RESCATA MI CORAZÓN

Capítulo 12: "Sentimientos"

La sirena de la ambulancia de Marshall comenzó a sonar cada vez más cerca, lo que indicaba que la ayuda estaba llegando. El primero en llegar fue Ryder con su todo terreno, seguido del dálmata paramédico y de Rocky en su camión reciclador.

-¡¿William?! - Exclamó Ryder sorprendido, mirando al rubio junto a Rinslet. - ¿Qué haces aquí? ¿Cuándo llegaste? -

-Llegué ayer de vacaciones, Rinslet fue a recogerme a la estación del tren, así que la invité a comer hoy, pero… - Comenzó a explicar, regresando la vista hacia su compañera. - Alguien le arrancó la insignia de su collar con fuerza y la hizo caer sobre la mesa, tiene heridas por todo el brazo. -

-¡Woof! ¡Rayos X! - Exclamó Marshall, parándose al lado de la castaña. - Por suerte solo tiene estas cortadas, son pequeñas así que puedo curarlas sin problema. - Informó, ladrando para guardar su escáner y dirigirse a su ambulancia para sacar una bolsa pequeña con algodones húmedos, comenzando a limpiar las heridas con cuidado.

-¿Te encuentras bien, Rinslet? - Preguntó Ryder, acuclillándose a la altura de la castaña.

-Perdón…perdón… - Se disculpó con lágrimas en los ojos, sin poder ver a Ryder. - Lo perdí…tu regalo, lo perdí… -

El castaño negó con la cabeza y colocó su mano con sutileza en el hombro de la chica, ganándose su mirada.

-No lo perdiste, te lo robaron y lo vamos a recuperar. - Dijo con una sonrisa, girándose a ver a William. - ¿Pudiste ver quién era? -

El rubio negó con la cabeza. - Lo siento, no la reconocí…solo vi que era una mujer vestida de pájaro, aunque fue extraño sin duda, se fue volando después de robar su insignia. -

-¿Mujer pájaro? - Preguntó Rocky sorprendido, recogiendo el desastre y arreglando la mesa quebrada.

-Ladybird. - Dijo Ryder cruzando los brazos mientras se ponía de pie. - Parece que regresó a la ciudad y recuperó sus poderes de alguna manera. -

-Tenemos que detenerla, Ryder. - Agregó el cachorro mestizo, mirando a su líder.

-Y lo haremos. - Apoyó el castaño, sacando su pup-pad para activar los comunicadores de los demás cachorros. - Mighty Pups, llamada de alerta. - Informó, regresando a su todo terreno en cuanto cortó la comunicación para volver a toda prisa al cuartel.

-Con esto estarás bien. - Dijo Marshall, terminando de colocar una venda en el brazo de Rin. - ¡Vamos, Rocky! ¡Ryder nos necesita! - Exclamó mientras corría hacia su ambulancia.

-¡Ya voy! - Respondió el cachorro mestizo, guardando las cosas reciclables en su camión. - ¡Todo listo, señor Porter! -

-Gracias Rocky, Hiciste un buen trabajo. - Agradeció el mayor, despidiéndose de los cachorros. - Mucha suerte. -

–¡Nos vamos! - Dijo Rocky subiendo a su camión, partiendo a toda prisa junto a Marshall hacia la torre.

-¿Te sientes mejor? - Preguntó William preocupado, sentado al lado de la castaña.

-Sí, un poco… - Respondió la chica, sin dejar de tocar el collar incompleto. - Espero que lo recupere pronto… -

-Es muy importante para ti, ¿verdad? - Dijo el chico con una sonrisa y voz suave, tomando la mano de Rin. - No te preocupes, lo recuperará. - Agregó, abrazándola con delicadeza para no lastimar su brazo herido.

Rinslet lo miró sorprendida, incapaz de creer que alguien que apenas conocía pudiera ser tan gentil con ella. Hundió su rostro entre el hombro y el cuello del chico mientras tomaba un respiro profundo, el aroma suave de un perfume de chocolate llegaba su nariz, un olor que le hizo darse cuenta cuán cerca de él estaba, ya que no recordaba haber recibido el aroma de Ryder durante todas las veces que él la había consolado de esa manera. Su mano que tocaba el collar se movió de manera inconsciente hacia el hombro de Will para sujetarlo con sutileza. Una ligera brisa sopló, provocando que los cabellos rubios del chico rozaran la nariz de Rinslet, causando unas sutiles cosquillas que la hicieron reír. Su angustia se había disipado, dejando en su lugar una tranquilidad que no había sentido últimamente, no desde que había descubierto quien era su padre biológico.

-¿Ya estás mejor? - Preguntó con voz suave William intentando separarse un poco de ella, pero siendo detenido por la castaña.

-¿Podemos quedarnos así un poco más…? - Pidió, aferrándose más a él. El rubio asintió en silencio, sujetando su cuerpo con un poco más de fuerza. - "Es una sensación totalmente diferente…pero se siente bien…" - Pensó mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios.

-Lamento la espera, aquí está su comida. - Fue la voz del señor Porter la que interrumpió el momento, llamando la atención de ambos chicos mientras dejaba los platos sobre la mesa recién reparada por Rocky junto a un nuevo juego de jarra y vasos. - Buen provecho. - Agregó antes de regresar a la cocina.

-Bueno, supongo que hay que comer antes de que se enfríe. - Dijo Rinslet separándose de él, recuperando la compostura.

-Sí. - Respondió el chico, imitando su acción. - Buen provecho. -

-Buen provecho. - Dijo con una sonrisa, comenzando a comer en silencio, sin dejar de tocar de vez en cuando con una de sus manos lo que quedaba del collar en su cuello.

Continuaron su comida de manera calmada, William intentaba despejar la mente de Rinslet con pequeñas pláticas de anécdotas divertidas, una forma sutil de no darle espacio a deprimirse pensando en lo que le habían arrebatado. A lo lejos podía escucharse un ajetreo en la ciudad, supuso que algo tendría que ver aquella extraña mujer pájaro en ello y que, probablemente, los Paw Patrol se encontraban enfrentándola para recuperar lo que se había llevado.

Pasó un tiempo antes de que decidieran continuar su cita en otro lugar, por lo que Baker pagó la cuenta y la guio hacia la playa.

-¿Te gusta nadar? - Preguntó con una sonrisa, mirándola de reojo.

-Me gustaba, tuve una mala experiencia y ahora me asusta entrar al mar. - Respondió la castaña, bajando la mirada. - Aunque Zuma me está ayudando a superar ese miedo poco a poco. -

-¿Zuma? - Cuestionó William, confundido.

-El cachorro de Ryder, ¿no lo conoces? - Preguntó sorprendida, mirándolo de reojo.

El mayor negó con la cabeza. - La última vez que estuve aquí de visita Ryder todavía no cumplía los 10 años, acababa de adoptar a Marshall cuando me fui. -

-Oh, ¿entonces no conoces a todos los Paw Patrol? - Cuestionó, bajando un poco el ritmo con el que caminaba.

-A excepción de Chase y Marshall, no. - Respondió William, encogiéndose de hombros. - Bueno, tampoco es que conozca demasiado a Ryder, ambos crecimos en esta ciudad y lo conocí desde que era un recién nacido, pero realmente no fuimos amigos. - Explicó, metiendo las manos en sus bolsillos del pantalón. - Fue muy unido a Katie desde pequeños, pero sabrás que en 5 años logró pasar de preescolar a un título universitario, así que no tuvo mucho tiempo para interactuar conmigo o con los chicos de su edad. - Agregó, soltando una risita. - Puede que ahora todos lo respeten y admiren por lo que ha logrado, pero durante sus primeros años siempre fue visto como un "bicho raro" por los demás niños, solía aislarse él mismo por sus deberes, pero tampoco era como que alguien lo buscase para jugar, ¿sabes? -

-Desde que llegué he visto cómo todo el mundo lo admira y hace cosas para imitarlo…como Alex y su "Mini-Patrol" o Danny con sus acrobacias extremas, bueno, hasta el alcalde Humdinger tiene a los Gatitos Gatastróficos que son básicamente los Paw Patrol versión gatuna. - Agregó la castaña, dirigiendo su mirada al frente. - Nunca me pasó por la mente que Ryder hubiera sido un niño solitario… -

-Sí, con la popularidad que ha ganado gracias a los Paw Patrol nadie imaginaría que solía ser rechazado. - Apoyó William, bajando la mirada. - Y a pesar de eso, sigue siendo un chico humilde. - Expresó, esbozando una ligera sonrisa. - He visto en las entrevistas que les han hecho que siempre se mantiene al fondo para que los cachorros destaquen, incluso llegaba a salirse del foco de las cámaras y a dar discursos cortos para que fuesen los Paw Patrol quienes brillaran. - Dijo, girándose a ver a Rinslet. - Sin duda Ryder es un chico de admirar, por eso no me sorprende que Katie esté enamorada de él desde hace años. -

–¿Acaso a ti también te gusta Ryder? - Preguntó con una sonrisa pícara, claramente buscando molestarlo.

-Para nada, no es mi tipo. - Respondió William deteniendo su andar para tomarla de las mejillas con una mano, apretándoselas ligeramente. - Me gustas tú. - Dijo mirándola fijamente, soltando una carcajada al ver cómo el rostro de la chica se volvía de color rojo intenso.

-Qu-Qu-Qu… - Tartamudeó la chica nerviosa, moviendo frenéticamente sus brazos hacia los lados.

William se rio ante su reacción y la liberó, continuando con su camino en dirección a la playa.

-¡No empieces una batalla que no puedes ganar! - Exclamó el rubio con una sonrisa victoriosa, mirándola de reojo.

-¡Eres un tonto, William! - Reprochó Rinslet avergonzada, corriendo hacia él para alcanzarlo. El sonido de una especie de cohete viniendo detrás de ella llamó su atención, por lo que se dio media vuelta buscando el origen de ese sonido.

Una figura masculina en un traje rojo brillante descendía del cielo escarlata (color provocado por el atardecer), una voz familiar la llamó y fue cuando reconoció a la persona.

-¡¿Ryder?! - Lo llamó sorprendida, mirándolo de arriba a abajo incrédula. - ¿Por qué estás vestido así? -

-Es mi traje para estar a la par de los Mighty Pups. - Respondió Ryder, parándose frente a ella.

-¿Mighty Pups…? - Murmuró confundida, lo había escuchado mencionar ese nombre antes, pero no sabía qué significaba.

-Es el nombre de los cachorros cuando usan sus superpoderes. - Explicó el castaño, extendiendo su mano hacia ella. - Logramos detener a Ladybird, y también pude recuperar esto. - Agregó, mostrando el comunicador de la chica en su mano.

-¡Gracias, Ryder! - Exclamó emocionada, tomándolo con cuidado mientras sus ojos se volvían vidriosos por las lágrimas que comenzaban a brotar. - No sabes cuánto significa para mí tenerlo de nuevo… -

-Sí quieres puedes venir conmigo al cuartel para reparar tu collar. - Sugirió el chico, mirándola con una sonrisa.

-¡Sí, yo…! - Se quedó callada al recordar a William, quien permanecía observando todo desde atrás de la chica en silencio. Se giró a verlo sin saber qué hacer, por un lado, quería acompañar a Ryder para reparar el collar que tanto significaba para ella, y por el otro deseaba quedarse al lado del mayor. - Yo… -

Will caminó hacia donde estaba y colocó una mano en su hombro mientras le sonreía gentilmente. - Sé que ese collar es importante para ti, así que adelante, ve con él. -

-¿Estás seguro? - Preguntó dudosa, mirándolo de reojo.

El rubio asintió. - Jamás me interpondría en algo que sé que es importante para ti. -

-¡Gracias, William! - Exclamó emocionada, abrazando al chico. - ¡Prometo que te lo compensaré después! -

-Lo sé. - Respondió, separándose de ella. - Ahora ve con Ryder. -

-¡Sí! - Asintió ella, soltándolo para correr hacia donde estaba el castaño observándolos. - Vamos. -

-Bien, sujétate con fuerza. - Sugirió Ryder, cargándola en sus brazos estilo princesa, provocando un ligero sonrojo en el rostro de la chica que, aunque pasó desapercibido por él, William lo notó al instante.

-Le temo a las alturas… - Murmuró Rinslet, rodeando el cuello del castaño con sus brazos.

-Descuida, yo te cuidaré. - Respondió con una sonrisa, dirigiendo casi al instante la mirada hacia Baker. - Nos vemos después, William. - Se despidió, elevándose rápidamente con los cohetes de su traje, emprendiendo vuelo hacia el cuartel.

-Nos vemos… - Murmuró el rubio a la nada, viéndolos perderse en la distancia. Dirigió su mirada al mar calmado teñido de tonos naranjas debido al reflejo del atardecer, una suave brisa sopló, moviendo sutilmente sus cabellos que resplandecían de color dorado. El sonido del ligero oleaje junto a los graznidos de las gaviotas parecía una melodía armónica perfecta para acompañar el pensamiento que yacía en su mente: "¿Ella también está enamorada de Ryder?"

-Abre los ojos, la vista es increíble. - Dijo Ryder, mirando de reojo a Rinslet, quien mantenía los ojos cerrados mientras aumentaba su agarre en el cuello del chico, claramente asustada.

La castaña abrió lentamente los ojos, quedando maravillada por la vista del atardecer reflejado en el mar.

-¡Qué lindo…! - Exclamó emocionada, esbozando una sonrisa. - Tenías razón, es increíble. -

-¿Ves? Yo nunca te mentiría. - Respondió el chico, comenzando a descender en la terraza del último nivel de la torre. - Llegamos. - Dijo, bajándola con cuidado. - No fue tan malo, ¿verdad? -

-Está bien, admitiré que volar contigo no fue tan malo como subir a tu todo terreno. - Respondió, acomodándose el cabello y la ropa.

-Vayamos al taller, ahí podré repararlo, solo dame un momento para cambiar de ropa. - Explicó el chico, entrando a la sala de control para ir hacia el elevador junto a la chica.

Bajaron poco más de dos pisos, deteniéndose justo a la mitad de la torre. Las puertas se abrieron mostrando un enorme meteorito conectado en el centro de aquella pequeña habitación, del lado contrario estaba una compuerta que, según la forma, era la enorme insignia de los Paw Patrol.

-¿Qué es esto? - Preguntó curiosa, analizando con la vista aquella habitación.

-Aquí es donde están guardados todos los trajes de los cachorros, hay un mecanismo que los viste de acuerdo a la orden que doy con mi pup-pad o que ellos dan manualmente desde aquí. - Explicó Ryder saliendo del elevador, caminando por el estrecho borde alrededor del meteorito hacia un pequeño panel de control. - También aquí están algunos de mis uniformes, incluido este. - Agregó, presionando un botón que activó unas garras mecánicas que comenzaron a retirar por partes la armadura, dejándolo solamente con una playera blanca de manga corta, un pantalón azul marino sencillo y sus tenis usuales.

-Wow… - Murmuró sorprendida, regresando la vista hacia el meteorito. - ¿Y para qué es esto? -

-Es un meteorito que cayó hace un año aquí en Bahía Aventura, descubrimos que de alguna manera les da superpoderes a los cachorros y a quien tenga un fragmento de él, como a Ladybird que le permite volar y le da super fuerza. - Respondió Ryder, caminando de regreso al elevador, siendo seguido por Rinslet. - En las manos equivocadas puede ser peligroso, por eso lo resguardo aquí, así también podemos activar los poderes de los cachorros cuando se necesita. -

-Entiendo… - Murmuró, viendo cerrarse las puertas una vez que Ryder presionó un botón del elevador. - ¿Y cuál es tu superpoder? -

-Ninguno. - Dijo el castaño, sorprendiendo a la chica. - Los cachorros son quienes los merecen, por eso decidí construir mi super traje para estar a su nivel. -

-Ryder el humilde. - Murmuró Rinslet con una risita, colocando una mano en el hombro del chico. - Cuando llegué a Bahía Aventura no podía creer que la alcaldesa confiara la seguridad de su ciudad en ustedes, pero cada día me demuestras que no se han equivocado al elegirte como su salvador. -

-Sí, aun si yo mismo decidí hacerlo, a veces me gustaría tomar un descanso. - Respondió el chico, saliendo del elevador una vez que llegaron al taller bajo el cuartel. - Sigo pensando en tu propuesta de viajar con los cachorros, no pienses que lo olvidé. -

-Bueno, puedes contar conmigo cuando decidas hacerlo. - Agregó con una sonrisa pícara, quitándose el collar. - Toma, lo dejo en tus manos. -

-Será rápido, no te preocupes. - Dijo Ryder, tomando sus herramientas para reparar el collar. Le tomó unos pocos minutos terminar, por lo que guardó todo nuevamente en su lugar antes de girarse a ver a Rinslet, quien se encontraba sentada en el suelo observándolo. - Está listo. -

-¡Muchas gracias! - Exclamó emocionada, poniéndose de pie para acercarse a él.

-¿Puedo? - Preguntó con una sonrisa, tomando los extremos del collar.

-Sí, adelante. - Asintió ella, dando media vuelta mientras pasaba su cabello sobre su hombro, dejando al descubierto su cuello. Ryder lo colocó con cuidado en su lugar y lo ató en un pequeño moño en la parte de atrás, acomodando el cabello de la chica como originalmente estaba.

-Como nuevo. - Agregó el castaño, mirando a la chica.

-No sabes cuánto significa para mí tenerlo de nuevo. - Respondió Rinslet, tocando la insignia con suavidad. - Es como si te tuviera a mi lado todo el tiempo. - Dijo de manera inconsciente, sonrojándose al procesar lo que había dicho.

Las mejillas de Ryder adquirieron un tono rojizo ante aquel comentario, desvió su mirada mientras rascaba su nuca, soltando una risita nerviosa.

-Me alegro de que mi regalo haya logrado su propósito. - Agradeció el castaño, tomándola de la mano. - Quiero que siempre puedas contar conmigo sin importar nada, mantengo mis palabras de aquella vez que te rescaté. - Agregó, ganando la mirada de la chica. - No importa si te alejas de mí, yo siempre estaré a tu lado pase lo que pase. -

-Ryder… - Murmuró sorprendida al momento en que su sonrojo aumentaba, una sonrisa se dibujó en su rostro al tiempo que correspondía el agarre del chico. - Nunca me había dado cuenta de que tienes unos ojos hermosos. -

-Tú también tienes unos ojos muy lindos. - Respondió Ryder con una sonrisa, dando dos pasos hacia adelante, acortando la distancia entre los dos.

Las miradas de ambos se cruzaban de una manera extraña, como si pudieran ver algo en los ojos del otro. Los sonrojos en sus rostros se mantenían al igual que las sonrisas que esbozaban. El agarre en sus manos se apretó aún más, como si no quisieran soltarse nunca y, a pesar de que otras veces habían tenido tanta cercanía física, sus corazones latían de forma acelerada. Se mantenían en un silencio total, pero sus mentes estaban llenas de pensamientos…

Ryder no podía dejar de preguntarse por qué había sentido una ligera molestia al ver a William y Rinslet juntos, al punto de pedirle a la chica que lo acompañara al cuartel para reparar el collar cuando podría haberlo hecho sin necesidad de estar ella presente. Era la primera vez que sentía algo como eso, y aunque no entendía del todo por qué había sucedido, ahora se encontraba tranquilo de saber que Rin estaba ahí con él.

Por otro lado, Rinslet sentía un remordimiento interno, por mucho que había intentado negar la idea en su cabeza, estar así con él era la pieza faltante para confirmar lo que tanto temía: Ryder le gustaba. Era la primera vez que sentía algo así, por lo que no podía asegurar que estuviera enamorada, pero sabía que existía al menos un sentimiento más allá de la amistad. Y aunque no le molestaba en absoluto lo que sentía cada vez que estaba cerca de él, no dejaba de sentir que había traicionado a Katie.

El momento era perfecto para ellos, no sabían cuánto tiempo había transcurrido y quizá jamás lo hubieran sentido si el encanto no hubiese sido destruido con unas simples palabras…

-¡Ryder, ven! ¡Ace está aquí! - Exclamó la voz emocionada de Skye, quien había salido del elevador dando volteretas, llamando la atención de ambos chicos.

"¿No podía gustarme un chico que no tuviera tantas pretendientes?"


¡YAHALLO! xHimemikoYukix aquí~

¡Actualización! Bueno...las cosas comenzaron a alterarse (? ¿Qué pasará a partir de ahora? ¿Qué cosas traerá la llegada de Ace? ¿Qué llegará a significar William para Rinslet? ¡Me gustaría leer sus teorías! ¡Espero que hayan disfrutado este capítulo!

¡Dudas, opiniones y comentarios son bien recibidos!

¡NOS LEEMOS!