LA PERLA KESHI
(Ranma)
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Los nombres de los personajes no me pertenecen, están basados en la maravillosa serie de Ranma 1/2 de Rumiko Takahashi.
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Corro a través de los techos, este mes ha sido muy ajetreado, he llegado a un punto donde mi mente y mi cuerpo piden a gritos que se lo pregunté y aunque se lo he dicho varias veces (o ella no entiende el mensaje o la suerte nunca está de mi lado).
Justo ahora, trato de salvar mi vida de Shampoo y Ukyo, las dos chicas que se autoproclamaron como mis prometidas (y a las que tal vez no debí decirles a gritos sobre mi desición) pero si no lo hacía en ese momento, ¿Cómo se lo pediría a Akane esta noche?
Doy unos cuantos saltos más hasta que las pierdo de vista y ya más tranquilo me bajo del techo, frente al lugar donde quería llegar desde hace más de cuatro horas.
- Buenas tardes joven, ya tengo su pedido - murmuró él anciano desde las escaleras que estaban junto al mostrador.
- Y yo ya tengo el dinero faltante Señor Hiroshi - contesté sacando de mi bolsillo del pantalón la camisa blanca que contenía mis ahorros.
- ¡Vaya forma de guardar tu dinero, muchacho! - murmuró riéndose de la situación.
- No tiene ni idea de lo que tuve que pasar para juntar la cantidad y llegar hasta acá - murmuré apenado. El hombre avergonzado por su comentario, carraspeó un poco para romper la incomodidad que nos rodeaba.
- Bueno hijo, estoy seguro que a tu prometida le encantará está joya - el hombre sacó un estuche y me mostró el contenido, asentí para confirmar que era la joya y el anciano la guardo en una bolsa de regalo.
- Muchas gracias - murmuré antes de envolver la bolsa en la camisa y salir de la tienda.
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Al llegar al Dojo, todos se estaban preparando para cenar...
-Ranma, ya has vuelto... siéntate, te serviré tu cena - dijo Kasumi cargando los platos hasta la mesa, donde el señor Tendo, mi padre, mi madre y Nabiki, estaban sentados.
-¿Dónde está Akane? - pregunté mirando hacia las escaleras
- Está en su habitación, ¿por qué no vas a llamarla? - respondió mi madre mirando a Nabiki con complicidad.
Sin darle mucha importancia, subí las escaleras con velocidad dirigiéndome a su habitación y entrando por la puerta sin tocar...
- Akane, ya está servida la ce... - inesperadamente su mano cubrió mis ojos y cerró la puerta con prisa.
-¡Ranma, ya te dije que debes tocar! - murmuró regañandome.
- No hay nada aquí que no haya visto en otras ocaciones - murmuré con cuidado, tratando de calmar su molestia.
- Eres un pervertido... Más te vale que cuando quite mi mano mantengas tus ojos bien cerraditos o te sacaré volando por la ventana -
- Prometo no abrirlos - sentí un frío repentino en el rostro cuando ella retiro su mano de mi cara.
El olor a frutas del shampoo que usa Akane, fue la única pista que tuve de que ella se movía con rapidez.
-¿Que estabas haciendo? ¿Por qué no puedo mirarte? -
- Solo estaba probando unas ropas que compre... Ya, abre los ojos - parpadee unas cuantas veces y cuando finalmente la miro, noto sus mejillas sonrojadas y usando la ropa de siempre.
- Oye... ¿Vamos a cenar?-
- Si - los dos salimos de su habitación y bajamos al comedor.
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- Ranma, ¿Dónde estuviste toda la tarde?- preguntó Nabiki mirando con malicia a Akane.
-¿Ranma? - preguntó mi madre con curiosidad.
-Escuche que estuviste jugando con Shampoo y Ukyo - murmuró Nabiki - También vinieron a buscarte hace un rato... - como no quise contestar su pregunta, desvíe la mirada y me llene la boca con comida molesto.
- Ya déjalo, Nabiki - murmuró Akane intentando ocultar sus celos.
- Solo fue una pregunta - dijo burlándose de nosotros y haciendo que Akane se enojara aún más.
- Ya es suficiente - dijeron el señor Tendo y mi madre al mismo tiempo, tratando de calmar el ambiente.
- Solo hice unos encargos pendientes, no es nada de que preocuparse - contesté mirando a los ojos a Akane, quien suspiró y continuo comiendo tranquilamente.
Al final, la cena pasó sin más líos y con la promesa indirecta de que lo hablaríamos después.
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Todos se habían ido a dormir, por lo que esperé a que Akane me encontrára en las escaleras. Al verla bajando, sentí que mi corazón latía cada vez más rápido, "hoy es el día... aquí voy" pensé antes de levantarme del escalón y tenerla frente a mi.
- Ranma... ¿Estás bien? Parece que quieres vomitar - susurró preocupada.
- Estoy bien, ven, siéntate - dije acomodándome para que ella se sentará en mi pierna y así no estuviera en el frío.
- ¿Cómo te fue con las chicas? - murmuró con el ceño fruncido.
- Pues... Creo que bien - suspiré cansado.
- Ja! supongo que pasaste una muy buena tarde con su compañía, ¿No? -
- Si con buena tarde, te refieres a ser perseguido por todo Nerima por un par de mujeres enojadas, pues si... Estuvo bien - Akane sonrió divertida y miro a otro lado cuando fruncí el ceño.
- Lo siento - murmuró aún sonriendo.
- Al parecer, saliste a comprar ropa con tus hermanas -
- No pude negarme, tu madre nos acompañó todo el tiempo -
- ¿Mi madre también fue con ustedes? -
- Ella fue la de la idea, hablo algo de que necesitabamos arreglarnos y que yo debia vestir bien para cierto joven fuerte y masculino... - murmuró mirándome con burla.
- Pues más te vale que te cuides bien o sino pareceras un mono mal vestido y bigotón, junto a tu hombre fuerte y masculino - murmuré antes de atraerla hacia mi pecho haciéndole cosquillas.
- Eres un grosero - murmuró intentando controlar su errada respiración - Debería echarte agua para que veas en el espejo al simio mal vestido y bigotón que dices -
- Aún así de feo seguirías estando conmigo - Susurré en su oido. Akane se separo y acaricio mi mejilla con su pequeña mano.
- Si, aún así seguiría estando contigo - Besando su frente, libere mi mano derecha para sacar mi camisa doblada del bolsillo del pantalón.
- ¿Me mostrarás lo que compraste? -
- ¡No! -
- ¿Por qué no? Si solo es ropa -
- Yo no la elegí, además... no es algo que yo pueda mostrarte así como así - murmuró sonrojándose.
- Bueno, ya que aclaramos esto... - dejando el tema por sanjado, desdoble la camisa y saque lo que le había comprado - Esto es para ti -
-¿Qué es?- pregunto mientras sostenía la bolsa y me miraba curiosa.
- Ya que estamos claros de que no serás un simio bigotón, quiero regalarte algo -
- Pero ya tengo el anillo de tu madre -
- Si y ese anillo lo recibirán las siguientes generaciones, pero yo quiero darte algo para que solo lo uses tu -
- ¿Siguientes generaciones? ¿Solo yo? -
- Ábrelo, se que te gustará - Akane miraba la pequeña bolsa con cierto recelo, nunca le había regalado algo caro (y probablemente no lo haré en otra ocasión por mi pequeño salario en el Dojo) pero esto representaba muchas cosas importantes para mí.
Cuando abrió la bolsa y saco la joya, no pude ver su rostro ya que su cabello lo ocultaba, pero me preocupo que tampoco dijera nada.
-¿Qué pasa? ¿No te gusta? - murmuré seriamente preocupado.
- Ranma... - su voz queda hizo que me quedara callado y esperara - ¿Por qué me das esto? -
- Bueno, el otro día que estuve entrenando con Ryoga, encontré sin querer la joyería, estuve observando todo lo que tenían, hasta que me tope con esto... - sosteniendo el collar con mi mano, deje que la luz reflejara la pequeña piedra - Esta es una perla Keshi -
-¿Perla Keshi? -
- Las perlas Keshi son diferentes a cualquier otra piedra... son pequeñas, coloridas y de diferentes formas - colocando mis manos detrás de ella, anudé el collar a su cuello - son muy bonitas a su manera, son únicas y aunque no lo me creas también representan amor, poder femenino, aceptación y confianza, cualidades que veo reflejadas en ti - Akane se sonrojó y miro el collar.
- Keshi... Suena como "Amapola" en japones - dijo sorprendida.
- Se que te gustan las amapolas y aunque no son tus flores favoritas, no sé... Tal vez... ¿Podríamos convertirlas en nuestras flores cuando nos casemos? -
- Si - contestó apoyando su cabeza en mi hombro y, levantandola unos instantes después, al darse cuenta del impacto de mis palabras. Mirandome para saber mi reacción, me preguntó:
- Ranma... ¿Esta fue una propuesta de matrimonio, verdad? -
- ¿Si?- murmuré mirando al techo con el rostro lo suficientemente caliente como para cocinar un huevo frito, senti que Akane entrelazaba su pequeña mano con la mía, por lo que me atreví a mirarla.
- Entonces... Mi respuesta es sí - mirando su rostro con asombro, note lágrimas formándose en las orillas de sus ojos, pasando un poco de saliva para no ponerme nervioso y echar todo a perder, la aleje unos centímetros de mi, sosteniéndola por los hombros.
- ¿Aceptas casarte conmigo? -
- Si - murmuró antes de abrazarme con cariño y dejándome en estado de shock.
Todas las luces de la casa se prendieron y nuestra familia apareció aventando confeti sobre nosotros. Akane se sonrojó y comenzó a gritarles a nuestros padres para que nos dejarán solos.
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Después de todo el alboroto, Akane terminó regañándome por qué no reaccionaba, pero en ese momento era muy obvio que no podía moverme y mucho menos decir algo, ya que lo único que podía hacer era mantener una sonrisa en mi cara y sentír una felicidad infinita dentro de mi...
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¡Hola a todos!
Espero que les haya gustado este cap. Inicialmente iba a nombrarlo como " Propuesta al estilo Saotome" pero después de releer lo que escribí, no me pareció muy adecuado llamarlo así.
¡Muchas gracias a todos por sus comentarios!
A todos los que recién llegan a estos capítulos ¡Bienvenidos!
¡Les mando un enorme abrazo a mis lectores y seguidores de las historias!
¡Soy Tóxo Kai Bélos y nos leeremos muy pronto! ;)
