Fanfarria de resultados
Semana de exámenes. Una semana donde las actividades extracurriculares son suspendidas con el fin de que los estudiantes nos concentremos de lleno en las asignaturas. Una semana de incertidumbre, ya que los resultados de las audiciones no serán revelados hasta que terminen los exámenes. Desconozco el motivo por el que los profesores Taki y Matsumoto decidieron que fuera así este año. Quizás realmente nuestras calificaciones sean uno de los criterios para elegir a quienes pasarán la audición, pero no estoy segura de que sea así.
Por estos días, Kumiko, Katou, Kawashima y yo nos hemos reunido en la biblioteca para estudiar juntas y ayudarnos mutuamente en las materias donde nuestros desempeños sean más bajos. De las cuatro, Midori y yo somos las que mejor desempeño académico tenemos. Mi novia es particularmente buena en las asignaturas relacionadas con las humanidades, pero las matemáticas se le dificultan bastante. Katou, por otra parte, solo destaca en educación física; en otras asignaturas su rendimiento baja considerablemente.
—Me rindo —dice la tubista, apoyando su cabeza contra la mesa en la que estamos sentadas—. Por más que me esfuerce, no logro entender la literatura clásica.
—Supongo que podemos tomarnos un pequeño descanso —sugiere Kawashima, estirando sus brazos. Kumiko y yo asentimos.
—Espero que no sea tan pequeño —ruega Katou—. Tengo tantas cosas en la cabeza por estos días que siento que estallará en cualquier momento.
-—Entiendo ese sentimiento, Hazuki —interviene mi novia—. Intentar procesar mucha información en poco tiempo puede ser contraproducente.
—Vamos, no exageren. Hemos visto estos temas desde el principio de año, así que no es realmente nueva información.
—Lo sé, pero no somos tan listas como tú, Sapphire.
—Por enésima vez, Hazuki, dime Midori.
Kumiko muestra una media sonrisa en reacción a la interacción de sus amigas. He notado que Katou suele referirse a Kawashima por su nombre real, Sapphire, cuando quiere darle a entender que está hablando en serio sobre algún tema, pese a la insistencia de la contrabajista de ser llamada por su apodo, según ella, porque es más fácil de pronunciar y memorizar. Katou suspira con pesadez.
—De algún modo, los exámenes se sienten más pesados este año.
—Estamos en segundo, es normal que se sienta un mayor nivel de dificultad —intervengo.
—Sí, y también la incertidumbre por las audiciones puede desconcentrarnos —complementa Kumiko—. Creo que los profesores Taki y Matsumoto fueron muy crueles en no revelarnos los resultados el último día de las audiciones.
—Quizás ellos necesitan tiempo para elegir bien quiénes estarán y quienes no —intercede Kawashima—. Somos 88 en total y tú misma has notado que una buena parte de los de primero son realmente talentosos.
—Buen punto…
Kumiko toma una pose pensativa. Entiendo ambos puntos de vista. Como estudiante, tener la preocupación adicional de no saber si tu esfuerzo en la audición rindió frutos o no genera más carga que se añade a la que ya de por sí traen los exámenes, lo que puede ser contraproducente en ambos aspectos. Sin embargo, es claro que discernir quienes pasan o no la audición no es una decisión que se deba tomar a la ligera.
—¿Creen que el profesor Taki vaya a poner cuatro tubas este año en el grupo competitivo? —pregunta Katou con un tono algo melancólico—. Es la única forma en que se me ocurre que pueda pasar la audición.
—No seas pesimista, Hazuki. —No puedo decir si Kawashima está regañando o reconfortando a su amiga. Su tono de voz es algo ambiguo—. Has mejorado bastante y siempre das lo mejor de ti. Midori está segura de que este año estarás con nosotras en el grupo competitivo.
—Quisiera tener esa seguridad, pero… —Un suspiro escapa de los labios de la menor de las cuatro—, Gotou y Riko son bastante buenos, mientras que Micchan es muy talentosa. Puedo decir sin temor a equivocarme que ella es la mejor tubista de Kitauji.
Entre nosotras se hace un silencio algo agrio al no hallar palabras para animar a Katou. Si bien es verdad que ella ha mejorado bastante y que tiene un buen nivel para solo llevar año y medio tocando, realmente es superada por mucho por quienes tienen más experiencia con el instrumento a excepción de Satsuki Suzuki, cuyo nivel es similar al de Katou, incluso podría decir que es inferior, pese a llevar varios años tocando.
—Por cierto, he notado que Mirei Suzuki se ha integrado más con los demás de primero —hablo, cambiando de tema.
—Es verdad —admite Kumiko con una sonrisa—. Si bien sigue siendo la más retraída, se le ve a gusto junto a Kanade, Ririka y especialmente con Sacchan. ¿Sabes, Reina? Ella te aprecia mucho.
—¿En serio? —Siento algo de calidez en mis mejillas.
—¿Por qué lo dudas? Eres talentosa, inteligente y hermosa. Es normal que seas popular entre los de primero.
—Lo mismo podría decir de ti, Kumiko, en especial viendo el aprecio que Kanade y Ririka Kenzaki te tienen.
Sonrío al ver que Kumiko se queda sin palabras y un leve rumor se aloja en sus mejillas.
—Me pregunto si les está yendo bien en los exámenes a los de primero —comenta Katou—. Me preocupa un poco Sacchan, pero estoy segura de que Micchan no se negaría en ayudarla.
—Creo que ellos estarán bien —afirma Kawashima—. He escuchado muchas cosas positivas sobre ellos en cuanto a lo académico, como que Kanade es bastante inteligente o que Ririka siempre ha sacado las mejores calificaciones en matemáticas. Mejor preocúpate por ti misma, ya es hora de terminar este descanso.
Katou jadea con desgano, pero vuelve a acomodarse y a poner atención a su cuaderno de apuntes y a los libros que tomó para estudiar. Nuestra sesión continúa en calma y en un relativo silencio.
Finalizada la semana de exámenes, los miembros de la banda somos citados al salón de música para, al fin, dar a conocer los resultados de las audiciones. El nerviosismo colectivo parece incrementar la sensación de calor que causa el hecho de que casi noventa personas estemos en este espacio en un día cálido como los suele haber antes del inicio formal del verano.
—¡Atención, jóvenes! —llama la profesora Matsumoto frente al tablero del salón. En su mano hay una carpeta negra, en cuyo interior ha de estar la lista de los que pasaron la audición—. Voy a anunciar a los miembros que pasan a formar parte del grupo competitivo. Quienes no llame pasarán al grupo de respaldo bajo mi supervisión y se reunirán en el segundo salón audiovisual.
—¡Sí, señora! —respondemos a coro.
—Cincuenta y cinco de ustedes lograron pasar la audición. Cuando los llame, respondan con claridad. Además, no voy a permitir alguna objeción hacia los resultados. —Al decir esto, la profesora dirige su mirada hacia la presidenta, al parecer recordando lo sucedido el año anterior—. Sean o no llamados, todos ustedes dieron lo mejor de sí. No se enojen si el resultado no es el que esperaban; esfuércense para hallar aquello que deban mejorar. ¿Entendido? —Un nuevo sí colectivo, más intenso que el anterior, es la respuesta a sus palabras. Mientras la profesora abre la carpeta, se hace un silencio sepulcral en el salón. Nuestros nervios se incrementan por la espera—. Bien, comenzaré con la sección de trompetas. De tercer año, Yuuko Yoshikawa.
—¡Sí, señora! —Yuuko sonríe en festejo por haberlo logrado.
—De tercero, Junichi Takino.
—¡Sí, señora!
Bien, al menos uno de los hermanos Takino lo logró.
—De segundo, Reina Kousaka.
—¡Sí, señora!
Obviamente sabía que lo lograría. Permanezco seria pese a que haber sido llamada debería darme alegría.
—De segundo, Akiko Yoshisawa.
—¡Sí, señora!
Yoshisawa cierra su puño, susurrando un "lo hice" que se siente alegre.
—De primero, Yume Kohinata.
—¡Sí, señora!
La respuesta de Kohinata es más intensa de lo que ella misma esperaba, a juzgar por su expresión avergonzada. Incluso un pequeño gallo le sale al pronunciar la a. Ahora sí sonrío, palmeando el hombro de la menor con suavidad mientras algunos murmullos se oyen a lo largo del salón. La profesora carraspea para pedir de vuelta nuestra atención.
—Cinco trompetas en total. A continuación, llamaré a la sección de cornos franceses…
Takami, Asakura y Sayaka se entristecen al punto de derramar algunas lágrimas. En un gesto que me sorprende y enternece a partes iguales, Junichi se acerca a su hermana y la abraza para consolarla.
—El próximo año lo harás, tenlo por seguro, Sayaka —susurra el mayor de los Takino.
—De verdad quería tocar contigo en las competencias, hermano —solloza la menor, correspondiendo el abrazo de su hermano—. Desaproveché la única oportunidad que tenía.
—Parece que ellos lograron superar sus diferencias —comenta Yuuko a mi lado. Asiento, regresando mi atención a la profesora Matsumoto.
A medida que la profesora va mencionando nombres, va apareciendo un contraste en los rostros de los miembros de la banda. Por un lado, la alegría y satisfacción de los que logramos pasar la audición. Por el otro, la tristeza de quienes no lo hicieron.
—A continuación, e iniciando con la sección de bajos, los bombardinos —anuncia. Mi mirada se posa en mi novia, Natsuki y Kanade, que parece ser la más nerviosa de las tres—. De tercero, Natsuki Nakagawa.
—¡Sí, señora! —responde la vicepresidenta, mostrándose aliviada. A mi lado, oigo a la presidenta soltar aire.
—¿Acaso eso fue un suspiro? —pregunto en son de broma. Yuuko me codea sin decir nada.
—De segundo, Kumiko Oumae.
—Sí, señora.
La forma algo indiferente en que mi novia responde me toma desprevenida. Imagino que su preocupación va más por la chica que tiene al lado que por ella misma.
—De primero, Kanade Hisaishi.
La mención de su nombre parece tomar por sorpresa a la menor, quien permanece aún con sus manos juntas.
—¡Sí, señora!
A su lado, Kumiko y Natsuki le sonríen de manera afectuosa, sonrisa que Kanade responde de igual manera. Espero que este evento marque el punto final de la etapa problemática de Kanade Hisaishi.
—Tres bombardinos en total —prosigue la profesora, al parecer sin inmutarse por lo que los miembros de la banda estemos sintiendo—. A continuación, las tubas. De tercero, Takuya Gotou.
—¡Sí, señora!
Katou cierra con fuerza sus ojos y entrelaza los dedos de sus manos, llevándolas a la altura de su rostro. Dada esa posición, puedo adivinar que está rogando a las deidades por recibir la noticia de haber pasado.
—De tercero, Riko Nagase.
—¡Sí, señora!
—De primero, Mirei Suzuki.
Lastimosamente, las deidades no hacen ese tipo de milagros. Mentiría si dijera que no me siento mal por Katou, más aún viendo la expresión de tristeza en su rostro al no haber escuchado su nombre. Tampoco puedo decir que no admiro su capacidad de ponerle buena cara a las adversidades. Con una sonrisa, palmea con suavidad la espalda de Mirei, quien responde con un "sí" al llamado de la profesora.
—Tres tubas en total. A continuación, los contrabajos. De segundo, Sapphire Kawashima.
—¡Sí, señora!
—De primero, Motomu Tsukinaga.
—Sí, señora.
Ambos contrabajistas se sonríen mutuamente. Creo que es la primera vez que veo sonreír a aquel chico.
Los anuncios continúan con los vientos de madera. El contraste entre las emociones de quienes pasaron y quienes no aumenta. Yoroizuka es la única oboísta seleccionada, lo que desanima a Ririka Kenzaki, aunque ella se recompone pronto. Incluso felicita a las fagotistas por haber pasado. Por otra parte, Nozomi es designada como solista para Liz. Definitivamente las cosas serán interesantes con ellas dos en los roles principales de esa pieza.
—Es todo, esos son los cincuenta y cinco miembros que pasaron la audición —finaliza la profesora, dando un suspiro fatigado tras todo el tiempo que tomó nombrar a cada uno de los que pasamos la audición—. Queda un mes para la competencia de Kioto. Inviertan muy bien ese tiempo para que no tengan nada de qué arrepentirse.
—¡Sí, señora! —respondemos a una sola voz.
De momento todo está en calma. Nadie parece estar en desacuerdo con los resultados dados, lo cual es un alivio. Espero que no haya más imprevistos ni disputas en lo que queda de este año.
Continuará…
