Jóvenes Magos y la Cámara de los Secretos

Capítulo 3 Advertencia de un elfo domestico

-P-p-pero señor…-intentó hablar un elfo domestico con orejas gigantes, grandes ojos verdes…coincidencia… y mal vestido, aunque parecía en parte humano por el cuerpo de palito-Dobby ha venido a advertirle…

-Sí, sí, sí, sí.-Harry ignoró a Dobby mientras le mostraba la Snich de practica a Cho.

-Impresionante.-admitió la asiática-Pero…¿Y ese elfo domestico? Tu tío no se ve como un gran amante de la magia…

-Viene a avisarme que…-comenzó a hablar imitando la chillona voz de Dobby a la vez que Dobby le decía el mismo mensaje.

-Dobby ha venido a proteger a Harry Potter, a advertirle, aunque más tarde deba castigarse, que Harry Potter no debe regresar a Hogwarts para su segunda año de hechicería.-dijeron ambos al mismo tiempo.

-¿Ves?-dijo Harry con auto suficiencia por su imitación.

-¿C-c-como lo supo?-preguntó Dobby consternado.

-Suelo aprenderme los guiones, algo que apreciaría si Stan lo hiciera…-giró los ojos y volteo hacía una parte del set donde se encontraba Stan, fuera de las cámaras.

-¡Oye!-gritó Stan Marsh-¡¿Quién en su sano juicio se aprende estos guiones de mierda?!

-Ash,-lanzó un quejido-mira, tú ni hables, que el año pasado repetimos la escena de Penny, TRES veces, solo porque se te olvidaba pararte en la equis; Wendy olvido decir "O peor aún, que nos expulsen" gracias a tu actuación.-le explicó Harry Potter provocando que la cámara girara hacía Stan Marsh; quien con su varita hizo girar la cámara y que esta cayera.

El narrador le pide disculpas a la audiencia por los problemas Tweeknicos que serán arreglados…Ahora mismo.

-Dobby, mira, no tengo tiempo en este momento ¿Podrías por favor esperar a que termine la cena?-le preguntó Harry amablemente.

-¡Oh Harry Potter es tan bueno! ¡Tan noble!-gritaba Dobby con sus pulmones por aquellos actos de amabilidad.

-Por favor Dobby.-Harry se agachó para poder hablarle cara a cara-Más alto, creo que no te oí bien.-dijo Harry acercando su mano a su oreja.

-Y yo pensando que los chismes de Snaperrison sobre decir que eras un megalomaniaco eran falsos, pero veo que todo es verdad.-ironizó Cho.

-Por favor, ¿Yo? Si soy la persona más amable y buena del mundo.-dijo Harry.

-¿Entonces porque en el original el título era Harry Potter y no solamente la piedra filosofal, la cámara secreta o esas cosas?-preguntó Cho.

-Ahm... ¿Ya viste que la Snich tiene alas de plata?-la distrajo Harry.

-¿Enserio?-Cho pareció ignorar todo ese argumento y se concentró en la Snich como si de una niña se tratara-¿Te la puedo pedir prestada?

-No sé…-dijo Harry dudativo ante esa posibilidad-Le tengo mucha estima y…Pff…Bueno, mientras Shelley no se entere estará bien.

-Ohw, gracias Harry.-Cho se emocionó apegando la Snich a su pecho y luego le dio un beso en la mejilla a Harry; quien se puso rojo de la vergüenza por tal atrevimiento-Voy corriendo a contarle a mi mama.

Harry se quedó con la mirada perdida hacía el frente…

-Harry Potter sama…-intentó advertirle Dobby-Señor…

-¿Qué ocurre Dobby?-preguntó Harry embobado.

-¿Se siente usted bien? Parece aturdido por un hechizo aturdidor.-explicó el elfo-Si me permite bajar a la cocina de esta casa para prepararle un remedio.-dijo el elfo poniendo una mano en el pomo.

-No, no, Dobby, no te tomes la molestia, yo; yo estoy bien.-admitió Harry más rojo que un tomate mientras se tocaba la mejilla donde lo había besado Cho. Aunque luego recordó que estaba a mitad de una cena empresarial…No debía estarse distrayendo en esas cosas-Tengo que ir abajo.

-Necesito enserio hablar con usted Harry Potter Sama.-le dijo el elfo inclinándose a la mitad.

-Por cierto ¿Por qué me llamas Sam…?Olvídalo.-intentó preguntar, pero luego recordó en que clase de historia va y el sentido común se le bajo-Solo vete, ya escuche tu advertencia.-le dijo Harry.

-¡Usted no entiendo Harry Potter Sama!-le gritó Dobby.

-Dobby, después del postre, mi tía hizo un glaciado delicioso y no voy a permitir tener que comerlo de las sobras.-explicó Harry.

-Pero señor, no me obligue a ser persuasivo.-dijo Dobby.

-Sí, sí, sí.-Harry lo ignoró cerrando la puerta de su habitación.

El chico Potter, el cual se estaba llevando demasiado protagonismo para este punto de la historia, bajo las escaleras y se encontró con que tía Petunia estaba sirviendo el postre, fue como si lo viera con odio cuando este bajo las escaleras y se sentó en la mesa, tal vez su tía a propósito le sirvió un poco menos de pastel que al resto como una venganza infantil.

-Muchas gracias por prestarle tu pelota a Cho.-explicó el señor Chang.

-No es por nada, hay que mejorar para esta temporada de Quidditch.-dijo Harry abiertamente llevándose el glaciado de tía Petunia a la boca.

Harry se preguntó qué tan potente debía ser el control que tenían los Dursley sobre Dudley en aquel momento para que el chico no se pusiera a carraspear acerca de que quería ir a Hogwarts.

-Oh que modesto.-el señor Chang río por aquello como si no hubiera sido nada.

-Volviendo al tratado, señor Chang, yo…-comenzó tío Vernon, pero fue interrumpido por un vaso flotante que llego de la cocina, el hombre se quedó con la cara consternada al ver aquel acto en su propio hogar, tenía su boca delgada abierta y la vena de su frente estaba de un morado tan intenso que parecía inhumano.

-Por favor querida, abstente de usar magia en esta casa; podrían hacerle una amonestación a Harry.-dijo el señor Cho, quien no era mago y ciertamente también le molestaba que su esposa utilizara la magia para cualquier minimizad que hubiera podido hacer simplemente como cualquier humano no mágico; muggle envidioso.

-Pero yo no fui la responsable…-dijo la señora Chang mirando su varita, provocando de nuevo la ira de los Dursley.

-Cho, ya sabes que la magia está prohibida fuera de Hogwarts.-la regañó su padre.

Tío Vernon y tía Petunia intercambiaron miradas, ahora ambos estaban rojos de la ira; en cambio Harry palideció; en aquel momento hubiera escapado de escena solo para tener que evitar los gritos de sus tíos.

-Yo tampoco fui.-explicó Cho sin entender y mirando a Harry.

-Yo no…-intentó defenderse Harry conteniendo las ganas de salir corriendo a su habitación, tomar su baúl y partir derecho a la calle donde estaría a salvo de las garras de sus tíos, pero no, debía esperar al siguiente libro para hacer eso.

-¿Entonces quien está levitando el vaso?-preguntó el señor Chang molesto antes de que el agua fuera arrojada a su cara-¡¿Qué significa esto?!-gritó enfadado.

Fue como si tío Vernon reaccionara por instinto.

-¡Tú!-dijo con los ojos encendidos en fuego vivo; realmente solo comparables con la ira de Shelley Marsh al momento de jugar; Harry se debatía entre escribir su testamento o dispararse en aquel momento, en su lugar uso el poder de la ironía…Wiiiiii…

-Hace rato que no escuchaba eso…-Harry se hizo atrás en su asiento mientras sonreía inútilmente.

-¿Alguien puede explicar que está pasando?-fue entonces cuando el plato de Dudley salió volando hacía los Chang, fallando por milésimas.

-¡Detente!-le gritó tío Vernon a Harry; aunque el plato del chico de lentes salió volando directamente hacia el rostro de su tío… En ese momento Harry se preguntó si en realidad no era él haciendo aquellos actos inconscientemente.

Y antes de que alguien más dijera nada la mesa levito y empezó a sacudirse en el aire, golpeando en la nariz con una de sus extremidades a la señora Chang; todo parecía salirse de control pues las luces también parpadeaban y el viento entraba fuertemente por la ventana haciendo que los recipientes cayeran al suelo y se estrellaran.

-Dobby…-entonces Harry descubrió que sí era su culpa, por ignorar al elfo doméstico y hacerle caso a Cho-Genial.

-¡Es todo! ¡Se cancela el contrato Dursley! ¡Vámonos!-tomo directamente a su hija y su mujer los siguió-¡Ese trato a tu sobrino, estas bromas pesadas!

Los Chang salieron corriendo de la casa inmediatamente por aquel mal trato, pensando que todo era parte de una broma de los Dursley; Cho ni siquiera pudo despedirse de Harry pues sus padres la tomaron rápidamente y largaron de la casa usando la aparición con un potente "crack".

Harry que estaba viendo aquella escena desde las escaleras caminaba lentamente hacia atrás a su vez que los Dursley miraban boquiabiertos donde los Chang se habían desaparecido y sus rostros se transfiguraban en unos cada vez más molestos.

Cuando el chico estaba en el último escalón antes de terminar de subir la escalera fue interrumpido por un grito de parte de su tío Vernon.

-Bueno, no todo se perdió.-dijo sonriendo forzadamente y mirando a su sobrino.

-No ahora, por favor…-Harry pensó en la visita que se perdería a la casa de Stan y todos sus planes de verano aterrorizando a los Dursley.

Tío Vernon le grito como si no lo hubiera hecho en años, la emoción del momento le impidió hacerle pensar ningún tipo de lógica, como era obvio, en aquella casa si algo anormal pasaba era culpa de Harry, y todo el numerito con los Chang no era la diferencia.

Después de estar una hora escuchando los chillidos de su tío para castigarlo finalmente inicio a recoger el desastre que Dobby, no él, había causado- Tío Vernon lo miraba y murmuraba constantemente para hacerlo molestar más de lo que Harry ya estaba. Finalmente, después de estar hasta las dos de la madrugada limpiando la cocina tío Vernon se cansó y le dijo que continuaría limpiando el desastre; junto al resto de la casa; en la madrugada, y que esperara una tremenda reprimenda por todo ese comportamiento y que ya podía ir despidiéndose de Hogwarts, claro no lo dijo de forma dulce.

Harry no muy cansado, pues una vez ya había tenido que limpiar un corredor de Hogwarts con un cepillo de dientes, entró a su habitación listo para dormir cuando se encontró cara a cara con Dobby.

-No me hables.-dijo en el tono más bajo posible para no llamar la atención de sus tíos.

-Dobby ha cumplido con su labor, Harry Potter Sama no volverá a Hogwarts, porque Hogwarts traerá grandes peligros este año.-dijo el elfo-Señor, lo lamento mucho señor, pero usted estará mejor aquí.-dijo Dobby mientras tronaba un dedo y desaparecía con un simple crack.

-Elfo de mierda, no puedo creer que en el original lo haya perdonado…-dijo Harry dando una patada a su cama y acostándose, listo para la reprimenda que caería sobre él.

Para empezar todas sus pertenencias mágicas, excluidos el espejo de Oesed y el álbum que le regalo Hagrid, fueron decomisados y puestos en la alacena debajo de las escaleras y puestas con candado, el cual tío Vernon dijo que nunca sería abierto.

El chico se había vuelto un esclavo para los Dursley, quienes cada vez que necesitaban algo le hablaban a Harry para que atendiera sus caprichos, el chico ya no tenía otra opción, lavaba los autos, limpiaba los trastes, básicamente hacía todo; y así continuo durante una semana.

Mientras tanto en Colorado…Bueno, en realidad fue como una semana después.

-Oh cielos, ya todos contestaron menos Harry.-se enojó Stan mientras tomaba las distintas cartas del resto de sus amigos-¿Qué le estará pasando?

-Tal vez no quiera venir por los entrenamientos.-sugirió Gary-Por lo que me ha contado tu y tu hermana, son muy duros.

Ambos se encontraban en la casa de Stan, junto a la jaula de las palomas que legaban para la familia Marsh.

-No, creo que sus tíos lo deben de estar torturando.-aseguró Stan.

-¿Cómo sabes eso?-preguntó Gary inquietado.

-Bueno, principalmente porque eso movía los libros originales, además tenía que decir este dialogo para no sonar como un Deus Ex Machina cuando fuéramos a salvar a Harry.-explicó Stan.

-¿Escuche salvar a Harry?-preguntó Shelley llegando desde su espalda-Cuenten conmigo, ese chico no se escapara de los entrenamientos caseros.-se trono el cuello y las manos, así como su codo, columna vertebral y dedos de los pies.

-¿Y cómo piensa que podremos llegar?-preguntó Gary.

-Utilizaremos el auto de mama.-dijo Stan sin pensarlo mucho.

-¿Pero podrán conducir a esa velocidad?-preguntó Gary preocupado mientras bajaba las escaleras junto a los dos hermanos.

-Bueno el auto de mama tiene tres encantamientos activos, la súper velocidad, la flotación y la invisibilidad, no los ha quitado desde el año pasado.-explicó Stan-Juntos podremos ir a salvar a Harry.

-¿Podremos?-Gary se asustó.

-Sí, mientras más vayamos mejor sería.-dijo Shelley-Pero habrá que esperar a la noche cuando mama vuelva del trabajo.

-¿Es que enserio no pueden simplemente suponer que la paloma no le entrego la carta a Harry?-preguntó Gary.

-Lo siento Gar, si fueras tú seguramente haría lo mismo.-dijo Stan palmando el hombro de su amigo.

-Pero vivo a tu lado.-dijo Gary-Eso sería más fácil y...

-Solo di que sí.-termino diciendo Shelley mirando amenazadoramente.

-Ahhh…-Gary renegó-De acurdo, lo hare.

Esperaron hasta que dieran las ocho de la noche, justo cuando Sharon Marsh llego de su trabajo en el ministerio de magia, ella usaba el auto para llegar, pues no confiaba mucho en los subterráneos que se usaban para llegar a su trabajo, sobre todo por los muggles que nunca dejaban de observar a los extraños individuos.

-Mama.-Stan la abrazo apenas ella entró, la mujer quedó impactada por aquel acto, aunque termino aceptando.

De todas maneras, no se dio cuenta cuando Stan tomo de su bolsillo izquierdo las llaves de su automóvil. Ya pasado un rato la mujer subió a su habitación para poder descansar un poco, fue entonces cuando Shelley bajo al vestíbulo junto a su hermano, pasando de la sección de madera a la de cemento.

Ambos salieron encontrándose a Gary entre el pastizal con una cara de total preocupación.

-Le dije a mis padres que me quedaría a dormir esta noche en tu casa, más te vale que no tardemos tanto en rescatar a Harry.-dijo Gary algo molesto, si bien sabía que Harry Potter era algo importante para el mundo de la magia, y además uno de los mejores amigos de Stan; en realidad él nunca lo había conocido.

-Bien, suban mocosos.-fue Shelley la que tomo el volante, seguida de los dos chicos en la zona trasera.

-¿Sabes cómo conducir?-preguntó Gary.

-Algo así…-Shelley encendió el auto, provocando que los faroles se encendieran, junto a las intermitentes.

-¿Qué está sucediendo?-Sharon despertó e intento ver por la ventana, para ese entonces nada estaba en su rango de visión-Debió de haber sido un sueño.

En el automóvil Stan, Shelley y Gary se encontraban viendo el interior del auto, aunque no el exterior, Shelley lo había vuelto invisible para el ojo humano, esperaron hasta que Sharon volviera a cerrar la ventana antes de arrancar motores y comenzar a volar con el automóvil.

-Pero insisto.-comentó Gary a medio camino, ya era avanzada la madrugada y sobrevolaban una zona boscosa-¿Cómo sabes que sus tíos son intolerantes?

-Porque son del estado más intolerante de todos.-dijo Stan.

-¿Cuál?

-Florida.-termino diciendo casi como si de un pecado se tratase.

-Que asco…-dictamino Shelley profundamente decepcionada-Pero aun estamos a tiempo para salvarlo de esos intolerantes pueblerinos.

-¿No estas siendo intolerante y prejuicioso afirmando que en Florida son intolerantes?-preguntó Gary a Stan.

-¡Aumenta la velocidad Shelley!-Stan ignoró aquella verdad rápidamente.

Shelley hizo funcionar los tres hechizos del auto, encendiendo la velocidad turbo normal; de repente fue como si sus estómagos se volvieran más chicos y ellos se enlongaran más.

-No sé cuanto tiempo podre mantenerlo estable…-dijo Shelley haciendo un esfuerzo por no salir volando hacía su asiento, y posiblemente por la ventana trasera, aquella velocidad era tan atroz que simplemente pestañear era una labor horrorosa, ya había pasado un mes desde que habían viajado en el auto de Sharon, pero por lo menos su madre sabía conducirlo.

-Llegamos.-Shelley detuvo el auto en Maple Steet de subit, causando que Stan y Gary chocaran sus cabezas sobre la parte trasera de los asientos.

Desde su cama Harry Potter escuchó como si su tío Vernon lo golpeara en los huesos, no, imposible; tío Vernon era muchas cosas menos doctor ¿Cómo iba a saturar sus heridas?...Aunque bueno sus huesos debían ser huecos porque se sentía como si en realidad estuvieran golpeando una ventana, ventanta, ladron...

Harry se levanto de golpe al escuchar los toques a la venta, su ventana... Para su sorpresa se encontró con una escena de las más raras que había visto en mucho tiempo (considerando sus experiencias pasadas eso es mucho decir) y al igual una alegre.

Sin nada que los sujetara apareció el interior de un automóvil, aunque solo lo podía ver por la puerta invisible abierta, en el asiento del piloto se encontraba Shelley Marsh, y saltando al delantero uno de sus mejores amigos, Stan Marsh, con su inseparable gorro de pompón rojo y en el asiento de atrás un curioso chico rubio con chaqueta celeste que nunca había visto; aunque creyo reconocerlo como el amigo de Stan muggle, Gary.

-Busca tus cosas, nos vemos inmediatamente amigo.-dijo Stan.

-¿Eso no es algo así como ilegal?-preguntó Harry.

-¿Quieres quedarte aquí con tus tíos?-le reclamo Stan.

-Tendras que esperarme, mis tíos encerraron todas mis cosas en el baúl de abajo con candado.-explicó Harry Potter.

-Oh Harry, más te vale no tardar.-dijo Shelley amenazándolo.

-Un gusto volver a verte Shel.-dijo el chico dando media vuelta y analizando la situación, primero que nada tenía que salir de la habitación y todo eso sin magia.

-¿Tienen un objeto con el que pueda forzar silenciosamente las puert…?-preguntó Harry.

-Sonic Boom.-Shelley saco de su bolsillo un arma roja con multiples lucecitas y un cañon que parecía de escopeta antigua, la cual disparo. En lugar de munición corriente esta lanzaba una onda que derrumbo la puerta de Harry sin hacer ruidoo alguno.

-¿Qué coñ…?-se preguntó Potter.

-Toma el arma y pregunta después.-Shelley le lanzó el arma-No es letal, pero derribara todo lo que te encuentres silenciosamente.

-¿Qué puede qué?-Harry se quedó como bobo mirando el arma antes de desplazar del suelo una tabla suelta y tomar el álbum de fotos de Hagrid junto a su fragmento del espejo de Oesed.

-¿Para que le das esa arma? Es una casa muggle, ni que fuera la gran cosa.-dijo Stan.

Inmediatamente Harry bajo las escaleras, pasando por encima de los rayos lazer invisibles que activan a los robot tiburones mecánicos guardianes; introdujo la contraseña de veinte dígitos a un monitor para borrar el contenido de las cámaras de seguridad y desactivar la alarma super secreta, ya no tan secreta, en caso de bioterrorismo y las bombas nucleares…Los Dursley se tomaban muy enserio su seguridad nocturna.

Harry abrió la puerta con la pistola sónica, tomo rápidamente todas las cosas que pudo amontonándolas en su baúl, subió las escaleras cargando el baúl y ya en su habitación metió rápidamente algunas prendas y cosas muggles que ocuparía de vez en cuando.

-Apartense.-dijo Harry al auto apuntando directametne a la ventana; cuando el coche se movió este disparo con la pistola sónica insonora, provocando que las rejas que había instalado tío Vernon cayeran al suelo, aunque con la sutil diferencia de que este fue un estruendo tan ensordecedor que si no despertó a la mitad del vecindario se hubiera sentido decepcionado.

-¿Qué carajos?-preguntó Harry ya gritando.

-Te dije, no hace sonido, pero solo si esta en su rango de onda.-dijo Shelley.

-¡ÉL CHICO!-gritó tío Vernon a la distancia.

-No entendí un carajo, solo toma esto antes de que recreemos la escena.-entre él y Stan subieron el baúl a la parte delantera del coche; Gary le abrió la puerta trasera y antes de que Harry pudiera subir al auto entró en la habitación tío Vernon.

-¡TÚ!-gritó de la peor manera posible antes de correr como toro en embestida contra Harry.

-¡Acelera!-gritó Harry a Shelley no queriendo ver a su tío tan enojado, la cihca zarpo apenas cerraron la puerta, dejando a tío Vernon en la ventana de su casa maldiciendo al aire y proliferando palabras que Dudley agregaría a su vocabulario.

En la casa de los Dursley a su vez sonaron varias sirenas de emergencias, hasta que finalmente llegaron los robots tiburón a la habitación.

-Alto ladrón…Objetivo identificado, Vernon Dursley; de ordenes señor.-dijo uno de esos escualos robóticos, con su visión roja analizo el cielo nocturno encontrando rastros de calor, dentro de estos identifico el aura calorífica de Harry Potter-¿Desea que lo persigamos señor?

-No, descansen.-dijo Vernon a los robots a pesar de estar enojado-Ese chico está más que muerto.

Continuara…

Na.-Decidi acabar con todo esto de los Dursley cuanto antes, porque siendo sincero, tengo ya ganas de que lleguen a Hogwarts y traumarlos con las cosas que tengo planeadas, además, recuerden que en este fic no esta Ginny; so, hare un misterio sobre quien esta detrás de la cámara secreta.

Por cierto, tarde o temprano tendre que explicar el ministerio de magia; la realción de Harry con Cho tendrá algo de peso extra por aca, porque puedo; y sobre todo; este fic, no estará centrado en Harry, sino en todos los protagonistas, como el anterior, solo que el inicio de la historia necesitábamos a Dobby Kun (sí, también hay un motivo por el cual Dobby le dice sama a Harry).

Gracias por seguir leyendo, ya este capitulo cerrare este fic de la sección de Harry Potter y la situare en la vieja y confiable de South Park.

Si les gusto dejen review y nos vemos ;)