Capítulo 2: Desapariciones problemáticas
La alerta que se había encendido en el laboratorio había hecho que Senku corriera de la sala de reuniones a ver qué había pasado y se había encontrado con que la medusa estaba amarrada con cinta adhesiva súper resistente a una pared, además de que había señales de actividad en la máquina del tiempo, la cual aún ni siquiera había sido probada y ya parecía ser que alguien la había manipulado.
Senku en ese momento experimentó el verdadero terror, jamás había pensado que una situación lo haría temer de la forma en la que estaba temiendo en ese momento, porque, si sus suposiciones eran correctas, la persona que había activado esa máquina del tiempo era la persona que él menos querría que lo hiciera y por quien podría tener problemas… serios problemas.
Le quitó la cinta adhesiva a Medusa, y esta de inmediato le contó lo sucedido resumidamente:
—Senkuuu… los niños activaron la máquina del tiempo. —Hasta para ser una inteligencia artificial, Medusa estaba mostrando su preocupación.
—¿Cuáles niños? —cuestionó Senku, sabiendo que sus dudas empezaban a crecer y sospechando la respuesta.
—Shinku, Elioth y Yasuo, aunque también escuché la voz de Rin corriendo al laboratorio, pero no sabría decir si ella también desapareció con ellos…
Sí, definitivamente Senku sintió el verdadero terror, no sólo eso confirmaba que era su hija quien había activado la máquina del tiempo sin permiso, sino que además se había llevado con ella al hijo del mentalista, ese pequeño mapache insoportable y sobreprotegido, al hijo de Taiju y Yuzuriha (que Taiju seguramente empezaría a lloriquear cuando supiera), y por lo visto a la hija rebelde y loca de Chrome y Ruri. Sí, definitivamente esto era un gran problema, era la situación más problemática por la que Senku tendría que pasar en ese momento, ¿cómo mierda le iba a explicar a Kohaku que Shinku, la niña más debilucha que habían podido tener por hija, se había ido con las dos personas que más la complacían y su prima rebelde e incontrolable al pasado?
"Bueno, en el mejor de los casos estarán en el pasado, pero si nuestras teorías fallan y resulta ser que la máquina se mueve por el espacio y no por el tiempo, esto implicaría que estén en otro universo y pues ahí tendríamos serios… terribles problemas" —pensó Senku con desesperación.
Intentó volver en sí mismo para observar lo que ocurría en el laboratorio, encontrándose con que había otros científicos intentando hacer lecturas de algo, a él sólo le quedaba esperar que ella se encontrara con su "yo del pasado" y así podría encontrarla, pero… ¿y si era una máquina que se mueve en el espacio? Tenía que moverse rápidamente antes de que la leona volviera del entrenamiento con el pequeño león y se diera cuenta que Shinku no estaba. Bien, debía hacer algo cuanto antes.
—¡Medusa! —llamó Senku—. ¿Crees poder localizar a Shinku y sus amigos? ¿Tienes alguna idea de qué podríamos hacer? —cuestionó con desesperación el científico.
—Lo lamento, Senku, pero es imposible rastrearla, porque no se llevó nada que esté conectado con mi inteligencia artificial para localizarla.
Tendría que llamar a todos los que pudiera del equipo científico.
Tomó el teléfono y se encargó de llamar a Suika, ya que sentía que era la persona que menos lo juzgaría. Ella confirmó que iría lo más rápido posible. Después decidió llamar a alguien que definitivamente tenía que enterarse y que sin ella no podría trabajar sobre la inteligencia artificial de la máquina, así que contactó a la ninfómana loca y le pidió que acudiera al laboratorio y que ahí le explicaría, que llevara a Gen. También llamó a Chrome, que estaba casi seguro de que enloquecería al saber que su pequeña se encontraba quién sabía dónde, probablemente en el pasado o, en el peor de los escenarios, en algún lugar del multiverso.
"Aunque me emociona la idea de probar que puede existir un multiverso, creo que esta no era la mejor forma de enterarme" —pensó mientras se ponía manos a la obra después de hablar con todos y empezaba a hacer ciertos cálculos y revisar los últimos datos que reflejaba la máquina del tiempo.
…
Un poco más tarde, cuando Senku vio llegar a Chrome y a Gen con la ninfómana loca, que casualmente llegaron al mismo tiempo, detuvo lo que estaba haciendo y dejó que los otros científicos continuaran trabajando, mientras corrían de un lado a otro. Los miró con calma y vio que ellos lo miraban con aprensión. Él simplemente se llevó la mano a la nuca.
—Les tengo buenas y malas noticias. ¿Cuál quieren primero? —preguntó Senku pareciendo despreocupado.
—Las malas, hacen que las buenas valgan la pena —respondió Elise, mirando a Senku con indiferencia.
—Bueno… nuestros hijos encendieron la máquina del tiempo y se fueron para algún lugar del multiverso —explicó como si estuviera hablando del clima.
—¡¿Qué?! —gritaron los tres al unísono, Gen y Chrome con caras que evidentemente demostraban que deseaban matar a Senku.
—¿Y cuál es la buena? —cuestionó Elise, quien parecía al borde del llanto.
—Que Suika y yo hemos comprobado la existencia del multiverso hace exactamente 18 minutos y es alucinante —explicó con los ojos brillando de emoción.
Chrome había salido de su estupefacción y finalmente tomó a Senku por el cuello de la bata y empezó a agitarlo con toda su fuerza (que no era mucha).
—¡¿Estás diciendo que mi niña se perdió en algún lugar del multiverso y que no podremos recuperarla con tanta facilidad?! —chilló con desesperación mientras continuaba agitando a un muy tranquilo Senku. Por primera vez parecía que Chrome se volvería loco ante algo planteado por Senku.
—Senku-chan~, ¿qué te hace pensar que nos parece emocionante confirmar la existencia del multiverso CON NUESTROS HIJOS PERDIDOS EN ÉL? ~ —expresó el mentalista perdiendo también los estribos.
—Todavía tienes a Kanna —dijo esta vez Senku intentando hacer un chiste. Gen suspiró, lo que probablemente indicaba que se había tomado bien el chiste del científico y posó la mano sobre el hombro de Chrome.
—No tienes remedio, Senku-chan~ —expresó Gen mirando a Senku—. Suéltalo, Chrome-chan~ —pidió posteriormente al castaño, quien soltó a su amigo de inmediato y luego volteó nuevamente hacia Senku—. Supongo que tienes un plan, Senku-chan~.
—Pues sí… —empezó Senku rascándose el oído con indiferencia—. El problema es que no será nada fácil, porque necesitamos hacer unos cálculos para estimar en qué punto del multiverso se encuentran y, por lo que acabamos de encontrar, hay miles de millones de alternativas posibles, así que sería un suicidio intentar ir a cada una de ellas y la máquina probablemente no lo resista, así que intentaremos ir a las que tengan parecido con las indicaciones que dieron los muchachos a la máquina. Estuve analizando la configuración que utilizó Shinku y creo que podemos determinar un número limitado de posibilidades que cumplan con este mismo patrón. Porque parece que hay todo tipo de alternativas, incluso enviamos un mini-robot hace media hora y volvió con medio cuerpo destruido y un vídeo que nos hizo inferir que el universo en el que había estado era bastante hostil, así que estamos intentando limitar las opciones y creo que lo mejor será dividirnos —describió Senku.
Chrome había pasado a estar un poco más interesado y emocionado, Gen parecía estar preocupado por probablemente no entender y Elise simplemente seguía teniendo los ojos aguados, como si estuviera a punto de llorar.
—¿Y cuánto tiempo te tomará seleccionar este número limitado de universos, Senku? —preguntó Chrome.
—Pues… creo que necesitaré al menos una semana para seleccionar los primeros ciento cincuenta universos posibles. El problema es que, según nuestras estimaciones sobre el gasto eléctrico que esto implica, podríamos dejar sin energía a todo Japón si hacemos demasiados viajes seguidos, por lo que se necesitará enviar unas cinco personas simultáneamente y tendrán que esperar unos días para que los podamos traer de vuelta, y esto sin considerar los efectos que podría tener el hecho de movilizarse por el multiverso sobre nuestro universo, pues no sabemos si esto tendrá efectos secundarios o cómo afectará exactamente a nuestro universo. Así que bueno… lo siguiente que haremos será decidir quiénes irán y hasta qué punto podemos o no influir en los lugares a los que vayamos. —Senku parecía bastante emocionado con la idea de viajar por el multiverso, tanto que logró motivar un poco la curiosidad de Chrome.
—Bien, Senku-chan~, he de suponer que uno de los que viajarán serás tú, y yo también pienso ir a buscar a mi hijo, Chrome debería ir porque Rin es una de las niñas que están perdidas, y me imagino que los otros dos serán Taiju y Kohaku, ¿es así, Senku-chan? ~ —analizó Gen rápidamente.
Senku asintió.
—Aún no he hablado con Kohaku, pero estoy seguro de que será imposible contenerla de querer ir a buscar a Shinku —explicó con preocupación el científico, imaginándose las implicaciones de la ira de su esposa—. Y pues a Taiju lo llamaré después, cuando tenga una idea más clara del plan.
—Bien… yo confío en ti, Senku, y sé que conseguiremos a Rin, así te tome toda la vida hacerlo —expresó Chrome con confianza.
Después de las palabras de Chrome, Elise empezó sollozar en silencio y Gen intentó tranquilizarla, mientras Senku y Chrome iban con Suika a seguir con su investigación del multiverso: no importaba lo que tuvieran que hacer, encontrarían a esos chiquillos cuanto antes.
…
Contarle a Taiju no fue tan difícil como hablar con Kohaku al respecto, ya que esta estuvo a punto de atacar a Senku, pero, por suerte para él, previó las reacciones de su esposa y había llamado previamente a Tsukasa y Hyoga para protegerlo en caso de emergencias. Además de pedirle a Suika que se encargara de tranquilizarla después de su casi-ataque a Senku, pues realmente no le interesaba entender ni un milímetro de la explicación. Después de que su amiga hablara con ella y que entendiera que irían a buscarlos, Senku consiguió sentarse a hablar con ella, incluyendo en esa conversación a un pastel de fresas hecho por Francois para mayor comodidad y aceptación.
—Entonces tenemos que recorrer este multiverso e ir a todos los posibles lugares en donde Shinku podría estar —dijo la guerrera mirando con odio a su esposo.
—Así es, leona, haremos lo posible por recuperar a nuestra mocosa, por eso necesito que estés lista para recorrer el multiverso.
—¡No me llames leona! —le gritó Kohaku enojada.
Sabía que lo mejor sería no enojar más de lo que ya estaba a la leona, porque regularmente ella solía sobreproteger demasiado a Shinku, justamente porque era prácticamente una inútil, y si a eso agregaban el hecho de que estaba en algún lugar del multiverso con otro inútil (Elioth), un cabeza hueca (Yasuo) y la niña más impulsiva y rebelde de todos los descendientes de sus amigos (Rin), era sinónimo de problemas. De forma que básicamente era el grupo perfecto para causar algún desastre, aunque evidentemente esto no afectaría su universo (como ya había confirmado), sino que sólo afectaría el universo al que habían ido, pero de todas formas para Senku esto sería catastrófico.
—¡Senku! ¡Me pido viajar por el multiverso con ustedes! ¡Es mi deseo! —gritó repentinamente Ryusui entrando por la puerta con cara de emoción, seguramente Francois le había avisado de la situación.
—Realmente ya estamos completos, Ryusui —respondió Senku—. A menos que ofrezcas tus recursos energéticos gratuitamente a cambio de incluirte como un sexto viajero. —Esta vez Senku puso una mirada maliciosa.
—¡Hecho! —exclamó chasqueando los dedos.
—Definitivamente esto será emocionante… —concluyó Senku, aun con Kohaku mirándolo con odio desde la distancia.
…
Un corto segundo capítulo, pero tiene una razón de ser. Ya que los viajes por el multiverso ocuparán mucho espacio cuando se llegue a esa parte. Quiero agradecer a todos los que me leen y que han querido respaldar la loca aventura por el multiverso, porque realmente siento que este long fic tiene mucho jugo para sacarle. Acepto opiniones sobre las características de los universos a donde ellos visitarán.
Les recuerdo, como siempre, que los personajes pertenecen a Inagaki y Boichi, pero la historia es de mi autoría, con mis teorías conspitativas multiversales.
Los quiero mucho y no olviden dejar comentarios.
