Capítulo 1: Encuentros problemáticos
Por fin habían llegado a Japón después de haber recorrido el mundo y empezarían la construcción del cohete. Ese día Senku se había despertado con mucha energía y estaba muy emocionado de poder hacer todos los avances científicos que tenía que hacer para poder llegar a La Luna y conseguir resolver el misterio de Whyman. Seguía supervisando las cosas y se suponía que en esos días llegarían los recursos para ensamblar el computador primitivo que Sai programaría. Así que tenía que asegurarse de que todo estuviera en orden.
Sí, en cualquier momento llegaría Taiju con el envío regular de Estados Unidos a Japón y eso sería muy emocionante de verdad.
Iba caminando para supervisar todo el trabajo de cada uno de los equipos, cuando de repente escuchó una explosión que le llamó la atención, porque iba acompañada de un resplandor de color verde.
¡No era posible! ¿Otra petrificación? ¿Tan pronto?
Estarían perdidos. Todo su trabajo se perdería.
Senku corrió hacia el lugar en donde percibió la explosión, pero no había nada. En el lugar ya se encontraban Kohaku, que probablemente había visto algo, y Ukyo, que seguramente había escuchado el estruendo con su fantástico oído. Tras ellos llegaron también Gen y Chrome.
—¿Alguno sabe qué ocurrió? —interrogó Senku a los demás.
Todos negaron con la cabeza.
—Yo sólo vi una luz verde cegadora, que parecía del rayo petrificador. Pero aparentemente no hay nada —explicó Kohaku encogiéndose de hombros.
Sin embargo, Ukyo estaba alerta volteando hacia todas partes, probablemente intentando localizar algún sonido. De repente, con una gran agilidad, lanzó una flecha en dirección a unos árboles, pero la flecha no le dio a nada. ¿A nada? Ukyo era muy buen arquero y si había escuchado algo, es porque había algo en ese árbol.
—Kohaku, ve…
—¡Esperen! —gritó una voz masculina desde el árbol—. ¡Nosotros iremos!
Después de eso, alguien ayudó a bajar a una adolescente de aproximadamente unos 13 años, de cabello blanco con las puntas verdes y ojos rojos que a Senku se le hicieron bastante familiares. Llevaba el cabello recogido en una coleta y, sorprendentemente, iba vestida con ropa que nada tenía que ver con la que Senku y sus amigos tenían en ese momento: Era una camisa gris con un diseño que asemejaba al sistema solar y un short de jean negro, además de unos zapatos deportivos: definitivamente era ropa de la era moderna. Levantó las manos mientras caminaba hacia ellos.
—¿Quién eres? —preguntó Kohaku sacando sus dagas.
—Eso no es relevante —dijo la pequeña con tranquilidad, aun con los brazos elevados al cielo y caminando con lentitud hacia ellos, incluso, parecía que con cautela y un poco de temor.
—¿Eres familia de Senku? —preguntó esta vez Chrome, quien la miraba con extrañeza.
Sí, eso era, su apariencia se le hacía muy familiar justamente porque era similar a la de él mismo, sólo que en una versión femenina y más pequeña. ¿Quién era esa chica?
—Eso no puedo responderlo, al menos no ahora, sólo necesito la medusa, por favor —pidió con tranquilidad, aunque con un deje de súplica—. ¿Ya consiguieron la medusa en esta época? —cuestionó posteriormente.
—¿Cómo sabes de la medusa? ~ —inquirió Gen, anticipándose a la pregunta que Senku estaba a punto de formular, y con una mirada demasiado perspicaz—. ¿Estás con más personas? —también preguntó, mirando al árbol del que acababa de bajar la chica.
Todo esto era demasiado extraño. Ese extraño estruendo y luego esa chiquilla pidiendo la medusa… ¿con qué propósito? Podría ser alguna enemiga enviada por Whyman. Senku empezó a dilucidar ante las posibilidades, mientras escuchaba el interrogatorio.
—Estoy con otras personas. No soy enemiga, si eso piensas —explicó la pequeña, esta vez mirando con fastidio y con una mueca que a Senku le pareció conocida.
—¿Cómo es que no eres familia de Senku, si tienes muecas similares a las de él? —preguntó ahora Kohaku, con inocencia.
—Ya les expliqué que no puedo responder a esa pregunta, o al menos no por ahora… —Parecía realmente reacia a colaborar—. Esperen un momento… ¿puedo volver al árbol y enviar alguien que sea un mejor mediador? —cuestionó con algo de nerviosismo, mirando a todas las personas que tenía frente a ella.
Todos alrededor seguían en alerta, pero parecía que esa chica no tenía ni idea de qué decir y mostraba bastante nerviosismo. Kohaku miró hacia los lados y corrió hacia el árbol ante la atónita mirada de la muchacha, pero cuando se acercó al árbol, una especie de energía la hizo salir despedida de vuelta. Senku se acercó a verla inmediatamente, pues parecía aturdida por lo que había pasado; mientras tanto, Ukyo apuntó a la desconocida.
—¿Estás bien, leona? —preguntó Senku acercándose a Kohaku y extendiéndole una mano.
—¡Ja! ¡Se necesita más que eso para noquearme! —exclamó ella tomándole la mano al científico—. Y no me llames leona.
—Esperen… puedo explicarlo —estaba diciendo la chiquilla mientras Senku terminaba de ayudar a Kohaku—. Yo… si digo algo podría generar una catástrofe. ¡Maldición! ¡No sé qué hacer!
—¡No maldigas, es malo! —gritó desde el árbol una voz masculina diferente a la primera que había gritado inicialmente.
Definitivamente había más personas en ese árbol, además de que habían demostrado tener una tecnología avanzada, lo que sólo podía explicarse con el hecho de que eran enviados de Whyman. Y seguramente estaban buscando la medusa para volver a petrificar a la población.
—Trabajas para Whyman~ —afirmó Gen, que parecía estar pensando en lo mismo que Senku.
—¡No! ¡Esperen! ¡No le hagan daño! —gritó una voz temerosa desde el árbol, y seguidamente ayudaron a bajar a otro adolescente.
Este chico no debía pasar de 16 o 17 años, tenía el cabello negro y una piel blanca como un papel, además de unas ojeras que lo hacían ver como si tenía meses sin dormir. Iba vestido con unos jeans azules largos y una chaqueta negra enorme, además de unos zapatos deportivos blancos. Caminó desde el árbol y se acercó lo más posible al grupo, también con los brazos elevados.
—¿Tú quién eres? —preguntó Ukyo apuntándole ahora al chico.
—Mi nombre es Elioth. No necesitan saber nada más sobre mí por ahora~ —habló cantarinamente y con dulzura, lo que le hizo recordar a Gen—. Venimos en son de paz, de verdad~. —Les dedicó una sonrisa demasiado exagerada—. No somos enemigos, ni trabajamos con Whyman, pero, por muy extraño que parezca, necesitamos la medusa que ustedes tienen, por favor~ —esta vez juntó sus manos al frente, suplicante.
—¿Cómo vamos a entregar algo tan importante a dos desconocidos que ni siquiera nos explican quiénes son o de dónde vienen? —preguntó esta vez Senku, exasperado.
—Bueno, esa es una buena pregunta~ —señaló el chiquillo sonriendo—. La verdad es que tendrías que confiar en nosotros~ —puntualizó.
—No tengo por qué confiar en ustedes, no los conozco y bien esto podría ser una trampa —explicó, rascándose el oído con el meñique.
—¡Eres despreciable! —chilló de repente la niña empezando a llorar y salió corriendo hacia el árbol, donde rápidamente alguien estiro la mano y la ayudó a subir.
—¿Me van a capturar a mí, cierto? ~ —interrogó Elioth, con una sonrisa exagerada.
—Qué bueno que lo has notado~ —respondió Gen, también con una sonrisa exagerada.
Si bien no iban a poder capturar a las demás personas que estaban escondidas en el árbol, y parecía ser que la chiquilla que salió corriendo odiaba a Senku, por lo menos podrían llevarse a la aldea al otro muchacho e intentar interrogarlo de forma más privada. Senku le encargó a Ukyo y Kohaku que se quedaran vigilando y Gen amarró al chico a sí mismo y a Chrome.
—No necesitas atarme tanto, soy un debilucho~ —aseguró Elioth.
—No sé por qué me parece que eres un excelente mentiroso~, así que prefiero no arriesgarme~ —canturreó Gen.
Al llegar al laboratorio, se encerraron con el chico extraño, ante la mirada curiosa de los demás, pero realmente Senku había quedado sumamente intrigado con el suceso extraño que había ocurrido. Lo sentaron en una de las sillas, ya sin nada que lo mantuviera atado, preparándose para el interrogatorio.
—Te haremos confesar, sea como sea —le mencionó Senku con una mirada psicópata. En ese momento el chico repentinamente puso una mirada de terror.
—No, no… está bien, no puedo explicar todo, porque Shinku me mataría y probablemente me diría que arruiné su existencia —expresó preocupado—, pero… creo que puedo explicar en líneas generales qué hacemos aquí. Pero no hablaré frente a él —finalizó señalando a Gen.
El mentalista miró un poco ofendido al chico, quien cruzó las piernas y los brazos, en una postura de notoria negativa a hablar ante él.
—¿Y cómo sabrá Senku-chan que no estás mintiendo? ~ —cuestionó Gen—. Yo soy un mentalista y sería muy difícil que consigas burlarme~.
—No puedo hablar ante ti, lo siento.
—Ya, mentalista. —Senku estaba empezando a hartarse y también se encontraba ansioso por saber cómo habían hecho para repeler de esa forma a la leona, siendo ella una de sus guerreras más fuertes—. Yo me encargo. Chrome y tú pueden irse.
Ambos miraron a Senku con un poco de preocupación, pero finalmente decidieron retirarse.
—Cualquier cosa, grita —mencionó Chrome antes de salir.
Senku tomó asiento frente al chico y cruzó los brazos. Estaba intentando entender la motivación del adolescente.
—Ya se fueron. Habla.
—Asegúrate que se haya ido —enfatizó el chico.
El científico se levantó con fastidio y fue hacia la puerta para asegurarse de que Gen no estuviera ahí, pero como se trataba de ese entrometido, se lo encontró en la puerta.
—Hola, Senku-chan~, ya me iba a trabajar… ~ —Y dicho esto, se retiró.
Nuevamente Senku cerró la puerta para que nadie los molestara y volvió a sentarse frente a Elioth cruzando los brazos. El chico respiró profundo, como si tuviera miedo de lo que iba a decir, hasta que finalmente habló:
—Mi nombre completo es Asagiri Elioth, sólo lo diré esta vez, para intentar conseguir un poco de tu confianza, Senku-chan~. Mis amigos y yo venimos del futuro porque queremos hacer que los Whyman abandonen todos La Tierra, no queremos que quede ninguno. Entonces por eso necesitamos hablar con Medusa-chan —explicó hablando bastante rápido y sonrojándose inmediatamente.
Senku se ahogó con su propia saliva cuando terminó de procesar lo que acababa de escuchar. Necesitó unos segundos para poder analizar las frases "venimos del futuro", "no queremos que quede ninguno" y "necesitamos hablar con medusa-chan". Eran demasiadas cosas en un corto período de tiempo, pero al final logró entender todo y hacer la pregunta más importante:
—¿Hay más de un Whyman?
Elioth suspiró.
—Sí. Sinceramente no sabemos qué tanto podemos interferir en esta época o cómo afectará la nuestra (en caso de que la afecte) —esta vez el chico había empezado a hablar más seriamente y ya su tono de voz no se parecía al del mentalista—. Mi mamá y el Senku del futuro habían estado hablando sobre la posibilidad de que la máquina del tiempo fuese una máquina que viajara entre universos, que en este caso probaríamos la existencia de un multiverso, pero no tenían certeza de lo que pudiera pasar. De todas formas… nosotros ni siquiera deberíamos estar aquí —miró fijamente a Senku con preocupación—, pero ninguno de nosotros quiere que nuestro futuro cambie, aunque parezca un deseo egoísta de nuestra parte —terminó de explicar el chico de cabello negro.
Senku estuvo rascándose el oído con el meñique por un momento y miró al piso del laboratorio. Por lo que entendía, parecía ser que habían conseguido hacer una máquina del tiempo, pero no tenían certeza de que se moviera en el tiempo o en el espacio, lo cual implicaba que estaba en período de prueba. Aparentemente, ese niño con el que estaba hablando era el hijo de Gen y, por como había hablado en los últimos minutos, parecía entender un poco más de ciencia que Gen, infiriendo que por su madre. Dadas las características de la niña que habían visto antes, y el hecho de que se llamara Shinku, Senku supuso que era su hija y que probablemente estaba enojada por alguna decisión tomada por él respecto a la máquina del tiempo (que bien podría ser una máquina para moverse por el multiverso).
—¿Está todo bien? —preguntó el chico, que parecía estar algo nervioso después de lo que había dicho.
—Así que eres el hijo de Gen con alguna especie de científica… ¿podrías explicarme un poco del funcionamiento de la máquina del tiempo? —preguntó Senku, ahora mirándolo fijamente con emoción.
Elioth sonrió.
—Realmente mi mamá no es la persona que más te agrade en el mundo, pero cuando hablan de ciencia suelen llevarse mejor —contó sonriente—. Y la verdad es que soy un mentalista, sólo que estoy un poco (no demasiado) metido en las ciencias por mi mamá, que es neurocientífica. La verdad es que no sé mucho del funcionamiento, pero, en resumen, se construyó una máquina del tiempo con tecnología extraída de los Whyman, así que funciona en parte como una inteligencia artificial. Para crear esta inteligencia artificial, se utilizaron muchos conocimientos de neurociencias que permitieran programarla y que cumpliera con ciertos parámetros para los viajes en el tiempo, así que mi mamá ayudó a completarla —mencionó con un tono orgulloso—. Sé que te parecerá inmaduro de nuestra parte, pero ninguno de nosotros quiere perder su vida sólo para lograr salvar a todos los habitantes que había en La Tierra antes de la petrificación.
Senku iba asintiendo ante todo lo que le estaba diciendo Elioth y tomó algunos apuntes para tener una noción general de lo que estaba ocurriendo. Definitivamente estos chicos parecían querer arruinar todo lo que se había logrado en el futuro y detener el avance científico sólo para garantizar que sus propias vidas estuvieran bien y se mantuvieran como estaban, esto aparentemente priorizando sus intereses por encima del resto de la humanidad. También parecía ser que Senku tenía mucha relevancia en el mundo científico del futuro, lo que lo hizo preguntarse en qué clase de tontería había pensado cuando había decidido tener un hijo o, en este caso, una hija.
—¿Cómo es que hablarás con "medusa-chan"? —le preguntó esta vez Senku.
—Pues, tienes que colocarla en un envase al vacío porque se deteriora y después podré hablar con ella, Senku-chan~ —explicó utilizando un tono cantarín parecido al de Gen.
Senku se quedó mirándolo fijamente.
—Entonces hablaremos nosotros con ella —finalizó, encogiéndose de hombros—. Sólo con esto debería haber un cambio en el futuro de ustedes, haciendo que probablemente desaparezcan. —Esta vez Senku había empezado a rascarse el oído con el meñique, pero la mirada de Elioth reflejaba verdadero terror.
—No puedes hacer eso…
—Sí que puedo —dijo Senku, con un tono malicioso y poniendo cara de psicópata, lo que acentuó la mirada de terror del muchacho—. Pero, considerando todo este asunto, esperaré cinco días antes de cualquier decisión. Ya que dudo que "yo" del futuro no se haya dado cuenta y lo más probable es que venga y, en caso de que eso no haya sucedido, en definitiva, la respuesta será que viajaron en el multiverso y en ese caso no importaría que nos cuenten todo —concluyó con una cara de alegría, estaba muy emocionado ante la idea de que los chiquillos le explicaran todo lo que había pasado para tener ventaja sobre Whyman y sobre su versión futurística.
—Realmente en caso de que exista el multiverso, lo más probable es que no nos encuentren, porque podría haber demasiados universos como para poder encontrarnos, pero al menos nuestros hermanos no tendrán que preocuparse por desaparecer~ —explicó cantarinamente, intentando parecer calmado—. Entonces, supongo que puedo volver al árbol y esperar ahí los cinco días.
Senku lo miró con indiferencia, rascándose el oído con el meñique.
—Mandaré a alguien con comida tres veces al día, ¿cuántos son? —preguntó Senku.
—Sólo somos cuatro~ —respondió Elioth con una sonrisa.
—Dejaré también a Kohaku y Ukyo vigilándolos 24 horas, porque necesito asegurarme de que no vayan a intentar robar a la medusa —explicó Senku con fastidio—. Que problemático esto de tener hijos y tener que controlar sus travesuras.
—Está bien. Creo que esperar a mí también me parece una buena opción, Senku-chan~, Shinku-chan y yo compartimos la hipótesis de que existe el multiverso, así que de igual forma es conveniente esta resolución. Confiaré en que Senku del futuro no llegará~ —dijo con confianza Elioth.
—También me aseguraré de que Ukyo y Kohaku los acompañen a bañarse al río y le pediré Yuzuriha algo de ropa para que puedan cambiarse los días que estén aquí. Te preguntaré una última cosa… ¿quiénes son los niños que están contigo y qué edad tienen?
—Ok… yo tengo 15 años, aunque me veo mayor por la cara de no haber dormido. Shinku, la chica que habló contigo, tiene 14 años. Yasuo, tiene 15 años como yo. Y Rin, tiene 13 años. Ella ni siquiera debió haber venido, porque está muy pequeña —explicó Elioth con preocupación, y la verdad Senku pensaba que todos estaban pequeños—, pero saltó sobre nosotros a última hora y terminamos teniendo que traerla, por eso es por lo que no nos dio tiempo de fijar bien la fecha a la que iríamos, siquiera~.
Senku asintió y después llamó a Chrome nuevamente, este llegó al laboratorio con Gen y volvieron con Elioth caminando hacia el mismo lugar donde habían aparecido ellos. Gen parecía curioso de saber qué es lo que le había dicho el adolescente, y finalmente no se contuvo.
—Senku-chan~, ¿podrías decirnos algo sobre lo que hablaste con ese niño? ~
—Vienen del futuro. Se quedarán cinco días en el árbol y, en caso de que no los vengan a buscar, entonces ellos mismos nos contarán todo sobre las magníficas tecnologías del futuro —explicó Senku emocionado, Gen y Chrome no pudieron evitar que se desencajaran sus mandíbulas ante eso, incluso Elioth se sorprendió y se palmeó la frente con la mano.
Después de que el adolescente volviera a subir al árbol, ya no supieron más de ellos. Senku dio las instrucciones a Kohaku y Ukyo sobre la vigilancia de los niños y luego le encargó a Francois de llevarles comida. Estos visitantes harían todo más emocionante y Senku estaba diez billones por ciento seguro de ello.
…
Y así termina el primer capítulo de esta historia rarísima. Realmente me gustó mucho esta idea. La inspiración para escribir surgió en medio de un apagón de luz que hubo ayer, así que básicamente tengo tres capítulos hechos ya, pero mi plan es irlos subiendo, así como subo Souvenir, cuando tengo avanzados al menos dos capítulos más. Espero que les guste y puedan dejarme comentarios, porque sus comentarios me motivan mucho.
Los personajes, como bien saben, son de Inagaki y Boichi, los únicos míos son unos cuantos OCs que bien conocen y los niños descendientes que irán conociendo a lo largo de los capítulos. Espero que lo disfruten de verdad.
