Bueno , hace casi diez meses que no actualizo, perdonen la tardanza
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CAPITULO 10
Tétrico, frio y hermoso... tristeza, soledad... carencia de emoción gozan
todo lo que representa y perciben los ojos a través de este cementerio gris...todo recuerda a una sola persona.
Una ráfaga de viento azota el rostro helado, solo viste telas ligeras...
Sigue deambulando desde la mañana, ahora observa el anaranjado acontecer del ocaso.
La muerte quizas de un feto, no horroriza tanto, pero el peso de librarse tan fácil de lo que ha provocado sí parece cínico.
Blasfema su mala suerte, lágrimas de frustación corren por sus mejillas, lágrimas de saberse total y completamente falto de opción.
Milo se reclina en una lápida, antes de siquiera leerla sabe que esta tiene algo en común con su presente...
Asoma la vista por encima del epitafio solo para saber que habla del retrato de una muerte desesperada... evidente que se trata de una tumba poco visitada, el llamado de la muerte es tentador en un momento como este.
Las cenizas de unos crisantemos adornan el polvoriento mármol, y el cádaver de una mariposa hace compañia a esos restos marchitos.
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Abrió lánguidamente sus párpados, enfocando un pequeño ramo de flores... volteo a su derecha mirando con extrañeza a aquella mujer que hablaba con una voz suave pero entrecortada por un llanto reciente.
.-Aqui estoy... mi amor, al fin despertaste.
Parecia un sueño, pero hablaba y ahora podia sentirla cubriéndole en un abrazo...un beso en su frente, un abnegado: Gracias Dios y una sonrisa de gratitud para con su hijo.
Camus se estaba reponiendo del efecto anestésico, un tanto débil tardo en reaccionar, en corresponder aquel abrazo, en saber... que no estaba soñando.
.-¿ te sientes mejor "pequitas"?
Aquella mujer hablo con dulzura, no le llamaba así desde que tenia siete años, pocas veces se mostraba cariñosa.
Un toquido breve se escucho a traves de la puerta y el visitante entro después de escuchar: "adelante".
Athel pasó a la recámara del hospital, se unió a la mamá que sentada junto al pie de la cama sostenía la mano del pelirrojo.
.-Gracias por todo Athel
.-Para eso son los amigos
el muchacho lucía visiblemente aliviado de que Camus no representó un caso perdido.
.-Athel... no recuerdo que tú...
.-ya! ya! descansa ahora camarada, por hoy no te pongas a analizarlo...
.-Tiene razón hijo, debes descansar... - sugirió la señora acariciando sus cabellos-
yo quiero que estes bien, todos queremos que te pongas bien
nos ayudaras, ¿verdad?
Camus asintió, dijo lo primero que le vino a la mente.
.-¿y...Milo?
.-Él...no te preocupes, él vendrá...
Athel buscaba apaciguar la intriga de Camus, trato de comunicarse pero Milo no respondia su celular.
La goma de mascar perdió su sabor característico hace más de veinte minutos.
Miró la hora... tarde para ausentarse de casa, regularmente nadie espera, y no tiene ganas de regresar a su "hogar"...
pero, ¿que tal si recibe una llamada de larga distancia comunicando que el Sr. y la Sra. Valiant llegan de su viaje este fin de semana?...
Dudó... forzándose a guardar una esperanza, caminó de regreso proveniente de un paseo que alargó su duración con notariedad.
Milo estaba bastante distraído con sus propios problemas para analizar que la fachada de la residencia estaba rodeada por un par de coches más.
Además la quietud invadía el entorno y no habia otro distractor aparte del típico silencio.
Abrió la boca y depositó en el índice la masa insabora de su chicle, se quedó mirándolo pensativo un par de segundos frente a su nariz, finalmente lo desecho pegándolo en una pared contigua.
La cabeza le daba vueltas, lo único que motivaba sus acciones era tomarse una aspirina y dormir para poder desestresarse.
Estiró los brazos hacia arriba, trono sus nudillos y giró la perilla.
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-Deja eso Vincent
El padre arrebato de los labios el cigarrillo que el joven disponía a fumar.
El cuerpo pedia nicotina, olvidó el espectáculo que montaba frente a personas tan distinguidas.
La estancia donde el grupo se encuentra es una anti tesis de lo sencillo, un festin de gustos refinados.
El que por ser dueño de la casa tambien representa al lider de la junta habló.
.-agradezco su consideración a pesar de los negocios y también la de los chicos...
Los presentes aguardaron impacientemente, viendo como la puerta era abierta al fin por quien estaban esperando.
El allegado no tuvo noción de recibir visitas
Se sorprendió al verles, no solo estaban sus padres, también se encontraban los papás de Vincent y de Leobardo, asi como sus respectivos primogénitos.
.-¿Mamá, ¿Papá? ¿llegaron antes? ¿Qué pasa aquí? - preguntó Milo suspicaz.
La madre se acercó a darle un abrazo, mientras su padre le daba una bienvenida menos cálida y más formal.
.-Siéntate Milo.
El joven puso un semblante serio y obedeció la orden de su padre.
.-Los señores Essex y Angelwood estuvieron conversando con nosotros...
Milo lo sabia por sus caras, parecia que habian tenido una plática seria, ¿qué tenian que ver los negocios con él? ...porque sin duda de eso se trataba...
el chico continuó expectante, arropado por un extraño presentimiento. Si sus padres tuvieron que llegar solo para hablarle, esto era algo muy importante.
.-Hemos notado una baja en tus notas, ¿te ha estado distrayendo algo en particular?
La respuesta sencilla era sí, aunque no podría explicarla con razonamientos.
.-¿ vas a respondernos?
Milo afirmó con una mirada, dando pie a que continuara su papá.
.-Sólo queremos tener una conversación hijo -secundó la madre.
.-No se preocupen mejoraré mis notas...
Milo bajó la mirada, callando los impulsos de soltar la verdad, gritar, descargarse, reclamar, decir que en momentos como éste eran los únicos en que se daban cuenta que él existía, eran deseos que no podia saciar.
Se puso de pie dispuesto a evadir el peso de la situación.
.- ¿te olvidas de quienes estan con nosotros? Más respeto jovencito.
El reclamo autoritario de papá lo freno en su retiro, "La crema y nata de la alta sociedad" pensó sarcástico, ¿o lo dijo?
El joven camino hacia una pequeña barra en esa misma estancia, tomo varias copas, llenando con champaña sus contenidos, y las entrego a cada uno de los presentes.
.-... hay que celebrarlo, semejante conversación merece un brindis...
Se percibían miradas silenciosas, expectación constante hacia Milo, la atención recayendo sobre su persona...
.-Es una sorpresa la visita… o mejor dicho, recordar que tienen un hijo cuando necesitan hablar con él sobre materias que están en segundo plano, gracias por brindarme el apoyo que necesito... ¿saben? ...cuando gané el primer lugar de atletismo por tres años consecutivos... ni una sola vez pude distinguirlos entre el público...
brindo por ti Mamá, seguro tus joyas demuestran más vida que alguien pidiendo que vayas al festival deportivo,
Brindo por mis "amigos"… Vincent, Leobardo, que utilizan su dinero para sentirse especiales, hasta pisotear la dignidad de la gente que nos rodea, por esta vida llena de lujos y comodidades, porque lo es todo... ¿no es así papá...?
Levanto fugazmente su copa y bebió el contenido de un solo sorbo, tomó la botella con intención de servirse más, mientras lo hacía sus padres tanto como sus invitados quedaron estupefactos ante tal actitud, permanecieron inmutados hasta que el padre de Milo reaccionó
.-¿qué significa todo esto?
El rubio sonrió con sarcasmo ante la pregunta, volviéndose para enfrentarlo.
.- ¡¿ no lo entienden! …nunca lo han hecho, ¡¿cómo lo harán si nunca están en casa, siempre viajan, ¿ se han preguntado como me siento? ¿supieron si de verdad quiero seguir viviendo esta farsa?
.- ¿De qué estas hablando? ¿a qué te refieres hijo?
La expresión de Milo se transformó de tristeza y sarcasmo, a furia incontenible
.- ¡hablo de ustedes mamá ! ¡ creen que esto es una familia normal! tengo una noticia…yo no lo veo así, ¿ saben que una familia normal esta unida, se apoyan, se aman…? yo no siento eso de parte de ambos .
.- Milo, te aconsejo que moderes el tono de voz, no es propio para dirigirse a una persona mayor.-
.- ¿ te mereces mis respetos cuando nunca estuviste? … seamos honestos… ¿merecen ese respeto?
Una bofetada cruzó el rostro del chico, su padre perdio la poca paciencia.
.- No hables así en esta casa.
Milo sonrio con pena, el golpe le dolía y empezaba a enrojecer, pero no más que su corazón.
.- dame otra, seguro lo harás cuando sepas que...
el chico dio un nuevo sorbo directo de la botella, tomando valor con tal acción.
.- Señor y Señora Valiant, Felicidades... serán abuelos...
.-Milo... –reprocho la madre –
.-Elisa... mejor dicho mi ex... esta embarazada
.-¿Cómo! ¡¿permitiste que eso pasara!
El padre reaccionó iracundo, todos estos años formo un descarado irresponsable, no queria ni pensarlo, debía imponer un castigo, recalcar su autoridad.
.-Se acabó! escuchame bien! de ahora en adelante te mandaré a una escuela militar!
Milo rió por lo bajo, empezando a juntar las palmas de sus manos
.- ¿es tu solución?... ¡Bravo papá!
Un sonoro portazo se escuchó desde el piso superior, los padres de Milo sintieron profunda vergüenza por ese comportamiento, no podrían justificarse ante los invitados ya que Milo había sacado todo a la luz, eso los delató por completo.
En su habitación nadie molestaría, Milo se encontraba sentado en el piso con la espalda recargada en la puerta, tomando aquel liquido etílico, las gotas se derramaban desesperadamente por las comisuras de sus labios, poco a poco caían a sus rodillas, ahogándose en ese mar de alcohol, como hace la madre de su amante, aparta la botella al quedarse sin aire, sonríe ante la ironía, hizo prometer a Camus que no automutilarse, ahora él mismo estaba cayendo en las garras de uno de los vicios más comunes y destructivos, ¿qué le diría si lo viera en estos momentos, otro sorbo más...
Siente ese mareo característico, lo que indica que alcohol está haciendo su efecto enviándole a otra dimensión, donde los problemas solo se disfrazan más nunca desaparecen.
No basta una botella para huir de todo y de todos...
Oye que tocan a la puerta, tuerce los ojos al sentirse acosado.
.-¿Queeeeeeeeeee?.- Fue la parca respuesta después de sentir como el alcohol subía a su cabeza.
.- Soy yo .-
Con pesadez, se incorpora y balancea levemente, el mareo le impide enfocar la perilla, sacude la cabeza para liberarse un poco de esa pesadez cerebral, al entreabrir la puerta se encuentra con el rostro de Leobardo, Milo iba a cerrar de un portazo pero el chico fue más rápido y con el pie interpuesto entre la puerta y el marco logró la intromisión.
.- Tengo que hablar contigo
Entró con intención de hacer entrar en razón a Milo…por las malas, o simplemente venganza.
.-Nuestros padres estaban hablando sobre tu futuro.
Milo no entendía lo que ese pedante quería decir, Leobardo rio por lo bajo al ver la expresión del rubio.
.- Milo, tu padre…quiere lo mejor para ti
.- "si claro"
.- Me diras que no es gran cosa el embarazo de Elisa.
Todo el mundo lo sabe ¿crees que una noticia así es facil de ocultar? Esa "novia" tuya es tan estúpida que se lo conto a sus amigas y ellas lo contaron a otras amigas… definitivamente el músculo más fuerte de la mujer es la lengua.
El comentario solo era chistoso para él, esa actitud machista hacia enfurecer a Milo, que cerraba sus puños conteniendo su ira.
.-¿Sabes qué dijo tu padre?...Dijo que eran demasiado jóvenes para la crianza de un bebé, te mandaría a una escuela militar para que recapacitarás, Elisa y tú si que estan en serios problemas, ese comportamiento no es digno de una persona madura, necesitas canalizarte.
.-Es rídiculo que tú lo digas, tu inmadurez equivale a la de un niño de 6 años
El chico sonrió divertido ante el enojo de su interlocutor.
.-"Este niño de 6 años si usa ese látex al que llaman preservativo, tú eres tan calentón que en vez de pensar con la cabeza de arriba, lo hiciste con la de abajo".
… me enteré de otro asunto, que afortunadamente aun no sale de nuestro círculo, algo mucho más delicado.
Leobardo se acercó a Milo colocando los labios a su oído
.- Vincent te vió en los baños, con ese fenómeno Malkavian, vió lo que hacían ustedes dos, como tu te lo cogías por detrás, como gemían como perras en celo.
Ese comentario hizo que Milo empujara a Leobardo con violencia, este solo reía más ante la reacción del joven, Milo desviaba su mirada por los diferentes rincones de la habitación, intentando huir de las burlas de Leobardo que continuaba fustigándolo con palabras más duras.
.- ¿Es qué el fenómeno no pudo aguantar hasta llegar a un hotel? ¿Tanta desesperación tenias por revolcarte ? ni siquiera tuviste la delicadeza de mantener un bajo perfil, ya veo que no te importa tu reputación.
.- Es verdad no me importa, ¡no me importas tú, ni Elisa, ni esta maldita vida!
.-¿No me digas que ahora te vas a vestir de negro y andaras por ahí lamentándote sobre los horrores de la vida?...
.-Si lo hago eso a ti no te importa
Una mueca de disgusto apareció en el rostro de Leobardo al recibir aquella negra respuesta, Milo cambió desde que se juntó con Camus, todo por ese maldito proyecto, el pelirrojo le corrompió desviándole por otro camino, pronto relajó el rictus y dibujó una media sonrisa, sacaría su última carta, la que derrumbaría a Milo por completo.
.- ¿Quieres saber qué le hice a esa basura Milo?
Milo se detuvo en seco y lentamente dirigió toda su atención a Leobardo, este sonrió maliciosamente y continuó con la historia.
.- Destrocé su rostro a golpes, tantas veces que el infeliz cayó medio muerto al suelo mugroso donde debe estar pudriéndose como un cadáver, disfruté cada momento, cada puñetazo que encajaba en su cara, lo desangré y lo deje abandonado para que muera, quien sabe…con suerte los cuervos iran a darse un festín con sus ojos.
Aquello era espeluznante, Milo no daba crédito a lo que oía, simplemente era injusto, ¿por qué Camus tuvo que pagar por algo que su padre hizo? En todo caso la resolución del problema radicaba en el padre de Leobardo, Camus no tiene nada que ver, sólo es el hijo de ese difunto ex-empleado, Leobardo tan solo usaba la excusa que Camus era diferente para aprovecharse, hasta donde llegaba la cobardía y la estupidez de la gente.
No podía dejar pasar esto, sólo mencionar que Camus fue golpeado sin tener una causa real lo enfureció, sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre Leobardo, lo tiró al piso, golpeándolo, haciendo sentir con cada impacto lo que vivió Camus, sus puños desesperados atacaban el rostro, las piernas de Milo aprisionaban las del otro inmovilizándolo con bastante dificultad, siendo su oponente un hueso duro de roer.
I've
got a word of thanks
Thanks that I'd like to say
For the rage
that I feel
For the rage that I feel today
Gotta stack gotta
stack
Stack of chips on my shoulder
In everything I do
Cause
I made I made I made
The mistake, the mistake of trusting you
People
like you just fuel my fire
People like you just fuel, yeah
Odia a Leobardo, odia lo que hizo, odia a sus padres y a Elisa, culpablemente también odia a lo que carga en sus entrañas...
Rodaron por el piso de la habitación hasta que Leobardo tomó ventaja colocándose sobre el contrincante.
Impidió
que Milo continuará, logró reventar el labio con un
puñetazo directo,
aquel hizo una mueca de dolor mientras el
otro aprovechó, interceptó el cuello de Milo y comenzo
a estrangularlo con ambas manos...
El rostro del sometido cambió a un leve tono azul, sin resignarse a a perder, comenzó a toser mientras Leobardo le miraba con toda la furia que era capaz, apretando los dientes en un esfuerzo constante.
My
layers are thick
And I got a bad attitude
Yeah that knife in my
back
Has fingerprints that belong to you
Gotta grudge gotta
grudge gotta grudge
That I'm holding for you
Ganarle a semejante bastardo no solo significa vengar la situación de Camus, significa pagar por todas las veces que actuó como imbécil con otros chicos, ¿cuántos más sufrieron ese mismo comportamiento que influenció a Milo para hacer lo mismo?...
Las manos del Rubio se aferraron en buscar un arma con que combatir, tanteó el piso en pos de algo, cualquier artículo útil para liberarse del oponente, sería el vencedor aunque tuviera que destruir...
Tomo en su mano el cuello de una botella vacía, la impacto contra el piso rompiendo el vidrio, haciendola al instante una arma punzocortante, el hombro de leobardo era su objetivo, al verlo expuesto Milo abalanzó su brazo derecho y enterró aquellos filosos vidrios torciendo la improvisada arma para rematar...
Un grito animal se escuchó no sólo en la habitación sino por toda la casa.
Inmediatamente el Rubio tomó el control. Sus puños atacaron el rostro del chico vistiéndo de sangre líquida sus nudillos fertilizando así su espíritu vengativo.
As
long as I live
'cause you lied you lied you lied
And that's
something that I can't forgive
You liar
People like you just fuel my fire
People like you just fuel,
yeah
Forcejeaban, costaba trabajo respirar... en cuestión de segundos los padres de Milo y demás invitados acudieron a la habitación, inmediatamente los separaron, Leobardo tenía la nariz rota, por la comisura de sus labios se asomaba un hilo de sangre.
Castigado.
Le parecia estar sepultado bajo pesados escombros, sin arrepentimientos...
.-Esto no acaba aquí...
Por las mejillas corren lágrimas saladas... el pecho suelta sollozos pesados, su claro cabello brilla en la penumbra.
Encerrado...
Miro hacía arriba donde estaba la ventana, se levantó y forcejeó inútilmente, buscando la manera de quitar el cerrojo, esa barrera no le vencería, tiró una patada hacía el cristal rompiéndolo al instante, salió de la habitación por el hueco, subiendo por la azotea de ese segundo piso, posó su mirada en el cielo estrellado.
Sacó un cigarrillo, en su otra mano tomó un golpeado encendedor... el de Camus...
... tomó el telefono celular de su chaqueta, parpadeó sorprendido al notar ocho llamadas perdidas... todas con el mismo destinatario.
Había quitado el volumen al aparato, sin enterarse que lo solicitaban.
Marcó al número, pronto atendió una grabadora.
.- Esta llamando al hospital general, si conoce el número de extensión marque uno, para nuestra recepción marque dos, o espere en la línea.
Soltó el aire de sus pulmones apagando el cigarrillo, tenía que escapar...
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El pelirrojo dormía profundamente con los medicamentos que ingirió, la respiración acompasada estaba calmada y en relajación.
El recién llegado colocó su rostro a escasos centímetros, buscó un leve roce sin despertarle, jugando con los dedos a unir esas imperfecciones adorables en forma de pecas.
Milo dió un leve toque en los labios a aquel durmiente, considerándolo un beso.
Acarició la mano... más pálida que antes, el contraste entre ambos tonos de piel le rememoró aquellos instantes compartidos...
Estaba seguro... la voluntad era inquebrantable para ese chico, a quien hasta hace unas horas se debatia entre la vida y la muerte, no tenía la fortaleza de soportar verlo así, ese ser indefenso no encaja con el esquema del Camus que conoció, el desafiante intelectual lejos de conformismos, el pasivo agresivo, e incluso dulce en el fondo.
La recuperación no sería fácil, las fuerzas de uno se agotan mientras las de otro amenazan por desaparecer.
El rechazo de la sociedad duele... la importancía de aceptación ocupa relevancia.
¿por qué Leobardo disfrutaba destruyéndolo?
¿ qué insensato beneficio ganaba?
La piel del chico se sentía fría, Milo extendió la cobija sobre su torso hasta cubrirle por debajo de la barbilla, dejó al destape su mano derecha que seguía acariciando.
Tomó un trozo de papel que había guardado, sin estar seguro de entregarlo o no, lo coloco debajo de la almohada donde reposaba la cabeza.
Miró el rostro de Camus, imaginaba decirle que despertara y abriera los ojos para él, mostrándole aunque fuera una de sus miradas huidizas.
Quería decirle que todo estaba bien, aunque por eso tuviera que ser castigado.
Camus se removió entre sueños, reviviendo la pesadilla, Milo acarició su cabeza, relajando con su toque el semblante del durmiente.
Odiosa realidad...
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gracias por leer, continuara EN EL PROXIMO EL FINAL
