Jóvenes Magos y la Cámara Secreta
Capítulo 8 Un muggle en el colegio
Los cuatro chicos seguían a Snaperrison por el césped y corales de los campos de submarinos de Hogwarts. El chico mormón a pesar de estar herido con gravedad en su brazo izquierdo sonreía de par en par; su asombro no cupo cuando un banco de pez entró a la cúpula de agua y paso flotando por su cabeza.
-¿Qué hace este acá?-preguntó Snaperrison-¿Es de primer grado? Vaya, señor Potter, no le basta con contaminar a sus amigos, sino que ahora también infecta la mente de los más jóvenes.
-Señor, es mi amigo muggle.-explicó Stan tratando de romper el hielo mientras entraban al castillo por las grandes puertas de robles.
-Cinco puntos menos para Gryffindor por tanta insolencia.-dijo Snaperrison aprovechando aquellas palabras, aunque se detuvo un momento y miró de reojo al niño rubio-Un momento, ¿Dijiste que era muggle?
-No me gusta ese ter…-iba a quejarse Gary antes de que Harry y Kyle le cerraran la boca al mismo tiempo.
-Vaya, vaya, señor Potter, usted no deja de asombrarme, traer a un muggle a nuestra querida escuela, venir en un auto volador ilegalmente y violar cientos de leyes mágicas arcanas, rotas por su voluntad egoísta y de paso arrastrando a sus amigos.-dijo Snaperrison con una sonrisa de medio lado, se veía bastante complacido-Chicos, ¿Alguna duda antes de que sean expulsados definitivamente por tanta sarta de problemas que han causado?
-Sí, profesor, ¿Quién usa la palabra arcana?-preguntó Stan ya sabiendo que estaban totalmente perdidos-Y de paso, la palabra sarta.-terminó imitando la sonrisa de Snaperrison.
-Vaya trato, tendrá un severo castigo señor Marsh.-le informó Snaperrison.
-Da igual, ya estamos expulsados.-dijo Stan bastante burlón y relajado.
El profesor continuó andando bastante enojado por los pasillos, aunque una sonrisa se le formó cuando pasaron por el lado de las puertas del Gran Comedor; el estómago de Harry rugía de hambre gracias al olor de la comida que salía desde dentro. No era el único con ese problema, ya que el resto de los estómagos de los niños estaban rugiendo mientras miraban con recelo las puertas, sabiendo que detrás había comida a montones, todos menos Gary, quien parecía no tener conciencia sobre su estómago.
El profesor los guio fuera de aquel lugar, aunque Kyle pudo ver un poco atraves de las puertas entre abiertas a un niño rubio bastante pequeño y que sudaba a mares que se ponía un gorro, creyó escuchar: Gryffindor, a la distancia, indicando que estaban a mitad de la ceremonia de selección.
Continuaron bajando los escalones hasta llegar a las mazmorras, donde daba el maestro clase de pociones. Entraron al despacho del mismo, era una sala circular con varios tarros de objetos poco definidos, o viscosos. Algunos parecían tener vida propia a pesar de ser solo una masa blanquecina. A Gary casi le da por tocar uno, pero Kyle lo detuvo.
Snaperrison salió por la puerta y pareció cerrar con cuidado, casi como si quisiera darle una última mirada a su presa antes del acto final.
-Puta…Nos metimos en una grande…-dijo Harry hiperventilando-Bien, no pasara nada, nada…-se trató de decir a sí mismo-Cálmate Potter, eres el protagonista, algo convenientemente estúpido tiene que suceder.
-Vaya, eso parece una lagartija…-señaló un frasco de color carmesí, el cual brillaba y tenía una criatura extendida con ocho extremidades y una cabeza de lagarto.
-No toques.-le dijeron todos algo molestos por el hecho de que tenían que lidiar con el chico aparte de con sus problemas personales.
Esperaron varios minutos hasta que finalmente las puertas del despacho fueron abiertas nuevamente y por esta entró nada más y nada menos que la profesora Mierderva McGonagall, con una expresión de enfado evidente. Detrás suya Kenny iba cruzado de brazos y… Parecía feliz de por una vez no estar del lado de "a punto de ser expulsados".
-Kenny, ¿Nos delataste?-preguntó Harry ofendido.
-De hecho solo lo hice porque tenía la sospecha que iban a quedar varados en alta mar…-admitió Kenny mientras trataba de no parecer sospechoso para la profesora McGonagall.
-¿Y bien?-preguntó la Profesora-¿Un auto volador? ¿Trajeron un muggle? ¿No entraron al vuelo? ¿Quién inicia?
Los tres chicos intentaron hablar bastante nerviosos e interrumpiéndose unos a otros para tratar de explicarse antes que el resto, no fue sino hasta que Snaperrison pidió con violencia "silencio", que los tres se callaron. Durante todo ese tiempo Gary continuaba mirando de uno a otro lado atontado.
-¿La puerta se cerro?-preguntó mordazmente-¿Y decidieron que la mejor idea era tomar ilegalmente un auto volador?
La sonrisa de Snaperrison no pudo ser más grande, o eso creyeron hasta que entró en el lugar la directora Dumbledore, esta era una mujer mayor con muchas canas y abundantes arrugas; de media estatura, pero conocida como la mejor bruja que haya dado clases en Hogwarts. Al día llevaba una túnica morada para celebrar el regreso a clases, junto a un sombrero puntiagudo con estrellas que se movían, pero se quitó aquel ornamento una vez entró al lugar y pidió explicaciones.
Nuevamente los tres hablaron al mismo tiempo bastante nerviosos. Una vez terminaron de decir cuanto pudieron para defenderse y Kyle quejarse sobre su varita rota, la directora miró muy decepcionada al piso.
-Han roto el decreto treinta y cuatro para uso de magia en menores, han quebrantado la sagrada regla del secretismo de nuestro colegio y el peinado de Potter es anticuado, yo propongo la expulsión.-propusó Snaperrison.
Pero nadie pareció escucharle, pues la vista de todos estaba en la de la directora. Ella no decía nada, solo miraba decepcionada al piso; a Harry le hubiera gustado que se hubiese puesto a gritarle para que dejara esos comportamientos.
-¿Y solo el joven McCormick tuvo la idea de quedarse a esperar a que la puerta fuera nuevamente abierta?-preguntó la directora después de meditar sus palabras.
Todos asintieron, corroborando la versión de Kenny y admitiendo su culpa en todo aquello. Este los miraba con una ceja alzada, tratando de mostrar que él tenía la razón.
-Cumplirá con su castigo debido señor McCormick, junto a ellos.-dijo la profesora McGonagall a lo que Kenny se sorprendió-Oh, no, no, no; ¿Cómo se le ocurre que lo que han hecho estos niños es siquiera una mala idea?-le preguntó la maestra-Obviamente si no tomas el avión, tienes que llegar a Hogwarts por otro medio, vaya, esperar a que los demás resuelvan sus problemas, cierto, un auto volador es demasiado cliché, pero bien pudo hacer usted algo más, en lugar hizo gastar recursos del colegio para que lo trajeran.
-¿Qué?-Kenny se asustó-¿Por qué? Pero si…-trató de quejarse antes de suspirar y unirse a los otros.
-Lamento informarles, que si los descubrimos nuevamente, tranladandose a la escuela, sin acudir a las autoridades del aeropuerto.-dijo la directora-Obviamente este tipo de situaciones se han dado antes, y se han resuelto antes.-les dijo la mujer decepcionada-Pero ya que, ustedes han demostrado gran valentía al seguir a un avión a través de todo el país, que valientes…
-Directora sugiero una expulsión y…-trató de detenerla Snaperrison pero era demasiado tarde
-Esta decidido, cien puntos para cada uno, por tal acto de valentía.-dijo la mujer las palabras mágicas haciendo que los ojos de Snaperrison se entrecerraran y se fuera hecho furia de su despacho-Excepto para el joven McCormick, debe aprender a que la amistad es quedarse con tus amigos hasta el final.-dijo mientras se retiraba.
Solo quedaban los chicos solos con la profesora McGonagall, la cual también parecía pensar de una manera similar a la directora, sin embargo, notó algo extraño en el lugar.
-¿Un muggle en Hogwarts?-al ver a Gary, McGonagall se acercó-Impensable, se supone que las defensas del castillo…-hablaba pero se detuvo-Da igual, ahora hay que encontrarle una cama y…
-¿Una cama? ¡No! Él tiene que volver a casa, se perderá un semes…-trató de decir Stan bastante molesto, pero fue interrumpido por su mejor amigo.
-Oh muchas gracias señorita bruja.-dijo Gary feliz.
-No te emociones, simplemente que la barrera de Hogwarts ha sido cerrada y por medidas de seguridad no podemos enviarte a casa por aparición hasta que sea primero de Noviembre…-explicó la profesora rodando los ojos-Hasta entonces, dormirás en la habitación del segundo curso con los jóvenes Marsh y Potter.
-Cool.-fue la simple contestación de Gary.
-Pero, tendrás que ser el asistente de Filch.-terminó de decir la maestra-Dice que este castillo necesita más conserjes, veremos cómo le va con una mano extra durante un periodo de dos meses…
-Pero profesora, ¿No deberíamos tratar de re…?-preguntaba Stan bastante desesperado por la seguridad de su amigo, sabía que no duraría ni un día.
-Oh tranquilícese Stanley, obviamente cuando sea enviado a su casa el resto de sus amigos y familiares recordaran aquella experiencia como si él hubiese estado gravemente enfermo…No sé…Alguna enfermedad muggle grave…-se puso a rascarse el mentón-Sida, sí, le dio Sida y se curó, fin.-le dijo la profesora-Ahora, quédense aquí mientras se termina la cena, luego pueden ir a sus salas comunes.-al decir aquellas palabras en la mesa del profesor Snaperrison apareció una bandeja de sándwiches junto con varios vasos de jugo de tinta de calamar.
Los chicos tomaron algunos bocadillos de la bandeja y comieron como si no hubiera un mañana, incluso Kenny se atrevió a meter su mano entre el montón para tomar alguno de esos manjares.
-Entonces, ¿Cómo le fue a tu hermana?-preguntó Stan mientras masticaba dos sándwiches al mismo tiempo.
Kenny se quedó unos momentos en silencio, analizando lo que tenía que responder, lo cual Kyle no dejo pasar desapercibido.
-No entró con los wuaffles.-dijo el pelirrojo sonriendo.
-No... Entro a Gryffindor.-dijo Kenny algo decepcionado, pues le hubiera gustado que ambos terminaran en la misma casa.
-La casa de los valientes.-dijo Stan mientras levantaba el pecho.
-De los gatitos.-corrigió Kyle riendo-Hay veces que no entiendo a este sistema para ingresar a las casas.
-Calla varita partida.-se mofó Harry a lo que Stan casi escupe el vaso de su agua-Hablando de ingresar a las casas…-les cortó la conversación-¿Cómo vamos a entrar a la sala común si no nos dieron la contraseña?
-Oh mierda, la wuafflera….-dijo Kenny recordando que necesitaba ingresar un código en dígitos para poder ingresar a su sala común.
-Gran problema…-ironizó Kyle, puesto que para él era tan fácil como resolver un dilema o pregunta que le daba una estatua de delfín.
-¿De qué tanto están hablando?-preguntó Gary ansioso-¿Dónde voy a dormir? ¿Cómo le aviso a mis padres? ¿Podre colarme con ustedes a sus clases? Si es así…¿Puedo intentar usar una de sus varitas? ¿Quién es ese tal Filch? Suena amable, ¿Hay una iglesia mormónica cerca y…-preguntaba sin darse tiempo para respirar siquiera.
-A ver…En orden,-le contestó Stan las preguntas-hablamos de nuestras salas comunes, donde dormiremos; le avisaremos a tus padres por paloma; no, no puedes entrar a clases con nosotros y menos usar nuestras varias; Filch es una mala persona y ya te lo dije, los magos no creen en fuerzas divinas.-dijo Stan tratando de calmar a su amigo.
-¿Porqué la profesora dijo que no podía regresar hasta el primero de noviembre?-preguntó Harry bastante consternado.
-Creo que porque hasta ese día no se hará una visita a Hogsmade.-dijo Kyle consultando su calendario-Sí, según una adivina, el clima en Halloween será de tormenta tropical.
Una vez terminaron de comer, y escucharon a lo lejos las puertas del Gran Comedor ser abiertas, junto a cientos de emocionados pasos; y las inolvidables voces de los prefectos señalando "Los de primero por aquí." Esa fue la señal para que ellos se reintegraran al grupo.
Uno de los primeros en haber salido del Gran Comedor había sido un chico que ya había perdido mucha participación en esta historia, pero que no deja de ser un cabrón hijo de puta mal nacido, y esa no es la opinión del narrador, sino la suya misma.
-Cállate imbécil.-exclamó Eric Cartman mientras caminaba con sus cuatro amigos de Slpytherin, los mimados de Damien y Draco; junto a la rara e igual de gorda de Honey.
-A veces me preocupa que hable con la nada…-le susurró Draco a Damien levantando una ceja asustado.
-Tu déjalo, es un culo gordo con un tornillo menos, nada interesante.-le trató de calmar Damien antes de que Cartman maldijera a la nada por no darse cuenta que desde el cielo le llego la sorpresa de una paloma-Y entonces… ¿Cómo les fue con su relación a distancia?-preguntó Damien a sus gordos amigos.
-Bien.-contestó Cartman confiado.
-Mal.-contradijo Honey cruzándose de brazos.
-Pero, ¿Por qué?-preguntó Cartman mientras bajaban algunas escaleras y en un ventanal se encontraron con un tiburón blanco que los saludo con su aleta derecha antes de que un tentáculo lo capturara e hiciera desaparecer del cuadro.
-No contestabas ninguna de mis llamadas, eres un imbécil y saliste con otra tipa, no creas que no escuche como había otra mujer mientras estabas solo...-decía ella con roña y bastante enojada.
-Uno, conteste todas tus llamadas, hasta que me desesperaste y apague mi celular.-le contradijo Cartman-Segundo, gracias.-tomó el halago-Y tercero, esa otra mujer era mi madre.
Al llegar finalmente a su ostentosa sala común, llena de necesidades básicas, como un jacuzzi, televisión plasma gigante, elevadores para cada piso de habitación y marcos de cama hechos de oro. Los chicos de Slpytherin se la pasaban muy mal en su sala por la falta de comodidades extra necesarias que le faltaban al lugar, como una alfombra de marca más costosa.
Los chicos entraron en el ascensor para los cuartos de hombres, separándose de su no tan preciada amiga Honey y viendo sus dominios por las ventanas de cristal mientras ascendían a su habitación, habían presionado el botón 2.
-Esto, chicos, es mala vida.-dijo Cartman-Miren que necesitamos algo para ser siempre recordados aquí, no podemos irnos sin hacer nada de provecho…-comenzó a reprenderles- El único que ha hecho algo interesante he sido yo.-comenzó a presumir su aventura de hace un par de meses.
-Y también el que más cerca ha estado de morir.-le dijo Damien bofándose y entrando en su habitación con las puertas del elevador, no estaban in el niño que se creía vampiro, o el emo gótico.
-Algo grande…-continuó Eric Cartman mientras se recostaba en la confortable cama, sin saber que los dos emos no estaban dentro porque…Oh bueno, lo descubrieron, tres, dos, uno…
Desde varias partes de la habitación hubo varias explosiones mágicas que dejaron marcas de chispas de colores y extendieron un líquido negro que cubrió hasta el último centímetro de la habitación. Cuando Cartman movió un poco su brazo derecho, tuvo que despegarlo de la negra pintura.
-Sí, ahora este lugar se ve más limpio y…-concordaba Mike Minkowsky-¿No les avisamos a estos pendejos sobre la redecoración?-preguntó mientras veía tres masas negras que por el frente se movían con dificultad.
-¿Y para qué hacerlo?-preguntó el emo que se hacía llamar Horst, osase, su apellido-Se ven mejor que nunca.
-Tu cara se vera mejor que nunca cuando pueda encontrarte.-dijo Cartman extendiendo sus brazos y golpeando el aire frente suya…
A su vez, en la sala común de Gryffindor, los de primero estaban recibiendo la explicación por parte del prefecto de quinto grado. Mostraba cual era la puerta para subir las escaleras al dormitorio de las niñas, y cual para la de los niños.
-Si no hay nada más, disfruten.-dijo el chico mientras dejaba que los de primero entraran por la puerta.
Stan y Harry habían sido de los primeros en entrar a la sala común y saludaron desde la distancia a Karen, mientras ella subía con los ojos brillosos de alegría a su dormitorio de chicas.
-Un momento.-interrumpió Butters una vez todos los de primero ya se habían ido, este había entrado con ellos justo cuando los de primero llegaron, porque tampoco se sabía la contraseña-¿No deberíamos invitar a los niños a la fiesta de reencuentro?
-Para nada.-dijo Harry bastante satisfecho escuchando como el retrato de la señora gorda, que protegía la entrada, era abierto.
-Oh…Si es así…Yo no quiero formar parte de un grupo que excluya a otros.-dijo Butters retirándose a su habitación en el segundo piso, solo que lo hizo del lado de las chicas, y el resultado no fue muy bueno, se llevo a Gary en su recorrida a los dormitorios para enseñárselos.
A medida que los chicos entraban se armaba más jaleo y más porras hacía Harry y Stan, quienes habían llegado al colegio en un carro y de esa manera le ganaron doscientos puntos a Gryffindor. Aunque les sorprendió ver que a lo lejos, su amiga Wendy no estaba del mismo humor que el resto, se veía seria y poco alegre.
-Y entonces, ¡PAZ! Un árbol que nos golpeaba con todas sus fuerzas y…-hablaba alegre Stan mientras narraba a Heidi y Levander Brown sobre su aventura en el coche.
-Oye, creo que deberíamos acompañar a Butters.-dijo Harry sabiendo que las miradas se estaban cargando sobre él.
-Pero si la fiesta apenas está iniciando.-dijo Stan mientras otros tantos se le acercaban para escuchar su versión de los hechos, Harry susurró desesperado.
-Oye san Potter.-le saludó una chica que no le solía caer bien.
-Leslie.-saludó Harry simplemente-¿Vienes a felicitarme por ver como Stan conducía un auto volador? ¿O vienes a quejarte de que soy un estúpido por hacerlo?
-No, no es eso.-reía la chica rubia mientras se acomodaba su trenza-Bueno, en realidad sí, ¿Enserio un auto volador? Que novatos, se entra al colegio con más estilo en escobas.-dijo la chica decepcionada-No dudo que este acto pase desapercibido dentro de poco, a deferencia de nosotros.
-¿Nosotros? ¿Te disculpaste con Robert?-preguntó Harry recordando que el año pasado las cosas entre los dos hermanos bromistas no habían terminado bien.
-¿Disculparme?-preguntó Leslie poniendo una extraña expresión, como si el sonido de esas palabras le fuera despreciable-Yiuh, no, obviamente me refiero a mi verdadero gemelo, Butters.
-Él me dijo que quería una orden judicial contra ti.-le explicó Harry sonriendo cruelmente.
-Pero no la tiene, porque aun me quiere.-dijo la chica bastante segura.
-O no le he llegado el correo con la aprobación.-en cambio Harry se mofó antes de continuar con la fiesta.
El reencuentro de los de Gryffindor no paró hasta casi llegar a la una de la madrugada, cuando los chicos finalmente entraron a sus habitaciones y pusieron sus pijamas.
El año escolar había dado comienzo.
Continuara…
Na.-Lamento haber tardado, se supone que era para hace 2 días el cap.
Sobre si se siente muy lento el fic, lo sé, a mi también se me hace bastante lento, peeero, el lado bueno de eso es que me permite desarrollar más a los personajes, para no ponerlos solo por poner XD Espero me tengan paciencia, aunque como sigo diciendo, no pongo capítulos de relleno.
Muchas gracias por seguir leyendo, y hasta la próxima.
