Jóvenes Magos y la Cámara Secreta

Capítulo 6 La banca mágica de Gringotts

-Señora Marsh, ¿Esta segura que no puede poner otro encantamiento al carro para hacerlo más grande?-preguntó Gary tratando de no quedar aplastado. En un carro donde usualmente cabían cinco personas se encontraba en aquel momento con quince niños y sin espacio entre uno y otro.

Kevin cargaba a su hermano menor en su regazo, al mismo tiempo que Kenny cargaba a Karen. Por otro lado, Shelley era la que estaba más cómoda sosteniendo encima suya a Harry Potter, y encima de Harry Kyle, y encima suyo Gary. Butters era quien más carga tenía pues se encontraba hasta abajo cargando a Wendy, quien a su vez cargaba a Julie y por ende a Luna. Randy y Sharon se encontraban en los asientos delanteros.

Todos viajaban en el auto al centro de la ciudad, donde se encontraba el callejón Diagon. Este abría a las diez de la mañana, por estrictos estándares de seguridad, no como el callejón Mars, que se encontraba en Las Vegas y abría todo el día y noche.

Faltaba un cuarto de hora para que las puertas fueran abiertas, varios de los niños recordaron su primer tour, dudaron si cambiarse las túnicas, lo único que estaba claro es que tenían que ir forzadamente a la biblioteca, por la colección de libros que les pedían.

-Como educar a una banshee…Lockhart… Vacaciones consentidas con las brujas…Lockhart... Cielos, seguramente tendremos maestra de defensa contra las artes oscuras.-indicó Butters.

-Veamos si opinas lo mismo acabando este capítulo…-objeto Stan repasando el guion.

Los chicos se encontraban con los señores Marsh en la barrera mágica, para su desgracia no eran los únicos en el callejón. No solo a ellos apenas les habían llegado las listas de útiles, sino que también paso lo mismo con casi todo Hogwarts. Y fácilmente un cuarto del colegio se encontraba en el sucio callejón muggle donde se encontraba la entrada secreta.

Una vez las puertas del callejón fueron abiertas, y todos se sintieron capaces de pasar las barreras mágicas de pared sólida. Los únicos que no habían visto ese tipo de hechicería eran Luna y Kevin. Sin embargo, sus hermanos que previamente ya habían estado en aquel lugar ya les habían contado todo sobre el callejón.

Dentro del callejón las tiendas se enconaban más llenas que de costumbre, no había ningún comercio que no tuviera estudiantes de Hogwarts de todas las edades, desde menores hasta mayores. Alguna que otra cara conocida para el gran grupo de niños que llevaban los Marsh, algunos magos incluso se quedaban mirando a tan gran grupo.

-Oh mierda, miren la fila para los libros…-objetó Kyle mostrando una fila a dos metros de la entrada del callejón que llegaba al otro extremo del mismo, donde se encontraba la librería.

-Ah…-Randy Marsh comenzó a babear por no saber que hacer realmente en aquella situación-Stan, tu mama y yo nos quedaremos aquí, mientras ustedes compran lo que puedan.-explicó el hombre.

-¿Por qué no simplemente venir otro día?-preguntó Stan.

-Has lo que te digo.-le dijo Randy en un tono irreprochable.

-Pero no tenemos dinero.-su hija se puso del lado del menor, cosa que Sharon se sintió apenada.

-Cierto, tendré que ir a Gringotts…-dijo la mujer comenzando a buscar en su bolsa de mano su llave de cámara.

-¿Llave de cámara?-preguntó Kenny al narrador…Este le recomienda solo dejar que la historia continúe.

-Stan, te pediré que vayas y abras mi bóveda de Gringotts, toma unas dos bolsas de galeones, trata de llenar con sickles y…-hablaba la mujer como si aquello no fuera nada.

-¿No sería mejor pedirle una cantidad exacta y que los del banco te la den con una clave?-preguntó Wendy, a lo que Sharon comenzó a reír.

-Que ingenua…-reía aún más y con ganas-Bien, bien, Stan, Shelley, vayan por favor por mi.-dijo la mujer mirando la fila y especialmente el apellido Lockhart encima de un cartel de la biblioteca.

Los niños fueron hasta el final del largo callejón, encontrándose con lo que sería un edificio totalmente blanco y de mármol exquisito, sus puertas de madera gigantescas eran de robles. En la puerta se encontraban alguna especie de criaturas un tanto extrañas.

-Mira Kenny, un caballito…-le dijo Karen señalando a un ser con el cuerpo de caballo y torso de humano.

El centauro que había recibido el mensaje se acercó a la menor y la tomo del cuello para comenzar a estrangularla violentamente.

-¡¿A quién le dijiste bonito caballito?!-preguntaba el centauro energúmeno mientras agitaba a Karen de uno a otro lado con violencia.

-¡Suéltela!-gritaron los dos hermanos McCormick mientras golpeaban al caballo, el cual les regreso el golpe con una patada trasera, los lanzó básicamente a un metro en el aire.

Ambos chicos aterrizaron de golpe en el suelo a la vez que Karen se libraba del agarre mordiendo al medio humano.

-Ella lo lamenta seriamente, no tenía idea de los estándares de los Centauros, es hija de muggles y acaba de entrar…-se disculpó Wendy tratando de calmar a la bestia.

-¿Hija de muggles?-preguntó el centauro a la menor aflojando un poco la mano.

-Sí…-contestó la niña a duras penas, a lo cual el animal la soltó bastante avergonzado.

-Lo siento mucho pequeña…Ahm…-el animal miró de uno a otro lado hasta que tomó algo desde detrás de su bolsillo-Una bolsa de galeones por todas las molestias…

-¿Cree que vamos a dejar pasar esto por alto solo por…?-iba a preguntar Kevin enojado mientras se levantaba a lo que su hermano menor le tapó la boca.

-Trato.-contestó Kenny conociendo lo complicado de la situación financiera en Hogwarts, le estrecho sin dudar la mano al centauro.

-Soy Bane, por cierto…-se estaba presentando-Y ustedes ¿No son muy potros para tener una cuenta bancaria?

-Solo vinimos a recoger el dinero de la cámara de su mama.-explicó Kyle señalando a los Marsh-De la suya.-señaló a Butters-Y bueno…De varios…

El centauro les dejo entrar sin más para evitar que los niños le denunciaran, estos se mostraron poco atentos en respecto a eso. Excepto Karen quien se frotaba el cuello para aminorara el dolor que provenía de este.

-Creo que se pondrá bien, mientras los duendes no hagan lo mismo que el año pasado.-exclamó Harry bastante rojo de la vergüenza-¿Alguna vez se los con…?

-No necesitamos más historias del niño que vivió, gracias.-comentó Stan rodando los ojos y viendo el interior de Gringotts.

El lugar tenía un arcoíris interno que iba de un caldero negro con monedas de oro, hasta otro. Por todos lados pequeños hombres con trajes verdes y grandes sonrisas se mostraban yendo de uno a otro lado con monedas extrañas de oro.

-Por el tipo de estupideces que suelen pasarnos yo pensé que todo esto terminaría más con un estilo de duendes de traje malhumorados.-comentó Kyle.

-Yo también pensé en eso.-asintió Butters.

-Bienvenidos a la banca nacional de…-saludó un duende-¿No son muy jóvenes para tener una cuenta bancaria?

-Venimos por el dinero de nuestros padres.-contestó Stan-No es un asalto.-aclaró notando como había hecho el comentario.

-Oh esperen, a ella la conocemos.-dijo el duende negando con la cabeza y pisando con su zapato repetidas veces en el piso-La última vez que intentó sacar dinero amenazo de muerte a tres empleados, destruyo cuatro bóvedas valiosas y por no mencionar que golpeó brutalmente a una duende que aún sigue en el hospital…Mi amada esposa.-explicó el duende aun negando.

-Oh sí, esa fue una experiencia graciosa.-expresó Shelley-Estos duendes son muy aburridos.

-Y aburrido se quedara porque tú no tienes el derecho de entrar al banco.-le dijo el duende comenzando a empujarla a la salida.

-Yo esperare con ella.-se ofreció Kevin a con la chica y ambos salieron del lugar.

-Le dijiste que mi hermana ya tiene novio, ¿Verdad?-le preguntó Stan a Kenny mirando hacia la salida.

-Dejemos que él lo descubra por su cuenta.-Kenny sonrió satisfecho por sus acciones.

-Bien, síganme.-les dijo el duende también mirando como los dos mayores se iban-¿Solo visitaremos una bóveda?

-Que sean dos.-añadió Kyle contando la de los Marsh y de Butters-Tres con la de Kenny y su hermana…¿Julie?¿Wendy?

-Bien gracias.-contestó Julie sin saber a lo que le preguntaban, hasta que Kyle le repitió la pregunta-Ah, por supuesto, tenemos dinero que nos dejo papa.

-Yo voy a cambiar dinero muggle.-fue la contestación de Wendy.

-Perfecto, eso se hace en un momento.-el duende levanto ambas manos emocionado-Vamos directamente a la parte baja.-abrió una puerta que revelaba un elevador elegante.

-¿Un elevador?-preguntó Stan decepcionado.

-Sí, antes teníamos un sistema de rieles que era demasiado riesgoso, pero desde hace un par de años nos reservamos el derecho de usar el sistema de rieles o el elevador.-explico el duende-Aunque claro, el sistema de rieles tiene acceso único a cámaras bastante antiguas.

-¿Qué tanto?-preguntó Harry interesado.

-Veinte, tal vez treinta años sin que nadie las visitase, solo por decir ejemplos, porque la cámara más antigua le pertenece a la de la fundación del banco.-explico mientras todos se apretujaban en el elevador-Sin embargo, ningún duende tiene derecho a bajar hasta ese punto.

-¿Por qué no?-preguntó Gary sin entender cuál era el punto de tener una habitación sin que nadie pudiese ir.

-Eso tiene que ver con el hecho de que esa misma fue fundada juntó a Hogwarts, se puede decir que los fundadores confiaron en nosotros para guardar algunas de sus riquezas.-continuó-Y como ninguno tuvo descendencia…Bueno, tal vez Ravenclaw, pero le mataron a la hija…Además Slpytherin hizo ese extraño pedido…

-¿Extraño pedido?-preguntó Wendy sin entender.

-Sí, según las leyendas antiguas cuentan que pidió la construcción de una cámara con la seguridad de Gringotts, pero personal en el colegio…Tengo entendido que al no ser tan…Amable, no logró su cometido.-explicó el duende-Creo que estamos llegando a la cámara de los Potter.

-Interesante y para nada forzado.-dijo Harry a la vez que el duende abría la puerta del elevador-Sip, exactamente como lo recordaba.

En la recamara de Harry había toneladas de oro, hasta se encontraba una montaña que casi llegaba al techo y una piscina con bordes del material. Kenny miró hasta arriba viendo las toneladas de dinero, Harry les dijo que no tendría problemas financieros, pero aquello era ridículo.

-¿Cómo conseguiste todo ese dinero?-preguntó sorprendido Stan quien apenas tenía para un duro.

-Mis padres me lo dejaron como herencia.-dijo Harry Potter mientras se hundía en la piscina de oro, todos miraron al duende para corroborar la historia.

-En realidad son donaciones que le dieron al señor Potter por su derrota del que Preferimos Evitar Nombrarlo.-explicó el duende susurrando-Pero déjenlo creer.

Después de tomar el oro de la banca de Harry, continuaron con un par de bolsas de oro para Kenny y Karen; cortesía de la profesora Dumbledore. La niña se vio sorprendida por la cantidad de monedas de oro que estaban en su mano. Y para finalizar Butters también entró en la cámara de su madre, en la cual también tomó un saco de monedas de oro, su cámara era bastante normal y con apenas un montón de oro juntado en una mesita. Mientras iban el elevador el duende hizo la transición del dinero muggle de Wendy a galeones.

La cosa fue cuando llegaron a la banca de los Marsh, todos se quedaron sorprendidos, a duras penas habían logrado juntar un montoncito de oro encima de una mesa, no era ni lo suficiente para una montaña pequeña, o algo parecido, el oro se encontraba plano en la mesa.

Fue entonces cuando a Harry le cayó pesado el estómago, Stan generalmente era muy cayado sobre sus asuntos, pero era evidente que no tenía problema por ser…Pobre…O algo por el estilo.

-Bien, creo que esas serían todas las bóvedas.-comentó el duende-Un gusto atenderle nuevamente señor Potter.-exclamó extasiado por el contacto humano.

Todos subieron por el elevador hasta que llegaron de vuelta al vestíbulo, en este los arcoíris caían sobre los chicos y estos intentaban cubrirse de tanta vida. Y finalmente salieron del banco.

-Siento que voy a vomitar arcoíris…-espeto Luna tocándose la cabeza.

-Buena idea, eso atrae Marlimans.-le dijo Julie emocionada-¿Saben que los Marlimans son…?

-Sí, por supuesto.-Kyle le tapó la boca-Vamos a con la señora Marsh, ya deben de estar en la línea de…-al terminar se encontró que habían pasado casi cinco horas en el banco, pues los Marsh estaban justo al lado de la puerta.

-¡Corran niños!-gritaba Sharon mientras la docena de niños se unían a la fila-¿No están emocionados?

-¿Por?-preguntó Harry sin entender.

-Dentro de este lugar encontraran al gran escritor y aventurero…-hablaba Sharon emocionada y llevándose ambas manos al pecho, misma reacción que tuvieron Wendy, Julie, Luna y Shelley-Lockhart.-exclamaron las tres emocionadas.

-¿No es ese tipo gay que escribe libros para mujeres?-preguntó Kyle ganándose la mirada asesina de cada mujer a cinco metros a la redonda.

-¿Lockhart?-preguntó Harry-¿Quién es ese…?-no pudo terminar de preguntar porque fue el turno de los Marsh para entrar a la librería, en esta se encontraban cientos de cámaras enfocando a una mesa con un hombre en esta.

En el centro de la mesa se encontraba un hombre con unos músculos, que Harry tenía que admitir, bastante grandes (gay), y con una túnica turquesa abierta del pecho para mostrar que debajo usaba una camiseta de botones blanca como la nieve, o como su sonrisa que nunca dejaba de mostrar. Un cabello rubio y corto, nada afeminado, con voz potente y un par de gafas de Sol.

-PC Lockhart…-hablaron emocionadas las chicas a la vez que esperaban un poco más en la fila, solo faltaban cinco turnos antes del suyo.

-¿Quién?-ahora fue Kenny quien se confundía.

-Es un tipejo que se pasa la vida narrando sus hazañas y señalando lo asombroso que es ante otra gente.-espetó Stan cruzado de brazos.

-¿Cómo tú conmigo en el verano?-le regresó Gary alzando una ceja y mostrando una sonrisa perspicaz.

Los chicos se movieron apra dejar que las chicas fueran a conocer a aquel tipo, mientras ellos buscaban los libros, era Karen quien les acompañaba pues no conocía tampoco al tipo. Estos se encontraban mirando los estantes hablando animadamente.

-Esa voz, la conozco.-habló alguien quien se acercó al lugar-Oh, la bola de ineptos.-apareció por detrás de una estantería Draco Malfoy mirando despectivamente a todos-Y traen uno, dos, tres muggles asquerosos a un lindo lugar mágico, desconsiderados, tendrán que tallar con fuerza extra para que no huela mal.

-Cállate Milfoy.-le dijo Stan enojado y poniéndose en frente del resto, lo mismo hicieron Harry y Kenny.

-Disculpa, ¿Tú quién eres?-le preguntó Draco fingiendo no conocerlo-Oh, espera, eres el asistente de Harry Potter, su lame botas personal.-comenzó a reírse de su propio chiste, el resto de la tienda estaba muy ocupada mirando a Lockhart que ni se inmutaban por los niños, Stan se encontraba rojo de la ira.

-Calla ya o…-amenazo Kyle rebuscando su varita mágica.

-¿O qué? Ah, tu no necesitas presentación, pelirrojo, judío yiuh, pecoso, sí, Eric tenía razón, un Broflovski.-le dijo rodando los ojos y terminando en Kenny-Y el hijo de muggles que tiene suerte de encontrarse con el resto.-chasqueaba la lengua de manera reprobatoria mientras negaba con su cabeza-Potter, sabía que eras un pendejo, pero después de toda esa mierda que hicieron el año pasado creí que considerarías mejor a tus amistades, minimo la otra estúpida hija de muggles es inteligente.

-Cállate.-le espetaron molestos los cuatro niños.

-Draco…-habló un hombre con una voz nasal marcada y entrando en escena desde la esquina, su melena rubia y lacia le caía hasta los hombros, sus facciones eran bastante puntiagudas y su altura no se quedaba atrás, vestía una túnica negra bastante elegante-¿Cómo se te ocurre hacerle cumplidos a una sangre sucia de la que hablas?

Harry, Kenny, Kevin, Karen y Gary no entendieron esa palabra, pero por la expresión que ganaron Stan y Kyle entendieron que no era nada lindo.

-Niños, ya tenemos que comprar…-entró desde el otro lado Randy Marsh bastante alegre, pero cambiando el tono al mirar al otro lado-Lucius Malfoy.-intentó sonar formal y mostrar una sonrisa forzada, pero era evidente que no le agradaba-Un placer.

-Vaya Draco, parece que la peste a muggle se esparce por todo el callejón Diagon.-dijo indignado el padre del chico con bastante dignidad.

-No nos veíamos desde aquella vez que intentaste hacerme flotar desnudo en esa reunión de ex alumnos.-expuso Randy molesto.

-Y lo hubiera logrado, pero tu esposa es una excelente hechicera, sin ella no serías nada.-le dijo Lucius riendo, solo su hijo le acompañaba.

-Ahora no está ella aquí, ni tus otros amiguitos.-expresó Randy comenzando a mostrar dientes.

-Primitivo muggle, ¿Crees que mancharía mis puños con semejante escoría?-preguntó el hombre sacando una varita mágica, Randy en lugar de retroceder avanzó varios pasos para poner a su hijo y los otros niños detrás suya, eso solo hizo que Lucius le apuntara directamente al rostro.

-Mírate, patético, inútil, tu esposa cae en la pobreza para mantenerlos en un mundo mágico, y tu un muggle infeliz, con orgullo de lo que es, en lugar de estar besándome las suelas, suplicándome que te de la palabra.-expresó el hombre bastante enojado.

-Lucius.-desde donde antes había entrado Randy ahora se encontraba Sharon levantando la varita mágica-Me distraigo por un momento y ¿Me encuentro con esto?

-La hija prodiga ha llegado.-intentó hacer una broma Draco, pero su padre le dio un pelmazo para que se callara.

-Sharon, oh, Sharon, perdiste todo tu orgullo mágico de sangre pura casándote con…Este muggle.-le espetó-Antes no te hubiera creído capaz de tal atrocidad, que deshonor en el nombre de una buena bruja.

-Tenemos puntos muy diferentes de vista sobre lo que una buena bruja es, Lucius.-espetó Sharon.

-Y mira a donde te ha llevado.-continuo el hombre alardeando y tomando un libro de Karen para analizarlo antes de mostrar una arcada-Convivir con muggles que intentan ser magos.

-¡No le hables así a mi esposa!-Randy se alteró y salto encima de Malfoy, este no tuvo tiempo de lanzar un hechizo de defensa, así que ambos comenzaron a utilizar sus puños para golpearse mutuamente.

No fue sino hasta que un guardia tomo posición y los separo a ambos mediante magia, confiscando la varita de Lucius hasta que este saliera. Este se mostró molesto e insulto a la falta de respeto a la sangre por parte del guardia. Intentó largarse, no sin antes lanzarle de golpe sus libros a Karen. Todos en la tienda miraron hacía aquellas estanterías.

-Para que aprendas algo en tu inmunda cabeza de sangre sucia.-le espetó Lucius saliendo por su propia cuenta-Vámonos Draco.-su hijo

Karen se encontraba al borde de la lagrima por todas esas muestras de crueldad que el mundo mágico le habían mostrado en aquel día, definitivamente nada era como la primera vez.

-¿Qué pasa aquí?-se acercó el referido hombre-Oh, niña, no llores, mira…-el hombre se acercó y le dio un libro del estante que tenía al lado-Este libro y toda mi colección firmada van a cuenta de la casa.-le dijo a la niña amablemente-¿Y ustedes son sus padres?-preguntó a los Marsh, quienes negaron-Bueno, por favor regresen a la…Santos cielos, ¿No será por casualidad ese niño Harry Potter?-sin pensárselo dos veces Lockhart desvió su mirada a la cicatriz con forma de rayo que caracterizaba al niño.

Una vez confirmo este era el susodicho lo tomó de empujón y se lo llevo a donde se encontraba su mesa principal.

-Señoras y señores.-hablo casi gritando-¡Callen sus puñeteras y poco importantes bocas!-una vez la librería guardo silencio este continuó-Este es un momento histórico, el momento ideal precisamente para que revele información que tenía reservada.-explico guiñando un ojo-Cuando el joven Harry Potter, sí, ese Harry Potter, entró aquí a comprar mi libro de auto ayuda para ser un PC y aceptar a la sociedad moderna.-hablaba el hombre-El cual no tendré problema en regalarle a este pillín.-dijo mientras lo zarandeaba y la multitud aplaudía-Sino que también, se encontró con una bárbara muestra de fuerzas muggles mientras compraba inocentemente mi libro, iba a recibir algo más de mi…

-Ni siquiera lo conozco…-intentó hablar Harry, pero Lockhart lo silencio.

-Exacto, es hora de desvelar mi fachada, a partir de Septiembre laborare en el colegio Hogwarts de magia y hechicería como maestro de Defensa Contra las Artes Oscuras.-hizo aquel gran anuncio-Y que él se llevaría copias de mis libros requeridos para estudiar la asignatura, firmados por mí, para que sus estudios sean más provechosos y de gran aceptación social, totalmente gratis.-le entrego un gran montón de libros.

-No me siento bien recibiendo rega…-intentó volver a hablar Harry, pero el hombre PC solo lo volvió a mandar a callar poniéndole una mano en la boca de manera disimulada. El hombre en cambio lo volteo para que de alguna manera mirara a un fotógrafo, pero con todos los libros que él cargaba no se mostraba muy contentó en la foto.

Harry camino a duras penas por toda la tienda para poder librarse del hombre que continuaba lanzando disparates por todos lados para tratar de impresionar a cuantas fanáticas pudiese.

-Tómalos tu.-se los ofreció a Karen quien ya no se encontraba llorando-Yo puedo comprarme los míos, y de paso los de tu hermano…-dijo mirando a Kenny.

-¿Estas de broma? No te lo permitiría, primero muerto.-expresó Kenny orgulloso-Nah, mentira, pero cuenta como tu regalo de Navidad.

-Por mi mejor.-rio Harry a la vez que todos continuaban yendo por sus materiales para comprar de Hogwarts, el hombre Lockhart no dejo marcharse a Harry hasta que aceptara que sus libros fuesen firmados por él.

Las compras en el callejón Diagon de nuevo tomaron mucho tiempo para que terminaran, los Marsh y todos los niños se encontraban agotados. Todos llevaban sus materiales indicados para llevar durante el curso.

Al finalizar el día se fueron de vuelta a la madriguera de los Marsh, donde guardaron sus materiales en sus baúles y fueron a dormir. Faltaba poco para el regreso a Hogwarts.

Continuara…

Na.-Bueno, no tengo nada que decir, aparte de que este capítulo se extendió un poco más de lo que tenía planeado y que a lo mejor un poco menos épico.

En fin, espero que les agrade como manejo las cosas, muchas gracias por leer, si algún donante quisiese dejar review se lo agradecería, en fin, gracias, nos vemos.