¡Mami! ¡Papá es un lindo gatito!

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Los nombres de los personajes no me pertenecen, están basados en la obra Ranma y medio de Rumiko Takahashi.


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Subía por las escaleras cuando escuché la estridente risa de Hiroki provenir del interior del Dojo. Sabía que su padre estaba con él, ya que era la hora habitual de su entrenamiento, pero cuando escuché que algo se rompía, decidí acercarme para ver qué ocurría.

Cuando abrí la puerta, un pequeño gato blanco pasó despavorido entre mis piernas y lo siguiente que pude observar fue el techo de la entrada del Dojo ya que el peso del cuerpo de mi marido me derribó en un segundo.

Ranma en su fase felina se acomodó sobre mi cuerpo y comenzó a frotarse cariñoso.

—¡Ranma! ¡Hazte a un lado! —exclamé adolorida mientras mi esposo seguía frotándose y olfateando, cual gatito que extraña a su dueño.

Posando mis manos sobre sus hombros, logré apartarlo un poco para poder observar alrededor.

Varias paredes de madera se encontraban rasguñadas, una parte de la duela quebrada y al final, debajo de nuestro altar, se encontraba el pequeño corralito para niños, donde mi Hiroki (de cinco años de edad) se encontraba perfectamente a salvo.

Ranma volvió a recostarme en el suelo y las risas alegres de Hiroki volvieron a hacerse presentes.

—¿Cariño, estás bien? —le pregunté a mi pequeño, cuando Ranma finalmente se cansó de frotarse y se recostó sobre mis muslos.

—¡Mami! ¡Mami! ¡Papá es un lindo gatito! —gritó la exacta copia de su padre desde el corralito.

—Sí cariño, pero hay que hacer que vuelva a ser Papi —exclame un poco sin aire.

—¡No mami, déjame jugar con él un datito!.. ¿Sí? —preguntó con dulzura.

Acaricié la cabeza de Ranma y ví que sus ojos se abrían cuando me detuve.

—Está bien, pero solo por un momento... ya sabes que a tu papá no le gusta estar convertido en gato cuando está con nosotros.

—¡Sí, mami! —gritó Hiroki divertido mientras Ranma convertido en gato corría hacia él y comenzó a jugar con la pequeña pelotita que Hiroki tenía en su corral.

Me levanté de la duela y caminé de vuelta a la casa para ir un poco de agua caliente.

A pesar de que Ranma ya no se convierte en mujer, aún odia que lo mojemos, pero esa es la única manera rápida y efectiva para hacerlo regresar a su fase humana.

Llené el recipiente con agua, tomé una toalla limpia y regresé al Dojo justo antes de que Ranma quisiera rasguñar a Hiroki por alguna maldad que le haya hecho.

—¡Mami! —gritó Hiroki asustado.

—¡Ranma, detente! —grité antes de vaciar el agua sobre su cabeza.

Mi esposo se sentó sobre la duela y se quedó quieto mientras observaba el interior del Dojo.

—¿Estás bien, Ranma? —le pregunté preocupada.

—¡Papi!, ¿estás bien? —le preguntó Hiroki observándolo con curiosidad.

Ranma suspiró y aceptó la toalla que le acerqué.

—Estoy bien —murmuró levantándose del piso—. Akane, tenemos que hacer algo con esas aberturas del techo o seguirán metiendose al Dojo esos sucios gatos de la calle —gruñó molesto mientras se secaba el agua de la cara.

Me acerqué su rostro hasta el mío y dejé un pequeño beso en su mejilla.

—Por la tarde compraremos lo necesario para cubrir esos hoyos, ¿de acuerdo? —le respondo antes de sonreírle y dejarlo un poco atarantado.

Caminé un par de pasos hasta donde Hiroki levantaba sus brazos para que lo cargara.

—¡Yo también quiedo besito, mami! —exclamó mi niño un poco molesto mientras se acomodaba en mis brazos.

—Está bien, un besito para tí también —murmuré antes de besar su regordeta mejilla.

—¡Hey! ¿Qué haces, Akane? ¡Esos besos son unicamente para este Ranma! —señaló mi esposo abrazándonos por detrás.

—¡No, Papi!, ¡Mami es mía! —gruñó Hiroki después de empujarlo con su manita y rodeárme el cuello con sus bracitos.

Ranma y Hiroki comenzaron a discutir mientras nos dirigía hacia la casa para llevar a Hiroki a dormir...

Así es como últimamente estábamos viviendo, siendo una pequeña e inusual familia con los mismos problemas de Ranma, pero eso... ustedes ya lo saben.


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Hola a todos, espero que se encuentren extremadamente bien y no me regañen por este capítulo super corto.

Lamento no haber actualizado este fic... Por un momento muy largo se me secó el espacio en el cerebro que yo llamo "imaginación" y todo por culpa de la inagotable cantidad de trabajo que he tenido en estas semanas.

Les mando un abrazo fuerte y un enorme agradecimiento por sus maravillosos reviews.

Les quiere su queridísima ficker, Tóxo kai Bélos.

¡Nos leeremos pronto!