Fred estaba decidido a saber más sobre Hermione.
Habían pasado varios días desde su encuentro con la joven en medio de la noche y aún no dejaba de pensar en el asunto. No importaba cuantas veces le diera vueltas, no terminaba de creer lo que había escuchado.
Supongo que sé lo que se siente… Yo también tengo un sueño imposible
¿Quién lo diría? Al parecer la muchacha escondía algo, y eso que a primera vista parecía tan diferente a él.
Hermione era la bruja más brillante de su edad, estudiante estrella y bruja excepcional. Fácilmente podría ingresar a cualquier academia de estudios superiores que quisiera. Cualquiera podría decir que tenía un futuro brillante asegurado si seguía así.
Pero no, había descubierto que no era así.
Y sé, sé lo que es vivir con miedo… ¿Y si en el fondo tienen razón? ¿Y si todo sale mal? Por lógica no puedes descartar esa opción. Es un miedo constante, que escondes en lo más recóndito de tu cabeza, pero... Nunca se va.
Lo peor es que apenas la muchacha dijo aquello se fue corriendo dejándolo con las palabras en la boca. Una actitud nada digna de una Gryffindor si le preguntaban.
Habían pasado varios días, incluso semanas desde aquel incidente y Fred no había querido otra cosa que volver a hablar con ella. Saber de qué hablaba, ¡incluso ayudarla! Era lo menos que podía hacer después de todo. Pero había descubierto que era completamente imposible.
Lo siento, debo irme
Podemos hablar más tarde
Tengo que hacer algo ahora
Hermione huía apenas lo veía acercarse.
Era como si le tuviera miedo, lo cual era absurdo, ¿qué había hecho él? ¿acaso ella estaba avergonzada de lo que le dijo? Bueno, suponía que tenía algo de sentido, pero…
Aun así...
—Fred, oye Fred... ¡Tierra llamando a Fred!
De la nada el pelirrojo fue traído de regreso a la realidad: se encontraba en medio del expreso de Hogwarts, en un vagón junto a George y Lee Jordan, camino a empezar su sexto curso escolar en Hogwarts.
Fred posó su vista en la ventana con horror. El cielo estaba oscuro, ¿cuánto tiempo había perdido mirando la ventana?
—Regresa a la realidad hermano. Ya vamos a llegar —Le dijo George señalando el castillo que se veía desde la ventana.
—Llevas como dos horas mirando el horizonte, ¿estás bien? —Preguntó Lee extrañado.
Fred se frotó los ojos tratando de despertarse.
—Lo mejor que podría estar...
Después de aquello empezaron a acomodar sus cosas. No faltaba mucho para llegar, a lo lejos se podía apreciar la imagen del castillo haciéndose más y más grande.
No importaba cuantos años pasaran, la presencia del castillo jamás dejaba de maravillarlo. Ciertamente le tenían cariño al lugar, mucho más que su propia casa si le preguntaban.
—¿Listo para otro año, George? —Preguntó Fred dándole una palmadita a su hermano.
Su gemelo asintió, se le podía notar algo de melancolía en los ojos.
—Quién lo diría, cada vez nos falta menos. Reconozco que voy a extrañar este lugar...
Lo cierto es que probablemente ni siquiera regresaran a finalizar su séptimo año.
Se suponía que el sexto año era el último año de estudios obligatorios en Hogwarts. Después de aquello los alumnos tenían la opción de irse o quedarse para presentar los E.X.T.A.S.I.S y seguir con sus estudios superiores o carreras.
Aún tenían dudas sobre que iban a hacer exactamente. Su futuro y su visión no tenía relación con dichos exámenes. Su única meta era abrir su tienda de bromas y hasta el momento todo había salido bien, pero su madre enloquecería si no finalizaban el séptimo curso como todos sus hermanos.
En fin, aún tenían tiempo para decidir eso. Antes de que pudiera seguir pensando Fred se dio cuenta de que el tren se detenía lentamente.
Habían llegado a Hogwarts
Rápidamente Fred y George se miraron y con un movimiento casi sincronizado empezaron a recoger sus baúles. Lee tenía más pertenencias que ambos, y Fred no era particularmente paciente. Sabía que si se tardaban mucho quedarían atrapados en la larga fila de estudiantes y saldrían de últimos del tren.
—Voy a irme adelantando, ¿ok? —Indicó Fred agarrando su baúl —. ¡Los espero en los carruajes!
Y sin decir más el pelirrojo salió del vagón.
Rápidamente empezó a caminar por el pasillo. Sólo tenía que encontrar la puerta con menos gente, salir por ahí y esperar a su hermano y amigo. Nada del otro mundo.
O al menos eso pensaba hacer, hasta que chocó con alguien en el camino y sus baúles cayeron estrepitosamente al suelo.
—¡Auch!
—¡Lo siento! ¿Estás bien? —Exclamó una voz conocida.
Fred parpadeó varias veces, ¿por qué esto le resultaba tan familiar?
Sólo le tomó unos segundos entender porque: frente a él estaba nada más y nada menos que Hermione Granger. La joven se encontraba sola y al igual que él, su baúl estaba tirado en el suelo.
Quién lo diría, tantos días tratando de hablar con ella y se la encontraba de la peor forma en el momento más inesperado de todos.
—Sólo fue herido mi ego —Admitió Fred finalmente sobándose el cuello —. Tenemos que dejar de encontrarnos así, ¿no crees?
Hermione rodó los ojos, aunque no parecía molesta.
—Y tú debes tener más cuidado al caminar.
—Si lo hubiera tenido, no te habría encontrado. Así que puedes decir que es culpa del destino —Respondió Fred sonriendo mientras se encogía de hombros —. No ha sido fácil verte estos días.
El joven notó como la mirada de Hermione se ensombrecía notablemente y enseguida se arrepintió de haber dicho aquello.
Demonios Fred, ¡la chica lleva días evitandote y tú vienes a meter la pata!
Tenía que tratar de arreglarlo.
—Quiero decir, seguro has estado ocupada-
—No, tienes razón —Le interrumpió Hermione negando con la cabeza —. Creo… Creo que he estado muy perdida en mi mundo. Lo siento si parecía que te estaba evitando.
Fred le miró con incredulidad.
—Entonces… ¿No lo estabas haciendo?
Ella negó con la cabeza.
—Bueno, al menos no intencionalmente.
Antes de darse cuenta, una sonrisa se dibujó en los labios de Fred.
Todo este tiempo había creído que Hermione estaba molesta con él y que no le quería hablar, pero no. Todo lo contrario.
La joven estaba aquí frente a él y no sabía porque, pero le alegraba saber que no había arruinado su amistad con ella.
—Eso… ¡Eso es excelente!
—¿Uh? ¿Por qué estás tan feliz?
—Pues… Creí que me odiabas y me estabas evitando. No lo sé, me alegra ver que ese no es el caso. Es un alivio.
Hermione se le quedó mirando fijamente un instante.
No sabía cómo sentirse respecto a la reacción del muchacho.
—¿Seguro que estás bien, Fred?
—¿Uh? Por supuesto. ¿Por qué lo dices?
—No lo sé, no recordaba que fueras tan dramático —Respondió Hermione encogiéndose de hombros —. Ese lugar se lo dejaba más a Ron.
Fred le miró visiblemente ofendido.
—¡Hey! Yo no soy-
Antes de que pudiera decir algo, Hermione comenzó a reír suavemente.
Por un momento Fred no supo qué decir. Estaba acostumbrado a ver personas reír, por supuesto. Pero esta vez se trataba de Hermione, muy pocas veces en su vida había visto reír a Hermione.
Era… Interesante. Sin duda debería hacerlo más seguido.
—Bien jugado Hermione.
—Es lindo ver que por primera vez yo me rio de ti, y no al revés.
—Que cruel eres —Respondió Fred llevándose la mano al pecho con falso dolor —. ¿No sabes que estás alterando el orden del universo?
Ella rodó los ojos.
—Realmente eres tan dramático como Ron... Pero no tienes porque preocuparte, creo que nunca podría odiarte.
—¿Nunca? Creo que me estás subestimando —Dijo Fred sonriendo de lado —. Podrías arrepentirte después.
Hermione simplemente se encogió de hombros, parecía inmune a sus intentos de molestarla.
—Tal vez, pero no creo —Dijo ella como si nada —. A pesar de todo siempre pareces estar dispuesto a escucharme. Algo que ni mis mejores amigos hacen a veces.
Fred no pudo evitar sonreír ante esto.
Siempre dispuesto a escuchar… Pues no podía negar que era verdad.
Sin decir mucho más, ambos empezaron a recoger rápidamente sus cosas. Hermione, al igual que él, se había adelantado para evitar la larga fila en el tren. Así que ambos decidieron encaminarse hacia la salida.
Antes de darse cuenta, empezaron a conversar sobre temas triviales en el camino. Fred agradecía que la joven finalmente hablara con él. Aún no se atrevía a mencionar lo de aquella noche por temor a apartarla, pero no le dio mucha importancia.
De hecho, estaba sorprendido de lo fácil que era hablar con Hermione cuando esta no estaba obsesionada con sus estudios o las reglas. La joven parecía completamente tranquila, como si nada la molestara.
Énfasis en la palabra ''parecía''. Fred sabía muy bien que esta imagen no era del todo real.
—Un nuevo año comienza… —Comentó Fred después de un rato con falso entusiasmo —. ¿Estás lista para romper todos los récords?
Hermione le miró por un segundo. Su semblante ya no parecía tan alegre como hacía unos minutos.
—Sólo espero poder hacerlo bien —Respondió Hermione soltando un suspiro—. No sé si pueda romperlos todos.
—¿Pero si algunos?
Hermione rodó los ojos, aunque seguía sin parecer molesta.
—Sí, pero no te preocupes. El récord a la persona más molestosa lo tendrás siempre tú.
—¿Sólo yo? ¿Sin ayuda de George? Eso es un gran cumplido viniendo de la bruja más brillante de su edad —Respondió Fred burlonamente.
La mirada de Hermione se ensombreció por un segundo.
La bruja más brillante de su edad…
¿Cuántas veces había escuchado esa frase ya? Sabía que la gente lo decía como un cumplido, y ella lo agradecía infinitamente. Pero… Era un poco agotador. Sobre todo cuando recordaba que no importaba cuanto excediera en lo académico, jamás sería suficiente para demostrarle a sus padres que lo que quería hacer era lo correcto.
Al contrario, sus excelentes notas solo reafirmaban la idea de que su futuro estaba en una oficina.
—Aun no puedo creer que la gente me llame de esa forma… ¿De dónde surgió ese apodo? ¡Lo único que hago es estudiar!
Fred se encogió de hombros.
—A saber. Pero no es tan malo, suena como un gran honor.
Ella asintió mientras agachaba la mirada.
—¡Y lo es! Pero… Pero también es una carga muy pesada que mantener.
Fred le miró atentamente.
Por un momento recordó su conversación con la joven aquella noche y como ambos, aunque no lo pareciera, no alcanzaban las expectativas de la sociedad. Especialmente para sus padres.
Aún así, no entendía del todo lo que pasaba en la cabeza de Hermione. La joven era excelente en todo lo académico, y era amada por todos gracias a ello. Tal vez tuviera ambiciones fuera de lo común como él, pero al menos era alabada y apreciada.
Algo que no pasaba del todo con él.
—Animate —Comentó Fred colocando su mano en su hombro —. Al menos tus padres deben estar orgullosos de ti.
Hermione negó con la cabeza.
—Ni siquiera lo saben. Para ellos soy una simple estudiante de buenas calificaciones, no una joven prodigio. Y prefiero que siga así…
—¿Ah sí?
Hermione asintió, sintiendo que el remordimiento la invadía. Antes de darse cuenta las palabras salieron de su boca:
—Así la decepción será menor…
Fred se le quedó viendo sin saber qué responder. ¿Acaso ella acababa de…?
Esto era algo nuevo. Ahora sí tenía curiosidad.
Por su parte, Hermione enseguida se dio cuenta de lo que acababa de decir.
Oh no oh no oh no oh no
¿Por qué estaba hablando de esto otra vez? ¿Por qué parecía que siempre bajaba su guardia cuando estaba Fred? Parecía una niña tonta, se suponía que ella era mucho mejor que eso.
No debía dejar que sucediera otra vez.
—Hump, por cierto Hermione, respecto a aquella noche yo-
—Creo que ya debo irme —Le interrumpió ella enseguida.
—¿Qué? No- Espera.
—Fue agradable hablar contigo Fred, ¡adiós!
—¡Hermione!
Y sin decir más, Hermione agarró sus cosas y se fue, dejándolo nuevamente con las palabras en la boca.
Fred se llevó las manos al rostro con frustración. No podía creer que lo mismo le había pasado otra vez, ¡y en menos de dos semanas! Parecía un mal chiste.
Pero no importaba. Ahora tenía algo claro: Hermione era mucho más de lo que parecía. Y esta faceta oculta de ella parecía… Entenderle. Ahora sólo quería descubrir por qué.
Por primera vez, Fred se dio cuenta de que, sin contar las ocasiones donde Hermione estaba con su hermano, nunca había interactuado demasiado con ella. Por supuesto, la joven era su amiga y habían conversado varias veces, pero no mucho más que eso.
Y no entendía porqué, si había descubierto que su compañía no estaba para nada mal, tenía que cambiar eso.
Así se mantuvo pensando durante unos segundos, hasta que de repente notó una presencia detrás suyo. Apenas a unos metros de distancia se encontraba su hermano George viéndolo con una ceja levantada.
Oh por Merlin, ¿cuánto tiempo lleva ahí?
—¿Por qué me miras así, eh?
—Nada, nada de nada —Dijo George sonriendo —. Aunque eso debería preguntarte yo a ti, ¿no crees?
Fred no respondió.
Simplemente se le quedó mirando seriamente, a lo que George empezó a sentirse incómodo. Si había algo que ninguno de los dos soportaba era la seriedad.
Al final George no tuvo de otra que rendirse.
—Bueno bueno, quita esa cara, sólo te estaba buscando ¿ok? Lo juro —Reconoció su gemelo levantando su mano —... Peeeero, debo reconocer que tengo curiosidad. ¿Me perdí de algo?
Fred supuso que tenía sentido ocultarlo más. A fin de cuentas, se trataba de su gemelo, y realmente quería su apoyo.
No le había dicho nada por respeto a Hermione, pero tal vez no era necesario revelar absolutamente todo para conocer su opinión.
Lo cierto es que tenía un buen presentimiento.
—Pues sí —Comentó Fred con entusiasmo —. Dime, ¿qué pensarías si te digo que descubrí que Hermione tiene un lado oculto que nadie conoce? Creo que ella nos comprende más de lo que pensarías.
George pareció escuchar sus palabras atentamente.
...Y luego le miró como si estuviera loco.
—Pues diría que parece que te golpeaste la cabeza. ¿Hermione? ¿Entendernos a nosotros?
Fred asintió.
—Sé que parece raro...
—Por no decir absurdo.
—Bueno, y absurdo —Reconoció Fred rodando los ojos —. Pero es verdad. ¡Si te lo explicara lo entenderías!
George se cruzó de brazos.
—¿Peeeero?
Fred suspiró.
Supongo que sé lo que se siente. Yo también tengo un sueño imposible —Había dicho ella.
Sabía muy bien que no era correcto revelar aquello. Sobre todo después de ver cómo Hermione había huido tras confrontarla.
—Pero no puedo —Reconoció él finalmente —. Y honestamente aun no termino de entender de qué va. Pero créeme, tengo un presentimiento. Hermione no es tan diferente a nosotros, ¡incluso podría ayudarnos!
—Si mal no recuerdo no está de acuerdo con que hagamos bromas y causemos alboroto en los pasillos.
Fred asintió.
—Bueno, no está de acuerdo con que hagamos las bromas acá. Pero debiste ver su cara cuando vio nuestra caja de música… Creo que deberíamos darle una oportunidad.
George le miró fijamente, sin saber qué decir.
¿De dónde habían salido todas estas ideas? ¿Acaso se había perdido de algo? No tenía ni idea.
Pero si sabía algo: una vez su hermano tenía su mente fijada en algo ya nada podía persuadirlo. En ese sentido ambos eran muy parecidos
Quien sabe, podría ser divertido.
—Y yo sigo creyendo que te has dado un buen golpe en la cabeza —Comentó George finalmente —. Peeero tienes un presentimiento. Y quién sabe, quizás algo interesante salga de esto.
Fred asintió nuevamente.
Ante sus ojos había un nuevo mundo de posibilidades, sólo tenía que explorarlo.
—Por algo es la bruja más brillante de su edad, ¿no crees?
Estaba decidido, para este año Fred tenía una nueva meta y estaba dispuesto a cumplirla.
Quería descubrir el sueño de Hermione Granger.
Y el misterio con Hermione sigue y sigue...
¿Algo interesante que contar? Fred tiene una nueva meta para este año, y Hermione no sabe lo que le espera, sólo tengan por seguro que valdrá la pena esperar askajjsaklsa Hasta el momento todo ha sido algo lento, y es que me gustan las historias así, pero ahora conoceremos más sobre Hermione y su sueño, algo que hasta yo estoy esperando con ansias xd No me malentiendan, Hermione AMA estudiar y aprender, pero eso no significa que ella quiera dedicar su vida a eso; en eso conectará con Fred, solo hace falta que ambos se den cuenta.
Btw, muchas gracias a Noemi Cullen, Love'sHeronteirs y vmpr por comentar el primer capitulo, y lo mismo a todos los que le dieron like o follow❤ esta es una idea nueva y me siento algo inexperta, pero amo el FredxHermione y siento que hacen fics de esta pareja en español, me alegra ver que a algunos les gustara uvu❤
No olviden decirme que les pareció :') Nos vemos!
