|||-Una Familia-|||

Summary: Porque Obito nunca tuvo familia, y siempre quiso saber lo que era tener una. El calor y el amor de un hogar. Un pequeño `accidente´ le dará una familia; tal vez no como él lo maginaba, pero a fin de cuentas: Tendría su familia.

Pareja: ~Kakashi x Obito~
Advertencias: Yaoi, Lemon, Mpreg –Embarazo Masculino–
Si no te gusta algo de esto, no leas, no quiero reclamos.
Aclaraciones: Kakashi, Obito y Rin tienen 15 años. Y nunca pasó la batalla en el puente, por lo que ambos chicos tienen sus ojos normales.
Y les paso a avisar que al final de este capítulo querrán golpear a alguien ^^

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Capítulo III:

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El sol poco a poco se asomaba en el horizonte de aquel bosque en el que se encontraba un equipo ninja cuidando de dos mujeres.

Las tres personas se encontraban aún dormidas, y eran solo tres pues dos jóvenes estaban ya despiertos y contemplaban el amanecer mientras buscaban algo para comer en el desayuno.

-¿Encontraste suficiente fruta? ¿O cazamos un animal?- preguntó el peliplata, volteando a mirar al otro chico que hizo un gesto de asco ante la idea de cazar algún animal y comérselo.

-Con la fruta que tenemos basta- se apresuró a decir el azabache, mostrando que entre sus brazos había bastante fruta, apoyo de sus palabras. Aclarado aquello, se quedó mirando el amanecer con una amplia y alegre sonrisa.

Kakashi contempló por unos momentos a su compañero de equipo, antes de acercarse a él y abrazarlo por la espalda, causando un ligero saltito en el Uchiha, quien se sonrojó por el abrazo, pero el sonrojo aumentó considerablemente al sentir los labios de su compañero en su mejilla, deslizándose traviesamente hasta sus labios, rozándolos ligeramente.

-¿E-en que momento…?- susurró Obito, queriendo averiguar el momento en que su compañero había bajado su máscara, más volteó su rostro para que sus labios se encontraran con los de su ahora novio, aunque quizá le tomaría acostumbrarse a llamarle así al otro.

La pregunta quedó en el aire, pues ambos jóvenes prefirieron dedicarse a besarse, disfrutando sus labios fundiéndose con los ajenos, sus lenguas chocar y juguetear, mezclando sus sabores.

Sin duda, ambos muchachos estaban felices de saberse correspondidos y de saber que por fin tenían a alguien a su lado.

-K-Kakashi… hay que volver, seguro Minato-sensei y Rin ya despertaron- susurró sin mucho aire el Uchiha, respirando agitado con sus mejillas muy rojas, mirando fijamente el rostro sin mascara del mayor, quien rio un poco al ver la forma en que el otro le contemplaba.

-Está bien, volvamos- aceptó asintiendo, y estaba a punto de subir su máscara, pero esta acción fue realizada por Obito, quien —con una sola mano— colocó la máscara de su compañero en su lugar, confundiendo al peliplata, quien dejó que esta sorpresa se viera reflejada en su oscura mirada.

En respuesta a la silenciosa pregunta de su ahora pareja, Obito solo se encogió de hombros sonrojado, comenzando a caminar de vuelta hacia el pequeño campamento, abrazando un poco la fruta entre sus brazos, mientras miraba el camino, pensando solo una cosa ante su propia acción:

"Solo yo puedo ver su rostro" concluía mental y receloso el Uchiha durante su camino de vuelta.

Kakashi por su lado, miraba a su novio irse, sonriendo ligeramente al correr para alcanzarle; sin duda alguna, el moreno era bastante lindo.

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Las declaraciones de la noche anterior y los besos que le siguieron, fueron el inicio de una relación entre el Uchiha y el Hatake, y aunque los chicos nunca en la vida pensaron enamorarse el uno del otro, estaban bastante conformes y felices con lo sucedido; en realidad eran tan felices como nunca en sus vidas habían sido.

-Hay que darnos prisa para llegar antes del anochecer, no debemos pasar otra noche en el bosque- decía Minato a los presentes, todos asintieron.

El desayuno había transcurrido con tranquilidad, aunque no así de forma usual, pues en esta ocasión Obito y Kakashi estuvieron muy cerca el uno del otro, dedicándose una que otra mirada de afecto, miradas que enrojecían al azabachito debido a que no estaba acostumbrado a esa clase de miradas, pero que sin duda le hacían sonreír bobamente.

El camino hacia la aldea del relámpago continuó, pero a diferencia de los días anteriores, Obito ya no estaba cerca de la chica a la que cuidaban, sino que se encontraba al lado del peliplata, hablando de cualquier cosa, lo que fuera estaba bien con tal de escuchar su voz que solo hasta ahora se daba cuenta que era bastante atrayente.

Aunque no todo podía ser tan sencillo, pues una gris mirada fulminaba al Hatake…

Junko estaba bastante molesta de ver que la atención que los días pasados había tenido ella por parte del Uchiha, ahora la tenía el otro chico, y digamos que no estaba dispuesta a permitir eso, pues había puesto los ojos sobre el azabache y haría lo posible porque fuera de ella.

Ajenos a los egoístas y caprichosos pensamientos de la joven pelirroja, los dos jóvenes seguían disfrutado el caminar juntos, cosa bien vista a ojos de Minato y Rin, aunque la chica estaba algo triste por si misma, se alegraba de ver tan felices a sus dos amigos, sobre todo se alegraba de ver a Kakashi sonreír, pues era algo poco usual en él, pues si bien ya no era el mismo chico frío y orgulloso de 12 años, aún seguía siendo algo distante, distancia que se hacía nula cuando se trataba de Obito, con él, el Hatake siempre fue distinto que con el resto.

Rin suspiró, sintiendo una mano ponerse sobre su cabeza con suavidad, por lo que levantó su mirada y se encontró con una sonrisa por parte de su maestro, sonrisa que ella correspondió, animándose por darse cuenta de que hacía lo correcto dejando a sus dos amigos estar juntos.

El equipo iba en paz y calma por una vez en todo lo que llevaban siendo equipo.

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El sol se ponía cuando el equipo de Minato llegó a la aldea del relámpago…

-Iremos a la casa de las señoritas Naomi y Junko, será allí donde nos hospedaremos en estos días que estaremos aquí- avisaba el Namikaze a su equipo, mientras iban en dirección a dicha casa. Los jóvenes solo asintieron, pues eso no representaba problema alguno para ninguno, o eso creyeron, pues si hubieran visto la sonrisa maliciosa que apareció en los labios de la joven pelirroja, se habrían dado cuenta de que ir a esa casa no era una buena idea, o por lo menos no era buena idea para la estabilidad de la relación de los dos chicos.

Sin demorar mucho, todos llegaron hasta la casa de las mujeres a las que protegían, viendo con una ligera sorpresa que el lugar era una mansión bastante grande y con el mayor lujo que se podía tener para aquella época en la que vivían.

-¡Wow! ¡Está casa es enorme!- soltó sorprendido y entusiasta el azabachito, ya queriendo ponerse a correr de un lado a otro en aquella casa.

Todos rieron un poco ante la emoción del joven Uchiha, incluso Kakashi se permitió una ligera risa por la forma de ser de su novio.

-Y también hay una piscina, pero creo que deberán esperar a mañana para visitarla porque ya comienza a enfriar la tarde- comentó la mujer, sonriendo mientras entraba a la casa, con su hija al lado y los ninjas tras ellas.

-¡¿En serio?! ¡Piscina!- de nuevo la emoción de Obito hizo sonreír a todos, aunque en el caso de una jovencita pelirroja, sacó una sonrisa algo retorcida.

"Tengo una idea" pensó la ojigris, sin quitar de su mente el encaprichamiento que tenía con el poseedor del sharingan.

Naomi llevó a sus cuidadores al segundo piso de la mansión.

-Les daremos una habitación para cada uno- comentaba la mujer mientras los guiaba por aquella mansión, lugar que era visto con curiosidad por todos, pero sobre todo por Obito, quien miraba cada lugar y cada detalle por el cual pasaba.

-Le agradezco mucho la intención, pero… preferiría, de ser posible, dormir en una habitación con mis dos alumnos- pidió con amabilidad Minato.

-Oh claro, si así lo quieren no hay problema, tenemos habitaciones lo suficientemente grandes como para que se queden los tres- respondió la mujer con una sonrisa, para detenerse unos momentos después, luego de escuchar un agradecimiento por parte del rubio.

-Aquí es…- la mujer abrió la puerta, dejando ver una habitación bastante grande con dos camas grandes.

-Aquí se quedaran los tres, y a la jovencita Rin le daremos otra habitación- dijo Naomi, sonriéndoles a los hombres, antes de salir de ahí junto con su hija y Rin.

Se escucharon los "Gracias" de los tres hombres, antes de que estos guardaran sus cosas en los muebles vacíos de la habitación.

-¡Esta casa es enorme!- decía Obito mientras se lanzaba a una cama, mirando el techo con una gran sonrisa.

-Lo es, pero no te vayas a perder- respondió Kakashi, sentándose la orilla de la misma cama donde estaba su compañero, quien le miró extrañado.

-¡Yo jamás me perdería en esta casa!- argumentó el azabachito, mirando a su compañero recostarse a su lado.

-Si tú lo dices- sonrió bajo la máscara el peliplata, provocando un bufido en su amigo quien ya solo se recostó sin objetar nada, pues aunque había entendido que su compañero le dijo despistado, sabía que no lo dijo para ofenderlo.

Los dos muchachos suspiraron, mirando el techo bajo la atenta mirada de su maestro, quien sonrió con un ligero tinte de picardía.

-Entonces… ¿Dormirán juntos esta noche?- cuestionó Minato, sacando de su tranquilidad a los dos menores, quienes le miraron con sorpresa, pues si bien sí iban a dormir juntos, el tono de insinuación que usó su maestro les hizo pensar en otra cosa que no era dormir, cosa que en Kakashi provocó un ligero rubor, mientras que en Obito provocó que su rostro ardiera.

-¡Sensei, es usted un pervertido!- gritó a todo pulmón el Uchiha.

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Habían pasado algunos momentos desde que ya todos los ninjas estaban en su cuarto, y aunque ya había anochecido, Minato debía salir a hablar con algunos feudales.

-Necesito que alguien me acompañe, ¿Quién quiere ir?- preguntaba el rubio a sus alumnos.

Los cuatro se encontraban platicando un poco en la sala de la gran mansión, solos, pues la joven Junko y su madre se habían retirado a dormir, cansadas por el viaje.

-Yo iré, Minato-sensei- se ofreció la castaña, dejando el té que tomaba y levantándose de su lugar, sonriéndole a su maestro, quien asintió con una sonrisa.

-Bien, entonces nos vamos, volveremos más noche- avisaba el Jounnin a su equipo, viendo a la joven pareja asentir.

Minato y Rin salieron de la mansión, mientras que Kakashi y Obito se iban a la habitación, pues ya estaban algo cansados también y preferían acostarse ya.

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-¿Sabes algo…? Se me hace curioso que Rin no haya dicho nada al vernos tan… juntos- comentó Kakashi, mientras terminaba de cambiarse para dormir, mirando de reojo a su novio, quien le miro ya metido en la cama.

-Ah… bueno… es que ella sabe de lo que yo siento por ti- dijo un poco apenado el Uchiha, sonriendo leve, sorprendiendo a su pareja.

-¿Se lo contaste?- preguntó curioso el peliplata, recostándose al lado del otro chico, quien asintió lento.

-Sí, bueno… no, ella se dio cuenta de que algo me pasaba contigo, así que lo único que hice fue aceptarlo y confirmárselo- respondió el poseedor del sharingan, acercándose poco a poco y algo tímido hacia su compañero, quien le miró con enternecimiento mientras le abrazaba y juntaba a él.

-Entiendo- murmuró con más simpleza el Hatake, dando por saciada su curiosidad, ahora solo quería descansar junto con su novio, aunque antes de eso quería hacer algo a lo que se estaba volviendo adicto.

Kakashi bajó su máscara, para que luego su mano fuera al rostro de su compañero, el cual reposaba recostado en su pecho, y con suavidad, levantó aquel rostro, haciendo que le mirara.

Las oscuras miradas se encontraron, viéndose de forma cariñosa, y sin perder el contacto visual, el peliplata besó a su novio, quien respondió al beso con gusto.

De nuevo, los labios de ambos jóvenes se encontraban moviéndose sobre los ajenos, y sus lenguas se encontraban en una pequeña lucha, la cual ninguno quería perder a causa de su orgullo.

El oxígeno se terminó, no sin que antes —con algo de esfuerzo— Obito venciera dominando en el beso a Kakashi, quien le miró con una muy suave sonrisa media, tomando aire y permitiéndole a su compañero hacer lo mismo.

El Hatake dejó que ambos tomaran aire, antes de volver a besar a su novio, solo que esta vez el beso fue más intensó, pues mordisqueó un poco los labios de su compañero y recorrió más ávidamente su boca, sorprendiendo ligeramente al Uchiha, quien se sonrojó pero no se negó a responderle de esa forma intensa, o al menos intentaba seguirle el ritmo, pues aún se sentía algo tímido al estar de aquella forma con su amigo y compañero de equipo.

Durante el intenso beso, Kakashi comenzó a acariciar traviesamente uno de los costados del azabache, quien dio un pequeño salto debido a que la caricia le había tomado desprevenido, pero para mayor sorpresa suya, el peliplata se removió un tanto para terminar sobre de él.

La playera negra que Obito usaba para dormir, poco a poco fue subiendo debido a que las manos del Hatake deseaban tocar esa blanca piel, cosa que se puso a hacer una vez la playera del menor estuvo lo suficientemente arriba. Una de las manos de Kakashi recorrió desde el vientre hasta el pecho de su ahora pareja, haciéndolo suspirar, aunque los suspiros duraron poco, ya que algo dentro de la mente del azabachito hizo 'clic' por lo que empujó suave pero con la suficiente fuerza a su compañero, separándolo de él y rompiendo el beso.

-P-para, Kakashi- ordenó jadeante el Uchiha, removiéndose inquieto e incómodo bajo el otro, quien dudó unos momentos en que hacer.

-Está bien… Lo lamento- se disculpaba el peliplata, quitándose de encima y sentándose en la orilla de la cama, tratando de recuperar el aire perdido durante el beso, así como tratando de calmar la temperatura en su cuerpo.

Obito imitó la acción de su compañero, sentándose en la otra orilla de la cama, dándole la espalda al otro, respirando agitado, avergonzado y con un extra que no sabía entender que era.

-Yo… aun no estoy listo para que vayamos más haya de unos besos- susurró lo más suave que pudo el poseedor del sharingan, bajando su mirada un poco, sintiendo la mirada de su compañero sobre él, pero sin atreverse a voltearse a mirarlo.

Kakashi se puso de pie y rodeó la cama para sentarse al lado de su pareja, suspirando bajo mientras le comenzaba a acariciar los cabellos.

-No te preocupes por eso, no te presionaré- dijo con calma el peliplata, viendo que el otro chico miraba hacia otro lado, dejándose acariciar el cabello pero sin querer levantar aun su mirada, lo que extrañaba al otro.

-Es algo complicado esto ¿sabes?- habló en voz baja el azabache, suspirando con la mirada fija en ningún punto en concreto, y aunque al principio su frase fue un tanto confusa, Kakashi pudo entender o al menos sospechar lo que había querido decir con eso.

-¿Te refieres a que… seamos pareja? ¿Dos hombres?- cuestionó intrigado el peliplata, manteniendo sus negras pupilas fijas en el otro chico, este suspiró y asintió lento con una ligera vergüenza, la cual no sabía con exactitud a que se debía pero estaba ahí.

-S-sí… es… —buscaba la palabra adecuada— Extraño- concluyó, suspirando largamente luego de decir aquello.

-Ya lo sé, pero… Estaremos bien. Solo necesitamos acostumbrarnos, y hacernos a la idea- expuso Kakashi, levantando el rostro de su amigo con una mano, dándole un beso más suave y corto en los labios, sonrojándolo ligeramente.

-Está bien, creo que tienes razón- aceptaba Obito, sonriendo como normalmente.

-Aclarado eso, ¿dormimos?- preguntó el peliplata, subiendo su máscara, viendo al otro asentir, por lo que sin más, volvió a subir a la cama, seguido de su novio.

Ambos muchachos se recostaron, cambiando de posición esta vez, pues el Uchiha se recostó de costado y el Hatake le abrazó por la espalda, procurando no juntar demasiado sus cuerpos para no dar lugar a otro momento incomodo como el anterior.

La noche avanzó un poco más, incluso Minato llegó a la habitación, viendo a sus alumnos dormir —supuestamente— lo que le hizo sonreír con alegría por ellos, y sin hacer mucho ruido, fue a recostarse en la otra cama.

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A pesar de haber pasado ya un buen rato y de ser entrada la madrugada, ambos chicos seguían despiertos, aunque claro… fingían estar dormidos para no tener que dar explicaciones del porqué de su aparente insomnio, más era obvio que este era provocado porque ninguno de los dos dejaba de pensar en lo último que habían hablado antes de acostarse ni en lo que había pasado antes de eso.

"Acostarme con… Kakashi. Con otro hombre. Eso querría decir que…" esa frase inconclusa no dejaba de dar vueltas en la mente del Uchiha, y seguido a esa frase aparecía en su mente una imagen no muy sana que trataba de él y su pareja teniendo intimidad, lo que le hacía sonrojarse y tener ligeros escalofríos que controlaba para no despertar a su compañero.

"¿En dónde queda mi dignidad?" cascaditas resbalaban por las ruborizadas mejillas del azabache al imaginarse bajo su compañero cuando hicieran el amor.

Aquel era el conflicto del azabachito, debido a que nunca en lo que llevaba de su joven vida, se había imaginado el sostener intimidad con otro hombre, por eso le conflictuaba un poco la situación, más se tenía que admitir a si mismo que quería estar con su pareja. Su mente era un caos, por lo que al final decidió tratar de dejar de pensar en ello.

"¡Basta! Eso… no… ¡Quiero dormir y no pensar más!" pensó el azabache, cerrando fuerte sus ojos y tratando de olvidar la guerra interna que tenía.

Por otro lado…

"Creo que necesita tiempo para hacerse a la idea de estar con otro hombre" pensaba Kakashi, sin dejar de mirar la espalda del otro chico, suspirando muy silenciosamente.

"Creo que fui demasiado rápido, ni siquiera creo que esté listo para que… hagamos el amor" cerró sus ojos con un apenas perceptible carmín apareciendo en sus mejillas cubiertas por su máscara.

"Sea como sea, creo que… Debo darle tiempo. Sí, el tiempo que necesite se lo daré" decidió con consideración, dejando de lado sus propios deseos egoístas de querer intimidad con el Uchiha, y aunque aún había una pequeña voz en su interior que le gritaba que sedujera a su novio, él prefirió darle su tiempo, y por su lado, ya habiendo decidido, se dedicó a tratar de dormir un poco, aunque admitía que el tener el cuerpo ajeno tan cerca y en aquella posición, le invitaba a hacerle algo nada sano.

"Calma" se repetía a sí mismo, cerrando sus ojos, disponiéndose a dormir.

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Un nuevo y soleado día se podía apreciar en la aldea del relámpago…

-Hora de despertar, el desayuno ya está listo- llamaba amablemente Minato a sus dos alumnos, amabilidad que contrastó con su siguiente acción pues corrió las cortinas para que entrara el sol, iluminando la habitación por completo, causando un chillido, quejas y replicas por parte de Obito, mientras que Kakashi apenas emitió un gruñido y atino a taparse los ojos con una mano para atenuar la molestia e irse acostumbrando a la nueva y resplandeciente iluminación.

-¿Pero qué les pasa, chicos? ¿No durmieron bien?- preguntaba con notable sorpresa, pues apenas los dos chicos se sentaron en la cama, dejaron ver unas orejas bajo sus ojos y una más que obvia pesadez en sus cuerpos y en sus parpados, estos últimos se esforzaban por mantenerse abiertos.

Los dos jovencitos se miraron entre ellos, para luego mirar al mayor y negar como si nada, tratando mostrar energía y ánimos.

-Dormimos bien- aseguraron ambos muchachos, mientras se levantaban de la cama para buscar su ropa, bajo la atenta e interrogante mirada del Namikaze, quien escrutaba con incredulidad a los dos.

-De… acuerdo —aceptaba no muy convencido— Dense prisa, el desayuno está listo. Además la señora Naomi dijo que la piscina también está lista por si quieren ir a nadar un rato- avisaba con una sonrisa.

-¡¿En serio?! ¡Genial! ¡Yo quiero ir a la piscina!- gritó con alegría y entusiasmo el Uchiha, vistiéndose lo más rápido que pudo, para salir corriendo de la habitación a desayunar, cosa que también haría lo más rápido posible, con tal de poder irse a nadar.

Minato rió al ver a su alumno, mientras que por otro lado, Kakashi enarcaba una ceja, suspirando bajo.

"Sí, ese idiota es mi novio ahora" pensó el peliplata, terminándose de vestir, mirando a su maestro, quien le sonrió y comenzó a caminar hacia afuera de la habitación con él.

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-¡El desayuno estuvo delicioso!- agradecía Obito, dejando limpio su plato a pocos minutos de haber comenzado a comer, ganándose un golpe —suave— en la cabeza por parte de su novio.

-¡Oye! ¿Por qué me pegas?- preguntó con ojos de cachorro.

El Hatake estuvo a punto de ceder por aquella mirada de su pareja, más negando un poco, logró mantenerse algo serio.

-No debes de comer así- regañó, cruzándose de brazos con una expresión neutral.

-Mira quien está hablando- se defendió el azabache con los ojos entrecerrados, mirando acusadoramente a su compañero, pues el plato de este ya estaba vacío también, y eso que él había llegado a comer un rato después de él.

-Bueno… Es distinto- respondió Kakashi, desviando la mirada al verse atrapado por su propio regaño.

Minato, Rin y Naomi, rieron por la escena, cosa que le sacó un ruborcito y provocó un puchero en el Uchiha, mientras que en el peliplata no causó nada, solo que continuara mirando hacia otro lado.

-Que jovencitos tan encantadores. ¿No quieren ir a la piscina a refrescarse un rato?- preguntó la mujer, sonriendo amable y atenta con los ninja que le trajeron de vuelta a su hogar.

-¡Sí! ¡Yo si quiero!- decía con una amplia sonrisa el azabache, haciendo sonreír un poco a Kakashi, pues aunque este quisiera regañarlo por portarse de esa forma poco… profesional, sabía que no podía evitar quererlo por ser así y por lo mismo, dejarlo ser.

-Adelante entonces, si traes ropa solo cámbiate y puedes ir- dijo Naomi, antes de retomar su comida, pues nadie —además de los dos chicos— había terminado de comer.

Apenas escuchó esas palabras, Obito salió corriendo como torbellino hacia la habitación para cambiarse, haciendo suspirar a Kakashi, quien se puso de pie para seguirle, solo que naturalmente: Con más calma.

-Kakashi, hoy saldré a hablar de nuevo con uno de los feudales. En esta ocasión, Rin se quedará aquí, pero sobra decir que estas a cargo- avisó el Namikaze, obteniendo la atención de su alumno, quien asintió en silencio, y después de un debido 'Con permiso', se retiró a la habitación a buscar a su compañero.

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Al peliplata apenas le dio tiempo a tomar el pomo de la puerta de la habitación, pues su novio salió de ahí de nueva cuenta como un torbellino, solo que esta vez, el Hatake tomó del brazo a su compañero, deteniendo su arrasadora carrera.

-¡Oye! —Replicó, quedándose quieto— ¿No vendrás conmigo?- preguntó al notar la tranquilidad con la que estaba su pareja, quien se descolocó un tanto ante la pregunta del azabache.

¿Acaso Obito lo quería tener cerca? ¿Quería su compañía de pareja aun frente a los demás?

-¿Quieres que te acompañe?- preguntaba con una ceja levantada, mirando expectante al poseedor del sharingan, quien le vio extrañado y con una expresión de obviedad en el rostro.

-Mm… Iré en un rato- aceptó el peliplata, soltando el brazo de su compañero, percatándose solo hasta ese momento que se encontraba solo cubierto por un short-bóxer-traje de baño, y una playera de manga corta azul marino. El ver así a su pareja casi le provoca que lo arrastrara a la habitación, pero tomó aire y se contuvo.

-¿Qué tanto es un rato?- preguntó Obito con inocencia, ajeno a los pensamientos de su compañero.

-Un rato. Solo… acomodaré algunas cosas en mi mochila e iré a hacerte compañía- respondió con la mayor calma posible el Hatake, no sabiendo si sería buena idea ver semidesnudo al otro, si ya de por si el verlo aun con esa playera le estaba provocando calor, no quería imaginarse el verlo casi desnudo.

-De acuerdo, estaré esperándote entonces- sonrió el Uchiha, comenzando a alejarse de su amigo, sabiendo que este no querría nadar con él, solo iría como él mismo dijo "A hacerle compañía".

Obito desapareció por uno de los pasillos, siendo observado hasta el último momento por Kakashi, quien suspiró y entro a la habitación a tomarse un respiro antes de tener que bajar a la piscina.

Mientras tanto, la escena fue vista por una pelirroja jovencita que sonrió con malicia, antes de perderse por un pasillo…

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En el patio trasero de aquella enorme casa se podía apreciar al joven azabache lanzándose a la piscina con emoción. El chico nadó sumergido un rato en la fresca agua, antes de salir y flotar un poco de espaldas al agua, mirando el brillante cielo, suspirando algo pensativo, y aunque él no lo quisiera, sus pensamientos giraban en torno a lo pasado con su compañero la noche anterior, y a las dudas que aún tenía.

"No sé qué voy a hacer" pensó Obito, dando un suspiro para a continuación dar vuelta y regresar a la orilla de la piscina, saliendo de esta y suspirando de nuevo, caminando sin importarle estar escurriendo agua todo el camino hasta una silla para tomar sol, lugar donde se recostó y cerró los ojos, aun dándole una y mil vueltas al asunto de él y su pareja, sonrojándose un poco al recordar los pasionales besos que había recibido la noche anterior, poniéndose incluso más rojo al recordar con claridad las manos de su compañero acariciándole y provocándole algo extraño que en ese momento no supo identificar pero que ahora parecía ir siendo cada vez más obvio lo que era.

Los pensamientos del chico fueron interrumpidos por una traviesa y cálida mano que le comenzó a tocar el pecho, así como a la par sentía un peso extra en sus caderas debido a que alguien se estaba subiendo sobre él; por un momento el Uchiha pensó que podría ser su novio, pero sintió un aroma conocido en el aire, un aroma suave y… femenino.

-¡Junko!- casi chilló el ojinegro al abrir sus ojos, removiéndose para quitarse a la joven de encima, pero teniendo el debido cuidado pues no quería ser desconsiderado o grosero y tirarla al suelo.

-¿Qué pasa?- preguntó como si nada la jovencita, acariciándole más el torso al chico, quien le tomó las manos por las muñecas para intentar detenerla.

-N-no… Tú no deberías… yo no… Q-quítate…- decía atropelladamente, y todo debido a que no solo tenía a la jovencita sobre él, sino que esta llevaba un bikini de dos piezas que no dejaba demasiado a la imaginación, y desde donde estaba le daba una buena vista de sus pechos al chico.

Una risilla traviesa a la par que coqueta salió de labios de la jovencita, quien acercó sus labios al oído del azabache.

-¿Quieres tocarlos verdad? Anda… hazlo- invitaba de forma muy cínica pero sensual, o al menos eso le parecía al muchacho, quien negó tragando saliva pesadamente, pero con sus mejillas luciendo un color rojizo.

La joven pelirroja sonrió de una forma aún más traviesa, y soltándose sin dificultad del agarre en sus muñecas, fue que tomó una de las manos de Obito, poniéndosela en uno de sus pechos, provocando un estremecimiento en el chico, y que jalara su mano para quitarla de aquel lugar, pero eso era algo que la joven no iba a permitir, por lo que sin tardar ni un segundo más, se acercó a besarlo de forma hambrienta, presionando al mismo tiempo la mano ajena contra uno de sus pechos.

La sorpresa no cabía en el joven azabache, pero no tardo en negarse y tratar de terminar aquel beso y aquel contacto nada apropiado, decisión que poco a poco comenzó a desvanecerse cuando fue cediendo ante la chica, poniendo su mano libre en su cintura para atraerla un tanto más a él, comenzando a corresponder el beso, así como comenzaba a tocar ese suave bulto en su mano, sonrojándose por estar haciendo aquello con esa chica, y sobre todo porque ni él sabía porque lo hacía.

A solo un par de metros de aquella silla y de aquella escena se encontraba otro chico…

Kakashi apretó los puños con rabia, considerando con seriedad ir a matar a esa chica, o mejor aún: Matar a Obito, pues al parecer, su compañero no oponía ninguna resistencia a tener a esa joven ahí sobre él. No claro que no, todo eso estaba pasando con el consentimiento del Uchiha.

Tomó un respiro; no iba a armar una estúpida escena, ni iba a darle el gusto a esa chiquilla de verlo mal. Pero lo que sí era seguro, era que todo entre él y su compañero se había acabado.

Con dignidad pero impotencia, el Hatake comenzó a alejarse de aquella escena, habiendo tomado su decisión.

**||Continuara…||**

Muchas cosas que decir:

1-Perdón por la tardanza enorme x.x no tengo perdón u.u lo sé.
2-Me disculparan las faltas de ortografía que no importa cuántas veces lo re-lea y revise, siempre se me escapan algunas faltas.
3-¿A quién quisieron golpear? ¿A Junko? ¿O a Obito? ¿O a ambos? XD Me dicen en los reviews.
4-¿Qué tanto soportan el Jiraiya x Minato? Porque en unos capis habrá una insinuación muy leve de esa pareja.
5- No me maten D: prometo no volver a tardar tanto.

Ahora… Me voy a escribir más Yaoi *3*/

Gracias a quienes me dejaron reviews pasados, prometo responderlos para el próximo capítulo.
¡Sigan dejando Review que sin ellos no hay conti e.e! …. Son gratis y no necesitan estar registrados… creo ^^uU

Sayonara~