(Advertencia: Esto es parte de una actualización masiva)
Hola a todos, aquí SilentDrago. Sé que muchos estaban esperando el nuevo capítulo desde hace meses, pero la mayoría sabe por qué me ausenté tanto tiempo. Les adelanto desde ya que este capítulo tendrá Pokémon legendarios, pero no les daré más detalles; descúbranlos ustedes mismos. Nos vemos abajo con más información.
Sueña conmigo esta noche
Honoka, Alisa y Yukiho cenaban junto a una fogata en compañía de sus Pokémon. La noche, con la luna rompiendo la monotonía del negro, invitaba a las chicas a dejar de lado los problemas aunque fuera por un rato.
―¿Cuánto falta para llegar a ciudad Nyanya? ―preguntó la pelijengibre.
―No mucho. Según el mapa, ya estamos cerca del final de esta cuesta ―informó Alisa.
―¡Ya quiero llegar! ¡Ya quiero volver a ver a Kotori-chan y a Umi-chan!
―Onee-chan, no vamos a llegar más rápido porque te quejes.
―Ojalá sí ―dijo Honoka haciendo un puchero.
El único sonido en el ambiente era el del chisporroteo del fuego. Para romper esa monotonía, la mayor del grupo sugirió contar historias de terror.
―¿Estás segura, Honoka-san?
―Sí. Creo que será divertido.
―¿Pero conoces alguna, onee-chan?
―Unas cuantas. Prepárense para caerse de espanto ―dijo la pelijengibre iluminando su cara con una linterna para lucir más aterradora.
Cerca de ellas, un puñado de Pokémon miraban la escena con vergüenza ajena, sobre todo Shroomish.
―… Y cuando ella entró a la cocina, se dio cuenta… de que se había acabado el pan.
―Onee-chan, eso no da miedo.
―¡A mí sí!
En el grupo de Pokémon, solo uno tuvo la reacción que esperaba Honoka.
―¡Ur… sa…! ―decía el osezno, tiritando.
―¡¿Ven que es terrorífico?! ¡Teddiursa está temblando!
―Eso es porque él es tu versión Pokémon, onee-chan.
―¡Yukiho, eres mala!
―¿Alguna otra historia para contar? ―preguntó Alisa.
―Creo que tengo una, especial para cierta persona que no quiero nombrar pero a la que estoy mirando en este momento ―comentó Yukiho mientras observaba de reojo a su hermana mayor.
―No vas a poder asustarme tan fácilmente, Yukiho ―aseguró Honoka haciéndose la valiente.
―¿Ah, no?
―…Y eso es lo que te obligará a hacer Umi-san si subes de peso.
―No… ¡No!... ¡NOOOOOOOOOO!
―¡Yukiho, eso fue horrible!
―Es la pura verdad.
―¿En serio Umi-san haría eso? ―preguntó Alisa.
―Sí, ella no dejaba pasar las tonterías de onee-chan así como así. De todas formas, la quería mucho, y supongo que ese sentimiento no ha cambiado.
―Ojalá sea verdad ―dijo Honoka en un tono más nostálgico.
―Por cierto, Alisa-chan, ¿conoces alguna historia de terror?
―Bueno, historias como tal, no; pero mi onee-chan solía contarme de algunas pesadillas que tenía de niña. Según ella, eran obra de Darkrai.
―¿Darkrai? ―preguntó la comepan.
―Sí, un Pokémon mítico.
―Déjame ver qué dice la Pokédex sobre él.
«Darkrai, el Pokémon Oscuridad. Tipo oscuridad. Defiende su territorio de personas y otros Pokémon poniéndolos a dormir y provocándoles pesadillas».
―Onee-chan siempre le tuvo un gran miedo a Darkrai, así que al final se consiguió un ala lunar de Cresselia para poder dormir tranquila por las noches.
―Darkrai se oye como un Pokémon terrible ―dijo Honoka.
―No lo sé en verdad.
―Cresselia… Ese es un Pokémon legendario, ¿no es así, Alisa-chan?
―Sí, Yukiho-chan. Es la contraparte de Darkrai.
«Cresselia, el Pokémon Lunar. Tipo psíquico. Sus alas emiten un velo de partículas brillantes. Se dice que representa a la luna creciente».
―Se supone que los poderes de Cresselia son los únicos que contrarrestan los de Darkrai ―contó Alisa.
En medio de la conversación, se oyeron algunos bostezos. Yukiho lo hizo notar.
―Chicas, creo que los Pokémon ya están cansados. Nosotras deberíamos ir a dormir también, ya es tarde.
Las muchachas tomaron a sus criaturas y las llevaron adentro de las tiendas de campaña en las que pasarían la noche. Desde el comienzo del viaje, Honoka dormía en una tienda y Yukiho y Alisa en otra distinta; esa noche no sería la excepción.
―Buenas noches, chicas ―se despidió la mayor antes de entrar a su carpa.
―Buenas noches, Honoka-san.
―Buenas noches, onee-chan.
Las tres esperaban tener un buen descanso, ya que todavía les quedaba cuesta que recorrer y necesitaban energía. Lo que ninguna esperaba era que la luna fuera cubierta por nubes negras…
Yukiho se revolvía en su saco de dormir esperando conciliar el sueño. Desde que se había unido al grupo, le costaba quedarse dormida. La causa: la hermosa rubia con la que compartía la tienda de campaña cada noche.
«Puedo sentir su calor corporal y su respiración. Escucho cómo mi corazón late… Ojalá pudiera ser algo más que su amiga».
Las veces que despertaba primero, se quedaba un rato viendo a la de ciudad Harasho dormir. Su sedoso cabello, sus largas pestañas, su suave piel, todo eso aumentaba el encanto de Alisa a ojos de Yukiho. Ya cuando la vio por primera vez se sintió atraída por ella, pero a medida que la conocía más a fondo, su atracción se volvía cada vez más fuerte y no pudo seguir negando sus sentimientos: Alisa le gustaba y mucho, a pesar de que tampoco llevaban tanto tiempo compartiendo juntas.
«Si tan solo ella hablara de mí de la misma manera en que lo hace de Umi-san…».
El sueño terminó venciéndola como ocurría todas las noches.
―Quiero… que Alisa-chan… se fije en mí ―murmuró medio dormida.
―¿Dónde estoy?
Yukiho se vio de repente en un lugar extraño. Todo el ambiente que la rodeaba era azul, y al mover sus brazos, se dio cuenta de que había cierta resistencia en el aire, aunque lo que había a su alrededor no era precisamente aire.
―¿Qué está pasando?
Un grupo de Pokémon con aspecto de corazón comenzó a rodearla. La castaña pudo reconocerlos fácilmente, junto con el sitio en el que estaba… y eso la aterró.
―Un momento, ¿esos son Luvdisc?... Esperen, eso significa que… ¡¿ESTOY BAJO EL AGUA?!
Tras su descubrimiento, intentó nadar para salir a la superficie antes de que el líquido le llenara los pulmones. Los Luvdisc junto a ella se alejaban un poco, pero permanecían cerca de su persona, dando vueltas a su alrededor con una actitud amistosa. Incluso podía creerse que se reían ligeramente.
«¡¿Qué está pasando?! ¡¿Cómo terminé aquí?! ¡Se suponía que estaba en la tienda con Alisa-chan en plena montaña! ¡No quiero morir aún! ¡No quiero!».
Mientras más se agitaba, más aire parecía estar perdiendo…, al menos en apariencia. Para su sorpresa, era capaz de respirar a pesar de estar sumergida. De eso se dio cuenta después de unos minutos.
«¿Cómo puede ser posible? No me digan que… esto es un sueño».
No había ninguna otra explicación lógica.
«Sí, estoy soñando. Por eso pasan estas cosas tan raras».
Más allá de los Luvdisc y del curioso ambiente acuático en el que se hallaba, el sueño lucía bastante tranquilo. De repente, apareció una nueva figura en el ambiente, una que Yukiho conocía muy bien.
―¡Alisa-chan!
La rubia flotaba a cierta distancia de ella. Se veía muy serena, con los ojos cerrados y el cabello siendo mecido suavemente por el agua. Para la castaña, aquella era una visión celestial, un regalo del mismísimo Arceus. Trató de acercarse a ella moviéndose de forma sutil; no quería alterar aquella imagen.
―Alisa-chan…
Mientras más se acercaba, más rápido latía su corazón. No solo eso: algunos de los Luvdisc que rodeaban a Yukiho comenzaron a nadar hacia Alisa en un intento por rodearla también. Con lo que no contaban era con el súbito surgimiento de un remolino en el sitio, que alejó a los pobres Pokémon acuáticos con suma violencia.
―¡¿Pero qué?!
El remolino de a poco empezó a adquirir mayor fuerza, envolviendo a Alisa casi por completo. Por impulso, Yukiho intentó aproximarse para rescatarla, pero la poderosa corriente se lo impedía.
―¡Alisa-chan! ¡Alisa-chan, ¿me oyes?! ¡Soy yo, Yukiho! ¡Despierta por favor! ¡Despierta y ven conmigo!
―¡Ella no te pertenece! ―dijo una voz ronca.
La castaña se calló de puro susto. No pudo identificarlo bien, pero pudo captar a un Pokémon de gran tamaño que estaba a punto de lanzarse sobre ella. Escapar era imposible; aunque intentase hacerlo, aquel colosal monstruo la atraparía de cualquier manera. Por lo demás, los Luvdisc huyeron despavoridos de la escena.
«¡¿Qué pasa si mueres en un sueño?!», pensó con preocupación.
―¡Ella es mía y de nadie más! ¡De nadie más!
Una potente corriente comenzó a llevarse a Alisa. De a poco se perdía de vista. Yukiho gritaba desesperada.
―¡Alisa-chan! ¡Alisa-chan! ¡ALISA-CHAN! ¡ALISA-CHAN, NO TE VAYAS! ¡ALISA-CHAN, REGRESA! ¡ALISA-CHAN!
―¡Demasiado tarde! ¡Ahora es completamente mía!
Para colmo, el agua finalmente pareció recuperar sus leyes físicas. La hermana de Honoka empezó a sentir ahogamiento y eso aumentó su desesperación. De un momento a otro se agitó frenéticamente como si estuviera en una licuadora, contribuyendo a que más líquido entrara a sus pulmones.
Lo último que apreciaron sus entrecerrados ojos fue a su gigantesco y amenazante enemigo aproximarse lentamente a ella.
―¡Se acabó el camino para ti!
El monstruoso Pokémon se lanzó contra Yukiho. Esta solo atinó a cerrar los ojos.
«¡Es mi fin!».
Yukiho despertó poco después. La cabeza le daba vueltas todavía.
―Mi cabeza… Me duele mucho.
Entonces, cayó en la cuenta de lo que había pasado antes.
―¡Cierto! ¡Alisa-chan! ¡¿Dónde está Alisa-chan?!
Miró a su lado y se percató de que estaba sola, y eso no era lo único.
«Todavía sigo soñando».
Se vio a sí misma en un terreno yermo y silencioso. Nadie más se apreciaba en el lugar, tampoco Pokémon.
―¿Hay alguien aquí? ¿Alisa-chan? ¿Onee-chan? ¿Teddiursa? ¿Iney? ¿Alguien?
No hubo respuesta. Sin otra alternativa, Yukiho comenzó a caminar en busca de quien fuera. Con cada paso que daba, la tierra se ponía más gris, casi como ceniza. El cielo también se oscurecía, mientras una fina llovizna comenzaba a caer.
«¿Dónde estoy? ¿Habrá alguien más en este sueño? Quiero despertar de una vez».
Tardó mucho en encontrar a alguien más, un Pokémon conocido.
―¡Teddiursa!
El Teddiursa de Honoka estaba tirado en el suelo con varias heridas. De su entrenadora, por otra parte, no había rastro alguno.
―¡Teddiursa! ¡Teddiursa! ¡¿Estás bien?! ―exclamó mientras corría hacia él. Nada más llegar a su lado, lo tomó en brazos.
―Teddi… ursa…
―¿Qué te pasó? ¿Y dónde está onee-chan?
―Ursa…
Yukiho debía encontrar un refugio para ambos; la lluvia fría les calaba hasta los huesos. Por desgracia, nada se veía.
―¿Dónde estará onee-chan?
La respuesta vino de inmediato. Unas gigantescas torres con pantallas de televisión aparecieron cercando a la chica como en una jaula.
Lo que se mostraba dejó a Yukiho con el corazón apretado.
―Onee-chan… No, no puede ser…
Honoka se veía derrotada en lo que parecía ser un estadio. Estaba de rodillas con la mirada gacha y se apreciaba claramente que sollozaba. Teddiursa, a unos metros de ella, se hallaba en el mismo estado en el que Yukiho lo encontró.
―¡Eso es todo! ¡La retadora Honoka ha caído! ¡La corona ha sido retenida exitosamente! ―anunciaba una voz a todo pulmón.
―… Perdí… Perdí… de la forma más humillante…
La pelijengibre levantó un poco la vista y miró a su Pokémon. Un susurro salió de sus labios, aunque su hermana menor pudo oírlo claramente a pesar de todo.
―Lo siento, Teddiursa. No mereces una entrenadora tan patética como yo.
La escena cambió drásticamente. Ahora se veía a Honoka parada junto a Teddiursa, quien lloraba y se sujetaba a su pierna.
―Esto es lo mejor para ambos. No me sigas, por favor.
―¡Ursa! ¡Ursa!
―Adiós, Teddiursa.
―¡Ursa!
La ojiazul arrojó la Pokébola del osezno violentamente contra el suelo, haciendo que se rompiera en pedazos, para horror del Pokémon.
―¡URSA!
La escena nuevamente cambió. En esta ocasión se veía a un lloroso Teddiursa en una de las pantallas, mientras que en las demás mostraban a la familia y las amigas de Honoka buscándola desesperadamente. Yukiho pudo reconocer a Kotori y a Umi en el grupo, así como a Alisa y a ella misma; pero también vio a unas chicas que le eran desconocidas.
―¡NO, NO, NO, NO! ¡ONEE-CHAN JAMÁS HARÍA ALGO COMO ESO! ¡NI SIQUIERA CON LO DESCONSIDERADA QUE PUEDE LLEGAR A SER! ¡PAREN CON ESTO! ¡PAREN CON ESTO! ¡YA NO MÁS! ¡NO MÁS!
La castaña se quebró y comenzó a llorar abrazando al Teddiursa onírico. Gritaba y trataba de despertar como podía, pero nada parecía tener resultado. Las inmisericordes pantallas hacían lo suyo, ya no solo mostrando la desaparición de Honoka, sino también cómo Alisa era arrastrada por la corriente en el sueño anterior; y para peor, el cerco de las torres se estrechaba cada vez más, amenazando con encerrar a Yukiho.
―¡NO! ¡ALGUIEN AYÚDEME! ―gritó mientras tiritaba.
Entonces ocurrió el milagro: un torbellino de fuego envolvió el área, arrasando con las pantallas y convirtiéndolas en restos humeantes. La lluvia también pareció volverse mero vapor. La castaña no podía creerlo: su pedido de auxilio había sido oído. Libre finalmente de aquellas espantosas torres, intentó ver a su salvador; no vio nada más que una silueta a cierta distancia.
―¿Fuiste tú quien me rescató?
El misterioso ser, aparentemente un Pokémon, era pequeño y caminaba en cuatro patas. No se quedó allí por mucho tiempo; se dio la vuelta y comenzó a alejarse.
―Gracias ―dijo Yukiho con suavidad mientras lo veía irse.
Casi al mismo tiempo, Teddiursa comenzó a desvanecerse, y con él, todo el lugar.
―¡¿Y ahora qué?!
Dos Pokémon flotaban en el cielo, justo sobre las tiendas de campaña de las chicas. De un lado estaba Darkrai; del otro, Cresselia. Ambos se miraban fijamente, como dispuestos a atacarse en cualquier momento.
La confrontación, eso sí, nunca llegó.
Tras un pequeño gesto por parte de Darkrai, cada uno se fue por su lado; el amanecer se acercaba y ninguno quería estar para cuando el sol saliera.
Yukiho despertó algunas horas después. No parecía haber descansado bien.
―… Fue una noche horrible ―dijo mientras se frotaba los ojos.
Lo primero que hizo fue mirar a su lado: ahí estaba Alisa, quien seguía dormida, pero lucía intranquila. La castaña sonrió; la chica que le gustaba seguía ahí.
―¡Yukiho, fue horrible!
Honoka irrumpió en la tienda de las menores y abrazó a su hermana. Teddiursa la acompañaba y se veía tan asustado como su entrenadora.
―¡Soñé que me quedaba sin pan! ¡¿Puedes creerlo?! ¡Intentaba comer uno y desaparecía frente a mí! ¡Fue horrible, horrible!
―¡Ursa, Ursa!
―¡Onee-chan, me estás asfixiando!
―Je, je, lo siento ―dijo la comepan un poco más tranquila.
―Como sea, hay cosas más importantes en el mundo que quedarse sin pan.
El tono de Yukiho era algo apenado. Honoka lo notó.
―Yukiho… ¿qué pasa?
Sin previo aviso, la menor abrazó a su hermana con fuerza y comenzó a sollozar.
―Promete que nunca nos vas a abandonar. Nunca, nunca, nunca.
La pelijengibre no entendía el porqué de la reacción de la castaña. Aun así, la abrazó con cariño.
―Nunca lo haré. Lo juro.
Selló su promesa con un beso en la cabeza de su hermana.
―Teddiursa.
El Pokémon se unió al abrazo.
―… ¿Ya es de día?
La voz de Alisa sonó de repente. Se veía y sonaba cansada.
―… Vulpix.
―… Cleffa.
―Alisa-chan, ¿tú tampoco dormiste bien? ―preguntó Yukiho.
―No. Soñé que un Pokémon de oscuridad se tragaba a onee-chan y después intentaba tragarme a mí. Tenía mucho miedo.
―Vul…
―Cleffa.
―¿Ustedes también tuvieron pesadillas? ―le preguntó la rubia a sus Pokémon, recibiendo una respuesta afirmativa de ambos.
―Ahora que recuerdo, mi pesadilla se convirtió en un lindo sueño al final ―reveló Honoka―. Soñé que aparecían Kotori-chan y Umi-chan con una canasta de pan y las tres comíamos de ella ―concluyó con un tono alegre―. Ya las quiero ver.
―¿Ursa?
―Tú también estabas ahí, y también Komala.
―¡Sa!
―Me pasó algo parecido. Vi que mi onee-chan al final pudo escapar del interior de ese Pokémon que se la tragó ―mencionó Alisa―. Y después me rescató.
―¿Qué hay de ti, Yukiho? ¿También soñaste algo bueno después? ―preguntó Honoka.
La aludida agachó la mirada y dijo en voz baja:
―Sí… Algo así.
―Hora de irnos. Ciudad Nyanya nos espera. ¡Faito dayo!
―¡Teddiursa!
El grupo se puso en marcha nuevamente, con Honoka y Teddiursa cantando como solían hacerlo.
―Yukiho-chan, ¿te pasa algo? ―preguntó Alisa al ver a su amiga distraída.
―¿Eh? No, nada.
―Sabes que puedes contarme lo que sea.
La castaña miró el rostro de la persona que le generaba tantas emociones. También le echó un vistazo a su hermana, quien iba delante de ellas.
―Tranquila, no es nada importante.
Solo un pensamiento cruzó la mente de Yukiho mientras continuaban su andar: «No las quiero perder».
Hasta aquí con el capítulo. Recuerden dejar sus reviews y sugerencias para futuros capítulos.
A primera vista, este puede parecer un capítulo de relleno, pero si lo leen atentamente, descubrirán que hay algunos detalles reveladores. Veamos cuántos son capaces de descubrirlos.
Ahora, a responder a los comentarios del capítulo anterior:
Biso47: Ya se sabrá pronto cuál es el primer Pokémon de Yukiho, y ya estoy planeando cómo será el extra. Saludos.
LenaSkaylan: Considerando quién fue su maestra, es lógico que Alisa sea buena en los combates. Saludos.
bellotasarutobi: El tipo de Pokémon que entrena Maki se sabrá muy pronto. Nada más espera un poco más.
Waldemar16: Me alegra que te guste el que Alisa consiguiera un nuevo Pokémon. Y sí, su Vulpix y su Cleffa requieren piedras para llegar a su etapa final.
jaydisita.8709: Yukiho no puede evitar ser cariñosa con Alisa. Creo que este capítulo lo dejó claro. Saludos.
Al Dolmayan: Me sorprende ver a uno de mis autores favoritos de YuruYuri por aquí. Déjame decirte que ya he planeado qué Pokémon tendrá Honoka en el futuro, pero eso se verá de forma gradual. Un saludo para ti.
Anónimo/a: Aquí el nuevo capítulo. Ojalá te haya gustado.
sisby808: Maki aparecerá muy pronto. Siendo líder de gimnasio, ya debes intuir que es buena combatiente. Una aclaración: Goodra es tipo dragón, no fuego. Además, es Tsubasa quien se especializa en los dragones, así que puedes descartarlo para Maki. Saludos.
Una cosa más: últimamente he estado viendo los capítulos de Sunshine, y si bien no me ha gustado mucho la serie, las Aqours tendrán pequeñas apariciones en la historia y también se especializarán en tipos determinados (algunas los compartirán con las Musas y A-RISE). De todas maneras, su papel será bastante menor.
Por último, les cuento que los próximos dos capítulos son algo que ustedes esperaban con ansias: extras. Biso47 y Waldemar16, los designados para elegir a las protagonistas en esta oportunidad, ya hablaron; y el primer extra será protagonizado por Hanayo. Como adelanto, les puedo decir que dicha historia estará ambientada después de la batalla con Honoka.
Recuerden seguirme en Facebook y en mi cuenta de Wattpad.
Sin nada más que decir, SilentDrago se despide de momento.
