Hola!
Espero que hayan tenido un excelente sábado, primero que nada quiero empezar por agradecer el apoyo que le han brindado a ésta historia, muy especialmente a YreSu, Kurumy, Azul Ceruleo sus comentarios me llenan de mucho ánimo y me ayudan a ver la perspectiva que tienen sobre como se va desarrollando éste fic, de corazón muchas gracias.
De momento continuamos con el 2do capitulo, espero les guste mucho y nos leemos abajo.
Declaimer: Los personajes de Sakura card Captors no me pertenecen, solo ha salido de mi imaginación la historia y los hechos que aquí se narran.
Capitulo II
"Leí por ahí ¿Te espero o te olvido?
Por mi parte te espero. Total, siempre es más fácil esperar lo que no llega...Que olvidar lo que se quiere" Ismael Mejía
La gravilla crujía bajo nuestros pies conforme avanzábamos hacia la ruidosa fiesta. Yo como siempre, me quede rezagada admirando todo a mi alrededor.
La propiedad de los tíos de Shaoran se destacaba en Tomoeda por tener un estilo bastante atrevido moderno y lujoso...Un par de paredes de vidrio parecían reflejar el cielo desde el exterior, los techos altos de madera y tejas se alargaban a los costados con aleros anchos que hacían una sutil referencia a los orígenes de la familia y de paso, protegían los muros blancos que componían la imponente mansión. Todo rodeado de un precioso jardín, el caminito hacía la entrada principal estaba cubierta de piedrecillas mientras que el resto era tan verde que era inevitable sentirse rodeado de naturaleza y paz.
Todo un contraste con la caótica ciudad de Tokio.
-Extrañaba tanto esta tranquilidad- murmure deteniéndome ante un olor dulzón y fresco proveniente de unos lirios del valle que crecían a un costado del caminito de entrada, eran pequeñas motas blancas rodeadas de grandes hojas verdes...
Un bufido a mi lado me saco una sonrisa - Define tranquilidad- gruño mi mejor amigo deteniéndose a mi lado mientras se cruzaba de brazos fastidiado, no pude evitar poner los ojos en blanco.
-Dudo que la señora Li se despierte cada mañana con ruido de motores, bocinazos y palabrotas- Respondí fijándome en ese semblante serio. -Eso querido lobito gruñón, es tranquilidad-
Reí cuando sus orejas se pusieron coloradas, amaba molestarlo.
-Como sea- Se quejó dejándome atrás, pero con una pequeña carrerilla los alcancé.
-Meiling mencionó una vez que cada planta de su jardín tenía un significado - Reflexione en voz alta -Recuérdame preguntarle por los lirios.-
Pero la tranquilidad que había percibido unos momentos atrás se vio eclipsada, no solo por la música y el ambiente...
-¡Oh mi niña! ¡Fujitaka ya llegaron!- Grito mi madre visiblemente emocionada mientras yo me asfixiada en su abrazo.
¿Qué podía decir de mi mamá?
Era una mujer extraordinaria, amorosa, aguerrida y sobre todo protectora, no me había dado cuenta de lo mucho que la extrañaba hasta ahora.
-Má, necesito aire- Me quejé con un hilo de voz.
-Bah, después respiras ¡Es que te extrañé tanto cariño! Dime ¿Cómo marcha todo? ¿Has podido dormir bien? ¿Te estas alimentando? Te veo ojerosa-
Estuve a punto de responder a su interrogatorio más colorada que la bola de espejos que iluminaba todo el salón, cuando la voz de mi padre me salvó de la muerte por asfixia.
-Me alegro mucho de verlos muchachos, en especial a ti pequeña- Mi papá era un hombre gentil, perspicaz y tranquilo, por lo que solo obtuve un abrazo suave y una de sus mejores sonrisas.
Fujitaka Kinomoto no te agobiaba, era una persona cálida y pacífica, todo lo opuesto a mi atolondrada y efusiva madre.
- Buenas noches Señor y Señora Kinomoto- Los saludó Shaoran seguido de mis amigos.
Abrazos iban y venían.
-Oigan no es que me moleste pero ¿Qué hacen aquí?- Cuestioné colgando mi abrigo del perchero mientras todos los demás se dispersaban, por suerte la música había bajado la intensidad, la fiesta era una mezcla rara de universitarios, familiares de Mailing y mis padres.
-No te extrañes, desde que nuestros retoños se fueron nos hemos hecho muy amigos de los Li, así que Mei Yun nos invitó- Explicó mamá arreglando mi cabello – Por cierto, ve a saludar, no te preocupes por nosotros ve a divertirte, sabemos mezclarnos- Exclamó divertida
Asentí no muy confiada y me aventure hasta alcanzar a los pocos invitados que conocía para saludarles, Mei Yun Lí permanecía con su esposo el Sr Huan Yue Li cerca de la entrada y parecían conversar con Shaoran y Eriol. La madre de Mei era una mujer de exótica belleza, sin duda alguna mi amiga era una joven replica de ella, por otro lado el señor Huan Yue lucía como una versión más adulta de mi mejor amigo con cabello chocolate, ojos café verdoso y piel bronceada.
Por lo que sabía era el hermano menor del padre de Xiao, no era raro que compartieran algunos rasgos.
-Buenas noches- Saludé haciendo una pequeña reverencia, la mujer me sonrió con calidez.
-Es un gusto volver a verte Sakura, Mei se pondrá muy feliz de que la acompañen este día-
-Nosotros también estamos muy felices de verla, son pocas las ocasiones desde que ingresó a la facultad- Respondí apenada.
-Por cierto ¿En dónde está?- Cuestionó Eriol pasando la mirada distraídamente por toda la estancia.
Lo imité pero no se veía rastros de ella por el salón.
-Enseguida nos acompañará- Respondió la ojirubí centrando su atención en Shaoran -Está hablando con tus hermanas, tu madre en su habitación Xiao Lang ¿Quieres subir?-
-¿Ellos están aquí?- Pregunté con curiosidad observando como mi amigo se tensaba como una vara.
El señor Huan rió observando a su sobrino.
-Oh no, están en Hong Kong, por distintas ocupaciones no pudieron acompañarnos, aunque prometieron venir una temporada, seguro te alegrará ¿No Xiao Lang?- El muchacho gruñó para la diversión de todos.
La familia de Shaoran y me refiero a la que vivía en China, eran personas muy tradicionales, según sabía su madre Leran Li era una mujer muy seria y estricta mientras que su padre Hien Li era la amabilidad hecha persona, entonces podía inferir que la personalidad de mi amigo era la perfecta combinación de sus padres, por otro lado sus hermanas eran su contraparte, tan efusivas y despreocupadas como nadie, les gustaba molestar a su hermanito menor, de ahí que Shaoran se mantuviese alejado de ellas el mayor tiempo posible, los había visto interactuar un par de veces por video llamadas y aquello era divertidísimo, por eso lo pinchaba con ellas cada vez que podía.
La noche transcurrió tranquila, de alguna manera la presencia de los mayores hacía que los jóvenes se mantuviesen sin hacer alguna estupidez como beber hasta la inconciencia, lanzarse de alguna ventana o meter un auto en la piscina, no por eso la noche fue aburrida, al contrario, Meiling se la ingenió para recrear un club nocturno en el enorme play room de la casa, la oscuridad era la cómplice de muchas parejitas y la música era un espectáculo por si misma ¿Y cómo no? Contaban con el mejor DJ de Japón, hasta los adultos habían sucumbido a las contagiosas mezclas.
Aun así, cerca de las 2 am muchos comenzaban a retirarse, entre ellos incluyo a mis padres quienes comprensivamente se fueron sin mi haciéndome prometerles que me iría el sábado por la mañana a casa y pasaría todo el fin de semana con ellos en la playa, accedí gustosa, se los debía y necesitaba un buen chapuzón aunque hiciera un frío de locos.
Poco a poco la casa quedó vacía, mientras, nosotros ayudamos a recoger la comida que sobró y la guardamos en el enorme congelador de la mansión. De la basura ya se encargarían mañana, estábamos agotados y moría por dame un baño y dormir de un tirón.
Aunque al parecer la cumpleañera tenía otros planes en mente…
-¡Pero si la noche es joven!- chillo Meiling haciendo berrinches, no había discusión, definitivamente no saldríamos a ningún club nocturno como había sugerido, todos habíamos tenido un día movido… no sabía como tanta energía cabía en alguien tan pequeño.
-Olvídalo Mei, deberíamos ir a descansar- Sugirió Shaoran apartando las botellas de alcohol vacías.
Takashi se acercó al ambarino y tomó un par que habían sobrevivido
-Pues si te apetece seguir con la fiesta, podríamos hacer algunos juegos aprovechando las botellas que quedaron, sería algo así como un punto medio- Sugirió recibiendo un gran apoyo.
-¡Oh sí!- Grito Chiharu – ¡Conozco algunos juegos que nos dejaran noqueados!-
Bufé
-¿Y para qué queremos quedar noqueados? ¿No sería mejor ver una película?-
Todos se quejaron -Vamos Sakurita, no seas una aguafiestas- comentó Tomoyo
-Pues yo estoy de acuerdo con la película- Me apoyo Eriol
¡Bien!
-Puede ser- Murmuró con suspicacia Naoko –Estrenaron una hace poco, dicen que una mujer murió de un infarto en la sala de cine ¡Es una buena idea! - Argumentó con los ojos brillantes.
Takashi estuvo de acuerdo -También supe de esa noticia, hace poco vi un tráiler donde dice que está basada en hechos reales-
Me estremecí, dudaba que algún ser humano sobre el planeta no hubiese escuchado sobre ella, era el estreno del año, en cada app de mi celular era acribillada con la escalofriante publicidad ¡Ni hablar! Eso significaba no poder conciliar el sueño por días…
-Está bien- Lo interrumpí - Bebamos como cosacos- Solté indignada caminando en dirección a la sala e ignorando olímpicamente las burlas que dejaba atrás…
Suspiré cansada
¿Había pensado en dormir calentita en alguna enorme cama? ¡Que ingenua!
*-*-*-* Un rato después*-*-*-*
Mi cuerpo no tenia resistencia al alcohol porque que a mis veinte años en raras ocasiones bebía y decir que la botella de whiskey que le confiscamos al señor Huan del bar de su biblioteca estaba completamente vacía junto a otras dos de vodka no era muy bueno, al menos no para mi… Así que ya estábamos diciendo incoherencias y jugando al yo nunca.
El jueguito se trataba de hacer afirmaciones con acciones que uno "nunca" había hecho, si alguno del grupo si lo había hecho entonces debía beber, si no, simplemente pasaba la botella.
Para nuestra desdicha, las frases empezaron siendo inocentes, del estilo "Yo nunca me he escapado de casa" así que fue inevitable no beber una copita que otra, ahora envalentonados por la misma embriagues las preguntas se volvieron mas... picantes, poniendo en evidencia los secretos más vergonzosos de todos, por fortuna yo iba invicta, hacía más de cuarenta minutos que sólo pasaba tragos y me burlaba de los demás.
-¡Yo nunca me he acostado con más de una persona a la vez- Dijo Takashi pasando lo que quedaba del vodka a Eriol quién bebió y la paso al resto, todos rompimos a carcajadas y Tomoyo enrojeció.
De no haber tenido los sentidos embotados habría tomado una fotografía de ese hecho
¡Tomoyo Jamás se abochornaba!
¿Estaría ella incluida en las fechorías de su novio?
Un toque en el brazo me hizo espabilar -¡Sakura, tu turno!- Anunció Naoko divertida.
Bueno… ¿Qué quería saber?
Había algo que desde hace mucho me causaba bastante curiosidad... Con disimulo miré a mi derecha par darme valor.
-Bien, yo…¡Yo nunca me he enamorado de una chica! - todos bufaron inconformes, seguramente esperando alguna guarrada sexual. ¡Como si no me conocieran!
Sólo Mei me sonrió y pensé que tal vez había entendido mis intenciones. Fue mi turno de enrojecer, sobre todo con lo que sucedió después.
Ver a Eriol y Takashi beber fue lo esperado pero ¿Shaoran y Tomoyo?
¡Shaoran y Tomoyo!
Reí nerviosa y con el corazón en la garganta mientras miraba a mi mejor amigo ¿Qué significaba aquello?
dicen que la curiosidad mató al gato... pero al menos murió sabiendo.
Cerca de media hora después Eriol se había quedado dormido con la cabeza colgando del sofá de la sala, Tomoyo no paraba de reírse mientras tomaba fotografías de su novio y Takashi, éste último se había quedado frito en el suelo roncando a boca abierta con un bonito maquillaje cortesía de Chiharu y Naoko, yo por mi parte permanecía entre la conciencia y la inconsciencia, en ese estado donde estas a punto de sucumbir a los brazos de Morfeo pero luchas por no quedarte dormida, por suerte la voz de Shaoran me trajo de vuelta
-Sakura ¿Nos vamos de aquí?- Me susurró y asentí frenética… No quería amanecer como un payaso con mi imagen colgada en alguna red social.
Aún conservaba mi dignidad intacta.
No hizo falta preguntar nada más, caminé como autómata y con mucha dificultad hasta su habitación.
Me sabia el camino de memoria, había entrado varias veces en el pasado, seguía igual, olía a él a pesar de que no se quedaba allí con regularidad y hasta guardaba cierta similitud con la que tenía en el departamento que compartíamos en Tokio, muy ordenada, paredes verde manzana, un gran escritorio de vidrio templado con un moderno computador...
Por un momento se giró al verme entrar y enarcó una ceja muy a su estilo - Mi tía te preparo la habitación de al lado ¿O es que prefieres dormir conmigo Kinomoto?- cuestionó divertido.
Me encogí de hombros restándole importancia.
-No es la primera vez Lobito- Lo moleste mientras caminaba hacia el sillón donde había dejado mi equipaje.
Sólo asintió con un semblante más serio, supe que lo había cogido al vuelo…
Yo nunca me quedaba a dormir en la casa de extraños, jamás… Las contadas veces que pasaba yo terminaba durmiendo abrazada a mis amigas después de cerrar las puertas con tantos seguros como fuese posible, nunca sola... Y después, cuando la madurez llegó y con ella los respectivos novios de mis amigas, opté por quedarme con Shaoran, por suerte jamás había tenido una pareja desde que lo conocía o habría sido bastante problemático y nadie me molestaba con ello por obvias razones.
Era como dormir con alguna de las chicas.
No sé exactamente como empezó todo, tal vez fue un intento de Shaoran por aligerar el ambiente pero terminamos enzarzados en una pelea que casi destroza las almohadas de la señora Li, solo sé que tras un almohadazo que me hizo trastabillar caímos al suelo y allí nos quedamos hasta que las risas cesaron, estábamos frente a frente, sus ojos me atraparon como tantas otras veces, adoraba ver la mezcla de colores chocolate, miel y negro en su iris, unos orbes preciosos enmarcados en esas largas y espesas pestañas.
La sensación de irrealidad provocada por el alcohol me envolvía, tal vez por ello permití que mi mirada vagara libremente por su rostro, me fijé en sus labios, en esos suaves labios entreabiertos y una intensa calidez se extendió por todo mi cuerpo al descubrirme deseando algo que él no podría darme nunca, tenía tanta curiosidad... Esos anhelos que escondía en lo más profundo de mi mente salieron como atraídos por la repentina cercanía y entonces me pregunte: ¿Qué se sentiría besar a alguien? ¿Sería tan inexperto como yo?
Una sensación de vació se instaló en mi pecho al pensar en que eso era poco probable ¿Cómo podría ser inexperto? es el sueño de cualquiera, guapo, inteligente, tierno, protector... además estuvo enamorado de alguien.
¿Esa persona le habrá correspondido?
Su aliento acariciaba mis labios provocando que mi corazón quisiera salirse de mi pecho, sentí su mano posarse en mi mejilla con tanta delicadeza, como si fuese a romperme ante el menor movimiento.
Y yo avanzaba más...
Continúe con mi escrutinio fijándome esta vez en el leve rubor que pintaba puente de su nariz y se extendía hacia sus mejillas, se veía tan tierno y su forma de mirarme…
Era...
Era tan parecida a la de Hiro.
Entonces la realidad me cayó como un balde de agua helada.
¡Eso no estaba bien! yo no solía actuar por despecho, iba a cargarme mi amistad con Shaoran tan solo por su estúpido parecido con Hiro...
Cerré los ojos con fuerza tratando de salir del trance y con un carraspeo me incorporé rápidamente, aunque me arrepentí cuando todo empezó a darme vueltas.
-Maldición por esto no suelo beber- Me quejé llevándome las manos a la cabeza con el rostro ardiendo por lo que había estado a punto de hacer, el alcohol ejercía una influencia importante sobre las personas, los hacía actuar sin inhibiciones, yo estaba despechada y necesitaba sentirme querida, Shaoran y Hiro guardaban cierto parecido físico... eso era todo.
-¿Te sientes bien?- Preguntó incorporándose y mirándome con preocupación, respire profundo un par de veces y me dije a mi misma que era una idiota, el que estaba frente a mí era mi mejor amigo, no tenía por qué pensar en él de otra manera.
joder, era como una amiga.
Un amiga que amó a una chica... ¡Le gustó una mujer!
-Sí, sólo fue un mareo- Le reste importancia mientras tomaba mis cosas rápidamente y me encerraba en el baño, necesitaba asearme.
Con atención me miré al espejo, mis ojos eran verdes por lo que de alguna forma todo lo que apareciera en mi cara que tuviese color rojo (incluido mis ocasionales granos) resaltaba… Teniendo en cuenta que estaba ebria y sonrojada podía comparar mi cara con un farolito de navidad… ya saben, rojo y verde.
No pude evitar reír por la tonta comparación...
-Sakura estás ebria- Me dije a mi misma en voz alta mientras me deshacía de la ropa, me daría una ducha con agua helada, eso me ayudaría a aclarar las ideas y dejar de pensar en Hiro.
Aunque decirlo siempre era mucho más fácil que hacerlo -¿Por que está tan fría?- Me quejé dando saltos bajo la regadera, sentía los aguijonazos en la espada…
La ducha fue vergonzosamente rápida y con la misma rapidez me metí en un abrigado pantalón de algodón y una blusa de tirantes a juego, era mi pijama favorita... El agua helada había mantenido a raya la borrachera y mi mente parecía despejada.
¡Bien hecho Sakura!
Salí del baño mientras secaba mi cabello con una toalla, me fije en Shaoran, estaba recostado boca arriba aún con la ropa que llevaba desde la tarde, parecía pensativo hasta que pareció percatarse de mi escrutinio.
-Un día de estos pescarás una pulmonía- Murmuró mirando el techo como si lo estuviese estudiando.
No le hice caso, camine de puntitas para no ensuciar mis pies.
-¿No vas a cambiarte?- cuestioné dejando mi mochila sobre su escritorio.
-Si… ¿El agua está muy fría?- Preguntó incorporándose.
-¿Bromeas? El congelador de abajo te parecerá un sauna- Me quejé metiéndome en las sábanas, no pude evitar suspirar con el aroma a lavanda, amaba esa sensación, arroparme hasta la cabeza entre sabanas recién cambiadas después de pasar frío… uf, el paraíso.
-Mejor así- Gruñó encerrándose en el baño.
Poco a poco entré en calor, el cobertor de Shaoran era grueso sin llegar a ser pesado y la cama muy cómoda y suave, hubiese quedado noqueada apenas poner mi cabeza en la almohada si no me sintiera una ingrata por no esperarlo, tal vez sonara tonto pero estaba con los ojos cerrados aferrándome a cualquier pensamiento para no sucumbir en los brazos de Morfeo.
Eso me llevó a lo que había ocurrido antes y no me refería a mi pequeño y vergonzoso desliz, no. En realidad pensaba en el juego ¿Shaoran había estado enamorado de una chica? Las posibilidades eran infinitas, se trataba de una pregunta que dejaba espacio a muchas conclusiones, una más probable que la otra. ¿Sería una imprudente si se lo preguntara?
No supe cuánto tiempo divagué, pero salí de mis pensamientos al escuchar una puerta ser abierta, estuve a punto de dar un brinco al pensar que alguien se había colado a la habitación pero no cedí a la ansiedad, aguardé con el corazón en la garganta hasta que olí la loción masculina.
Había sido la puerta del baño.
Con un suspiró me regocije en la fragancia mientras escuchaba sus pasos descalzos por toda la estancia, abría y cerraba gavetas hasta que lo sentí caminar de vuelta al baño, sólo entonces me permití abrir un ojo, sólo para espiarlo un poquito, enrojecí hasta los dedos de mis pies al notar que sólo llevaba una toalla atada a su cintura.
Wow
Era un exhibicionista y yo una mirona... ¿Por que tenía que ser tan curiosa?
Le resté importancia a ese hecho y desvíe mi mirada hacia esa ancha y trabajada espalda, amaba verlo desde atrás pues entre líneas y puntos de manera un poco abstracta se formaba perfectamente la cara de un majestuoso lobo oscuro, sin embargo lo que en realidad te obligaba a verlo eran sus impactantes ojos ámbar, intensos y tan vivaces que daban la impresión de que el animal estaba vivo y de alguna forma devolviéndote la mirada.
La primera vez que me fije casi me caigo sobre el trasero, era un contraste hasta chocante, sobre todo con su personalidad tan hermética y seria, más aun viniendo de una familia tan tradicional y conservadora, por supuesto no dude en preguntarle y me contó que fue un acto de rebeldía a sus quince años y que representaba el emblema de la Dinastía Li o algo así, a pesar de que se pavoneaba sin camisa por todo el departamento jamás mostraba su tatuaje en público, probablemente porque eran muy mal vistos, aquí y tal vez en su país muchas veces se los asociaba con pandillas y delincuentes.
Yo en cambio lo consideraba muy bonito... Había que ser realmente talentoso para plasmar algo así sobre la piel.
Algunos minutos después suspiré aliviada cuando la puerta del baño volvió a abrirse, estaba por quedarme dormida. Sólo bastaron unos cuantos segundos para que la habitación quedase a oscuras y con una sonrisa escuche como echaba el pestillo en la puerta, no sabía si el sabía que yo estaba despierta pero eso de alguna forma me ayudaría a dormir más tranquila…
Cuando el colchón se hundió a mi lado casi salte al otro lado de la cama.
-No se te ocurra tocarme, estas helado- Le amenacé escuchándolo reír en la penumbra.
Sus dientes castañeaban - Tenías razón, no sé cómo pueden gustarte las duchas con agua fría- Se quejó
-Pero es lo mejor para despejar la mente y quitar la borrachera ¿No crees?-
Lo oí suspirar - Sí, entre otras cosas.- murmuró
En medio de la oscuridad se formó un abrupto silencio, era como si cada uno estuviese inmerso en sus cavilaciones... En mi caso, con una interrogante que necesitaba responder...
-Oye Shaoran…-
-Es hora de dormir Kinomoto, buenas noches- Dijo mientras se volteaba y me daba la espalda
¿Y éste qué?
-Pero… ¿Enserio vas a dormir?- Pregunté incorporándome lo suficiente para poder ver su cara ¿Tenía los ojos cerrados? No podía ver nada.
Gruñó
-¿Acaso tienes algo más interesante en mente?- Preguntó con voz sugerente, me reí.
-La verdad si… Hace rato dijiste algo que me causó mucha curiosidad- Comenté relajándome sobre la cama mirando hacia el techo, habían un montón de estrellitas fluorescentes, era un cursi de lo peor.
-La curiosidad mató al gato- murmuró con voz soñolienta.
Fue mi turno de bufar
-No seas odioso, sólo es una pregunta- Gruñó una vez más en respuesta así que proseguí - ¿Es verdad que estuviste enamorado de una chica?-
Y lo escuche suspirar:
-Yo nunca dije eso-
-Pero bebiste y eso es un Si…- insistí
-Kinomoto tengo sueño y mañana debo llevarte a casa temprano ¿Podrías dormirte de una santa vez?- Gruñó nuevamente, sin duda el tatuaje le venía como anillo al dedo ¡lobo gruñón!
-Está bien, te dejaré dormir pero antes dime ¿Te enamoraste?-
Después de eso se giró hasta quedar boca arriba, mirando el techo conmigo, el silencio fue tan largo que estuve a punto de darme por vencida y ceder al cansancio, hasta que milagrosamente lo oí murmurar con voz apagada:
-Si Sakura, una vez me enamoré de una chica y es todo lo que diré al respecto ¿Puedes dormirte ya?- Mi corazón se saltó un latido y aunque el gusanito de la curiosidad siguió picándome la cabeza sonreí satisfecha, por alguna razón su respuesta me hizo sentir muy rara pero decidí ignorarlo, no confiaba en mis alcoholizadas emociones.
Sabía que para él era difícil hablar de sus sentimientos así que siguiendo un impulso tantee en la penumbra hasta que di con su mano y entrelace mis dedos con los suyos recibiendo un apretón en respuesta, era mi manera de apoyarlo -¿Ves? No era tan difícil, ya sabes que puedes hablar conmigo de esas cosas lobito gruñón- Lo molesté liberando su mano y acostándome de medio lado dándole la espalda.
Me era imposible dormir boca arriba sin que me atacase una parálisis del sueño, si, otra de mis rarezas.
También solía envolver mis pies en las mantas y moverlos un poco hasta que me daba sueño.
-No estoy tan seguro de eso-
Otra vez esa voz ronca…
-Pues te digo que si... ¿Shaoran?- Le llamé a punto de la inconsciencia.
-¿Ahora qué?-
-¿Me abrazas?- Pedí con lo último que quedaba de energía, lo escuché suspirar.
-No, duérmete ya-
-Te puedo dar calor- Susurré divertida al sentir como temblaba.
Y todo se puso negro, tal vez me quedaba algún destello de conciencia y por eso me estremecí al sentir su cuerpo frío abrazarse a mi calidez, podía sentirlo todo, sus piernas, su pecho pegado a mi espalda, su brazo aferrar mi cintura y no pude evitar reír aun cuando estaba más dormida que despierta, era un gruñón de primera pero un chico muy amable y cariñoso, sus quejas fue lo último que escuche antes de perderme entre el mundo de los sueños.
-*-*-*-*-* A la mañana siguiente *-*-*-*-*-
Entre nubes, así me sentiría de no ser por el repiqueteo constante que me reventaba las sienes, pero no quería ni moverme, sabía que si abría los ojos del todo, el dolor de cabeza empeoraría.
Pero fue inevitable despertar, el sonido continuaba y yo me hacía más y más consciente de mi cuerpo.
Mi cabeza estaba sobre una superficie dura, mi brazo alrededor de esa misma superficie, mi pierna izquierda extendida y la derecha sobre otra superficie no tan dura, notaba algo de presión sobre mi cintura y un vaivén que comenzaba a marearme…
-Kinomoto apaga ese maldito aparato- Protestó una adormilada voz masculina y no tuve más opción que abrir los ojos para finalmente poder observar por mí misma la postura en la que estaba, en pocas palabras tenía medio cuerpo sobre Shaoran, no me extrañó… Por alguna razón las veces que habíamos dormido juntos despertábamos de esa manera, al menos nuestras piernas no estaban entrelazadas y pude alcanzar el jodido teléfono…
Llamada entrante Nadeshiko
Suspire ¿Sería tan malo no contestar y seguir durmiendo?
-Sakura- Se quejó el gruñón, pero lo ignoré mientras enfocaba la mirada y con un dedo tembloroso intentaba marcar la figurita verde en la pantalla.
-¿Mamá?- Murmuré con voz patosa.
Su chillido me causó una jodida punzada en medio del cráneo
- ¡No me digas que aún estas en la cama! - Cuestionó llena de energía la mujer del otro lado.
Si supiera…
-Ma… se me revienta la cabeza ¿Puedes bajar la voz?- Un movimiento insistente me hizo ver que Shaoran estaba burlándose de mí aun con sus ojos cerrados, si no fuese porque estaba calentita en su pecho le habría dado un buen pellizco por fisgón.
-Eso sucede cuando se bebe hasta el amanecer- Dijo elevando con toda su mala intención el tono de voz, por suerte sin llegar a gritar, sino fuese tan intensa le habría cortado. –Vamos, levántate ya, van a ser las nueve ¿Qué va a decir Mei yun? Me estas dejando mal con los Li-
Bufé mientras el muchacho debajo de mi comenzaba a pincharme la espalda con su dedo, me removí incómoda ante las cosquillas…
Será idiota.
-La mamá de Mei sabe que nos trasnochamos, calculo en una hora estar saliendo para allá ¿Es... Está bien?- No podía dejar de removerme, las cosquillas eran cada vez más insistentes.
Tal vez mi madre notó que ocurría algo raro porque comencé a agitarme y las palabras se me cortaban, hacía acopio de todo mi control para no reír, sería muy vergonzoso y problemático admitirle a la mujer que me trajo al mundo que había dormido con mi mejor amigo, en su habitación a puerta cerrada, que ahora estaba sobre él y que además estaba haciéndome cosquillas
¿Qué madre vería eso con buenos ojos?
Definitivamente la mía no.
En algún punto de la conversación Nadeshiko mencionó que estaban por venir a buscarme o algo así ¡Era tan difícil seguirle el hilo! Shaoran reía bajito mientras seguía incordiándome, estuve a punto de darle un rodillazo en los bajos, no pude evitar reírme cuando me sujeto el muslo intuyendo mis intenciones.
-Ma, me estas dando poco tiempo ¿Sabes todo lo que tengo que hacer? ¿Por qué mejor no vamos mañana?- Comenté mientras lograba deshacerme del agarré del molesto ambarino
¡Me las pagaría!
Con mi mano libre tome un trozo de piel de su abdomen y lo amenacé con darle un buen pellizco, los detestaba así que conteniendo el aliento levantó las manos en son de paz.
Sonreí satisfecha y me senté en la cama, no estaba tan mareada como hace un momento, supuse que el estar erguida me ayudaba, aun así necesitaría una aspirina.
-Ni hablar, tienes media hora ya sabias que iríamos al mar hoy, tu hermano nos está esperando y por favor cámbiate de una vez-
-Pero…-
-Nada, en veinte minutos te recogemos-
Y me cortó… ¡así sin más!
Tenía veinte minutos para despertarme, cambiarme, lavarme los dientes, organizar mis cosas y salir pitando antes de que llegaran, no quería ni imaginar el escáldalo de la bocina si los hacía esperar, mis amigos me matarían.
No pude evitar mirar otra vez aquella gran, cómoda y calentita cama
-Genial- Me quejé recostándome otra vez mientras me tapaba hasta la cabeza con la colcha.
Shaoran seguía burlándose de mí el muy insensible.
-¿No deberías arreglarte?- Sugirió metiéndose conmigo bajo la colcha.
-Vendrá en veinte minutos, tengo diez para dormir otro ratito-
Su musical risa me contagió y como si me hubiese leído la mente sus brazos me atraparon nuevamente, escondí mi cabeza en su cuello y nos quedamos remoloneando un poquito más.
Hasta que mi teléfono volvió a timbrar y Shaoran no perdió oportunidad para maldecir.
-Juro que lanzaré ese maldito aparato por la ventana-
No pude evitar reírme otra vez.
-Hasta donde sabía eras de los que se levantaban temprano- Ironice viendo el mensaje de mi madre.
Levántate de una vez, vamos saliendo
-Así es cuando no me patean durante toda la noche- Se quejó quitándome todo el cobertor.
-¡Oye!-
-Ve, se te hace tarde y yo necesito dormir-
-Solo un ratito- rogué
-Fuera-
Maldiciendo fui a trompicones hasta el baño, mis cosas estaban desperdigadas por todo el lavabo así que las utilice y las guarde en mi bolso, me hice un par de trenzas y luego tome mi traje de baño.
En circunstancias normales el proceso de cambiarme habría sido más rápido pero el jodido nudo que le hacía a las tiritas del brasier estaba imposible de soltar y por alguna razón la parte superior de mi traje de baño parecía quedarme demasiado suelta
¿Se me estaría encogiendo el busto?
Lo que me faltaba
Abroche mi pantalón, me calce unos tenis y por último me mire al espejo, estaba insatisfecha, no es que tuviese un busto exuberante, escasamente llegaba a la talla 36 pero si dejaba el bañador tan flojo se saldrían a la primera de cambio…trate de arreglarlo pero definitivamente necesitaba ajustarlo un poquito más…
¡Joder!
El teléfono comenzaba a timbrar nuevamente, mi madre sabía cómo ponerme de los nervios ¡Que intensa!
Como pude salí del baño con mi blusa en la mano dejando mi mochila en el suelo y me lance a contestar el jodido aparato que había dejado sobre la cama, mi mala leche estaba en crescendo
-Cariño, estamos a cinco minutos, tu padre no conseguía su kit de pesca ¿Ya estas lista?-
Respire profundo varias veces, estaba adormilada, estresada incomoda y mi madre continuaba gritando, parecía hacerlo adrede.
-Sí, adiós-
Y corte.
Sabía que estaría enfurruñada conmigo todo el viaje pero mi cabeza enserio explotaría, apague el teléfono y calcule que estarían aparcando afuera en un par de minutos…
Necesitaba soltar el jodido nudo.
-Xiao- Lo llamé mientras lo movía suavemente.
-Pensé que te habías ido- Dijo adormilado, me sentí culpable.
-Ya vienen por mí, pero necesito un favor- Le rogué
-Sakura no voy a levantarme-
-No es necesario ¿Podrías soltar el nudito de mi bañador?
Abrió los ojos de golpe -¿Soltar el que?- Exclamo ya más despierto.
-El nudito de mi…-
-No voy a soltar nada, ve así- dijo cerrando los ojos otra vez.
Me exasperé
-¡Pero es que es incomodo estar así! ¿No ves lo suelto que está?- Argumente mientras me sentaba en la orilla de la cama.
Lo siguiente quedaría para la posteridad, yo no era una exhibicionista, estaba perfectamente vestida salvo que, en la parte superior sólo tenía mi bañador… Nada que mi amigo no hubiese visto antes. Cuando se unía en componenda con Tomoyo para salir de compras era inevitable que presenciara ciertas cosas… Y no me molestaba, confiaba ciegamente en él.
El punto es que estaba tan adormilado que cuando se incorporó para ver lo que le señalaba su perfecta cara se transformó en un chistoso poema… Conté al menos tres tonos diferentes de rojo y finalmente su boca se abrió tanto que estuve a punto de cerrársela ¡Y juro que no había visto nada más que mi bañador!
-Xiao estas comportándote raro- Murmuré a punto de soltar una carcajada.
Me miró ofendido con su ceño fruncido nivel 3
-¿Yo? ¡Eres tu quien me está poniendo sus pechos en la cara!- Se defendió restregándose los ojos.
Era un exagerado
-¡Ay por favor! me has visto en peores condiciones-
-Y aún intento olvidarlo, gracias- Refunfuño
-Vamos Xiao, tenemos dos minutos antes de que mi madre nos reviente los tímpanos a todos con la bocina del auto, hazlo por tu familia y los chicos ¿Si?-
Esto pareció hacerlo espabilar así que con rapidez se situó detrás de mí y empezó a luchar con el jodido nudito.
-No hay caso Sakura, esto no funciona- Se quejó –No te muevas- Murmuro mientras sentía su aliento chocar con mi espalda, no pude evitar estremecerme, estaba soltando el nudito con los dientes…
Típico de él.
-Vas a romperte la dentadura un día de estos…-
-Ya está- Y me sentí liberada del estrés.
-¡Gracias!-
Me levante de un salto para arreglarlo frente al espejo, estaba perfecto, ni muy ajustado ni muy flojo, termine de vestirme, me colgué la mochila al hombro y regresé hasta la cama.
-Ya me voy, por favor despídeme de los chicos y de tus tíos- Extraje una chocolatina que seguro tenía unos cuantos días en el bolsillo exterior de mi mochila y me acerque.
-Ajá- Murmuró enfurruñado.
Se la tendí y sus ojos se iluminaron, claro ¿y cómo no? era el Maxi choco XXL con avellanas, por supuesto que todo el mosqueo se le pasó, reí con ganas.
Me miró ofendido
-Fuera-
-Ladras pero no muerdes lobito- Me burle mientras le lanzaba un beso en el aire y salía a toda pastilla de la habitación, escuche como algo suave se estrellaba en la puerta, apuesto a que me había lanzado una almohada.
Al llegar a la planta baja divisé el auto de papá aparcando.
¡Uf! Justo a tiempo.
¡Y así termina!
Mi intención era subirlo un poquito antes, pero en mi defecto necesitaba editarlo un poco y se me hizo la 1 a.m, aún así quedé bastante conforme y espero les guste. Como les dije al principio agradezco mucho sus comentarios
YreSu: La captaste al vuelo jajaja, y digamos que nuestro adorado lobito gruñón es tan celoso aquí como lo vemos en el anime pero su actitud viene por otra otro lado.
Kurumy: Me alegro mucho que te gustara, más adelante continuaremos viendo como se enfrenta a sus fantasmas, ésta Sakura es un poco más oscura y sarcástica pero al mismo tiempo quise tomar la fuerza y el optimismo que muestra en el anime, eso siempre la ayuda a salir de dificultades.
Azul Ceruleo: Muchas gracias a ti por leer y dejarme tu opinión y si tienes toda la razón, creo que la vida nos pone pruebas para fortalecernos, ante las adversidades es necesario mostrar nuestra mejor cara, aprender y seguir.
Nuevamente les agradezco mucho sus opiniones, estaré publicando la próxima semana pero de momento les dejo un pequeño adelanto.
*-*-*-*-*-* En el próximo capitulo
Con entusiasmo extraje la investigación que había estado haciendo ayer por la noche.
-Conforme vaya pasado la asistencia por favor siéntense con su compañero para iniciar con la actividad de hoy- Pidió el hombre mientras ajustaba el proyector.
Mi mirada vagó hacia Chiharu y tras un asentimiento de su parte nos preparamos para sentarnos juntas, el salón se volvió un completo caos con el chirrido de las sillas.
-Y con esto queda demostrado que no saben escuchar instrucciones.- Escuché decir al profesor mientras sonreía levemente, todos lo miramos confundidos.
-He dicho que conforme vaya pasando la asistencia deberán sentarse con su compañero…-
Oh ¿Quería decir que él los asignaría?
-Akame y Yamamoto, Mihara y Shinomoto…-
Con las quejas de mis compañeros el desorden volvió, me mantuve expectante esperando que me juntara con una chica y que la susodicha hubiese hecho su parte de la investigación.
Me reí cuando Chiharu me miró exasperada, si esto hubiese ocurrido antes del incidente con…
- Takahashi y Kinomoto.-
Mierda.
La ley de Murphy dice que si algo puede salir mal, saldrá mal.
Que tengan una linda semana ¡nos leemos pronto!
