era del tamaño de un adulto) las niñas dejaron al descubierto algo que parecía ser…

-¿e-es un cofre?- pregunto darna

-n-no, es una especie de ataúd- dijo Liby sudando frio

-ay mami- dijo Darna con miedo

-¡e-ey! ¡Es una tumba! ¡Y sabes lo que dicen! Las tumbas de tiempos antiguos están llenos de tesoros!- la animo Liby

-¡tal vez! ¡Pero no quiero enfrentarme a la momia viviente!- dijo Darna

-¡no estamos en Egipto! ¡Además lo que sea que este ahí adentro ya debe estar hecho polvo!- dijo Liby tratando de instigar valor en su hermana

-¿l-lo prometes?-

-¡por supuesto! ¡Y sino déjamelo a mi! ¡Nadie te va a lastimar mientras yo este cerca!-

-o-ok- dijo Darna ya sintiéndose mas segura

-¿m-muy bien entonces a la cuenta de tres?- dijo Liby tomando uno de los lados del ataúd

-a-a la cuenta de tres- coincidió darna

-uno…- comenzó Liby

-dos…- sigio Darna

-¡TRES!- gritaron ambas abriendo la puerta de golpe y poniéndose en pose de batalla, incluyendo a Liby alzando su vara y espátula como una doble espadachina y Darna siendo su fiel escudera…pero nada pasó

Las niñas sintieron temor al ver lo que había dentro pero eso poco a poco fue cambiando al ver que no se movía y mucho más al notar otras cosas

-¡w-woah!- dijo Liby –¡míralo! ¡¿Ves lo mismo que yo?!-

-¡si! ¡Esto tiene que ser algo nunca antes visto!- coincidió Darna viendo el contenido del ataúd

….

Ellas estaban pasando un buen rato

¿Sus padres?

No tanto

-¡quiébrate ya maldita pared!- gritaba Lincoln golpeando la grita con la pala tratando de agrandarla para poder meterse, Stella yacía desmayada sobre el regazo de Luan que trataba de reanimarla – ¡carajo! ¡Esto no cede!- grito de frustración el albino sin cesar sus golpes

-¡no te rindas Linc! ¡Solo un poco más!- dijo Luan preocupada, era mentira pero demonios si no necesitaba esperanzas –¡tenemos que encontrarlas antes de que se alejen demasiado o se pierdan ahí dentro!-

Como si esto fuera una especie de activador para Stella, esta volvió en si, literalmente salto de luan, lanzo un aullido y tomando su propia pala castigo la pared con una fiereza nunca antes vista, a los pocos minutos la grieta ya era del tamaño de un adulto, el exceso de fuerza provoco que la mujer cayera al suelo nuevamente, luchando por el aire.

-¡Stella!- grito Lincoln preocupado por su mejor

-yo llevaré a Stella fuera,¡ tu ve a buscar a las niñas! ¡No hay tiempo!- le urgió Luan

-¡entendido!- dijo Lincoln tomando su linterna y adentrándose en la oscuridad

-y recuerda, si esta vez hay luz al final del túnel, ¡ve hacia la luz hijo mío!-

-¡no es el mejor momento para las bromas!- se quejo el albino

-¡siempre es el mejor momento!- dijo Luan cargándose Stella en los hombros

Una vez dentro de este, Lincoln encendió su potente linterna para iluminar todo el lugar, era solo un espacio mediano en el que un adulto tendría problemas para maniobrar, pero vio un agujero por el cual podría meterse con algo de trabajo un adulto y sin problemas un niño, no había otros accesos, ni agujeros ni nada por el estilo, esa era su única opción

Mientras sus padres tenían un ataque de nervios y el albino les estaba pisando los talones, las niñas simplemente decidían que hacer

-¿…pero entonces nos lo llevamos?- pregunto liby

-¡claro que nos lo llevamos! ¡Lo encontramos! ¡Es nuestro! ¡Nuestro…!-

-¡precioso!- la interrumpió Liby

-iba a decir tesoro pero si- dijo Darna rascándose la cabeza –el problema es cómo nos lo vamos a llevar-

-a ver, tengo una idea loca pero tengo que revisar- dijo Liby, dando saltitos, siguiendo el curso del agua, más específicamente al que daba hacia el exterior, aguzando el ojo, la pelinaranja se sorprendió que no estaban muy alto –¡si! ¡Esto podría funcionar!-

-¿y que es?-

-veras- dijo Liby con una sonrisa

….

-primero las voy a abrazar, a besar y después las voy a castigar y repetir el proceso- dijo el albino luchando por forzar su cuerpo por los estrechos pasajes, hasta que llegó a la sala de la escalinata –¿que carajos?...-

….

-¡a ver cuidado! ¡No queremos que le duela!- dijo Darna arrastrando el ataúd con sus pequeñas pero poderosas manitas, pero se le cayó, haciendo un ruido seco por toda la sala, la niña dio un respingo ante esto –¡ah! ¡Perdón señor!-

-no creo que le importe, ¡y se mas cuidadosa! ¡Tenemos suerte que el ataúd no se haya partido!- dijo Liby quien había tomado una piedra y estaba golpeando la zona donde escapaba el agua hacia el exterior, agrandándola al punto que ambas y algo mas pudiera pasar por allí –¡sip! ¡Lo sabía! ¡No estamos muy arriba! ¡Podemos salir por aquí!- apuntó al exterior con su mano extendida

-está bien confió en ti, hermanita. Ahora ven y dame una mano con esto!- dijo Darna empezando a empujar el ataúd, Liby se le unió y cuando tenían el ataúd enfrente del agujero ambas se montaron encima –a todo o nada!- grito Darna mientras empujaban lo que quedaba de distancia usando los pies, pronto la gravedad hizo lo suyo y ambas cayeron a velocidad de vértigo por la pedregosa cuesta –¡AAAAHHHHH!-

Hasta que tocaron el suelo, el ataúd deslizándose inos cuantos metros hasta finalmente detenerse, ambas agarradas firmemente de los bordes, tomándoles varios minutos reaccionar, pero fueron volviendo en si, poco a poco

-lo hicimos…-dijo Darna

-lo logramos- coincidió su hermana

-no puedo creerlo, la expedición…¡fue todo un éxito!- gritó Darna emocionada abrazando a su hermana quien le correspondió efusivamente

Su tierno momento duro poco cuando escucharon un grito paterno que conocían muy bien

-¡NIÑAAAS!- Vociferó Lincoln desde el agujero por el que habían salido, saltando la pendiente importandole poco su seguridad y listo para darles el regaño de sus vidas pero antes de eso fue embestido por sus dos retoños quien no podían estar más felices

-¡muchas gracias papi!- dijo la castorcita

-¿que?- pregunto Lincoln confundido

-¡gracias a ti a nuestras mamas tuvimos el mejor dia de nuestras vidas!- dijo Darna emocionada

-¿pero que?- mas confusión

-¡ese tesoro es impresionante y ahora logramos lo que no habías podido lograr!- dijo Liby con orgullo

-¡¿tesoro?!-

-¡sip! ¡Ese de allí!- señalaron ambas apuntando al ataúd dejando a Lincoln de cuadros, acercándose con cautela lo abrió lentamente y retrocedió al verlo. Era un esqueleto, de un hombre adulto, pero lo que realmente resaltaba era que los huesos eran de un brillante color verde esmeralda, y su leve brillo le daba un aspecto ligeramente metálico, estaba en sus cavilaciones cuando el celular en su bolsillo por fin sonó, haciéndolo saltar de un susto, se había olvidado que fuera de la cueva volvía a tener señal, debía ser o luan o Stella preguntando si estaba bien, suspirando atendió sin siquiera ver quien era

-hey amor, no te preocupes las niñas están bien- dijo Lincoln en tono tranquilizador

Quien le contesto no fue ninguna de sus esposas

-que te refieras a mí con tal afecto hace latir mi muerto corazón- dijo la voz de Lucy, dejando a Lincoln con ojos como platos

-¡p-pensé que eras alguna de mis esposas!-

-puedo serlo en el futuro, solo tienes que pedirlo-

-mira Lucy no es el mejor momento-

-asumo que las niñas encontraron la vieja calavera finamente decorada que les deje ¿verdad? Apuesto que su inusual color las debe haber sorprendido- dijo Lucy ahora dejando en blanco a Lincoln mientras todo hacia click en su cabeza, claro ahora todo cobraba sentido, el bizarro tesoro, esas escritura que había visto antes que hubiera ruinas que nadie había descubierto antes excepto allí, no tenía idea de cómo su hermánalo había hecho pero era la única explicación.

-si Lucy…la encontraron- dijo Lincoln con voz entrecortada

-me alegro ¿y les gusto?-

Viendo como las niñas bailaban alrededor del esqueleto verde, Lincoln suspiro –no tienes idea-

El viaje a casa fue tranquilo, aunque fuera una imagen surrealista ver un auto familiar cargando un ataúd como si fuera equipaje, las niñas estaban dormidas debido al cansancio, con Darna apoyando su cabeza en el hombro de Liby. No las castigaron, no les iban a arruinar el día ni empañar el recuerdo, pero en cuanto vieran a cierta gótica, si que sería algo digno de ver

Pero si que se les bajó el enojo bastante cuando las niñas los abrazaron cuando las metieron a la cama, especialmente Stella quien lagrimeo cuando su hija le dijo que era la mejor mama del mundo antes de caer dormida

Después de acomodar el ataúd en el sótano, los dueños de casa admitieron que era un excelente trabajo, pese a sus obvias negativas de cómo Lucy había manejado la situación, y como si por nombrarla fuera suficiente…

-saludos- dijo una voz tétrica detrás de ellos haciéndolos saltar a los tres

-¿LUCY?- dijo Lincoln

-¡¿EN QUE MOMENTO?!- gimió Luan

-¡TIENES MUCHO QUE EXPLICAR!- Dijo Stella acercándosele peligrosamente

Lucy ni siquiera se movió, ni dio señal de estar ni mínimamente preocupada por sus actitudes, en cambio su vista estaba clavada en el esqueleto de la sala –¿que es eso?- preguntó con interés-

-¡¿qué?! ¡No te hagas! ¡Tú fabricaste ese esqueleto!- le reclamo luan

Lucy no contestó, simplemente metió una de sus manos dentro de su generoso busto, avergonzando a los tres presentes (e intimidando solo a dos) para luego sacar una calavera enchapada de de oro con dos imitaciones de rubíes en los ojos que le daban un aspecto valioso… y siniestro

-¿que-que?- preguntaron

-yo dije que había preparado una calavera, no un esqueleto, y eso fue lo que hice. Pero por curiosidad fui a revisar la cueva después que ustedes se fueron y nadie había perturbado el cofre que yo había dejado allí- dijo ella con solemnidad

-¿i-insinuas que?- tartamudeo Lincoln volteando lentamente hacia atrás a ver el esqueleto, podía jurar que el esqueleto, de alguna forma, le había guiñado uno de sus inexistentes ojos.

-vine a preguntar porque no habían encontrado el tesoro,¿ a ese esqueleto verde? No lo había visto en la vida- finalizó Lucy.

El gritito de los tres adultos se escuchó bastante lejos

Lucy pensaba que esta familia era realmente interesante.

Y las niñas les gritaban que se callaran pues al día siguiente tenían escuela.

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Feliz cumpleaños Green, gracias por ser la asombrosa persona que eres y por darme la chance de ser tu amigo, nunca cambies.