|||-Una Familia-|||

Summary: Porque Obito nunca tuvo familia, y siempre quiso saber lo que era tener una. El calor y el amor de un hogar. Un pequeño `accidente´ le dará una familia; tal vez no como él lo maginaba, pero a fin de cuentas: Tendría su familia.

Pareja: ~Kakashi x Obito~
Advertencias: Yaoi, Lemon, Mpreg –Embarazo Masculino–
Si no te gusta algo de esto, no leas, no quiero reclamos.
Aclaraciones: Kakashi, Obito y Rin tienen 15 años. Y nunca pasó la batalla en el puente, por lo que ambos chicos tienen sus ojos normales.

***||***
Capítulo V:

Había pasado casi una hora desde que Kakashi había perdonado a Obito, luego de la —ahora sí— agradable escena que protagonizó con esa chica al decirle que no la quería y que no le gustaba, pero sobre todo al rechazarla.

Todo aquel rato los chicos lo habían pasado sentados sobre la cama, besándose como si no hubiera un mañana, pero ambos preferían eso, y aprovechaban cada segundo porque sabían que luego de eso tendrían que hablar, y quizás hablar largo y tendido sobre muchas cosas; sobre todo lo importante en cuestión a su relación.

-Ya… —suspiró y retrocedió un poco— M-me duelen los labios- susurró tímido el azabache, haciendo sonreír leve a su acompañante.

-Puedes dar gracias a que solamente te duele eso y no otra cosa, o lugar- comentó el Hatake con toda la tranquilidad posible, a pesar de ser más que obvio la insinuación o doble sentido de aquella frase.

Las mejillas del Uchiha se colorearon de inmediato ante esas palabras, antes de gritar por segunda ocasión en aquella habitación.

-¡Pervertido!- no le importó en lo más mínimo si su grito se escuchó por toda la casa, solo quería echarle en cara eso a su novio, tal y como había hecho con su maestro el día de anteayer.

El peliplata apenas y se inmutó, más que nada porque estaba acostumbrado al escándalo que solía armar su amigo y ahora novio, y por lo mismo solo se encogió de hombros, restándole importancia al adjetivo que el moreno le estaba dando.

-Obito, hablando de eso…- comenzó Kakashi, poniéndose un tanto más serio, haciendo que su compañero se tensara levemente, tomando calma y poniéndose más serio, aunque inevitablemente seguía sonrojado, y probablemente seguiría así por un buen rato.

-Y-yo… es que… —titubeaba nervioso, desviando la mirada, hasta que sintió la mano del mayor sobre la suya, por lo cual volvió a mirarle, dando un suspiro largo— E-es cierto que sentía… deseos de estar c-contigo, pero… aún no me siento listo del todo para ello. Tengo miedo de que… lo hagamos —susurró con pena— y luego me arrepienta de ello, y no quiero hacerte eso, ni a mí. ¿Me entiendes?- explicó Obito con esfuerzo, aunque para ser él, no se le podía pedir una mejor explicación; de hecho su pareja consideraba que aquella ocasión era una de esas milagrosas donde las neuronas del chico funcionaban adecuadamente para hacerle decir las cosas correctamente.

-Sí, te entiendo, Obito —asintió lento, sonriéndole ligeramente— Entonces te tendré paciencia. Pero…- hizo una pausa, obteniendo la completa atención del Uchiha, quien ya estaba con una sonrisa agradecida, expresión que cambiaría al escuchar las siguientes palabras del mayor.

-Si te vuelvo a ver con otra chica en una situación aunque sea la mitad de similar que la que tuviste con Junko… Te castro- amenazó con severidad, notando de inmediato el tono azul que cobraba el rostro de su novio.

-N-no… no… j-jamás… y-yo t-te amo a ti- titubeó nervioso y con pánico, pues conociendo al peliplata, era más que seguro que cumpliría su amenaza.

Kakashi sabía que quizás aquella amenaza no era necesaria, pero es que el ver la aterrorizada expresión de Obito, no tuvo precio.

-Ejem… —aclaró su garganta, volviendo a tener atención del azabachito quien aún lucía asustado— Ahora, algo importante: ¿Les diremos a los demás en la aldea sobre lo nuestro?- preguntó con tranquilidad el Hatake, sorprendiendo a su pareja.

Obito se quedó pensativo unos momentos, dudando en si sería buena idea, temiendo que los demás no les comprendieran y los rechazaran.

Suspiró pesado.

-Yo… preferiría que no le dijéramos nada a nadie, por lo menos por un tiempo. ¿Te parece bien?- preguntó el azabache, mirando preocupado a su novio, preocupado de que se fuera a molestar con él por querer mantener su relación en secreto.

Aunque no lo había demostrado, el peliplata también tenía cierta preocupación de que sus demás compañeros no fueran a entender su relación con Obito. No era que le importara lo que dijeran; desde hace tiempo —y gracias al Uchiha— había entendido que no importaba lo que los demás dijeran de él, por lo que sus preocupaciones estaban más hacia el cómo les iban a tratar, sobre todo a Obito, pues este quería ser Hokage y no sabía que tan bueno o malo podría ser que todos supieran que estaba en una relación con él.

Un segundo suspiro pesado se escuchó en la habitación.

-Me parece bien. Tenemos que dejarlo así, al menos por un tiempo- aceptó Kakashi sin réplicas, sorprendiendo levemente al azabache.

-Bueno, eso está aclarado. ¿Algo más de lo que tengamos que hablar?- preguntó el menor, sonriendo con más relajación y tranquilidad luego de haber hablado aquellos puntos importantes en su relación.

Por algunos momentos Kakashi mantuvo silencio, meditando en si había alguna cosa que se les estuviera escapando.

-Solamente sería el trato que nos daremos frente a los demás, pero como ocultaremos todo… Nos trataremos como siempre- aclaró, viendo al azabache asentir.

-Estoy de acuerdo- aceptó Obito, aunque no sabiendo si podría hacer eso, cosa que no solo él dudó, sino su novio también.

El motivo de la duda era que ambos sabían —aunque al menor le costase admitirlo— que Obito era despistado, y podría sencillamente olvidar aquel acuerdo y besar o tomar de la mano al mayor en público, o peor aún, frente a sus conocidos.

Ambos suspiraron, antes de que unos golpes en la puerta les sacaran de sus pensamientos.

-Kakashi, Obito, soy yo- se escuchó la voz del Jounnin a cargo, por lo que ambos muchachos le permitieron el paso a la habitación.

Minato abrió la puerta tranquilamente, sonriendo ampliamente al ver a los dos chicos sentados en la cama, aparentemente hablando, aunque quizás llevaban poco tiempo con la conversación, o al menos eso le decían los rojos e hinchados labios de ambos, esto le hacía saber que habían estado un muy buen rato besándose.

-Creo que… todo está bien por aquí ¿eh?- cuestionó con una ligera sonrisa sugerente, haciendo ruborizar a Obito, quien estaba por gritar de nuevo, pero en esta ocasión el Hatake le tapó la boca con una mano.

-Deja de hacer eso- dijo tranquilamente, mirando a su pareja, viéndole agitar los brazos como si fuera a volar.

El rubio rio con ligera diversión, antes de aclarar su garganta y ponerse serio, terminando de entrar en la habitación y cerrando la puerta tras de sí.

-Sé que es algo tarde muchachos, pero es hora de irnos. Recojan sus cosas, en veinte minutos tenemos que estar listos- avisó el Namikaze, obteniendo atención de los dos chicos, provocando que el menor se quedara quieto, aunque aún con la mano ajena sobre sus labios.

-¿Irnos? Creí que nos quedaríamos mínimo dos días más- preguntó extrañado el joven Hatake, manteniendo su vista en su maestro.

-En realidad era un tiempo estimado. Todo lo que tenía que hacer aquí lo hice ya, además… La señora Naomi supo, por propia boca de su hija, lo que intentó hacer para separarlos, por eso me comentó que lo mejor sería que nos fuéramos para evitar más problemas de ustedes con Junko- explicó sencillamente, puesto que en su camino a la habitación había encontrado a dicha mujer y hablado con ella sobre todo lo sucedido con la pelirroja y los dos chicos.

-Al menos esa mujer no es como su hija —resopló leve, asintiendo en seguida— Bien, alistaremos nuestras cosas rápidamente- aceptó sin problema el peliplata. De igual forma él quería irse de ese lugar lo más pronto posible.

-Está bien, pero… ¿no deberías quitar ya tu mano de la boca de Obito?- preguntó levemente preocupado el rubio, notando que el menor de sus alumnos comenzaba a ponerse azul por la falta de oxígeno.

Kakashi volteó a ver a su novio, quitando de inmediato su mano, viendo como el azabachito respiraba muy agitado, recuperando el aire.

-Tú… ¿quieres matarme acaso?- preguntó Obito, sin dejar de jadear, mirando apenas a su amigo y pareja.

-No exageres y date prisa- le restó importancia, dándole un beso en la frente, antes de ponerse de pie para ir a arreglar sus cosas, bajo la ofendida mirada del menor.

Minato solo atinó a negar con la cabeza, sonriendo como usualmente lo hacía, mientras tomaba su mochila con sus cosas, las cuales estaban listas debido al orden que le gustaba tener.

-Les esperare abajo- concluyó el Jounnin, antes de salir de la habitación con tranquilidad.

Los dos chicos asintieron, cada uno recogiendo sus cosas y guardándolas con relativa calma pero con ciertas prisas.

-Ya estoy listo- desde luego el primero en tener todo en orden fue el Hatake, y obviamente al poner su mirada en su compañero, le encontró corriendo por la habitación, buscando algunas de sus ropas, lo que le hizo suspirar.

-¿Necesitas que te ayude?- preguntó con una gotita resbalando por su cabeza, mientras se acomodaba su máscara, sin quitar sus negros orbes de encima del otro chico.

-No, estoy bien, solo no encuentro esa condenada playera- respondió el muchacho, frunciendo levemente el ceño, haciendo sonreír ligeramente al otro.

Antes de que se dijera algo más, nuevos golpes en la puerta se escucharon, aunque en esta ocasión solo llamaron la atención de Kakashi, pues su compañero estaba demasiado ocupado buscando su ropa.

El Hatake fue con paso lento a abrir la puerta, encontrándose a Rin afuera.

-¿Ya están listos?- preguntó con normalidad la joven, obteniendo como respuesta que su peliplata compañero negara, abriendo por completo la puerta y señalando a Obito con un dedo.

-Tiene que estar por aquí- decía el azabache, continuando con su búsqueda, sin reparar en su castaña compañera, esta solo se quedó callada unos momentos.

-Obito, me… me robare a Kakashi un momento, hay algo que debo decirle- avisó la Nohara, extrañando al Hatake, pero antes de decir algo más, la chica tomó de la mano al peliplata y le jaló, llevándoselo con ella.

-¿Eh? Ah sí, sí, en un minuto estaré listo- respondió distraídamente, estando por jalarse el cabello al no encontrar su playera.

···

Los jóvenes llegaron al patio trasero, justo al lado de la piscina.

-¿Qué pasa, Rin?- preguntó Kakashi sin rodeos, presintiendo que la joven castaña se traía algo.

La joven le dio la espalda al chico por algunos momentos, mientras se mordía el labio inferior y apretaba su playera, pensando en si lo que hacía era lo correcto o no.

-K-Kakashi… y-yo…- la joven titubeó, demostrando el nerviosismo que llevaba encima.

El chico levantó una ceja, acercándose los pasos que le separaban de la chica, tomándole de un brazo y dándole vuelta, estando por interrogarla nuevamente, cuando fue bruscamente interrumpido de sus pensamientos por la joven que le besó —a través de la máscara— en los labios.

La sorpresa no cabía en el chico por lo que se tardó en reaccionar, pero al estar por empujarla, la joven castaña le empujó a él contra una pared cercana, acorralándolo e intentando besarlo con más ansias, aunque era más que notable el hecho de que sus nervios y tensión le estaban traicionando.

Lo siguiente que la joven Nohara sintió, fue el duro golpe de su espalda con el pavimento. Sus marrones orbes se abrieron con sorpresa, a la vez que se cristalizaban, y en su mente se repetía una cierta frase:

"¿En qué momento creyó que eso funcionaría?"

Kakashi no era como Obito. Ella no podría confundirlo tan fácil.

-¿Qué rayos te pasa a ti ahora?- preguntó con más que evidente molestia en su voz, mirando con desprecio a su compañera, quien seguía en el suelo.

-Y-yo… l-lo s-siento- murmuró apenas audible, con notoria voz quebrada.

Lejos de fijarse en la voz de su compañera de equipo, se fijó en el tartamudeo de esta, el cual ya comenzaba a cansarle.

-Rin… —arrastró el nombre con pesadez, intentando calmarse— Quiero que me digas, ¿en que estabas pensando? Sabes bien que amo a Obito, y él me ama a mí- Kakashi habló con la mayor calma que le fue posible, manteniendo su vista sobre la joven.

-Yo te amo, Kakashi —confesó, a pesar de ser algo tan evidente— Quería tener una oportunidad contigo, q-quería que estuvieras conmigo- murmuró la castaña, poniéndose de pie con cierto dolor, más sentimental que físico.

-Creí que tenías bien claro que yo no te amo, que amo a Obito, y que esta… —se contuvo un poco— bajeza, no iba a hacer que eso cambiara- decía tajante, calmando poco a poco su molestia con la chica, que si bien nunca fue santa de su devoción, con lo que acaba de hacer acababa de caer completamente de su gracia.

-Yo… lo tenía bien claro, pero…- su frase quedó al aire, mientras recordaba lo que había pasado hace escasos minutos.

||···||

-He visto como lo miras- una conocida y femenina voz interrumpió a la Nohara, quien terminaba de preparar sus cosas en su habitación.

La chica castaña suspiró, cerrando su mochila, antes de voltear a ver a la otra chica.

-No sé de qué hablas. Con permiso, me retiro- dijo con apacibilidad la joven, antes de iniciar camino hacia la salida de la mansión, mas fue detenida por la pelirroja, quien le tomó del brazo.

-Obviamente hablo de… Kakashi. He visto como lo miras, sé que lo amas, tanto como yo amo a Obito- explicó Junko, haciendo que la kunoichi negara lento.

-Ellos se aman. Yo nada tengo que hacer con respecto a eso- respondió, intentando soltarse del agarre de la otra joven, esta solo apretó más su agarre.

-No, no, no; ellos no se aman. Son jóvenes, están confundidos, necesitan que alguien les saque de su confusión- expuso la pelirroja, jalando del brazo a la joven, a la par que le empujaba y la dejaba frente a ella.

-Eso no… no es verdad. Se aman- repitió la Nohara, sintiendo un ligero dolor en el pecho, pues al pensar en Kakashi y los sentimientos que tenía para con él, se sentía mal, no lo podía evitar.

-Están confundidos, y nosotras… podemos hacerlos entrar en razón —sonrió de medio lado, sorprendiendo a la otra chica— Sí, te estoy proponiendo que hagamos una alianza —tendió su mano hacia la Nohara— Nadie sufrirá. Tú te encargaras de hacer feliz a Kakashi, y yo me encargare de hacer feliz a Obito- finalizó su explicación Junko, viendo que la castaña negaba débilmente.

-Ellos se harán más daño estando juntos, porque desperdiciaran tiempo. Ambos son tan diferentes, que es más que evidente que van a terminar lastimándose. Anda, tienes la oportunidad de tener al hombre que amas… para ti, y solo para ti- manipuló hábilmente la joven pelirroja.

Rin se mordió el labio inferior. Aquella frase de "Solo para ti" había sonado muy tentadora.

Casi son miedo, la kunoichi tomó la mano de la joven pelirroja, sellando un trato con ella.

||···||

La castaña bajó la mirada, sintiéndose culpable, aunque su parte egoísta le decía que aquello pudo haber salido mejor.

-K-Kakashi… yo… lo… lamento- dijo apenas, abrazándose a sí misma, fijando su vista en el suelo.

El Hatake suspiró largamente, poniéndose dos dedos en el puente de la nariz.

-¿Sabes lo decepcionados que estarán Obito y Minato-sensei cuando sepan esto?- preguntó quedamente, ya más relajado.

-Sí, sí lo sé- susurró, sin atreverse a mirarlo, recordando solo hasta ese momento lo que siguió en el trato.

La chica levantó la mirada, fijándola en Kakashi.

-Tienes que ir a la habitación —sonó apurada— Junko está…- no sabía que decir, así que se quedó incompleta su frase, pero fue suficiente para que el chico captará lo que iba a decir.

-Tú… eres despreciable- concluyó el Hatake, mirando con mayor desdén a su compañera, antes de salir corriendo con rumbo a la habitación.

La Nohara solo bajó la mirada nuevamente, quedándose callada, sabiendo que se merecía eso y más.

···

Obito forcejeaba con la pelirroja, empujándola con la fuerza necesaria para alejarla pero no de más como para tirarla. Con todo, era demasiado amable.

-¡¿Pero es que tú no entiendes?!- preguntó frustrado, casi gritando, alejándose de la joven lo más que le era posible, rehuyendo a cada que ella se le acercaba.

-Vamos, no tengo que entender nada, solo que estás confundido, es normal- dijo tranquilamente la joven, volviendo a acercarse al Uchiha, quien negó y retrocedió.

-¡Tú estás loca!- gritó el azabache, tomando su mochila, dispuesto a salir —huir— de allí, cuando la joven le abrazó por la espalda, haciéndolo dar un brinco.

-¡Déjame! ¡Suéltame!- se quejó el azabache, removiéndose queriéndose quitar de encima a la joven.

La chica iba a decir algo, cuando se vio interrumpida por horribles imágenes que se colaron en su mente, lo que la llevó a gritar y desmayarse, bajo la extrañada y confundida mirada del Uchiha.

-Vámonos ya- la voz de Kakashi provocó otro brinco en el moreno.

-Ah… la metiste en un genjutsu. No deberías ser tan cruel- comentó Obito, dando un suspiro y mirando a la joven en el piso, estando por inclinarse a cargarla para ponerla en la cama.

-Ni se te ocurra- acortó el Hatake, acercándose a su novio, tomando su brazo y jalándolo con la delicadeza necesaria para no hacerlo caer o lastimarlo, pero con la fuerza necesaria para prácticamente arrastrarlo afuera de la habitación.

El poseedor del sharingan iba a replicar, pero al ver la mirada de advertencia de su novio solo suspiró y se dejó llevar en silencio, o eso hasta que vio que en la mano donde llevaba su mochila, Kakashi llevaba algo más.

-¡Mi playera! Así que… ¡Tú la tenías!- acusó, olvidándose por completo de la pelirroja.

-Claro que no, bobito. La dejaste en la piscina- respondió, deteniendo su andar para lanzarle la playera a la cara al chico, poniéndose en seguida su mochila, volviéndole a jalar sin esperar más.

-¡O-oye! No veo nada- se quejó Obito, pues uno de sus brazos estaba siendo utilizado para ser arrastrado, y su otra mano estaba ocupada llevando su propia mochila, lo que le evitaba el quitarse la playera de la cara.

-Pues ponte la mochila- respondió casi exasperado el Hatake.

-Si me dieras un minuto…- fue interrumpido por un grito de su novio.

-¡No! Quiero salir de esta casa lo más pronto posible- finalizó el peliplata, continuando su carrera hacia la salida.

En el camino, el Uchiha tropezó un poco, sin contar que casi se cae por las escaleras, pero consiguió llegar sano y salvo a la salida de aquella casa, momento en el que Kakashi se detuvo, dándole oportunidad de guardar la playera en su mochila y ponerse dicho objeto en la espalda, aunque cabe mencionar que durante todo este proceso, el azabache fulminaba a su compañero con la mirada por aquellas prisas.

-Estamos todos listos ya, vámonos- Minato sonrió a su equipo, a su lado ya se encontraba Rin, quien mantenía la vista baja, dando uno que otro suspiro.

-Vamos- fue la única palabra que salió de la boca del peliplata, antes de que tomara de la mano a Obito, pero en esta ocasión, entrelazó ambas manos, siendo más que notorio que le tomaba de la mano como cualquier otra pareja, acción que hizo al Uchiha sonrojar, pero así mismo le hizo sonreír algo embobado.

Ambos jóvenes comenzaron el camino así, yendo delante de Minato y Rin, a esta última el Hatake ni la miró, y Obito por otro lado no le prestó atención por ir bobeando enamorado sobre el hecho de estar tomado de la mano con su novio.

El atardecer acompañaba a los ninjas en su vuelta a casa.

|·|

···

Contrario a lo que Kakashi hubiera querido, Rin le confesó todo a Obito, diciéndole incluso todos los detalles del plan de Junko, los cuales no eran nada… decentes que se diga, pues entre las divagaciones de aquella pelirroja, se encontraba el hecho de que alguna —ya sea ella, o Rin, o de ser posible ambas— terminara acostándose con alguno de los chicos, así, y solo así hubieran podido separarlos.

Desde luego que sucedió lo que la Nohara se esperaba, que Obito le mirara con decepción, que le dijera que había confiado en ella, que le viera de forma dolida y le dijera que las cosas no serían como antes, que necesitaría tiempo para volver a confiar en ella.

Naturalmente, no hubo pelea entre Kakashi y Obito, puesto que ambos sabían que se amaban y no había duda de ello, no importaba que intentaran meterse entre ellos; sus sentimientos no cambiarían.

Minato aconsejó a todos sus alumnos, comenzando con Rin, intentando no dejarle ver decepción en su mirada, intentando darle fuerzas e intentando animarla. Continuó con Obito, aconsejándole que de ahora en adelante tenía que pensar también en Kakashi; cualquier decisión que tomara debía hacerlo pensando en él, porque ahora eran dos, no solo uno. Al finalizar a Kakashi solo le aconsejó paciencia, y que intentara solucionar problemas y discusiones con calma, que no tomara decisiones de forma precipitada.

Los dos jóvenes Chunin y el joven Jounnin aceptaron aquellos consejos con madurez, justo como debía ser.

···

-Mañana temprano ya estaremos de vuelta en Konoha- susurró el azabachito, sonriendo feliz de volver a su hogar. Vaya que había extrañado su pequeña casita; aunque era solitaria pues vivía solo, no dejaba de ser acogedora.

Kakashi sonrió al ver así de feliz a su novio y solo por volver a la aldea.

-Sí, pero para eso deberíamos dormir ya, o si no… cierta persona que conozco no querrá levantarse- respondió con broma pero malicia, haciendo que su novio frunciera el ceño y un rubor se plasmara en sus mejillas.

-¡No sé dé quien me hablas!- alegó el Uchiha de forma infantil, dando media vuelta para darle la espalda a su pareja. Ambos yacían recostados dentro de su tienda de campaña.

Una pequeña risa salió de labios del mayor, antes de que abrazara al otro chico por la espalda, cuidando no acercarse demasiado a él, pues aun sentía cierta… Inquietud ante la cercanía de sus cuerpos.

-Buenas noches- se despidió el Hatake.

-Hmp, buenas noches- se despidió Obito, acurrucándose lento y tímido entre los brazos ajenos, cerrando sus ojos para dormir, dejando su momentánea molestia para descansar.

Más tarde cuando Minato entró a la tienda de acampar, vio a los dos jóvenes dormidos, cosa que le sacó una alegre sonrisa, y en silencio se acomodó para dormir también.

|·|

···Días más tarde···

|·|

Luego de aquella agotadora misión, el grupo de ninjas tuvo unos días de descanso, lo cual agradecieron todos, puesto que aparte del agotamiento físico también estaban agotados mentalmente.

Rin se apartó de los chicos, prefiriendo aislarse un poco luego de lo que hizo, y ambos chicos le cedieron su espacio, debido a que ellos mismos necesitaban tenerla un rato lejos de ellos, a su vez que ambos necesitaban un momento solos, puesto que ahora debían adaptarse al hecho de que eran pareja, y si bien no iban a divulgarlo, lo justo era que pasaran más tiempo el uno con el otro.

···

-¿Estás seguro de que es buena idea?- preguntó Obito, luciendo ligeramente sonrojado y algo nervioso.

"Y eso que solo vamos al cine" pensó Kakashi al ver a su acompañante de aquella manera.

-Si alguien nos ve, solo diremos que vamos como amigos, es todo- le restó importancia el Hatake, continuando su camino, haciendo suspirar al azabache, quien tomó aire y suspiró.

"Es verdad, solo… solo estoy exagerando" se dijo a sí mismo el azabachito, calmándose un poco, sonriendo cuando llegaron a su destino.

-¿Y qué película veremos?- preguntó el moreno, mirando algunos carteles con interés, siendo acompañado por su novio.

-La que sea estará bien- respondió tranquilamente, esperando a que fuera su acompañante quien escogiera.

Pasados unos minutos, ambos jóvenes habían comprado las entradas junto con las palomitas y los demás dulces, encontrándose ya de camino a la sala.

Para suerte de ambos no había nadie conocido por aquellos lugares.

Las luces de la sala se apagaron unos minutos después de que entraron, y la película comenzó enseguida.

Al final, Obito había escogido una película de acción, sin embargo, la escogió porque la protagonista era una joven heroína atractiva que le encantaba desde hace tiempo.

"¿Qué le pasa a este?" pensó Kakashi cuando vio al joven mirar con ojos brillosos la película, y no le tomó mucho el darse cuenta de lo que pensaba el azabache, pues él mismo se lo dijo.

-Esa chica es genial- comentó embobado al mirar a la heroína, y lo hubiera gritado de no ser porque los hubieran corrido de la sala.

El Hatake rodó los ojos y se cruzó de brazos.

-No es la gran cosa- respondió tajante, aunque sus palabras parecieron pasar desapercibidas para su acompañante que no quitaba los ojos de la pantalla.

-Es muy fuerte, y lista- murmuró sin salir de su letargo, haciendo que de nuevo su acompañante rodara los ojos.

-Solo es un papel —recordó— Seguramente en la vida real sea estúpida- respondió, frunciendo ligeramente el ceño, comenzando a ser evidente su molestia, aunque para el despistado de Obito ese carácter era más o menos el 'usual' en el Hatake.

-Lo dudo, se ve que esa chica es… bastante interesante- susurró, sin perder detalle de la película.

-A mí no me lo parece- atajó Kakashi con la mirada entrecerrada y el ceño ligeramente fruncido.

Milagrosamente algo en la atrofiada mente del Uchiha hizo 'clic', haciéndole sentir una especie de Deja vu, por lo que aunque miraba la pantalla, dejó de prestar atención a la película.

"Eso me lo dijo antes, cuando…" Obito recordó cuando durante la misión él había dicho que Junko era linda, y la escueta respuesta del Hatake había sido la misma que le acababa de dar.

El azabache entrecerró sus ojos y miró de reojo a su acompañante, quien yacía con una mirada de fastidio total.

"Para la próxima escogeré yo la película" pensaba Kakashi con fastidio, sin darse cuenta de que un par de oscuros ojos le miraban curiosos.

-¿Estás celoso?- soltó de la nada el menor, sorprendiendo al Hatake, quien le miró, dándose cuenta solo hasta ese momento de la mirada de su acompañante.

-Claro que no- respondió, ocultando en la medida de lo posible su molestia.

-Sí lo estás- sonrió satisfecho el Uchiha.

-Cállate- murmuró Kakashi, poniendo su vista en la pantalla con tal de no ver aquella sonrisa de su novio.

-Celoso- rio muy suave el moreno, feliz de la vida de molestar al otro.

-Que no, y cierra el pico, no me dejas escuchar- trataba de acortar la plática con cierta pena ante sus celos.

-Celosito- burló el azabache con satisfacción. ¡Hey! El ser novio de Kakashi le daba mucho más poder para molestarlo, y eso le hacía feliz, muy feliz, pues le gustaba ver la expresión de molestia del otro.

"Te lo estás buscando, bobito" pensaba Kakashi, mirando a su pareja con advertencia de que parara.

-…Celoso celosito- continuó con manera infantil de molestar al otro.

-Tú te lo buscaste- concluyó el Hatake, acercándose a su novio, confundiendo al otro.

-¿Qué me…?- sus palabras se vieron cortadas por un suspiro sorpresivo que escapó de sus labios.

Los labios del mayor se encontraban en el cuello ajeno, repartiendo besos por toda la zona que se hallaba disponible, provocando estremecimientos y suspiros ahogados.

La sorpresiva acción de su novio le dejó desarmado, por lo cual solo se dedicó a suspirar, mordiéndose el labio inferior para que nadie les fuera a escuchar.

-Yo no estoy celoso- susurró al oído de Obito, tomando su lóbulo y dándole una mordida antes de separarse y acomodarse en su asiento como si nada hubiera pasado.

El Uchiha abrió su boca, formando una pequeña 'o' cuando su novio dijo aquello, y terminando por sentir sus mejillas calentarse ante la pena que sentía, esta se convirtió en vergüenza al darse cuenta del desmesurado calor que recorría su cuerpo pero terminaba por intensificarse en su vientre y zona intima, provocándole un cosquilleo deseoso.

Obito cubrió su rostro con sus manos, totalmente avergonzado de la situación.

Se había excitado con aquellos simples besos en su cuello, sí. Quería gritarle un par de insultos a su novio por hacerle eso, sí. Era todo culpa suya por molestarlo, sí.

Maldijo en sus pensamientos, sin quitar sus manos de su rostro completamente rojo.

Ahora fue turno de Kakashi de sonreír satisfecho.

Tal vez dejar que Obito escogiera la película no fue tan mala idea.

**||Continuara…||**


Notas Finales:

No hay mucho que decir, solo que esta vez no me tarde demasiado, jeje.
Ya para el próximo capítulo habrá lime, y quizás Lemon; ya veré como se desarrolla el siguiente capítulo conforme lo vaya escribiendo.

Gracias a quienes leen y a los que comentan, aunque he de decir que no recibí muchos reviews, pero de todos modos doy gracias.
Perdón por las siempre presentes faltas de ortografía.

Matta Ne~