RESCATA MI CORAZÓN

Capítulo 6: "Cosas de Chicas"

Un intenso dolor la despertó de golpe. Se quejó con fuerza mientras se retorcía en su lugar, despertando a Ryder.

-¡¿Qué sucede?! - Exclamó, asustado por el grito repentino. - ¿Qué pasa, Rinslet? -

-Me duele… - Respondió ella entre quejidos, apretando con fuerza su vientre. Levantó la sábana que la cobijaba, notando que había una mancha roja en su entrepierna. - ¿E-Es…? -

Ryder se acercó a ella, notando la mancha de sangre en el pijama de su amiga.

-Esto es grave, llamaré a Marshall para que te revise. - Dijo preocupado, tomando su Pau-pad, sacando de un lado un pequeño apartado con un botón. - ¡Paw Patrol, llamada de alerta, al dormitorio! - Alertó a su equipo, enviándoles la señal a sus comunicadores. - Tranquila, pronto te atenderán. -

El elevador llegó al dormitorio, y de él salieron los 6 cachorros vestidos con sus uniformes usuales, a excepción de Marshall, que llevaba su traje de paramédico.

-Paw Patrol listos para la acción, jefe Ryder. - Dijo Chase, avisando la llegada del equipo.

-Tenemos una situación delicada. - Informó Ryder, acercándose a ellos. - Marshall, necesito que revises a Rinslet, despertó con un fuerte dolor y está sangrando. -

-¡Oh, no! - Exclamó Skye, preocupada.

-¡Woof, rayos X! - Ordenó Marshall, apareciendo de su mochila el visor de rayos X. - Aquí estoy, Rinslet, te vamos a curar. -

-Gracias, Marshall… - Murmuró ella, recostándose con cuidado para dejar que el can la revisara.

-Todo parece estar bien. - Dijo el dálmata, mirando meticulosamente por el visor. - No hay signos de heridas ni de nada malo. ¡Woof, termómetro! - Exclamó, haciendo que un termómetro láser saliera del costado de su mochila y acercándose a ella. - Tu temperatura es normal, no encuentro la causa de esto. -

-Podríamos llamar a Katie, ella es buena curando. - Sugirió Zuma, mirando a Ryder.

-Buenas idea, Zuma. - Apoyó Ryder, buscando el contacto de Katie en su pup-pad.

-¡Hola, Ryder! Buenos días. - Saludó Katie del otro lado de la pantalla.

-Katie, hola, necesito que vengas rápido al cuartel. - Explicó, intentando mantener la calma. - Rinslet se encuentra mal y Marshall no encuentra la causa, quizá tú puedas ayudarnos. -

-¿Rinslet…está ahí? - Murmuró Katie, sorprendida de aquellas palabras. - De acuerdo, voy de inmediato. - Respondió, colgando la llamada.

-"Espero que Katie no malinterprete nada…" - Pensó Rinslet, sintiendo que los dolores disminuían un poco.

Un rato pasó para que Katie llegara al cuartel. Rubble la había esperado en la entrada para guiarla al dormitorio donde se encontraban los demás con la castaña, quien parecía haberse relajado un poco, pero su hemorragia no cesaba.

-Aquí estoy, Ryder. - Dijo la rubia, llegando al lugar junto a Rubble.

-¡Katie! Gracias por venir. - Respondió el castaño, caminando hacia ella. - No ha dejado de sangrar, no es una hemorragia muy grande, pero no se detiene. -

-¿Hemorragia…? - Murmuró, acercándose hacia la castaña, mirando de dónde provenía la sangre. Soltó un suspiro de alivio, haciendo que todos la vieran confundidos de eso. - Tranquilos, no es nada grave. -

-¿Eh? - Dijeron todos, sin entender su calma.

-Es algo normal en las mujeres. - Respondió Katie, acuclillándose a la altura de la chica. - No te asustes, pediré que te traigan lo necesario. - Dijo, sacando su celular para hacer una llamada. - ¿Hola? ¿Granjera Yumi? -

Hola, Katie! ¿Qué sucede? - Preguntó amablemente la mujer del otro lado de la pantalla.

-¿Sería tan amable de venir al cuartel de los Paw Patrol? Parece que a Rinslet le llegó eso por primera vez y está un poco asustada. - Explicó la rubia con calma. - ¿Cree que podría traer también algunas de esas? -

-¡Ah, entiendo! ¡Salgo de inmediato para allá! - Respondió Yumi, cortando la llamada.

-La granjera Yumi viene para acá, ella puede explicar mejor todo. - Dijo Katie, ayudando a Rinslet a levantarse mientras la cubría con la sabana de la cintura hacia abajo. - Te acompañaré a la ducha, ¿tienes algún cambio de ropa limpio? -

-Sí, en mi mochila. - Respondió la castaña, apuntando a la mochila sobre la cama.

-Bueno, andando. - Agregó Katie, tomando la mochila para llevar al baño a Rin.

-¿Estás segura de que está bien? - Preguntó Ryder, preocupado.

-Tranquilo, es completamente normal. - Asintió Katie, cerrando la puerta de la ducha.

-¿Cómo una hemorragia puede ser normal? - Cuestionó Zuma, claramente confundido.

-Bueno, solo queda esperar a que la granjera Yumi llegue y nos explique todo. - Agregó Chase, tratando de calmar a todos.

-Deberíamos limpiar esto. - Sugirió Rocky, mirando la colchoneta manchada.

-Yo me encargo. - Respondió Marshall, jalando la colchoneta hacia el elevador para llevarla a lavar afuera.

-¡Yo te ayudo! - Exclamó Zuma, acompañándolo.

En ese momento sonó el fuerte rugido de un estómago, llamando la atención de todos.

-¿Es un mal momento para preguntar por el desayuno? - Dijo Rubble, mirando a Ryder.

Todos soltaron una risita, sin duda eso los había relajado un poco.

-Vamos, les daré su comida. - Respondió el castaño, caminando hacia el elevador junto al resto de los cachorros, confiando en que Katie no le mentiría sobre la salud de su amiga.

-¿Estás segura de que es normal? - Cuestionó Rinslet, debajo de la tibia agua de la regadera.

-Sí, tranquila. - Respondió Katie del otro lado de la cortina de baño, sacando la ropa limpia de la mochila. - A todas nos pasa cuando llegamos a una edad, a mí me pasó hace pocos meses por primera vez, por suerte mi mamá estaba aquí conmigo, así que no tuve tanto miedo. - Explicó la rubia, acercando una toalla limpia. - Después de que ella regresó a Ciudad Aventura con papá, la granjera Yumi se encargó de explicarme cómo cuidarme para evitar accidentes. -

-Bueno…eso me tranquiliza un poco. - Murmuró Rin, más calmada. - Gracias por venir, Katie. -

-No tienes nada qué agradecer. - Respondió la chica con amabilidad. - No sabía que pasarías la noche con Ryder. -

-Oh, eso fue idea de él. - Explicó Rinslet, con una risita nerviosa. - Era parte de su sorpresa, aunque creo que al final el que terminó sorprendido fue Ryder. - Agregó, soltando un suave suspiro. - No malinterpretes las cosas, solo somos buenos amigos, eso es todo. - Dijo, asomando un poco su rostro fuera de la cortina para ver a Katie. - Te prometí que te ayudaría, y creo que tengo una idea. -

-¿De verdad? - Preguntó curiosa la rubia, mirándola fijamente.

-Sí. - Asintió Rinslet, volviendo a la regadera. - Me di cuenta de que Ryder no sabe diferenciar el coqueteo de la amabilidad porque no está interesado en buscar una pareja, así que pasa de largo las indirectas por muy directas que sean porque él las considera normales en su concepto de "amistad". - Explicó la castaña, cerrando la llave del agua y exprimiendo su cabello. - Así que tienes que ser directa y concisa para que capte el mensaje. -

-Entiendo. - Murmuró Katie, extendiendo la toalla hacia ella. - Entonces habrá que planear algo que funcione. - Agregó, pero siendo interrumpida por una voz en el exterior.

-Katie, linda, ya estoy aquí. - Dijo la voz de Yumi al otro lado de la puerta. - También traje eso conmigo. -

-¡Un segundo! - Exclamó Katie, dando media vuelta. - Bueno, dejaré que Yumi se haga cargo a partir de aquí, estaré afuera si me necesitas. - Se despidió, saliendo del baño para darle paso a Yumi, quien entró con una bolsa de red en mano.

-Rinslet, ¿estás mejor? - Preguntó Yumi, cerrando la puerta con seguro.

-Todavía duele un poco, y sigue sin detenerse… - Respondió la chica, algo apenada.

-Lo entiendo, supongo que tu madre no tuvo la oportunidad de hablarte sobre esto. - Dijo la granjera, sacando unas cosas de la bolsa. - Ven, no tengas vergüenza, te explicaré paso a paso lo que tienes qué hacer. -

-S-Sí… - Asintió Rinslet, saliendo de la cortina con la toalla alrededor de su cuerpo.

Mientras tanto, en el exterior del cuartel, los cachorros jugaban alegremente con un trampolín, compitiendo por quién podía saltar más alto (Skye claramente tenía la ventaja), Katie y Ryder estaban bajo la sombra del árbol observándolos fijamente.

-Entonces, ¿eso le sucederá cada mes a partir de ahora? - Preguntó Ryder, tratando de entender la situación.

-Sí, apesta, pero así es nuestro cuerpo. - Respondió Katie, con sus brazos cruzados. - Debe sentirse muy avergonzada de que le pasara justo frente a ti, no es algo que nos guste mostrarle al mundo, ¿sabes? -

-Admito que fue muy extraño verla así, pero de cierta manera me alegra que estuviera con nosotros. - Agregó Ryder, sentándose en el pasto. - Creo que estaría más aterrada si le hubiera pasado estando sola en su casa. -

-Debe ser difícil para ella vivir sola, y más pasar este tipo de cambios biológicos sin tener a alguien que le explique que es algo normal. - Apoyó Katie, imitando su acción. - Bueno, al menos ahora tendrá a Yumi para que la guíe como una madre lo haría. -

-Sí, eso sería bueno. - Asintió el castaño, soltando un largo suspiro. - Al menos el susto ya pasó. -

-Lo mejor sería que hables con los cachorros para que no mencionen nada de lo ocurrido a nadie, incluyendo a la misma Rinslet. - Dijo la rubia, mirándolo de reojo. - Como dije, no es algo que nos gustaría anunciarle a todo el mundo, incluso para nosotras mismas es vergonzoso. -

-Tranquila, no diremos nada. - Apoyó el chico, colocando su mano en el hombro de Katie. - Y gracias por haber venido a ayudarnos. -

-No hay nada qué agradecer, lo hago con gusto. - Respondió Katie, sonriéndole. - Haría cualquier cosa por ti. -

-¿De verdad? - Preguntó Ryder, sorprendido de aquella afirmación.

-Si, bueno, quiero decir… - Tartamudeó la chica, sonrojada de la pena. - Tú y los Paw Patrol me ayudan cuando lo necesito, así que claro que haría cualquier cosa para ayudarte… ¡Ayudarlos…! A todos. - Dijo, desviando la mirada, no quería que él notara su nerviosismo.

En ese momento Yumi y Rinslet salieron del cuartel, llamando la atención de los cachorros y los chicos.

-¡Rinslet! - La llamó Ryder, mirándola fijamente. - ¿Te sientes mejor? -

-Sí, Yumi me ayudó bastante. - Respondió la castaña, desviando la mirada. - Perdona por arruinar las cosas. -

-No has arruinado nada. - Interrumpió el castaño, tomándola de la mano. - Estoy feliz de que no fuera nada grave. -

-Sí…lamento haberles dado trabajo extra. - Se disculpó, mirando a los cachorros. - Prometo que los compensaré. -

-No tienes nada qué compensar, es lo que hacemos. - Negó Chase, sentado junto a Ryder.

-Además esas galletas estuvieron deliciosas. - Agregó Rubble, moviendo su colita.

-Mientras te encuentres bien, lo demás no importa. - Dijo Zuma, restregando su cabeza contra la pierna de la chica.

-Así es, lo importante es tu salud. - Apoyó Rocky, parado al lado de Katie.

-Siempre contarás con nosotros sin importar qué. - Aseguró Marshall, parándose en dos patas sobre las piernas de Rinslet.

-Lo sé. - Respondió ella, tocando suavemente la insignia de su collar. - Esto nos mantendrá comunicados. -

-¡Wow! ¡¿También tienes una?! - Exclamó Skye emocionada, dando una voltereta en el aire.

-Así es. - Dijo Ryder con una sonrisa. - Rinslet ahora es oficialmente una miembro de los Paw Patrol. -

-Vaya, cada día te vuelves más cercana a ellos, Rin. - Dijo Katie, mirándola de reojo. - Felicidades por la insignia. -

-Gracias a todos. - Respondió Rinslet con una sonrisa.

-Llevaré a Rinslet al supermercado para comprar lo que necesita. - Explicó Yumi, abrazando a la castaña por el hombro. - Y después la llevaré a casa. -

-Perfecto, iré a verte en la noche para cenar juntas. - Apoyó Katie, mirando a Rin con una sonrisa.

Rinslet asintió. - Nos vemos luego. - Se despidió, caminando junto a Yumi hacia la camioneta de la mayor, regresando a la ciudad.

-Bueno, yo también debo volver a la veterinaria. - Agregó la rubia, dirigiendo su mirada hacia Ryder. - Nos vemos luego. -

-¿Quieres que te lleve? Tengo que ir de todos modos con el señor Porter por la comida de mis cachorros. - Dijo el chico con amabilidad.

-¡Sí, claro! - Respondió Katie, emocionada.

-Espera aquí, iré por mi todo terreno. - Y diciendo esto, se fue corriendo hacia la cochera por su vehículo.

-Oye, Katie… - Murmuró Skye, acercándose a ella.

-¿Qué pasa, Skye? - Preguntó la chica, bajando a su altura.

-¿A mí también me pasará eso cuando crezca? - Cuestionó asustada la cachorrita, bajando sus orejas.

-Descuida, estás a salvo. - Respondió Katie, acariciando su cabeza con suavidad. - ¿Recuerdas que Ryder los llevó a Ciudad Aventura a una operación cuando los encontró? - Dijo, viendo que la cachorra asentía con la cabeza. - Bueno, esa operación es para evitar que eso te pase a ti. -

-¡Woof! ¡Qué alivio! - Exclamó Skye, dando una voltereta, aliviada de escuchar aquellas palabras. - ¡Gracias, Katie! -

-De nada, Skye. - Agregó, poniéndose de pie.

-Andando, Katie. - Interrumpió Ryder, llegando con su cuatrimoto al lugar. - Toma. - Dijo, ofreciendo un caso rojo idéntico al suyo a la chica.

-Gracias. - Respondió la rubia, tomando el casco y subiendo a la parte trasera del todo terreno, abrazando a Ryder por la cintura. - ¡Nos vemos! - Se despidió, mirando a los cachorros.

-Cuiden del cuartel, volveré pronto. - Dijo Ryder, comenzando a conducir hacia la ciudad. - ¿Y de qué hablabas con Skye? - Preguntó, curioso.

-Cosas de chicas. - Respondió con simpleza Katie, aferrándose más a la espalda de Ryder. Era una de esas pocas oportunidades donde podía estar a tan corta distancia de él, y no la desaprovecharía por nada.

[...]

Pasaron unas semanas, donde cada persona en Bahía Aventura continuó con su vida cotidiana a pesar de los inconvenientes que llegaban a suceder de vez en cuando. Rinslet había encontrado un punto de equilibrio en su vida laboral y social, sacrificando un poco la segunda por el bien de la primera. Katie solía cenar con ella de vez en cuando, y aprovechaba para enterarse de las novedades tanto en la ciudad como en la situación sentimental de su amiga. Por el otro lado, Ryder hablaba con ella de vez en cuando gracias al comunicador sin importar qué estuviera haciendo, una ventaja a la hora de tener las manos y mesas ocupadas cuando hacía las preparaciones para sus ventas diarias. Su panadería comenzaba a volverse un éxito en la ciudad, lo que le permitía mantenerse estable económicamente y crecer su negocio poco a poco.

El sonido de la campana de entrada sonó, avisando que un cliente estaba ahí.

-¿Hola? ¿Acaso no hay nadie aquí? - Preguntó una voz masculina, claramente nada amigable.

-¡Lo siento, terminaba de sacar una charola del horno! - Se disculpó Rinslet, acercándose a la vitrina donde estaba la caja registradora. - ¿En qué puedo ayudarle? -

-Encontré este cartel que dice que hoy está regalando panes, así que quiero que sea uno de cada pan dulce y salado que tenga. - Dijo de forma arrogante, mostrando el cartel en sus manos.

-Perdone, pero sí termina de leer el cartel podrá ver que la oferta es un pan gratis a elección por cada 4 panes comprados. - Respondió, intentando mantener la sonrisa amable.

-No me importa comprar nada, ¡quiero mis panes gratis ahora! - Exigió, golpeando la vitrina con sus manos.

-Lo siento, pero no puedo regalarle tantos panes gratis. - Negó Rinslet con la cabeza, comenzando a exasperarse.

-¿Acaso no sabes quién soy, niñita? - Replicó el hombre, extendiendo los brazos de manera altanera. - ¡Soy el alcalde Humdinger de Fondo Brumoso! -

-Ah…así que usted es quien robó mis milhojas aquella vez. - Murmuró la castaña disgustada, cruzando los brazos. - Al fin tengo el "gusto" de conocerlo. - Agregó, haciendo comillas en la palabra "gusto". - En ese caso, debería pensar seriamente en pagarme lo que se llevó y pedir una disculpa en lugar de exigir que le regale mis panes. -

-¿Acaso tienes pruebas que me incriminen? - Preguntó Humdinger, fingiendo indignación.

-La palabra de Ryder y los Paw Patrol es suficiente prueba. - Respondió, soltando un bufido. - Mire, no me importa quién sea, salga de mi panadería y no vuelva aquí. -

-¡Mocosa grosera, te arrepentirás! - Amenazó el alcalde, saliendo del lugar furioso.

-¡LARGO! - Gritó, corriendo hacia la puerta para empujarlo fuera y cerrar con fuerza, conteniendo sus ganas de desquitar todo su coraje contra él. - ¡Dios! Qué pesado… - Murmuró agobiada, escuchando que volvían a golpear a la puerta. - ¡Dije largo! - Exclamó exasperada abriendo la puerta, notando a la persona del otro lado. - ¡¿Ryder?! Perdona…te confundí con alguien más. - Se disculpó, apenada de la confusión.

-¿Tuviste algún problema? - Preguntó el castaño, entrando en la casa.

-Conocí al alcalde Humdinger, llegó exigiendo panes gratis. - Respondió Rinslet, soltando un suspiro mientras cerraba la puerta. - ¿Cómo es que una persona así es alcalde de una ciudad? -

-Nadie lo sabe. - Agregó Ryder, encogiéndose de hombros. - Espero que no vuelva a causar problemas por aquí. -

-Mientras no se meta con mis cosas de nuevo todo está bien. - Dijo la chica, cruzando los brazos. - Dejando eso de lado, ¿en qué puedo ayudarte? -

-Habrá una fiesta en la playa esta noche por el fin del verano organizada por la alcaldesa Goodway, así que vine a invitarte. - Explicó Ryder con una sonrisa. - Todos en Bahía Aventura estarán ahí. -

-Gracias, me vendría bien un descanso. - Aceptó la chica, correspondiendo a la sonrisa de su amigo. - Los veré allá entonces. -

-De acuerdo. - Asintió Ryder, abriendo la puerta. - Entonces nos veremos esta noche. -

-¿Sólo viniste a eso? - Preguntó con curiosidad, era extraño que no la llamara en lugar de ir personalmente.

-En realidad vine a dejar a Rocky y Rubble con Katie, es su día de baño. - Respondió, apuntando hacia la veterinaria de su amiga. - Volveré allá, Rocky requiere de mucho esfuerzo para entrar en la tina. -

-Suerte con eso. - Dijo Rinslet con una risita, divertida de imaginar la escena.

-Gracias, ¡nos vemos! - Se despidió, corriendo de regreso a la tienda de Katie.

-Creo que esta podría ser una buena oportunidad para Katie… - Dijo en voz baja, pensando en cómo usar a beneficio de su amiga la fiesta en la playa.

Rinslet colocó el letrero de "CERRADO" en el exterior de la puerta y fue a su habitación, buscando en su armario un atuendo adecuado para la ocasión.

[...]

El tiempo pasó y la hora llegó. Rinslet se vistió con una playera de manga corta color blanco y encima un vestido de tirantes color lila, sus tenis usuales de tonos morados y ató su cabello en una trenza. Se colocó una sencilla bolsa de mano color blanca en diagonal para guardar sus cosas y cerró con seguro, caminó hacia la casa de Katie para tocar a la puerta, esperando que su amiga siguiera ahí.

-¡Rin! Justo iba a ir a buscarte. - Saludó la rubia, usando un vestido de tirantes color magenta con tres volantes en la parte inferior, una chaqueta sencilla color rosa claro, sandalias del color del vestido y una diadema a juego en su cabello. - ¿Nos vamos juntas? -

-Claro. - Asintió Rinslet, comenzando a caminar junto a ella. - Creo que es una noche perfecta para que hagas otro intento con Ryder, ¿no te parece? -

-¡Sí! Justo eso estaba pensando. - Respondió Katie, emocionada. - Una velada al lado de una fogata en la playa, ¿no es romántico? -

-Bastante. - Apoyó Rin, contenta de ver la alegría de su amiga. - ¿Tienes algo en mente? - Preguntó, con una sonrisa pícara.

-Bueno, me gustaría pasar el mayor tiempo posible con Ryder, pero rara vez se separa de los cachorros. - Explicó Katie, pensativa. - Pensaba en invitarlo a bailar, usualmente el hermano de la alcaldesa toca la guitarra para crear un buen ambiente, así que creí que bailar toda la noche con él sería una buena táctica. -

-Es una buena idea, no creo que Ryder se niegue a bailar contigo. - Dijo la castaña, mirando de reojo a Katie. - Y si se niega, yo lo convenzo de hacerlo. -

-Gracias, me hará falta un poco de ayuda. - Agradeció la rubia, tomándola de la mano. - Estoy contenta por tenerte como amiga. -

-¡Démonos prisa entonces! - Exclamó la castaña, comenzando a correr con una risita, jalando a Katie con ella.

-¡Oye, espera! - Dijo Katie, comenzando a correr al ritmo de Rinslet.

Todos los habitantes de Bahía Aventura se encontraban en la playa: algunos asaban malvaviscos en la fogata, otros conversaban sentados en las toallas que habían colocado en el suelo, un grupo de parejas bailaban al son de la música de Gustavo Goodway, y el resto simplemente lo escuchaba tocar desde donde estaban.

-¡Llegaron! - Exclamó Ryder, saludando a las chicas que llegaban algo agitadas por la distancia recorrida.

-¡Woof, Rinslet! - La llamó Marshall, saltando sobre ella y tumbándola de sentón en la arena. - ¡Qué bueno que viniste! - Dijo, lamiendo el rostro de la chica con emoción.

-Hola, Marshall, también te extrañé. - Respondió la castaña, acariciando la cabeza del cachorro. - Bueno, a todos. - Agregó, mirando al resto de los canes.

–¡Qué linda te ves, Katie! - Dijo Skye, acercándose a la rubia.

-Gracias, Skye. - Respondió Katie, acuclillándose a la altura de la cockapoo. - Hola, Ryder. - Saludó, levantando la vista hacia el castaño.

-¿Cómo estás, Katie? - Preguntó amablemente el chico, extendiendo su mano para ayudarla a levantarse. - Te ves muy bien hoy. -

-Muchas gracias, Ryder. - Respondió la rubia, sonrojándose levemente. - ¿Te gustaría bailar un rato? -

-Seguro. - Asintió el chico, girándose a ver a Rin. - ¿Vienes con nosotros? -

-No, gracias, prefiero quedarme aquí con los cachorros. - Dijo la castaña, negando con una sonrisa. - Diviértanse. -

-De acuerdo. - Respondió Ryder, girándose hacía Katie. - ¡Andando! -

-¡Sí! - Asintió Katie emocionada, tomando la mano de Ryder para llevarlo hacia donde las personas bailaban.

-"Espero que esta noche tenga suerte." - Pensó Rinslet, sentándose en la arena y sacudiendo el exceso debido a la caída provocada por Marshall.

Se quedó sentada en su lugar con la compañía de los cachorros, quienes jugaban unos con otros alegremente alrededor de la chica. Ella permaneció callada, observando cómo Ryder tomaba a Katie con una mano en la cintura y la otra sosteniendo una de las manos de la chica, quien lo sostenía a su vez del hombro. La pareja comenzó a bailar alegremente al son de la guitarra de Gustavo Goodway, provocando un sentimiento de ternura en Rinslet. "Quizá esta será la noche perfecta para Katie" pensó, esbozando una sonrisa.


¡YAHALLO! xHimemikoYukix aquí~

¡Nuevo cap! Originalmente sería más largo xD pero quedaba demasiaaaaado largo, así que lo dividí en dos partes ggg espero que no se hayan sentido incómodos con la primera parte del capítulo (? pero sentí que tenía que hacerlo xD ¡Espero que les haya gustado! ¿Qué le esperará a todos en la fiesta? ¿Katie logrará su cometido esta noche? ¡Espero sus teorías!

¡Dudas, opiniones y comentarios son bien recibidos!

¡NOS LEEMOS!