Dejo tres capítulos, gracias a BishounenHanako Gracias por el review! Espero que te guste lo que sigue, besos LaDJ
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Llegó a su casa con algunos libros bajo el brazo, estacionando su bicicleta en la cochera.
Su madre nunca le prestaba el coche, en cierta forma, Camus prefería usar su vehiculo de dos ruedas, este no contaminaba y era suficiente para transportarle.
Entró a la cocina encontrándose con un papel sobre la mesa.
-"Llegare tarde"-
"Vaya, por lo menos ahora dejo una nota"- pensó
Dentro de algunas horas se vería en la tienda de discos con Athel, algunas veces el chico le invitaba a comer a su casa. La madre de Camus nunca atendía como normalmente se hace a un hijo con vida de estudiante.
Camus experimentaba muchas veces con los secretos culinarios, inventando sándwiches de papas fritas y revolturas de diferentes cereales, ocurrencias que después de todo eran comestibles.
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En esta última semana habían adelantado en gran medida el trabajo de literatura. No sabia si reconocerlo pero Milo ayudó bastante con las investigaciones, algunas tardes se quedaba hasta una hora extra revisando los errores ortográficos y de redacción, aprendió a distinguirlos fácilmente después de consultar un libro de ayuda, con tanta práctica pronto pudo prescindir de dichoartefacto y hacer las correcciones.
Camus estaba muy impresionado con el giro que había dado la personalidad del muchacho ante sus ojos: desde su total desinterés por la escuela hasta hacerse un ávido lector. Le miraba de reojo con un interés poco común, desvió la mirada cuando Milo levanto la vista, al parecer habiendo terminado el análisis, el rubio estiró los brazos desperezándose.
.-¿ terminaste ?
.-falta revisar unos temas…
Un gruñido estomacal hizo evidente una necesidad fisiológica en el estomago de Milo.
Los dos se miraron y sonrieron a continuación ante ese crujido de tripas.
Camus opto por pedir una pizza, el tiempo que estaba en su casa era poco debido al trabajo y la escuela, no había tenido oportunidad de preparar algo, en cuanto a su mamá… se encontraba trabajando por las tardes llegando hasta la noche, y cuando estaba en casa generalmente solo se dedicaba a "entablar diálogos con la botella".
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Bajo las luces de neón todos bailaban… distinguía las risas de muchos jóvenes entre fulgores parpadeantes, las siluetas moviéndose a su alrededor no lograban desprenderle de su obsesivo anhelo.
Envidió la felicidad de aquellos que irradiaban diversión descaradamente. El reloj del vestíbulo marcaba las 9:45 pm.
Pidió una bebida al bar tender mientras decidía esperar un poco más…
No seria ella quien le llamara, no lo haría, era demasiada la desfachatez, ¿se atrevería a dejarla plantada?... no quería ni pensarlo, jamás nadie la había plantado.
Pero el tiempo seguía corriendo… y él no aparecía…
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.- Admito que te creía un flojo y aprovechado, ahora conozco una parte de ti que no sabia que existiera, Como pudiste cambiar tanto? -preguntó el pelirrojo con escepticismo
.-te diré algo, siempre me ha gustado leer pero temía que los chicos me rechazaran por ser… un intelectual… pero, no se lo vayas a decir a nadie Malkavian.
.-Aun así, deberías aprovechar esa cualidad, no tendrías tantos problemas con Shapiro.
Las cajas de pizza fueron a parar al piso alfombrado donde ambos se encontraban más cómodamente sentados. El tiempo había transcurrido velozmente, Milo miró su reloj de pulso.
.- Rayos! Son las 11:00, debo irme, seguiremos en otra ocasión.
El rubio se levanto para dirigirse directo a la puerta de salida, Camus lo escolto hasta ahí cerrando cuando este desapareció.
.-Nos vemos Milo…
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El teléfono sonaba por enésima vez, había dicho a sus padres que "no estaba para nadie". Escondió la cabeza bajo la almohada tratando de evitar oír el repiqueteo del aparato, no iba a contestar asi sonara toda la noche…
De repente dejo de sonar… la chica soltó un suspiro de paz… no había terminado tal acción cuando el timbre del celular sobre el mueble cercano a su cama ejecutó un nuevo sonido.
.-aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh! Milo ya me tienes harta!
No creas que contestare! No vuelvas a hablarme!
Gritaba como histérica contra el celular que se negaba a contestar.
Estaba muy ardida por el plantón y no quería saber nada de nadie, varias barras de chocolate y un litro de helado le hacían compañía mientras veía una película sosa en la T.V.
El pequeño teléfono dejo de emitir sonido, y nuevamente ella se sintió en paz, poco después aquel aparatico emitió un sonido mas corto, ella "resignadamente" decidió mirar la pantalla, leyó el mensaje de texto que había en ella:
Amor contesta por favor.
Presiono un botón para apagarlo y descolgó el teléfono de su cuarto. Por ahora no le importaba nada más que mitigar la vergüenza que sintió al ser la única chica sin pareja en aquel antro frente a "todo el mundo".
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Sus dedos se deslizaban sobre el papel, presionando ligeramente la punta de grafito, dio un soplido y difumino la línea con el índice…
Borró de nueva cuenta la nariz, para perfeccionarla un poco, ahora se concentraba en lograr expresar la vivacidad que poseían esos ojos… Sacar la imagen de su mente plasmándola en otro lado era necesario, aunque le pareciera extraño dedicar sus trazos a esa persona.
En ese momento no existía nada más que el papel y su amigo lápiz… la expresión corporal del chico era abierta y calida, quería mostrar eso, esculpirlo como un tatuaje, captando cada contorno.
.- "Hey"
El pelirrojo volteo de repente, notando que alguien miraba con interés a sus espaldas.
.-Athel!
.-¿Cómo va el trabajo? inquirió el recién llegado sacando una cajetilla de cigarros para a continuación encender uno.
.- Vamos bien, este semestre ¿no escogiste esa materia verdad?
.-Me aburriría, me he leído todos los títulos, mis padres me inculcaron leer 5 libros al año desde que tengo memoria…
.- me imagino
.- Te ves "diferente" hoy
.-¿yo?
.-¿Acaso
estoy hablando con alguien mas? Claro que tu,
estas distraído,
te he notado distante, aun mas de lo normal, ¿que te ocurre
Camus'?
El pelirrojo arrojó una pregunta espontánea, al parecer de la nada.
-Athel… (pronunció con cautela) ¿te ha gustado alguien del bando adversario?
.-¿
te refieres a… esos niños ricos?
Camus asintió
.-pues, quien no… mira a Elisa por ejemplo, es toda una belleza, totalmente hueca… pero eso no le quita lo sabrosa… ¿Por qué lo dices?
Athel se inclinó sobre el pasto a la altura de su amigo, con cara de incomprensión
.-acaso te gusta?
Camus permaneció introspectivo.
Añadió con la vista baja y algo de culpa… .-No, Ella no…
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Tan mal había metido la pata, ni siquiera le hablaría?...
Intento comunicarse por más de una hora, pero ella no contesto…
Tal vez sus amigos tenían razón, ¿habría necesidad de atarse a esa persona, ¿Cuál es el afán de asumir tal compromiso, quería algo más… quería libertad.
¿De que iba a servir presentarse a clases, si no iba a concentrarse en ellas? opto por abandonarlas ese día…
Quedarse en casa pareció una mejor idea, aprovechando que sus padres salieron muy temprano a un desayuno formal y posteriormente a un juego de squash, no tendría que pensar en darles una explicación… de hecho, ni siquiera notarían su ausencia en la escuela.
Por un lado sintió alivio, por otro experimento abandono… y una oscura soledad a pesar de la luz del día…
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Trató de levantarse pero sus ojos le hicieron una oferta mejor. Después de una larga siesta que duró todo el horario de clases, ahora se sentía descansado y mucho mejor emocionalmente hablando, desquitarse durmiendo todo el día fue muy placentero sumado a que no había dormido muy bien la noche anterior.
Milo se levanto de la cama, opto por darse una ducha, ya era muy tarde para seguir acostado, se quito la ropa y empezó a remojarse bajo la regadera que ejercía una presión relajante sobre su espalda.
Intentó no pensar en Elisa, por un día dejaría el asunto en paz, ya arreglaría mañana sus problemas con ella…
Diez minutos bajo el agua y salio de ahí, fue a cambiarse buscando la ropa que acostumbraba a usar, pero nada estaba limpio… habrá faltado la mucama,salió de su cuarto envuelto en una toalla…
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El hecho de pertenecer a un grupo donde se imponen ciertas "reglas" no le hace una mala persona, El hecho de que fuera hijo de un acaudalado no le hace ni más ni menos importante a su lado.
Era un chico que quería la aceptación de un grupo y para ello debía recurrir a ser un descarado fanfarrón. Por ello, su trato era cruel con las personas diferentes a su círculo social. Analizándolo de esa manera Milo no era tan malo.
Una torre de discos cayó encima de su cabeza
.-Camus!
El pelirrojo se sobo adoloridamente el área afectada. El gerente del establecimiento lo miraba con bastante enojo.
.-cielos… ¿en que estas pensando?
.- perdone, creo que ninguno se rompió.
El hombre inspiro profundo.
.-es importante que seas cuidadoso con la mercancía
.-Si señor, no volverá a pasar.
.-Es la segunda vez este día
.-Será la última
.-Eso espero…
El gerente se retiro a continuación, balbuceando que tenia millones de cosas que hacer, para dirigir sus atenciones a la bodega del local.
Camus suspiro confundido, inclinándose a levantar aquel desastre que no solo se había desparramado del estante, sino que ahora estaban un poco mojados con un líquido que parecía jugo…
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Era tarde, y todavía faltaba un poco para las 6, al fin había conseguido que ponerse del closet de su hermano.
Milo contaba con un hermano mayor que se encontraba estudiando en el extranjero, Matías siempre había mostrado un gusto por el arte, fue duro convencer a sus padres para permitirle elegir tal carrera, pero el chico lo consiguió.
Milo lo extrañaba mucho, hace tiempo que no recibía un correo electrónico diciéndole como la estaba pasando allá. Siempre imagino que Paris era una ciudad maravillosa y sin duda así lo era.
No lo había notado, pero el extraño Malkavian tenia cierto parecido con el.
Tal vez en su forma de hablar, de apasionarse por esos temas culturales.
De repente recordó aquella oferta que le hizo aquel día…
Espero que te convenzas de que es buena música
No lo sabría si no lo intentaba, Milo tomo el bolso de hule negro olvidado sobre el buró, y saco aquel disco del empaque.
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