Jóvenes Magos y la Cámara Secreta

Capítulo 5 Once niños, una casa

Era una tarde de verano encantadora en South Park que se localiza en el condado de Colorado, la autopista principal se encontraba desértica. Las calles del pueblo con un montón de pueblerinos andando.

Aunque a pesar de toda esa calma, la gente del pueblo se encontraba en aquellos momentos con un miedo inexplicable. Durante el verano siempre parecía que su pueblo era un atractivo turístico temporal para gente rara, con un vocabulario inentendible como "muggle", o que usaban cortinas para andar, eso si no tenían suerte de encontrar a un loco con edredón de mujer.

Esos días era cuando la gente no podía evitar mirar a la casa Marsh y sentir como que de ahí provenía todo, o en un callejón olvidado de la mano de Dios. De todas maneras, la mayoría continuaba con sus vidas.

Y aquel día parecía no ser diferente:

-Oh, hola.-saludó una chica a un automóvil a mitad de la calle-¿Ves Luna? Te dije que yo me llevaba bien con las criaturas extrañas de los muggles.

-Oh carajo…-el conductor del auto pitaba con todas sus fuerzas para que ambas niñas se quitaran de enfrente.

-Julie, no creo que sea una criatura viva.-expresó Luna escéptica y analizando-Más bien parece una criatura mágicamente viva, seguramente una conspiración de los Fudge.

Estuvieron casi diez minutos embotellando el tráfico, para alegría de los conductores. Antes de que la policía llegase y las apartase a la banqueta. Despues de mirarse sin comprender bien porque el policía las estaba regañando se fueron antes de que este terminara, sonriendo e ignorándolo olímpicamente.

Las dos niñas llevaban cargando maletas; una de color morado y otra roja. Julie llevaba una colita de caballo para sostener su cabello que ya había crecido desde hace tiempo, usaba un suéter verde con una falda morada. Su hermana menor, Luna, era más simplista, una blusa celeste con pantalones morados se dejaba entrever antes de encontrarse con su mirada perdida y soñadora; sus rizos de cabellera plateada se dejaban perder en su espalda.

Nuevamente su padre, ocupado a tiempo completo en mastur…En atender el periódico "El Quisquilloso", no había podido acompañar a sus pequeñas a buscar la casa Marsh en el pequeño poblado de South Park.

¿Su destino? La casa Marsh, aunque claro, siendo las dos Lovegood…Lo más probable es que tocaran el timbre de todas las casas antes de llegar a la que buscaban. Y eso termino ocurriendo, las dos hermanas armadas de una energía para hablar de cosas extrañar iban de casa en casa. En caso de no encontrar a la familia Marsh, ósea, todas las veces; hablaban sobre la concientización de los Slarts en el mundo real…Antes de que las personas les cerraran la puerta en la cara.

-Que mal educado ese tipo.-se quejó Luna distraídamente y sin perder el toque soñador.

Acababan de hablarle a un sujeto que les había cerrado fuertemente la puerta pensando que eran niñas exploradoras. Continuaron hasta dar con una casa de color azul marino. Tocaron el timbre, y al recibirlos una mujer pelirroja esta hablo primero:

-No, no quiero galletas.-expreso la mujer.

-No vendemos galletas señora.-comentó Julie-Estamos aquí para propagar la palabra de los Slarts y…

-¿Slarts? Creo que el vecino raro había hablado con Gary sobre esto…-comentó la mujer-Un momento ¡Gary!

Desde las escaleras un chico de cabellera rubia y bien peinado, chaqueta celeste y camisa blanca combinada con jeans, bajo para ver a las indicadas.

-¿Venden galletas?-preguntó Gary interrogando a las dos menores una vez su madre se fue.

-Venimos a compartir la palabra de los Slarts.-informó Julie, fue entonces cuando Gary la reconoció del año pasado, y como no se callaba de hablar sobre criaturas extrañas.

-Oh, eso… ¡Stan!-gritó Gary a la casa vecina.

El chico de pompón rojo bajo las escaleras de su casa, invisible para las chicas y Gary, desde la parte superior pudo divisar a las chicas Lovegood. Por su parte se alegró, pero también no pudo evitar pensar el fastidio que sería tenerlas a ellas en la misma casa. Suerte que eran Shelley y Wendy quienes compartían habitación con ellas.

-Oh hola Julie…Luna, creo recordar.-dijo Stan presentándose ante la hermana menor.

-Hola Stab.-se presentó Luna-¿Has escuchado la palabra de los Slarts?

-De hecho yo n…-iba a decir Gary, pero fue entonces cuando Stan le tapó la boca, conociendo de sobra las explicaciones Lovegood.

-Por supuesto, es mi palabra favorita.-dijo asintiendo la cabeza y ordenándole a Gary que hiciera lo mismo con la mirada.

Las chicas no encontraron extraño aquel acto, y accedieron a la invitación de Stan a llevar sus maletas, invitación que nunca fue dada por el susodicho. De todas maneras, las chicas fueron a la casa de Stan, Gary les seguía. La encontraron curiosa cuanto menos por sus diferentes niveles; aunque no lo suficientemente mágica, y Julie recalco que faltaba decoración con nabos…

-¿Nabos?-preguntó Gary confundido.

Stan se alzó de hombros y en silencio giro su dedo índice sobre su cabeza a la vez que hacía una cara de loco. La habitación de Shelley estaba en el segundo piso de la parte de concreto. Los chicos dejaron las maletas de las niñas en aquel lugar y todos fueron a la sala común.

-Hola.-saludó Harry a las hermanas y presentándose a la menor.

-Mi papa dice que tu estas involucrado en la conspiración de la Orden del Fenix.-dijo la chica Luna.

-¿La Orden del Fenix?-preguntó sin entender Harry a la vez que la madre de Stan entraba a la habitación con unas bebidas.

-Una vieja leyenda que cuenta sobre un grupo de personas que se enfrentaron al señor Tenebroso, y lograron sobrevivir a varios de sus ataques…Tonterías de Xenophilius.-dijo rápidamente la mujer-Nadie podía enfrentarle cara a Quien Preferimos Evitar Nombrar...-suspiró viendo hacía la nada, tal vez recordando el pasado-En fin, son demasiado jóvenes para saber de todo eso.

La mujer dejo los vasos de jugo mientras el resto de los niños terminaban de hablar. Continuaron durante un rato, hasta que decidieron, como casi todos los días tomar sus escobas y jugar Quidditch.

-¿Solo piensan en esto todo el tiempo?-preguntó Gary a Julie.

-Más de lo que crees, lástima que no se interesen en lo Warkatz.-dijo Julie decepcionada.

-War… ¿Qué?-preguntó Gary confundido por aquel extraño nombre.

Las dos chicas asaltaron sobre él y comenzaron a hablar, cosas que él no solo no entendió, sino que incluso sentía ridículas para los magos. Y no era precisamente un experto en el tema.

En la casa Marsh los días del verano pasaron, ya casi faltaba como un mes para que septiembre llegara y los chicos tuvieran que marchar a Hogwarts, fue entonces cuando llegó Butters a la casa Marsh con los polvos Flu.

-¿Qué es eso?-preguntó Harry al ver como el chico rubio llegaba por la chimenea.

-Polvos Flu.-contestaron Kyle y Stan al unísono.

-H-hola chicos…-dijo nerviosamente Butters frotándose los nudillos una vez entró con sus maletas-Gracias por invitarme.

-Eh…No es que no me alegre Butters…Pero yo no te invite.-dijo Stan mirando de uno a otro lado.

-Oh, yo lo invite.-Shelley entró a la habitación mostrándose alegre por la presencia del rubio.

-Seguramente todo fue parte de la conspiración para…-comenzó a hablar a Luna.

-No, no, es por los Ri…-trató de corregir Julie.

-No, necesitaba un arco de gol.-dijo Shelley tomando los brazos de Butters y formando un circulo con sus dos manos.

-¿Qué?-preguntó Butters decepcionado.

-Sí, la verdad así se ve bastante más útil que de costumbre.-habló Harry con malicia.

-¿Pero solo de un lado? ¿Y del otro lado que usaremos?-preguntó Kyle mostrando poca empatía por el rubio.

-¿Solo soy un poste para ustedes?-preguntó Butters triste y comenzando a soltar la lagrima de una manera patética mientras tomaba más polvos verdes de una maseta-Perdón por molestarlos con mi amistad…-dijo ya bastante deprimido y apuntó de decir la dirección de su casa.

-Jejeje.-comenzó a reírse Stan maliciosamente-Te la creíste…-comenzó a reír ya mostrando la risa.

Al instante también se soltaron Shelley, Kyle y Harry. Todos habían planeado aquella broma y no tardaron en explicársela a Butters, quien no parecía querer soltar la lagrima.

-Ustedes son muy malitos.-dijo una vez que terminaron de calmarlo y explicarle que todo era una broma. Aunque una sonrisa juguetona se dejaba entrever.

El rubio llevaba una camiseta de tirantes celeste y unas bermudas rojas de flores blancas. Además de llevar varios collares de flores.

-¿No recuerdas que te dije trajera ropa invernal?-preguntó Stan-Con el clima de esta ciudad hace frío hasta en verano

-Solo tengo un suéter.-confesó Butters-P-pero esta es la ropa invernal en Hawái…-termino confesando mirándose sin comprender muy bien.

-¿Y en el verano?-preguntó Kyle arqueando una ceja.

-No usamos playeras, ni shorts, sino una especie de falda hecha de hierb…-comenzó a hablar fluidamente.

-Suficiente información.-lo detuvo Harry antes de sonreír. Fueron a indicarle donde estaba la habitación de Stan, donde los niños se estaban quedando.

Butters entró e intentó sacar su reloj despertador para colocarlo al lado de su costal para dormir, al instante Stan y Harry saltaron sobre él para que este perdiera esa cosa. Espectáculo que Kyle disfruto de ver, tres Gryffindors peleando por un reloj despertador.

Al final convencieron a Butters de dejar el despertador en su mochila, el chico no tuvo problemas en hacerlo.

-¿Ahora qué hacemos?-preguntó Harry que llevaba en aquella casa alrededor de una semana.

-¿Más videojuegos?-preguntó Kyle.

-Nah, ya tuve suficiente de estas cosas.-dijo Stan bastante aburrido.

-¿Hablar sobre la conspiración de…?-iba a iniciar Luna ansiosa, a la vez que su hermana mayor se emocionaba.

-Si la manía de una es los animales mágicos, la de la otra son las conspiraciones sin sentido.-exclamó Kyle algo hartado de ese comportamiento por parte de las chicas.

-Por cierto chicos, tengo grandes problemas, perdí mi lista de materiales para Hogwarts.-informó Butters rascándose la cabeza y sacando todo su equipaje de la mochila que tenía, cosas tan importantes para un viaje, como un remo, un adaptador de corriente, pegamento líquido, entre otras cosas.

-Butters, aun no nos las han entregado.-le dijo Stan rodando los ojos.

-¿Por qué creen que será?-preguntó Kyle-Es extraño estar tan cerca del callejón Diagon y no poder ir porque no nos han entregado la lista de materiales.

-Bueno, podríamos comprar las cosas obvias como el "Libro de Pociones básicas dos" o tal vez…-comenzó a hablar Harry.

-Potter, ¿Qué crees que haces?-la puerta de la habitación fue abierta, permitiendo que una chica con una chaqueta morada y boina del mismo color entrara-Decirles que libros vamos a comprar es mi trabajo.-se acercó y golpeo con su dedo índice la nariz de Harry.

-¿W-W-Wendy?-preguntó Stan mientras formaba una laguna de babas en el piso-Llegaste…

-Hola.-saludó la chica-¿Por qué tienes una camisa de tirantes?-le preguntó a Butters mientras miraba como fuera la nieve resplandecía.

-Supongo que tendré que usar mucho mi suéter.-contestó el chico rubio-Un placer verte.-dijo saludando a la chica.

-¿No invitaste demasiadas personas Stan?-preguntó Wendy una vez termino de presentarse ante todos y viendo que el espacio de la habitación común era muy pequeño para cada uno.

-Sí…Al principio parecía buena idea.-Stan intentó arreglar la situación-Pero, hey, no se puede poner más apretujado.

Faltaban dos semanas para que las clases iniciaran.

-¿Sus dos hermanos?-preguntó Sharon a la madre de Kenny, Carol McCormick.

-Sí ah…Espero no sean mucha molestia.-se disculpó la mujer desde la camioneta, su marido estaba al lado-Pero Kenny dijo que su amigo Stan estaba bien.

-Por supuesto que no habrá problema, solo son once pequeñas criaturas en nuestra casa.-dijo sonriendo forzadamente Randy mientras trataba de no quebrarse por todas las locuras que tenía que pasar día tras día.

"-Papa, el toilette volvió a tornar vida.-gritó Stan a su padre.

-Lo siento…-Butters se mostró tímido.

-¿Pero qué esperan que haga yooooooo…?-preguntó Randy antes de ser succionado por el escusado y llevado dentro de la habitación, cerrando la puerta.

-¿Quieres ver mi colección de túnicas de los Chudle Chanons?-preguntó Stan a Butters.

-Por supollo.-contestó el chico rubio y ambos ignoraron totalmente los gritos de piedad de Randy en el baño."

Aquellos recuerdos del día pasado eran suficientes para entender porque los magos preferían la soledad. Estando juntos muchas cosas raras solían suceder y afectar a todos a su alrededor.

-Sí, muchas gracias por cuidarlos.-exclamó el padre de los niños que iba de copiloto-No sabemos cómo pagarles esta amabilidad…No, enserio, no tenemos dinero.-dijo rebuscando en sus bolsillos.

-Bien niños, bajen.-Carol abrió la puerta para sus hijos y les dio un abrazo especialmente fuerte a Kenny y Karen-Cuídense y vuelvan para Navidad…¿Sí era en Navidad verdad?-preguntó a Sharon quien asintió-Hasta Navidad.-los termino de abrazar-Kevin, cuídalos hasta entonces.-le ordeno a su hijo mayor.

Los tres McCormicks menores tenían sus ropas tan desgastadas como sus padres, llevaban sus ropas para el invierno, Kevin una especie de camisa de botones roja; Karen una sudadera verde lima y Kenny con su inseparable capucha naranja.

Los padres de los niños se fueron en su camioneta mientras se ponían gafas de Sol y gritaban algo como "Vacaciones". Los tres niños parpadearon un par de veces antes de que vieran a los Marsh.

Eran las ocho de la mañana cuando los niños entraron a la habitación de Stan, donde todos los varones se estaban quedando para dormir, era la habitación de Shelley donde se quedaban las chicas.

En un colchón inflable se recostaban Butters y Harry. Mientras que por su parte Kyle dormía en una bolsa para dormir. Y Stan en la cama central de la habitación.

-Oye, dijiste que habría nenas.-le dijo Kevin a su hermano en tono de reproche.

-Hey.-Karen se ofendió por aquella terminación hacia las féminas.

-Y hay una que quedaría muy bien contigo.-aseguró Kenny maliciosamente.

-¿Más emparejamientos forzados?-eso levantó de su lugar a Harry, sorpresivamente a pesar de que destapo a Butters e hizo mucho ruido, no despertó a Butters.

-Hey tú.-le saludó Kenny estrechándole la mano a Potter.

-Hey el niño que vivió segundo.-dijo Harry en tono burlón.

-¿El niño que vivió segundo?-preguntó Kevin sin entender a su hermano menor.

Karen y Kenny se miraron preocupados, el chico de la parka naranja nunca le había contado a su hermano mayor sobre el hecho de que había muerto y revivido gracias al poder de la Piedra Filosofal.

-Oh, no se lo has dicho…-Harry miró de uno a otro lado-Sí, será mejor que regrese a dormir.

-Contarme exactamente, ¿Qué?-preguntó Kevin a su hermano.

Kenny se armó de paciencia, sabía que su hermano Kevin era bastante inestable, desde pequeño siempre demostraba tendencias violentas cuando algo no le agradaba, y seguramente el hecho de enterarse que había estado a punto de morir, y que no haya muerto del todo, lo enojaría de sobre manera.

-¿Cómo?-preguntó Kevin sin entender-¿Puedes morir y revivir por una piedra mágica?-preguntó el chico sin una expresión definible en su rostro-¡Eso es asombroso! ¡Solo imagínatelo: Kenny McCormick, el segundo niño que vivió!-le dijo emocionado poniendo su palma hacia adelante como imaginando el título-Por cierto ¿Por qué segundo?

-El primero le corresponde a Harry.-dijo Stan levantándose y lanzando un bostezo-Oh Kenny, llegaste, hola Karen, hola perchero.-saludo por último a Kevin confundiéndolo con aquel mueble.

-¿Perchero? Pensé que tu hermano se llamaba…-comenzó Harry-¿Kesin?

-¿Kesin?¿Ni siquiera les dijiste bien mi nombre?-preguntó Kevin bastante enojado a su hermano menor.

-Entiende que no están en mi misma casa, apenas y los veo.-explicó Kenny.

-Oso oso mentiroso.-entró Julie a la habitación-Estas todo el tiempo con ellos, sobre todo con los de Gryffindor.

-¿Y tu porque entraste aquí Pooplie?-preguntó Kenny tomando una costumbre de Craig y poniendo "poop" al nombre de alguien cuando este le molestaba.

-¿Puedo patentar los derechos del nombre y utilizarlo a mi antojo?-Kyle también despertó con la voz de su "mejor" amiga, disfrutando seriamente el nombre que Kenny le puso a la susodicha.

-La señora Marsh dice que vayamos a desayunar.-le contestó finalmente Julie-Y me dio una menta para que comiera.-la trago de golpe.

-¿Una menta?-preguntó Stan arqueando una ceja-Bueno, ¿Podrías contarme sobre los Rinothorps?-preguntó Stan recordando el nombre más ridículo que haya escuchado.

-Por su…-la boca de Julie comenzó a moverse, pero no se escuchaba en lo máñs mínimo lo que se decía.

-Lo suponía, pastillas del silencio.-dijo Stan-Mama dice que de joven le eran bastante útiles.

-Quiero una docena, por día.-habló Kyle-¿Se pueden dos?-preguntó recordando que ahora tendría de compañera a Luna Lovegood.

Todos subieron al tejado, donde se encontraba la cocina y el comedor, en este se encontraban las otras chicas, Luna tenía su cabello rizado de manera perfecta, casi parecía recién arreglado. En cambio, el cabello pelinegro de Wendy se extendía casi como si de un afro se tratase. Por si fuera poco la cabellera de Shelley se encontraba tan revuelta y esponjada que cubría totalmente su cara.

Butters en un intento de jugarle una broma a Stan tomó su tenedor, hizo cara tonta y lanzó un rugido imitando a lo que sería una especie de ogro. Stan permaneció con una expresión neutral mientras Butters seguía intentado hacerle la broma, cuando sin siquiera mirar al rubio le lanzó con sus dedos una de esas pastillas en la garganta directamente. Butters comenzó a ahogarse por culpa de la pastilla.

-Oh hola Kenny.-saludó Wendy-Veo que llegaste…O bueno, vería si es que este cabello me dejara.-removió parte de su cabellera en su frente.

-Hola Wendy.-expresó Kenny.

-¿Otros amigos de Stan?-preguntó Shelley algo enojada-¿Porqué carajos si a Stan le dejan traer a sus…diez amigos yo no puedo traer a los míos?-preguntó Shelley-Son solo dos.

-Porque ese niño mitad Coyote intentó follarse a tu madre una no…-habló Randy llevándose parte del desayuno a su boca, y probablemente sin darse cuenta de lo que decía.

Tal cual su hijo Sharon lanzó con sus dedos de manera "disimulada" una pastilla a la garganta de Randy. El susodicho también casi quedaba atragantado. Shelley se guardó sus pensamientos para ella misma, pero estaba segura que cuando llegara a Hogwarts no esperaría para rajarle la cara a Coyote.

-Y tu amigo Lucas siempre peleaba por cada estupidez con tu padre.-le recordó su madre.

-Eso no es cierto.-dijo ella a la defensiva.

-Sí es cierto.-dijeron los tres Marsh restantes, aunque la parte de Randy no pudo ser escuchada.

-Ese chico es demasiado presumido.-comentó Harry.

-Miren quien habla.-jugueteo Kenny desde el otro lado de la mesa.

-No tanto como el señor "Le cuento a mis amigos muggles que vencí al señor tenebroso".-se mofó Kyle de Stan.

-Lo siento Buba, no te escuche, tus juguetes de ponys en tu baúl no me dejan de llamar la atención.-dijo Stan tomando la delantera.

Kevin golpeo en el hombro a su hermano y le señalo que hablaran bajo la mesa, Kenny dejo la rebanada de su desayuno y obedeció curioso a su hermano por primera vez.

-¿Esa es la chica que me dijiste?-preguntó con la cabeza agachada.

-Sí.-dijo Kenny-Le encanta que sean directos y agresivos con ella.-Kenny sonreía de una manera extraña y con los ojos entrecerrados.

De todas maneras, Kevin no notó ese hecho.

El desayuno no termino antes de que la paloma moteada de la familia Marsh, Rosti, entrara con básicamente una docena de sobres con el logo de Hogwarts. La paloma se veía severamente agotada, los sobres pesaban más que la paloma misma.

-Rosti, descansa.-fue Sharon la que recibió el paquete-Parece que al fin llegaron sus cartas de Hogwarts, menos para ti niño.-le dijo a Kevin, el chico bufó decepcionado, aunque esperaba eso-Iremos hoy mismo, báñense y arréglense.-le dijo la mujer.

Continuara…

Na.-No sé porque tarde 3 días en escribir esto (esconde el juego que lo tuvo viciado), pido perdón por tardar de nuevo 2 semanas, enserio.

En fin, ya volví, espero que no tarde tanto nuevamente en actualizar, gracias por ser pacientes, y continuar leyendo.

Pd.-Voy a dejar de lado la cuarta pared por un rato, ya me canse de esos chistes. Espero no les moleste…