8. El club de duelo
Habían pasado dos semanas desde el inicio del curso y también desde que Harry soñara con Voldemort, en ese tiempo el chico tenía aspecto débil y profundas ojeras. En clase parecía que estaba en otro lugar, sus amigos se estaban empezando a preocupar seriamente por el estado del ojiverde, hasta que un día Ginny al ver el mal aspecto de su ex-novio, le preguntó:
-Harry.
¿Estás bien?-
-Eh…si
si, perfectamente- mintió el chico.
-Harry,
si estas así por lo que pasó en el tren, solo quería
pedirte perdón, que lo que dije no lo sentía y que sigo
enamorada de ti- dijo sonrojada la chica.
-Ginny
yo también te quiero pero sabes que hasta que Voldemort- la
chica se estremeció al escuchar el nombre- sea derrotado,
todos los que están a mi lado corren peligro.-
-Vale,
hagamos una cosa, en navidades hay un baile, si me vuelves a apartar
de ti no volveré a intentarlo mas ¿ok?- comentó
la joven.
-Pero…-
contestó Harry pero la chica ya se había marchado.
Harry se quedó pensando: "Perfecto, aparte de buscar la forma de cómo destruir los horcruxes y de luchar a muerte con el mago más tenebroso de todos los tiempo, ahora estoy a punto de perder a la chica de mi vida."
El muchacho siguió caminando solo durante un tiempo, hasta que alguien que lo aclamaba lo sacó de sus pensamientos.
-Eh…Harry,
espera, tengo que hablar contigo- gritó.
-¿Qué
pasa Jack?-
-El
profesor Tílmimor me dijo que la primera ronda del torneo de
duelo de sexto es a las siete y me preguntaba si querrás ir a
vernos a Sivious. Ginny y a mi.
-Claro,
hay estaré a ver si estáis a la altura de E.D. – dijo
Harry divertido por primera vez en un par de semanas.
-Estupendo,
voy a avisar a Sivious, adiós.-
-Nos
vemos- se despidió Harry.
Los dos chicos siguieron sus caminos pensando en el torneo que comenzaba en un par de horas.
Jack
corría efusivo a su sala común para ver a su colega
Sivious, iba con agilidad sorteando los obstáculos que se
interponían a su paso, se encontraba empapado en sudor, y
estaba ya muy cansado cuando se plantó frente a Siv.
Este
estaba sentado cómodamente leyendo un libro de la clase de
historia de la Magia, interesado especialmente en el apartado de los
fundadores de Hogwarts.
-Que,
¿jugando a las carreritas con los niñitos de primero?-
dijo irónico Siv.
-Que
gracioso- contestó molesto.
-¿Entonces
porqué andas con ese aspecto asqueroso?-
-Acabo
de venir corriendo lo más aprisa que podía, por todas
las escaleras de ahí fuera, ¿cómo quieres que
esté?-
-¿Como
una rosa?- respondió interrogativamente a propósito, y
con una leve sonrisilla enmarcada en su boca.-
-Que
graciosito estás hoy – señaló para dejar pasar
la burla.- sólo vengo para decirte que el torneo del club de
duelo empieza en dos horas.
-¡En
dos horas!-exclamó Sivious.
-Si,
¿qué ocurre?-
-Esto…es
que…-se quedó pensando Siv.
-Vamos
dime, ¿qué pasa? ¿Por qué no te alegra?
¿No querías participar?- se desesperó Jack.
-Si
si, lo que pasa es que en dos horas y cuarto más o menos…-
-¡Qué!
¡Suéltalo ya!-
-Bueno,
que había quedado con Gimarie en la sala de los menesteres.-
-Entonces
llévala a ver los duelos, ¿o te da miedo perder delante
de ella?- expuso en tono burlón.
-
¡Cállate! No pienso volver a perder contra ti.-
-Pues
allí te espero, yo ahora me iré a duchar y a descansar
un rato que me hace falta.- se despidió el americano.
-De
acuerdo, nos vemos, yo me quedo aquí estudiando.-
Pasadas ya casi las dos horas, los alumnos de sexto que se alistaron en el club fueron apareciendo a cuenta gotas. Uno de los primeros en llegar fue Jack y al poco Ginny apareció para ver los emparejamientos de la primera ronda. Sivious llegó casi a las dos, uno de los últimos en dejarse ver.
-Hola
Sivious- saludó Ginny.
-Hola
Ginny- hizo lo propio este.
-Yo
también existo eh- se quejó Jack.
Sivious y Ginny se miraron con complicidad y con casi una sonrisa, ambos ignoraron a Jack, que se puso como una moto, a lo que estos respondieron con unas risas, Jack no aceptó la broma y se alejó un poco de ellos.
-Venga
hombre solo era una broma- dijo aún riendo Ginny-
-¡¡Atención!
Los emparejamientos de la primera ronda los iré exponiendo a
medida que se disputen las luchas – argumentó el profesor
Iulus.
El torneo se iba a celebrar en el Gran Comedor en el cual habían quitado las grandes mesas y se había dejado una gran mesa en la que se iban a realizar los combates. Los alumnos al oír la orden del profesor se sentaron expectantes para saber los emparejamientos. En total habían unos setenta chicos en el Gran Comedor de los cuales treinta idos eran participantes, el resto eran espectadores.
-Bien, el torneo de este año está superando las expectativas en cuanto lo que esperábamos, y espero que también se escriban combates vistosos y limpios para la multitud- Alegó Hudson.
-Contaremos
con treinta idos osados que se batirán mediante una selectiva
emparejación. Hay dos grupos; uno q la izquierda de vosotros-
y con un movimiento sutil de la varita, Tílmimor, escribió
en el aire una fila vertical de nombres.- y el otro a la derecha.
Serán combates individuales, los que ganan pasan, los que
pierden, diez puntos menos para su casa. El campeón de un
grupo se enfrentará al vencedor del otro,- terminó el
profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.
-Del
mismo modo, el segundo de cada grupo luchará por el tercer
puesto que le otorga unos treinta puntos para su casa.- agregó
Hudson.
-El
segundo se llevará a su casa cincuenta puntos.- siguió
Tílmimor.
-Y
el campeón del extraordinario torneo, se embolsará para
su casa nada menos que cien puntos y el billete de participación
en el torneo que se realizará con los alumnos de séptimo.-
informó Dereck.
Todo
aclarado no queda mas dilación. ¡¡que comience el
espectáculo! ¡Marlone Artiles! Contra ¡Steve
McMahon!- y estos se Pusieron en posición de duelo.
Entonces
comenzaron a volar hechizos así como encantamientos. Ya
pasados once minutos…
-¡Tarantallegra!
– y su adversario Marlone se puso a bailar como un loco.-
¡Expeliarmus!- gritó por último antes de que el
rival se intentara librar del hechizo de McMahon, y a Marlone Artiles
se le desprendió la varita.
-¡Fin
del combate! Ganador y por consecuencia pasa de ronda, ¡¡Steve
McMahon!-determinó Hudson.
-Siguiente
emparejamiento. ¡Naldo Huch! Contra ¡Ginny Weasly!
Los dos jóvenes se colocaron en posición de combate. Antes de que el profesor Hudson diera por comenzado el duelo, Ginny le echó una mirada a sus amigos en busca de apoyo y tanto Jack que le contestó picándole el ojo, como Sivious que le dedicó una media sonrisa, y Harry que hizo un gesto de aprobación con la cabeza, estaban seguros que la pelirroja iba a vencer. Por último habló Hudson:
-¿Preparados?-Los chicos asintieron y se pusieron en posición de combate.-Que comience el duelo- ordenó el profesor.
Naldo
comenzó lanzando un -¡Expeliarmus!- el cual Ginny
esquivó sin problema.
-¡Mocomurciélago!-
chilló Ginny con fuerza.
El
hechizo pasó rozando la cara del chico, este sin perder tiempo
lanzó un rictusempra que a Ginny le costó esquivar,
para ello tuvo que hacer una voltereta hacia atrás dejando a
la sala con la boca abierta.
Tras
varios minutos no había un ganador sólido.
-Te
defiendes bien pelirroja- dijo Naldo.
-Gracias,
tú también.- contestó la chica.
-Bien
acabemos con esto, ¡Desmaius!- gritó Huch.
-¡Impedimenta!-
vociferó Ginny.
El
hechizo fue desviado por una gran fuerza haciéndolo estallar
en una pared provocando una lluvia de chispas rojas, el
contra-hechizo de Ginny fue tan poderoso que mandó a Huch
contra el suelo-
-Guauu,
¿Has visto eso Siv, esa chica tiene potencial.- quedó
atónito Jack.
-Si,
parece muy buena- contestó Sivious.
-Gran
combate, el mejor que hemos presenciado hoy, bueno que alguien lleve
al señor Huch a la enfermería, un descanso de media
hora y seguiremos luego con la ronda preliminar.- mencionó
Hudson.
Todos los nuevos alumnos salieron del gran comedor hacia los terrenos de Hogwarts a comentar los combates.
Sivious y Jack estaban sentados en el césed esperando a que saliera Ginny para felicitarla por su gran actuación.
-Mira
ahí viene Ginny- comentó entusiasmado Jack.
-Hola
chicos, ¿qué tal he estado?- quizo saber la chica.
-Fue
un buen combate Ginny- agregó el sueco.
-Si,
has estado fantástica.- dijo el rubio.
-¿De
verdad?- dijo emocionada la joven Weasly.- gracias- terminó
con una larga sonrisa.
Entonces a lo lejos apareció Gimarie, junto con otra chica de pelo negro y ondulado, ojos verdes y de cuerpo esbelto, sonrisa pícara y un andar resuelto.
-Buenas tarde chicos.- habló Gimarie que ya no llevaba las mechas doradas sino púrpuras como sus ojos.. Y siempre mirando de reojo a Sivious, dedicándole una media sonrisita. Estos le respondieron de la misma forma.- Ella es Haridian, una compañera de cuarto.- Y el ritual de besos se puso de manifiesto.-
Gimarie
y Haridian se acomodaron entre el grupo. Ya había transcurrido
bastante rato desde que terminara el combate de Ginny.
-No
pude venir antes- se excusó Gim.
-Tranquila
no te preocupes, aún no me ha tocado- la sosegó
Sivious.
-El
duelo que te perdistes fue el de Ginny.- expresó Jack.
-Lo
siento Ginny, ¿cómo estuviste?- se interesó
Gimarie.
-Yo
creo que bien- contestó esta.
-¿¡Bien,
solo bien? – exclamó Jack- ¡Estuvo colosal, si la
hubieras visto los hechizos, y como se defendía y esos brincos
que pegaba y…-
-Ya
ya ya,- dijo Ginny colorada.
-Si
estuvo notable- argumentó con la serenidad que lo caracteriza
Sivious.
-Me
gustaría haberlo podido presenciar- habló apenada
Gimarie.
-Bueno,
está clasificada ¿no?- se integró en la
conversación Haridian.- podremos verla en la siguiente
eliminatoria- dejando así el malestar de su amiga Gimarie por
no haberla visto.
-Sí,
tienes razón, ahora supongo que tocarán ustedes dos,
¿no chicos?- preguntó Gim a Jack y Sivious.
-Si,
aunque no sabemos el turno, pero no creo que se demoren demasiado
nuestros duelos.- dejó claro el sueco.
El diálogo se prolongó hasta cinco minutos antes de que se reanudara el torneo, y en todo ese tiempo Jack no hacía otra cosa que observar a la amiga de Gimarie, de la que quedó maravillado.
-Oye
quedan unos minutos para que se acabe el descanso.- recordó
Ginny.
-Si,
será mejor que volvamos, chicas ¿vais a venir?- no le
quedó clara la intención de estas a Jack.
-Por
supuesto-contestó una, y –si – la otra.
El grupo entró en el Gran Comedor. Fue el instante en el que los organizadores del evento se colocaron en la silla que les correspondía como jueces.
-Acabado
el primer descanso, procederemos con el siguiente envite.
-Los
combatientes son, ¡Hill Pearson! Contra ¡Jack Riddick!
Jack se puso en pie y justo cuando se iba a encaminar hacia la mesa, Sivious le dijo:
-No
pierdas, quiero volver a enfrentarme a ti, buena suerte.-dijo con un
tono despectivo.
-…Gracias…-contestó
Jack.
Los dos magos se colocaron en la mesa de combates preparados para comenzar.
-Bien caballeros, quiero una pelea limpia sin maldiciones imperdonables, ¿entendido?- aclaró Hudson repitiéndose en cada combate.
-Si
señor.- contestaron los dos a la vez.
-Bien
pues que comience el duelo.-gritó el hombre.
Empezó
atacando Hill con un –Desmaius- que fue esquivado por Jack, el
americano contestó con un:
-¡Expeliarmus!-Will
lo esquivó con una facilidad tan asombrosa que dejó a
Jack pensando:
"Tiene
talento, me tendré que esforzar si no quiero perder y tener
que soportar las bromas de Siv."
Will
al esquivarlo, expulsó un- Petrificus Totalus- el hechizo iba
directo hacia Jack que no se lo esperaba, todo el mundo pensó
que ya era el final, y Jack con un movimiento fugaz de su varita y
una voz potente que no parecía la suya, dijo:
-¡¡Protejo!-
El hechizo de Will chocó contra un gran escudo de enrgía
que había hecho aparecer Jack.
El combate duró media hora más, con los chicos esforzándose, todos los del público no podían creer el aguante que tenían ambos, pero Sivious pensó:
"Jack no está dando su máximo nivel, ¿Qué le ocurre?"
Los
mozos pararon un momento para recuperar el resuello.
-Eres
bueno- elogió Will.
-lo
mismo digo-contesto el americano.
-Pero,
¿eres lo suficiente?-preguntó el otro chico.
Sin
previo aviso arrojó un hechizo cortante a Jack que logró
esquivarlo pero no lo suficiente y le produjo un corte feo en una
mejilla.
Jack
al sentir la sangre caliente bajando por su cara y viendo la mirada
maliciosa de Will, sintió una furia en su interior que le hizo
perder el control.
-Te
has pasado.- dijo el americano con voz fría.
-¿si?
¿Qué me vas a hacer?- preguntó burlón el
otro chaval.
Jack
levantó la mirada y sus ojos antes azules ahora se tornaron de
un tenue lila, clavó la vista en el otro chico y comenzó
a lanzar hechizos a una velocidad increíble.
-¡¡Desmaius,
Expeliarmus, BOMBARDA!- El otro chico al ver venir los tres potentes
sortilegios intentó conjurar un escudo pero los poderes de
Jack eran demasiado elevados y la protección de Will fue
inútil, dejando a este KO.
-Impresionante,
con cada combate sube el nivel.- dijo Tílmimor.
-Señor
Riddick vaya a la enfermería a que le remedien ese corte, y
llevad a Will urgentemente a la sala se operaciones.- mandó
Hudson.
Jack
iba saliendo del Gran Comedor cuando se acercó Sivious y dijo:
-Jack
¿Estás bien?-
-Estoy
bien y si no te importa me gustaría estar solo un momento.-
dijo este con una mirada triste hacia su amigo.
-Si,
claro.- contestó el nórdico algo preocupado.
En
el Gran Comedor…
-Bien,
ahora seguiremos con otro combate.- comunicó Hudson.- que a un
lado se coloque ¡Sidrik Naoh! Contra ¡Lorssaen kenney!
Y
así pasaron varios combates hasta que…
-¡Sivious
Anderson! Frente a ¡Paul Stock! – gritó Iulus.
Los
chicos se colocaron en sus posiciones correspondientes.
Sivious
tenía la cabeza ligeramente inclinada hacia el suelo pero sus
ojos no se apartaban de su adversario, que llegó a
estremecerse aunque se repondría.
-Pueden
comenzar.-alzó la potente voz Dereck.
Sivious
esperó alguna respuesta de Paul, y esta no se hizo esperar.
-¡Carpe
Retractum! – pero Sivious lo esquivó sin complicaciones.
-¡Conjuntivitis!-
volvió a gritar Paul para cegar a su adversario. Pero este
volvió a evadir el hechizo.
-¿Conjuntivitis?
Pss que poco original.- se quejó el sueco.
El
contrincante rabioso gritó lo más fuerte que pudo:
-¡¡Fijación!-
harto de las continuas escurridas de su rival. Pero con un leve meneo
de su varita, Sivious dijo:
-Protego-
mirando a su contendiente con un fulminante encaro.
Paul
se desesperaba, estaba tan nervioso que no se le ocurría nada,
pero sus manos movieron casi sin pensar la varita finalmente.
-¡Incárcero!
–y unas gruesas cuerdas ataron a Sivious.
-¡Ah!-
este no se podía mover, Jack, Ginny, Harry, Gimarie y Haridian
se preocuparon, pues peligraba la continuidad del sueco en el torneo.
-¿Estas
mas contento ahora?- le dijo Paul.
-Acabaré
contigo…-dijo furioso Sivious. Movió levemente la varita con
movimientos de muñeca, que era lo único que le quedaba
libre, y aunque le costó hacer los meneos gritó.
-¡Aparición!-
justo cuando Paul también vociferó:
-¡Lacarnum
Inflamarael!- prendiendo así las cuerdas que aprisionaban a
Sivious. Pero el escandinavo desapareció dejando tiradas las
cuerdas candentes en el suelo. Apareció detrás del
chico, aun tenía las marcas de la cuerda visibles en la piel
del sueco, debido a la gran presión que ejercieron sobre este.
-
Me las vas a pagar niñato.- habló amenazante el
norteño.- ¡Langlock!- y la lengua de Paul se pegó
en el paladar.- ¡Depulso! Hizo así hacer volar por los
aires a su adversario tirándolo de la mesa abajo.
Sivious
miró a si contrincante tendido en el suelo, quejándose
de un hombro y una rodilla. Luego dio media vuelta, pero antes de que
sus piernas avanzaran dos pasos se oyó:
-Sivious
Anderson, preséntese ante los jueces inmediatamente.- gritó
Dereck Hudson con cierto enojo en su voz.- Los demás tienen
media hora de descanso.- Todos salieron fuera del Gran Comedor menos
los dos profesores y el alumno sueco, Sivious.
-Anderson,
¿usted tiene permiso para desaparecerse y aparecerse? A mi no
me consta que usted posea tal licencia jovencito, es más, aun
no tienes la mayoría de edad.- Sivious no contestó,
miró de reojo al profesor y volvió a mirar a otra
parte, eso si, siempre con el rostro de pocos amigos.- no debería
dejarte seguir en el torneo.-
-Démosle
otra oportunidad Hudson.- habló Tílmimor. Sivious
levantó de nuevo la vista hacia este con cara mas esperanzada.
-Sabes
que debo castigarlo y que nos meteremos en un lío si no lo
hago Tílmimor.-dijo Hudson.
-Llámeme
Tilmo, cuantas veces tendré que decírselo.- habló
sonriente este.- es cierto que el muchacho obró mal utilizando
el hechizo que usó, pero es significativo su poder, dejémosle
seguir adelante.- intentó convencerle.
-Muy
bien, pero si surgen problemas con esto no quiero tener nada que ver
señor Tilmo.- aclaró Dereck.
-Yo
me haré cargo de lo que pueda suceder, por eso no se atormente
Hudson.- expresó confiado.
-De
acuerdo, pero que no vuelva a suceder señor Anderson.- le
clarificó Hudson al chico.
-Vale-
se limitó a contestar el chico.
