"Soy tu hija"

Simples palabras que lanzarían tantas preguntas.

Cuando esa niña con cabello azul y ojos cafes me miro intensamente pensé que venía buscando un autógrafo, soy el salvador del reino, merezco ese trato. Lo que no me esperaba fue que de pronto tengo una hija siendo un virgen y que dicha hija sea con la idiota disque diosa de mi equipo.

Dicha diosa que se encuentra ahora tirada en el piso en posición fetal, murmurando cosas sobre que un hikki-neet la ha deshonrado y cosas como "no es posible que sea madre, no puedo serlo". No me molesto en mirar al resto de mi equipo, Megumin y Darkness están petrificadas, con la expresión en su rostro de horror, incrédulas. El resto del gremio esta en silencio.

"¿Es su hija?" "No puede serlo, ella es bonita" "¿Cuántos años tiene Kazuma?" "Demonio, embarazo a una linda chica, sabía que no era un héroe". Miento, el gremio era un total hervidero, listo para estallar. ¿Cuántos años tengo? No me jodan, tengo 19 años, no puedo tener una hija de mas de 10 años. Esto es una mentira, una broma horrible por parte de algún seguidor del Rey Demonio o es Mizuryugi Kyoya o como se llame. Sin decir palabra alguna me acerco a la niña zafada para ver su expresión.

Enojo, incomodidad y una cara que apestaba a reproche, nada que me diga que es una maldita broma, nada que me diga que es una lunática. No puede ser. Esta niña… esta niña es…

- ¿Cómo te llamas? – Pregunto con cautela, sus ojos son cafes, me recuerdan a mi madre… maldita sea… la chica lanza un soplido de cansancio, esa misma expresión que hago yo cuando me he cansado de vivir entre tantas estupideces de este mundo… No te creo esto…

- Satou… Satou Marina. Y soy tu hija… papa.

Por un momento pude ver la ilusión en sus ojos… no hay duda… estoy jodido.