Bueno aki dejo el capitulo seis, no saben cuanto mi piace que les este gustando nn Gracias BishounenHanako Me halagas con tus palabras (blush) literatura? No creo ke sea precisamente eso lo que estoy escribiendo! Jejejee, gracias y me agrado tu post!

ayane32 gracias por comentar! ¨o, ojala te guste lo que sigue, saludos!

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El día transcurrió como cualquier otro, era una más de esas tardes en las que se la pasaban repasando el trabajo en busca de fallas y errores, estaban a mitad de la segunda semana del proyecto, con algo de cansancio mental y falta de sueño, Milo se quedo dormido sobre un sofá, Camus seguía con la lectura en voz alta pensando que su compañero le escuchaba…

.-El Quijote es una parodia de las novelas de caballerías que por largo tiempo gustaron en la sociedad de la época, Miguel de Cervantes y Saavedra nació en Alcalá de Henares, en 1547, su más grande obra es El Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha; el personaje principal Alonso Quijano, enloquece por la lectura excesiva de novelas de caballerías y sale a recorrer el mundo en busca de aventuras; acompañado de su fiel escudero Sancho Panza y con una amada ideal en el pensamiento: Dulcinea, decide defender a los débiles e implantar la justicia.

La locura de Don Quijote nos dice que su creatividad era grande… ¿tu que piensas, Milo?...

…¿Milo?

El chico no respondió y Camus levanto la vista sobre el libro abierto, noto su cabeza reclinada y echada hacia atrás sobre el respaldo del pequeño sofá, se levanto de la cama avanzando hacia él para mirarle, estaba dormido…

Camus aparto algunos mechones rebeldes que cubrían la frente del chico, le miro largo rato… perdiéndose en su rostro…con un poco de temor a despertarlo acerco la temblorosa mano hacia la mejilla, acariciándola sutilmente…"¿qué estarás soñando?"

Él mismo tenia un poco de sueño, pero se deshizo de esta idea, seguir contemplando a Milo, que dormía tan despreocupado, era una mejor opción...el pelirrojo no había dejado de acariciar su rostro, recorrió sus dedos hacia los labios, esos labios llenos y carnosos… sus pensamientos se dispararon imaginando como seria el sentirlos sobre los suyos…

Suspiro… admirando el ir y venir de la respiración de Milo, su pecho sumiéndose y llenándose de aire acompasadamente, acaricio los cabellos que se desparramaban por el cuello y murmuró a su imagen dormida algo que difícilmente se atrevería a decirle estando él despierto.

.-…me gustas

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Jueves… el último día de martirio escolar comenzó como un soplo de aire fresco, tal vez el carácter dinámico de la población estudiantil se debe a la cercanía del fin de semana, al menos eso pensó Milo que extrañamente no compartía ese dinamismo.

Todo lo que quería era un poco de paz, tal vez descansar de todo el ajetreo de su vida, unas vacaciones… suena bien, pero de que serviría alejarse del "mundo" en el que vive, sus padres se fueron toda la semana a pasarla en un lugar paradisíaco: "Maui", ya no le importaba a donde fueran, parecía que repelían su estancia en casa, Milo llego a sentirse solo… Consolándose en salidas nocturnas con los amigos, aunque últimamente había perdido contacto hasta con sus propios amigos… de hecho, llego a sentirse mas cerca del propio Malkavian que de Leobardo y Vincent, todo cambia, y ¿si sus amigos no son en realidad sus amigos? esa pregunta le llego de golpe a la mente, recordó la noche que salio con su compañero pelirrojo y Athel, antes no se hubiera aventurado a hacer eso, ni de chiste…

Una tocada… una vulgar tocada, eso es lo que fue y se divirtió… aunque fuera alternativo para sus gustos, el se divirtió… ver a Camus sonreír… eso si que fue un acontecimiento.

Por cierto, Malkavian le había dado un papel ayer, recordó esto sacándolo de entre sus cuadernos que guardaba bajo el brazo derecho.

.-mmm ir a buscar en los periódicos viejos acontecimientos literarios…

Eso significa, que debo ir a la hemeroteca, ufff… hasta el tercer piso

Subió las escaleras bostezando en el proceso, saludando a algunas chicas que se sabían su nombre en dicho trayecto, su popularidad en el alumnado era destacada sobre todo con el sexo femenino…

Una chica de cabellos castaños se acerco a él con un plumón y le escribió en la palma de la mano sin decir palabra, le dio un beso en la mejilla y le susurro algo en la oreja.

.-Cuando no estés con Elisa… llámame

.-¿Qué!

Milo alcanzo a decir solo eso, viéndola alejarse coqueta, insinuándosele aun más en el caminar, contoneándose como una gata.

Miro su palma y reconoció el número telefónico.

.-¡¿Diana, ¿la vecina?… vaya…la mocosa creció …

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Por fin llego al recinto del emblema con letras doradas en la puerta, a pesar de ser una escuela en donde había desorden, la hemeroteca era un lugar pacifico e "inmaculado" en cuanto a limpieza se refiere.

El Rubio se acerco al escritorio de la encargada del lugar y pregunto por los periódicos más antiguos que podrían encontrarse ahí, abundaban las fechas mas recientes de ochenta años atrás, la mujer le entrego una torre de carpetas con periódicos dentro, diciéndole que buscara entre ellas… Milo haciendo equilibrio llevo cargando el bonche de material hacia una mesa en el centro del lugar.

Ahí coloco todas las carpetas separándolas a lo largo del mueble…

Una carpeta con el titular 1889-1945 llamo su atención.

El rubio hojeo la carpeta dándose cuenta que la historia de aquella época fue crucial en la educación escolar, pero no aparecían indicios de algún acontecimiento literario. Busco en la sección cultural del Periódico New York Times, un impreso que se había mezclado entre los del área local, dentro de las páginas encontró algunas reseñas de exposiciones de arte moderno. Si buscaba bien seguramente ahí encontraría algo referente a la literatura.

Pero para su mala suerte no divisaba ningún tema de su interés, algunas reseñas sobre la segunda guerra mundial y la manera en que afecto al mundo tal vez le ayudaría, pero toda la demás información era insuficiente.

Un trozo de periódico pareciendo no pertenecer al grupo de antecedentes antiguos fue a parar en sus manos con una ligera brisa.

El chico observo la fotografía de un hombre de aproximadamente 40 años. Por su cara y color de piel le parecía haberlo visto antes, pero, como podría conocerle? imposible… rara vez entablaba dialogo con personas de esa edad, había visto esa mirada antes en alguna parte… pero, en donde?

Pensaba poner el recorte de periódico en su lugar, pero lo primero que hizo fue guardarlo en su bolsillo, intrigado por leerlo después.

Cuando sintió que alguien se acercaba volvió su vista hacia lo que verdaderamente le había traído ahí, analizando las páginas por orden cronológico, reconoció una presencia a su lado obligándole a voltear al tiempo que escucho el chirrido de una silla moverse.

Camus entro notablemente aliviado al ver que Milo seguía ahí…

.-Hola

El rubio saludo sintiendo simpatía por el chico que al parecer llego corriendo, con la respiración agitada, Camus espero a que se regulara el ritmo para decir algo importante a su compañero.

.-Que bueno que te encuentro

.-"¿ansioso por verme?"

Milo lo dijo en un tono bromista digno de su personalidad alegre.

Camus abrió los ojos un poco mas de lo normal, no muy acostumbrado al humor de Milo, éste le sonreía pareciendo disfrutar esa expresión de su imperturbable semblante. Camus ya había recuperado el aliento y sentándose finalmente en la silla que previamente separo de la mesa hizo un anuncio agradable para ambos.

.-El viejo Shapiro nos dará la clase libre

.-en serio!

Milo se emociono, un pequeño grito de jubilo salio de su garganta, la encargada detrás del escritorio le hizo una seña para que callara a lo que el joven solo sonrió para despistarle.

.- eso no es todo

.-que? Aun hay mas?

.-nos dará una semana extra para terminar el proyecto

.- así podremos dormir mas… perfecto! -bromeo el recién enterado

.- algo interesante?

.-solo noticias de la guerra…

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Estaba muy aburrido… ¿qué podría tener de interesante la escuela, a veces se preguntaba para qué se invento la educación escolar, los pobres seguirían siendo pobres sin ninguna aspiración y "los hombres de dinero" como estaba seguro que llegaría a ser su destino, eran los que siempre conseguían lo mejor de la sociedad.

Para su corta edad y su mente avariciosa todo giraba en torno al dinero, la educación, el pasar las materias, las mujeres, conseguir sexo y hasta la amistad, no contaba con amigos pobres en su lista… todo gira en torno al dinero y eso es lo que mueve sus pasos.

Leobardo saco uno de sus cigarrillos para ponerlo en sus labios, esta prohibido fumar en la institución pero debido a sus "contactos" puede darse el lujo de comprar el permiso de hacerlo, Vincent se escabulló junto a él en el periodo de clases, ambos fueron a un burdel a visitar a unas cuantas rameras, aunque fueran las mas caras del estado, eso es lo que eran. Su apetito sexual mañanero pareció saciarse por completo al unírseles en una cama enorme, aquel lugar era más frecuentemente visitado por ellos dos desde que Milo decidió sentar cabeza con una novia oficial, ya no era lo mismo ser solo dos, pero se divertían en ese "palacio del placer", nombre que le dieron por tantas experiencias compartidas.

En la lejanía observo una figura interesante, sonrió malévolamente y volteo hacia Vincent… nada que hacer, todo es perfecto para tenderle una trampa.

Camina solitario como la mayoría del tiempo, parece que su periodo de clases ha terminado, es observado con detenimiento, ajeno a la atención prestada… el pelirrojo se acerca cada vez mas hacia donde se encuentran.

Cuando el chico pasa por enfrente de ellos el par de bravucones se levanta de la banca que ocupan, sordo a los comentarios lanzados Camus pasa de largo sin inmutarse, mas que nada debido a que sus orejas están ocupadas escuchando estridentes sinfonías.

Vincent y Leobardo se acercaron a su presa colocando sus cuerpos por el frente y por detrás acorralándole como si se tratara de un emparedado.

Camus frunció el seño enfrentando los ojos de Leobardo que le miraban con cinismo.

.-Hola fenómeno, ¿lindo día no?

El pelirrojo intento pasar de largo pero alguien sostuvo sus movimientos apresando sus brazos detrás de la espalda…

.-QUITENSE!

Camus grito mas alto de lo normal, no pudiendo oír las murmuraciones a su alrededor, Leobardo agarro su cabeza y con un movimiento quito los audífonos estrellándolos contra el suelo destruyendo el aparato y dejándolo inservible…

El pelirrojo apretó los dientes enfurecido, soltarse de Vincent le era imposible, era demasiado para su cuerpo, la amenaza de dos contra uno no era justa.

.- Quítense de encima! que carajos quieren!

.- que desaparezcas… pedazo de basura…

.- no seria mejor irnos, el director puede venir…

.-no seas tonto Vincent, ese director me hace los mandados…

.-Jajajajaaa

.-No lo dudo, compras a todos y el permiso de ese inepto también

.-Cállate Malkavian, nadie te dio permiso para hablar…

.-si, nos tienes hartos, ¿Por qué no cierras la boca?

.-¡¡ya estoy cansado de sus chingaderas déjenme en paz, ¡¿no tienen vida idiotas!

.- que directo Malkavian, no tienes miedo, ¿sabes algo? por eso nos diviertes tanto… jejeeje

Vincent arrancó la mochila que Camus llevaba en la espalda riendo con malicia.

.- deberías comprarte una nueva, esta basura se rompe de los tirantes…

.- ¿por qué no la compras tu? -dijo en un tono sarcástico

.-te crees muy listo, fenómeno… veamos que tiene adentro

Leobardo tomo la mochila y la abrió para sacar lo que tenia en su interior aventando su contenido, discos, lápices de color, pinceles, un cuaderno de dibujos… Camus ya no podía soportar más la humillación, su orgullo siendo pisoteado, y su dignidad ni se diga.

.-bingo!

-feo, horrible, falta color…

Leobardo hojeaba la libreta quejándose…

Arranco una hoja, Vincent saco un cigarrillo y le ofreció el encendedor. Leobardo empezó a quemar la orilla de la hoja para que ardiera lentamente…

Acerco el cigarrillo a la hoja y lo encendió absorbiendo el humo con presunción. Vincent miraba sobre el hombro de Camus aun sosteniéndolo, observando las hojas que pasaba Leobardo al darles vuelta. Justo en ese momento el chico que fumaba escucho una voz conocida aparentemente enojada.

.-¿que es lo que haces Leobardo!

.-hola … ¿quieres unirte a la "fiesta"?

Camus volteo hacia Milo de golpe al sentir su presencia.

.-anda Milo - insistió ofreciéndole el encendedor para que continuara quemando los dibujos de Camus…

Milo tomo el encendedor y la libreta ante la mirada de incredulidad del pelirrojo…

.-me das un cigarro?

.-claro…

El chico tendió un cigarrillo a su amigo, al parecer iba a incendiar los dibujos con el mismo estilo que empleo el mismo. Vincent y Leobardo rieron en complicidad pensando en lo que el Rubio estaba por hacer…

Milo hizo ademán con el encendedor sin que saliera una chispa.

.- no prende…

.-dame eso -arrebato el otro logrando sacar una chispa poco después.

Milo tomo el encendedor de nuevo y lo acerco a la camisa de Leobardo que ardió con rapidez chamuscando la elegante tela.

.-aaaaaaaaahh me quemooo! Aaaaaaaaaaah!

El chico salio corriendo hacia el bebedero más cercano envuelto en llamas.

Ante esos gritos Vincent descuido su agarre con lo que el pelirrojo logro soltarse dándole un codazo en el estomago…

Milo dio la libreta al chico gótico agregando un comentario entre risas….- seguro que ardió más rápido por el whisky que le salpico en el burdel

Camus se le quedo viendo sin saber que decir… si agradecerle o no la intervención, de un momento a otro pensó que lo traicionaría y ahora estaba frente a el burlándose de la desgracia del abusador sin proteger su reputación.

Poco después que el silencio comenzó a reinar entre el rubio y el pelirrojo, ambos escucharon una voz del otro lado del lugar que les lanzaba comentarios mordaces.

.- míra que tiernos! ¿les alquilo una habitación? ¡estás pasando mas tiempo con ese fenómeno que con nosotros, ¿no te parece buena oferta!

Milo puso una mano en el hombro de Camus y decidió no prestar atención a los últimos insultos de Leobardo que gritaba empapado al lado de Vincent frotándose el estomago.

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Él removía las partes rotas de su aparato de música portátil, Milo le había acompañado hasta ese baldío atrás de la escuela, tal vez en cierta forma para tratar de disculparse por lo que hizo su "amigo". Ambos se encontraban sentados uno al lado del otro.

.-no debió haberte tratado así… Estuvo mal lo que te hizo

El pelirrojo escuchaba sus palabras ofrecidas como un bálsamo sin hacer comentario alguno. Era evidente que tenía buenas intenciones, que nunca se compararía con la calaña de Leobardo, pero aun así su cordialidad solo demostraba respeto, siguió analizando la estructura interna del discman retirando unos circuitos hasta que se percato de una frase que salio de los labios de Milo…

.- yo no comparto sus ideas Camus

Volteo a mirarle, no pudiendo creer que estuviera diciendo su nombre, el corazón comenzó a latirle fuertemente, acelerándose… quemándole por dentro.

Acortó la poca distancia que constituía estar a su lado inclinándose sobre Milo, atrapo la boca de este plantándole un beso sin siquiera pensarlo. Enseguida sintió una liberación, una fuerza que le recorría la sangre dándole alivio, eran suaves… sus labios eran suaves tal como imagino.

Milo quedo inmóvil… la mente en confusión.

Los labios del pelirrojo presionaban los suyos, manteniéndole sin reacción…

Camus no pudo formular una excusa al separarse, pensó en algo… debía ocurrírsele una idea a su maravilloso cerebro, pero el maravilloso cerebro se había quedado congelado, dejando salir solo la impulsividad del cuerpo…

Trato de pensar en algo, nada seria lo suficientemente bueno y convincente para enmendar lo que acababa de hacer, por ello, se limito a decir lo que sentía.

.-sé que… no debí hacerlo…tú… me gustas

Apenas pudo creer lo que termino de decir, "me gustas" había sonado tan cursi… tan fresa…

Agacho la cabeza, era evidente que Milo no se sentía atraído por el, al menos, no en la misma forma…

Milo trato de poner en orden sus ideas sorprendido por lo que había escuchado…

.-yo… nunca…

El cabizbajo chico levanto la cabeza al escucharle, aliviado de que no reaccionara violentamente ante la declaración, después de todo hubo ambigüedades entre los dos hace algún tiempo, pensó que esa adversidad podría resurgir.

Su voz sonó intrigada por lo que Milo no termino de decir…

.-…tú nunca qué?

Milo se levanta, parece estar a punto de salir de ahí para irse.

El pelirrojo sigue sus movimientos, poniéndose en pie después de verlo, curioso por lo que va a hacer.

.-¿vas a ir con Elisa?

Milo da la vuelta para encontrarse con la cara del pelirrojo, ¿Por qué le pregunta tal cosa? los ojos de su interlocutor se llenan repentinamente de un aire solitario... respondió tratando de explicar brevemente su negativa.

.- No, las cosas no andan bien.

.-¿se pelearon?

.-Prefiero no hablar de eso. –concluyo el interrogado

No es que Camus fuera insistente, realmente no le importaba Elisa y la situación en la que estuviera la pareja, solo quiso disipar lo que había pasado antes… le pareció una vía de escape al continuo bochorno de haberle besado.

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.-… que confusión

No fue repugnante, fue tan espontáneo que no le dio tiempo de actuar,¿por que no pudo corresponder, ni siquiera lo disfruto, pareciera que ese beso lo había vivido a través de una película, aun estaba pasmado, pensando en ello…

Seguro le ayudaría analizar las cosas… miraba al techo en busca de una respuesta a su identidad… ¿quién es realmente? ¿Qué es lo que quiere?
¿por qué en estos momentos ve distorsionado su destino, sin duda desea algo mas de la vida que una novia bonita y dinero…

Dio vueltas en su cama buscando una posición mas cómoda, entrelazo sus manos detrás de su nuca y suspiro, todo este tiempo, nunca imagino que un beso llegara a hacerle pensar tanto.

¿qué tenia en su vida que realmente valiera la pena?... una familia, "unos padres falsos" que fingen felicidad ante la sociedad, pero que realmente no tienen la suficiente comunicación con su hijo.

Dentro de él la curiosidad por experimentar se incrementó, conocerle mas a fondo no parece mala idea… nunca antes había tratado a nadie como Camus…

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