Renuncia con passione
Ya con mi recital y el festival Agata siendo parte de mis gratos recuerdos, es momento de centrarme en las audiciones. A tan solo unos días de que se lleven a cabo, la presión aumenta, así como el nerviosismo entre nosotros a la espera de saber quiénes formarán parte del grupo competitivo. Debo admitir que también estoy algo nerviosa, no porque dude de mis propias habilidades, sino porque realmente quisiera que Kohinata logre pasar. El profesor Taki da indicaciones aquí y allá como usualmente lo hace en los ensayos generales, con miras a prepararnos mejor para las audiciones.
—Bien, el ensayo general termina aquí —anuncia. Yuuko y Natsuki se ponen de pie y comienzan a desplazarse hacia él—. Antes de pasar a los ensayos por secciones, la presidenta tiene algunas cosas que decirles.
Mientras que Yuuko se posiciona al lado del profesor, Natsuki comienza a repartir algunas hojas entre los demás integrantes de la banda. Echando un vistazo, noto que se trata de un borrador de los planes de la banda para las vacaciones de verano. Parece que ellas dan por hecho que superaremos la etapa de Kioto.
—Al igual que el año pasado, tendremos un campamento de entrenamiento después del Obon —asegura la presidenta—. Sé que aún falta algo de tiempo, pero hay muchas cosas que debemos organizar, y por eso estamos dándoles estos borradores de nuestros planes para el verano. Por favor asegúrense de no tener otros planes durante las fechas de nuestro campamento. Los de tercero también tendremos exámenes de prueba y visitas a los campus universitarios, así que, si alguno debe ausentarse, hágalo saber a su líder de sección tan pronto como le sea posible.
Un sí colectivo es la respuesta que obtiene Yuuko.
—Una pregunta —interviene Takami—, ¿los que no pasen la audición también irán al campamento?
—Así es —responde Natsuki justo cuando Yuuko abría la boca para contestar. La mirada iracunda que lanza la presidenta saca algunas risas entre los miembros de la banda—. Aun si no pasan la audición, deben continuar ensayando y esforzándose, ya que deben estar listos para suplir a alguien del grupo competitivo por si llega a ocurrir algún imprevisto.
El profesor Taki asiente, aprobando las palabras de la vicepresidenta. Puedo notar algunas miradas de insatisfacción entre los de primero. Probablemente no estén muy conformes de tener que sacrificar sus vacaciones por el bien de la banda.
—Bien, tenemos un anuncio importante para el futuro de la banda —anuncia Yuuko, mirando hacia la sección de trompetas y dando una señal con su cabeza—. Adelante, Tomoe.
—Tampoco es tan importante —susurra Kabe, poniéndose de pie y caminando hasta posicionarse junto a la presidenta en medio de los murmullos de los demás.
—Por favor, guardemos silencio —pide la presidenta.
Kabe suspira profundamente mientras el silencio vuelve a reinar en el salón.
—Yo, Tomoe Kabe, renuncio a la banda como música, por lo que no participaré en las audiciones.
El salón entero queda impactado por la noticia. "¿Cómo es posible?", "no puede ser" y frases similares se escuchan aquí y allá, en especial por parte de los novatos, quienes más apegados a Kabe estaban. El año pasado también hubo una renuncia por parte de alguien de tercero justo por esta época, la saxofonista Aoi Saito, quien también es amiga de Kumiko. Giro a ver a mi novia y la expresión de tristeza en su rostro lo dice todo. No lo vimos venir, o mejor dicho, no lo quisimos ver venir.
—Calma, calma, no es para tanto. —Un leve rubor adorna sus mejillas. Probablemente no esperaba esa reacción de nuestra parte—. No estoy renunciando del todo a la banda…
—¿En serio? —pregunta una de las clarinetistas de primero.
—No puedo abandonarlos, ¿verdad? Ya no puedo tocar mi instrumento, así que pensé en apoyarlos en una posición diferente. Por eso, a partir de hoy estaré desempeñando el rol de manager de la banda, así que, si tienen algún problema, pueden venir a consultarme, bien sea sobre cómo tocar, sobre los ensayos, sobre amistades, problemas amorosos… Aunque esos tienen un costo y quizás en el Centro de consejería Oumae den mejores consejos al respecto.
Casi todos reímos (sí, yo incluida) ante lo último que nuestra ahora manager nos dice. Si bien solo unas pocas personas saben que Kumiko y yo estamos saliendo, ya es un secreto a voces que ella está en una relación con alguien. Y digo "casi" porque a cierto trombonista sentado a mi lado no le hace mucha gracia aquel comentario.
—Como sea —retoma Kabe—, ese cambio de rol fue algo que ya había decidido. No se preocupen por mí y continúen ensayando como siempre. Bien, ahora soy su manager, Tomoe Kabe, cuento con ustedes.
Kabe hace una venia mientras que todos, por iniciativa de Yuuko, comenzamos a aplaudirla. Reparo en que dijo que ya no puede tocar su instrumento y todas las veces en que se llevó la mano a la mejilla y hacía muecas de incomodidad al sonreír o hablar vienen a mi mente. Ahora me queda claro que el motivo de su renuncia es una lesión, probablemente en la articulación temporomandibular, algo que se desarrolla entre algunos trompetistas debido a una mala técnica.
Como era de esperarse, el ánimo en la sección de trompetas está por los suelos. Haber perdido a Kabe dejó desmoralizados a los de primero, en especial a Sayaka y a Kohinata, las más cercanas a nuestra ahora manager. Pese a que ella reafirmó su compromiso a continuar asesorándonos, el hecho de que ya no sea un miembro de nuestra sección pesa sobre nuestros ánimos. Después de todo, ella era quien nos mantenía unidos.
—Será difícil subirles el ánimo ahora —comenta Yuuko tras un suspiro.
—¿Cómo lo tomaste al enterarte? —pregunto sin mostrar algún ápice de emoción.
—Naturalmente me entristeció. Tomoe es mi mejor amiga y realmente quería tocar con ella en las competencias de este año. Ninguna contaba con que ella desarrollara un Trastorno de la articulación temporomandibular y que por ello no pudiera volver a tocar la trompeta. Tenía la esperanza de que se cambiara a la sección de percusión y que continuara ahí con la música, pero…
—Su pasión por ayudar a los demás es mayor que su conexión con la música —complemento. Yuuko me mira asombrada ante lo que acabo de decir—. He notado la dedicación que le pone a sus asesorías, tanto por lo que he visto como por lo que Kumiko me cuenta. Viéndolo en retrospectiva, ella siempre se esforzó más en ayudar a los demás que en sus propios ensayos. Ella fue quien mejor tomó no haber pasado las audiciones el año pasado, y algo me dice que su apoyo a que Kaori fuese la solista se debió más a su amistad contigo que a la idea de que alguien de tercero merece más eso que alguien de primero.
Noto que Yuuko muerde su labio inferior. La disputa por ser solista el año pasado sigue siendo un tema delicado de tocar para nosotras. Aún me cuesta creer que aquella chica que intentó todo, desde difamarme y al profesor Taki sobre supuestos favoritismos hasta rogarme que perdiera a propósito la segunda audición con tal de que su amada ídolo fuera solista el año pasado ahora me considere una amiga. La puerta del salón se abre, dejando entrar a Kabe.
—Vaya, ¿por qué las caras largas? Incluso Kousaka se ve triste. ¿Quién se murió?
—Nadie ha muerto, pero nos duele que ya no seas una trompetista como nosotras, señorita Kabe —responde Sayaka.
—Ay, ni que fuera Kousaka para que sea algo por lo que lamentarse.
Pese a la sonrisa que Kabe muestra, sus palabras causan un notorio malestar en los demás.
—No vamos a negar el enorme talento de la señorita Kousaka —interviene Asakura—, pero tampoco podemos negar lo mucho que nos has ayudado a progresar con tus consejos…
—Y eso es algo que seguiré haciendo como su manager —interrumpe Kabe—. Se los repito por si no les quedó claro: seguiré siendo devota a aconsejarlos hasta el día en que me gradúe, e incluso después. Aprecio mucho el cariño que me tienen, pero realmente me haría feliz que regrese su entusiasmo a la hora de ensayar. No vamos a ganar el oro en las nacionales poniendo caras largas, ¿o sí? —Todos negamos con la cabeza. Kabe da una palmada y sonríe de nuevo—. Entonces arriba ese ánimo. Las audiciones están a la vuelta de la esquina, y no queremos hacer enojar al profesor Taki y que decida que este año no haya trompetas en el grupo competitivo.
Tímidas sonrisas se asoman en los rostros de los demás. Mi mirada se centra en Kohinata, cuya expresión es la más triste del grupo. Ella y Kabe se han vuelto muy cercanas en las últimas semanas, y eso parece haber ayudado a la más joven a ganar algo de confianza en sí misma. Espero que ese progreso no se pierda tras el cambio de rol de nuestra ahora manager.
Quizás esté pecando de confiada, pero ya que mañana es el primer día de las audiciones, decidí dejar la trompeta de lado y centrarme en estudiar para los exámenes que comenzarán en un par de días. Por tal motivo, esta tarde cité a Kumiko para tener esa sesión de estudios que nos habíamos prometido hace casi un mes. Ella me dijo que llegaría a mi casa cuando terminara de atender cierto asunto con su centro de consejería. Viendo que son casi las 8 de la noche y ella aún no llega, comienzo a preocuparme. Oigo el timbre sonar y me apresuro a abrir, pensando que se trata de ella. Sonrío al abrir la puerta y ver que estaba en lo cierto.
—Perdón por llegar tarde —suplica al entrar—. Tardé más de lo que pensé con Kanade.
—¿Ella está saboteando el centro de consejería?
Kumiko niega con la cabeza mientras se sienta en el sofá de nuestra sala.
—Ella fue quien me pidió consejo esta vez. Creo que nuestras sospechas sobre ella habiendo tenido un altercado con un superior en secundaria son ciertas.
—¿En serio? ¿Mencionó algo al respecto? —pregunto sentándome a su lado.
—No, pero creo que eso es lo que esconde tras el desagrado que dice sentir hacia Natsuki. Verás, ella volvió a quejarse de que Natsuki le pidiera ayuda con una parte difícil que tenemos los bombardinos en Liz. Intenté explicarle que Natsuki la reconoce como alguien mejor que ella y que eso no tiene nada de malo, pero entonces ella preguntó por la disputa por el solo de trompeta del año pasado.
Y yo creyendo que ese tema era agua bajo el puente.
—Le conté lo que pasó entre Kaori y tú —prosigue—, pero ella insistió en que nadie se volvió a quejar porque llegamos a las nacionales y que, de haber fallado, se habrían ido en contra tuya.
—Las cosas pasaron y ya no se pueden cambiar. Pensar en esos supuestos es una pérdida de tiempo. Además, Yuuko aún piensa que Kaori debió de ser la solista el año pasado.
—Yuuko es terca y se deja cegar fácilmente cuando algo o alguien la apasiona, pero… —Kumiko toma una pose pensativa. Parece que las palabras de Kanade la están haciendo pensar demasiado—, ¿ella te recriminó o te culpó por quedarnos con el bronce?
Los recuerdos de aquel día llegan a mi mente. Por aquel entonces mis emociones eran un lío y eso afectó mi desempeño. Sin embargo, las pocas veces que Yuuko me dirigió la palabra por esos días, solo escuché ánimos de su parte hacia mí.
—De hecho, no —aseguro—. Admito que me sentí culpable de que no hayamos llegado más lejos, pero ella desde ese momento fijó sus ojos en ganar el oro este año, haciéndomelo saber cuando me disculpé por ese bronce.
Un suspiro escapa de los labios de mi novia.
—Ahora que lo pienso, tú y Yuuko se han vuelto cercanas. Ya no se siente esa tensión que había antes cuando ustedes están juntas, incluso las he visto conversar de forma bastante amena. Quisiera que pasara lo mismo entre Natsuki y Kanade.
Muchas veces los desacuerdos y odios entre personas vienen de no darse la oportunidad de conocerse. En ocasiones esa oportunidad llega por factores externos, pero depende de cada quien tomarla.
—Quizás lo mejor en este caso sea que ambas pasen la audición —sugiero—. Puede que así, ya sin ese temor de "arrebatarle el puesto" a un superior, ellas lleguen a conocerse mejor y puedan llevarse bien.
—Kanade es buena y Natsuki ha mejorado bastante. Espero que ambas lo logren.
Continuará…
El desafío de Reina se tomará una pausa la próxima semana. El próximo capítulo se publicará el 28 de agosto.
Gracias por leer.
