|||-Una Familia-|||
Summary: Porque Obito nunca tuvo familia, y siempre quiso saber lo que era tener una. El calor y el amor de un hogar. Un pequeño `accidente´ le dará una familia; tal vez no como él lo maginaba, pero a fin de cuentas: Tendría su familia.
Pareja: ~Kakashi x Obito~
Advertencias: Yaoi, Lemon, Mpreg –Embarazo Masculino–
Si no te gusta algo de esto, no leas, no quiero reclamos.
Aclaraciones: Kakashi, Obito y Rin tienen 15 años. Y nunca pasó la batalla en el puente, por lo que ambos tienen sus ojos normales.
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Capítulo II
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Obito desvió leve su mirada, pues de cierta forma sentía que si seguía mirando fijo a su amigo, este podría ver a través de él y vería sus sentimientos, y no quería que eso sucediera; por otro lado, Kakashi pensó que el azabache aún seguía molesto con él, por lo que suspiro leve, pero aun decidido a decirle lo que sentía por él, solo rogando que eso no empeorara la situación…
-Muy bien, es hora de seguir con el camino- dijo Minato con una pequeña sonrisa, mirando a sus tres alumnos, notando un cambio en el Uchiha, lo que le hizo tener la completa seguridad de que todo saldría bien cuando el pequeño peliplata le contara lo que sentía.
Dichas las palabras del rubio, todos salieron de aquella pequeña posada, aunque esta vez los tres jóvenes del equipo iban sumidos en sus pensamientos, o eso hasta que Junko volvió a acercarse al azabache, pegándose a él como el día anterior, volviendo a hacerle platica, confundiendo de nuevo a Obito, pues el chico se preguntaba cómo era posible que si estaba enamorado de su amigo, aquella chica le atrajera también.
"¿Y si Kakashi no me gusta? ¿Y si solo estoy algo confundido?" pensaba el azabachito, mirando de reojo a su compañero quien venía caminando a su lado, pero un poco atrás.
El Hatake caminaba con la mirada fija en el suelo, pensando en sí de verdad sería correcto que le dijera a su compañero lo que sentía por él, más fue interrumpido de sus pensamientos cuando sintió la mirada del otro chico sobre él, por lo que le miró.
Ambas oscuras y profundas miradas chocaron, provocando nervios en el Uchiha, quien desvió su mirada, volviendo a ponerla sobre la chica que venía coqueteando con él, para molestia, fastidio y celos del peliplata.
Por otro lado, Rin miraba la escena, extrañándose por el comportamiento de Kakashi, comenzando a darse cuenta de lo que el peliplata sentía por el azabache, bajando su mirada algo desanimada por sí misma, porque ya no podría estar con el peliplata, pero alegre porque entonces eso quería decir que Kakashi correspondía los sentimientos de Obito, así que ambos se harían felices, y formarían una bonita pareja, esto animaba un tanto a la castaña, lo único que le desconcertaba era él porque ahora el Uchiha estaba coqueteando con la joven pelirroja, como si nunca hubiera aceptado que sentía algo por Kakashi.
"Espero que todo salga bien" pensó por otro lado Minato, observando la escena de sus dos jóvenes alumnos, preocupándose por ver la extraña y confusa actitud del azabache.
El camino prosiguió entre confusiones y preocupaciones para todo el equipo ninja, hasta que ya entrada la tarde tuvieron que detenerse para armar un pequeño campamento para pasar la noche en el bosque y continuar su camino al día siguiente.
-Rin dormirá sola, Junko y su madre dormirán juntas, y de nuevo dormiré yo con los chicos- decidía Minato, sonriendo y levantándose de la roca donde estaba sentado, para comenzar a levantar las tiendas de acampar, aunque esta vez su decisión puso algo tensos y nerviosos a sus dos jóvenes alumnos, aunque Obito dejó ver que se tensó, Kakashi por otro lado trató de permanecer serio y tranquilo, más sin embargo por dentro estaba nervioso.
Todos los ninja se pusieron a levantar sus tiendas de campaña y no solo las suyas sino también las de las mujeres que cuidaban, y a propósito de ellas, la joven pelirroja se mantenía cerca del Uchiha, mirándolo trabajar, sonriendo siempre coqueta sin alejarse de él, poniendo más nervioso y sonrojado al azabachito, para bastante molestia del Hatake.
-Kakashi, ¿cuándo hablaras con Obito?- cuestionaba con interés el Jounnin a cargo, mirando a su alumno, mientras ambos armaban la tienda de acampar donde dormirían ellos dos con el azabache, al tiempo en que este ponía la tienda de acampar de las dos mujeres, lo que acababa de fastidiar a Kakashi.
-Esta noche…- susurró el peliplata, bajando la mirada un momento, pues aunque sonaba seguro de hacerlo, en realidad por dentro no estaba nada seguro, temía arruinar la poca relación que tenía con su `amigo´.
La respuesta sacó una sonrisa al rubio, ya que él, que conocía bien a Obito, podía asegurar que él poseedor del sharingan correspondía el sentir de Kakashi, aunque claro, era normal que se confundiera al estar cerca de una chica tan coqueta como lo era esa jovencita a quien protegían, pero sin duda, su verdadero amor y cariño ya estaban con el Hatake.
-Es buena idea- respondió el Namikaze, mirando paternalmente a su peliplata alumno, sacándole una pequeña sonrisa.
Fueron varios minutos de trabajo, hasta que todos terminaron de poner el pequeño campamento, el cual, por cierto, estaba cerca de un río limpio que aprovecharían para sacarle agua para beber.
-Obito, tú y Kakashi vayan por agua al río, mientras tanto yo iré a buscar comida y Rin cuidara de nuestras clientas mientras enciende una fogata- dividió Minato él trabajo, sorprendiendo ligeramente a los dos chicos, quienes de inmediato se miraron.
El Uchiha frunció el ceño y desvió la mirada, bufando por lo bajo, provocando que su compañero imitara la acción, más por orgullo que por cualquier otra cosa; ambas acciones hicieron sonreír al Namikaze, mientras que Rin solo suspiró con una pequeña sonrisa, sintiendo que sin duda, había algo entre sus dos amigos.
Sin perder más tiempo, los ninjas se dividieron a hacer sus respectivas labores, Kakashi y Obito iban en silencio y con paso lento hacia el río, llevando las botellas de agua vacías con ellos, mirándose de soslayo cada que podían, manteniendo el silencio que comenzaba a tornarse en un silencio incómodo y pesado, sobre todo porque se suponía que Obito aún estaba enojado con Kakashi por el grito que le dio éste la noche pasada.
"No tenía por qué gritarme" insistía el azabache en sus pensamientos, frunciendo el ceño al recordar el grito de su compañero.
-Obito, yo…- apenas le dio tiempo a llamar a su amigo cuando este ya le fulminaba con la mirada.
-No me hables- acortó el Uchiha, corriendo para llegar al río, alejándose del otro chico, quien se sorprendió ante esta reacción por parte del menor, y dudó en sí debía decirle lo que sentía, más se decidió a hacerlo, y quizás esa era ya la oportunidad perfecta, por lo que se acercó al río hasta dónde estaba su amigo, éste ya estaba de rodillas al lado del río, llenando las botellas con agua, conservando el ceño fruncido y una expresión de molestia en su rostro.
-Obito, quiero disculparme por lo de ayer…- dijo serio Kakashi, aunque bueno, su carácter usual era serio, pero en esta ocasión estaba más serio, cuestión que extrañó un poco al moreno, pero no por eso dejó de estar enfadado y aunque no lo admitiera… triste.
-No te disculpes, estoy acostumbrado a tu carácter horrible- decía con rencor el azabachito, mirando como las botellas se iban llenando con agua, descolocando a su amigo, quien no comprendió aquel comentario.
-¿A qué te refieres con eso?- preguntaba el Hatake, teniendo contemplado que normalmente era serio y no se alegraba fácilmente, pero de ahí a que el otro chico le dijera que tenía un carácter horrible había un abismo.
-Siempre me dices que no soy buen ninja, me insultas, y me gritas- respondió Obito con sencillez, frunciendo su ceño un poco más, continuando con su interesantísima misión de llenar las botellas con agua.
De nueva cuenta, las palabras del Uchiha descolocaron al Hatake, quien se puso de rodillas al lado de su compañero, mirándole sorprendido mientras negaba con la cabeza.
-Eso no es cierto, Obito- negaba Kakashi, mirando fijo al otro chico, obteniendo su molesta mirada sobre él.
-Y ahora me estás diciendo mentiroso —reprochaba— ¡Eres un idiota que se la pasa insultándome!- gritó el azabache, tomando las botellas ya llenas de agua y levantándose, volviendo por dónde llegó, más molesto que como estaba antes, y no solo estaba molesto, sino frustrado, lo último ni él sabía porque.
Kakashi miró hacia el agua, parpadeando demasiado sorprendido, negando con la cabeza, quedándose pensando unos momentos, comenzando a recordar un par de veces en las cuales insultó a su compañero, incluida la vez del día anterior cuando lo llamó `Desobligado idiota´, si bien el desobligado sí iba, no tenía por qué haberle llamado idiota; y solo pasaron pocos momentos para que el peliplata se diera cuenta de que Obito… ¡Tenía razón! Desde hacía un tiempo le maltrataba más de lo normal y eso se debía a lo que sentía por él.
"Soy un idiota, soy un idiota" se dijo mentalmente Kakashi, levantándose y corriendo tras su amigo, sintiéndose tan pero tan idiota; un chico de su edad, inteligente y maduro –supuestamente– se ponía a maltratar a su amigo porque le gustaba y quería llamar su atención. Sin duda su comportamiento era demasiado inmaduro.
-Obito, espera… —tomó del brazo a su amigo, deteniéndolo— Lo siento mucho, de verdad no… no era mi intención tratarte de esa forma- se disculpaba muy arrepentido, obteniendo la extraña e incrédula mirada del otro chico sobre él.
-Tú estás enfermo- acortó el azabachito, soltándose del agarre de su compañero, retomando su camino hacia el campamento, haciendo bufar al peliplata, quien de nuevo le siguió, y estuvo por tomarle de nuevo del brazo, pero cierta chica se atravesó.
-Muchas gracias por el agua, tenía mucha sed- decía coquetamente la jovencita Junko, prendándose de un brazo del Uchiha, quien se sonrojó y sonrió tontamente, dándole la botella de agua a la chica.
-De nada, es… un gusto darte… agua- decía incoherente el moreno, haciendo reír a la joven, quien se apegó más a él y ambos juntos fueron a sentarse al lado de la fogata que ya había hecho Rin.
Kakashi apretó los puños, casi jurando que mataría a esa chica antes que protegerla.
La escena fue vista por Minato que volvía con comida, dando un suspiro, considerando que ahora debía hablar con Obito, y eso haría después de la cena, cuando todos se fueran a dormir…
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La noche fue transcurriendo, todos terminaron de cenar y fueron a sus tiendas de acampar para dormir un poco, excepto Minato, quien le pidió a su azabache alumno que se quedará con él y le ayudara a apagar el fuego; el Uchiha aceptó sin problemas, de igual forma menos tiempo pasara con su compañero, mejor para él.
Los dos ninjas se quedaron a solas, apagando el fuego con arena y piedras.
-Obito, quiero hablar contigo sobre algo importante —comenzó a hablar, obteniendo la mirada y atención del menor— Es sobre Kakashi y… bueno, lo que tú sientes por él- dijo sin rodeos, sorprendiendo y sonrojando al azabache, quien negó de inmediato con la cabeza, pues si bien Rin lo sabía, él no quería que nadie más se enterara sobre eso.
-Y-yo… no sé de qué me habla, no siento nada especial por ese idiota, es solo un idiota y… y… solo eso- negó torpemente Obito, ya que el que su maestro asegurara aquello le puso demasiado nervioso.
-¿Entonces porque te pusiste así?- preguntaba con una sonrisa el rubio, teniendo ya completa certeza de los sentimientos de su alumno al verlo de esa forma.
-¿Así de qué?- intentaba ocultar su nerviosismo, echando más tierra al fuego, pasando saliva con fuerza, bajando su mirada al fuego que se apagaba.
-No debes tener miedo de aceptar lo que sientes, sin embargo, debes serle fiel a ese sentimiento- aconsejaba con cariño paternal el Namikaze, sonriéndole a su joven alumno, quien le miró entre avergonzado, nervioso y confuso ante lo último que escuchó.
-¿Serle fiel al sentimiento?- preguntaba en voz baja el azabachito, teniendo sus mejillas algo sonrojadas.
-Sí, serle fiel al sentimiento, quiere decir que no busques algo que no necesitas o una distracción de lo que sientes. Si en verdad sientes algo por Kakashi, no busques cosas innecesarias- explicó sencillamente, haciéndole entender a Obito a lo que se refería, que era a aquellos coqueteos con la chica aquella a la que protegía.
-Pero no importa lo que siento, de todos modos él no siente nada por mí- respondía el Uchiha, dando un suspiro y bajando su cabeza.
-No te preocupes por eso, todo es posible en esta vida- animaba, acariciando los cabellos azabaches del menor, despeinándole un poco, haciéndole que levantara su cabeza y sonriera recuperando ánimos.
-Gracias, sensei- agradeció con sinceridad y cariño.
-No fue nada, ahora vayamos a dormir- respondía el Jounnin, quitando suave su mano de la cabeza del jovencito, caminando junto con él hacia la tienda de campaña, entrando ambos, encontrando al peliplata recostado en el centro del lugar, siendo más que obvio que dormiría entre los otros dos, por ende a un lado del Uchiha, este se sonrojo leve mientras se quitaba su chamarra junto con sus armas ninja, terminando solo con una playera de manga corta azul marino y sus pantalones, recostándose al lado derecho de su compañero, mientras que por otro lado, Minato se recostaba al lado izquierdo de su alumno peliplata, sonriendo y dándoles la espalda a los chicos.
-Buenas noches- despidió el mayor, escuchando la respuesta solo de Obito, pues Kakashi estaba dormido, supuestamente.
Pasó un buen rato, en el cual el Uchiha no conseguía dormir, removiéndose, recostándose boca arriba o de costado pero siempre dándole la espalda a su amigo, temiendo el mirarlo de frente, dando algunos suspiros, comenzando a resignarse a que en esa noche no dormiría por insomnio.
-¿No puedes dormir?- preguntó Kakashi en un apenas audible susurro, sobresaltando a su compañero.
-¿N-no estabas dormido?- susurró Obito, mirando de reojo al otro chico, este le miraba fijo.
-Me desperté- mintió, pues en realidad él no había dormido nada tampoco.
-Pues vuélvete a dormir- murmuró con fingida molestia el moreno, volviendo su vista a enfrente, dando un suspiro, cerrando sus ojos en otro intento por dormir, dando por terminada la conversación con su amigo, aunque éste no lo vió así.
-Obito, —llamó, acercándosele un poco más— perdóname, lamento haberte estado maltratando, te juro que no quería hacerlo- susurraba arrepentido de verdad, ganando que su amigo le mirara por sobre el hombro.
Un suspiro salió de labios del moreno, dando vuelta segundos después, quedando frente a frente con su amigo y algo cerca de él, ruborizándose al verlo así tan cerca.
-Pero lo has estado haciendo, me ofendes y me gritas- se quejaba en voz baja, frunciendo levemente el ceño, gesto que le sacó una pequeña sonrisa al Hatake, quien cada vez que miraba ese rostro se sentía más atraído hacia su compañero, y más cuando hacía esos gestos, el verlo a penas molesto, o incluso realmente furioso, eran gestos que le gustaba ver en el rostro del menor.
-No fue mi intención, perdóname. También perdóname por los gritos, por gritarte ayer también, lo siento, no quise hacerlo- se disculpaba, sintiendo que era hora de decirle la verdad al Uchiha.
-Entonces si no querías hacerlo ¿Porque lo hiciste?- preguntaba sin entender el comportamiento del otro, sin entender sus maltratos ni él por qué se disculpaba ahora.
"Es muy extraño" pensaba Obito, manteniendo fija su oscura mirada en la otra, ruborizándose otro tanto más, rubor que no se notaba mucho por la oscuridad en la que estaban, cosa que agradecía.
-Bueno… yo… verás: Tú… Te grite ayer porque me… me puse celoso- confesó Kakashi, cerrando sus ojos unos momentos, sorprendiendo aún más, mucho más al otro chico, quien abrió los ojos bastante.
-¿C-celoso? ¿De qué? ¿Por qué?- cuestionó en voz baja, sin poder dejar el asombro de lado, manteniendo su vista y completa atención en su amigo, comenzando a sentir su corazón palpitar un poco más rápido.
-Celoso de… —abrió sus ojos, mirándolo— de ver como esa chica coqueteaba contigo y de cómo te miraba, celoso de que tú también le coquetearas. Y él porque: porque tú me gustas, me gustas mucho, desde hace tiempo que siento algo especial por ti- confesó, sin dejar de mirar con fijeza a su amigo, este abrió la boca balbuceando cosas inentendibles, aunque en realidad quizás ni estaba diciendo nada, solo intentaba decir algo, pero notablemente no le salía palabra alguna, solo aumentaba el sonrojo en sus mejillas, comenzando ya a ser notorio, cosa que comenzaba a agradarle al Hatake.
-Y creo que tú, sientes algo similar- susurró Kakashi, acariciándole una mejilla al menor, pasando su mano con suavidad por su piel sonrojada, poniéndola más roja, mientras iba acercando su rostro al otro, sintiendo sus alientos mezclarse cada vez más.
-Kakashi, también… también… me gustas- confesó muy bajito Obito, con algo de vergüenza y sus mejillas completamente rojas.
Eso era todo, fue todo lo que necesitaban ambos…
El peliplata quitó su mano de la mejilla ajena, para bajarse la máscara, descubriendo sus labios y acercándolos a los ajenos, provocando un apenas pequeño roce entre ellos, provocando un ligero suspiro a su amigo, quien le miraba con fijeza y más hipnotizado al ver su rostro por completo, por primera vez.
"Es… muy atractivo" pensó el Uchiha, entrecerrando sus ojos, disfrutando el inocente roce de sus labios, inquietándose al sentir como poco a poco ese roce se iba convirtiendo en un completo encuentro entre sus labios, causándole más sonrojo pero un increíble gusto y calor.
Ambos labios se unían por primera vez, probando la suavidad y calidez de los labios ajenos, causando un cumulo de nuevas emociones para ambos muchachos que estaban descubriendo el amor y lo que era una caricia.
"Se siente muy bien" pensaba sonrojado Obito, moviendo con torpeza sus labios sobre los otros, aunque estos le correspondían igual, después de todo era el primer beso de ambos.
"Sus labios son tan deliciosos" pensaba Kakashi, acoplando poco a poco sus movimientos a los del otro, llevando el beso con cariño y suavidad, acostumbrándose con gusto al beso, sin dejar de mover sus labios sobre los ajenos.
Duraron con aquel beso hasta que el aire se terminó, fue ahí cuando se separaron, aunque apenas tomaron algo de aire y volvieron a besarse, esta vez profundizando el beso cuando el Hatake atrapó entre sus dientes el labio inferior del Uchiha, mordiéndolo ligeramente, causándole un suspiro al otro chico, momento que aprovechó para colar su lengua en esa cálida cavidad, obteniendo un jadeo por parte de su compañero, quien se sonrojó al sentir como la lengua ajena invadía su boca y comenzaba a recorrerla por completo, sin dejar espacio por el cual no haya pasado. Con timidez pero deseo, el azabache comenzó a mover su lengua contra la otra, sintiendo como ambos músculos se tocaban y entrelazaban un poco, iniciando un juego travieso y adictivo.
Aquel juego iba uniendo más y más a los chicos, quienes se miraban con los ojos entrecerrados, y las mejillas rojas, o bueno, muy rojas en el caso de Obito.
Realmente no había más que decir, todo estaba dicho y sellado con aquel beso profundo que se daban; ya no importaba nada, solo ellos, solo lo que se acaban de decir y el amor que se demostraban con eso beso, eso era todo lo importante para ambos: Comerse a besos, explorar la cavidad ajena, mezclar sus salivas y entregarse el cariño que se tenían.
Por otro lado, Minato sonreía con los ojos cerrados al escuchar los besos que se daban sus alumnos.
"Sin duda… es un nuevo comienzo" pensaba el Namikaze, comenzando a dormir una vez que su trabajo estuvo hecho.
**||Continuara…||**
Ahí tienen la conti :D ... No me maten Dx sé que tarde y me disculpo, no volvera a pasar
Los vere en el próximo capitulo. Sí les gusto, dejen Review, que son gratis ;D
Sayonara~
