Nueva histpria. Los personajes no son mios. U. A..

¡¡UNA ADVERTENCIA!:

Esta historia no es para menores, no es una historia de amor. Quien quiera leerlo adelante, pero ya lo he advertido.


1ª. Kodachi.

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Kodachi se estaba besando con ese hombre. Era su jefe, casi le doblaba la edad, pero le daba igual, era la única forma de subir en esa empresa. Si para subir de categoría debía pisar a los demás, poner la zancadillas, o acostarse con su jefe lo haría. No quería ser siempre una vulgar secretaría ella subiría de puesto al costo que fuera.

Ataría a ese hombre como fuese, no caería en la misma trampa que las otras amantes de su jefe, ella sabría como hacer que ese hombre cayese en sus redes, como todos los hombres era un ingenuo, y ella tenía las armas para vencerlo.

Kodachi era una cazadora de fortunas, no era el primer hombre al que le quitaba todo, ni sería el ultimo, desde que su padre la echó de casa, por encontrarla encamada con un compañero del instituto, se dedicó a buscar fortunas de hombres mayores que ella, hombres que al creerla inocente la seducían, o creían eso, y se la llevaban a la cama. Ella mediante engaños se hacía con su dinero y lo ponía en un paraíso fiscal. Luego cambiaba de aparecía, la cirugía podía ayudar mucho, pero prefería otro medios para cambiar de aspecto y buscaba una nueva victima.

Con este lo haría diferente, se dejaría embarazar, lo chantajearía, y se casaría con él. Después él moriría de enfermedad natural, o eso parecería, esos estudios de enfermería ayudaban mucho, y ella sería la heredera universal. O tal vez ese hombre moriría de un accidente, ¡No!, ese recurso ya lo había utilizado varías veces, debía ser hábil para no levantar sospechas.

El hombre no sabía de los planes de su amante, ni que la muerte en accidente de su mujer e hijo fue provocado por la mujer que ahora tenía entre sus brazos. No sabía de los planes de esa provocadora mujer.

Kodachi sabía que esa noche acabaría haciendo el amor con su jefe, poco a poco iría subiendo de categoría en esa empresa y acabaría siendo la mujer de ese hombre. Ella sabía que a su jefe le gustaban jovencitas, y ella lo era, a sus veinticuatro años era experta en seducir ricachones y quitarles su fortuna, para después desaparecer del mapa, gracias a ciertos medios que ella sabía. Y vuelta a empezar.

El hombre era un mujeriego, se había acostado con casi todas sus empleadas, y con todas mujeres que se le gustaban.

-Todos tenemos un precio- decía él, y tenía el bastante dinero para conseguir lo que quisiera. De mujeres sexo, y de hombres… negocios, y si alguien se oponía a sus deseos, sabía como hacerlo desaparecer, fuera hombre o mujer.

Ese hombre era un ser despreciable tanto que su primera mujer huyó de él, y según los rumores cuando la encontró, mató delante de ella a toda su familia, pero nadie tuvo pruebas en su contra. Como resultado esa mujer enloqueció y fue internada en un manicomio, y un día apareció colgada. Todos pensaron que era un suicidio, pero realmente fue un asesinato.

Kodachi sabía eso y muchas cosas más que hizo ese hombre, así que debía tener mucho cuidado con él. No debía ser tan ingenua de creer que tenía a ese hombre controlado, ese hombre era el más peligroso con que se había encontrado. Ser la amante de ese hombre podía traerle problemas, incluso si se descuidaba podía ser ella la que cayera.

Ryoga erra un mal bicho. Su primera esposa Ukyo le valió para conseguir cierta posición, ciertos contactos que le ayudaron a avanzar. De ser dueño de una pequeña empresa el logró en pocos años, y con malas artes, hacer un gran conglomerado empresarial Después su mujer se volvió una molestia. Cuando ella huyó cansada de la infelicidades de él. La buscó y mató a su familia delante de ella. La metió en un psiquiátrico y la hizo asesinar, pero para todos fue un suicidio.

Con su segunda esposa, Akari Unryu, fue distinto, eran amigos de la infancia. Durante su primer matrimonio fue su principal amante, y coautora de los planes del asesinato de Ukyo. Aunque realmente esa mujer era débil de mente, y hacía todo lo que él le pedía. Eso hacía de ella la mujer ideal, que no se quejaría de nada, ni lo delataría, aunque la engañaba con miles de mujeres.

La muy tonta murió en un accidente con el hijo de ambos. Siempre pensó que fue una venganza por alguien al que hizo daño, fue un accidente extraño. Nunca encontró al culpable.

Intentó olvidar a su esposa en relaciones con sus empleadas, todas caían en sus redes, pero nadie lo satisfizo como Akari, salvo esa mujer que ahora estaba besando.

Kodachi le había demostrado ser una eficiente secretaria. Era hábil, estaba dispuesta a trabajar desde primera hora a altas horas de la noche. Sabía como ganarse los clientes. Gracias a ella había conseguido importante contactos para su empresa.

Aunque para conseguirlos, ella tuviera que acostarse una noche o más con esos clientes. Él después la compensaba con regalos, o con cenas.

Ella se lo agradecía haciendo el amor con él, como esa noche. Entre los dos habían timado a un panolis de nombre Mousse y le habían hecho firmar un contrato por el triple de lo que realmente valía, dejarían a ese hombre sin un yen.

Kodachi era una mujer perversa, bella, algo paranoica, aunque lo disimulaba bien. Justificaba los medios para lograr su fin, y en ese momento su fin era arruinar a ese hombre.

La mujer era seductora, de cabello largo y en su tiempo en el instituto una buena deportista, ya entonces era externadamente ambiciosa y codiciosa.

No tenía reparos en quitarle el novio a sus compañeras, cuando se cansaba de uno se fijaba en otro y en otro. Ya entonces era externadamente propensa a acostarse con sus compañeros, pero no lo hacía gratis, siempre buscaba algo a cambio, algo que la beneficiara.

Hasta que su padre la encontró con alguien en la cama y la echó de casa, ella no suplicó ni lloró. Medía hora después del incidente salió por la puerta de su casa, y medía hora después ya tenía cobijo.

Había pasado todo el instituto ahorrando gracias a su "servicio" como JK le hizo ganar mucho dinero.

Pronto logró que la primera persona que la acogió le dejara esa casa para ella. Había arruinado económicamente y emocionalmente a ese hombre. El pobre se mató y ella se quedó con todo. Eso fue su primer paso.

Pronto fue aumentado su fortuna a base de apoderase del dinero de los demás. Aunque aparentaba una mujer frágil y era atraía a los hombres como un caramelo a un niño. Realmente era una mujer fría y calculadora que no tenía reparos a la hora de conseguir lo que se proponía. Todo valía para ella, incluso el asesinato.

Y su próxima victima, era ese canalla y mujeriego de Ryoga. Sabía que no podía distraerse, ese hombre era peligroso externadamente peligroso y ambicioso.

Un paso en falso y estaría muerta, no sería la primera en sufrir ese final.

Ryoga había matado a varias de sus amantes, o gente que le habían fallado. Pero nadie había encontrado pruebas en su contra.

Ese hombre había hecho desaparecer la existencia de esa persona, como si no hubiera existido jamás.

Pero en el presente esas dos crueles personas se estaban besando. Las manos de él subió por la pierna de ella, siguió subiendo por debajo de la pequeña falda de ella, hasta llegar a las nalgas de ella, apenas tapadas por ese pequeño tanga que llevaba.

El hombre apretó esas nalgas y la mujer suspiró, no fue simulado fue un suspiro real. La giró de golpe y con la mano izquierda le acarició la humedad intimidad de la chica y con la derecha apretó el pecho.

La mujer gimió de placer, notó como se le endurecían los pezones. Se dejó llevar por el placer, se dejaría hacer lo que ese hombre quisiera con tal de que ese hombre le diese placer.

Un momento después ella estaba tumbada en el escritorio, con la camisa desabrochada, los pechos por fuera del sujetador, y el tanga por los tobillos.

Ryoga la embestía con salvajismo, mientras le lamia y chupaba los pechos.

Kodachi empezó a gemir a gritos, ese hombre sabía como ponerla a mil. Al final los dos llegaron al orgasmo a la vez, y quedaron satisfechos.

Kodachi se dejó caer al suelo. Y Ryoga se puso de pies, se levantó, se subió los pantalones. Miró a la mujer.

-En veinte minutos te quiero fuera, deben pasar los del tuno de limpieza, como te encuentren aquí te mato- amenazó el hombre.

Y Ryoga se fue.

Kodachi se recompuso, se vistió. Y salió de la oficina correctamente vestida, como si no hubiera pasado nada. Se dirigió al ascensor de servicio y bajó al primer piso y salió por una puerta que nadie usaba

Ryoga era un buen amante, muy bueno en la cama, pero había tenido amantes mejores, pero eso era algo que él no debía saber, Ryoga debía pensar que era el mejor

La joven anduvo varios manzanas, se metió en un parking y salió con un coche y se dirigió a su apartamento. Uno que se podía pagar con el sueldo de empleada en la oficina donde trabajaba. Con el dinero que tenía en sus cuentas secretas se hubiera podido pagar uno mejor, pero no podía levantar sospechas, y menos en alguien tan susceptible y desconfiado como Ryoga, seguro que había investigado sobre ella, pero Kodachi había limpiado su pasado. Ni siquiera su jefe lograría saber de su autentico pasado.

Los informes de esa mujer demostrarían que había sido una buena estudiante, con un pasado limpio y sin problemas.

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No se percató que desde que salió de la empresa alguien la seguía. Alguien quien la fotografió. Cuando la chica llegó a su apartamento, esa persona siguió su camino y desapareció. Esa persona, llegó a su casa. Imprimió las fotografías digitales que le hizo a Kodachi y las pegó a en la pared, junto las cientos que tenía de ella.

Se sentó en una silla, cogió una botella de vino y se sirvió una copa.

-A tu salud Kodachi – levantó la copa y la dirigió a las fotos y se bebió el contenido.- tú y yo estaremos juntos y felices.

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Continuará…


Notas del autor:

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Si, Kodachi aquí es una atrapa fortunas, que hará todo para conseguir lo que quieres. Ryoga es un mal hombre.

¿Quién es el quien persigue a Kodachi! ¿ Un personaje de Ranma ?, ¿ Uno inventado por mi?, eso ya se sabrá.

Aclaración:

JK: Es un tipo de prostitución ejercida por chicas muy jóvenes. Van vestidas como estudiante, y algunas lo son, pero otras son adultas vestidas como estudiantes de secundaria. Ya hable de este tipo de prostitución en "Un huracán en nuestra vida"