Hola! Quiero advertir que este capitulo esta repleto de malas palabras, además contiene una escena lemon, lo dedico a todas las personas que se toman el tiempo de leerlo, espero les agrade

LaDJsquishie

Nadesiko: gracias por tu review!

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Maldita sea! ¡¿Dónde estas!

Pensaba el chico de cabello negro y ojos azules. Era la segunda vez esta semana que el gerente de la tienda reclamaba la ausencia de Camus, temía que su amigo pudiera perder el trabajo…

El paradero era "inrastreable", no contaba con un celular propio, pero Athel recordó que Milo si contaba con uno, por lo que haciendo gala de su astucia marco al número desde el teléfono de la oficina perteneciente al jefe, esperó en la línea pacientemente dando tiempo a que sonara, lo único que recibió fue un insulso mensaje:

Hola! soy Milo por el momento no estoy, deja tu número y te llamaré, bye!

.-Mierda me mando al buzón

El chico suspiró resignado a tener mas trabajo de lo normal.

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La humedad sobre los dos cuerpos hacia la fricción aun más deliciosa, abundantes gotas escurrían de los cabellos rubios impidiéndole ver claramente a quien le ofrecía placer.

Debido a las caricias su espalda se tensaba más de lo normal, bajo su mirada… a través de la cortina de agua solo distinguía una melena rojiza, era imposible no gemir cuando Camus hacia eso de enredar la lengua en su ansioso miembro…

Es un encuentro bastante riesgoso y en un lugar público, obligándolos a violar las reglas. Pero, ¿cómo no hacerlo después de ver a Milo correr toda la tarde en el campo de atletismo?...

El pelirrojo se inmiscuyó sigilosamente después de la práctica, nadie le había visto entrar. La idea de que alguien los sorprendiese los mataba de miedo y al mismo tiempo los excitaba.

Si llegaran a enterarse definitivamente los expulsarían de por vida.

Camus se puso de pie relamiéndose los labios, el agua caía por su rostro empapando las pestañas, haciéndolas mas pesadas con el liquido que absorbían, Milo empezó a besarlo acorralándolo contra la pared de azulejos que recibía de manera fría a aquella espalda, los gemidos de los dos iban en aumento, una hombría rozaba a la otra pulsante, deseosa, lista para lo que vendría… el vapor de la ducha creaba una niebla envolviéndoles sutilmente.

Camus se pego aun más al cuerpo de Milo, anhelaba esa fusión inevitable e invencible hasta ahora, Milo tomo sus caderas, ajustándose al pequeño espacio entre sus piernas, se sumergió por completo en la estrechez que le volvía loco, el pelirrojo se adapto rápidamente, entrelazó las piernas alrededor de su cintura, obteniendo ahora una ventaja en altura con respecto a la de su amante… pronto se movían sin reservas, el bamboleo de ambos era rítmico, tenían que apresurarse, alguien podría entrar…

No se percataban de cambios a su alrededor, una suave brisa, el sonido de la puerta, no les impedían continuar… el agua vertía sus fluidos sobre los desnudos cuerpos mediante una continua caída.

Detrás de un viejo casillero una sombra les era imperceptible, los ojos de aquella oculta figura no podían creer lo que presenciaban, parecía una visión… pero no lo era, no solo los veía sino que escuchaba. Salio silenciosamente de su escondite, tenía que contárselo a alguien…

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Es miércoles, día de escuela… la clase del viejo Shapiro se convierte en una muy deseada con anticipación, tanto así, que ya no puede esperar pacientemente a verle de nuevo, las notas que se mandan en clase pasan desapercibidas ante los ojos del vejete, que, con mucha dificultad apenas logra distinguir la pizarra frente a él con su miope vista, Milo no puede creerlo, es algo mucho más intenso que un simple compromiso, siente esta necesidad de verle cada cinco minutos, el solo hecho de tenerle en la banca de al lado le hace sumamente feliz.

Si alguna persona le hubiera dicho esto tres semanas atrás, definitivamente lo hubiera tachado de orate, ¿cómo unir a dos polos opuestos, ¿cómo juntar a un cuervo y a una paloma?

Parece irreal… totalmente bizarro…

Pero a veces las cosas extrañas son muy bellas…

.- ¿A que horas nos vemos para estudiar en tu casa?

.-La respuesta a tu pregunta ya la sabes…

.-Tienes razón, solo quería ver tu "jeroglífica escritura" de nuevo…

Una tenue sonrisa se forma en los labios del pelirrojo al leer la última nota, por debajo del mesa banco coloca su mano sobre la de Milo, que descansa encima de la rodilla, el Rubio voltea a verlo y oprime la mano de su compañero, torna ambas extremidades en una nueva posición para poder hacerlo… poco después, ambos dan un respingo de sobresalto, pues notan que el timbre del receso interrumpe su contacto.

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.- ¿Qué viste que?

.-lo que oyes…

.- ¡¿de dónde sacas eso!

.-¡estuve ahí!

.-no… no puede ser, es… ¡asqueroso!

El chico hace un gesto afirmativo para contestar, luego agrega con sorna un nuevo comentario.

.-parece que Milo esta "sobreprotegiéndolo"

.-debe haber algo raro en esto, y ese raro de Malkavian esta inmiscuyéndose de más… cree que estando con Milo conseguirá hacerse de popularidad… si es así que ni lo sueñe..vamos a ver hasta donde llega con este jueguito…no será lejos.

.- ¿por que quieres tomar venganza? ¿Qué fue lo que Malkavian te hizo?

.-… ¿además de "voltearnos" a Milo?... pronto lo sabrás…

Vincent miro con curiosidad a Leobardo quien sonrió con el aspecto de maquinar algo maniático y enfermo en su cerebro, el chico ofreció un cigarrillo a "su jefe" de la cajetilla que sostenía en la mano derecha, ambos caminaron de regreso al aula mientras encendían su provisión de nicotina de medio día, listos para exigir un retraso en la clase de trigonometría que en realidad no les preocupaba reprobar…siempre y cuando el trato de llevar licor importado al catedrático continuara en pie.

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.-No quiero mas nada contigo, dijiste que nunca andarías con este perdedor.

.- tenemos que hablar… -insistió la chica

Era tarde, llevaban diez minutos discutiendo en la puerta, ¿Por qué demonios había ido a buscarlo? ¿No era suficiente para ella todo el dolor que habían causado sus comentarios mordaces hacia Camus? ¿Hacía el afecto que Milo empezaba a profesar, ciertamente en este momento, no entendía a las mujeres, ¿por qué a veces tienen que ser tan tercas, se preguntaba que lograría ahora con todo esto, Elisa le miraba suplicante esperando que la dejara pasar, el chico no tenia intención de verla ni en pintura, pero como dice el dicho "lo cortes no quita lo valiente" y finalmente el chico accedió.

Milo suspiro… se aparto de la puerta, dirigió a la chica hacia la sala donde tomo asiento sobre uno de los sofás, el rubio la miro dándole una señal para que hablara, viendo que estaban a solas Elisa confeso lo que le había llevado a buscarlo.

.-Estoy embarazada

Milo reaccionó no queriendo entender esas palabras, preguntando de nuevo a pesar de que las escuchó bien.

.- ¡¿Qué dices!

.- tengo un retraso, me hice la prueba, temía que podía haber pasado algo.

Milo permaneció estático en su lugar a pesar de querer huir, siguió mudo, sintiéndose acorralado como un niño al que se le ha castigado sin salir a jugar.

El chico se levanto del sofá, comenzó a caminar de un lado hacia otro dando la impresión de que cavaría una zanja de continuar así, Elisa dejo caer su frente con pesadez en la palma de su mano abierta. Ella ya lo había asimilado a pesar de todo… tuvo la corazonada de que esto pasaría desde hace tiempo.

.- Milo… ¿qué vamos a hacer?

.- ¿Que vamos a hacer? –murmuró el chico mas para si mismo con ganas de gritarlo pero lo evitó,

se paso ambas manos por el cabello nerviosamente, sin dejar de "cavar esa zanja invisible"

La chica se levanto del sofá tomando de los hombros a su ex novio para detenerlo en su afán.

.-Milo! ¿Me estas escuchando!

Se detuvo mirando con desencanto a aquella muchacha que desde hace un tiempo no le provocaba el mas mínimo interés.

.- ¿Por qué no me lo dijiste antes Elisa?

.- ¡¿crees que es muy fácil para mi! Crees que voy a dejar de estudiar y a perder mi carrera por un mocoso, ¿crees que estoy resignada? ¡No lo estoy!

.- ¡Ya lo sé, ¡ya lo sé! ¡El problema no es ese!

.- ¡No soy la única que tiene la culpa!… tú ayudaste en ello, tu y tu pito asqueroso

Milo lanzo un alarido de rabia y desesperación, ella se estaba pasando de la raya ardida por algo y se desquitaba de la manera mas baja.

.-¿Sabes algo? ahora que lo pienso … la verdad es que nunca tuve un orgasmo contigo, cuando creías que alcanzaba la cima era un placer fingido, una mascara que usaba para evitar manchar tu reputación, ¿ de que sirvió, si ya no te importa salvarla…

.- Cállate!

.- ¡Gritando no vas a cambiar la realidad! ¿dónde están tus huevos ahora mi amor?

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El motivo de que él estuviera ahí aun no llegaba, pasaban de las 7 y honestamente comenzaba a preocuparse, una inusual paranoia le decía que tal vez a su invitado le paso algo…

Se puso a recoger algunos libros despilfarrados por la habitación, para alejar esos pensamientos obsesivos, le hubiera gustado prender un cigarrillo en este instante pero recordó que no debía fumar en casa por si su madre lo sorprendiese y le entrara una nueva crisis en contra de su primogénito.

Milo ¿Dónde estas?

Su mente maquinaba esa pregunta de manera compulsiva, lo quería ver, lo quería tener a su lado, encadenarse si es posible de manera psicológica a el… parecía tonto y dependiente pero necesitaba anclarse a algo, eso que le provocaba Milo era lo suficientemente fuerte para hacerlo.

Un timbrazo… una alerta de que él había llegado, salio de su habitación ansiosamente.

Abrió la puerta abalanzándose sobre el recién llegado, besándolo en el acto sin siquiera darse oportunidad de mirarle, después se alejo un poco para enfrentar sus ojos dándole la bienvenida.

.- Que bueno que llegas…

Milo trato de sonreír, mas nada salio de sus inanimados labios, Camus le había robado todas las fuerzas o todas las palabras con aquel recibimiento, ahora… ¿como decirle aquello que lo atormentaba?

Camus tomo la mano de Milo guiándolo hacia su habitación, ignorante de lo que pasaba pensó que solo estaba un poco cansado por el día, llegaron hasta su cuarto e ingresaron en la cama, el estar cerca de Milo le hacia decir las cosas mas cursis pero no podía evitarlo…

.-te extrañe…

Milo se acurruco de improviso en el regazo de Camus, este abrió los ojos sorprendido… ese cambio súbito de actitud, era extremadamente raro en su compañero…

Milo empezó a sollozar… el calor de las lágrimas humedecía las rodillas de Camus… el pelirrojo acaricio su cabeza, mientras el chico rubio asemejaba tener la carga mas enorme del mundo… ¿como podría criar a un bebe cuando él se comportaba como uno, era la responsabilidad mas enorme de todas…

Las palabras de Camus quebraron aquel silencio que solo era parcialmente roto por los leves sollozos…

.-Milo, ¿que pasa?

El aludido levanto la vista incorporándose para mirarlo, mientras enjugaba con la manga de su camisa las rebeldes lágrimas que se negaban a dejar de fluir.

.-… Elisa…

.- ¿qué pasa con ella? –pregunto el otro con desesperación viendo el estado anímico de su acompañante

.-Ella…

Las palabras morían en su garganta antes de volverse audibles… decirlo seria un golpe para Camus, aun así tarde o temprano lo sabría.

.-esta embarazada Camus…

Las manos del pelirrojo que acariciaban con mimo los cabellos rubios se detuvieron súbitamente…

.-es… ¿tuyo? - Camus entro en shock dejando escapar esa pregunta automáticamente de sus cuerdas vocales…. fue la reacción inmediata que el afectado recibió.

.- es lo más probable –contesto el otro, fijando sus refulgentes ojos en Camus, que brillaban arrasados por las lágrimas.

.-no sé que decir…

.-… abrázame…

Era su única petición… un gesto que le confortara, sentir la calidez y la compañía de alguien que esperaba no cuestionara esta estupidez por la que esta pasando.

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.- mierda… está embarazada… mierda…

Sacó la cajetilla de su bolsillo, tomo un cigarro para encenderlo nerviosamente, después de hacerlo guardo el maltrecho encendedor lleno de rasguños por sus continuas visitas al piso, Athel y él solían usarlo como pelota de ping-pong cuando no tenían en que entretenerse.

Echo la cabeza hacia atrás, suspiró dejando que permaneciera recargada en la pared de ladrillos.

"Cuesta trabajo definir esta relación que sin embargo es tan fácil de darse…"

Ese solo pensamiento se expandía en su mente creando una nueva fobia de quedarse solo…

¿Este cariño sería tan inestable como la despreciable vida que le ha tocado vivir…?

Milo estaba bastante cabizbajo anoche, sin tener a quien acudir para contar sus problemas… en realidad, no tenía a nadie, por eso acudió a él. Ahora que las cosas se han calmado un poco y después de las impresiones recibidas, necesitaba alejarse para pensar…

Contradicción es una palabra aplicable, por un lado siente pena por Milo, por otro una ira enorme hacia esa chica, por una parte desea que ese bebé no acarreé problemas, por otra desea verlo sano y salvo. No es que hubiera pensado en el aborto como una posible opción, después de todo esa decisión correspondía a la madre y en su debido caso a Milo.

Suelta el humo pesadamente de sus labios, trata de concentrarse en la lectura que tan afablemente devoraba hace momentos de uno de sus libros, pero ya es imposible.

Escucha pasos, es raro que Athel llegue al "refugio" tan temprano, y Milo indicó que tenia clases por atender, así que… no puede pensar quien más que él mismo venga ahora a interrumpirle.

Deja caer su libro, mira alrededor, hacia los lados, al frente y hacia atrás, ningún ruido, ninguna pista que confirme la presencia de alguien.

Tal vez estaba paranoico, eso es, necesitaba relajarse, necesitaba un escape… pero ahora no podía pensar en eso, le había prometido a Milo no hacerlo nunca más. Además… a la larga, eso no solucionaría las cosas… de todos modos la tentación era tan grande.

Se sentía perdido… estaba en un lugar que le brindaba seguridad, pero eso no remediaba el que su mente fuera un caos, ¿por qué todo tiene que ser tan complejo en esta vida?... ¿por qué no solo vivirla?...

El crujido de unas ramas, el avance de varios cuerpos detrás de su espalda, le alertan de que no esta solo… tiene compañía, se levanta con aturdimiento, da la vuelta para mirar, encuentra demasiada gente para ser bien recibida, sobre todo tratándose de quienes son.

La pandilla de Leobardo… no podrían dejarlo solo, alimentando de superioridad a su líder, dejando rodeada a una minoría que representaba el chico gótico.

Camus frunció el ceño mirando fijamente a quien manejaba aquel grupo, si las miradas mataran hubiera desintegrado a Leobardo en cuestión de segundos, entrecerró los ojos con un rencor consumado, su enemigo comenzó a reír cínicamente…

Era inhumano no sentirse intimidado por aquella risa, lo más preocupante era la intuición de Camus al decirle que esa pandilla tenia un injusto plan para llevar a cabo.

.-¿Cómo llegaste aquí?

.- sé donde te escondes…fenómeno

Las palabras hirientes ya no le afectaban sino que se resbalaban como un liquido inofensivo, Camus volvió a mirarle desafiante, dispuesto a contestar tal saludo.

.- ¿para eso viniste, ¿a ver en dónde estoy, ¿que chingados te importa donde me encuentro? y para variar todos tus "guardaespaldas" vienen contigo escoltándote y custodiándote como si fueras un bastardo de culto, vete al carajo con tu nauseabunda jerarquía y tu pinche pandilla de borregos…

.- eres listo Malkavian, estas en lo cierto, de hecho… una oveja descarriada se escapó, ¿te suena el nombre Milo?

Camus apretó los puños cuando sintió la cercanía del adversario acortando la poca distancia que existía entre ambos.

.-Apuesto a que darías lo que fuera por ser una de las "ovejas"… aunque sea una negra…

El chico comenzó a reír después de completar aquella frase, era sumamente fácil, todo le saldría a la perfección y con ventaja dejaría en claro frente a todos que el era el más chingón.

Su risa burlona era una sórdida melodía cargada de infinita ira… sus ojos inyectados de odio dieron una última mirada al rostro del chico vestido de negro para usar el puño en un golpe profundo…

Camus apretó los dientes… su nariz escurrió sangre, sus ojos rápidamente se embriagaron de soledad…

.-Voy a romperte la madre fenómeno!

Completamente furioso, su odio le hacia parecer una fiera depredadora delante de su presa, el chico pelirrojo no tenia miedo ante él, por alguna extraña razón ya había vivido esto antes, lo recordó… ¿de que sirve truncar el destino de uno mismo si Dios eligió traerle a este mundo para experimentar sufrimiento, así sería por más que él se esforzara en avanzar con dirección contraria…

I feel your pain
I feel your pain
Almost lost it all
You are all the same
The wounded bleed to death
Tarnish my name

Locura, ironía, confusión… una orgía de sensaciones se entreteje en su mente mientras continua siendo golpeado… no hay alguien cuerdo en esa situación… tal vez hasta podría ser peor… en sus adentros se llega a formar un anhelo: "golpéame hasta que te sacies".
¿Dónde esta la desusada animación que siempre lo acompañaba cuando más le hacia falta?

Uriel y Vincent notaban que era inútil sostener a la victima, por su debilidad y desventaja ni siquiera daba indicios de poder defenderse… Los demás se mantenían al margen, mientras el líder seguía el proceso cual sicótico vociferando toda clase de insultos.

.-… tu padre estafó al mío! A mi familia entera! Odio a tu padre, odio a tu madre…

odio tu sangre…

¡Eres el odio de mi ser! … deberías correr la misma suerte de tu maldito padre suicida!

… manchaste la reputación de Milo ¡¡maldito desviado!

Te mereces esto y mucho más…!

You deserve nothing at all
You know that life was a game
You deserve nothing at all
You must endure your own pain

… la sangre escurre por su labio en un hilo carmesí… ese líquido espeso resbala por su barbilla riendo ante la ironía… siendo devorado por una bestia que proclama venganza. Explota una locura en su interior debido a aquellos golpes, cansado de tanto autocontrol prueba su propia sangre haciéndose adicto a ella y sucumbiendo a ese violento sabor…

Solo escucha murmullos, sus oídos reciben sonidos distorsionados de la realidad, sus tímpanos se cierran, esta cubierto en sangre… amoratado… desea perder la sensibilidad, olvidar que tiene cuerpo, desecharlo y flotar…

Left in the dark without a light
Hollow empty
Let's get it right

Un golpe nefasto ataca las costillas, el dolor indica que ya las tiene todas rotas, su atacante aun no se cansa, incluso cuando los demás muchachos tratan de detenerle para que no cometa una barbaridad mal desencadenada.

You deserve nothing at all
You know that life was a game
You deserve nothing at all

Una larga sesión fue suficiente para Leobardo, Camus cayó inconsciente, se desvaneció…

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Decisiones, tortura, pasión, búsqueda

Odio…

Sangre, lágrimas, dolor…

Viento que gira

Oscuridad

Rencor…

Un sabor oxidado, una cuchillada sangrienta

Un demonio sin alma que me atormenta

¿Hasta donde me llevaran estos pasos?

Hacia a ti

Bullicio eléctrico

Tu rostro

Maldito

Y hambriento

Sé que voy a seguir siendo el mismo

Siempre el mismo

Vivo y muero simultáneamente

Me atrapas sin piedad

Poco me importa

Soy un espejo opuesto de ti

Frío

Calor…

Palpitaciones…

Piel morena

Piel ardiente

Ventanal por donde escapa el pudor

Pecaminosa idolatría

Me reclamas como tuyo

Eso es lo que soy

Te adueñas de mis pensamientos

Me quemas

Me posees

Sudor

Lujuria…

Elixir que emana de tus poros

Un par de ojos entrecerrados

Tu lengua exquisita,

Me evapora…

Me absorbe…

Hace que me olvide de mi mismo

Mi alrededor esta constituido por seres inanimados…

Cadáveres…fosas…un viento latente y etéreo que traspasa los huecos de mi espíritu…

Todo es frío…todo es vacío…

La inestabilidad de no pertenecer a ningún lugar desemboca apaciguándome bajo el manto oscuro de las tinieblas…

El cielo se ríe, la luminosidad estalla en carcajadas…

La vida se ríe…

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Fin cap 9